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EL ROMANTICISMO

CARLOS STIVEN LÓPEZ MELO


ANNA MILENA QUIROZ CEBALLOS

UNIVERSIDAD DE NARIÑO
FACULTAD DE ARTES
DEPARTAMENTO DE MÚSICA
HISTORIA DE LA MÚSICA II
SAN JUAN DE PASTO
2019
EL ROMANTICISMO

CARLOS STIVEN LÓPEZ MELO


ANNA MILENA QUIROZ CEBALLOS

Resumen acerca del Romanticismo

DR. José Menandro Bastidas España

UNIVERSIDAD DE NARIÑO
FACULTAD DE ARTES
DEPARTAMENTO DE MÚSICA
HISTORIA DE LA MÚSICA II
SAN JUAN DE PASTO
2019
ROMANTICISMO

El periodo de la música conocido como “Romanticismo” fue un movimiento que


domino la literatura y se desarrolla durante casi todo el siglo XIX (1815-1900
aproximadamente), caracterizada por una amplia variedad de rasgos que se
encuentran en diferentes formas de la música; a pesar de ello, las ideas
románticas determinaron el pensamiento de los compositores a lo largo de este
periodo.

Contexto cultural:

El principio fundamental del Romanticismo es la búsqueda de la emoción de


las pasiones. En esta época de libertad, los artistas se independizan de sus
altos mandos y se dedican a tocar para un público. Estos artistas cansados de
seguir unas normas específicas del clasicismo, buscan nuevas formas de
expresión libre. Con esto van a ser considerados genios creadores en base a
sus sentimientos y emociones.

Contexto artístico:

El “Romanticismo” es quizá la época más brillante de la historia de la música,


se considera el lenguaje del espíritu frente a la razón, así como en el
Clasicismo la razón predomina sobre la libertad creadora, en el Romanticismo
es justo lo contrario, pones más el sentimiento que también puede ser
cambiante como cualquier persona.

Características musicales:

 Interés por los temas relacionados con lo exótico, oriental y con el


pasado.
 La música instrumental predomina de la música vocal, aunque la opera
tiene una gran evolución llegando a su cumbre más alta.
 La melodía es el principal conductor para la expresión de sentimientos
apasionados.
 Grandes contrastes en el ritmo, el tempo, matices para expresar
sentimientos diferentes.
 No se preocupan tanto por la forma, si más por su emotividad.
 Ruptura de formas clásicas.
 Uso de rubato.
 Individualismo del artista, tiene más libertad.

NACIONALISMO

El nacionalismo musical nace a finales del siglo XIX y a principio del siglo XX a
la luz de un movimiento político que lleva su misma denominación y que tiene
como finalidad lograr la independencia o unificación de un determinado
territorio, que mantienen una unidad geográfica, cultural, lingüística o folclórica.
¿Qué es el Nacionalismo? Pues el Nacionalismo es la búsqueda de los valores
propios de un pueblo que unifican una nación que busca una independencia
para poder constituirse como un pueblo propio, esto se hace con la
recuperación de los valores y tradiciones propias de cada nación. Y en música
se recuperan a través de la música popular y su folklore, ritmos, danzas
autóctonas, de leyendas, cuentos e historias de cada nación, también se
recuperan instrumentos.

Características musicales:

 La primera cualidad que define la música Nacionalista es la búsqueda


de identidad. Ésta se realiza mediante la adaptación al ámbito sinfónico
de las formas musicales folklóricas.
 El folklore pasa a ocupar un primer rango como forma de expresión
musical y es asumido como forma óptima de expresión de las naciones.
 Ya no se compone, por lo general, en formas como la sonata, cantata,
concierto, etc., sino que se recurre a las formas tradicionales propias del
pueblo. Especial importancia tiene la Suite, que se asienta
definitivamente como una de las formas más importantes del
Nacionalismo.
 Al igual que en el Romanticismo, esta constante referencia a la música
folklórica produce un enriquecimiento constante en las melodías.
 Incorporación de nuevos lenguajes como los colores instrumentales que
se convirtió en una parte significativa de la expresión musical.
 El Nacionalismo implica un sentimiento de rebelión política y la música
pasa a ser, por tanto, un símbolo usado por la población que le hace a
su bandera.

WAGNER Y SCHOPENHAURER

Wagner (1813-1883) fue un filósofo de estudios más de convicción. Se sabe


que leyó a varios filósofos pero el que influyo en él y sin duda generó un gran
cambio en el pensamiento de Wagner viene de la lectura, de la aportación
‘intelectual’ que recibe de Schopenhauer (1788-1860) en 1854.

Tras leer su descubrimiento literario al leer la principal obra de Schopenhauer


quedo maravillado y envió como regalo de su poema del ‘Anillo’,
Schopenhauer lo criticó duramente por considerarlo ‘contrario a la moral’, y en
lo musical le hizo llegar estas palabras: “decirle que yo sigo fiel a Rossini y
Mozart” Pese a ello Wagner nunca criticó a Schopenhauer sino que, por el
contrario, lo difundió y exaltó, sus veladas literarias y dio una alabanza continua
a la filosofía schopenhaueriana.

Según Schopenhauer el Espacio y el Tiempo son la base del principio de


Razón, o sea de lo Representativo, y además son los elementos básicos de la
individualización. Por tanto son los elementos que condicionan el Ideal. El
Espacio individualiza y multiplica lo general, el Tiempo le da lo efímero. Wagner
hace de este ideal el tema primordial de su obra “Tristan e Isolda” la cual nos
muestra que el Deseo se objetiviza en miles de temas, se materializa en el
tiempo y el espacio, y no tiene fronteras, el deseo insaciable que lleva siempre
a la insatisfacción de la Voluntad sin freno y al Dolor, a la tragedia y la muerte
sin satisfacción del deseo.

Wagner concibe el drama en base intuitiva, sentimental, no lógica, lo que es


coincidente con sus filósofos preferidos. Es pues el sentimiento el que escribe
el poema, no la lógica de los hechos. “El artista es el que es consciente del
inconsciente” escribirá en Opera y Drama.

Tomar conciencia de la Voluntad (lo inconsciente) es el camino de superación


en Schopenhauer, frente a los que ignoran la Voluntad y siguen sus trampas en
la Representación, en lo material, en la Lógica.

 Por ello Wagner indica que “La forma artística ideal es aquella que puede ser
enteramente entendida sin reflexión, la que pasa directamente del corazón del
artista (Carta a Villot 1860). En este sentido Wagner critica la ‘Ciencia’ cuando
ésta pretende asumir un papel ‘rector’ en la conciencia.

Para Wagner (como para Schopenhauer) se trata de dirigir la ciencia por el


sentido Ético. “El poeta busca en el mundo el orden moral, el científico busca el
orden mecánico”, y lo malo es cuando ese orden mecánico representativo
pretende dominar sobre todo.

Hay en Wagner conflictos ideológicos no resueltos que le hacen exaltar la


libertad y luego le llevan a imposibilitarla a través de las ideas de
predestinación y finalidad.

La nueva humanidad que habría de nacer, desde la perspectiva de Wagner,


estaría redimida por la nueva estética, por la obra de arte total. En ese sentido,
el arte sería la utopía redentora y el Anillo no sería más que la forma en que
esa filosofía optimista y futurista cobraría sentido. Pero sabemos que Wagner
abdica frente al pensamiento revolucionario, al punto que su interés no es ya
sustentar la idea de cómo debería ser el mundo, sino ofrecer una imagen lúcida
y cruda acerca de cómo es. De este modo, el predominio de la realidad sobre
la idealidad produce un canon estético diferente en Wagner, en donde el arte
es una metáfora. La vida es sufrimiento y la liberación ante el destino se
consigue a partir de rituales purificadores y, sobre todo, gracias a la renuncia a
los placeres terrenales. Por ejemplo, Wottan se ha purificado a través del dolor
y la renuncia, mientras que Brunhilde lo ha hecho mediante la expiación y el
sacrificio. Wagner asume que la voluntad es sólo uno de los mecanismos del
deseo y la representación, fuente de un anhelo y frustración intermitentes, de
dolor e impotencia. El mundo imaginario, que nos lleva a ser crueles, sólo
puede ser vencido con la extinción definitiva, porque:

“Querer es esencialmente sufrir, y como vivir es querer, toda vida es por


esencia dolor. Cuanto más elevado es el ser, más sufre… La vida del hombre
no es más que una lucha por la existencia, con la incertidumbre de resultar
vencido… La vida es una cacería incesante, donde los seres, unas veces
cazadores y otras cazados, se disputan las piltrafas de una presa horrible. Es
una historia natural del dolor, que se resume así: querer sin motivo, sufrir
siempre, luchar de continuo, y después morir… Y así sucesivamente por los
siglos de los siglos, hasta que nuestro planeta se haga trizas”

(Schopenhauer, 1993: 74).

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