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A lo largo de dos siglos, el término historia adquirió al menos dos significados básicos:
hechos pasados (res gestae) y narración sobre los hechos pasados (historia rerum gestarum). La
historia como hechos pasados tiene a su vez varias interpretaciones. Si el término se usa sin un
modificador que indique su alcance cronológico o verdadero, podemos interesarnos por los
hechos pasados en general, interpretados como la totalidad de los hechos que tuvieron lugar en
el pasado, o como una antropomorfización de ese concepto, manifestada en afirmaciones que se
refieren a “los veredictos de la historia”, “el arma dañina” de la historia.
Puesto que imaginamos los hechos pasados siempre sobre la base de lo que llamamos
de ellos, el contenido que varias personas (o grupos de personas) asocian con el término historia
(usado para indicar los hechos pasados) puede variar enormemente, desde las ideas inspiradas
por la ciencia y aquellas penetradas por leyendas y mitos.
El uso del término historia, con un modificador que limite su alcance, por ejemplo, la
historia de Polonia, la historia medieval, la historia de Londres, la historia del movimiento
obrero, muestra claramente que el término se usa en el sentido de sucesos pasados.
El término historia, cuando se usa en el sentido de una narración sobre sucesos pasados
(historia rerum gestarum), tiene por lo menos dos significados, hecho que no siempre se
recuerda.
Esto fue, sobre todo un logro del positivismo, que quería elevar la historia al nivel de
una verdadera ciencia.
El concepto de historia rerum gestarum, cuando se excluye lo que atañe a los
procedimientos de investigación, corresponde a la interpretación de la historia como una serie
de afirmaciones sobre los acontecimientos pasados, o sea, historia como resultado de la labor de
un historiador. Cuando el término historia se usa en este sentido, normalmente va acompañado
de un modificador que describe su ámbito; decimos por ejemplo una historia de la Revolución
Francesa, una historia de Florencia, una historia del capitalismo.
Hemos desmembrado así tres significados básicos del término historia: historia como
hechos pasados, historia como operaciones de investigación realizadas por un investigador e
historia como resultado de dichas operaciones de investigación; es decir, una serie de
afirmaciones sobre los hechos pasados.
En los últimos significados nos referimos a la historia como una disciplina científica.
Esta interpretación de la historia ha evolucionado gradualmente, como se ha mencionado más
arriba, siguiendo el desarrollo de la reflexión sobre los hechos pasados y el desarrollo de la
disciplina que debe reconstruir esos sucesos.