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ANALISIS DE LA RESPONSABILIDAD

EXTRACONTRACTUAL EN MENORES DE EDAD EN


CHILE

Catedra Teoría de la Responsabilidad


profesor Mauricio González Geiser
alumno Renato Aliste Bustos

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Índice de contenidos

Títulos Pagina

DETERMINACION DE LOS OBJETIVOS DEL ARTICULO DOCTRINARIO 3

IDENTIFICACION DE LA PROBLEMÁTICA JURIDICA PLANTEADA EN EL ARTICULO 4-5


DOCTRINARIO

IDENTIFICACION Y JUSTIFICACION DE LA POSICION DOCTRINARA DEL AUTOR 6

ANTECEDENTES JURIDICOS DEL PROBLEMA JURIDICO PLANTEADO 7

ANALISIS CRÍTICO DEL PROBLEMA PLANTEADO 8-9

CONCLUSIONES DEL ANALISIS DEL AUTOR DEL ARTICULO DOCTRINARIO 9

CONCLUSION DEL ALUMNO DEL ANALISIS DEL ARTICULO DOCTRINARIO 10-11

REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS 12

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DETERMINACION DE LOS OBJETIVOS DEL ARTICULO DOCTRINARIO

El objetivo de este artículo, da cuenta de la responsabilidad extracontractual, en los


causales la reparación de los daños directos, es decir los previstos e imprevistos debiera ser
integra cuando se trata de actos dolosos y con una clara naturaleza delictual, amparado en que
todo acto pernicioso que reporte alguna ventaja para quien lo ejecuta, debe responder de los
daños.

El autor, Cristian Banfi, postula que el dolo y la culpa extrema ejercen una fuerza “gravitante”
en la responsabilidad extracontractual, ya que el acto en sí, se ejecuta con la clara conciencia
de ejercer un efecto perjudicial sobre un sujeto o grupo de personas

El autor también plantea que en este artículo aboga por reconocer que el dolo y la
culpa grave tienen una influencia fundamental en la relación de causalidad en el área de la
responsabilidad extracontractual. En este sentido se propone agrupar la reparación de todos
los daños directos (previsibles o previstos e imprevisibles o imprevistos) a los delitos y
cuasidelitos ocasionados con culpa lata o imprudencia temeraria.

Ante esto es transcendental identificar el hecho doloso o enormemente negligente,


estableciendo su nexo causal de acuerdo a sus efectos más directos experimentados por la
víctima, en relación a la equivalencia de las condiciones. En relación a esta temática, se
pretende determinar la existencia o no del daño extracontractual en las serie de
movilizaciones escolares de los distintos establecimientos educacionales del país, los cuales se
han visto afectados, no solo en su estructura, mobiliario o instalaciones en general, sino
también afectando a terceros por el accionar irresponsable y temerario en algunos casos, por
parte de quienes actúan, refugiándose en la masa.

En sentido contrario el autor de una falta leve, debe responder por los daños que están
empíricamente determinados por su acción, es decir de acuerdo a un criterio jurídico
establecido en la teoría de la casualidad adecuada.

En resumen la mayor reprobación de la conducta ilícita, deberá repercutir de forma


directa en el vínculo causal y en la amplitud de la reparación, lo cual no busca introducir una
facultar punitiva en este campo, sino la de destacar que la responsabilidad civil, es además un
instrumento con un fin retributivo en cuanto que la indemnización englobe todos los daños
que implique la acción culposa o dolosa, la cual para nuestro caso implica relacionar, esta
conducta ilícita desarrollada por algunos agentes o estudiantes movilizados, como
problemática presenta en nuestra investigación, y como puede llegar a afectar a terceros no
involucrados en situaciones delictivas. El objeto de este trabajo, es determinar las
responsabilidades que recaerían sobre, los agentes que causen daño a terceros o su entorno,
ya sea por dolo o culpa, estableciendo, quienes deben responder sobre la base de la legislación
vigente. Para ello nos remitiremos a lo expuesto por el autor Cristian Banfi del Rio, en su texto
“Por Una Reparación Integral del Daño Extracontractual limitada a los Hechos Dolosos o
gravemente Negligentes”. Seguidamente como objetivo específico, se señalara también la falta

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de coordinación de un movimiento legítimo y necesario, frente a la desidia del Estado por
generar una educación de calidad, pero que sin embargo se ha visto deslegitimado por
acciones delictuales que disgregan y desvían el foco de atención por parte de la ciudadanía.
Con el fin de apuntar al establecimiento de una metodología clara y específica, nos basaremos
en lo expuesto por Cristian Banfi del Rio, en el texto ya señalado, el cual nos servirá de guía
para dilucidar la responsabilidad que recae en los individuos que están bajo el cuidado o a
cargo de un superior.

IDENTIFICACION DE LA PROBLEMÁTICA JURIDICA

En el artículo doctrinario analizado, se puede establecer que el autor manifiesta que de


acuerdo a la jurisprudencia y la mayoría de la doctrina en Chile, el dolo es irrelevante en la
responsabilidad extracontractual. Esto basado en el artículo 2329 del código civil, donde se
señala que la víctima está habilitada para reclamar la indemnización de todos los daños, ya sea
que provengan de delito o cuasidelito. Lo cual, nos sitúa en una problemática doctrinaria, ya
que la culpa admite gradación solo en la responsabilidad contractual, y como se mencionó
anteriormente, carece de relevancia la distinción entre culpa y dolo en materia
extracontractual.

En sentido contrario la responsabilidad contractual se limita a los perjuicios directos


que las partes previeron al celebrar el contrato. He aquí, por tanto, donde podemos identificar
la principal problemática que se suscita en relación al resarcimiento de los perjuicios, ya que
si el acreedor prefiriera accionar conforme al estatuto extracontractual, este no podría
hacerlo, debido a que la jurisprudencia y un gran sector de la doctrina nacional han preferido
omitir las reglas contractuales, para acogerse al estatuto extracontractual, dando cuenta de la
estrecha relación que tiene nuestro código civil con derecho continental francés.

Otro elemento a tener en cuenta es la determinación de la culpa, establecida en el


artículo 44 del CC, donde podemos observar que esta se encuentra graduada, distinguiendo
tres clases de culpa o descuido; culpa grave, culpa leve y culpa levísima. En un apartado, pero
en el mismo artículo se define también el dolo. Con el fin de identificar problemática planteada
por el autor en este artículo y construir una definición lo más certera posible, incorporare
elementos de la clase, como contenidos básicos y fundamentales, como una fuente más en la
elaboración de este trabajo. Es por ello que dentro de este análisis, es fundamental identificar
los elementos diferenciadores entre responsabilidad contractual y extra contractual, esto con
el fin de lograr la certeza jurídica a la hora de plantear un determinado caso. Diferencia tales
como la carga de la prueba o onus probando, entre ambos tipos de responsabilidad civil, en
donde en el primer caso, es decir frente a la responsabilidad contractual, ante el incumpliendo
del deudor, la ley presume de inmediato la culpabilidad, basándonos en lo establecido en el
artículo 1545 del CC . Por su parte en la responsabilidad extracontractual la culpa o dolo debe
ser acreditada por el demandante, situación que podría entenderse como injusta, sin embargo
es pertinente también, integrar dentro de una determinada argumentación jurídica, la

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relevancia del elemento nexo causal a la hora de determinar el tipo de culpabilidad y
establecer la acción correcta en el análisis jurídico.

En la doctrina nacional se ha analizado el art 1558, desde sus orígenes,


encontrándonos con autores como Carmen Domínguez Hidalgo quien da cuenta de la
influencia de Pothier, no solo en el código civil chileno, sino también en el derecho anglosajón,
acotando la responsabilidad de los perjuicios directos a lo que los contratantes pudieron
prever al celebrar el contrato. Domínguez apunta a derogar la regla de previsibilidad del
artículo 1558 y centrar su análisis en el perjuicio experimentado por el acreedor, excluyendo
consideraciones punitivas respecto a la gravedad de la acción ejecutada por el autor 1

En relación a la problemática que se suscita en nuestra realidad es positivo observar,


que al tratarse de responsabilidad extracontractual, El Common Law hace una distinción clara
del dolo y de la culpa, en donde el delito puede perpetrarse sin que el autor tenga la intención
de causar daño a la víctima, pero que de todas formas lo causa igual y debe responder. En
cambio en la doctrina chilena tal distinción entre culpa y dolo, solo tiene importancia en el
ámbito contractual, sin tomar en cuenta el papel fundamental que tiene la causalidad y la
extensión de la responsabilidad extracontractual.

Sin embargo como señala el profesor Corral, la reparación integral de los daños, no es
absoluta, ya que el autor responde solo de los daños que una persona prudente habría podido
prever, por lo tanto se pueden atribuir al curso normal de los acontecimientos mediante una
causalidad adecuada.

Algunos sectores de la doctrina nacional son reacios a aplicar a la doctrina de la


previsibilidad en materia extracontractual, debido a que la obligación de indemnizar, surge al
mismo tiempo en que se perpetra ilícito y por ende la producción del daño, en el entendido de
que no existe una relación jurídica con anterioridad. No obstante la presencia de la
previsibilidad en materia extracontractual, la encontramos en dos aspectos fundamentales.

Según el autor del artículo, la previsibilidad es inherente a la culpa, ya que se entiende


que una persona razonable puede prever las consecuencias ilícitas de un acto culposo, por lo
tanto este debe responder de los daños previsibles a la época de contratar, por su parte el
autor de cuasidelito debe hacerse cargo de los daños previsibles al tiempo de ejecutar el
hecho.

En segundo lugar la previsibilidad es un criterio jurídico que aplicado a la causalidad


adecuada permite matizar sus efectos, con el fin de imputar al autor los daños que son
consecuencia directa de su hecho y no aquellos que son imprevisibles o que no pudo anticipar
ni controlar en el transcurso normal de los sucesos.

Si bien la responsabilidad aquiliana seguirá siendo analizada por diversos investigadores del
derecho, es plausible destacar los aportes del profesor barros quien sosteniente que, quien
actúa, con la más completa desatención a los intereses de otro, es justo y valido que se haga
cargo, incluso de sus consecuencias extraordinarias. No obstante esta afirmación, en el

1
“Por una reparación integral del daño extracontractual limitada a los hechos dolosos o gravemente
negligentes”, Artículos de doctrina-derecho civil, Banfi del Rio, Cristian, 2012.

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referente artículo, seguidamente, Barrios señala que no podría ser atribuido responsabilidad
alguna, a quien incluso haya actuado dolosamente, si el resultado sañoso es independiente del
riesgo creado.

En este mismo sentido Banfi del Rio, argumenta en consecuencia, que la responsabilidad
contractual abarcaría todos los daños directos, nunca los indirectos emanados de delito civil o
cuasidelito.

Siguiendo esta doctrina jurídica el autor señala por tanto, que todo hecho doloso ejecutado
por un determinado sujeto, debe responder de todo el daño imputable directamente, pues
quien comete un ilícito de forma intencional, debe hacerse cargo de todas sus consecuencias
jurídicas, aunque no las haya previsto.

IDENTIFICACION Y JUSTIFICACION DE LA POSICION DOCTRINARA DEL AUTOR

En cuanto a la posición doctrinaria del autor, para este la presencia de dolo, no


interesa a la hora de analizar si el autor previo o pensó que causaría un daño, ya que de todas
maneras, aun si el perjuicio es diferente al que inicialmente tenía el actor, debe responder. De
igual forma ocurre en materia extracontractual, pues el dolo es uno solo y produce las mismas
consecuencias jurídicas en cualquier lugar donde se realice.

La gravedad de la conducta es un elemento trascendental y que debe considerarse a la


hora de atribuir una determinada responsabilidad civil, ya que los actos reprochables influyen
de manera directa en la relación de causalidad y debieran determinarla completa e integra
reparación de los perjuicios. En relación a esto, los alcances del artículo 1558 del CC, dan
cuenta de una función punitiva, ya que sanciona de forma determinante la infracción
contractual, desincentivando que él, o los contratantes de forma deliberada ejecuten actos
dolosos, estableciendo así una acción disuasiva y sancionadora.

Es por esto que el auto de delito civil, responde de todo el daño que se le impute a su
conducta, incluyendo los imprevistos, pues quien comete un ilícito intencional debe hacerse
cargo de todas las consecuencias. En este sentido el autor del artículo destaca que los eventos
extraordinarios que acaecen después, no interrumpen el nexo causal entre el hecho doloso y
los perjuicios sufridos por la víctima. La persona que infringe un daño o se apropia de algo
ajeno, solo para satisfacer sus propios intereses debe hacerse cargo de los daños e
imprevistos, ya que se entiende que el actor de la acción saca ventaja de una situación creada
por el mismo. También si existe un tercero que corta la relación causal y además reporta
beneficios por esta acción, debe responder.

Se señala que quien actúa con dolo o imprudencia temeraria tampoco puede alegar en
su defensa la culpa de la víctima como eximente de responsabilidad. Al contrario sensu, quien
comete un cuasidelito puede no responder a la víctima si esta se expuso de forma imprudente
o temeraria frente al daño, por lo tanto la culpa lata de la víctima puede determinar una
disminución de la indemnización que beneficie al auto meramente negligente.

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Como podemos observar, pueden existir una variedad de situaciones, en las cuales el
nexo causal se puede ver interrumpido, otorgando al autor del hecho ilícito una disminución
en su responsabilidad, ya que si el autor de un hecho ilícito inicialmente culpable observa que
un tercero interrumpe el nexo causal, aumentando o perpetrando un mayor daño, el autor
podría ser exonerado. Esto se denomina “prohibición de regreso”, objeto de discusión en el
área penal, y que significa que el hecho posterior ejecutado por un tercero es tan
determinante que el hecho culpable que provoco el primer daño carece de relevancia, en el
daño posterior.

ANTECEDENTES JURIDICOS DEL PROBLEMA JURIDICO PLANTEADO

En relación a la jurisprudencia y la mayor parte de la doctrina en nuestro país, el dolo


ha sido irrelevante en la responsabilidad extracontractual, tal como se señala en el artículo
2329 del CC, en la cual la victima está en condiciones de solicitar la indemnización de todos los
daños directos. Si bien la doctrina nacional ha analizado el origen del artículo 1558 del CC, la
influencia del derecho anglosajón, quien adopto la regla que limita la responsabilidad de los
perjuicios directos que las partes pudieron prever al contratar, ya que el derecho anglosajón le
atribuye una hegemonía a la autonomía privada.

En este sentido el Common Law distingue entre dolo y culpa. Para ello nos remitiremos
a la sentencia de e “tort of negligence”, el cual hace referencia a los daños previsibles.

“los demandados, actuando imprudentemente, derramaron petróleo en el mar, el que se


esparció hasta acumularse debajo del muelle de los demandantes, lo que provocó la
interrupción de los trabajos de soldadura que estos estaban efectuando en dos barcos. Los
actores continuaron con estas operaciones. Sin embargo, una pieza de metal fundido hizo
arder el petróleo, propagándose velozmente y ocasionando daños ingentes al muelle. Sus
propietarios demandaron la responsabilidad extracontractual acusando negligencia de los
demandados. La House of Lords estimo que el daño causado al muelle era un efecto
razonablemente previsible del derrame de petróleo pero sostuvo que el incendio había sido
imprevisible…”

The wagon Moud (Nº1), 1961, p 425, juez Viscount Simonds

Determinar si el perjuicio es de tal magnitud que una persona razonable debería


prevenirlo, ya que se entiende que la responsabilidad depende la previsibilidad razonable al

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daño que genera. En el Common Law, la responsabilidad contractual permite que el acreedor
se situé como si la convención hubiera sido cumplida, y en cambio la responsabilidad
contractual, reubica a la víctima al momento anterior al daño. La aplicación de la teoría de la
previsibilidad en las áreas de la responsabilidad civil, apunta a evitar la discriminación negativa
de autor de cuasidelito.

Según Yzquierdo, el autor de un cuasidelito cometido con culpa leve o levísima


debería responder solo de los perjuicios directos previsibles.

Los actos significativamente reprochables influyen en la relación causal y justifican la


reparación completa de los perjuicios directos, así como lo establece el artículo 1558, donde se
sanciona la infracción contractual deliberada, agrando así la responsabilidad.

ANALISIS CRÍTICO DEL PROBLEMA PLANTEADO

Si bien la doctrina penal ha comenzado a utilizar la prohibición de regreso a los actos


culpables, no sucede lo mismo si el comportamiento inicial doloso y los hechos posteriores son
meramente descuidados, ya que el autor debe responder de todos los daños consecuentes y la
intervención de los hechos posteriores. No se puede alegar que se interrumpió el nexo casual,
si el que emitió una acción de descuido no tomo todas las medidas de seguridad antes de
establecer una obligación.

De forma parecida, la doctrina penal excluye la prohibición de regreso en casos en que


el hecho ilícito inicial es doloso y luego intervienen acciones negligentes por parte de terceros.
No puede responder el dueño de una farmacia si uno de sus clientes compra un medicamento
autorizado por el ministerio de salud, pero que ocasiona graves problemas a la salud si se
suministra indiscriminadamente, o el mecánico de automóviles que realza la mantención de
autos conocidos como city car, donde luego el dueño del auto, lo utiliza para subir una
montaña, con sus lógicas consecuencias defectuosas en el motor.

La responsabilidad en Chile, respecto al daño sufrido por el actor, está centrada en materia
económica en los casos que una de las partes de la relación jurídica actuó dolosamente, ya que
si solo es con culpa no responde, ni tiene responsabilidad alguna. Tal vez una materia poco
tratada se refiera al daño moral, que sin bien no es el centro de este análisis, si nos sirve para
comprender como las carencias de nuestro código civil, muchas veces son subsanadas a partir
de la jurisprudencia.

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Admitir una reparación de ciertos daños extra patrimoniales, los cuales han sido consecuencia
de un acto ilícito, se puede producir como postula Domínguez, sobre la reinterpretación de las
reglas contenidas en los artículos 2314 y 2329.

“La expresión “todo daño” en ellas empleadas, servirá de fundamento suficiente para acoger
lo que hasta entonces simplemente se ignoraba. De este modo a Chile, ni en las decisiones
judiciales, ni en la doctrina, se reprodujo jamás el debate clásico entre las concepciones
negativas y positivas en torno a la reparación del daño moral. Pasamos más bien, de no
acogerla a acogerla en términos absolutos, sin mayor debate”

La reparación del daño moral derivado de contrato en el derecho civil chileno: Realidad y límites,
Carmen Domínguez Hidalgo, p 229

CONCLUSIONES DEL ANALISIS DEL AUTOR DEL ARTICULO DOCTRINARIO

El cuanto al análisis final del artículo, el autor señala que es realmente importante
establece una división clara entre delito y cuasidelito civil, y que lejos de ser injustificada, tiene
una relevancia práctica que no se puede pasar por alto. En este sentido el autor señala que es
importante que ante cualquier acto de ilicitud, no se deba olvidar que el fraude todo lo
mancha, en donde se sancionan los actos intencionales agravando así la responsabilidad
contractual, lo cual responde a la naturaleza delictual del incumplimiento doloso. En este
sentido el autor del artículo busca establecer un mayor grado de responsabilidad a quien se
presentan como un agente pernicioso en cuanto a la convivencia social y la búsqueda del bien
común, desde el punto de vista del orden público. Es por ello que dentro de las conclusiones
del autor es vital, tener en cuenta este tipo de análisis en la diferenciación que debe recaer en
cuanto a sus consecuencias jurídicas cuando el agente actuó de forma descuidada, versus el
agente que actúo de forma dolosa en materia extracontractual.

En cuanto a la responsabilidad extracontractual en donde apliquemos la casualidad física que


nos permita imputar al autor del comportamiento doloso todos los daños derivados
directamente, o cuando el accionar es en extremo negligente, ya que se asume que quien
ejerce una acción con total descuido y con nula preocupación social, debe enfrentar las
consecuencias jurídicas de su actuar reprochable.

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CONCLUSION DEL ALUMNO DEL ANALISIS DEL ARTICULO DOCTRINARIO

La presencia del dolo en cualquier acto jurídico que implique la voluntad de los
contratantes, se presume como un acto ilícito violando a su vez principios tan básicos como la
Buena fe de los contratantes, causando un repudio generalizado en cualquier relación jurídica,
debido a que se presume que una de la partes resulta beneficiada en la ejecución de este dolo.
Es por ello que la justificación de la reparación completa de los perjuicios, tal como señala el
artículo 1558 del CC:

“articulo 1558. Si no se puede imputar dolo al deudor, sólo es responsable de los perjuicios que
se previeron o pudieron preverse al tiempo del contrato; pero si hay dolo, es responsable de
todos los perjuicios que fueron una consecuencia inmediata o directa de no haberse cumplido
la obligación o de haberse demorado su cumplimiento.

La mora producida por fuerza mayor o caso fortuito no da lugar a indemnización de perjuicios.

Las estipulaciones de los contratantes podrán modificar estas reglas”

CODIGO CIVIL, CORMAN EDITORES, ENERO 2018

Ahora bien esta reparación lo que busca en sí, es el resarcimiento de todos los daños,
principalmente patrimoniales, en los cuales la victima tenga del derecho de hacer justicia
frente a un actuar negligente, culposo o derechamente doloso. Más aún, si nuestro código se
sostiene sobre la base del derecho estricto, con una marcada influencia del derecho
continental francés, estructurado en torno a la ley positiva del código civil redactado por Don
Andrés Bello a mediados del siglo XIX. En este sentido nuestra legislación, debería incorporar
también elementos del derecho anglosajón en cuanto al análisis y desarrollo de la imputación
en materia extracontractual en donde el elemento interpretativo es de suma importancia a la
hora de distinguir entre culpa y dolo para determinar a su vez, el tipo de responsabilidad que
le cabe al sujeto.

La responsabilidad extracontractual en nuestro derecho requiere de una


reinterpretación jurídica, sobre todo en el título XXXV, referente a los delitos y cuasidelitos, ya
que sin lugar a dudas, es en este apartado del código civil, donde se argumentara frente a una
eventual indemnización patrimonial y también determinar el grado de responsabilidad del
actor que ejerció una acción dolosa, con la intención de generar un daño.

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En relación al daño, también se nos presenta otra problemática, ya que el daño
material da cuenta de una lesión de carácter patrimonial, en el cual la victima sufre un
menoscabo o disminución de su patrimonio. En cambio en el daño moral, es mucho más
complicado determinar el grado de responsabilidad que le recae al demandado, ya que esta
debe probarse, ya que generalmente el daño material y el daño moral se presentan juntos,
pero cuando el daño moral se presenta por sí solo, la subjetividad, es el elemento que muchas
veces no permite determinar de forma tan clara la responsabilidad del ejecutor del acto ilícito.

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REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

 Por Una Reparación Integral del Daño Extracontractual limitada a los Hechos
Dolosos o gravemente Negligentes, Cristian Banfi del Rio, 2012
 La reparación del daño moral derivado de contrato en el derecho civil chileno:
Realidad y límites, Carmen Domínguez Hidalgo, p 229
 Catedra Teoría de la Responsabilidad
 Código Civil, Corman Editores jurídicos

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