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LAS OBLIGACIONES

Definición

Las obligaciones en el Derecho Romano nacieron para que los hombres


cumplieran determinadas conductas, siendo para éstos un deber jurídico, de lo
contrario si no obedecían, eran sancionadas como delitos. Justiniano1 las definió
como “la obligación es un vínculo jurídico por el cual somos constreñidos con la
necesidad de pagar alguna cosa según las leyes de nuestra ciudad (obligatio est
iurus vinculum, quo necesítate adstringimur alicuius solcendae rei, secundum
nostrae civitatis iura)”.

Etimología

En la teoría de Bonafonte, la obligación romana nació en tiempos arcaicos


clasificándose su incumplimiento dentro de los delitos. Cuando algún romano
cometía un delito, nacía a favor de la víctima o de su familia, el derecho de
venganza, aplicándose la ley del talión (ojo por ojo, diente por diente),
consistiendo en el derecho que tenían para obligar al culpable o a su familia, a
realizar ciertos trabajos, por lo cual el culpable quedaba obligado o atado a la
víctima como una especie de rehén, éste castigo era una atadura como garantía
de venganza. A parte de someterse a cumplir con lo que un romano no realizó en
su momento, y si éste no cumplía con lo mandado, podría ser castigado dándole
muerte por incumplimiento a lo desobedecido. Estas dos cuestiones fueron
evolucionando, por lo cual fueron modificadas en el año 326 a.C. por la Lex
Poetelia, misma que consistía en que si el rehén no cumplía con lo ordenado,
podría cumplir con sus bienes, siempre y cuando tal condición no proviniera de un
delito. Es a partir de este momento en que la obligación obtuvo su concepto,
siendo un lazo o vínculo jurídico entre los sujetos, por el cual el acreedor tiene
derecho a determinada conducta que el deudor debe realizar.

Así, por ejemplo, el paterfamilias podía adquirir una deuda, y si éste no cumplía, la
responsabilidad podía recaer en un hijo, o en cualquier otro miembro de la casa,
haciéndose rehén para pagar el adeudo que el padre había adquirido, quedando
esta persona como garantía por tal incumplimiento.

Elementos

Para que la obligación nazca es importante que exista el sujeto y el objeto,


de lo contario no podrían existir las obligaciones sin estos dos elementos, como se
verán en esta Unidad.
Sujetos

Para que nazca una obligación, siempre deben existir determinados sujetos, a
saber: el sujeto activo o acreedor (creditor), y el sujeto pasivo o deudor (debitor).
El acreedor es la persona titular de un derecho personal o de crédito, en virtud del
cual se le faculta la conducta de otra persona, la del deudor, quien a su vez debe
de cumplir con ella. Este derecho personal o de crédito que tiene el acreedor es un
derecho subjetivo, ya que implica un facultamiento de conducta.3 Entre el
acreedor y el deudor siempre existe la relación de la obligación que los constituye,
siendo éste el objeto, siendo también elemento de la obligación.

Objeto

El objeto de la obligación consistía en la conducta que el deudor debía observar


en provecho del acreedor; siendo un dare, facere o praestare. Dare se usaba para
la transmisión de dominio de alguna cosa, es decir, hacer al acreedor propietario
de algo, un ejemplo sería una permuta, donde los contratantes se obligan a
transmitir la propiedad de algo. 3 Idem., p. 144. 13 Facere consiste en un hacer,
pero no implica la transmisión de dominio de algo, un ejemplo sería un contrato de
arrendamiento, donde se presta un bien inmueble, pero no se transmite el dominio
del bien. Praestare cosiste en que una persona alude sus obligaciones, por lo cual
una tercera las absorbe, un ejemplo sería un aval. Asimismo, las características
del objeto no tenían que ser contrarias a la ley, a la moral, ni a las buenas
costumbres, deben ser determinadas o determinables, valorables en dinero y, por
último, estar dentro del comercio.

Fuentes

Se llaman fuentes de las obligaciones a aquellos hechos a los cuales el


ordenamiento jurídico de Roma atribuía eficacia de hacer surgir un vínculo
obligatorio entre dos o más personas. Gayo7 señalaba que las fuentes derivan de
los contratos y de los delitos: Ominis enim obligatio vel ex contractu nascitur vel ex
delicto: toda obligación o nace del contrato o nace del delito. En época de
Justiniano, las fuentes de las obligaciones fueron clasificadas por el contrato, el
delito, el cuasicontrato y el cuasidelito, conceptos que se señalan a continuación.

Contrato Es el acuerdo de voluntades entre dos o más personas que tiene


por objeto producir consecuencias de Derecho Civil.8 Entre los contratos más
destacados en Roma, estaban los de compraventa, comodato, aparcería,
mandato, permuta.

Delito Es un hecho contrario y castigado por la ley.9 El derecho Romano


clasificó a los delitos como públicos (crimina) y privados (delicta). Los primeros
atacaban directa e indirectamente al orden público o a la organización política o a
la seguridad del Estado, los procesos que tendían a reprimir estos delitos eran
llamados crimina o judicia pública, los delitos que se cometían eran los siguientes:
el perjurio, la magia, el incendium, el parricidum, el perduellio y la atracción o
podittio, Los delitos privados eran perseguidos a petición de la parte ofendida,
mediante un juicio ordinario, eran castigados con multa privada otorgada a favor
de la víctima. A la víctima se le denominada acreedor, y el delincuente deudor, los
principales delitos eran el robo, el daño en propiedad ajena, las lesiones, la rapiña,
la intimidación, el dolo y el fraude a acreedores.

Cuasicontrato En el Derecho Romano, una obligación nacía de un


cuasicontrato, es decir, en esta figura no se tiene el acuerdo de voluntades de dos
o más personas contratantes, llamado consentimiento. Cuando se realizaba la
consumación de determinados actos civiles lícitos que producían efectos análogos
a los de un contrato. Los cuasicontratos se parecen a los contratos por ser lícitos y
nacen obligaciones, pero diferían de ellos por la falta de consentimiento. Los
principales cuasicontratos eran, según las instituciones de Justiniano, los
siguientes: la gestión de negocios, el enriquecimiento ilegítimo, y el lex roída de
iactu.

Cuasidelito Es un hecho ilícito no clasificado entre los delitos. En Roma se


decía que el cuasidelito era una nueva figura delictiva, creada por el Derecho
Honorario, y que había sido contemplado como delitos. Los cuasidelitos se dividen
en cuatro:

1) Torpeza o deshonestidad judicial: El juez que desde un principio llevaba


el juicio, y dictaba una sentencia injusta, sea por simple falta o dolo, y volvía el
pleito contra él, estaba obligado a reparar el daño causado, por lo que se le
condenaba al pago de una indemnización.

2) Effusum et Deiectum: Cuando un líquido arrojado o un objeto sólido


caído desde un edificio sobre la vía pública causaba algún daño, el habitante
principal del edificio respondía por el doble del valor del daño causado.

3) Positum et suspensum: Cuando se ha colocado o colgado sobre la vía


publica un objeto que podía causar un daño, cualquier ciudadano podía denunciar
el peligro, y recibía entonces en recompensa, una multa privada de 10 mil
sestercios.

4) Robos y daños sufridos en naves, hoteles y establos: cuando se ha


cometido un robo o se ha causado un daño sobre un navío o en una posada u
hotel, la víctima puede escoger entre la persecución al culpable si le conoce, o una
acción contra el dueño, quien es responsable, a menos que exista una convención
en contrario.

LAS ACCIONES PENALES (ictum y poena)

Hurto

PAULO: " el hurto es la sustracción fraudulenta con intención de lucro, sea de la


misma cosa, es también de su uso o posesión lo que la ley natural impide hacer ".

GAYO: " Se comete hurto, no sólo cuando alguien sustrae una cosa ajena para
quedarse con ella, sino, en general, siempre que alguien emplea una cosa ajena
contra la voluntad de su dueño".

En estas y otras definiciones, se destacan las concepciones sobre el hurto, al que


en general, se considera como la sustracción clandestina de una cosa ajena
contra la voluntad de su dueño. En principio, se considera necesario el hecho del
desplazamiento o sustracción material de la cosa (contrectatio); se equiparan a
este hecho otros casos, como el abuso o uso ilícito (furtum usus) y la sustracción
de la posesión de la cosa por el mismo propietario (furtum possessionis).

Daño

El delito de "daño injustamente causado" (damnum iniuria datum) procede de la


lex Aquilia de damno, plebiscito propuesto por el tribuno Aquilio, probablemente
del año 286 a. C.

La ley aquilia tiene tres capítulos:

- El primero dispone que el que hubiese matado injustamente al esclavo ajeno o a


un cuadrúpedo de cualquier clase de ganado, sea condenado a pagar al dueño el
valor máximo que aquella cosa hay tenido en aquel año.

- El segundo capitulo se refiere al daño, que causa al acreedor, el acreedor


adjunto (adstipulator) que se queda con el crédito cobrado.

- El tercer capítulo se refiere a toda clase de daño, "causado injustamente en


cualquier otra clase de animal o en todas las cosas inanimadas ". Debía pagar el
valor máximo alcanzado en ese mes.
Con la actio legis Aquilae, en las legis actiones se consigue una manus iniectio,
para obligar al demandado al pago de la pena.

Lesiones

En este sentido general, se habla de iniuria para referirse a todo comportamiento


contrario al derecho. En el clásico, eran injurias (iniuriae) las lesiones sufridas por
una persona, tanto en su integridad física como también en su dignidad moral.

El pretor crea la acción de injurias: "Actio iniuriarum".

Delitos de derecho pretorio

Por su  influencia en el derecho  de obligaciones tienen especial importancia dos


delitos tipificados en el derecho pretorio: miedo y dolo.

Miedo.

Se considera miedo o intimidación la amenaza un mal grave y actual, que


unhombre sereno no puede rechazar. El derecho civil no concedía remedio alguno
contra la intimidación, al considerar que en el coaccionado existe una voluntad.
El pretor Octavio concedió hacia el 80 a.C. una acción por causa de miedo (actio
quod metus causa).

Esta acción in factum es de carácter penal, puede darse como noxal y persigue
una condena por el cuádruplo si se ejercita dentro del año, o por el lucro obtenido,
si se entabla después del año. No es infamante y la cláusula arbitraria permite
evitar la condena, si se restituye según el arbitrio del juez. Con esta acción puede
demandarse a quienes hayan obtenido algún lucro o ganancia con el acto objeto
de la intimidación, aunque no hubieran intervenido en ella. La redacción objetiva
de la fórmula permite que la acción tenga carácter impersonal.

El demandado por una acción, derivada del acto viciado por el miedo (exceptio
metus) que no tiene la limitación del año. El edicto concede también una rescisión
total (restitutio in integrum) de los actos en que interviene intimidación. El
coaccionado actúa como si el acto no hubiera tenido lugar.
Dolo.

Servio definió el dolo malo como “cierta maquinación para engañar a otro, de
simular una cosa y hacer otra”. Labeón lo definió “toda malicia, engaño o
maquinación para valerse de la ignorancia de otro, engañarle o defraudarle”.

El derecho civil tiene en cuenta el dolo únicamente en los juicios de buena fe


(bonae fidei iudicia) y cuando haya ocasionado un error grave que causa la
nulidad del contrato. En la estipulación como negocio
de derecho estricto, se acostumbraba a incluir una cláusula de dolo por la que se
obligaba al deudor a prometer que no obraría con dolo.

El edicto triplica como delito el “dolo malo” y concede una acción de dolo para
obtener una indemnización por el perjuicio sufrido. La fórmula se debe a Aquilo
Galo, en el 66 a. C., la acción es infamante y se concede con carácter subsidiario,
es decir en los casos que no haya esta acción.

PRESTAMOS.

El crédito y los negocios crediticios.

El préstamo o crédito (creditum) es la obligación nacida de la entrega de una


cantidad de dinero (dare certum), que obliga a restituir. Esta obligación, que
genera una condictio o acción de repetición, hace de la conducta del que retiene
sin causa una cosa propiedad de otra persona. La entrega, que obliga a restituir,
puede derivar de un convenio entre acreedor y deudor o de otras causas. La
condictio tiene por objeto recuperar del demandado el enriquecimiento injusto que
procede de una entrega o datio del demandante.

El mutuo (mutui datio).

GAYO: "La donación en mutuo consiste en las cosas que se identifican por el
peso, número o medida: como el vino, el aceite, el trigo, el dinero; cosas que
damos para hacerlas del accipiente y recibir luego otras del mismo género o
calidad".

Se considera necesario en el Mutuo, el convenio o acuerdo entre las partes. Si la


intención de las partes fue la devolución de la misma cosa que se entregó, no
habrá mutuo sino comodato (préstamo de uso) o depósito.

Si se trata de restituir por lo entregado otra cosa distinta, estamos ante una
permuta.
En una estipulación independiente, las partes pueden acordar el pago de intereses
(usura).

Se trata de un préstamo de consumo o de cosas consumibles que el mutante


entrega al mutuario, para que éste le devuelva otro tanto del mismo género o
calidad. Se considera necesaria la datio o entrega.

El mutuo tiene por objeto dinero o cosas fungibles y el mutuario debe devolver la
misma cantidad.

El mutuo es esencialmente gratuito.

El préstamo marítimo.

El préstamo que se hace al armador de una nave para que transporte el dinero o
compre mercancías destinadas al tráfico marítimo se llama cantidad trayecticia
(pecunia traiecticia) o préstamo naval (foenus nauticum).

El préstamo marítimo se diferencia del mutuo en que la restitución está


subordinada a la llegada de la nave.

El pago (solutio), la compensación y la mora.

El acto de pagar (solvere) extingue la obligación del préstamo (credere). El pago,


como el préstamo, consiste ordinariamente en la entrega del dinero (numeratio)
por el mutuario. Así como el préstamo puede delegarse en otra persona, el pago
también puede hacerse por el sujeto distinto del deudor obligado e incluso contra
la voluntad de éste.

Compensación: un caso especial es el del crédito bancario. El banquero realiza la


imputación del pago parcial; cuando reclama contra el cliente, debe limitarse al
saldo que le resulte favorable. Si reclama sin realizar la debida compensación de
los pagos o de las deudas que tenga con el cliente, incurre en petición de más
(pluris petitio). La compensación sólo tiene lugar entre deudas vencidas y de la
misma clase.

Mora: cuando el deudor no realiza el pago en el tiempo debido, incurre en mora


(mora debitoris). Para que exista mora es necesario que sea ejercitable una acción
a la que no se pueda oponer una excepción.

Existe la mora del acreedor (mora creditoris o accipiendi) cuando éste, sin causa
que lo justifique, rechaza el pago que le ofrece el deudor.

DACIONES CREDITICIAS
Dación para conseguir algo del accipiente (datio ob rem).
Es la entrega de una cosa con la finalidad de conseguir algo lícito del accipiente.
Contra el que retiene lo entregado procede la condictio recuperatoria.
Su Clasificación
Los intérpretes clasifican los contratos innominados en cuatro categorías:

 dación para dación (do ut des).


 dación para hacer (do ut facias).
 hacer para dación (facio ut des).
 hacer para hacer (facio ut facias).

Otras daciones crediticias.

Daciones para conseguir algo del accipiente. (Datio ob rem).

Es la entrega de una cosa con la finalidad de conseguir algo lícito del accipiente.
Como no existe la posibilidad de hacer cumplir la prestación convenida, al no
existir contrato, si el que recibe la cosa no cumple se considera que la recibe sin
causa que lo justifique. Contra el que retiene lo entregado procede la condictio
recuperatoria.

Daciones por una determinada causa. (Datio ob causam).

Se da esta dación en aquellos casos en que falta la causa para obtener la cosa
entregada. Cuando se realiza la dación existe una causa concreta para ésta o
resulta errónea, como el pago de lo no debido.

Ejemplo: entrega de dote cuando no se celebra el matrimonio.

Existe una numerosa casuística sobre la dación por causa determinada. En ella se
incluyen:

- La donación mortis causa cuando no ocurre la muerte.

- La entrega de dote cuando no se celebra el matrimonio.

- La entrega de arras cuando el contrato se ha cumplido.

Daciones por circunstancias eventuales (daciones ex eventu).

Así se consideran una serie de casos, en los que se adquiere porque el que
entrega carece de propiedad o no realiza el acto en la forma requerida y como
consecuencia no puede ejercitar la reivindicatoria. Cuando ésta resulta imposible o
difícil porque el objeto se consume o se confunde, se ejercita la condictio.

El caso más citado es el de la condictio furtiva, que ejercita el propietario contra el


ladrón cuando éste no restituye la cosa hurtada y, por haberla consumido o
perdido, no es posible reivindicarla.

Constitución de plazo (constitutum).

Es la promesa de pagar dentro de un plazo, una deuda preexistente de una


cantidad de dinero. La promesa de fijar un plazo queda subordinada a la
existencia de una obligación presente; que puede ser propia (constitutum debiti
propii) o ajena (constitutum debiti atieni).

La asunción de deuda por el banquero (receptum argentari).

Mientras que el constitutum supone una obligación precedente que se aplaza o se


garantiza, el receptum argentarii, que el edicto trata junto a los otros casos de
recepta, es abstracto o independiente de toda relación anterior.

Comodato.

Es un préstamo de uso en el que el comodante entrega una cosa inconsumible por


tiempo determinado al comodatario, para que use de ella gratuitamente
(commodum) y después se la devuelva. El comodato servía para las cosas
muebles, mientras que lo "dato en uso" servía para los inmuebles.

El comodatario no recibe del comodante la posesión de la cosa, sino sólo la


detentación.

Prestamos Pretorios

Se trataba de una figura jurídica, la cual no sobrevive en el derecho moderno, y


que en la antigüedad servía especialmente para formalizar una prórroga de un
contrato existente. Se define como el préstamo de uso en el que el comodante
entrega una cosa inconsumible por tiempo determinado al comodatario, para que
la use prestamos pretorios derecho romano forma gratuita y posteriormente la
devuelva. La acción de prenda actio pigneraticia se da contra aquel a quien se da
una. Esta obligación, que genera una condictio o acción de repetición, nace de la
conducta del que retiene sin causa una cosa propiedad de otra persona. Mientras
que el constitutum supone una obligación precedente que se aplaza o Creditos Tu
Financiera. En todo caso el objeto del comodato siempre recae sobre cosas
infungibles e inconsumibles, ya que el comodatario debe restituir la misma cosa y
no puede darse en comodato lo que se consume por el uso, a no ser que el
comodatario lo reciba para exponerlo ó exhibirlo ad pompam vel ostentationem:
Para exigir tales obligaciones el comodante tiene a su favor la actio commodati.
Préstamos pretorios. I. Constitución del plazo ("constitutum"). Consiste en la
promesa de pagar en un plazo, o en un nuevo plazo, una deuda preexistente de
una En derecho justinianeo el constituto de deuda ajena es empleado como
garantía personal y se incluye en la fideiussio, constatable por la extensión del. 8
Mar PACTOS PRETORIOS El comodato era un préstamo de uso, un contrato por
el cual, una persona, el comodante, entregaba a otra persona, el comodatario un
bien específico que éste podía utilizar y que tendría que La locatio conductio
romana no tiene un equivalente exacto en el derecho moderno. En el derecho
romano, la prenda, pignus o empeño es un tipo de los llamados préstamos
pretorios (por oposición a los préstamos civiles). Consiste en la entrega en
garantía de una cosa del deudor -que es, a la vez, pignorante-, al acreedor -que
pasa a ser acreedor pignoraticio- para que la retenga hasta que se extinga.

BIBLIOGRAFIA

https://dineroacap.weebly.com/blog/prestamos-pretorios-derecho-romano

https://derechouned.com/historia/romano/9660-clases-y-regimen-de-los-
prestamos-en-derecho-romano

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