ARQUITECTURA BIOCLIMÁTICA

¿Qué es la arquitectura bioclimática?

La arquitectura bioclimática es la que se centra en el diseño y la construcción de edificios
teniendo en cuenta las condiciones climáticas de la región o el país en que se construyen,
y se centran también en el uso de los recursos naturales disponibles (sol, vegetación,
lluvia, viento) para reducir al mínimo el impacto ambiental generado por la construcción y
el consumo de energía.
El bioclimático es un sector de la arquitectura que domina los principios de la ecología y la
sostenibilidad. El término "diseño bioclimático" implica un diseño que tiene como objetivo
proteger el medio ambiente y los recursos naturales. El objetivo de la arquitectura
bioclimática es crear zonas urbanas y edificios diseñados para satisfacer plenamente sus
necesidades energéticas sin inducir a un daño ambiental.
Los elementos clave del diseño de edificios bioclimáticos son los sistemas pasivos, que son
los componentes de un edificio. Los sistemas pasivos funcionan sin piezas mecánicas ni
suministro de energía adicional y, naturalmente, calientan y refrigeran los edificios. Se
dividen en tres categorías:
-Sistemas pasivos de calefacción solar.
-Técnicas de enfriamiento natural pasivo y
-Sistemas y técnicas de iluminación natural.
¿Cómo surgió la arquitectura bioclimática?
Se puede decir que la arquitectura bioclimática o la bioconstrucción nace con el mismo
desarrollo humano.
Los primeros refugios del hombre fueron las cuevas. En el interior, las condiciones
externas se suavizan, logrando una gran estabilidad interna. Hoy en día, se siguen
construyendo casas enterradas, aprovechando la tecnología actual; cristal,
impermeabilizantes... etc. Se consiguen casas totalmente confortables.
El hombre prehistórico ya intuía la forma de colocar sus construcciones, incluso parece
que las utilizaba para regular aspectos naturales adversos. La bioconstrucción era algo
inherente al ser humano.
Los egipcios, grandes conocedores de las radiaciones telúricas, trataron de orientar sus
construcciones de acuerdo a ellas.
Los romanos ya leían de forma consciente, en plantas y animales, las condiciones más
favorables del entorno para ubicar sus ciudades.
Al igual que los animales, las plantas o los minerales, el ser humano está inmerso en un
mar de radiaciones que nos baña constantemente y de cuya energía depende nuestro
equilibrio y nuestra salud física y mental.
Gran parte de la arquitectura tradicional responde a principios bioclimáticos,
desarrollándose específicamente en cada lugar y teniendo en cuenta sus necesidades y las
posibilidades del entorno.
De hecho, en cada cultura, en cada civilización, la observación de la naturaleza se utilizó
para establecer la salud o la nocividad de cada lugar.
Este tipo de arquitectura se basa en la importancia de proporcionar a la construcción un
confort térmico y acústico, así como el control de los niveles de CO2 dentro del espacio.
Sus principales características son:
Orientación: se diseña teniendo en cuenta la posición del sol para aprovechar al máximo
la luz solar.
Sol y protección solar: en este punto y para los propósitos de la región donde se está
construyendo, el vidrio requerido tiene protección solar para reducir la entrada de la
radiación solar.
Aislamiento térmico: muros gruesos, edificios enterrados o semienterrados; estas son
algunas de las técnicas de construcción utilizadas para lograr un aislamiento térmico
adecuado, que debe retener el calor o impedir su entrada en la estación.
Ventilación cruzada: con el objetivo de crear una buena ventilación en todas las áreas del
edificio.
El objetivo de la arquitectura bioclimática es diseñar edificios que estén decididos a
cambiar su comportamiento ambiental según las condiciones de cada estación del año.

Relación entre la arquitectura bioclimática y la arquitectura del paisaje

Ubicación
El diseño apropiado del sitio y del edificio permite el uso de la radiación solar durante la
estación fría y protege el edificio del sobrecalentamiento por el sol durante la estación
calurosa. La ubicación apropiada de la construcción del edificio depende del clima, la
dirección del viento, la presencia de árboles u otras características del paisaje, los usos y la
disposición interna del edificio.

Reflexividad
Al diseñar el suelo de la superficie expuesta cerca del edificio, se debe tener especial
cuidado en evitar el uso de materiales altamente reflectantes (losas de cemento, asfalto,
etc.) y preferir la vegetación con hierba u otras especies vegetales de cobertura del suelo
que absorban una proporción significativa de la radiación solar y el calor incidentes.

Orientación
En el verano mediterráneo, por la tarde, el sol aún está caliente. El lado oeste de un
edificio puede hacerse con pequeñas aberturas, ser ciego o estar protegido por una
sombra adecuada (árboles caducifolios, toldos, setos de plantas, etc.). La elección de las
especies de plantas, el tamaño en la madurez, la forma de podar y la ubicación exacta de
la trayectoria de la luz solar es importante para una protección eficaz.
Se puede diseñar la disposición de la vegetación perenne, prefiriendo árboles de follaje
denso en combinación con árboles caducifolios, a fin de dirigir los vientos invernales lejos
del edificio y lograr el desplazamiento en verano.

Cortavientos
Además de los materiales estructurales, los setos de plantas pueden controlar el flujo de
aire. Arbustos, árboles y la combinación de vallas con otros materiales pueden combinarse
como cortavientos, creando áreas de relativa calma a sotavento. Las barreras abiertas,
como árboles y arbustos, podrían ser una reducción máxima de la velocidad del viento en
relación con la altura. El tamaño y la forma de la barrera afectan significativamente a la
eficacia de la protección. Cuanto más delgado sea el elemento de protección, mayor será
la zona protegida del lado de sotavento. Un elemento clave de los obstáculos es la
densidad. Las barreras completas contra el viento afectan a una zona tranquila, pero sólo
muy cerca de ellas, porque después del obstáculo, el viento recupera rápidamente sus
características. Las cortinas de viento abiertas, formadas por árboles y arbustos, cortan
parte del viento, reduciendo la turbulencia y creando una zona de calma más amplia.
Los análisis, mediante programas de simulación, dan ciertas características a las cortinas
de viento para obtener mejores resultados tanto en términos del porcentaje de reducción
de viento como de la longitud de una zona protegida.

Tejados verdes
Por "techo verde" se entiende un desván que se ha convertido en un jardín, que se cultiva
en condiciones controladas con beneficios ambientales, energéticos y económicos.
La implantación de un tejado verde en el tejado de un edificio reduce considerablemente
el costo de la calefacción del edificio, porque las capas multicapa reducen la pérdida de
calor, en función de su grosor. La vegetación también actúa como un aislamiento adicional
dependiendo de la cobertura y la densidad del follaje. Al mismo tiempo, reduce los costos
de refrigeración mediante el ahorro de energía, ya que la temperatura en el interior del
edificio durante los meses de verano puede mantenerse hasta 10-15 grados por debajo de
la exterior.

La implantación de tejados verdes en la red urbana mejora el equilibrio del ecosistema

dentro de las ciudades, creando un excelente microclima y absorbiendo una gran cantidad
de polvo y contaminantes. A través de la fotosíntesis, las plantas producen más oxígeno
en la atmósfera y reducen el dióxido de carbono. De esta manera, el ecosistema en
general mejora ayudando a reducir el fenómeno de "isla de calor" y el "efecto
invernadero".
Algunos beneficios adicionales de los tejados verdes son el alivio de la red de
alcantarillado, la protección del aislamiento de las tensiones mecánicas y los cambios de
temperatura, la mejora estética, el aumento de las áreas funcionales, la posibilidad de
cultivar en la red urbana, la mejora de la calidad de vida y la protección del ecosistema.

Sombras
Mediante el diseño y la ubicación adecuados de una pérgola u otros sistemas de
sombreado con automatización, se puede lograr la protección del edificio contra el
sobrecalentamiento durante el verano.
La elección del diseño bioclimático para el edificio y sus alrededores puede
probablemente aumentar el costo total de la construcción, pero eso puede depreciarse
por el uso limitado de unidades de calefacción y aire acondicionado convencionales.
Además, se optimizarán los indicadores de fertilidad y nivel de vida.