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9. Revisar, en la forma que determine la ley, las decisiones judiciales relacionadas con
la acción de tutela de los derechos constitucionales.
11. Dirimir los conflictos de competencia que ocurran entre las distintas jurisdicciones.
Por lo tanto, considerando lo anterior se entiende como corte constitucional tiene
como objetivo principal y finalidad otórgale a toda persona, natural o jurídica, e incluso
a los servidores públicos, la posibilidad de acudir ante la autoridad judicial para exigir la
realización o el cumplimiento del deber que surge de la ley o del acto administrativo y
que es emitido por la autoridad, o el particular cuando asume este carácter. De esta
manera, la referencia Acción se encamina a procurar la vigencia y efectividad material
de las leyes y de los actos administrativos, lo cual conlleva la concreción de principios
medulares del estado social de Derecho, que tiendan a asegurar la vigencia de un orden
jurídico, social y económicos justos.
Por todo esto la corte concluyó que aunque el Congreso tenía amplias potestades
para variar el modelo de gestión del Poder Judicial, e incluso para suprimir los órganos
creados en la Constitución de 1991 para gobernar y administrar esta Rama del poder
público, el nuevo esquema introducido en el Acto Legislativo desbordó el poder de
reforma constitucional con el que cuenta el Congreso, porque suprimió el principio de
autogobierno judicial, como manifestación del principio de separación de poderes y del
principio de independencia judicial.
Tomando en cuenta que este cuenta con tres elementos que lo identifican siendo
estos los siguientes (i) Por un lado, la existencia de una institucionalidad encargada del
gobierno y administración del poder judicial; (ii) por otro lado, se requiere que dichas
instancias sean endógenas al poder judicial, es decir, que se inserten a la estructura de
dicho poder; (ii) y finalmente, estas instancias deben tener la capacidad para dirigir y
gestionar la Rama Judicial considerada como órgano y como función de administración
de justicia.
Esto ayudo a mantener el carácter endógeno del sistema de autogobierno, dada la
referida separación orgánica, se plantearon, de manera expresa en la Constitución, tres
ingredientes: (i) la conformación del órgano de autogobierno por magistrados, (ii)
elegidos por los órganos que conforman la cúpula de la jurisdicción y (iii) que tienen
como requisito ser abogados y haber ejercido con buen crédito la profesión. Tales
ingredientes no constituyen la única manera de asegurar el carácter endógeno del órgano
de autogobierno, pero si hacen evidente que, en la concepción del constituyente, esa
cualidad es condición ineludible de la idea de autonomía judicial.
Y luego presentar un nuevo esquema de gobierno se estructuró partir de principios
opuestos a la prohibición de concentración de funciones y al equilibrio de poderes, en
tres sentidos: (i) generando una concentración indebida de poderes y funciones en los
presidentes del Consejo de Estado, de la Corte Constitucional y de la Corte Suprema de
Justicia, que tienen bajo el actual esquema amplia gama de atribuciones de orden
jurisdiccional, legislativo, electoral, y de gobierno judicial, y quienes por tanto, tienen
un poder determinante en la configuración y en el funcionamiento, no solo de la Rama
Judicial, sino del Estado en general; (ii) provocando un desequilibrio de poderes al
interior del Consejo de Gobierno Judicial, en la medida en que mientras los presidentes
de las altas cortes, el representante de los jueces y magistrados de tribunal y el
representante de los empleados judiciales cumplen sus funciones de manera ocasional y
tienen facultades reducidas en la gobernanza judicial, el Gerente y los tres expertos
mantienen en el control del organismo; (iii) finalmente, provocando un desequilibrio
entre el Consejo de Gobierno Judicial y la Gerencia de la Rama Judicial, ya que aun
cuando formalmente este último se encuentra subordinado al primero, la forma en que
se fue configurado el sistema invirtió la relación, ya que el Gerente tiene un periodo fijo
de 4 años independientemente de su gestión, participa directamente en el Consejo de
Gobierno como miembro del organismo, y debe proveer a este último el apoyo logístico
y administrativo del que este carece.
Entonces el análisis de sentencia extrae los aspectos esenciales del fallo judicial
(hechos, procedimientos, la decisión y su motivación), colocándolo en condiciones
óptimas para realizar una apreciación critica (o análisis subjetivo) del fallo, que es la
segunda parte de todo comentario de sentencia.
La primera parte no es momento para hacer críticas sobre esta ni para que la ubique
dentro del derecho positivo. El análisis de contenido de sentencia es siempre objetivo,
cronológico y enunciativo. Constituye a la vez un resumen de la sentencia, extrayendo
lo esencial sobre los hechos, el procedimiento, los argumentos de las partes, la decisión
y su motivación.
Y todo esto lleva a una secuencia de leyes y sentencias asumiendo una perspectiva
politópica, el análisis adopta preceptos del derecho internacional público y el derecho
constitucional; en el espectro de las corrientes internacionalista y constitucionalista de
reconocimiento de los instrumentos internacionales. Tomando en cuenta algunas de las
características del arbitramento como la base principal de un análisis de sentencia así
como lo son:
Habilitación o Voluntariedad (sentencia C-330-12): Las características básicas han
sido ampliamente examinadas en la doctrina constitucional, en los términos que se
sintetizan a continuación: (i) Es un mecanismo alternativo de solución de conflictos, por
medio del cual, las partes invisten a los particulares de la función de administrar justicia.
(ii) Se rige por el principio de voluntariedad o libre habilitación. El artículo 116 de la
Constitución Política define el arbitramento con base en el acuerdo de las partes, que
proporciona su punto de partida y la habilitación para que los árbitros puedan impartir
justicia en relación con un conflicto concreto. En tal medida, la autoridad de los árbitros
se funda en la existencia de un acuerdo de voluntades previo y libre entre las partes
enfrentadas, en el sentido de sustraer la resolución de sus disputas del sistema estatal de
administración de justicia y atribuirla a particulares.
En otras palabras, el sustento de la justicia arbitral es el reconocimiento
constitucional expreso de la decisión libre y voluntaria de las partes contratantes de no
acudir al sistema estatal de administración de justicia sino al arbitraje para la decisión de
sus disputas, la habilitación voluntaria de los árbitros es, por lo tanto, un requisito
constitucional imperativo que determina la procedencia de este mecanismo de
resolución de controversias. También ha señalado que la justificación constitucional de
esta figura estriba no sólo en su contribución a la descongestión, eficacia, celeridad y
efectividad del aparato estatal de administración de justicia, sino en que proporciona a
los ciudadanos una opción voluntaria de tomar parte activa en la resolución de sus
propios conflictos, materializando así el régimen democrático y participativo que diseñó
el Constituyente.
Temporalidad o transitoriedad (C-431-95 y SU-174-07): se llega a plantear, con total
claridad, la posibilidad de que, siempre que la ley no lo prohíba, los árbitros podrán
conocer” asuntos que se ventilan, o podrían ventilarse, en el proceso de ejecución”, toda
vez que la CP no estipula lo contrario. Exactamente dice:
No es admisible sostener que los asuntos que se ventilan, podría ventilarse, en el
proceso de ejecución, están excluidos del proceso arbitral. ¿De dónde surgiría esta
supuesta exclusión? ¿Cómo afirmar que las obligaciones cuyo cumplimiento puede
exigirse en el proceso de ejecución, constituyen una excepción a lo establecido por el
inciso cuarto del artículo 116de la Constitución, cuando tal excepción no aparece en esta
norma. Rojas (1995).
Otra de las características es, Excepcionalidad (Sentencias SU-174-07 y C-060-
2001): a jurisprudencia, además de establecer una definición de arbitraje, también ha
identificado las características que lo delimitan. En sentencia C-060 de 2001 precisó
ciertas características de la institución arbitral en el ordenamiento colombiano al indicar
que “El arbitramento es voluntario, temporal y excepcional. Además, reiteró que es una
figura procesal, es decir, un procedimiento judicial, y como tal está sujeto a la estricta
aplicación de las normas y principios que regulan esa clase de actuaciones. Por último,
plantea que no resulta admisible entender que cuando se otorga una garantía de un
contrato con pacto arbitral, esa garantía constituya una “adhesión tácita” al pacto,
porque para la misma Corte Constitucional la habilitación debe ser explícita, según las
sentencias C-060 de 2001, C-1038 de 2002 y C-330 de 2012.
Cuando la fase de negociación entre las partes involucradas no se resuelve con éxito,
pueden solicitar voluntariamente el sometimiento al arbitraje y elegir el idioma, el lugar,
la ley y el árbitro que llevará el proceso, y quién será el encargado de llegar al acuerdo
que responda a los intereses de todas las partes.
Bibliografía
Rojas, A. (2014). Sentencia C-060-2001. Disponible en:
http://legal.legis.com.co/document/Index?
obra=jurcol&document=jurcol_f6025d28c65b01dae0430a01015101da
Rojas, A. (2019). Corte Constitucional, funciones y características. Disponible en:
https://www.corteconstitucional.gov.co/lacorte/
Rojas, F. (1995). Capítulo quinto. Ejecución de la décision coutela. Disponible en :
https://books.openedition.org/uec/290?lang=es
Torres, S. (2009). Análisis jurisprudencial de laudos arbitrales proferidos en el Centro
de Conciliación, Arbitraje y Amigable Composición de la Cámara de Comercio de
Bucaramanga, del año 2003 al 2007. Disponible en:
file:///C:/Users/pc/Downloads/14Texto%20del%20art%C3%ADculo-49-1-10-
20100430.pdf