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Altamirano no es un narrador sentido a su vida. Su final coincide le arrebata al padre, la mujer, la za—, sino por su particular visión y Novela. José Altamirano, además
Tocado por ordinario, por el contrario, dis- con el abandono de la compañía hija y la tierra que habita. La His- de la Historia; y es a partir de esa de pasearnos por los paisajes de la
pone de una riqueza de recursos y el inevitable sabor amargo de la toria lo derrota enviándolo a un particularidad —una deformidad historia colombiana del final del
la historia que facilitan el contrato con el derrota, de la decepción. país extranjero, donde no posee metafísica— que aparecen las pre- siglo XIX y comienzos del XX,
lector. Personaje-narrador muy José Altamirano permanece en más que su historia, aquella que guntas, reflexiones, sensaciones, nos introduce por los particulares
consciente de tener un lector al Panamá y es testigo de los últimos se confunde con la Historia de en la experiencia de lectura de corredores de su juego: consti-
Historia secreta otro lado. Es decir, al otro lado de convulsionados decenios del siglo un país naciente. Un patrimonio Historia secreta de Costaguana. tuirse en el eslabón que anuda
de Costaguana ese día, el 7 de agosto de 1924, XIX en Colombia. Un testigo muy precario que entrega a Joseph Inevitable preguntarse por una historia local con una novela
en que decide escribir la historia silencioso y pasivo; agudo y fino Conrad durante el transcurso qué la Historia ocupa un lugar universal. u
de su vida para revelarnos un observador. No se parece al padre de una noche. Pasan los meses. tan importante en la vida de este
Juan Gabriel Vásquez secreto. Un narrador ágil que se impulsivo que quiere participar en Altamirano lee Nostromo y no se personaje; pocas cosas encontra- Juan José Isaza J.
Alfaguara dirige en ocasiones al lector para la historia con la misma decisión encuentra, ausente en una histo- mos en su trayecto biográfico que
Bogotá, 2007 orientar el relato, como pidiendo de una draga rasgando la tierra, su ria que considera suya. Busca de nos lo expliquen; salvo la primera
296 p. disculpas o permiso (también acción responde a las inquietudes nuevo a Conrad para reclamarle; acción que le conocemos: buscar el Sobre rojos
los frecuentes paréntesis en que esenciales, concretas y cotidianas, no es el reclamo vulgar de copia o padre. Sigue su rastro y termina
parece susurrarle al oído). Es un de cualquier ciudadano; buscar al plagio, sino el de no hallarse en el en Panamá. Establecido allí, al y miedos
fino observador que no se pierde
en detalles, ni en fanatismos. Él
padre, enamorarse de una mujer,
ser padre de una niña. Sin em-
único lugar donde creía existir. lado de su padre, lleva una vida escondidos
Las novelas de Joseph Conrad discreta, casi marginal, que no
mismo reconoce tener un olfato bargo, sobre la simplicidad de su elaboran una observación lúcida y permite vislumbrar ese enorme
refinado para anticipar el curso rutina y de sus pretensiones planea perspicaz de la cultura occidental y sentido de propiedad de la His- Rojo como tu pelo
de los acontecimientos, como si al Ángel de la Historia, como él no desde un punto de vista situado toria que lo lleva a redactar esa
conociera la Historia. Personaje mismo le nombra. Los trabajos en el centro cultural, Europa, sino Historia secreta… Por el contrario,
novelesco que explora caminos no para la construcción del canal por desde la periferia, el trópico. El es su padre quien nos ofrece la Lucía Victoria Torres
tocados por la Historia y la Novela. los franceses, las guerras civiles trópico en todos los continentes: imagen de una acción consecuente Alcaldía de Medellín. Secretaría
La exploración se desarrolla en la entre liberales y conservadores, África, El corazón de las tinieblas; con la época. La encarnación del de Cultura Ciudadana
forma más propicia, la Novela, y la restauración conservadora de Asia, Lord Jim, y Victoria... Nostro- romántico que confía ciegamente Medellín, 2008
Altamirano no desaprovecha la Nuñez y Caro, la Guerra de los mil mo en América. Un colombiano, en su acción para modificar la His- 464 p.
oportunidad. días, la declaración de indepen- durante la experiencia de lectura toria y someter a las fuerzas de la
Comienza su narración muchos dencia de Panamá, la intervención de Nostromo, es muy probable naturaleza; en el hijo la acción se
años antes de su nacimiento. Nos norteamericana. Capítulos que la que se asombre al encontrar su limita a conformar un hogar. Dos
presenta su padre en Bogotá du- Historia registra en abstracto, pero país en el XIX, en la imaginaria mujeres constituyen el universo
J
rante los primeros decenios de la que bajo la magia de la Novela, se Costaguana de Conrad. Es muy que da sentido a su existencia:
osé Altamirano es el prota-
naciente República de Colombia, concretan en la vida de este perso- probable, también, que ese lector una francesa, marginal como un
gonista de la novela titula-
inmersa ya en las sectarias luchas naje, modificándola sin remedio. intente encontrar lazos que unan fantasma, y una hija que se supone
da Historia secreta de Costaguana.
internas. Altamirano padre, en Altamirano es el campo de batalla las aventuras de su protagonista, destinataria de la narración.
Además de protagonista es el
ese confuso ambiente de pasiones entre la Historia (el Ángel de la Gianbatista, con anécdotas ve- La Historia en Altamirano
narrador, y la materia de su na-
vacías, resulta vinculado a un ho- Historia), y la sencilla vida de un rídicas de su historia nacional. aparece en la medida en que
rración es el curso de su propia
micidio y debe huir. Desciende la padre de familia. La batalla la gana Nada encontrará: las pistas están desaparecen los elementos de
vida. No es cualquier narrador,
cordillera hasta el río Magdalena ese ángel y Altamirano parte a bien cubiertas; sin embargo, el su universo: padre, mujer, hija.
ni su vida cualquier anécdota. El
y sigue su curso hasta la desem- Londres con lo único que le queda: ambiente, humano y geográfico, La Historia aparece en Londres
trayecto de su existencia resulta
bocadura. Recorre el camino del su propia historia. le resultará cada vez más conocido por sustracción de materia, como
inseparable de un capítulo de la
destierro durante el siglo XIX. Este personaje novelesco, pue- y familiar. Altamirano es un lector consecuencia de la pérdida. Y ella
historia colombiana: la separación
En el Magdalena engendra al de viajar en el pasado y escudriñar excepcional, el único que puede —Historia— se vuelve más consis-
de Panamá. Y ese relato de su vida
protagonista-narrador. El destino las astucias de la Historia, tradu- reclamarle a Conrad haberlo ex- tente, como un objeto físico de su Del rojo
S
se cruza con la de Joseph Conrad.
del padre, Miguel, es Panamá, al cidas en situaciones concretas y cluido de Nostromo. propiedad, desde entonces ya te- obre el color rojo se han
La novela comienza a escribirse el
igual que para José, su hijo, el pro- cotidianas. Personaje dotado de Excepcional porque está to- nemos en Altamirano un persona- escrito muchas defini-
día de la muerte de Joseph Con-
tagonista-narrador, quien llegará un olfato muy agudo para detec- cado por la Historia. Altamirano je desmesurado y muy particular, ciones: es el color de la
rad, y la razón de su presencia va
allí años después, precisamente tar la presencia de la Historia en es tan desconcertante y patético tocado por ésta. Su caso se torna violencia, el de la alerta, el del ero-
apareciendo esporádicamente a lo
en busca de su padre. Miguel los hechos concretos de la rutina. como lo puede ser un personaje patético al encontrar su historia en tismo, el de las comidas rápidas, el
largo de la novela, como un tema
Altamirano es un afiebrado par- Además, intuye sus intenciones. ruso, aunque no por su perfil la novela de otro. Ni siquiera era de los celtas, el de los liberales y los
musical, hasta concluir con una
tidario del progreso y hace de la Le huye, le teme, sabe que castiga sicológico, ni por su manera de suyo lo único que creía poseer. comunistas (siempre manifiesto) y
entrevista en la que el protago-
construcción del canal de Panamá, a los indiferentes. Pero en vano relacionarse con los demás —por Historia secreta de Costaguana es el de los fascistas, que se muestra
nista-narrador pone en juego el
por los franceses, el hecho que da huye, la Historia lo encuentra y el contrario, nos inspira confian- un exquisito juego entre Historia en segundo plano. También es el
sentido de su relato.