“El PODER DE UNA IGLESIA UNIDA”

Lucas 5:17-26; Efesios 4:1-6)

Introducción: En Efesios 4:1-6, el Apóstol Pablo se dirige a los creyentes que forman parte de la
Iglesia de Cristo, para exhortarlos a procurar con diligencia a mantener la unidad dentro de la
Iglesia. El Apóstol señala que hay motivos más que suficientes para que todos los creyentes
guardemos la unidad del Espíritu en el vínculo de la fe que profesamos en nuestro Señor Jesucristo
y su obra de la cruz. El Apóstol termina la porción, mencionando cada uno de los factores bajo los
cuales los creyentes en Cristo estamos identificados y unidos dentro de la común fe que
profesamos. Para ver las grandes cosas que Cristo hace a través de una Iglesia unida; vamos a hacer
y a desarrollar una aplicación práctica del texto bíblico de
Lucas 5:17-26; utilizando el maravilloso ejemplo que nos ofrecen un grupo de creyentes que
encontramos en este pasaje bíblico.
I. LOS ASPECTOS DE UNA IGLESIA UNIDA: Luc.5:17-20a)
A. UNIDA EN VISION. (vv.17- 18)
1. Este grupo de personas tuvieron una sola visión, pensaron en las necesidades del hombre
paralitico, antes que en sus propias necesidades.
2. Esta visión fue enseñada por el mismo Jesús y practicada por el Apóstol Pablo. (Hch.20:34-35)
3. La Iglesia del Señor Jesucristo no debe perder la visión de dar, para sus necesidades materiales
y espirituales.
B. UNIDA EN ESFUERZOS. (v. 18a)
1. Se esforzaron para ver realizado la visión, poniendo sus manos, sus brazos, sus fuerzas.
2. La Iglesia del Señor Jesucristo debe hacer realidad su visión, con la colaboración de los miembros,
su intelecto, su fuerza física, sus dones de acuerdo a su capacidad que le fue dada por Dios.
3. Los dones que Dios nos dio, se debe usar para la gloria de Dios (1 Pedro 4:10)
C. UNIDA EN PROPÓSITOS. (v. 18b)“llevar un hombre paralitico a Cristo”.
1. El propósito de la Iglesia, es llevar a las almas a Cristo, a que reciban el perdón de sus pecados.
2. Si toda la Iglesia trabaja unida con un mismo propósito, los resultados serán positivos.
D. INDUCE A LOS CREYENTES E INCREDULOS A VER LA GLORIA DE DIOS.(Lc.5:26c)
1. Jesús al perdono los pecados del paralitico y fue sanado, todos vieron y tuvieron temor del poder
y la autoridad de Jesús.
2. A través de una Iglesia unida, Dios despierta el temor reverente entre los incrédulos.
Los creyentes debemos andar en el temor reverente de Dios evitando caer en el pecado.
Dios reclama de los creyentes la honra y el temor que le corresponde. (Malaquías 1:6)
F. PERMITE QUE LOS INCREDULOS VEAN QUE JESUS HACE LO QUE NO PUEDE HACER EL
HOMBRE. (v. 26d)
3. La multitud y líderes religiosos judíos allí presentes, reconocieron que las cosas que Jesús
acababa de hacer, eran maravillas que ellos nunca habían visto en Israel.
Jesús le había cambiado su condición espiritual a este hombre, perdonándoles sus pecados.
Jesús le había cambiado su condición física, emocional y social a este hombre, sanándolo de su
parálisis.
4. Los cristianos queremos que el mundo cambie, la gente reconoce que el hombre necesita un
cambio en su condición moral y espiritual.
Sin embargo, la gente está procurando ese cambio por medios equivocados, en religiones, en
filosofías, en teorías, en doctrinas y tradiciones de hombres, etc.
Necesitamos hacer entender a la gente, que solo Jesús puede cambiar espiritual y moralmente al
hombre postrado en la esclavitud del pecado.
Solo Cristo puede transformar el corazón del hombre, para conducirlo a cambiar el odio por amor,
la violencia por paz, el egoísmo por generosidad y el egocentrismo por entrega al prójimo.
5. Cuando la Iglesia cristiana trabaje unida en su misión de predicar el evangelio, el mundo vera las
maravillas que hace Jesús cambiando la condición de los que se convierten al evangelio.

Conclusión:
En ninguna agrupación humana la unidad aparece por sí sola y la Iglesia de Cristo no es la
excepción. Para lograr la unidad, hay que trabajar por ella, hay que desearla, hay que procurarla con
diligencia, hayque ejercitar el amor, la paciencia y la tolerancia.Es necesario que los creyentes
dentro de la Iglesia, en lugar de dar importancia a las cosas triviales quenos dividen, debiéramos
concentrarnos en las cosas profundas que nos unen:
“un cuerpo, un Espíri
tu,una misma esperanza, un Señor, una fe, un bautismo, un Dios y padre, de todos, el cual es sobre
todos, y por todos, y en todos”

Amen. ¡Dios Los Bendiga!