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María Dolores Béjar

Historia
del siglo XX
Europa, América, Asia, África y Oceanía

1910v Intluno e FUNDACION


€I@)#§)I§:
dll I(
siglo veintiuno editores argentina, s.a.
Guatemala 4824 (C1425BUP), Buenos Aires, Argentina

siglo veintiuno editores, s.a, de c.v.


Cerro del Agua 248, Delegación Coyoacán (°4310), D.F., México
siglo veintiuno de españa editores, s.a.
Sector Foresta n" 1, Tres Cantos (28760), Madrid, España

A Juan Carlos Grossoy Hugo del Campo, dos amigos entrañables


cuya compañía sigo extrañando.

Béjar, María Dolores


Historia del siglo XX. - la ed. - Buenos Aires: Siglo Veintiuno Edito-
res, 2011.
464 p. : il. ; 23x16 cm. - (Biblioteca Básica de Historia / dirigida por
Luis Alberto Romero)

ISBN 978-987-62g-162-0

1. Historia Universal. 1. Título

CDD 909

© 2011, Siglo Veintiuno Editores S.A.

Edición al cuidado de Yamila Sevilla y Teresa Arijón

Realización de mapas: Gonzalo Pires

Diseño de colección: tholón kunst

Diseño de cubierta: Peter Tjebbes

Impreso en Altuna Impresores / / Doblas 1968, Buenos Aires,


en el mes de abril de 2011

Hecho el depósito que marca la Ley 11.723


Impreso n Arg>lItina / I Mad in Arg 'lItllI:'
7. Fin de una época

Los tres órdenes que habían coexistido en la edad dorada fue-


ron radicalmente cuestionados entre las décadas de 1970 y
1980 por una crisis profunda que se desplegó en etapas distin-
tas y a través de procesos particulares, pero con significativas
interrelaciones. En el capitalismo central, la caída de la produc-
ción y el aumento de los precios -la estanflación de los años
setenta- anunció el fin de los años dorados. La crisis se hizo
evidente en el Tercer Mundo con la agobiante deuda externa en
la década de 1980. Y a fines de esa década, el derrumbe de la
economía central planificada, la liquidación del bloque soviético
y la desintegración de la URSS marcaron el fin de una época.
En la década de 1990, por poco tiempo, se creyó que el capi-
talismo global izado y la democracia homogeneizarían el mundo
en torno a sus principios básicos. Sin embargo, ni la economf
mundial retornó el alto crecimiento sostenido de los glorio o
años dorados, ni las oleadas "democratizadoras" en los dos
pacios más golpeados por la crisis -el del heterogéneo Terc r
Mundo y el del ex bloque soviético- avanzaron hacia socied . -
des más justas ni tampoco hacia la construcción de estado
comprometidos con el bien público.
A partir de la implosión del régimen soviético, los Estados Unido
-única superpotencia en un mundo multipolar- creyeron poslbl
imponerse en un escenario mundial cada vez más compl J
incierto a fin de consolidar un orden capitalista de alcanc I
bal. Las sucesivas y extendidas crisis económicas, el d t rl r
de las condiciones de vida y la proliferación de guerra e n un
profundo impacto sobre las poblaciones civiles, báslc m nt
en el Tercer Mundo, dejaron a la vista la inconslstencl d
propósito.
306 Historia del siglo XX
Fin de una época 07

El principio del fin

A fines de los años sesenta, una oleada de movilizaciones atravesó los


"tres mundos" de entonces: las sociedades capitalistas centrales, las sa-
ciedades comunistas y las sociedades del Tercer Mundo. Fueron muy
dispares: casi revoluciones en algunos casos, protestas en otros. En los
países capitalistas desarrollados, la mejora de los niveles de vida, el cre-
ciente consumismo, la generalización de los sistemas educativos -con
la consiguiente masificación de la universidad- y la incorporación de
las mujeres al mundo laboral transformaron los valores y las formas de
vida, particularmente entre las jóvenes generaciones nacidas después
de la guerra y educadas en el contexto de las sociedades opulentas.
Los motines universitarios, principalmente en el mundo no comunis-
ta, ocuparon el centro de la escena revelando el debilitamiento de la
autoridad de los profesores y de los adultos en general, y el deterioro de
las instituciones educativas. Las formas de agitación universitaria fueron
Manifestaciones de los estudiantes franceses en mayo de 1968, apoy n
muy distintas según los países. Los acontecimientos del Mayo francés do la lucha del pueblo vietnamita contra los Estados Unidos.
pueden compararse con los movimientos de estudiantes en Alemania
Federal, Italia o los Estados Unidos -es decir, con los de países econó-
micamente desarrollados y democráticos- pero no con los del Tercer ~~~~~~~~~~~~~~#
Mundo ni con los del campo comunista. En los últimos, casi como regla Críticos de la contra cultura
general, el pluralismo político era inexistente, y en los periféricos hu-
En su artículo de 1969 "Las contradicciones culturales del capitalismo"
biera sido impensable afirmar, como hicieron los estudiantes franceses,
(un texto clásico incluido luego en un libro con el mismo títuto), el soció
que se rechazaba "un mundo en el que la seguridad de no morir de
logo norteamericano Daniel Bell argumentó que el estado de bienestar
hambre ha sido sustituida por el riesgo de morir de aburrimiento".
producía fuerzas que socavaban el orden capitalista desconectando a
Desde el mismo momento en que los jóvenes universitarios hicieron
los in~iv~duos de las limitaciones materiales y psicológicas de su posicl I1
sentadas en las calles, pintaron las paredes y removieron los adoquines
econorruoa- "La expansión de la educación superior y la ampliación de
anunciando que estaba "prohibido prohibir", sus mayores reacciona-
u~a atmós~era social permisiva ha extendido el ámbito del comporta-
ron de manera muy diferente.
miento SOCial discrecional". Según el autor, los jóvenes de origen relatl
En un publicitado diálogo entre el líder de la protesta francesa Cohn-
vamente ~odesto se sentían libres de las restricciones de clase y creí n
Bendit yJean-Paul Sartre, el viejo escritor exhortó a los jóvenes a seguir
que. t~~blen ~~r~ ellos la vida podría ser un terreno de participación y
imaginando "la expansión del campo de lo posible". Simultáneamente,
POSibilidades Ilimitadas. Para Bell, era preciso restaurarla racionalidad f I
el historiador inglés Arnold Toynbee, en la revista Life, calificaba a los
mercado en el ciclo vital de cada individuo eliminando la dimensión so I 1I
hippies de "buscavidas poscapitalistas, empachados de golosinas y sin ga-
de la gestió~ keynesiana, la oferta de servicios sociales y la redistribuclÓIl.
nas de trabajar".
~n 1975, el Informe de la Comisión Trilateral sobre la crisis de la demo r J
"La imaginación al poder", frase acuñada en el Mayo francés, fue
cia (The Crisis of Democracy) fue un hito en la identificación de los
la expresión que mejor representó a quienes desde mediados de ] 960
problemas que afrontaba el orden dominante durante aquel período, II
impulsaron la crítica cultural, la llamada contracultura, la 1 a 1::1de'
autores -Michel Crozier, Samuel Huntington y Joji Watanuki- partían 1)1
movilizaciones en torno a la que más se ha escrito y qu mayor el halC'
argumento de 11 d u I rlqu za relativa había creado un problem 11 Al
ha suscitado. "síncrorn c1 v 1)1 ¡ ". IlItl! 111 I , m ndaciones del informe e
Fin de una époc 30
308 Historia del siglo XX
pernoctaron a cielo abierto para compartir el festival de Woodsto ik

.~::t:~::~~á:~: ~~::n:;
cuestiones encaradas por los gobiernos,
rio reducir la "carga" de las deman-
~:c::;iraciones
I
niveladoras del abanico de
bajo el lema "Amor y Paz",
Los estudiantes estadounidenses movilizados contra la guerra de
Vietnam intentaron acompañar, sin demasiado éxito, al movimient
negro, Si bien la situación legal de los afronorteamericanos había m -
,, el mundo desarrollado que adherían a la
La mayoría de los Jovenes d ied d i dustrial sin pretender por ello jorado tras la aprobación de la Ley sobre Derechos Civiles (1964), 1 s
contracultura rechazaba la s~Cle a ~n 1testimonio de Cohn Bendit, avances en la igualdad legal hicieron más evidente y agraviante la des-
,, E ran medIda, segun e igualdad real. En la década de 1960 ganaron presencia algunos grupos
una revoluClon, n g 1 ' puso fin al "mito revolú-
, 1 tra la mora puntana
la extendIda revue ta con ,, , íonaron como parte de la que cuestionaban los métodos no violentos de Martin Luther King y las
, " b t estos Jovenes se pOSlCl
cionano ' No o stan e, "d" on marcados contrastes res- posibles alianzas con los blancos, entre otros, los Musulmanes Negros,
" d a "nueva izquier a , c , " en el que descollaría Malcolm X, y las Panteras Negras, encabezado por
lzqmerda, pero e un , d d treguerras, La "vieja izqmerda
' ta del peno o e en
Pecto de 1a marxis1 ' , b lcheviquc ,
era
anu'fascista conocía al Marx
'
el caribeño Stokely Carmichael. Para Malcolm X, la marcha a Washing-
adhería a la revo ucion o 1" 'o de la clase obrera y apo- ton en 1963 encabezada por Luther King había sido una farsa; estaba
, l cará ter revo ucionan
de El capital, creta en e ca:ac , uierda desconfiaba de la ex- convencido de que el pacifismo carecía de sentido y que era necesario
yaba la planificación estatal. L~bnueva,lu~cqareivindicaba al joven Marx alcanzar la completa independencia de los afronorteamericanos y vin-
, b 1 h ' e era anu urocra , cular la protesta radical de los negros con las luchas de liberación de las
perienCla o c eVlqu , , ', había reemplazado las contra-
que reflexionaba ,so~re la ahe~aCl~:~: al imperialismo para afirmar la naciones del Tercer Mundo, En 1964, un año antes de ser asesinado,
dicciones del capltahsmo por a cn dio un giro de ciento ochenta grados: rompió con la Nación del Islam
ibilid d d un mundo diferente, y manifestó su interés por trabajar con otros líderes de derechos civiles,
pOSl 1 1 a e 1 bl 'etnamita estuvo presente
La reivindicación de la lucha de lPue °dVl o comunista dado que Tres años después de su muerte fue asesinado Luther King ,y en 1969
T iones de rnun o n '
en casi todas las movi izaci dí on el ideario de quienes Carmichael se autoexilió en Guinea Conakry con su esposa, la cantante
di , ue se correspon tan c
reunía dos con lClones q "h b nuevo": la superpotencia y activista Miriam Makeba.
, mundo y un om re
P roponlan un nuevo , 'a del pueblo unido con- El Mayo francés alcanzó impacto mundial debido a que la radica-
, id h '11 da y la reslstenCl
capitalista habla SI o urm a lib dor sobre la contundencia del po- lización estudiantil tuvo gran resonancia política y, sobre todo, a la
firmaba la primacía del deseo 1 era , confluencia entre la protesta de los universitarios y la mayor huelga
der material. , ' id nses se vincularon con el obrera de la historia francesa, Sin embargo, cuando el presidente De
D de 1964 los universltanOs estadoum e , , r' d Gaulle convocó a "la mayoría silenciosa", una impresionante multitud
es _ efensa de los derechos civiles y po rncos
movimiento sureno de d , .' lazo' con la de oposición acudió el 29 de mayo de 1968 a los Campos Elíseos. Ya fines del mes
, Esa mlhtanCla se en
los afronorteamencanos, izad d chas propuestas radical s, siguiente la lista de diputados del partido gobernante se impuso sobre
Vi catahza ora e mu
los candidatos de la izquierda, Los acuerdos de Grenelle -firmados por
a la guerra de íemam. W hi ton la primera prot sta
El 17 de abril de 1965 tuvo lug,ar en as llnsgtudents for a Demo ni las entidades sindicales, los empresarios y el gobierno, reconociendo
1 a orgamzada por e
masiva contra a guerr "1 t di'antes norteamericallo aumentos salariales y algunos derechos sindicales en las empresas- pu-
, b ás de cien rm es u
tic SOClety,En octu ~e, m D Esta crítica política se conjugé fOil sieron fin a la oleada de huelgas, aunque hubo expresiones de rechazo
participaron en el Vletnam- ay, " de una contracultura q\ll en muchas asambleas de trabajadores, .
.' d en la promoclOn ,
la de los hzppzes, centra a, ' nuevas formas de vld.1 En el resto delos países del Primer Mundo, excepto Italia, no hub
1 d autondad Y propoma
rechazaba toda c ase e L beldía de los jÓVCIII" 1 acciones obreras que permitieran imaginar un encuentro entre el mo-
1 ' d d de consumo, a re
al margen de a SOCle a, ta sus ídolos cinematográfi s y l' 1'1 vimiento obrero y el estudiantil. En el caso italiano, la protesta obrera
, , de su vestimen , I I otoño caliente" de 1969- se combinó con el debate en el campo
expreso a traves , '1 tal punto qu los 1'('(' t •• • _u
ritmos musica es, a
cialmente sus grupos Y ios d id tifi a i n col tiv;1 1'01 • izqui rdista sobre las condiciou 's que posibilitarían la creación d
1: en los espaclOs e 1 en 1 I 1111 pod r br r rapaz d.' q\ll'l>l'af la h p; m nía d 1 apital n la
se trans~ormaron, d ]969, ('nOI'III('S 1111lit 1111 1
1 n ia. Durant tr s días d ag st
310 Historia del siglo XX Fin de una époc 311

fábrica, pero no se discutió sobre la toma del gobierno por el partido del ataque a la plaza. En la ceremonia de entrega de premios, 1 s at
revolucionario. letas afronorteamericanos Tommie Smith y John Carlos levantar n .)
En el campo comunista, mientras en la URSS se consolidaba el neoe~- puño, símbolo del "poder negro".
talinismo de Brézhnev, en otros países -Checoslovaquia en 1968 y ChI-
na durante la Revolución cultural de 1966- se cuestionaba el modelo
soviético. Y, aunque lo hicieran desde razones y procesos muy diferen-
tes, los jóvenes que se rebelaban en Occidente unificaron est~s pr.~tes-
tas como expresiones de un mismo movimiento contra la dominación y
la explotación de la burocracia comunista. .. .
En Checoslovaquia, el cambio llegó desde arriba: las movilizaciones
se pusieron en marcha acompañando y luego rebasando las decisiones
de un sector de la cúpula comunista. La elección de Alexander Dubcek,
en enero de 1968, como secretario del Partido Comunista significó el
triunfo de los sectores dispuestos a incluir los mecanismos del mercado
y relajar los controles del partido sobre la socieda~. ~os dirigente,s .de
Europa Oriental, sobre todo en Polonia y la República Democrática
Alemana, temieron el contagio de los aires de libertad que recorrían el
país vecino, donde empezaban a fundarse clubes, asociaciones civiles
y nuevos periódicos. Brézhnev, de visita en Praga en febr~~o de 1968, Tanques del ejército mexicano controlan la movilización de los estudiantes
pr sionó a Dubcek para que cambiara el rumbo de su gesnon '.~o obs- en septiembre de 1968.
tant " la dirigencia checoslovaca aprobó el Programa de ACClOnque
<1:\1 ¡ti pas 1llamado "socialismo de rostro humano". Moscú temió que En la Argentina, estudiantes y obreros confluyeron en 1969 en el Cor-
,,1
1'1'lga and nas el Pacto de Varsovia y, la noche del ~1 de .agosto, las dobazo, que desató la crisis de la dictadura militar. Cuatro años d s-
tI ()pa~ d ,1 Pa lO d Varsovia ocuparon el país. La resistencra popular pués, los militares debieron aceptar el retorno del peronismo al gobi r-
1'"'V('lIód" rál id m int por los tanques soviéticos, que clausuraron en no tras las primeras elecciones presidenciales sin su proscripción desde
forlllíls~\llgri nta I "Prirnav ra de Praga". 1955. En 1970, el socialista Salvador Allende llegaba a la presiden itl
La moviliza ión de los estudiantes en América Latina, en contraste en Chile y el movimiento minero en Bolivia lograba la creación d . la
con las del Primer Mundo, se combinó más decisivamente con los con- Asamblea Popular, desde la que pretendería disputarles el poder a las
flictos políticos y sociales, y que en algunos países de la región desem- clases dominantes. En la década de 1970, el terror instrumentado d sd '
bocaron en una crisis profunda y multidimensional. el estado clausuró el ciclo de protesta social y política latinoameri ana.
A diferencia de lo ocurrido en Europa, las protestas de los estudian- En el campo intelectual musulmán, desde fines de los sesenta s fu('
tes latinoamericanos fueron reprimidas de manera sangrienta, como conformando un ideario basado en los principios del islam, que ofr ítl
ocurrió en México en la plaza de Tlatelolco. En la mañana del 2 de un diagnóstico crítico sobre los países musulmanes y proponía la reforma
octubre de 1968, la policía secreta mexicana y los "halcones" del 11a- radical del orden existente. Sus principales artífices fueron el periodista
mado Batallón Olimpia tomaron las azoteas y departamentos de los paquistaní Abul Ala al-Mawdudi -que había rechazado el sesgo estatal 110
edificios que rodeaban la Plaza de las Tres Culturas y desde allí, apoya- religioso de la Liga Musulmana-, el dirigente egipcio de la Hermandad
dos por tanques de guerra, masacraron a los jóvenes que protestaba~ Musulmana Sayyid al-Qutb y el ayatoláJomeini en Irán. Cada uno d sd '
contra el gobierno de Gustavo Díaz Ordaz. Diez días después, el presI- su ámbito avanzó hacia la construcción de un islamismo militant, s ':t,
dente mexicano inauguraba las Olimpíadas en un estadio repleto qu una vía en que la religión era el elemento clave para la lucha p Iftiea
parecía haber olvidado que aún se desconocía el número de ví limas p r ólo Jomeini n abczarí una r volución triunfant .
312 Historia del siglo XX
Fin de una époc 31 a
Algunos intelectuales iraníes denunciaron la "occidentoxicación": el ciales y eran ineficaces para remontar la crisis En un primer In
. " . . om 1110,
pueblo había sido contaminado por el materialismo occidental y había los gobiernos siguieron recurnendo a las medidas keynesiana I
. . s, pero ,1
que forjar una identidad iraní basada en la apropiación revolucionaria crisis ya no residía en la debilidad de la demanda como en 1 .
. , os tr uun,
del chiismo. Alí Shariati, doctorado en Letras en la Sorbona y porta- smo en el descenso de la tasa de ganancia. La demanda sost id
en¡ a p("
voz de un islam militante que había ganado la adhesión de laicistas e los gastos gubernamentales y el incremento salarial dio paso . 1
.,
fl aCIOn a un 1 '1
izquierdistas, buscó articular la relectura del credo islámico con el ter- galopante sin reactivación de la inversión El neolI'ber Ii
. • a 15mO N('
cermundismo revolucionario de Fanon, el intelectual comprometido Impuso a fmes de la década de 1970 cuando el keynesianisj-¡
con la revolución argelina. Shariati culpaba a los ulemas de muchos
' o Y'I 110
pudo responder al nuevo fenómeno de la estanflación.
de los males que agobiaban al pueblo: la jerarquía religiosa, al poner . La, primacía de los Estados Unidos en el escenario mundial s (" CI
la religión al servicio de la monarquía, había despojado al chiismo de SIOno en un doble sentido: como principal potencia indusrr¡ l
. . . a y 01110
su mensaje revolucionario. Sus ideas tuvieron acogida entre sectores poder militar, debido a la creciente ingobernabilidad del T 'l'n',
de la burguesía y el clero iraní que rechazaban la política secular y pro- Mundo. Algunos analistas vienen anunciando desde los años o h('III:t
occidental del sah y reivindicaban el gobierno nacionalista de los años el fin de la hegemonía estadounidense' otros en cambio se m
" 'ti 'SII'HII
cincuenta, derrocado con el apoyo de la CIA. cautelosos respecto a los alcances de la crisis y prefieren di'
estaca r ('
En la ciudad santa de Qom, desde 1963, el ayatoláJomeini venía pro- papel protagónico de Washington en el afianzamiento del e apr 'l-<1l'1.
nunciándose contra el laicismo prooccidental y la política social de la mo global.
monarquía. Los servicios de seguridad reprimieron con brutalidad las El declive de los Estados Unidos remite en parte a la recu .
" "pCnl('lOII
reuniones en las madrasas, donde se presentabaJomeini, y, después de de las econormas de Japon y Europa Occidental, ya la reactiva i >11d('
su deportación en 1964, el ayatolá se estableció en la ciudad sagrada las finanzas internacionales, que desafiaron al patrón oro-dóls I
. . r ac Opl.l
chiita de Nayaf, en Irak. Jomeini se convirtió desde entonces en el sím- d~ en B~etton Woo~s. En Virtud de la exitosa recuperación d A/c'IIIa
bolo de la oposición a la dinastía reinante, en medio de la generalizada rna yJapon, en los anos dorados se pasó de la complementariedad ('/111('
represión a los sectores disidentes, que el sah inició en 1978. las economías centrales hacia una competencia cada vez más d
'. , lira (1111'
afecto la sohdez del dolar. La guerra en Vietnam financI'ada n l'
, leCIHIII('
la emisión de dólares, acentuó el debilitamiento del patrón ( , _I I
. lúe (/ .11.
Crisis y reorganización del mundo capitalista que fue cuestionado por el capital financiero internacional. El ('1'('(j('/I
te volumen del capital líquido, al margen de los controles Sl"(' 1
, . " " ,1 ('N, , ()
El fin de la edad dorada fue producto de dos giros decisivos: el agota- menzo a incidir sobre los tipos de cambio entre las distintas mOIl('cla ,
miento del círculo virtuoso entre inversiones, productividad y consu- el sobrevaluado dólar fue el primero en sufrir la presión d Ir)
s 111('1'"
mo, y el declive de la hegemonía de los Estados Unidos. Los beneficios dos, que apostaron a su devaluación.
del capital cayeron por el desgaste de los principios tayloristas en que En 1971 el presidente Nixon decretó la inconvertibilidad 11(,1 dol,lI
se había basado el incremento de la productividad y por las huelgas yen 1973 se ?uso fin a Bretton Woods, pasando del cambio n¡o.tI tllI
masivas de 1968 y 1969, que desembocaron en una explosión salarial. tanteo El gobierno estadounidense acompañó la devaluació Il (1 1 I I
l' I (/ .11
La protesta obrera se produjo en el marco del pleno empleo y la sig- con la aprobación de medidas proteccionistas reclamada" -11,
' ," 01.) 1''''
nificativa reducción de las reservas de mano de obra aportadas por las los sectores industriales.
migraciones interiores, y fue protagonizada por una nueva generación Desde la perspectiva de Washington, la devaluación y las r slI'lel 1111"
de trabajadores, que, a diferencia de sus padres, no habían sufrido los a las i."?portaciones, al tiempo que daban un respiro a 1 s illd\L~11 ¡al( ,
tiempos duros de entreguerras. perrmtían adoptar una política monetaria laxa para at nd 'r ION ('1'('( "11
La crisis de rentabilidad se combinó con la crisis de legitimación. Las tes gastos militares que acumulaba el gobierno debido ti h( ill("( 1'11I I
,,' iI 11 e ,1(
políticas para el despegue y el mantenimiento de la expansión mundial en el Tercer Mundo, y S/ ialrn nte por la costosa gUCI'r'I ('11 VI
r ('111,1111
durante las décadas de 1950 y 1960 no reflejaban las nu vas tramas 50- Ant Id sarro rk-l el )1:11' haralO, curop os y jap n s 's :1(' 'PI[II'OIlI.Id
314 Historia del siglo XX Fin de una época 316

minución de las tasas de beneficio a cambio de no perder posiciones en principios tayloristas para propiciar la recomposición de las tareas y la
los mercados. Pero, para los principales centros capitalistas, quedaba recalificación de los trabajadores. Frente a la "rigidez" del fordismo, S('
pendiente el problema fundamental: cómo aumentar la productividad alentaba la "flexibilidad" del toyotismo.
y las tasas de ganancias para atraer inversiones. El núcleo Clave de la crisis residía en los decrecientes aumentos d 1(1
Visto desde la economía capitalista en su conjunto, el colapso del productividad y en la consiguiente retracción de la inversión produ 11·
régimen de tipos de cambio fijos, al aumentar los riesgos de las inversio- va. La gestión keynesiana había sido eficaz para sostener la demanda,
nes productivas, impulsó el avance del capital financiero. Ya fuera para pero era impotente para revertir el descenso de la tasa de ganancia.
protegerse frente a las incertidumbres o para explorar nuevos espacios Este desafío despejó el camino para la "contrarrevolución monetarisru"
y formas de inversión, las multinacionales tendieron a incrementar su de Ronald Reagan en los Estados Unidos y Margaret Thatcher en C,'an
liquidez y favorecieron la expansión de los mercados monetarios ex- Bretaña. I

traterritoriales, como Bahamas, Singapur y otros, donde la libertad de En 1979 el precio del petróleo en dólares se triplicó. Por un lacio, ('11
acción era mayor. virtud del impacto de la revolución iraní; por otro, debido al jfll('r~'
Frente a la devaluación del dólar y como medio de presión para debi- de los países de la OPEP de contrarrestar la reducción de sus ingn'M(¡
litar el apoyo a Israel en la guerra de 1973, los países árabes productores a causa del dólar y sus elevados gastos en importaciones. Frene' " ('MI.I
de petróleo reunidos en la OPEP cuadruplicaron el precio del crudo en nueva sacudida, el presidente demócrata Jimmy Carter y el j f d( 1:1
pocos meses. El shock del petróleo, en las postrimerías de la explosión Reserva Federal, Paul Volcker, dieron el primer paso hacia el mouctu
salarial, agravó el malestar económico. Entre 1974 y 1975, la mayoría rismo. Así lograron frenar la inflación y mantenerla por debajo d ·1'1%
de los países industriales padeció una aguda crisis que se caracterizó durante veinte años, pero a costa de aumentar los tipos de int rés, lo
por elevadas tasas de inflación, retroceso de la producción y desempleo que dio paso a la recesión: gran parte de las industrias quebraron, ("'('
creciente. Por primera vez, desde el fin de la Segunda Guerra, cayó la ció el desempleo y el ingreso medio familiar disminuyó. Inicialmr-uu-,
. producción industrial y se disparó el desempleo. el control de la inflación ganó adhesiones entre los trabajadores y lo
Los petrodólares acumulados por los países de la OPEP comenzaron sectores de clase media, que no imaginaron el alto precio gu ha\)IIi111
a afluir hacia los mercados financieros internacionales, donde los bajos de pagar.
intereses permitieron una ampliación sin precedentes del volumen in- Cuando el republicano Ronald Reagan sucedió a Carter, omhiu 1('1
ternacional del crédito. Estos capitales ayudaron a superar la recesión recorte de los gastos estatales propuesto por el monetarismo -awlqllc
en los principales centros industriales y alentaron el endeudamiento de sólo en el plano de la seguridad social- con la reducción d 10M 1-\1 :IVI
los países en vías de desarrollo y los que integraban el bloque soviético. menes a las empresas. Su objetivo era atraer las inversion S sin (\"1"1
Antes de este fenómeno todos los países, con la única excepción de por ello de aumentar los gastos militares "para frenar la XP~IIISi)l1;1,,1
los Estados Unidos, debían "ganar" el dinero que decidían gastar en el comunismo". En consecuencia, propició un fabuloso cr in1i('lIlo rk-l
exterior. Ahora podían pedirlo prestado. déficit presupuestario sin preocuparse por el desencanto de los 1110111'
Mientras los gobiernos impulsaban el consumo y lidiaban con la in- taristas ortodoxos.
flación, las empresas encaraban reestructuraciones para alejarse de las El nuevo rumbo seguido por los Estados Unidos obli y6 a 10M (\('111,1
"rigideces del fordismo". Se exploraron dos vías que admitían diferen- países a abandonar la gestión socialdemócrata de la risis, (\(o\)ic\o 11,1
tes combinaciones entre sí. Por un lado, se avanzó hacia nuevos tipos de escasez y el alto costo del crédito. Ante la atracción qu ' (*'1 rlillI 1••
relaciones laborales, entre ellas el trabajo temporal o de tiempo parcial, bonos estadounidenses, seguros y con altos interes s, 1011 Olro l' 1I •
que liberaba a las empresas de las cargas y restricciones impuestas por decidieron brindar condiciones de colocación tan atra livaN('011111111
los pactos corporativos en los años dorados. Por otro lado, se explora- que Washington ofrecía al capital internacional. D lo OIlII":IIo, lo
ron nuevas formas de uso de la fuerza laboral para incrementar la pro- capitales emigraban, orno O unió n Fran ía 1\ 1 nao hl\io 111plC'
ductividad desbloqueando las trabas asociadas a la cadena de montaje. sid 11 ia d 1 socialist« Fnllll;ojM Mili .rrand. Los so("Íalisl:rs f'r:llI(('M('
Se buscó recup rar la apa idad r ativa d 1 obrero aband nando 1 A abaudonurou (It- 11111\('(\110 ('\ PI'0I-\,':lnla ke Ill"siHIIO('011 (,1 11111'
Ir 1
Fin de una época 317
316 Historia del siglo XX

bían ganado las elecciones y aprobaron una política de ajuste en los Nuevo Bretton Woods informal
El gobierno de Reagan no se ató a los preceptos de la ortodoxia mr
gastos públicos. .
La mayoría de los gobiernos retomaron las propuestas del liberalismo netarista, entre otras razones por sus objetivos de política exterior. J ,a
económico: las leyes del mercado premiarían a las empresas eficientes derrota en Vietnam y la revolución iraní habían erosionado la posi i)1I
y barrerían de un plumazo a aquellas que subsistían gracias a la protec- de los Estados Unidos en el mundo, y el equipo gobernante, decidido
ción de los gobiernos. La recesión era el precio a pagar para alcanzar a restablecer su predominio internacional, se embarcó en "la guerra di
una economía futura eficiente. En la década de 1980 el neoliberalismo las galaxias" y disparó el déficit presupuestario.
tomó el timón y, aunque su objetivo explícito era "menos estado y más Esto fue posible porque el giro de la Reserva Federal, que acabé COII
sociedad", tuvo que aplicar una contundente intervención estatal para la inflación y favoreció a la comunidad financiera, fue acompañado
concretarlo rebajando los impuestos a los más ricos, recortando los gas- por el fortalecimiento del dólar. La suba de los intereses provo IIlIa
tos sociales, privatizando las empresas y los servicios públicos y generan- re orientación masiva de los flujos de capital globales hacia los Estado
do condiciones favorables para la explotación de los trabajadores. Todo Unidos y el dólar. La superpotencia norteamericana, que había sido 1.1
esto se resumió en la exaltación de las bondades de la flexibilización, principal fuente de liquidez mundial e inversión directa extranj ra du
una aspiración que iría de la mano de la liberación de los poderes del rante las décadas de 1950 y 1960, se convirtió en el país más end udaelo
capital financiero. Este pasó a ser el agente capaz de crear nuevas ac- del mundo y en el principal succionador de liquidez desde la dé ada di
tividades para la inversión de capitales, relocalizar las plantas fabriles 1980 hasta la actualidad,
y sustraer al estado la provisión de bienes básicos -agua, educación, Si la superpotencia pudo convertirse en el mayor deudor mit'IIII.\
salud- para que fueran comprados en el mercado. el dólar continuaba operando como moneda de intercambi muucli.d
Aunque las medidas propiciadas por el programa neoliberal -dis- fue porque, en los hechos, la crisis de Bretton Woods dio rig '11a 1111
ciplina antiinflacionista, liberalización y expansión de los mercados- Bretton Woods informal. En un principio, los países de la OPF.P, 1'111,1
eran económicas, el neoliberalismo era esencialmente una estrategia bezados por Arabia Saudita, se abocaron a apuntalar un ord 11 illl('III,1
política destinada a modificar las relaciones de fuerza entre las clases. cional centrado en el dólar: sus inflados ingresos eran dep sitadoM1'11
Las reformas logradas por las clases subalternas durante la década de Londres para ser reciclados por los principales bancos com r i"k, ,'11
1960 mediante presiones democráticas se presentaban ahora como obs- forma de créditos. Pero Japón acabó asumiendo el papel ntral ('111,1
táculos para el crecimiento. Según el discurso dominante, antes de re- operaciones de apoyo al dólar: Tokio se convirtió en el prio ipal;\( 11l'
partir era imprescindible incrementar la productividad sin negociar las dor extranjero del gobierno estadounidense e indispensabl so, 1\'11di
condiciones de trabajo. su déficit, ya fuera directamente, gracias a sus grandes mpras di' utu
Estos principios coincidían con el neo liberalismo de Friedrich Hayek y los de deuda pública, o indirectamente, mediante la bu na dispo,~111011
Milton Friedman. Al terminar la Segunda Guerra Mundial, los liberales del país a contabilizar la mayoría de sus títulos sobr '1 (' 1\'1101I 11
se refugiaron en la Mont Pélerin Society para combatir lo que Hayek dólares y no en yenes.
identificaba como "la ruta hacia la servidumbre", impuesta desde el Desde los años noventa, China se ha unido aJapón OIllO pll.u d,

estado. La red Mont Pelerin sobrevivió marginada de la vida pública este Bretton Woods informal. En el nuevo régimen, 1 !-;Ohi<'IIIO1 1.1
durante casi tres décadas en los Departamentos de Economía de las dounidense es el único que expande la demanda sin prcor "1'.11( 11111
universidades de elite de Occidente, como la de Chicago y la London el valor de su moneda, debido a que el dólar qu da r('sp:dd.ldll 11111
School ofEconomics, pero resurgió durante la crisis del keynesianismo aquellos países, sobre todo los de Asia Oriental, qu 1l('()lItl:1I011C'III t
a principios de la década de 1970, y sus representantes pasaron a ser los mercado estadounidense un motor clave para pr S rvar Sil <1111,1111 11111
asesores de los gobiernos conservadores de los años ochenta. productivo. Dado I stan ami nto de los m r ad s dom('sti/'ON d. 11111
sas y la n gativílare:\ttivarlosm('diant 1 asto públi 0,('1('1'1'( 1111IItll
l':tpit:tlistH avanzado paR) a (I('llI'III1.'1• ,11111
n la mayor »:11'1('111'11111111(10
v(''/, 11 di 1" I )11111.11
IriSdl·111111111'11111 1011('11,
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Fin de una época 319
318 Historia del siglo XX
distintas monedas en torno a la media establecida por la moneda más
aumento de la deuda de los Estados Unidos, combinado con el alza del fuerte, con un margen de oscilación del 2,25%. En los años ochenta
dólar, posibilitó que el gigantesco mercado de consumo estadouniden- el Pl~ Delors p,r~puso la creación de un Banco Central Europeo, par~
se se erigiese en principal motor de la economía mundial. defimr una, po~lt1ca monetaria común y establecer reglas oblígatorias
El giro de la Reserva Federal reforzó al capital financiero, pero fue sobre. ~os déficits presupuestarios. Su puesta en marcha implicaba la
catastrófico para grandes segmentos del sector industrial norteameri- c::aClon de una moneda común y la transferencia del poder de d i-
cano. La fuerte reacción del Congreso y de muchos sectores empresa- sion de las autoridades nacionales a las burocracias de la Comunid d.
riales indujo a Reagan a presionar a los gobiernos aliados y, en septiem- El proyecto, aprobado en 1991 en Maastricht, reconoció además la iu-
bre de 1985, las principales potencias se comprometieron a adoptar dadanía ~,uropea a todos los ciudadanos de los estados miembros y S('
medidas conjuntas destinadas a reducir el tipo de cambio del dólar. pronuncIO a favor de una política exterior y de seguridad común.
El Acuerdo del Plaza -celebrado por el Grupo de los 8 en el Hotel Pla- La co~strucció~ d.e la UE fue parte de un proceso de ampliación de
za de Nueva York- inauguró un decenio de devaluación más o menos 10s.espaClos econormcos nacionales, cuyo propósito era sumarse al api-
continuada del dólar frente al yen y el marco alemán. Al mismo tiem- tal~s~o global a través de la formación de bloques regionales. Pero Sll~
po, Washington denunció las prácticas comerciales desleales de otros objetivos y procedimientos abarcaban también dimensiones políticas y
países y puso en marcha una nueva legislación destinada a bloquear el cultur~l:s, entre ellas, la construcción de una ciudadanía europea y la
mercado estadounidense a los competidores extranjeros, sobre todo a redacción de un texto constitucional común. La política económica fa-
los de Asia Oriental. La devaluación y el proteccionismo, acompañados voreció la lógica del capital: la integración privilegió el libre movimi 11-
por la caída de los salarios reales, abrieron paso a la recuperación com- to d~ capi~~~s, servicios y mercancías, el avance de las grandes empresas
petitiva de la industria estadounidense, que se plasmaría en casi todos y la ImposlClOn de la ortodoxia económica a las políticas nacionales.
los indicadores económicos durante los años noventa. Sin embargo, El "déficit democrático" de la Comunidad se hizo cada vez más evi-
esta recuperación fue efímera y desembocó en una burbuja financiera dente desde el momento en que importantes competencias económi-
a fines de esa década. ~as y financieras -la moneda única o la creación de un Banco Central
~nte.gra~o por miembros independientes e inamovibles- pasaron de las
instituciones nacionales a manos de organismos europeos con escaso o
La Unión Europea ~ulo aval electoral. Tanto el Consejo de Ministros como la Comisión,
La crisis del modelo de desarrollo bajo elliderazgo norteamericano im- mtegrados por funcionarios designados por los gobiernos de los paí-
pactó la integración económica europea. El nuevo escenario incorporó se~, cuentan con a~plias facultades. En cambio, el Parlamento, cuyo
nuevos objetivos: la Comunidad debía ser un medio para conservar la miembros son elegidos cada cinco años por sufragio universal desde
competitividad de Europa Occidental en un capitalismo cada vez más 1979, carece de poder real. Para el europeo común, se trata de oficinas
transnacional. Los principales centros capitalistas europeos buscaron burocracias lejanas, donde no pueden hacerse escuchar. '
brindar condiciones favorables para la acumulación de capital vía la . ,La profundización de la integración económica condujo a la politiza-
flexibilización de la producción y del comercio. cion del proceso en marcha. Las nuevas medidas debían ser confirma-
Simultáneamente, la Comunidad abrió sus puertas a nuevos países:
das por los.estados nacionales a través de los Parlamentos o de plebisci-
tras la caída de las dictaduras militares en el sur, aceptó la incorporación tos que ratificaran la creación de órganos supranacionales, depositarios
de Grecia en 1981 y la de España y Portugal en 1986. En 1995 ingresa- de parte de la soberanía nacional. Dos temas claves ocuparon el centro de
ron Austria, Finlandia y Suecia. La Comunidad dejó de ser el ámbito d la discusión. En primer lugar, la primacía del enfoque neoliberal: Sil
integración de un grupo relativamente pequeño de estados modernos defensores consideraban que la Comunidad era un mercado que dr-l ti I
industrializados, asociados en virtud de intereses económicos comuo S, adecuarse a los principios flexibles y competitivos del capital; sus V.IIII
e incluyó a países con características económicas difer ntes. dos d tra t r s propiciaban una Europa menos volcada al mer :ldll, \
Ante el desorden m n tari , n la dé ada d 1 s S t nla l~ ,011)1t- a 11 (\('[('11/1:1 dI' 1111 IIn< 11I1l\diN1110 x né f. bo o bi n n pos d 1'0111 1
nidad establ ió la llamad» ":;('1'1 icnt .ur pea": la villculad 111 ti • 1:\
320 Historia del siglo XX Fin de una época 321

más comprometidas con el bienestar y los derechos sociales del conjun- Hay que reconocer que la primera parte de la profecía de Delors se ha
to de la población. El segundo tema remitía a quiénes y cómo tomarían cumplido: la Europa económica sin la Europa política ha visto cómo
las decisiones en este ámbito supranacional. Para esto se Creó una co- se han desarrollado las desigualdades yel paro. [...] No solamente la
misión encargada de redactar una Constitución, teniendo también en independencia del Banco Central no ha sido atemperada por un compro
cuenta la inclusión de los países de Europa del Este, ya que en mayo de miso de responsabilidad, sino que la política presupuestaria restrictiva d
2004 se incorporaron Chipre, Eslovaquia, Eslovenia, Estonia, Hungría, Maastricht se encuentra grabada sobre el mármol del Tratado de Ámster
Letonia, Lituania, Malta, Polonia y la República Checa. dam. [...] Librecambio, más parálisis de lo político: Niza es la Constitución
La aprobación del texto constitucional dividió la opinión en partida- ideal para el liberalismo económico.
rios de la Comunidad y escépticos, reclutados indistintamente en las Sobre este escenario debemos juzgar las inflexiones aportadas por el
derechas o las izquierdas. En 2005 los franceses rechazaron el proyecto Tratado Constitucional que se nos propone. Hay que decirlo hones-
de Constitución europea. Los analistas coincidieron en que el futuro de tamente: es la primera vez, después de Maastricht, en que se abre I
Europa era incierto. Hubo tres grupos que consideraron el resultado de . esperanza de introducir, frente al gran poder del mercado, la voz de
la votación en Francia como una victoria propia: los neo conservadores es- los ciudadanos en una Europa política. Nueva definición de los objetl
tadounidenses, las franjas antiglobalizadoras de la izquierda francesa y los vos de la Unión (art. 1-3), aumento de las competencias del Parlamento
"euroescépticos" derechistas. Para los primeros, el "no" francés y holan- Europeo elegido por sufragio universal, derecho de iniciativa legislatlv 1

dés había derrotado a las elites europeas, arrogantes y antinorteamerica- por petición de los ciudadanos, simplificación y ampliación de la ro I
nas: era "un momento de esperanza para las perspectivas de una Europa de la mayoría en el Consejo, reconocimiento de un derecho espsclflc
fuerte, pronorteamericana, defensora de la libertad". Para los segundos, de los servicios públicos (art. 111-122), Carta de los derechos fundam 11
el "no" representó en gran medida todo lo contrario: un rechazo al pro- tales, opción de alianza por fuera de la OTAN ... Estos avances esen
grama neoliberal sostenido por la Comisión Europea. Para los último,s, ciales permiten, por ellos mismos, decir que Europa, con el texto J

el resultado había golpeado a la burocracia de Bruselas, que pretendía se nos propone, será más democrática, más soberana y, por lo t ni ,
subordinar a los estados nacionales. Los socialistas Y los verdes, aunque potencialmente más social y ecologista, que si nos mantenemos n lo
con reservas, habían apoyado la aprobación del texto constitucional. tratados actuales de Maastricht-Ámsterdam-Niza. [...]
Dos años después, la Unión Europea se ampliaba con la inclusión de La Constitución es un 90% de lo que hoy tenemos (Maastricht-Niz )y
que no nos gusta, y un 10% de reformas que aprobamos. [...] H Y LJ
Bulgaria y Rumania.
responder Sí ('tomamos el 90% que criticamos y el 10% de mejor ') ()
No ('nos quedamos con el 90% que criticamos')".

Niza o la Constitución: hay que elegir Texto incluido en Iniciativa Socialista, España, inviemo de 2004 200' .6T
Para Alain Lipietz, diputado francés en el Parlamento europeo Y miem-
bro del Grupo Verde, la Constitución adolecía de muchas omisiones,
pero era mejor aprobarla que quedarse con las normas vigentes. Así lo Las fuerzas políticas en Europa y los Estados Unidos
El comienzo del largo declive de la economía mundial n los "iíOM Nt·
expresaba:
"Fue hace doce años [1992]. Jacques Delors volaba en auxilio del Tratado tenta apareció asociado con la incertidumbre en los partid s 1 olillco
de Maastricht ante el Consejo Nacional de los Verdes. 'Este Tratado -de- tradicionales. Surgieron partidos y movimientos centrados en élc-lIt:1l1
cía-, que unifica a la Europa económica como un gran mercado con una das específicas. Las nuevas agrupaciones -Ios movimi nt s '('ologiNf.1 ,
moneda única, es peligroso si no se completa con una Europa política, feministas y pacifistas- se destacaron por su magnitud y 1'111 PI'OIOllg.ld,1
que fije reglas sociales comunes. Pero incluso así, vótenlo, pues la Europa gravitación. La prolif ra i )11d st s grup S af t) prillrip:t1I1I\'IIIc' ,1
política pronto vendrá. Si no es así, se lo garantizo, los pueblos de Europ los partidos d izquierda It .ldkiol1al, CJII p r((it'rOI1 :t 1)11('11:1
pal j(' dt·
sus v tant s.
no lo soportarán.' [...]
Fin de una época 323
322 Historia del siglo XX

La mayoría de los gobiernos de centroizquierda continuaron atado.s Mientras la socialdemocracia del norte perdía apoyo electoral n
a las fórmulas del keynesianismo, sin lograr revertir la perversa combi- el marco de la crisis, en el campo de la izquierda europea meridi nal
nación de recesión con inflación, pero a fines de esa década Carter en avanzaban los socialistas y los comunistas declinaban.
los Estados Unidos y Callaghan en Gran Bretaña ya habían cambiado En Europa del Sur la industrialización fue más tardía, la clase obre-
el rumbo hacia la ortodoxia monetarista. En los años ochenta hubo ra generó tradiciones más combativas, forjó un fuerte vínculo con ION
un giro del electorado, y los partidos de la derecha alc~nzaron el g~- comunistas y, al mismo tiempo, fue más débil en la confrontación 011
bierno en todo el ámbito noratlántico: los Estados Umdos, Canada, el capital. En los años cincuenta y sesenta estas sociedades fueron rnodi
Gran Bretaña, Alemania Occidental, el Benelux y Escandinavia. Los ficadas por los avances en la industrialización, la expansión de la IaSI'
gobiernos más decididos a combinar las propuestas neoli~er~les en el media y la secularización de las formas de vida. Los comunistas S(' vil'
plano económico y los valores neoconservadores en el ámbito de la ron afectados por estos cambios y, especialmente, por el desgaste dl'l
cultura y las formas de vida fueron el de Thatcher y el de Reagan. Am- régimen soviético. A principios de los años setenta, a través d 1 uroc o
bos encararon una profunda reorganización destinada a modificar la munismo, los partidos comunistas francés, italiano y español r visa, 011
relación de fuerzas entre capital y trabajo a través de la desregulación, su identidad distanciándose de la experiencia bolchevique.
la reducción impositiva, la privatización y el quiebre del movimiento El eurocomunismo fue una reacción a la consolidación de la g'('tCu,
sindical. La doctrina del libre mercado fue acompañada, a la hora de tocracia de la URSS encabezada por Brézhnev, que desde m diados dc
sumar votantes, con la re afirmación nacional: una fuerza movilizado- la década de 1960 venía enterrando las inquietudes revisionisras p' n
ra mucho más poderosa que la consigna del laissez faire. Reagan dio movidas por la desestalinización. Si el punto de partida del 111'0(,011111
batalla contra el comunismo soviético, Thatcher contra el militarismo nismo fue la invasión a Checoslovaquia en 1968, el golpe d 197:\ q\ll
argentino en las Islas Malvinas, y ambos afianzaron así su capacidad derrocó al gobierno socialista de Allende en Chile marcó su ap,1II( C111
pública. La propuesta eurocomunista fue formulada ini ialmt-nn- plll
de convocatoria.
Aunque con menos entusiasmo, fueron imitados por los gobie~n~s el Partido Comunista Italiano a través de los artículos d su 111:1111111
de Europa Septentrional, incluidas las zonas tradicionales d~ do~mlO dirigente, Enrico Berlinguer, sobre el golpe militar chil n ,B~'11i1l IIC'I
socialdemócrata en Escandinavia. Ya no había dudas: el neohberahsmo descartó la vía revolucionaria en los países desarrollados d ' ()('( Id,'lIlc'
había desplazado al keynesianismo y pretendía desmontar el estado de la transición al socialismo debía apoyarse en la democra ia :111111-\111 el.
bienestar. Sumado a las derrotas electorales del laborismo británico y de imponer la dictadura del proletariado. La alternativa urorrunuu] 1.•
los socialdemócratas alemanes, se fortaleció la hipótesis de la crisis insistía en que el socialismo debía preservar el abani el' lib('ILldc'
civiles de la democracia capitalista. El nuevo orden polio o d('/'('II<lc'lloI
de la socialdemocracia.
La socialdemocracia quedó enfrentada a un doble desafio: el de una los derechos de las personas, la pluralidad de los partid s y las 111,1I11
economía cada vez más internacionalizada, que le impedía recurrir a las ciones parlamentarias, y evitaría la expropiación viol nta el . la I'lopil'
viejas recetas para frenar el fuerte incremento del desempleo, y el de dad privada de los medios de producción.
una base social cada vez más reducida, en parte porque la promesa de Un factor clave para el surgimiento de esta propu sta Iu ,la SillliHICIII
mayor igualdad social no expresaba los intereses y las aspiraciones de la política del sur europeo. A mediados de los años setenta abuutluhuu lo
heterogénea clase media ni los de los obreros bien posiciona~~s en el signos a favor del cambio: el descrédito de la derecha n F'nlll( in, (·1,IKtI
nuevo mundo laboral flexible y segmentado. Frente a la rnovilidad del tamiento de la Democracia Cristiana en Italia y el fin de hs dkl:HItIl,1
capital financiero, la creciente competencia en el mercado mundial y las en España con la muerte de Franco en 1975, en Portugal 011 I:t I{I' nlll
directivas de instituciones claves del capitalismo -como el FMI-, los so- ción de los Claveles en 1974, Yen Grecia con el r tiro d ' h.i ti 11Ia m]] 1.11
cialistas europeos desembocaron en algo parecido al Partido ~emócr~ta en 1974. En estos países, los partidos comunistas, arraigados en In ( 1.1I
estadounidense, aunque más atados a la preservación de los bi n s so la- obr ra, anun iaban dcrno ra ias s ial s más i ur litarias <lltl' 1,11,Ipl
talisrn I bi 'll('sl!\!' 1-\1'lio":1élo por la s iald rn( ','¡¡eia rlr-l 110111',,'111
les creados por el estado de bi n star urop ,mu h más nsist nI
(~ll1h:tr~(), c·lC'\II'ti 011111111
IIIC11111
11", ):1 plasll1:1l'1111:1
:tlit'III:llivlI 11111(11,1,
qu Id la sup rpot n ia C::Ipilalisttl.
324 Historia del siglo XX
Fin de una época 325

y sus propuestas remitían en gran medida al keynesianismo desgastado sión ni la calidad de la socialdemocracia del norte. El debate en torn a
por la crisis. El giro democrático del eurocomunismo, que se parecía este resultado, muy alejado de las promesas del socialismo, sigue abi r-
cada vez más a la socialdemocracia, resultó escasamente creíble a la luz to: todavía falta determinar cuánto peso corresponde a los contextos 11
de su estrecha y prolongada vinculación con el régimen soviético. Al que debieron actuar sus gobiernos y cuánta responsabilidad cabe a lal!
distanciarse de la Revolución de Octubre y reivindicar la opción demo- decisiones de sus dirigentes.
crática, las señales de identidad de los comunistas se tornaron ambiguas En los años noventa, en la mayor parte de los países centrales, l Iir-l
y sus decisiones políticas fueron erráticas. de la balanza política se inclinó a favor de la nueva socialdemo ra 'ía
El Partido Comunista Francés formó parte de la Unión de Izquierdas neoliberalizada. A fines de esa década, los partidos de centroizquierrlu
que llevó al socialista Mitterrand a la presidencia, luego rompió la alian- detentaban el gobierno en los Estados Unidos, Canadá y doc de l~),
za y terminó reingresando al gobierno en una posición subordinada. En quince países de la Unión Europea: Gran Bretaña, Alemania, Fraru 1.1,
Italia, se desgastó buscando una alianza con la Democracia Cristiana, Italia, los Países Bajos, Bélgica, Dinamarca, Noruega, Suecia, Finlaudiu,
sin obtener la porción de poder que esperaba. En ambos países fueron Portugal y Grecia. Los gobiernos del demócrata Bill Clinton n 10M ":
los socialistas quienes ganaron posiciones en el gobierno. En Francia, tados Unidos y del laborista Tony Blair en Gran Bretaña mar aron 1.1
la confluencia de diferentes agrupaciones de izquierda posibilitó que tónica y la dirección del nuevo período.
Mitterrand ganara las elecciones presidenciales de 1981 y conservara La formación política estadounidense siempre ha diferid de 11
el cargo hasta 1995. En Italia, la coalición con la Democracia Cristiana equivalentes europeos. La mitad de la población, integrada por lo, ,~'e
llevó al socialista Bettino Craxi a ocupar el cargo de primer ministro tores menos pudientes, casi nunca vota, y el conjunto del sp 'cl"1I )111
entre 1983 y 1987. lítico se sitúa más hacia la derecha que en Europa: cabe r ordiu ClI"
En España, Grecia y Portugal la transición hacia la democracia estuvo en los Estados Unidos no ha habido nunca un partido so ialistn '011
signada por severos desafios: una economía poco competitiva, profun- sólido arraigo entre el electorado. En este contexto, Reagan obtuvo 1111
das desigualdades sociales, un estado con fuerte peso de los organismos consenso mucho más amplio para su línea conservadora que '1'11111,111'1
represivos y un escenario político precario debido a la represión ante- para la suya.
riormente ejercida por los gobiernos autoritarios. En los dos primeros Durante el New Deal hubo una gran diferencia entr los PI'OIo\,.III1.1
países, los socialistas llegaron al gobierno en la década del ochenta. políticos demócrata y republicano. En las últimas décadas cid siHlo . "
El Partido Socialista Español (PSOE) ganó las elecciones en 1982 y su debido al giro hacia el neoliberalismo de la socialdemo rada ('111 (11)1',1\
máximo dirigente, Felipe González, estuvo al frente del gobierno has- al desprendimiento de los ex demócratas sureños, el Partido IklllCi( 1.11.1
ta 1996. Los socialistas griegos, encabezados por Andreas Papandreu, es~adounidense se asemejó a las coaliciones socialdemó ralas \'1110l'e .1
condujeron el gobierno entre 1981 y 1989 Yvolvieron a desplazar a las mientras que los republicanos se acercaron más a 1 S nS('1vado\('
fuerzas de centroderecha en 1993. En Portugal, después del fracaso Las di~erencias programáticas entre ambos se redujer n ti 111(,(11<1" qllC
del gobierno de izquierda encabezado por un sector de los militares las deSIgualdades sociales se intensificaban. Sin embargo, los do 1'.111
que había derrocado la dictadura, los socialistas o bien compartieron el dos expresan diferencias. Los demócratas siguen in linadoa a ~Oll(('d.'1
gobierno con el centroderechista Partido Social Demócrata o bien estu- beneficios sociales a los pobres y los republicanos prop n(\('1I :101\( , e 1
vieron en la oposición. Recién en 1995 obtuvieron la mayoría absoluta un liberalismo económico más coherente a los ri s,
en la Asamblea. El Partido Demócrata llegó al gobierno en 1992 y Clinton 1('\d lo \1
Las gestiones de los socialistas -con prolongado predominio en los victoria cuatro años después. Presidió el país durant la ' pall, i,," I'e ti
gobiernos de España, Grecia y Francia- tendieron a aceptar las condi- nómica más prolongada desde los años setenta, ra ias a la 1('(\11(.1011
ciones impuestas por la reorganización del capitalismo y relegaron sus de las tasas de des mpleo, el boom del consum y un mer <Idodi' v.doll
objetivos de reforma social. Los indicadores de crecimiento económi floreci nt . La d 'sl'('gllh i6n, tanto del mer ad fimlllcic'I'p (011111 d, 1
de estos países tuvieron una curva ascendente, pero las tasas d d s 'm- m r ado la\)oHd. ('/11 \lVII .\( (III'p:uiada p r g si s d 'collciliadOIl 11( d
pleo s mantuvi r n alt; s y I stado d . bi n srar no (1 anz6 la oxt '11- disn i\)11(iOIl 1 ( d. e11.111111 d, '·lIlpl(·o. refo 1":\ (·dll<.:alív;l,(:IiIlIOIl
326 Historia del siglo XX
Fin de una época 327
su equipo presentaron estos cambios como el fruto de una nueva políti-
importantes de la década de los noventa jugaban a favor de las finanzas,
ca económica: la "tercera vía" entre "los que decían que el gobierno era
aunque en ese momento quedaran veladas por la euforia en torno a las
el enemigo y los que decían que era la solución". Desde esta perspectiva,
actividades vinculadas con la informática y las telecomunicaciones.
un buen gobierno era aquel que propiciaba un desarrollo favorable a
Mientras la posición de la economía norteamericana se deterior6
"la era de la información", generaba nuevas ideas y reorganizaba el esta-
desde mediados de los sesenta para recuperarse en los años noventa
do en un sentido menos burocrático y más disciplinado en los gastos.
l~ de Japón co~oció un significativo avance hasta 1990 y un pronull~
La tercera vía, entendida como alternativa entre el neoliberalismo y
ciado es~ncamIento a partir de entonces. La economía europea os ilb
la socialdemocracia tradicional, fue también asumida por otros gobier-
como la Jap~nesa, pero creció menos en la primera etapa y cono i )
nos: desde Blair en Gran Bretaña hasta Fernando Cardoso en Brasil
un estancamIento menos pronunciado en los años noventa. Desd la
recurrieron al mismo lema, cuyo principal teórico fue el sociólogo bri-
perspec~va estadounidense, el estancamiento europeo se debía a que
tánico Anthony Giddens. Desde esta perspectiva, los nuevos gobiernos
los trab<IJadores, empleadores e instituciones carecían de la flexibilidad
de centro-izquierda evitaron todo extremismo ideológico.
lograda por sus homólogos en los Estados Unidos. Como contraparlida,
Mientras la socialdemocracia tradicional insistía en la justicia social
para gran parte de los europeos, los Estados Unidos tenían demasiados
-aun a costa de recortar la libertad de los dueños del capital-, los de-
problemas: la insaciable búsqueda de riqueza y el consumo desm dido
fensores de la tercera vía enfatizaban las oportunidades que ofrecía
de su ~oblació~ eran eStéticamente desagradables y ecológicam 'lit\'
la libertad para desarrollar la iniciativa individual y las posibilidades
catastroficos, mIentras que las diferencias sociales eran cada v z Ill.l,~
que brindaban las nuevas tecnologías y la educació.n para ~u~entar
profundas. Aunque el índice de desempleo estadounidense era inf 'riOI
el bienestar, siempre y cuando las personas aprendiesen a lidiar con
al de muchos países europeos, las brechas en los ingresos eran may )I'('N,
los riesgos e incertidumbres de la posmodernidad. La mejor prue~a
En Gran Bretaña, por ejemplo, a principios del siglo XXI, una millO
presentada sobre sus bondades fue el balance práctico de la econorma
ría privilegiada tenía acceso a los mejores tratamientos médi os (kl
estadounidense.
mundo, pero había cuarenta y cinco millones de estadounid ns 's sill
Mientras los políticos argumentaban en favor de la tercera vía, el ám- ninguna clase de cobertura médica.
bito académico y periodístico anglosajón acuñó el concepto de "nuev~
economía" para designar el proceso de acumulación de capital que Vi-
vía la economía norteamericana. El despegue económico tuvo entre La crisis de la socialdemocracia
sus pilares la exitosa proliferación de las empresas vinculadas con la y el ascenso de la derecha radical
informática, las "punto com", Aunque el aumento de la productividad
El repunte d~ la soci~ld.emocracia fue efimero. Una semana desplI('
siguió siendo lento, el crecimiento del PIB fue sostenido y el dese.~pleo
de que los pnmeros mIlllstros de Gran Bretaña y Alemania, IlabOI i.~LI
y la inflación disminuyeron simultáneamente. Duran.te la gesnon de
Anthony Blair y el socialdemócrata Gerhard Schróder, firmaran [111do
Clinton no se produjo ninguna recesión, en parte debido a la reestruc-
cumento donde sostenían que "la socialdemocracia había 11 ollll'ado
turación previa de la industria -recuérdese que las restricciones crediti-
nu~va ~ceptación", el resultado de las elecciones europeas d 1J O Yd 1.1
cias impuestas a comienzos de la década de 1980 habían. eliminado a las
de JUlllO de 1999 contradijo esa afirmación. En ocho país s blllvi('I'OIl
empresas y los bancos menos eficientes- y en parte graCias a las tenden-
el 20% de los votos, o menos, yen otros cuatro rondaron l 3%. S ,lo
cias impulsadas por el acuerdo del Plaza en 1985, que al desvalorizar
en España y Portugal conservaron índices de alrededor d 140% :'I
el dólar confirió a los Estados Unidos cierta ventaja competitiva sobre w
nas en cuatro la socialdemocracia fue el partido más votado.
Alemania y Japón. Pero el gobierno de Clinton también profundi~ó la
Varias razones explican el debilitamiento de los sociald 1116('1';11:., a
desregulación bancaria abriendo paso a los "supermercados financIe.ros
principios del siglo XXI. En primer lugar, la erosión d I m '(lío sod,rI
integrados", que podían combinar, con gran aumento de sus beneficios,
en el que había pr sp .ra lo la so iald mo racia: los br 'ros clllilkado
las tareas -hasta entonces separadas- de la banca comercial, la ban a d
articulad s por IIl1a1'('11 d(' 01K,'lti~a('Í(ln 's I partido, losNi"dirafOM,l.,'
inversiones y los s gur s. T das las t nd n ias n miras y I olíti 'IS
as ia iOI Il (tllf""rI!' 1111/'111.1 qlf(' ('ol1ft'1 ;111icl<-lIlidad:1la (1.1('
328 Historia del siglo XX
Fin de una época 32

obrera. Su cohesión dependió también del ideal compartido de una so-


Respuesta: Es un partido popular. Las clases obreras, los trabajado
ciedad futura más justa. Los cambios en el mundo laboral bajo el doble
res, muchos jóvenes y quizá también parados. Esta es la clase doml
impacto de la crisis y la globalización impulsaron trayectorias y condi-
nante, pero tenemos gente de todos los estratos sociales. [...]
ciones laborales diferentes, y se diversificaron las formas de vida. El in- P: ¿Definiría su partido como conservador y de extrema derecha?
dividualismo ganó terreno y se debilitó la percepción de un "nosotros".
R: No, de derecha nacional. Somos un partido nacionalista que no e
En segundo lugar, debido a las reglas económicas de la Comunidad racista ni fascista. Ni es un partido conservador, porque eso suele qu t( t
Europea, quedó cada vez menos margen para las diferencias entre las
decir liberal y capitalista. Somos la cuarta fuerza política del país. Re r
gestiones de los socialdemócratas europeos y sus rivales conservadores
sentamos entre el 13% y el 15% del electorado. Eso quiere decir qu
y democristianos. Por último, la crisis del socialismo estatista del bloque no somos extremistas. Sólo tendríamos entonces un 2% de los voto
soviético arrasó con la ilusión, que muchos conservaban, de sociedades Somos un partido democrático, apoyado por mucha gente.
más igualitarias y justas que las capitalistas y deslegitimó la intervención P: ¿Expulsaría a todos los inmigrantes?
del estado en la vida social y económica.
R: No a todos. Los ilegales, los que están en paro y los criminales 1>1II
El ocaso de la socialdemocracia no supuso el ascenso de sus opositores volver a su país de origen. No las otras categorías. Pero decimos un
históricos: tanto los democristianos como los conservadores perdieron
debemos dar trabajo y prestaciones sociales primero a nuestro pr I)Ie)
elecciones y cargos gubernamentales. Paralelamente, los partidos verdes pueblo. Eso es normal.
crecieron y los liberales tuvieron una etapa de renacimiento. Pero ante P: ¿Aspiran a un Flandes independiente y fuera de la Unión Eur p /I't
todo ganó peso la derecha radical que impulsaba el "nacionalismo so- R: Sí a la independencia, pero no a dejar la UE. Pero no quer m
cial", es decir, la reivindicación de una identidad nacional homogénea la Europa de Maastricht ni la de Schengen. Maastricht no re p I 1111
que alentaba la expulsión de los habitantes procedentes de otros países. soberanía de los estados. Y hay que resguardarla, y hay qu r 1" 1111/11
En los primeros años del siglo XXI, esta opción incrementó su caudal también las fronteras porque hay inmigrantes, droga y crimln Ilcllld<1"1
electoral en Bélgica con el Vlaams Block, en Portugal vía el Partido Na- pueden entrar. [...]
cional de Derecha, en Dinamarca con el Partido Nacional, en Noruega P: ¿Cuáles son sus socios en el exterior?
con el Partido Progresista, en Austria con jórg Haider a la cabeza del R: El Frente Nacional de Jean-Marie Le Pen en Francia. n I 01 I IlO
Partido de la Libertad, en Italia con la Liga del Norte, de Umberto Bossi,
tenemos aliados, porque el Frente Nacional es demasiado fr )) lul 1/1,11I1
fuertemente xenófoba, y que integra la victoriosa coalición de centrode- demasiado vinculado al pasado y no mira la política actual. I n u 1l11e)
/11
recha encabezada por Silvio Berlusconi, mientras en las presidenciales País Vasco, estamos en contra de la violencia. No tengo Iml 111111 pl"
de Francia los socialistas obtenían menos votos que el Frente Nacional, ETA ni por Herri Batasuna. Pero sí por la lucha del pueblo v ( , e11111
liderado por jean-Marie Le Peno Únicamente en Alemania los partidos es justa. Hay que comprender que los vascos quieran m lH( 11011111
de la nueva derecha no cosecharon éxitos en el ámbito nacional y sólo En Flandes también la queremos, y creemos que la poc m , ,0111)(11111
lograron resultados significativos en'a~gunos parlamentos regionales. democrática y pacíficamente.
P: ¿Acabará con el cobro vitalicio de paro?
R: Los parados de larga data tienen la obligación de tr b J r y 111)'I 11h I
debe organizar empleos en hospitales u otros servicios p r !lo,"
La derecha radical europea
Es posible advertir algunos principios básicos de este sector de la escena DiarioEl Mundo, Madrid, 21 de mayo de 1995. ¿¡JT
política a través de las opiniones de FilipDewinter, secretario general del
Vlaams Blok, partido ultranacionalista de Flandes, en la entrevista que La actual derecha radical maneja hábilmente los miedos 11"(' 11' 1.1
concedió, en 1995, al diario español El Mundo: un mundo in i rro (' idcnt if a " nemi os" para cxplicn¡ 10M III,tll
"Pregunta: ¿A qué clase social pertenec n I 1m tlzantes de u qu aqu .ifl/l a ION "1)('1111'«01 "M" ('/1 '1 apitalismn glohal: aNO( i.1 ,,1 d,
partido? s('lnpl(,() :t 1:1illlll KI,II 1111,Idill(l;(:t 1'1 1('rrOl'islIlO :t le" /1111,11111,1111

330 Historia del siglo XX
Fin de una época 331

vincula la criminalidad y el vandalismo a un exceso de extranjeros, En la última década del siglo XX el escenario asiático sufrió el im-
denuncia la corrupción como rasgo distintivo de la clase política, y pacto acumulado de una serie de hechos: el fin de la Guerra Fría, qur-
atribuye las peores condiciones de vida a las decisiones de los tecnó- eliminó las líneas de separación ideológica que dividían al contin rue:
cratas, sobre todo aquellos que están "arriba", en la lejana Bruselas. la globalización, la crisis financiera de 1997-1998, el ascenso de Chinu
Esgrime su nacionalismo xenófobo como una salida viable a la crisis y el más reciente ascenso de la India, y la profundización de la int g'/'a
social y de valores que es producto, según ella, de la globalización y la ción económica. Aunque la mayoría de los analistas reconocen el adve
Unión Europea. No es la expresión política de una determinada clase nimiento de un nuevo orden mundial, el significado y las repercusione,
o sector social porque su propuesta encuentra eco en diferentes estra- de los cambios en curso en esta parte del planeta son motivo de d b:t("
tos de la sociedad, incluidos los obreros. El ascenso de estas fuerzas de ¿Está en marcha una globalización asiática que acabará con la h gelllO
derecha radical se basa en la aceptación, por importantes sectores de nía estadounidense? Si hubiese una globalización asiática, ¿en qué 111('
la sociedad europea, de la exclusión y la represión de quienes no son dida y en cuáles sentidos podría significar un proyecto contrapu 'Slo :1
de origen europeo. la globalización occidental? ¿La creciente interdependencia econ mI/e ,1
Sin embargo, los "otros" no sólo son rechazados por el francés Le Pen de los países asiáticos supone la efectiva construcción de un p lo ('011
o el flamenco Dewinter, sino que el conjunto de la dirigencia política intereses compartidos? ¿Qué peso tienen la competencia económlru
europea, acompañando y promoviendo los sentimientos de gran parte las rivalidades entre los principales estados -sobre todo, aunqu ' 110('
de la población de sus países, ha decidido impedir que los hombres, mu- clusivamente, en el caso de China yJapón-, cuyo pasado está atr<lVl'~;¡clo
jeres y niños de sus ex colonias ingresen al Primer Mundo. A mediados por prolongados y sangrientos enfrentamientos?
de 2008 los ministros del Interior de los estados miembros de la Unión
Europea aprobaron la polémica ley que determina los procedimientos
para expulsar a inmigrantes sin papeles. A través de esta sanción se ins- Japón: de la euforia al estancamiento prolongado
titucionaliza el encierro de los extranjeros por vía administrativa hasta Durante un breve período, entre fines de la década de 1980 y pl 11
un máximo de dieciocho meses en los cerca de ciento setenta centros cipios de los años noventa, Japón pareció haber superado H ION1':
de retención para inmigrantes. El mismo destino les espera a los meno- tados Unidos en todos los índices significativos de la nonun, Sil
res que no estén acompañados por adultos. Dentro de ese período, los empresas dominaban en ramas industriales importantes y sus 1>:1111 11
detenidos son deportados a sus países de origen. superaban con creces a sus rivales extranjeros. Tokio n s )10 11:11",1
sorprendido al mundo por su capacidad para recup rarse d('/lI)lI('
de la Segunda Guerra Mundial, sino también por haber ilHplds,lIl1I
Asia: milagros económicos, crisis y globalización la prosperidad del este y el sudeste de Asia. En estas zonas Sil1'101 IC'I011
En los últimos decenios se produjeron espectaculares expansiones eco- nuevas economías industrializadas capaces de competir n el 111('1 ( ,lile1
nómicas en Asia: Japón, desde la década de 1960; los tigres asiáticos mundial: primero los "tigres" y, siguiendo sus paso, Malasia, 'J'nil.lllcli"
-Corea del Sur, Taiwán, Hong Kong y Singapur- en los años ochenta; e Indonesia. '
China en los noventa y la India a principios del siglo XXI. Estos países, En el espectacular crecimiento de la región también in('lvilllc'IOII
con índices de. crecimiento superiores al 8% durante décadas, han lo- los empresarios de la diáspora china. La población étni am('III\' ( lilll,l
grado en pocos años lo que Europa y los Estados Unidos alcanzaron en residente fuera de su tierra ancestral alcanzaba los tr inta y ('11:1(101111
un siglo de crecimiento material. Pero también existe otra Asia, la de llones de personas, de los cuales más del 82% se encontraba eu A~I... l..
los países pobres y en muchos casos desgarrados por guerras internas: mayoría en el sudeste del continente. Excepto en Tailandia y Itilipill,l ,
desde Nepal, Bután, Camboya, Pakistán, Bangladesh, Mganistán, Myan- donde contraen matrimonio con la población local y se ill(<:¡.:rall,r-u I I
mar, Sri Lanka y Timor Oriental en el sur y el sudeste, pasando por Co- r sto de los país s los hin s s n "los forastero p r ix clcucla": (¡¡pU,1
rea del Norte, hasta los nuevos estados de Asia Central: Turkm nistán, listas vin ulados al ('()III(,.'C'io las finanzas qu 011' '((\n ('sas ('('011011",1
Tayikistán, Kazajistán, Uzb kistán y Kirguistán. '011 '1 1nl'InIClo ,d
111111111
332 Historia del siglo XX Fin de una época 333

A mediados de los años ochenta, imposiciones procedentes de los del repunte económico de los Estados Unidos, pero, además, se combi-
Estados Unidos dieron lugar, sin que fuera un objetivo esperado, al cre- nó con la brutal caída de las economías del Sudeste asiático y Corea cid
ciente vínculo económico entre Japón y el Este y Sudeste asiático. Sur tras la revisión del acuerdo del Plaza en 1995,
En 1985 el gobierno de Reagan presionó a las autoridades japonesas Frente a las nuevas empresas estadounidenses -Apple Computer, Mi
para que aceptaran la revaluación del yen. Se esperaba que la desvalori- crosoft, Intel, Sun Microsystems, Advanced Micro Devices- líder S ('1\
zación del dólar, a partir de la firma del acuerdo del Plaza, mejorara el casi,todas las tecnologías de la información en la década de 1990,Japtlll
déficit comercial de los Estados Unidos y que Tokio simultáneamente paso a ocupar una posición de segunda categoría tras dos gloriosas (\1'
incrementara sus importaciones. cadas de liderazgo tecnológico, El éxito norteamericano en Int rru-¡
Pero Japón no se convirtió en un gran importador y las empresas en las industrias de software se había gestado en la cultura empr sal ¡al
exportadoras siguieron expandiéndose mediante la transferencia de la ~~n amp~io ~argen para la iniciativa individual de Silicon Vall y, ¡\1l1
producción a los países asiáticos vecinos. Como las monedas de estos Jovenes científicos, con el apoyo de mercados de capital altam II\(' de'
países estaban en su mayor parte vinculadas al dólar, su devaluación sarrollados y decididos a afrontar la incertidumbre de las nuevas íllV('1
aumentó la capacidad competitiva de las exportaciones asiáticas frente siones, inauguraron negocios de miles de millones de dólares. Nadu de'
aJapón. En consecuencia, las empresas japonesas se vieron impulsadas aquello era posible, ni siquiera concebible, en el marco del dirigi.~IIln
a trasladar una parte cada vez mayor de sus operaciones productivas a burocrático de Tokio. Los burócratas japoneses no estaban dispucsru .1
los países asiáticos de la región. En un primer momento, esas inversio- admitir que algo tan corrosivo para el orden establecido como ('\ (,(Iro
nes sólo tuvieron en cuenta el mercado asiático para el ensamblaje de liberal de Silicon Valley echara raíces en su país ..
los productos finales aprovechando la mano de obra barata y abundan- La reactivación estadounidense se había producido, en part " :r e'
te. Con el paso del tiempo, esos puntos se convirtieron en bases de una pensas de sus rivales enJapón y Europa Occidental. Diez años de (lll
cadena interregional de fabricación con altos niveles de tecnología y del acuerdo del Plaza, el dólar seguía subvaluado en un 40% 1'("1)('( lo
productividad. al yen. En abril de 1995 se alcanzó un tipo de cambio r 'COI <1 e11 711
El alza del yen fue acompañada por la expansión del crédito. Las yenes por dólar, lo que afectaba seriamente la produc i611 ('XIIIH 1.11111
autoridades no intervinieron cuando los bancos empezaron a distribuir japonesa, Tokio presionó a los Estados Unidos subrayando qll(' (' (' I ti
generosamente préstamos a agentes inmobiliarios de menor calidad y a sobrevaluado agotaría la capacidad de Japón para sost 11('1' (·1 d -I I11
especuladores bursátiles. Esta conducta creó las condiciones propicias por cuenta corriente de Washington, lo que provocaría '11 lo. Jt: (,Ido
para la formación en torno de los valores inmobiliarios de una enorme ~nido~ déficit y recesión, Clinton, atento a las cercanas I e('ioll(' 1"1
burbuja financiera. Según las leyes del mercado, debía sobrevenir una sidenciales, acordó con las principales potencias el llamado ":r(11('11111
crisis: el colapso de las empresas sobre endeudadas y de los bancos en del Plaza inverso" para forzar el aumento del dólar. Entr Ifwdi:rtllll, d.
riesgo, acompañado por fusiones. Sin embargo, en un principio el go- 1995 Y fines .de 1997 el dólar subió de 79 a más de 130 y 'J)('S y./.qlllll
bierno japonés se negó a retirar la garantía que brindaba a las empresas tuvo un respiro.
financieras. Así fue creciendo la nube de la incertidumbre, con quie- Pero en una economía global, cada decisión que afe ta ti lIllO ,11- .11
bras de los más chicos hasta la caída, en 1997, de Yamaichi Securities, eslabones repercute inmediatamente sobre toda la ad '11,1. 1 •. 1 ell' ,1
la cuarta firma de valores deJapón. Esto fue totalmente novedoso: tam- luación del yen afectó a los países asiáticos vecinos porque l'('ellI¡O1,1
bién en Japón, a pesar de que la burocracia estatal había resguardado capa~idad competitiva de sus exportaciones; sin mbargo, sus golltc I
su destino, las grandes empresas podían entrar en bancarrota. nos, mmersos en la euforia del momento, continuaron (, pallel (-"11,,
El problema de Tokio era más grave, ya que conllevaba la pérdida de ~l crédito, En el marco de esta política, los capitales C:iI)('('lIlativo qtll
su liderazgo tecnológico. En los años noventa el optimismo de la elite mgresaron en las economías emergentes de Asia alcnturou (.1 II1 I
japonesa se transformó en hondo pesimismo cuando las cifras indica- miento de la burbuja n el sector inmobiliario y fi mIlIe'i!-I'O,1,;1 ( II
ron que su país, la segunda economía y el primer acreed r n to dI i nt distancia ('1111'(' los movimi ntos d apital <'1"(' C'Ollellll,111 d
mundo, era víctima d un g-r~vc stan ami nto. del, live fue r sultado nd llrlallli('Il(o 1.1 pll llilid:I(!c-s ada v '1. rn:ís 'SC:lsas lit- (oloe .11
334 Historia del siglo XX Fin de una época 336

productos en el mercado impidió que el valor de las monedas locales rectamente financiadas a través del sistema bancario japonés, asestando
continuara sujeto al dólar. Si bien el primer ministro de Malasia acu- un nuevo golpe a un conjunto de instituciones que ya tambaleaba a
só al empresario y financista norteamericano George Soros de haber causa de las dificultades internas. Desde fines de 1997, el crédito m-
provocado la crisis monetaria al retirar grandes volúmenes de capital pezó a escasear en Japón, especialmente para las empresas pequeñas y
de Asia Sudoriental por motivos políticos, la teoría de que la crisis fue medianas, y se generalizó un círculo vicioso de retracción de créditos,
producto de una conjura no tiene demasiado asidero. La especula- quiebra de empresas y más restricción crediticia. El enfermo sist 'lila
ción no creó los problemas económicos que condujeron a la debacle bancario japonés parecía ser el ojo del huracán, pero en realidad ('1':1
monetaria, antes bien, dejó al descubierto que las expectativas sobre el síntoma de una crisis estructural más profunda: décadas de inv rsi )tI
el futuro económico de la región eran exageradas y dio lugar a nue- sin atender a la rentabilidad habían cargado aJapón con una s ]:)r('('1I
vas expectativas de signo negativo. Lo que sí hizo la especulación fue pacidad productiva mayúscula. Además, había quedado rezagado ('11(·1
intensificar dramáticamente las circunstancias críticas y agravar sus nuevo escenario capitalista, donde la pujanza económica se traslad » de'
costos sociales. los sectores que fabricaban objetos a los que suministraban compk-]u
La crisis asiática estalló en Tailandia con la caída del baht a fines de series de servicios.
junio de 1997. Cuando se hizo evidente que las deudas superaban am- Para los economistas ortodoxos de gran parte del mundo, 011Wa
pliamente la capacidad de pago, el gobierno retiró la garantía estatal shington a la cabeza, los problemas japoneses se solucionarían adop
para los bancos y empresas excesivamente endeudados. La fuga masiva tando las instituciones del capitalismo liberal: depuración de gn\lI(I¡'
de capitales fue acompañada por una serie de devaluaciones: al baht le fabricantes y bancos no rentables, eliminación de acuerdos orpo. al i
siguieron el peso filipino, el ringgit malayo y la rupia indonesia. El valor vos entre empresas y trabajadores, desmantelamiento de cárt 'I('s, IihlC
de las deudas externas se disparó, muchas empresas quebraron y creció comercio y fijación de precios por los mercados y no por los bur )(·I'.ILI •
el desempleo. Las experiencias exitosas, cuyo ejemplo supuestamente Pero esta fórmula sigriificaba la pérdida de puestos de trabajo y 1:1'ItI I
debía seguir el resto de los países periféricos según los neoliberales, bra de empresas. Implicaba reconocer que los depósitos que h••III.I"
desembocaron en el derrumbe económico y la crisis social. financiado gran parte de la capacidad productiva a través d('1 NiNIe 111,1
En contraste con el patrón de bancarrotas del Tercer Mundo, la crisis bancario no valían lo que la gente creía. Si todo esto salla " la 1111,1.1
asiática no se debió a un gasto gubernamental irresponsable sino a la crisis económica tendría un correlato de ira social y pérdida (1(,etI·dl
sobreinversión irresponsable del sector privado. A lo largo del boom, se- bilidad para la elite gobernante. Los dirigentes japones S no pod1.111
gún el Banco Mundial, los gobiernos de Asia Oriental se comportaron aceptarlafórmula estadounidense. Lo que el resto del mundo l"t\'1 PII'
en forma ejemplar: siguieron una política monetaria y fiscal orientada taba como un problema principalmente económico conll v<lh" ('11el
a la estabilización, fomentaron las exportaciones en lugar de sustituir fondo un desafio político: hasta qué punto y cómo el régirn 'nj"poll .
las importaciones, y crearon condiciones favorables para la inversión debía reconfigurarse frente a un capitalismo global qu arl'asaha ( 011
privada. A causa de este diagnóstico previo, era dificil atribuir la res- los pactos de los años dorados a través del movimiento in 'ollll'Olado
ponsabilidad del desastre a una clase gobernante corrupta y populista, del capital financiero.
como se hacía en América Latina. No obstante, el influyente semanario En este contexto, el ascenso de China fue decisivo para la 1'('('lIlh1,1
londinense The Economist acuñó el concepto de "capitalismo de campo ción deJapón. La avidez china de bienes de capital permitió a los lun
de golf'. Las redes flexibles de cooperación informal entre los políticos, ductoresjaponeses elevar la tasa de utilización de la capa id.nl (. INt('11
la burocracia y las elites económicas -hasta entonces vistas como instru- te, hasta el punto de volver a ganar produciendo bien s. Las ('1111'1 (' ,1
mentos para promover consensos- pasaron a ser consideradas semille- japonesas comenzaron a invertir seriamente en China d í!lk pl ¡IIe¡p o
ros del clientelismo y el nepotismo. de los años noventa, tendencia que se vio fortal cida d 'sde fill:tle', dt'
Con el derrumbe de sus vecinos, Japón perdió un mercado clave para sa misma década d bído a la crisis asiática. Del sólido víll('lIlo 11)1 ¡.l(lo
sus exportaciones. La crisis financiera de los países asiáticos se tragó con los Estados U"i(lOM duranu- la Gu rra fría, Jap6n p:IS) a 111101 1(,1,1
cientos de miles de millones de dólares en inversiones directa O indi- d6n triall/J,ul!!1(.11K.leI,1ele'.lIl1h1f'l'kdad 's y el 'sílflos.
336 Historia del siglo XX Fin de una época 337

La incorporación de China comunista inversión extranjera se concentraron en las zonas costeras. Al mismn
al capitalismo global tiempo, el gobierno decidió subsidiar los consumos urbanos medianu-
En los primeros años del siglo XXI, cerca del 20% del crecimiento de la la rebaja de los precios reales de los alimentos. En la década de 1990, 1:1
economía internacional dependió del empuje de China. Con su espec- población campesina excedía la superficie de tierra disponible y la 1\10
tacular demanda de cemento, carbón, acero, aluminio, níquel, petró- dernización impulsada por los comunistas había subordinado el 1111111
leo y soja fue una verdadera "locomotora" que arrastraba a la economía do rural al crecimiento industrial.
mundial. ¿Qué había ocurrido en este país, al que la "revolución perma- En el plano industrial se ·otorgó mayor autonomía a las empr S'IS (',
nente" de Mao había conducido a costosas encrucijadas? tatales y se establecieron zonas económicas especiales: espacios doud«
En 1978 el Comité Central del Partido Comunista Chino había apro- se autorizaba el ingreso de empresas extranjeras que producían n ( 011
bado las reformas propuestas por Deng Xiaoping: el apodado "Pequeño diciones fiscales privilegiadas disponiendo de trabajadores con íntilllo
Timonel" introdujo medidas encaminadas a desmantelar la ingeniería salarios. La radicación de capitales foráneos en estos territorio preu-n
social de la era de Mao, el "Gran Timonel". Dos años antes, la muerte de día ingresar nuevas tecnologías, capacitar mano de obra y avanzar ha( 1,\
Mao había dado paso a un breve período de incertidumbre en cuanto a la producción de bienes exportables. En 1980 se abrieron cuatro ",0110.
la sucesión del poder. Por un lado estaba la llamada Banda de los Cuatro, económicas especiales, todavía bajo observación central, y una di'cacla
encabezada por la viuda de Mao. Sus integrantes, comprometidos con media después llegaban casi a diez mil.
la Revolución cultural, se presentaban como continuadores de la línea Las empresas estatales fueron incorporando los criterios cid IIIC'I
maoísta. La Banda de los Viejos, liderada por Deng Xiaoping, una de las cado, entre ellos, la competitividad como principio orientador d(' l.
víctimas de la Revolución cultural, se interesaba por las experiencias eco- decisiones de sus directivos, desplazando las normas de la burrx 1 ,Ic j,I
nómicas de Corea del Sur y Taiwán, donde las reglas del mercado asocia- planificadora. El crecimiento económico basado en el patr)1I de' 1,1
das a la intervención estatal habían derivado en un notable crecimiento competitividad tuvo costos sociales diferentes de los del plan c',I.It.lI'
económico. Este grupo acabó tomando el control del partido. entre otros, el cierre masivo de fábricas y el consigui ntc (\( N('lJlpll'P
Afines de 1978 el Comité Central aprobó el programa de las Cuatro El progresivo desmantelamiento de la regulación públi al' ION 1)/ C'C 11.
Modernizaciones -agricultura, industria, defensa e investigación cientí- fue acompañado por el encarecimiento de los bienes d 'OJlN\lIIIP,
fica-, propuesto por Deng Xiaoping, y dos años después Deng designó La reforma económica se combinó con un aumento n rable dc' l.. 11111
a dos de sus hombres, Hu Yaobang y Zhao Ziyang -mucho más com- vilidad social, ocupacional y residencial, y también con el sUl'gilllic'Jlh Id,
prometidos con las reformas que él mismo-, como secretario general una nueva elite económica, el afianzamiento de una pequ ña clasc' 1111
del partido y primer ministro, respectivamente. El nuevo rumbo incluía dia urbana y una mejora palpable en el nivel de vida de la uarta pOli tI' ell
la gradual apertura de la economía china al exterior, la disminución la población china. Asimismo, dio lugar a la profundiza ión de las ch' 1
de las regulaciones del estado, la creación de un mercado laboral y de gualdades, ya que la lógica del mercado agrandó la brecha sial ('lltl e''''
capitales, y la fijación de precios a través del mercado, empezando por mundo urbano y el rural y entre las provincias costeras y las el I illtn 101,
el sector agrícola. Este giro redujo notablemente la dependencia de En 2005 el promedio de ingresos del 10% del segmento el la pohlac iuu
la población respecto del estado para su subsistencia. En 1980 China más rica era ocho veces superior al promedio de ingresos cid 1 (lI,V¡¡ C 1111
ingresó al Banco Mundial y al Fondo Monetario Internacional. el nivel de renta más bajo. El estado se ha desentendido el' sus :llIfi 110
En un primer momento, el reemplazo de las comunas agrarias por un compromisos, empujando a las personas hacia el empr ndimicuu: 111 ,1
sistema de "responsabilidad familiar" que permitía la comercialización do, el autoempleo o la migración interna más o menos ¡I'gil!.
privada de los excedentes no vendidos al estado derivó en el aumento El movimiento migratorio campo-ciudad produjo un r 'ÓIllil-lIto ,ICI
de la productividad y posibilitó el enriquecimiento de los campesinos lerado y a gran escala de las ciudades, con grandes Jlting' 'lIte's dI' po
en un medio cada vez más desigual. Pero las cosas cambiaron desde blación flotant. i 1 arnp no e ha vuelto in b rnahlc {'S, ('11 ¡..p,1I1
mediados de los años ochenta. El mundo agrario quedó marginad m dida, p r hl> r('ll\e"~i\N dc' dinero qu 1 s hij S Y hcruumo» 1 ('sldc'lIfc'
del proceso de desarrollo cuando los inc ntiv s, I infra stru tura y la en las iu ladc's dc' 1,1111 (,11'11 1.111,1 liS Ihmilias., in '111 hm 1,\,0,I'l JlI illt P CI
338 Historia del siglo XX

Fin de una época 339


de que todo habitante está obligado a residir en su lugar de nacimiento trato de Ma E 1
. o. n a madrugada del 4 de . .
(hukou) se ha mantenido esencialmente inalterado, aunque haya incor- Ingresaron a Tiananmen y ar jurno, los tanques y la infanterfa
porado la figura del residente temporal. La mayoría de los trabajadores La dirigencia comunista rasfiaro~a los manifestantes.
de la construcción y gran parte de los de la industria son jóvenes campe- , . Con rmo sangri
economIca seguiría afirmándose bai fé entamente que la apertura
sinos que gozan de permisos temporales o bien residentes ilegales a quie- ralo Deng encontró en Jiang Z .<Uo;u erreo control político y cult t.r-
nes los ciudadanos consideran "gente de afuera". No hay cifras fiables y deslindaría la liberalización ecemI~ ~ nuevo dirigente partidario que
concretas sobre este segmento de migración ilegal, pero las estimaciones . '. onomIca de la
pnnCIpIOS del siglo XXI. apertura política h sla
calculan que son de entre treinta y cincuenta millones de personas. En la
última década, el rechazo a la invasión del "bárbaro rural" ha crecido en
las grandes ciudades. La "gente de afuera" se asocia con la prostitución,
la enfermedad y la delincuencia: es "el otro", que exorciza los temores e
incertidumbres generados por los drásticos cambios sociales.
A partir de la reforma, las ideas y símbolos distintivos del maoísmo
quedaron relegados a meras ceremonias rituales. Si bajo Mao la legiti-
mación de las decisiones del partido remitía al compromiso ideológico
con la igualdad social a través de la lucha de clases, ahora los comunis-
tas asignan una orientación pragmática a sus acciones. Para demostrar
que son capaces de mejorar las condiciones de vida de la gente, deci-
dieron acelerar el crecimiento económico, aceptando la desigualdad La plaza de Tiananm ..•.
social como un costo ineludible para sacar al país de su retraso. El nue- en Ocupada por los estudiantes en mayo de 1
vo rumbo se ha perpetuado en el tiempo, en gran medida debido al in- La economía de mercado y la
negable éxito económico de vastos sectores beneficiados que conviven apertura al e t . h
control exclusivo del partid b x error an re o/"lado (,1
con innumerables perdedores. lib . o go ernante sob 1
.
1 erahzación económica posI'b'l' , 1
1 ItO a ap .. , re a esf ra pllhli( ,1, I .,1
La reforma china tuvo su gran crisis en 1989. Cuando una moderada Información y el debate d id anCIon de nll('V(),~ 1':III,tI(" di
liberalización en el plano cultural posibilitó que las voces disidentes se ,, e 1 eas en forma ' bi
zaCIon requirió una mayor e' , ,mas a I rl:I, I,íl 11101/('1111
hicieran escuchar en el espacio público, especialmente las de los jó- 1 ' pr01eSIOnahzacIón d /. I
o que se pnorizó la calificac" fi e a )III'OCI';('ia, 1'01
venes y los intelectuales, la represión instrumentada para silenciarlos 1 Ion rente a las ra '
os nombramientos y pro ' zon S Ideo/ wicas /),\1",
mOCIOnes'Ade ' n' •
desembocó en la masacre de Tiananmen. Tras la muerte del ex secre- de las elite s mediante la s ,,' mas, se [ay r .ió ,/ r ambio
tario del partido, un dirigente abierto a los planteos liberalizadores del 1 upresIOn del rang itali
a tos cargos, el establecimie t d o vita laso iado a los
campo intelectual, los universitarios salieron a las calles con pancartas , , n o e una edad fi ' 1 d '
conOCImIento de límites t 1 o 1 la r tiro y el re-
y banderas rojas y entonando marchas, entre ellas la Internacional, y N empora es al' "
o obstante, no debe conf di eJerCICIOde cargos directivos
finalmente ocuparon la plaza de Tiananmen. un Irse el pr de J¡ '
uno de democratización D d oceso e hberalización con
No era la primera vez que los estudiantes asumían un papel central , ' entro e esta Ií "
mstas mantienen el pri " "nea contInUlsta, los comu-
en la historia del país. Habían gestado el Movimiento del 4 de mayo d 1 " nCIpIO orgamzatlvo tr di ,
emmstas: un centralism d ' " a IClOnal de los partidos
1919 cuando, indignados por el trato que se le había dado a China n , o emocratIco que d'
nonas. Pero los posmaoístas' ,no eja espacio a las mi-
la conferencia de Versalles, organizaron revueltas y manifestaciones n , " qUIeren evitar la ',
maxImo: desde Mao aJia 1 ' restauracIOn de un jefe
Pekín, que luego se propagaron a otras ciudades. d ' ng, a autondad de 1 .,
errva cada vez más de su " , ., os pnnCIpales dirigentes
A fines de mayo de 1989 el gobierno proclamó la 1 y mar ial n 110 h " pOSICIOnInstItuc' 1
sus abIhdades personales El iona y cada vez menos de
distritos de Pekín, pero los jóvenes siguieron ontr land la plaza, dOI1- " . precedente qu '
Con su alejamiento voluntarI'o dIe sentó Deng Xiaoping
de colocaron la statua el la di sa de la d rnocra i,l {'IlI'r('llt:1I1c!O (,1 1(' " e os cargo di ,
na 1Izado ti, Ildo ('/ XIV Cono+ s lTIgentes fue institucio-
, ngreso del Partido Comunista limitó a dos
340 Historia del siglo XX Fin de una época 341

mandatos el ejercicio de poderes desde los más altos puestos del par- La ampliación de este espacio y la reformulación de sus objetivos ,~II
tido y el estado. , . . los años noventa se conjugaron con la crisis económica y la creci IIW
Una de las preguntas más reiteradas sobre el actual reglmen chmo fuerza arrolladora de China.
remite a esa extraña coexistencia, vista desde Occidente, de una econo- Cuando la ASEAN se disponía a celebrar su trigésimo aniversario,
mía cada vez más abierta -que supone y alienta una creciente ~eteroge- el derrumbe económico tuvo un fuerte impacto social y político. I,ON
neidad social- junto a un escenario político y cultural snpervisado por gobiernos del Sudeste asiático, que habían pretendido legitimar SUR 1l'
un partido único que detenta el control de los organismos estatales. ~Es gímenes autoritarios con el fuerte crecimiento económico de las del
factible que esta situación se prolongue a largo plaz.o? ¿O los. cambios últimas décadas, se debilitaron profundamente. En Tailandia 1 s Ini!
económicos y sociales necesariamente traerán aparejado un CIerto gra- tares fueron obligados a iniciar un proceso de reforma constitu i(III:\!
do de apertura política que afectará el poder d: los c~munistas? C~be a fines de 1997; en Malasia el movimiento de la Reformasi condi iOllo
destacar que su legitimidad deriva en gran medida de Ideas y expenen- la actuación del ministro Mahathir, y la prolongada dictadura d 1f.\'('11('
cias de larga data, que apuntalan el derecho automático a gober~ar de ral Suharto en Indonesia cayó arrastrada por las movilizacion s masiv.I,
la clase educada y reconocen la autoridad de los gobernantes ~~gun los contra la corrupción y el autoritarismo.
resultados de sus decisiones: la prosperidad y el orden los legitIman; la La crisis económica y financiera puso de manifiesto la dep IId('II( ,1
pobreza y el desorden habilitan que sean derrocados ". del Sudeste asiático respecto de las grandes potencias. Los mi rnhroa dI'
la ASEAN consideraron entonces que una relación formal COIlhls ( '111
solidadas economías de Japón y Corea del Sur y con el dinámico 11\('1 ,'.1
do emergente chino aseguraría su crecimiento y los fortale rÍ'! 1'1'('11'"
a una posible crisis futura. Los líderes de China, Japón y r ':1 (1(.1,'111
coincidieron con la propuesta, teniendo en cuenta que la illl('gnl/ 011
reforzaría la competitividad y evitaría el aislamiento de Asia 1''''1111'.1
los bloques regionales en ciernes: el de la ampliada Un i)1I 1';11101'('.1 l'
el proyecto de creación de un Área de Libre Comercio de las 1\111'1¡, ,1
impulsado por los Estados Unidos.
Así surgió la ASEAN+3, cuyos objetivos son reforzar la al add¡1( 1II(
Las mascotas oficiales de los Juegos Olímpicos, Beijing 2008. gociadora de las naciones asiáticas respecto de los Estad s Ultido/4 1.1
Unión Europea, minimizar el papel del FMI, y mejorar su (,ollllH'1 IIVI
dad para atraer el comercio y las inversiones de los país s ()('('i(kltl.,il'
Luces y sombras de la integración asiática . sin someterse a las fórmulas del neoliberalismo. La formad )11d,' l' 1"
El avance del capitalismo global en Asia está asoci~do al.afianzamlento bloque regional no cuestiona la globalización sino que es m(¡s hic-n IIII.!
de los espacios regionales, un proceso cargado de mcer~dumbres y de- forma de incorporarse, en mejores condiciones y con mayores I'('('UI o ,
safíos debido a las rivalidades interestatales, a los cambios en el papel al nuevo orden capitalista. La mayor parte de las naci o s de la 1('~ 011
desempeñado por los Estados Unidos en la regió~ y a un pasado de no puede prescindir del comercio, las inversiones y la 1'('110101011,1 d,
guerras que, a diferencia de lo ocurrido en el continente europeo, no Occidente. A pesar de esta interdependencia económi a, se . pIIIII.1.11.1
obligó a rendir cuentas a sus responsables. . construcción de una comunidad asiática que condici ne ,1pl"OI.IgOII
A los países fundadores de la Asociación de NaCIones ~el Sude~te mo de los Estados Unidos. Los actores locales comienzan a ('1'('.1110111
Asiático (ASEAN, por sus siglas en inglés) en 1967 -Indonesla, ~alasla, de diálogo y cooperación en los que Washington no slti pn's('lIh'.
Filipinas, Singapur y Tailandia- se sumaron Brunéi. (1983),. Vletn~m China paree s r I país ("00 mejores posibilidad 's 1ara ílSlIlllil IIlIlhl
(1995), Laos y Myanmar (1997) YCamboya (1999~. Tlm~r Oriental, 10- pel d mi nan 1('('11la ti'gitlll. Iksfk 2004 ha sup rado ~I10M1':slnc!os11111
dependizado a principios del siglo XXI, es un posibl mi rnbro futuro. 111IOIIlIlH'I( .rl d('las Olras Ires ('('OIl/lJlli:IIIIII.1011'
dos ('(lIIIO11111111'1
342 Historia del siglo XX

Fin de una época 34


de la zona: Japón, Corea del Sur y Taiwán. Después de mucho tiempo
Hasta el momento Japón ha
de haber actuado como intermediaria entre el capitalismo occidental guridad con los Estad'os Unid °LPtad~ p~r reforzar sus vínculos d ,~(,
y las economías locales, la diáspora china desempeña ahora un papel os. a pnnCIpal' " .
ha sido la firma, en mayo de 2006 d IDIClatIvaen este sentido
indispensable a favor del capitalismo chino, profundizando sus com- ción de un centro de m d '1" e ~n acuerdo que establece la fea
promisos con el Sudeste asiático. Pero dado que China aún carece de an o rruntar mtegrado d
Tokio. Después del 11 d . b ' con se e al oest d(
la fuerza económica y la capacidad militar necesarias para ejercer una e septIem re el Partid D ' .
envió tropas a Irak a pesar dI' o emocratIco Lib ',':d
verdadera influencia global, deberá consolidar sus relaciones con los e que a mayoría de los :
contra. En esta misma tend . e osjapones-, estaba ("1
otros estados asiáticos -sobre todo con Japón- para alcanzar un equili- encia, en febrero de 2005J '
dos Unidos afirmaron que 1 . id apon y los ESla
brio estratégico con los Estados Unidos. a segun ad de T' , ,
naciones, lo que provocó . d aiwan concernIa a amh ••
Hasta la renovación Meiji de 1868, era considerada la mayor poten- una aira a respuesta de Pekín
Corea del Sur también está definiendo s . ., .
cia continental, pero el giro modernizador impuesto por la dirigen-
cenario mundial tendiente al '1'" u pOSlClOnen el nu vo (..
cia japonesa hizo que Japón ocupara la posición dominante en Asia. " ' a conCllaCIon con C d 1N
dIalogo con Pekí S' b orea e rtc v ul
Durante medio siglo, después de la guerra chino-japonesa de 1895, la n. m em argo, como teme d b .
potencia, mantiene su rel " que ar su ordinaria ti ('/lta
política exterior de Japón se orientó a impedir el ascenso de una po- acion con los Estad Unid '
unen importantes intereses e '. os DI os -palS al qll(' 1.1
tencia china independiente. El deseo de equipararse con las grandes conomlcos- y bus h'
con la India el otro país '" ea estrec ar vin ulo,
metrópolis europeas indujo a Tokio a adoptar una política agresiva , aSlatIco con aspiracion d .
protagónico en el rumbo d 1 bl es e asumir un P:llwl
hacia Corea, Rusia y la propia China, antes de lanzarse a la confron- . . e oque.
SI bien los Estados Unidos si uen siend .
tación directa con los Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial. región, han dejado de ser el .g. di o una potenCIa clav ('" 1.1
Los resultados fueron catastróficos para sus vecinos y para el propio SOCIOm Ispensable fu
y los países del Sudeste asiáti d que eron para Jn" )11
pueblo japonés. Sin embargo, al concluir el conflicto mundial, Japón ICO urante la G F ' .
Foro de Cooperación Eco ' . As' ,uerra nao Los lowos (/(,1
mantuvo su predominio. Su inserción en las estructuras de seguridad . nomica la-PaCIfico (APEC .
mglés) -integrado po 1 . , ,por SUs RIH'I:r.~ C'II
occidentales y su espectacular "milagro" económico, combinados con r os seis paises de la ASEAN '
Japón, Australia Nueva Zel d 1 mas r a c/d ."1111 •
la azarosa trayectoria seguida por China bajo Mao, contribuyeron a , an a, os Estados Unid T'
Kong, China Canadá M" P , m os, <I'W,I 11, IIIIIIH
conseguir pacíficamente lo que elJapón militarista no había podido , ,eXlco, apua-Nueva G . hi
muy modestos. El APEC uinea y rI - 11:111do
obtener con las armas. Esta situación duró casi cuarenta años, pero aparece concentrad bá
tura, tan rápida como se ibl d o asicam n t • ('111:1 .t 11/1
desde fines de la década de 1980 Japón entró en un período de estan- a po SI e, e los mercados asiáti s.
camiento y China comenzó a despegar gracias a las reformas internas
y la inversión extranjera. Pese a la reciente y todavía incierta recupe-
El colapso del bloque soviético
ración nipona, Tokio está obligado a convivir con un poderoso vecino
al cual se encuentra ligado por importantes lazos económicos.
La economía central planificada -con su rí . " ,
Un factor clave en los recelos que provoca Japón entre sus vecinos,
trabajadores y su devastación de los r gida SubordIn<lclon d(' lo
especialmente en China, proviene de la negativa japonesa a reconocer industrialización del bloq ',. ecursos natural s- posíbt II1() l..
sus crímenes de guerra: gesto que han agravado las recurrentes visitas . ue SOVIetlCopero no 1 '
ntmo que las potencias . li ogro avanzar ;d 'lIisllIO
de dirigentes japoneses, entre ellos los dos últimos primeros ministros, capita istas Indepe di
de la carrera armamentI'sta c 1 E' n ientem nt d I ,¡flo lO, 111
al templo sintoísta de Yasukuni, donde yacen los restos de reconocidos on os stados Unid 1
economía planificada idi I os, e gran scollo d,· 1.1
criminales de guerra. Yasukuni aparece como la expresión más visible resl 10 en que su pro . di , .
rreras casi insalvables par 1d . p~a marrn a g '1I('l':Iha h,l
de un estado escasamente reformado, y su condición de símbolo ame- a e esarrollo CIentífico tccnokí .
una mayor productividad E . d d Y n ogl('o /1.11,1
nazante deriva de su inscripción en el marco de una cultura políti a . n virtu e esto bstá 1
nes de vida de la pobla ., ,s o sta u s, IflS(,()II(lic111
que todavía no tiene mecanismos institucionales qu impong-an la r n- 'on -que hablan dado ' I ' ,
desde aqu IIa ,~oci('(htl '¡IoI" " un sa to ('<1
SI 111('1
c'/lIlc
dición de cu ntas. . ',."" '.• con arados d dcr ,
sian aron ('11II ,,1,. ti ma ra y <llIallal>,.t,1 «
« «11111I1I1t)IIll1ym d' . " 1'1
iocres, " d 'spla:'-,:lIlIi('lIlo
344 Historia del siglo XX Fin de una época 34

de Kruschev y la invasión a Checoslovaquia en 1968 congelaron las ini- por hombres del círculo de Brézhnev y la mitad de los altos dirigent 's
ciativas reformistas dando paso a la consolidación de una gerontocracia había iniciado su carrera con Stalin. El primer paso del nuevo secr 'ta-
inmovilista en el plano interno, pero embarcada en riesgosas aventuras rio fue renovar el personal de máximo nivel. Al año siguiente, el 60%
en el exterior, difíciles de explicar sólo a partir de su rivalidad con los de los miembros del Politburó y del secretariado del Comité Centra!
Estados Unidos. había sido nombrado por Gorbachov.
El hundimiento del comunismo como alternativa al capitalismo no Las medidas impulsadas entre 1985 y 1987 Ylas campañas contra ('!
fue el resultado inevitable de un proceso de decadencia económica. alcoholismo y la corrupción apuntaron a modificar las conductas SOI'Í:1
De hecho, tuvo una peculiaridad paradójica: tanto en la Unión Sovié- les sin cuestionar las bases de la economía central planificada ni las d.,!
tica como en China el principio del fin estuvo dado por una oleada de orden jurídico y político vigente. El discurso del equipo reformista NI'
reformas internas radicales e inesperadas. En la Unión Soviética, los centró en la necesidad de modificar las actitudes negativas para dar 1111
cambios económicos impulsados desde 1985 terminaron por abarcar nuevo empuje a la vida social e incrementar la productividad inclllstll:tI
las dimensiones política, cultural e ideológica, y, en un breve período, en el campo económico. Pero casi todo siguió igual.
el Partido Comunista perdió la conducción del estado, y ese complejo A partir de 1987 se encaró una reestructuración económica (la IH'I('
entramado de naciones que era la URSS se fracturó en numerosos paí- troika) que consistía en preservar la economía planificada ac p(tllHlo 1.,
ses nuevos. En China, en cambio, el giro de los comunistas a fines de incorporación de elementos capitalistas en dosis menores y con troblll.IM,
los años setenta trastocó de raíz la política económica del maoísmo, De acuerdo con este sistema, determinadas empresas podría u e 1:11)( H ,11

pero manteniendo el respetuoso reconocimiento del Gran Timonel sus propios planes según los pedidos estatales y de otras mprcsas 1,1
y sin que el Partido Comunista perdiera el control del poder a pe- demanda del consumidor. Estas unidades productivas comprar i;lll 11
sar de las profundas transformaciones sociales asociadas al avance del in sumos en los departamentos de comercio mayorista adrninisu ,Id"
mercado. por el estado y podrían asociarse con empresas extranj ras. COII la di'
centralización, las empresas que se independizaban debían r('spIIIIN:II,1
lizarse por sus decisiones y asumir la posibilidad de qu sus fr;lCaso 1.1
El principio del fin: la perestroika condujeran a la quiebra. El afán principal de la perestroika ('1:110\,111.11
En marzo de 1970, tres prestigiosos intelectuales soviéticos -los físicos eficiencia y superar la brecha tecnológica que separaba al bloqu« , OVil
Andrei Sajarov y Valentín Turchin y el historiador Roy Medvedev- diri- tico de los países capitalistas. Las nuevas atribuciones d hM l'llIpl (' ,1
gieron una carta-programa a Brézhnev reclamando la "democratización incluyeron cambios en la situación de los trabajadores: la b(IMII"('d,1dI
de toda la vida social" y advirtiendo que, si la dirigencia no emprendía mayor productividad tuvo como correlato la diferencia i' 11(k lo ;11.1
este camino, el país se transformaría en una potencia provincial de rios según el desempeño de los trabajadores y las ganan 'iaN (lbl!'" ;1.1
segundo orden y simultáneamente se agravarían todos los problemas por la empresa, erosionando la inamovilidad del pu .sro (1(- II'nh,lj" I

nacionales, "ya que la aspiración a la democratización tiene inevitable- el salario garantizado, y haciendo que la posición dios (1';11>:\j:lllol('
mente un carácter nacionalista". dependiese cada vez más de la suerte de la unidad productiva,
A partir de 1985, el secretario general del Partido Comunista, Mijaíl Las prácticas del mercado en los márgenes del plan .xaccrburuu lo
Gorbachov -que coincidía en parte con el anterior diagnóstico y pensa- elementos más negativos de cada uno y profundizar n la ('fi¡¡/s N(H ,ti
ba que el partido reformado podría liderar el cambio-, puso en marcha económica. La puesta en tela de juicio de la eficien ia de la plun f • "
una modesta reforma económica. Pero la explosiva combinación de la ción, unida al recorte de las atribuciones de los rganisllIOM('('IIII.tll'
relativa democratización, el ineficaz desempeño de la economía y las y el desprestigio de su personal, dio lugar a la indis ipliua Inblll.tI, 1,1
divisiones facciosas o pro gramáticas entre los principales dirigentes co- descenso de la producción, la escasez de bienes d 'onSUIIHI (·1III( 1('
munistas condujeron a la bancarrota del llamado socialismo real. mento de los pr íos. Fr 11I ' ~I r squebrajarni nto d )O~('UII IIIIII'M,1I1
Cuando Gorbachov ocupó la secretaría general del partido n marzo mpr sas y laR aUIOIhhlcl,'s cI" J:IS distintas región S s :'1)1):11'011('1111
de 1985, el Politburó que lo eligió estaba ompu sto n más d 110 0% red 'Ij inrol'IIl:II, d., I1 ('( 011011111
('11IlI'gro -()f'tal('cid:.,~ .111I:1111('
1,11.1t
346 Historia del siglo XX Fin de una época 3'17

go y corrupto gobierno de Brézhnev- para abastecerse de los productos mar a los ciudadanos a que hablasen y se involucraran personalm ntr-
que necesitaban. Así, para la mayor parte de la población, la perestroika en la reforma. Se decidió avanzar hacia la glasnost. En cierta m dirlu,
quedó asociada al incremento de los precios, las largas colas para conse- el momento decisivo de esta apertura fue un resultado indirecto dl'l
guir alimentos de primera necesidad y la inseguridad laboral. accidente en la central nuclear de Chernobil, ocurrido en 1986, qlll'
Para entender la encrucijada de la perestroika, es necesario anali- aceleró la liberalización de los medios de comunicación y alent In
zar el escenario político gestado al calor de la glasnost (la apertura y confrontación política.
transparencia), el segundo principio del cambio encabezado por Gor- Entre los objetivos de la glasnost se incluyó el fortalecimiento de 11.
bachov. Lo más significativo en este terreno fue que el enfrentamiento organismos gubernamentales desvinculándolos de su sujeción al purt
entre los reformistas encabezados por Gorbachov y los conservadores do. En 1989 Gorbachov llamó a elecciones para crear el Con r 'SI) di'
reacios al nuevo rumbo se complicó tras la división del grupo impulsor los Diputados del Pueblo. La principal función del nuevo or aníSlIlP
de la perestroika. A partir de 1989, se hizo evidente el avance hacia el era designar a los miembros del Sóviet Supremo, que dejaría d I\{'" un
poder del carismático Boris Yeltsin, quien cuestionaba el estilo modera- organismo honorífico para actuar como un parlamento en funciom-
do del gobierno de Gorbachov. durante todo el año. La reforma pretendía deslindar las corn¡ t('lIt a
A estos factores se sumaron las reivindicaciones de las minorías na- del partido de las del gobierno, avanzar hacia la división d I odt'l t'
cionales, una dimensión muy compleja debido a la heterogénea com- e imponer un marco jurídico a los poderes del estado. Todo ('ljto N 11
posición del campo nacionalista y el entrecruzamiento de diferentes abrir las puertas al multipartidismo: el PCUS mantendría su oudk 1111
demandas. La bandera del nacionalismo fue sostenida tanto por los de único partido reconocido y además, para que los cambios ftlC'MI'1I
grupos oprimidos como por los jefes políticos regionales, que, amena- -aprobados por sus miembros, Gorbachov asoció las reformas ti uun NI'
zados por la depuración de Gorbachov al inicio de su gestión, decidie- rie de recaudos que limitaban los alcances de la consulta ele torn 1, S .111
ron encabezar las resistencias contra el centro. También muchos de los dos terceras partes de los miembros del Congreso serían Iq~iclilM PIII
jefes políticos otrora leales a Moscú pasaron a ser dirigentes nacionales sufragio universal, el resto sería designado por el Partido omuu] 1.1 I
de los países en vías de constitución cuando las reivindicaciones nacio- las organizaciones públicas que dependían de él. Más allá d(' C'Nt.. 11
nalistas ganaron creciente peso en el marco de la glasnost. tricciones, los comicios de marzo de 1989 propiciaron el rCHlIl'g 111 ('1110
Pero los reclamos no sólo fueron dirigidos desde las poblaciones lo- de la vida política a través de la competencia entre distintos ('illld <llItll
cales hacia Moscú: los enfrentamientos entre comunidades que com- en algunos distritos, el derecho a la libertad de palabra y la PIIH ¡, lid 111
partían un mismo territorio ocuparon el centro del escenario desde un de acceder a los medios de información.
primer momento. Estos conflictos fueron especialmente intensos en la Con la apertura de las sesiones del Congreso y sus debat s tdt'vlN.1
zona del Cáucaso. En los países bálticos fue donde las reivindicaciones dos, cobró consistencia el sector dispuesto a radicalizar 1 pltlllt('ON 'dl'
autonomistas se plantearon más clara y decididamente como un con- Gorbachov. El Grupo Interregional de Diputados -entre cuyos mir-rulu 1 1
flicto con el poder del Kremlin. se encontraban Yeltsin, el dirigente de Moscú Gavril Pop v, y ('1 PI'('1I1 o
Nobel de la Paz y veterano disidente Andréi Sájarov- dernand ) la dl'NC 1'11
tralización económica y el pluralismo político. La división inir'Inl \'lItl\'
Glasnost y democratización conservadores y reformistas dio lugar a un escenario triparuro ('111'111'11
La resistencia de la nomenklatura a las reformas indujo a Gorbachov Gorbachov, ubicado en el centro, fue quedando cada v z más aj,~l:td(l.
y su círculo a dirigirse directamente a la sociedad para transformar la
osificada estructura soviética. Según los reformistas, la mayor eficien-
cia económica requeriría el compromiso activo de los trabajadores la caída del Muro
para incrementar la productividad y la participación del conjunto de El nuevo giro d M ~ (1 tuvo una repercusión inm diata y d ,/\~,/\t:th 1 :/.,1
la población para erradicar las prácticas corruptas. Con el propé sito d ra sobr lOA('Hlndll :Itl'lItl'/\ dc Enropa d 1Est , La rcli:H'1I1:¡ pUl' t,l

de alcanzar una aprecia ié n más r 'alista de las cosas, d idic 00 an i- '\1 marchn illdll!.\ 1 t di ti t i\1 111de la .lIel'ra 10'1':1 I:t lit) 1"¡I'n'1I1 \
348 Historia del siglo XX Fin de una época 349

del Kremlin en la suerte que pudieran correr las democracias populares En Hungría, los sectores reformistas del Partido Comunista ya habían
europeas. Aunque en un principio Gorbachov creyó que los gobiernos puesto en marcha algunos cambios significativos. Después de la dura re-
comunistas europeos aplicarían su propia perestroika y que el Pacto presión de octubre de 1956, el gobierno húngaro dio paso a una ecoru
de Varsovia se mantendría en pie, la ilusión se desvaneció poco des- mía mixta y concedió un mayor grado de libertad al mundo académi /)
pués. Cuando las presiones sociales, más o menos consistentes según e intelectual. En la primavera de 1989 el equipo gobernante recon ció
los países, se combinaron con la división de las cúpulas gobernantes, y el multipartidismo, yel Partido Socialista Obrero Húngaro se convn tin
se hizo evidente que Moscú no intervendría, los gobiernos de Europa en el Partido Socialista Húngaro. A treinta y tres años del ingr so d('
del Este se desplomaron y la mayoría de las dirigencias comunistas vira- los tanques soviéticos, la República Popular Húngara se convirtió '111;1
ron hacia la socialdemocracia. En el caso de Alemania, el estado comu- República Húngara. Esta revolución fue la única en la que el pasaje dl'l
nista desapareció y su territorio fue anexado por la República Federal régimen comunista al sistema multipartidista se hizo desde ad otro,
Alemana. El giro en Hungría tuvo una inmediata repercusión sobr AII'III.I
La transición del socialismo real al capitalismo y la democracia sorpren- nia. Cuando las autoridades de Budapest abrieron la front ',a (011
dió a todos: nadie había pensado jamás en esa posibilidad, y mucho me- Austria, en septiembre de 1989, miles de habitantes de la Rcpuhlir a
nos en cómo llevar a cabo la transición del comunismo al capitalismo. Democrática atravesaron esa brecha en la "cortina de hi rro" 111111
Si el giro de Moscú fue clave para estas "revoluciones" sin teoría bo a Occidente. Todas las declaraciones de la dirigencia d 1 «1'('1111111
previa, el otro factor decisivo para la caída de los gobiernos soviéti- dejaron en claro que no defenderían el Muro. El 9 de n vi 'mhl'(' 111
cos en 1989 fue la presencia de fuerzas sociales y políticas dispuestas comunistas alemanes autorizaron los viajes al exterior y, sin 1)1l' 111
a abandonar el bloque soviético. En relación con este factor, aun a aviso, abrieron el paso. A continuación se aprobó el multipartirli. 1110.
costa de simplificar un escenario más complejo, pueden deslindarse parte de la dirigencia comunista organizó el nuevo Partido SO( i.di ttl
dos ámbitos: el de los países de Europa Centrooriental y el de los Democrático y convocó a una mesa redonda al Nuevo F ro, ('! f.\I\1I"1
Balcanes. En el primer caso, Polonia, Checoslovaquia y Hungría com- opositor más visible. En este caso, la caída del comunismo si~'I"n( 11 I 1
partían un pasado de repudio activo contra el orden soviético: los fin del estado alemán del este.
hechos de 1956 en Varsovia y Budapest, y de 1968 en Praga. En 1989 El derrumbe de la República Democrática de Alemania «('( ¡diO d
ya existían fuerzas disidentes con cierta experiencia política, y en la canciller alemán occidental Helmut Kohl a embarcars '11 IIlIa 1('\111111
dirigencia comunista había grupos dispuestos a abrir el juego político cación lo más rápida posible, en parte para detener I flujo d('IIIO~ltlll
e interesados en utilizar sus recursos y relaciones para aprovechar las co hacia Occidente. Los alemanes orientales favorabl s a la IIl1inc.1I 1111
posibilidades de hacer negocios que ofrecía la economía de mercado. fuerori la primera minoría (48%) en las elecciones d marzo d(' 1110,0
En estos tres países, la caída del comunismo fue negociada, en última La decisión de unificar las dos Alemanias necesitaba contar ('011c'l vi to
instancia. bueno de los cuatro países vencedores de la Segunda 11 rra M\llIdl.d

A fines de los años ochenta Polonia contaba con una sólida oposición Las conversaciones llamadas 4 + 2 culminaron, en epti rnhre el!- \qqO,
organizada en torno al sindicato Solidaridad, que mantenía fuertes la- con un documento firmado en Moscú que reconoció mo f 1011t( 1.1
zos con la iglesia católica y recibía el apoyo de los intelectuales comu- de la futura Alemania unificada las de los estados al manes (' L tC'1I11 .
nistas que habían roto con el partido a mediados de los años sesenta. Y puso fin a la división de Berlín. La reunificación fu UII "ron'so ( 0111
A lo largo de toda la década este bloque había jaqueado al gobierno, plejo y cargado de desafíos, tanto por los fuertes contrast 's ('('0110111e CI
que, encabezado por un general comunista, pretendía frenar la protes- y sociales entre las dos Alemanias como por las dif r 'nI 'I! 111('11111I ,1 ,
ta del movimiento obrero y al mismo tiempo tranquilizar a Moscú para olvidos y expectativas con que ambas sociedades in rr saball al e' 1,1110
impedir que los tanques soviéticos entraran en Varsovia. A principios omún.
de 1989 se iniciaron las negociaciones de la Mesa Redonda, que cul- La caída d 1 Muro dc' f\ .rlín pr cipitó los a nt imi('II(ON C'I\ (:111'
minaron con el reconocimiento legal del sindicato y la celebración d sl vaquia, En ('01111.1te (Oll hlll asos ant r ior 'S, "la 1'('VI,1t1e011 el,
elecciones semicompetitivas para un nu v Parlarn nto. terciopelo" ('111'1.1 11tll( 11pc lit II C tfllTl ) dcspl'('v('"ida :\ 1:\In:1 01 1'.11
350 Historia del siglo XX Fin de una época 351

te de la nomenk.latura. En gran medida, el impacto de lo que sucedía países en las estructuras euroatlánticas, políticas (Unión Europea) y
en los países vecinos llevó a la gente a ocupar las calles sin exigencias de seguridad (OTAN). El retorno de las viejas elites políticas, vía los
concretas, sólo para romper la pasividad y el silencio. A fines de no- triunfos de la socialdemocracia en los comicios, no supuso una vuelta 111
viembre, pequeños grupos opositores y algunos intelectuales -entre pasado, ya que los socialdemócratas sólo pretendieron moderar el im-
quienes se destacó Václav Havel, varias veces preso y promotor de Carta pacto social negativo de las reformas neo liberales sin negar la primar a
77- formaron el Foro Cívico, una red informal que, a falta de partidos de los mercados.
políticos, canalizó el proceso contestatario. El gobierno comunista, que La transición hacia la economía de mercado requería la interven i )11
en principio había aceptado la formación de un gabinete de transición política, y quienes estaban mejor posicionados para concretar esa 1<II'('a
con los disidentes, cayó en pocas semanas. El dramaturgo Havel ocupó eran los directivos de las empresas y los gestores estatales de la economíu
la presidencia a fines de diciembre de 1989. planificada. A través de la "privatización espontánea" y de la inv rsiO/l
Cuando en 1990 se iniciaron los procesos electorales, las coaliciones de capital extranjero, los antiguos miembros de la nomenk.latura 11 'g.1
que otrora habían enfrentado a los gobiernos comunistas -Solidaridad ron a conformar un importante sector de la burguesía en ascenso.
en Polonia y el Foro Cívico en Checoslovaquia- dieron paso a los nue- En un primer momento, ante la emblemática caída del Muro, Illll
vos partidos de centroderecha. Simultáneamente, se formaron parti- chos celebraron "las gloriosas revoluciones de 1989". Sin embarg-o, d
dos socialdemócratas integrados, aunque no de manera exclusiva, por término "revolución" perdió consistencia poco tiempo después Ir '111c' 11
ex miembros de los partidos comunistas. El Partido Socialdemócrata ciertos interrogantes claves aún sin respuesta. ¿Quiénes protagoniza. 011
Checo, a diferencia de sus pares afines en Polonia y Hungría, no fue esas revoluciones? ¿A quién o a qué grupos habían beneficiad ? ¿e1/:1
resultado de la re conversión del Partido Comunista, que siguió en pie. les eran los procedimientos y los resultados de las profundas trallNf(,1
Los dirigentes socialdemócratas reivindicaron una tradición propia, la maciones en marcha?
del Partido Socialista que existiera hasta la instauración del régimen Los estados del sur -Rumania, Yugoslavia, Albania y Bul aria- lIe
comunista en 1948. garon a 1989 sin una experiencia contestataria previa y prá ticílllle'/I"
En los tres países, el cargo de primer ministro rotó entre la nueva sin actores sociales preparados para la transición. Los tr s prinu-r l' ',1
socialdemocracia y el principal partido de centroderecha; casi siempre, habían cuestionado su subordinación al Kremlin a través d ' g-oble'lltll
en su condición de primeras minorías, debieron formar gobiernos de que defendían un comunismo nacional. Mientras Bucar 'SI. s ¡lo ,~C' h.t
coalición dado que la gran fragmentación de los partidos hacía muy bía distanciado del hermano mayor, Belgrado y Tirana habían I'ole, C()II
dificil obtener quórum propio. Moscú: Tito enfrentándose con Stalin, los albanos aliándos on (:1.1".1
Los políticos, los medios de comunicación y el grueso de los intelec- contra la desestalinización. Sin embargo, el grado de consist n ia CIc' Ic)
tuales occidentales aprobaron la reconversión de los antiguos miem- estados nacionales balcánicos era disímil y todos siguieron trayccroi i.1
bros de la nomenk.latura y del aparato burocrático de la economía diferentes a partir de la crisis del bloque soviético.
central planificada en dinámicos empresarios y dirigentes de fuerzas Albania -cuya sociedad se caracterizaba por la persisten ia d ' la ( 1/1
políticas capaces de atraer a buena parte de los nuevos ciudadanos. tura agraria tradicional y las redes de poder familiares o láni as C').I
Sin embargo, el electorado socialdemócrata era paradójico: algunos el país más aislado del área soviética europea. Después d la mUn le' de'
apoyaban a la socialdemocracia porque creían que frenaba el alcance Mao había roto el vínculo con China, su único aliado d sd In dC'Me'
y la profundización de las reformas en favor del mercado, y otros la talinización. En principio, Tirana siguió la senda del conunuismu 1"
respaldaban precisamente por lo contrario. Los inversores de capital poder frenar el deterioro económico y social, que llevó al staclo alllalll)
no temían a la socialdemocracia porque estaban convencidos de que, al borde del derrumbe, con gran parte de su población Ianzándo: l' ,11
bajo su conducción, las reformas de mercado no serían menoscabadas. mar en condiciones precarias para llegar a Italia.
Todos los líderes de la nueva dirigencia ex comunista europea -desde Bulgaria fue el úni o p(\ís bal ánico donde la caída d 1 Olllll,,1 1110
Gyula Horn en Hungría hasta Milos Zeman en la República Ch a y r sultó tan 1 (\ í/ica {'OIIIO e'/I los rY1ís s d l ntr uropco: lo. 1'011111
Aleksander Kwasniewski en Polonia- fav r i r n la in lusión d sus . . l' I I •• 1 "
I1llltas re 01111 ,1.1 C ('10111111 HO 111' pal':! npart •.•r '1 la (,l'l)\II:l <Id 1'''1 f do
352 Historia del siglo XX Fin de una épo I

gobernante, crearon el Partido Socialista Búlgaro y aprob~on el multi-


partidismo. Pero Occidente desconfiaba de esta reconve~slOn y pensaba
que los socialistas búlgaros se parecían más a l~s ~omumstas ort~doxos La República Federal Yugoslava
de Rusia o de la República Checa que a los socialistas de Hungna o de Estaba integrada por seis repúblicas: Serbia, Bosnia-Herzegovin, lO I
Polonia. En Bulgaria, el europeísmo, el pro atlantismo y el acelerado cia, Eslovenia, Macedonia y Montenegro, junto con las provincias ul()JH I
avance hacia una economía de mercado fueron sostenidos por el cam- mas de Kosovo y Voivodina. incluidas en la república de Serbia. n I )(I I
po opositor, la Unión de Fuerzas Democráticas, .inic.ialmente una amal- ellas convivían poblaciones con credos e identidades étnicas dif r 1110',
gama de numerosos partidos y diferentes orgamzaclOnes. .' aunque con distintos grados de heterogeneidad. A partir de madi (lo l/tl
Las jornadas de 1989 fueron violentas en Bucarest, pero sm g~ros 1991 los distintos gobiernos aprobaron declaraciones de indap n It IU I
drásticos tras la caída de la dictadura. En diciembre, el Conducator Nico- que las desvinculaban de Yugoslavia:
lae Ceaucescu fue abucheado durante una manifestación que supues- -En junio de 1991 lo hicieron Croacia y Eslovenia.
tamente iba a cantar sus loas. Inmediatamente estalló una insurrección -En septiembre del mismo año lo hizo Macedonia.
en la que participaron sectores del Partido Comunista, el ejército y el -En marzo de 1992 se aprobó en Bosnia-Herzegovina.
pueblo. La Securitate, la temida policía secreta del régimen, no p~do -En abril de 1992, Serbia y Montenegro crearon la Federación YII 10
controlar la situación y Ceaucescu y su esposa Elena fueron detenidos lavia (no reconocida por la comunidad internacional). ~
cuando intentaban huir, juzgados sumariamente y ejecutados el 25 de
diciembre. Las jornadas revolucionarias son objeto de debate en rela- La crisis económica y los fuertes contrastes entre las más pr )81)('1dN 11
ción con el papel asumido por los diferentes actores que, siendo inte- públicas del norte (Eslovenia y Croacia) y las más pobres d 1SUI, ¡ltllllt
grantes del régimen, aparecieron encabezando o bien consintiendo el a la división de la Liga Comunista Yugoslava en fracciones on <Ilslllllo
derrocamiento de la pareja gobernante. proyectos, se combinaron con la irrupción del nacionalismo ('11(,,, •
El Frente de Salvación Nacional se desintegró y, bajo la jefatura de étnica y religiosa, Las guerras que asolaron Yugoslavia no dcriv.u 011d.
los ex comunistas, se creó el Partido Demócrata Socialista Rumano. La odios ancestrales entre diferentes grupos que compartían 11111111IIltt
transición a la economía de mercado fue mucho más gradual que en territorio. En el marco de una crisis económica, ideológica y polllll.l,
los países del centro europeo, ya que el nuevo gobierno no compartía parte de los nuevos dirigentes -el serbio Slobodan Miles .vic y (" ( 111,1
los afanes procomunitarios y proatlantistas de sus homólogos polacos, ta Franco Tudjman, entre otros- recurrieron al patri tismo \'lIololHI
húngaros o checos. También aquí, como en Bulgaria, a med~a~os de la para afirmarse en el poder. La separación como estados indqwll(!lfollH'
década de 1990 la socialdemocracia perdió terreno y la oposlClOn orga- de Eslovenia primero y de Croacia y Bosnia poco despu "s -n'fOIlO( ido
nizada en la Convención Democrática Rumana emprendió el rumbo precipitadamente como tales por las potencias occid males- «('MI'III""
hacia la integración en las estructuras euroatlánticas. có en una espiral de violencia, En el campo de batalla s '11 I1'('('1 111.,111111
El desmantelamiento de la economía central planificada requería diferentes enfrentamientos. Hubo guerras entre los gobil'llIll, d, 1,\
agentes vinculados con la economía de mercado, una especie casi ~nexis- repúblicas que abandonaban la Federación y el gobierno de SI'IIII.I,
ten te en Rumania y Bulgaria. La ausencia de una clase empresanal y el que intentaba impedir la fragmentación de la qu nc 'hía ('011111 1.1
escaso atractivo para los inversores extranjeros constituían severas limita- nación yugoslava sujeta a su predominio. Hubo feroc 's luchas, Ivll,
ciones para la reestructuración del sistema económico. En principio, am- entre serbios, croatas y bosnios a raíz de los miedos y las in crtirhuulu «
bos países conformaron una periferia atrasada proveedora de pro.ductos generados por la creación de los nuevos estados y su manipulación plll
agrarios o artículos industriales estandarizados a los m~rcado~ occidenta- parte de dirigentes políticos y grupos paramilitar s qu '11('111:11>:\11 1"
les y con un volumen moderado de inversiones extranjeras dIrecta;. apropiación de t rrit rios on propósitos homog n izadores, o «.\ ,\
La caída del comunismo en la Federación Yugoslava fue la mas dra- través d la sang-rklll:1 "lilllpi"l.iI ('Ini a';. Una v Z pu sla '1111liI1'(' h.1 11
mática y acabó con la desintegración del estado. nfrontaci n, Illlle hll • dI ¡.IIIIII nrrastrar y otros s(' ('11('011111111.\11111
dl'ddidallll'lIl«' ('111111
t r 1 d.ld.\ II1 od" Ik ('/111' 1I\lIdo, (,111,1
V('IIf.{aIlZ:t,
354 Historia del siglo XX
Fin de una época 3

vez hubo menos espacio para reconocer en el enemigo de hoy al veci- el a~=esor serbio por un lado y todas las demás fuerzas por el otro, \IIn\
no de ayer. Y esto ocurría tanto entre quienes pertenecían a distintos ve~sIOn que soslayaba los episodios de cooperación entre Serbia y " l'
grupos nacionales o religiosos como en el seno de una misma etnia o acia .para el desmembramiento planificado de Bosnia-Herzegovina. 1.1,
confesión. En situaciones extremas, todo aquel que rechaza el naciona- serbios Radovan Karadzic y Ratko Mladic y el croata Mate Boban idl'II
lismo xenófobo se convierte en un antipatria para sus pares. tificados co~o ~ro~otores claves de las más brutales y masivas prác, icn
Primero fue el ataque yugoslavo a Eslovenia, que sólo duró unas se- de ~epuracIOn etníca en Bosnia, fueron acusados por el Tribunal 11111'1
manas, hasta que el nuevo estado concretó su separación. Después vino nacional como responsables de crímenes de lesa humanidad.
la sangrienta contienda entre Croacia y las milicias serbias, que procla-
maron -contando con el apoyo del gobierno de Serbia- la República
de Krajina en una zona croata donde eran mayoría. Después de que los
croatas y los bosnios votaran la independencia de Bosnia-Herzegovina, La limpieza étnica en Bosnia
la más heterogénea de las repúblicas federadas, los serbios que allí resi- Juan Goytisolo, escritor español y corresponsal en Bosnia del dlarl 11
dían se levantaron contra el nuevo estado y decidieron fundar la Repú- País, denunció la posición de las democracias occidentales frente I1
blica Srpska, nuevamente con apoyo del ejército nacional. En paralelo tragedia de la política etnicista y reconoció su impacto en la radie ll/lIli "1
con estas luchas, en enero de 1993 los croatas, apoyados por el gobier- del mundo islámico:
no de Croacia, se lanzaron contra los bosnios para crear el miniestado "En las semanas precedentes a mi tercera y última visita a Saraj v
de Herzegovina, donde eran mayoría. durante sus cuarenta meses de asedio, la ofensiva croata en la Kr 1)1i 1 1,
con la consiguiente expulsión o huida de la minoría serbia, hab! r d",
tado la respuesta de los ultranacionalistas de Karadzic y Mladle: I t (tilo
y conquista de los últimos enclaves bosnio-musulmanes teórie rn 1110
protegidos por la ONU. Se intentaba así poner al día, conform I1 111111
vas realidades creadas por la fuerza de las armas, el acuerdo pr 1 ¡Iti 11111
entre Milosevic y Tudjman en lo tocante al reparto de Bosnl II uo ¡ovlll 1
a costa del gobiemo legítimo de Sarajevo. [...]
Como dice la antropóloga belga Christiane Stallaert, 'desd IIVIIII
cimiento de que el propio pueblo es el que mejor responde I h TI H ¡I 11
de Dios sobre la tierra, los responsables de la política etniel I so , hlllllll
investidos de una misión mesiánica de alcance universal qu I f Ir1<11/( 11 11
imponer su propio orden étnico al mundo entero'. La retórle : 1101111 I 1
e identitaria lleva consigo, en efecto, el desbordamiento n r101110 1I1 I11
limpieza étnica o ideológica por parte de los supuestos h r 'O (./11/( 11I1111
las diferencias étnicas, religiosas o lingüísticas, una vez e nv 111<111 /111 1111
r:nuro insalvable, transforman al compatriota diferente en un t/ 'POI 1/11
La guerra civil yugoslava provocó un altísimo número de muertes no. Los españoles rojos no eran españoles rojos, sino rol ,(,(1 : lo
entre la población, musulmanes bosnios, deseslavizados de un plumazo, p 1101111 11
parte del aborrecido invasor turco de 1389. [...].
En Bosnia la guerra arrasó con todas las "minorías" que residían en los No quiero terminar esta evocación del genocidio de I p II 1611 11111 111
territorios conquistados por las "mayorías", aunque sin lugar a dudas mana de Bo ni ,In r r rlrm sus previsibles con eu n Iu'. 1111 1 1" 1 11
los bosnios musulmanes fueron las principales VÍctima. Gran part d qu I b 1 tlrll, .nl 1 Ipllllltl IcJ(Imr l' nel de lo p r leIOIlI Iln (jlll
los m di s d muni a iÓII polarizó a los hlU1(\OS bC'lig- f::\IlI('S nt r JI n()1 t 111 1/1 1111111 1 h 1 : '/1111)/ v y (J I m 11 .I(lv! I/Pl/II' I 11111111
Fin de una époc r
356 Historia del siglo XX
na; ~tro componente importante es el entramado de acontecimi nto
te protegidos no iban a pasarles factura es vivir fuera de la realidad. [...] penodos que, a través de procesos donde los intelectuales desempcñun
Conversé con algunos en Split y Sarajevo, y advertí su creciente radica- un ~apel relevante, los pueblos reconocen como hitos de su con i lIt l.,
lismo religioso Y convicciones yihadistas. Fueron ellos, junto a los comba- nacional. Yesta conciencia condiciona las acciones que se llevan a ';11111
tientes árabes de Chechenia, la punta de lanza de un proyecto estratégico ~n el presente. A mediados de 1989, Milosevic recordaba ante una mul
global que fraguaría en Afganistán Y culminaría con la creación de Al titud de serbios que ."e~ este lugar, en el corazón de Serbia, en el Ctllllpll
Qaeda y los monstruosos atentados del 11-S Y eI11-M. Como escribí en de Kosovo, hace seis SIglos, hace seiscientos años exactos, tuvo IlIg.1I
aquellas fechas al denunciar la pasividad de las democracias occidentales
una de las mayores batallas de la época (contra el imperio otomano
y su indiferencia a cuanto ocurre en zonas ajenas a sus intereses econó- El Kosovo ~e~oico ha alimentado nuestro orgullo y nuestra creativirl.ul
micos y estratégicos, sus secuelas iban a salpicamos a todos. Una vez durante sels~~entos años, y nos impide olvidar que hace tiempo /'1 hl,\
abierta la caja de Pan dora, ¿quién alcanzaría a cerrarla?" era una nacion grande, valiente y orgullosa, que permaneció imburul.r
aun en la derrota".
Texto publicado en El País, 3 de julio de 2005.' . celebrada a principios de 1999 en Rambouillet ,,111
d LaP conferencia
, /' , \
e aris, fracasó: Serbia, apoyada por Rusia, no aceptó que la se \11id ,,1
Cuando los bombardeos de la OTAN y las negociaciones politicas en del te~ritorio quedase a cargo de una fuerza militar de la OTAN. 111'11
Dayton pusieron fin a la bárbara conúenda en Bosnia a fines de 1995, gu~rnlla albano-kosovar estaba dispuesta a postergar la declara iou tll
Kosovo pasó al primer plano. En el momento en que la Asamblea de la, mdependencia. Desde marzo hasta junio de ese año ' la OTAN 1,\"
.
Serbia, marzo de 1989, aprobó una drástica reducción de la autonomía zo un mtenso bombardeo sobre Serbia, sin autorización expresa dI' 1I
de esta república, estallaron violentos disturbios, y en julio de 1990 los ONU, que destruyó puentes, fábricas, centrales eléctricas e insuil.u 1.1
diputados albaneses declararon "la independencia de Kosovo dentro nes de ~elecomunicaci~ne~ y golpeó duramente a la población. Sq~"1I
de la Federación Yugoslava". Mientras los serbios rechazaron de plano lo~ gobiernos de los principales países occidentales, este era el lil('dlll
esta posibilidad, algunos líderes kosovares -tanto los de partidos radica- mas eficaz para poner fin a los crímenes de Milosevic. No bSI:\l11t I

les como los coaligados al gobierno moderado- comenzaron a hablar algunos observadores d.enun~iaron estas acciones, que agredían iuju
de separación total por todos los medios posibles, e incluso anuncia- tamente a~ ~~eblo serb~o y VIOlaban las leyes internacionales. D('SIIIIí
ron una "Gran Albania", que incluiría a los albaneses de Macedonia d~ ~arendición de Serbia, la ONU autorizó el despliegue de una hll'll \
y Montenegro. A lo largo de la década de 1990 los enfrentamientos militar terrestre integrada por la OTAN y Rusia para mantener 101dI 11
armados crecieron en intensidad y nivel de brutalidad. En 1997 el hasta Y la paz en Kosovo. Los albaneses desplazados durante la guerra I'\W I
entonces nebuloso Ejército de Liberación de Kosovo se dio a conocer saro~ a ~us hogares y la mayor parte de los serbo-kosovares abandono 1.\
públicamente, llamando a la población a abandonar la resistencia pa- provmCIa en virtud de las acciones de venganza.
siva sostenida por el presidente Ibrahim Rugova y alzarse en armas. Al Milose~c fu~ acusado P?r el Tri.bunal Penal Internacional para 1.1,
año siguiente, este grupo anunció la "lucha armada por la unificación Yugosl~Vla de haber plamficado, instigado, ordenado y efectuado 1111.1
con Albania" y las fuerzas serbo-yugoslavas lanzaron una ofensiva mili- campana de terror, violencia y limpieza étnica sistemática, ef 1\1\111.1
tar desúnada a "restaurar la seguridad". por las fuerzas yugoslavas en Kosovo". Fue arrestado en 2001 tras S('I ,1"
Para gran parte de los albano-kosovares, que conforman la may ría rrotad~ en las elecciones presidenciales y murió en prisión cin 0"1111,
de la población en Kosovo, el predominio de los serbios signifi ah;1
d.espues. Faltaban ~pe.n~s cincuenta días para que el Tribunal pr 111111-
marginación social, económica y políúca; ellos no eran eslavos d l SUI' crara s~ fal~o. A pnnCIpIOs de 2008, el gobierno provisional de Kosovo
su memoria histórica era distinta de la de los serbios. Para los s rbios ('11 declaro umlateralmente su independencia.
general, no sólo para el grupo que compartía el mismo territorio ('01\ El c~ácter heterogéneo de los procesos de transformación ocurridos
los albanos, Kosovo constituía un símbolo central en la onstru i)1I dI a p.arar de la .ri~~sd los regímenes soviéticos europeos impide carac-
su idenúdad nacional. Si bien el factor religioso- ultural ti 11(' uu 111'11 t rizar la 1rHIISI('IOII(0111 un r. .nómeno
, único . No ob st an t e, a fiInes d e
destacado en la ele ción d \In arnino político, no pOI'('110lo ti lI'lllI
358 Historia del siglo XX
Fin de una época 359

los años noventa se reconocía una coincidencia: una parte importante blo- ganaron en las grandes ciudades. Yeltsin fue electo diputado por
de la nomenklatura había ingresado en las nuevas elites, tanto en los Sverdlovsk, su región natal, con el 84,4% de los votos. A fines de mayo
países de Europa Central, donde las reformas capitalistas avanzaron por escaso margen de votos, alcanzó la presidencia del Sóviet Supr mo
más, como en los de Europa Oriental, que tenían una economía más de Rusia. Su triunfo fue clave debido a su decisión de imponer la s b '.
estancada. Mientras en los primeros surgían nuevas clases dominantes ranía de las autoridades rusas sobre el gobierno de la URSS encabezado
asociadas a la configuración de un orden capitalista, en los segundos por Gorbachov. En junio de 1990 el Sóviet Supremo ruso declaró que
las elites aparecían asociadas a mafias que pugnaban por consolidar sus las leyes de esta república tenían prioridad sobre las soviéticas.
privilegiadas posiciones. Los comunistas de la vieja guardia resolvieron frenar el ascens dc
Yeltsin reconstituyendo el Partido Comunista de la Federación RlIIm,
disuelto por Stalin en 1925, e incorporando a sus militantes al PCUS.
Caos económico y fractura de los reformistas en la URSS A partir de esta medida, Rusia pasó a ser la única república s vi'·t¡e:,
En la segunda mitad de 1989, en la URSS los indicadores económicos sin una organización partidaria propia. En 1990, el Partido Comunista
no dejaban lugar a dudas: la perestroika se encontraba en estado de Ruso salió en defensa del unipartidismo y se opuso a la despolirizari )11
emergencia. En este contexto ganaron terreno los argumentos que en- de las fuerzas armadas impulsada por Yeltsin.
salzaban las virtudes del mercado presentándolo como la panacea que En el28º Congreso del partido, celebrado a mediados de 1990, C:OI
permitiría superar el caos económico. Según este enfoque, sólo se re- bachov quedó entre dos fuegos cruzados: los conservadores lo niti •. 1
quería la voluntad política de liberar los precios y suprimir los controles ron con dureza y expulsaron del Comité Central a uno de sus olal>.1
burocráticos. Gorbachov rechazó este giro y siguió apoyando un rumbo radores, y el grupo encabezado por Yeltsin le pidió que abandona r" 1'1
cauteloso, que, en medio de la crisis, tuvo escaso eco en la población. partido, y, ante su negativa, se retiró del recinto. Los reformistas radic'a
Yeltsin, por su parte, optó por el cambio radical y simultáneamente les dejaron de ser una fracción rival en el seno del partido gobcrnaut '
afianzó su poder en la Federación Rusa, la república que tenía el 72% para convertirse en una fuerza política opositora, y Yeltsin OlUl'III'.):1
del territorio y e152% de la población total de la URSS. En el plano eco- rivalizar abiertamente con Gorbachov por el control del pod .r. 1':11-\0
nómico se declaró a favor de la liberación de los precios y la propiedad bierno de Rusia entró en una guerra de decretos con el gobierno dI' 1.1
privada, y en el político hizo campaña para recortar las atribuciones del URSS, reclamando el control de las reservas bancarias, los diamantes, \,1
PCUS e impulsar el multipartidismo. oro y otros minerales estratégicos en su territorio. Gorbachov 1'('('1111 (J

En marzo de 1990 el Congreso de Diputados del Pueblo aprobó una al veto presidencial para evitar que las maniobras rusas lo onvirí iC'1¡III
nueva Constitución cargada de ambigüedades: creó el cargo de pre- en jefe de un estado soviético nominal.
sidente para fortalecer a Gorbachov, avanzó hacia el reconocimiento En septiembre de 1990 los dos dirigentes acordaron una tn'I-\II:1p.II,1
de la propiedad privada y propuso limitar el monopolio del PCUS sin consensuar medidas de emergencia frente al caos económico, 1':1"1'1.111
aceptar el pluralismo político. Tras esta medida siguieron las elecciones Shatalin de los quinientos días" contemplaba la privatiza iÚIId(' !:tI! ('111
de los sóviets locales y supremos de las repúblicas, que significaron una presas 'estatales y las granjas colectivas, la liberalización de los (11'('(10M,
dura prueba para los candidatos del partido gobernante. la reforma del sistema bancario para la creación de lín 'as ek ('I'('dlto
Aunque los partidos políticos seguían ausentes, estos comicio s asu- privado y la conversión del rublo. Como los revolucionarios (k (1111
mieron un sesgo más democrático debido a la presentación de listas de cipios del siglo XX, volvieron a caer en la utopía d qu Ii, voluut,ul
candidatos con programas y plataformas ideológicas dispares. Ya esto política era condición necesaria y suficiente para salvar la br(·('lta ('lItl (
se sumó el hecho de que, a diferencia de las elecciones del Congreso, los datos del mundo material y las metas propuestas. L s novatos 1'( (111(1
no hubo escaños reservados para la votación indirecta. En siete repúbli- mistas soviéticos que apostaban a la panacea del libr , mercado 1111'11111
cas el poder pasó a manos de fuerzas de distinto signo que compitieron alentados y ases rados (lOI'los ncoliberales d O id ntc, CJII(' 111 11di'
con las listas comunistas. En la Federación Rusa, los candidatos de Ru- ('11'n.tas ran ('('01111111
Nt,1 c' (lc l'tOSpero tan ruodamelltalist:ls 1'0111011
sia Democrática -otrora el Grupo Interregional n 1C ngreso d >1. Pu - par' :s sovi(,til'o .
360 Historia del siglo XX Fin de una época 361

Gorbachov descartó el Plan Shatalin y optó por una alternativa cen- tres del Transcáucaso -Azerbaiyán, Armenia, Georgia-, las cinco de Asia

tralista que no fijaba plazos concretos para las reformas y sustituía la Central-Kazajistán, Turkmenistán, Tayikistán, Kirguistán y Uzbekistán- y,

liberación de los precios por un incremento aprobado por el gobierno, por último, las creadas en la Segunda Guerra Mundial: Moldavia y las tr

descartando asimismo la privatización acelerada. Este proyecto fue apro- bálticas -Lituania, Letonia y Estonia-. Casi todas englobaban unidades

bado por el Sóviet Supremo de la URSS en octubre de 1990, mientras las políticas y administrativas menores, parte de las cuales se correspondían

autoridades rusas ponían en marcha el ''Plan de los quinientos días". con una nacionalidad reconocida como dominante. El caso extremo,
en este sentido, era el de la Federación Rusa, un estado multinacional
integrado por ochenta y nueve entidades con diferentes estatus: veintiún

La desintegración de la URSS repúblicas, seis territorios (kral), cuarenta y nueve regiones (ob/ast), un

La liquidación de la URSS y los enfrentamientos armados en la Federa- región autónoma, diez territorios autónomos (okrug) y dos ciudades f d
rales, Moscú y Leningrado.
ción Rusa, básicamente en la zona del Cáucaso, no fueron consecuencia
lineal del "despertar de las nacionalidades" en el marco de la glasnost.
"Divisiones administrativas de la Federación Rusa", en Revista C/DO
d'Afers /nternaciona/s, nO59,2002. Disponible en: http://www.cidob. r J/
es/publicaciones/revistas/revista_cidob_d_afersjntemacionals/num_
rusia_10_anos_despues . .1
Comunidad de Estados Independientes

Es indudable que los grupos nacionales reprimidos por Stalin o 1,. Si'
gunda Guerra Mundial y subordinados política y cultural m ni' b:!jl'
el régimen soviético encontraron en el nuevo clima de apertura un ,'.
cenario propicio para expresar sus reclamos. Pero la crisis d 1 e nll .1
lizado y multinacional estado soviético fue producto de una ompk-j.,
combinación de factores, en la que desempeñó un papel d cisivlI 1,1
desintegración del Partido Comunista: organización y agent que, r-n
forma cada vez menos eficiente, articulaba las diferentes pi zas (I¡- c' "
rompecabezas que era la URSS.
Las reformas introducidas por Gorbachov dieron lugar a una ('a ,líe ,1
situación económica, que a su vez fue acompañada por la pari ióu el,'
grupos y facciones que alentaron y promovieron demandas onflic ti .1
que socavaron las bases del estado multinacional. La decisié n (\(- los 1('
formistas a favor de la liberalización política, asociada 00 '1 (,II,'NI o
namiento a los dirigentes de las repúblicas consolidados al alor dI' 1,1
estabilidad de los cuadros sostenida por Brezhnev, hizo posible «111'lo
Esta comunidad inicialmente estaba integrada por Armenia, Azerbaiyán gobernantes comunistas de las repúblicas y las figuras d I Cfllllp" dlll
Bielorrusia, Kazajistán, Kirguistán, Moldavia, Tayikistán, Turkmenistán, dente se lanzaran a la arena política esgrimiendo las consignas dd 111I1!t1
Uzbekistán, Ucrania y Rusia. Georgia se incorporó en 1993 y se retiró en partidismo y el nacionalismo. Pero el resquebrajamiento d 1 'nll':II,,:ul! I
11
2009. Turkmenistán se convirtió en miembro asociado en 2005. soviético también dio paso a la explosión de conflictos horizoutulo . "
decir, entre los dif r nt('s grupos étnicos y lingüísti s que Ilw/,rl:tdll
Al inicio de la perestroika, la URSS estaba integrada por quince repú- n una misma rep¡'lIllie a, l('lvi"di aban la r a ión el nuevas III,lehul.·
blicas: las tres eslavas -Ucrania, Bielorrusi y I F deración Rusa-, las p líti as ('''I,clllcI,1 !" I I 1'1 II! ip 11de' las pc I lacioncs hOlllo!{ '11(',\11. ,': 1,1
362 Historia del siglo XX
Fin de una époc '1

aspiración desembocaría luego en feroces combates armados y en el des- comunistas y nacionalistas que reivindicaban una mayor autonomía ('( ()
plazamiento de cientos de miles de familias de sus hogares. nómica y política. Bielorrusia aprovechó la descentralización indurid.r
En el marco de la perestroika los movimientos nacionalistas perifé- por la perestroika, pero la sociedad no se movilizó en torno a r iviudl
ricos asumieron diferentes fisonomías, dado que no había un conjun- caciones nacionalistas. En Ucrania y Bielorrusia, los comunistas 10(':11(,
to de pueblos que compartiesen homogéneamente la subordinación que ganaron las elecciones de marzo de 1990 se sumaron a la ola dI
a un centro dominante arbitrario. El entramado de la URSS era más cuestionamiento al poder central. A mediados de 1990 el Sóvi t tJ( 1,1
complejo. Las repúblicas que la componían tenían diferentes niveles de niano proclamó la soberanía de la República: tendría derecho a po ,"-1
desarrollo económico, distintos grados de cohesión interna y sus pobla- su propio ejército y sus leyes prevalecerían sobre las del gobi rno c ""
ciones habían transitado disímiles trayectorias. Por ejemplo, si los bálti- tral. Los comunistas de Bielorrusia siguieron el mismo camino.
cos recordaban que desde Versalles hasta el pacto Ribbentrop-Mólotov En el Cáucaso, en cambio, las reivindicaciones de mayor autououita
habían contado con estados soberanos, los kirguises y los turkmenos ca- desataron una compleja y sangrienta escalada de conflictos, que C'lItl I
recían de un pasado como nación. Si la URSS se desmoronó fue porque lazaron los reclamos contra Moscú con las protestas que conduje¡ IlIt .1
entre las reivindicaciones nacionalistas se destacó la de la Federación la lucha armada entre comunidades que disputaban el control ell' 11"
Rusa, esgrimida por Yeltsin para derrocar a Gorbachov; porque en el mismo territorio. Un proceso similar se desencadenó en Moldavl.i,
marco del caos económico los gobiernos locales pudieron y tuvieron
que encarar la gestión de sus propios recursos; y porque, frente a la
decisión de Gorbachov de reformular la relación entre el centro y las
repúblicas en un sentido federativo, los comunistas de la vieja guardia El Cáucaso y Moldavia
resolvieron dar el golpe del 19 de agosto. El Cáucaso es un territorio de algo menos de medio millón de kllóIIH 110
En el proceso de desintegración de la URSS coexistieron diferentes cuadrados, ocupado por un abigarrado mosaico de pueblos, n j( 11
trayectorias. Por un lado, la de las repúblicas del ámbito occidental -Ias entrelazaron las guerras civiles desatadas en las repúblicas d I I 11\
tres del Báltico y las dos eslavas, Ucrania y Bielorrusia-, donde la refor- cáucaso no ruso con los conflictos armados de la zona norte IvlcIIdll 1111
mulación del vínculo con el centro a través de la guerra de leyes primero distintas repúblicas (Chechenia, Daguestán, Osetia del Nort , In ¡II (lit,
y con las declaraciones de independencia poco después no fue atravesa- Karachayevo-Cherkesia, Adigea y Kabardino-Balkaria) integr I n It
da por conflictos internos. No obstante hubo marcados contrastes entre Federación Rusa.
el curso de las repúblicas bálticas y el de las eslavas. Estonia, Lituania y En la Transcaucasia, entre las comunidades más numeras
Letonia encabezaron la oleada nacionalista, y las decisiones separatistas armenios y azerbaiyanos- se distinguen fuertes diferencl s n t tlnlm
de sus dirigentes -incluidas algunas figuras del Partido Comunista como económicos y sociales, destacados contrastes culturales, di lInl ( I l/n'
Algirdas Brazauskas, primer secretario del Comité Centrallituano- fue- con Moscú, y fronteras variables y artificiales impuestas por l. It IIICIn
ron un factor decisivo para el desgaste del gobierno de Gorbachov. El existía la URSS, Tiflis, la capital de Georgia, tenía más pobl 161 lIIlUlIl1 I
nacionalismo ucraniano, en cambio, surgió un año después que los del que ninguna otra ciudad, yel desarrollo de la burguesfa d t nuolon t
Báltico y Armenia, posiblemente porque el parentesco con lo ruso com- lidad había cargado al nacionalismo georgiano de un profun O 11111
nlrII1
plicaba la afirmación de una nacionalidad diferente. El movimiento na- to antiarmenio. Gran parte de los azerbaiyanos, que adherf n 11'lrun,
cionalista más fuerte se dio en Ucrania occidental, incorporada recién se sentían más próximos a los turcos que a los cristiano ,con Il/Iollo
durante la Segunda Guerra Mundial, y fue un caso complicado, dado compartían el territorio. Las rivalidades entre estos "vecino" 1 111111111
Iyol
que los fuertes sentimientos antisoviéticos convergían con la falta de una visibilidad que el rechazo a un poder central que los ruso J r f 1111111
tradición estatal autónoma y con un significativo vínculo nacional con distancia.
el resto de Ucrania. La tragedia de Chernobyl fue un factor determi- Esta región fu n rl d I primer enfrentamiento n
nante de la activación de los disidentes y en 1989 hizo su aparición 1 rio I un I (Itlll ( le n n6 entre armenl
Movimiento Popular Ucraniano por la Per str ika (Ruj), fundad p r d I 11\( viII, Idl 11111
dI It I I 11
Ir nI r n r br ro d I
364 Historia del siglo XX Fin de una época 36

provincia autónoma de Alto Karabaj, incluida en la república de Azerbai- das por el ruso. Pero la construcción identitaria nacional asumió UII
yán, fuera parte de Armenia. Durante años, una guerra civil singular, en la fuerte tono xenófobo, no necesariamente antirruso: en muchos caso. f
que se enfrentaron quienes habían convivido en un mismo territorio pero el principal enemigo pasó a ser el "vecino". Este fue el caso, entre lro. f
reivindicaban dos estados diferentes, asoló a esta zona. de los osetios y los abjazios, que defendieron a punta de pistola y 011
En Georgia, después del triunfo electoral de los nacionalistas, se declaró ayuda rusa su decisión de separarse de la república de Georgia cuando
la independencia en abril de 1991 e inmediatamente los osetios y los los nacionalistas georgianos rompieron el vínculo con Moscú.
abjazios, temiendo quedar como minorías en el nuevo estado nacional, Para frenar la descomposición del estado multinacional, Corbachuv
exigieron mayor autonomía. propuso renegociar las relaciones entre el poder central y los r puhl
La república de Moldavia fue creada en 1947 vía la fusión de la Besa- canos. Convocó a un referéndum en marzo de 1991 para pregunuu k-
rabia rumana -anexionada en 1940 por la URSS en virtud del pacto a la población si consideraba necesario mantener la URSS. El 0% dl'l
Mólotov-Ribbentrop- con las tierras situadas al este del río Dniéster, el electorado asistió a la votación y el 58% de los inscriptos se pr 111111( io
llamado Transdniéster. Mientras la población de la antigua Besarabia de- a favor. Pero la consulta fue boicoteada por los gobiernos d las u e'
bate su identidad nacional entre la especificidad moldava y el regreso a repúblicas bálticas, Georgia, Armenia y Moldavia. Al mes sigui 111(', el
Rumania, la que ocupa la estrecha franja del Transdniéster -la zona más presidente soviético se reunió en Novo Ogarevo con los gob flla'l!e
industrial y próspera- es predominantemente eslava (rusos y ucranianos) de las nueve repúblicas que habían llevado a cabo el referéndum I'ill \1

y nunca formó parte de Rumania. acordar las pautas de un nuevo régimen más federalista. En princi 1,le) e'
Cuando, al iniciarse la perestroika, el nacionalismo prorrumano se convir- resolvió detener la "guerra de leyes" y Gorbachov se mostró dixpuestu .,
tió en la tendencia dominante en detrimento de la diversidad histórica y conceder una fuerte reducción de las competencias del Kr rnlin ('" l.,
cultural de sus habitantes, se puso en marcha un proceso secesionista.
recaudación impositiva, el uso de los recursos naturales y 1 01111 01 dI
Las autoridades rusófonas del Transdniéster proclamaron su indepen- las fuerzas de seguridad.
dencia luego de que la República Moldava abandonase la URSS días des- Mientras los conservadores del PCUS calificaban com "acta de' de
pués del golpe del 19 de agosto. función de la URSS" el documento suscripto en Novo garcvo, e·l!
En junio de 1992, los habitantes del Transdniéster recibieron a tiros a los
sin -presidente de la Federación Rusa desde junio de ]991- (11111'11.,11.1
tanques moldavos que querían someterlos. Hubo centenares de muertos,
sus competencias en desmedro de Gorbachov y eliminaba la h\jl'l ('!le 1.1
hasta que intervino el ejército ruso. Desde entonces el conflicto está del Partido Comunista sobre el aparato administrativo y las ''''1)1 e' il
congelado. Mientras Chisinau reclama el retiro de los militares rusos, la
La plana mayor del PCUS decidió recurrir a la fuerza p ra Ih'II:11 ( te
República Moldava del Transdniéster espera que Rusia, con la que carece proceso.
de fronteras, sea la locomotora de su desarrollo. ,1 Mientras Gorbachov pasaba sus vacaciones en Crim a, I(lN e'I'I"oI,1
del poder ejecutivo, el ejército y la KGB -con el r paldo 1.11 jlo tle 1
Por último, en las cinco repúblicas de Asia Central la secesión fue con- Politburó y el Sóviet Supremo- declararon el estado de m('I'f.\('11I 1,1 e 11
secuencia directa de la caída del gobierno de Gorbachov. Sin embargo, todo el territorio de la URSS y crearon un Comité Estatal q\l(' ,1 11111111
en el marco de la perestroika hubo estallidos de violencia que afecta- plenos poderes "en virtud de que el estado de salud d ' M!jall (:ell 11,1
ron, básicamente, a los grupos caucasianos desplazados a esta región chov le impedía cumplir con sus funciones". El vicepr 'SiO('"I(' O( IlpO e I
durante el período estalinista. sillón presidencial para "evitar el caos y la anarquía" qu ' ;1111('11:11,,111.11,
Las declaraciones de soberanía aprobadas por las dirigencias republi- la seguridad de los ciudadanos y la "integridad territ rial" de 1:11JI .', "
canas entre 1989 y 1990 intensificaron el caos económico y cuestionaron "salvar la economía de la ruina y evitar la escalada d ,1 p< lif.\lo de' 1111
la existencia de la URSS al transferir el control de los recursos básicos amplio conflicto civil", El golpe del 19 de agosto de 1991 1'1\'( iplto (.,
d sintegración d 1 'st (Ido s vi' tico.
de Moscú a los gobiernos republicanos. Las dirigencias republicanas
tomaron medidas para apuntalar la identidad nacional, entre ellas la y. ltsin reH (iOlle) iunu-dintumcnt . O nun ió I ami io d '.\11101 eI.1

recuperación de las lenguas maternas que habían qu dado p st r~a- d('s 0'"011" HI,IJle tll e 1,1110 Co if.\i6 1'11 ',. ,,('('ellO a <:(11 1>:1( huv p.lI"
366 Historia del siglo XX Fin de una époc 3 ,

comprobar su estado de salud. De todas las repúblicas soviéticas, sólo cuales procedían (hidrocarburos, complejo militar-industrial, I1W(.1
Rusia y las tres bálticas condenaron el golpe. El asalto de la Casa Blanca lurgia). En medio de los profundos cambios surgió un gran númoiu
por las tropas especiales de la KGB, que parecía inminente en la noche de empresas más modestas, cuya privatización fue controlada P(H 1;1
del martes 20, no se produjo. El presidente ruso tomó el timón de los autoridades regionales. También en este ámbito gravitaron el J~\VOI
acontecimientos, despojando de todos sus poderes al Partido Comu- tismo y los lazos poco transparentes entre políticos locales iudu
nista, y el vendaval anticomunista iniciado en Rusia estimuló similares triales, pero la lógica del funcionamiento empresarial en 1 plallll
medidas en toda la URSS. Gorbachov dimitió como secretario general regional fue mucho más sensible a los problemas y las preSiOIH'1Id.
del PCUS, reprodujo los decretos anticomunistas de Yeltsin y ordenó la la población.
disolución del Comité Central del partido. Yeltsin tuvo su peor enfrentamiento político en el otoño de 1!)q'l
A comienzos de diciembre de 1991, Rusia, U crania y Bielorrusia -sin cuando la Duma, todavía heredera de las últimas eleccione sovi(·t¡(.\
atenerse a la ley vigente que regulaba las condiciones para que una re- de 1990, desafió ~biertamente las medidas de la presidencia. La pl ¡11( I
pública abandonase la URSS, pero invocando su condición de firmantes palfuerza opositora era el cada vez más nacionalista Partido Comunl 1.1,
del tratado constitutivo de la Unión Soviética en 1922- declararon que dirigido por Gennady Zyuganov. El choque culminó con la sangl ¡,·1I1.1
la URSS había dejado de existir "como sujeto de derecho internacional toma del edificio de la Duma por los militares, que produjo un :¡I(o 1111
y como realidad geopolítica". Sin nación que gobernar, Gorbachov le mero de muertos sin perjudicar por ello la figura de Yeltsin.
entregó a Yeltsin el maletín que contenía los códigos de lanzamiento El presidente contó con el apoyo internacional y, en el plano ill('IIIII,
de los misiles nucleares, y la bandera roja con la hoz y el martillo fue ganó el referéndum de reforma de la Constitución en dici rnbn- (1<- l' "
arriada del Kremlin a fines de diciembre. mismo año. Aunque Yeltsin retuvo la presidencia hasta 1999, Sil lid('IM
go se deterioró de manera drástica. En su primera elección OItIO¡tll' i
dente de Rusia enjunio de 1991, cuando todavía existía la RSS, h.III .\
El espacio postsoviético obtenido más del 50% de los votos compitiendo con varios (;lIIdl.l.lIo
El gobierno encabezado por Yeltsin no dudó en arrastrar a la sociedad comunistas. Cinco años más tarde, con una sociedad rusa inmr-rsu C'II1.1
rusa a un drástico salto hacia el capitalismo. La economía quedó librada crisis y el desencanto, fue necesario convocar una segunda vIII'lId, "11l.,
a las reglas de juego del mercado a través de las intervenciones estatales que Yeltsin obtuvo el 53,8% de los votos, mientras qu su prillfip¡d 11 ,d,
a favor de los grupos económicos que se enriquecían y apoyaban al el comunista Zyuganov, recogió el 40,3%.
nuevo jefe político. Los efectos del "capitalismo salvaje" sumieron en En el transcurso de los años siguientes la figura de y¡ ltxin Il'l('do ••ltI,1
la pobreza a millones de habitantes, la inflación se disparó, los sueldos vez más asociada a la corrupción, la incapacidad y el autorit:u iSIIIC l. 1".11
cayeron, los ahorros se esfumaron, y el mercado negro y los sobornos diciembre de 1999 presentó como su sucesor a VIadimir Putin, qllit'I\ "11
pasaron a formar parte de la economía cotidiana. los comicios de marzo de 2000 se impuso cómodament on d :,'I,!III:•• 11
La privatización de la economía rusa favoreció a la llamada "oli- nuevamente opositor Zyuganov, que obtuvo menos d 130% d(' lo. Vlllo
garquía" rusa, que a su vez la fomentó, con Boris Berezovsky, Vladi- Los principales desafios a Moscú en el seno del estado multiu,« lc111.11
mir Gusinsky y Borisovich Khodorkovsky a la cabeza. Su gran poder ruso provinieron del Cáucaso norte. En esta zona, I s h(·( Iac'II" ,1 11
económico fue reforzado mediante la entrega de la propiedad de los mieron las reivindicaciones independentistas más radi 'I\(-S y las d. Ic11
medios de comunicación a los partidarios del gobierno: así se creó dieron con las armas en dos cruentas guerras: la d 199'1-1 DIH¡, I 11"11tlo
un "círculo virtuoso", para la minoría beneficiada, entre gobierno, los rusos fracasaron en subordinar la región, y la ini i da '111\HIO, • 11.1
poder económico y medios de información. El puñado de oligarcas etapa de combates activos finalizó en 2002 con la d HOla (k lo • hc
favorecidos por el Kremlin consiguió el control de los grandes polos chenos. No obstante, Moscú mantuvo hasta abril d 2009 r-l ('.1.1110d.
financieros, industriales y mediáticos y se sumó a la especulación in- guerra con el pr t xto el ombatir la "amenaza d II rrorisruu".
ternacional en desmedro del desarrollo de una base productiva que La nu va RlIsia ¡IIHn'S!)r-u las rganiza i n s int 'rn,\('ioll;tI(, .1 1.\
fuera más allá de los sectores tradicionalm nt pr d minantes d 1 s que la URSS 011cll.1 "11.1111.1 0J"I(,,~tO: n abril de 191) IH'. UIIII).rl 1'. 11

,I
368 Historia del siglo XX Fin de una éooc 38

do Monetario Internacional, que empezó a concederle créditos; enju- desempeñó un papel protagónico en la mayoría de ellos. Rusia ha pl't'
nio de 1994 pasó a integrar la Asociación por la Paz, impulsada por la tendido, y en parte conseguido, mantener su influencia en lo que Ju '1'i
OTAN; y un mes más tarde fue admitida en las reuniones de carácter el espacio soviético. También ha querido preservar una posición privi
político del G-7, dando paso al G-8. legiada en la esfera internacional, en un nivel parecido al de la antíguu
En el momento de la disolución de la URSS, en diciembre de 1991, los URSS. Tras la disolución de la Unión Soviética, Moscú ocupa el pu 'Sln
presidentes de Rusia, Ucrania y Bielorrusia dispusieron la creación de permanente de la URSS en el Consejo de Seguridad de la ONU 011la
un organismo que siguiera coordinando las actividades fundamentales aquiescencia de los países de la CEI.
del estado que estaba a punto de desaparecer. Al proyecto de creación A pesar del vendaval que arrasó con los pilares del orden sov] '
de la Comunidad de Estados Independientes (CEI) se unió rápidamen- tico, en las cúpulas dirigentes de la mayoría de los nuevos eSlado
te el resto de las repúblicas, a excepción de las bálticas y. de Georgia, prevaleció la continuidad de los funcionarios y el marcado sesgo HII
que se integraría más tarde. Sin embargo, la CEI tuvo serias dificultades toritario de sus gobiernos. En casi todas partes, el pregonado "dV!'
para consolidarse. Por una parte, los nuevos estados se mostraban más nimiento de la democracia desembocó en la anarquía, y en al~llIlo
interesados en reforzar sus propias instituciones que en mantener las países "los señores de la guerra" llegaron al poder. En la mayoll:1
comunes preexistentes. Por otra parte Rusia, la principal interesada en de los casos hubo un fuerte reclamo pidiendo orden y la r 'lcdoll
mantener la cohesión del conjunto, vivía una crisis que la incapacitaba contra el caos condujo al fortalecimiento del poder presid 'lId:II,
para atraer a las otras repúblicas hacia su esfera de influencia. Los presidentes, elegidos por sufragio popular, se distanciaron d( In
La perspectiva acariciada por Yeltsin de colocarse al frente de una democracia asociada al desorden sin negarla discursivam n le; pOI
comunidad organizada como un espacio económico integrado y asumir el contrario, conservaron sus formas mientras la vaciaban d . (',)lit"
el control centralizado del poderoso arsenal militar no pudo materiali- nido. Con la excepción de los estados bálticos, las "demo nl('ias d"
zarse. Una expresión clave del enrarecido clima que enmarcaba las rela- imitación" se propagaron por casi todo el territorio postsoviét ico, 1':11
ciones entre los nuevos estados fue la rivalidad entre Rusia y Ucrania. El casi todos los países hubo intentos de manipular el proceso elt-('tol,d,
gobierno ucraniano decidió contar con fuerzas armadas propias y que- apelando para ello tanto a la inhabilitación de los partidos "pdiglo
darse con parte de la flota del mar Negro, que, según Moscú, constituía sos" como al fraude liso y llano. A todo esto se sumaron las l'('llc'lll
una fuerza estratégica y por lo tanto debía mantenerse bajo el mando das reformas constitucionales destinadas a limitar las pr('I'\'o/o\:lt iI
conjunto de la CEI. Estas tensiones, sumadas al separatismo de las auto- del poder legislativo. Además, casi todos los presiden e 's ('1111('111.1
ridades rusófonas de Crimea, alejaron significativamente a los dos países ron violentamente al Parlamento o bien lo relegaron a UII s('gulldo
que habrían podido motorizar una entente eslava en el seno de la CEI. plano, recurriendo a las consultas populares para legitimar el 1-\ 1(1
La consecuencia inmediata de la desintegración de la URSS fue la hacia el presidencialismo. A lo largo y a lo ancho del espacio pn,~t
aceleración del desplome económico. En todas partes se levantaron ba- soviético hubo una oleada de conflictos entre presidentes y pal'!;rIlH'"
rreras arancelarias y algunas repúblicas acuñaron moneda propia, pro- tos -muchos de ellos elegidos por sufragio popular antes el J ('ol:rp u
vocando de ese modo la desarticulación de los sectores productivos y los soviético- que no desembocaron en el uso de la fuerza armada, ('01110
mercados internos. En casi todos los nuevos países el hundimiento de ocurriera en Moscú.
los viejos gigantes industriales de propiedad pública, combinado con la En Azerbaiyán y Georgia hubo un momento inicial de gobj('rllo ,'11.
ausencia de instituciones y códigos reguladores, posibilitó la aparición cabezadas por antiguos disidentes, seguido por un largo p 'riodo "1\
de compañías privadas, gestadas, en gran medida, por los miembros el que el poder político ha sido ejercido por figuras prov ni( 111('11
d,'1
de la elite soviética que habían logrado acumular fabulosas ganancias régimen soviético. Los nacionalistas azerbaiyanos que d rr aron ul He,
apropiándose a bajos costos de los bienes estatales y también gracias a la bierno prorruso en mayo de 1992 fueron desalojados n s 'Plj, 1111111'
proliferación de actividades ilícitas, en algunos casos criminales. d 1993, Y el viej norn nklaturista miembro de la K B I i<'ydHIAl C'
Simultáneamente, los conflictos nacionales desatados al calor de la - u stionado por (:'lI'hllrhov 1'1)1985- ocupó la pr sid "d:1 hasta \1
perestroika se prolongaron en el tiempo y la intervención militar rusa mu rl ('1) ( OO,! Y 1\1, IU l'" el •• 1'''1 Sil hijo Ilham,
370 Historia del siglo XX
Fin de una época 371
El dirigente georgiano Shevardnadze, canciller de Gorbac~ov h,asta
1990, ocupó la presidencia de su país tras el golpe que derroco al hder mantener el orden", el nuevo jefe de gobierno provino del aparato o
nacionalista y anticomunista Zviad Gamsajurdia en 1992. Shevardnadze munista -aunque de una fracción diferente de la de su antecesor-o EJI
renunció a fines de 2003, presionado por las movilizaciones de la opo- el resto de las repúblicas, los secretarios generales del PCUS pasaron :1
sición, la llamada "revolución de terciopelo", frente a unas elecciones ser los nuevos presidentes: Nursultán Nazárbayev en Kazajistán, ap:u
legislativas calificadas como fraudulentas. murad Niyasov en Turkmenistán, Askar Akáyev en Kirguistán e Ishuu
Armenia, en cambio, se destaca como un país relativamente estable Karímoven Uzbekistán. Aunque confirmados en sus cargos medianu-
elecciones, estas fueron calificadas como muy irregulares en Occid '111 C',
y seguro pese a la guerra de 1992-1994 en to~no al ~to ~rabaj. Su
economía ha mantenido un crecimiento sostenido gracIas al mgreso de Casi todos se han convertido en "presidentes vitalicios": el úni O qllc'
capitales privados atraídos por la desnacionalización d~, las empresas. perdió su puesto a raíz de una corta revuelta en marzo de 2005 (lit' C'I
kirguiso Akáyev.
También en este país, la perestroika dio lugar a la creacion en 1989 de
la primera organización política de oposición, el Movimiento Naciona~ El derrumbe de la economía central planificada fortaleció al n '01 i I)e'
Panarmenio, que se centró en reivindicar la anexión del Alto Karabaj ralismo en casi todo el mundo. En los años noventa, el cuestionaruíeuu,
sin cuestionar a Moscú. En el plano internacional, Armenia cuenta con al libre mercado fue descalificado como generador de falsas ilusion«
apoyos amplios y variados: aunque debido al co~f1~ctolatente, en el Alto en torno a la capacidad de la voluntad política para incidir positiviI
Karabaj sufre el bloqueo decretado por Azerbaiyán y Turquía, no obs- mente en el rumbo de la economía. La crisis del partido m nolítko
tante recibe el apoyo de Rusia y de los Estados Unidos y mantiene muy que encabezó las reformas en la URSS condujo a la desintegra ión dd
buenas relaciones con Irán. único imperio multinacional del siglo XIX que había prol ngado ,~II
En Ucrania los dirigentes comunistas, entre ellos el primer secretario existencia durante el Xx. La desaparición del bloque soviéti O I lIW /111
del partido Leonid Kravchuk, muy tempranamente se mostraron dispues- a la Guerra Fría, pero en lugar de la esperada paz, las luchas arnuulu
tos al diálogo con el movimiento nacionalista. La nomenklatura ucra- en los países del Tercer Mundo y las guerras entre algunos de dio
niana dio pasos pragmáticos para adecuarse al nuevo clima y Kravchuk la única superpotencia sobreviviente pasaron a ocupar el prim '1' ))1:111"
del escenario internacional.
fue el primer presidente del nuevo estado nacional ucraniano. Aunque
intentó gobernar un segundo período, en 1994 fue derrotado por su ex
primer ministro, Leonid Kuchma.
En contraste con el sesgo cada vez más europeísta de Kuchma, el
gobierno del comunista Aleksandr Lukashenko en Bielorrusia s~ alineó
decididamente con Moscú. Su larga y autoritaria permanenCIa en la
presidencia contó con el aval de dos plebiscitos -cuestionados en el
plano internacional- que extendieron los plazos de su mandato. Desde
la campaña presidencial en 1994 Lukashenko se definió a favor ~e la
vuelta a los métodos de control administrativo sobre la econorrua, la
desaceleración de las privatizaciones, la imposición de controles sobre
los precios y los salarios, y el establecimiento de una unión aduanera y
económica en el seno de la CEI.
En Asia Central se produjeron las continuidades más consistentes
y prolongadas, con la excepción de Tayikistán. En este país, la .desti-
tución del presidente comunista por un bloque de fuerzas OposIt~r~s
con acentuado predominio musulmán condujo a una larga guerra CIVIl,
desde 1992 a 1997. No obstante, tras el ingreso del ejércit rus "para
388 Historia del siglo XX Crisis y desintegración del Tercer Mundo 389

comunicación y también algunos analistas suelen colocar en el centro América Latina


de los conflictos las rivalidades étnicas, presentando la identidad étnica El ciclo de movilizaciones de fines de la década de 1960 -protestas s
como un dato casi natural, como un núcleo esencial de las creencias y los ciales y acciones armadas de grupos que, en nombre de la revolución,
valores que en los pueblos más atrasados y "de sangre caliente" no admi- recurrieron al terrorismo- fue brutalmente cerrado por las dictaduras
ten el debate e impulsan las limpiezas étnicas. Más recientemente se ha militares de nuevo signo. Entre 1973 y 1982, en parte de los países más
difundido la versión de las "nuevas guerras", que privilegia los objetivos desarrollados del continente -Chile, la Argentina, Uruguay y Brasil- s '
económicos de diferentes actores como causa central de los conflictos. impusieron regímenes dictatoriales que no dudaron en avanzar ha ia
Este enfoque subraya la conexión entre la explotación y el comercio ile- la construcción de un estado al margen de la ley para instrumentar una
gal, ya sea de los diamantes, el petróleo, el oro o el coltán, y el enriqueci- represión brutal -que incluyó la tortura, la desaparición y el asesina-
miento de los señores de la guerra, de los gobernantes corruptos y de las to- contra vastos sectores de la sociedad. Todo esto en nombre de la
grandes compañías transnacionales, particularmente en los persistentes defensa de los valores nacionales, contra la amenaza del terrorism y
conflictos africanos. En este caso, "la sorda fuerza de la avaricia", y no "el el comunismo.
agravio", sería el motor de estas guerras. Aunque en el pasado latinoamericano los militares habían asumid
Parece importante evitar la simplificación, y en lugar de remitir a una reiterada y prolongadamente el ejercicio del gobierno, las dictaduras
causa principal y de subrayar el peso de las condiciones dadas, es con- de este período representaron algo nuevo. Su principal objetivo fue
veniente combinar en la explicación la injerencia de distintos factores erradicar de raíz la posibilidad de la protesta social, mediante el terr r
e incluir la relación entre las razones estructurales, las decisiones de extremo. No se propusieron solamente aniquilar a las izquierdas sino
los sujetos y los hechos inmediatos que encienden la mecha. En última producir cambios profundos para que finalmente arraigara un ord o
instancia, las guerras ocurren porque en coyunturas específicas existen capitalista estable, sin fuerzas sociales y políticas que lo cuestionaran.
personas dispuestas a tomar las armas, lo que hace indispensable anali- Respecto del orden político, tuvieron posiciones diferentes. Los mili-
zar el proceso político singular de cada lucha armada. tares brasileños, que tomaron el poder en 1964, proclamaron d sd '
un comienzo la restauración democrática como su objetivo final. L s
generales uruguayos, en cambio, fueron más confusos e inciert s '11
su orientación, aunque tampoco se apartaron de la meta de un ord '11
constitucional controlado. Las juntas militares argentinas fuer n las
más renuentes al establecimiento de cualquier tipo de orden en mauos
de civiles y políticos. Sólo después de la derrota militar en Malvinas
aceptaron abandonar el gobierno. En Chile, Pinochet preparó uicla-
dosamente su retiro y el regreso de los políticos al gobierno.
También varió la combinación de violencia y cambio de las reglas
económicas. El régimen argentino desplegó al máximo 1 t rror y (kjc')
una economía en bancarrota. Los generales brasileños r urri .ron 11111
ho menos al terror e impulsaron una transformación onómica lila,
eficiente. La experiencia uruguaya tuvo características más O 11H'IIO,
intermedias entre ambos regímenes. En el caso hilen ,la drástica le'
pre ión fue acompañada por la puesta en marcha d un progralll:1 de'
.r cimiento económi o con profundas desigualdad s so ial .s,
En B livia I gobierno qu dé o man d I s militar 's '!l(n' IO/i I
Museo del genocidio en Ruanda. 198 ,1 cro la ('ohc'/li(¡1I del :IJ>:tralo militar Iuc mucho nl~'ts(le!>il 11111)0
c'xl ('li('Il('ia, dc' ¡PoliO ti ('1 o, 1';1 111
C'V(' l{ohicl'llo dl'l g('II(, r , 1I /".111 l0 t
390 Historia del siglo XX
Crisis y desintegración del Tercer Mundo 391

Torres, basado en un levantamiento popular en'1970, fue seguido por c~ón de. los contratos laborales y la protección de los derechos de pro-
la participación en el Plan Cóndor, un operativo de represión de las piedad mtelectual de las multinacionales.
izquierdas instrumentado junto con las dictaduras militares de la Ar- Pero este orden liberal recién había comenzado a establecerse cuan-
gentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, do se hizo evidente que el libre mercado no aseguraba el crecimiento
Los gobiernos militares de Ecuador y Perú no formaron parte de esta y ~ue su .dinámica podía arrasar con los delicados y necesarios equili-
cruzada de terrorismo de estado, En Lima, en 1968, el general Juan bn~s ~oclales. Una a una, las economías latinoamericanas más grandes
Velasco Alvarado puso en marcha una serie de reformas económicas y +México (1994), Brasil (1999) y la Argentina (2001)- fueron escenario
sociales profundas. Afines de la década de 1970, los militares de ambos de ,crisis especta~ulares, y entre 1998 y 2003 los niveles de ingreso y los
países fueron los primeros en replegarse para dejar el gobierno en ma- estandares de bíenestar retrocedieron significativamente. Si los años
nos de los partidos políticos. Tanto Venezuela como Colombia queda- ochenta fueron rotulados la "década perdida", la CEPAL bautizó a este
ron al margen de esta oleada de dictaduras militares y mantuvieron sus período como "la media década perdida". Hacia finales de los años no-
frágiles democracias. venta, las movilizaciones sociales y las crisis políticas -sin cuestionar en
La década de 1980 estuvo signada por la celebrada vuelta a la demo- ni~gún c.aso la d~mocracia- impusieron su sello en gran parte de los
cracia y, a la vez, por la descomposición social derivada de una crisis paises latmoamencanos.
económica producto del agotamiento del proyecto desarrollista y el Si bie~ esta región no es la más pobre del mundo globalizado, cerca
peso de la altísima deuda externa. En la primera mitad de los años de la m.ltad de los latinoamericanos no alcanza el ingreso necesario
ochenta, el tema de debate fue la "transición a la democracia". Dejó par~ satisfacer sus necesidades básicas. Y sí es una de las regiones más
de hablarse de "modelos de desarrollo" para insistirse en las políticas desiguales del planeta. Desde la década de los setenta hasta el fin del
de estabilización y en la construcción de una "cultura democrática" siglo ~X, según el ~anco Mundial, la desigualdad en América Latina y
que, a través de los consensos y de una mayor calidad institucional, el Caribe fue supenor a la de Asia y Europa Oriental.
sustentara a las nuevas democracias. Muchos se entusiasmaron con Desde el retorno de los partidos políticos en la década de 1980 1
las experiencias del Sudeste asiático y ganó terreno la convicción de T ' os
rm itares han dejado de asumir el protagonismo que tuvieron en el pa-
que era posible encontrar una salida al subdesarrollo sin romper con sado. No obstante, desde los años noventa, más de diez presidentes no
el orden económico internacional. Había que sumarse al proceso de concluyeron su mandato. Esto sucedió en la Argentina, Brasil, Ecuador,
globalización en marcha, y casi todos los gobiernos emprendieron los Paraguay, Perú, Venezuela, Bolivia, Haitíy Honduras. En algunos casos
ajustes propiciados por el neoliberalismo. -Ios del presidente argentino Fernando de la Rúa (2001) y los bolivianos
El programa aplicado inicialmente por la extrema derecha en el Chi- Gonzalo Sánchez Lozada (2003) y Carlos Mesa (2005)-, fueron forzados
le de Pinochet ganó la adhesión de un amplio espectro de fuerzas po- a renunciar por movilizaciones de protesta. En otros, fueron destituidos
líticas. Fue asumido tanto por la derecha peruana durante el gobierno por ~os congres~s a través de juicios políticos; aSÍ, entre 1992 y 2004 seis
de Alberto Fujimori como por los partidos que habían encabezado las presidentes debieron afrontar esta investigación: algunos, como el vene-
alianzas multiclasistas en pos de la industrialización nacional: el PRI zolano Carlos Andres Pérez o el brasileño Fernando Collor de Mello
en México, el peronismo de Carlos Menem en la Argentina y el Movi- fueron depuestos; otros, como el peruano Fujimori, que huyó a Japón:
miento Nacionalista Revolucionario en Bolivia. También lo apoyaron aba~donaron el cargo. Si bien las crisis institucionales ya no aparecen
sectores de la socialdemocracia como el Partido Socialista chileno y la asociadas a golpes militares, la inestabilidad política combinada con la
Acción Democrática venezolana. degradación de las condiciones sociales sigue planteando interrogante s
La fórmula que proponía la primacía del mercado quedó plasmada sobre la naturaleza y el rumbo de la democracia latinoamericana.
en el Consenso de Washington, según el cual sólo habría crecimi ruo En la primera década del nuevo siglo se produjo un giro rotundo en
económico cuando los gobiernos aceptasen la reforma del stado p~r:\ la postura asumida por una nueva camada de presidentes. Se conformó
asegurar la disciplina fiscal, la liberalización financiera y t11 r ial, '"
a pa~tir d la asnn ión d Hu o Chávez en Venezuela en 1999 y fue
apertura total de la economía a las inv rsi n s priva das, la fkxibiljl,:\ s guida por LlIlz (l1~ido "()ula" da Silva n Brasil, Néstor Kirchner en
392 Historia del siglo XX Crisis y desintegración del Tercer Mundo 393

la Argentina,Tabaré Vázquez en Uruguay, Michelle Bachelet en Chile, que se destaca una consistente clase media con un alto número de pro-
Evo Morales en Bolivia, Rafael Correa en Ecuador, Daniel Ortega en Ni- fesionales capacitados en las nuevas tecnologías, un crecimiento econó-
caragua, Fernando Lugo en Paraguay y Maurtcio Funes en El Salvador. mico constante del 6-7% anual y una fuerza militar atómica, Nueva Delhi
Tan diferentes entre ellos como las realidades de sus respectivos paí- también está modificando el escenario industrial y comercial del área de
ses, todos reaccionaron contra el Consenso de Washington. Sus gobier- su directa influencia, así como el mundial. Algunos informes pronostican
nos han dado lugar a un intenso debate acerca de su caracterización: que hacia 2017 la economía de este país alcanzará a las de Italia, Francia
¿neopopulismo o centroizquierdismo?, y el objetivo de sus gestiones: yel Reino Unido. Sin lugar a dudas, a la India le cabe un papel protagó-
¿redistribución del ingreso y superación de la pobreza o, por el contra- nico en la determinación del equilibrio de poder en Asia.
rio, acumulación de poder vía la demagogia y el autoritarismo? Entre los factores que han contribuido a este crecimiento económico
Hasta el momento, sin dejar de lado los significativos contrastes en- suelen mencionarse su notable elite científica, su segmento de pobla-
tre unos y otros, y a pesar de la enorme importancia del giro contra ción anglohablante y los bajos salarios en términos comparativos que
el ajuste neoliberal, todos siguen intentando afrontar los desafios del perciben sus trabajadores. Estos elementos le permiten posicionarse en
capitalismo global sin que, como en el resto del mundo, parezca posible el orden global, entre otros aspectos, como destino de numerosas des-
imaginar una democracia social al margen de la lógica del capital. localizaciones en el sector de servicios desde el resto de los países de
habla inglesa. Junto con estos drásticos cambios, un enorme segmento
de la sociedad continúa viviendo en un sistema de castas desvinculado
de toda globalidad.
A partir del fuerte impacto negativo de la crisis económica, el Par-
tido del Congreso de la India asumió cada vez más decididamente el
programa neoliberal, mientras su indiscutido predominio político se
resquebrajaba. Los primeros tanteos hacia el neoliberalismo se dieron
en 1985 y tomaron consistencia en los años noventa, cuando se libera-
lizó' el comercio exterior, se eliminaron muchos de los controles a la
inversión extranjera y el gobierno decidió seguir un enfoque orienta-
do a las fuerzas del mercado y la integración en la economía mundial.
El debilitamiento del partido gobernante no fue consecuencia directa
del giro de la política económica, ya que en parte resultó del desgast
provocado por su prolongado ejercicio del gobierno, y también de los
cambios sociales producidos al calor de los años dorados.
Los presidentes (de izquierda a derecha) Evo Morales, de Bolivia, A partir de los años setenta, los primeros efectos de la revolución ver-
Daniel Ortega, de Nicaragua, y Hugo Chávez, de Venezuela, entre de crearon una nueva clase rural: los capitalistas del arado, median s
los mandatarios representativos de la nueva oleada de gobernantes propietarios que empezaron a acumular un pequeño capital gracias ti
latinoamericanos críticos del neoliberalismo, en ocasión de la asunción los excedentes logrados por la introducción de fertilizantes e insecti i-
de Ortega, en enero de 2007. das y por las mejoras en los sistemas de regadío. El aumento del nivel de
vida se asoció con la sensibilización política y aparecieron partidos po-
líticos regionales que representaban los intereses concretos de div 'rsas
Asia del Sur comunidades, integradas por castas medias que se sentían d sfavorcri-
Aunque más silencioso y un poco más lento que el d hina, 1 boom ('n I das y sostenían d mandas de inspiración regionalista. Poco apeo 'Mt(),~

nómico de la India la ubica entre los ej mplos xit s /j de la "0110111:\ partidos, por' defini i )1) de al ance local, redujeron 1 audal I '("t(ll'al
global. Con una pobla ión d más el ' mil millones de habitallt('H, ('11 ):, (le! ,()II 10\n' n.

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