El segundo descubrimiento: el yo real
'y «el sindrome de la rana hervidan
echamos una rana dentro de un cazo de agua hirviendo veremos que
instintivamente fuera de él pero, sla metemos en un cazo de agua
'y vamos aumentando gradualmente la temperatura, no se dara
de lo que ocure hasta que sea demasiado tarde. Ese es, pecisa-
el destino que aqueja.a algunos lideres que acaban instalandose
a la rutinao que permiten que los pequenos contratiempos cristae,
grandes habitos que, finalmente los sumen en la inerci.
‘Consideremos, por ejemplo, el caso de John Lauer. Cuando acepts
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acl cargo de presidente de BF Goodrich, nadie hubiera imaginado que
pudiera acabar atrapado en la apaia. Era un hombre alto, bien parecido
¥¥-con una sonrisa encantadora que asumié con resolucion el reto del
liderazgo haciendo gala de una especial hablidad como lider democr:
ticoy visionario. En una de las primeras reuniones con directivos de un
importante departamento que siguieron a la asuncion de su cargo,
Lauer escuché detenidamente sus comentarios y luego esboz6 su vision
de la empresa, una vision que tenta en cuenta sus fortalezasy la post:
cionaba mejor en el mercado mundial, que result6 sumamente movi
lizadora para sus subordinados. En los afios siguientes, Lauer siguio
siendo un lider efcaz y un importante miembro del equipo directivo
aque se encargo de dirigir el proceso de reestructuracion,
Seis afos después de asumir el timén de BF Goodrich, Lauer
pronuneié una conferencia sobre el liderazgo empresaral ane alum
ros de un master de gestion en la que qued6 patente que habia
perdido el carisma, ya que todo lo que decia sonaba ratinario y abu:
‘ido, como si el cantagioso entusiasmo que anteriormente le cart:
terizaba se hubiera esfumado,
‘Yes que, como ocurre con el caso de la rana que se hierve a fuego
lento con que iniciamos esa seccién, Lauer habia ido instalandose sin
arse cuenta en la desilusion, la frustracion el tedio de la prictica
y de la politica cotidiana de una gran empresa, Su trabajo habia de-
Jado de interesarle, No es de extrafar por tanto que, pocos meses
después de pronunciar ese tedioso discurso, Lauer abandonara la
empresa y se fuera a trabajar con su esposa Edie, que estaba muy
comprometida con una organizacién humanitara hingara
Al afrontar su desinterés y desmotivacién pore liderazgo, Lauer
‘puso en marcha el proceso que habria de levareal segundo descubri
‘miento, Despues de haber esablecido contacto con el yo ideal, el dess-
roll dela intligencia emocional del lider nos obliga a buscar dentro de
sal yo real, el lider interno que se halla dentro de cada une de nosotos
Dos aftos despues de abandonar BF Goodrich, Lauer asistié a un
seminario de desarrollo del liderazgo como parte de su doctorado..”
‘Todaviaafirmaba que el mundo empresarial ya formaba parte de sit
pasado. La realizacion del doctorado era una simple puerta de acce-
so a una nueva vida y, aunque no sabia bien hacia dénde encamina-
ta sus pasos, se hallaba entusiasmado.
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Ese seminario le permitié cobrar conciencia de sus valores, de st
filosofia, de sus aspiraciones y de sus particulares competencias dis-
tintivas. Cuando llego el momento de visualizar como seria su vida
en la siguiente década y reflexion en sus capacidades, se dio cuen-
ta de lo mucho que habia disirutado dirigiendo una empresa, traba-
Jando con un equipo de ejecutivos y construyendo algo important,
‘Un buen dia se despertd con a idea bien clara de que estaba dispuesto
volver trabajar como CEO y poder poner en préctca las ideas que
habia aprendido en su programa de doctorado.
Entonces respondis als solicitudes ce varios cazadores de talen-
{0s yal cabo de un mes, recibi6 a ofera de dixgit Oglebay Norton, una
‘empresa de materias primis cuya facturacién anual superaba los dos-
Centos cincuenta millones de dolares. Una vez allino tardé mucho en
convertirse en wn modelo del estilo de lderazgo democritico, esct-
‘chando lo que sus empleados tentan que decitle yslentando ast equi-
po de directivos a hacerlo mismo. Entonces esboz6 una nueva visién
de Ia empresa que result sumamente movilizadora. Como nos dijo
Imo de sus ejecutivos: «John estimula nuestro espiitu, aumenta nies
tra confianza y aienta nuestra pasion porla excelencia».!Y, aunque la
‘empresa comerciaba con articulos tan poco fascinantes como la grava
yl arena, Lauer consiguié que, durante el primer ano, Oglebay Nor-
ton aleanzara un crecimiento tal que merecio una mencién especial en
Fortune, Business Week y The Wall Street Journal
Resumiendo, pues, cuando Lauer realiz6 su primer descubrimien-
to —establecer contacto con su yo ideal — se vio obligado a abando-
nar BF Goodrich, Cuando posteriormente afronts la realidad de la
rutina en la que se hallaba inmerso y se dio cuenta de sus cvalidades
distintivas, volvié a establecer contacto con la pasion del liderazgo,
Solo entonces pudo retomar nuevamente su camino y encontrar la
satisfaccion en una modalidad de liderazgo diferente
Elesquivo yo real
Para levar a cabo una valoracion exacta del yo real es decir, la
persona que realmente somos— es necesatio teconocer nuestos ta-
Tentos y nuestras pasiones, una tarea, por cierto, que resulta bastan-
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