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Factores sociales, políticos y económicos que generan los procesos de exclusión social

en Colombia

El término de inclusión social ha venido tomando fuerza en el léxico popular colombiano,


bien sea porque se considera que es un deber nuevo como ciudadanos, o bien sea porque se
ha tomado conciencia por fin de la importancia que conlleva el vivir todos en una sociedad
igualitaria en donde todos contamos con los mismos derechos y que los deberemos son
también un tema de todos.

Se podría definir como que la inclusión social es una serie de acciones que las personas
realizan para acoger a otras personas que por uno u otro motivo no forman parte de una
sociedad establecida o que por alguna razón como discapacidad, vulnerabilidad, ley,
conflicto o mucho otros no pueden ejercer su derecho a participar en las decisiones que les
involucran o afectan.

Desde tiempos inmemoriales se ha visto como por causas de diferencia social o


simplemente de pensamiento, la sociedad a condenado a muchas personas que no
consideran como semejantes, a vivir en letargo, lo que ha conllevado a una larga lista de
conflictos que lo único que han logrado es un decrecimiento del país dado que se ha
comprobado que los grupos de personas que no trabajan unidas por un bien común,
difícilmente resuelven sus problemas y por el contrario tienden a ver más dificultades en su
diario vivir.

Lo más importante del tema es aprender a convivir independientemente del origen


condición social, actividad, raza u otros condicionamientos que suelen ser no más que un
estigma para quienes tienen ese tipo de tendencias. Es importante resaltar que la inclusión
es cuestión de un cambio de pensamiento a nivel personal que posteriormente trascenderá a
la familia y se escalonara a la sociedad, en muchos casos se piensa que una sola persona no
puede generar un cambio evidente, pero si eso mismo piensan otros y materializan la idea,
es seguro que, en algún momento, ese deseado cambio de pensamiento será una realidad.

El primer paso para el éxito de la inclusión, es la participación social, económica, política


de forma activa o pasiva pues genera mecanismos de acción para toma de decisiones lo que
a largo plazo incentivara a todas las personas a participar en dichas disposiciones y la unión
de fuerzas hace que las comunidades se sientan más respaldadas y quieran continuar con el
crecimiento de la misma, pues se generara un sentimiento de igualdad entre los
participantes y así mismo es visto como una igualdad de oportunidades que se da cuando
vemos a nuestros semejantes como actores de su propia vida y como agentes activos de la
sociedad que pueden llegar a aportar mucho. De este modo es importante que a nuestros
niños se les inculque desde muy pequeños que todos somos iguales y que si bien es cierto
que a lo largo su vida se van a encontrar personas que en apariencia o en pensamiento son
diferentes, deben aprender de ellas, porque puede darse que les enseñen también a ver un
punto de vista diferente de las cosas e inclusive poder llegar a convencerlos sobre un tema
porque ciertamente se puede llegar a estar equivocados o en el caso de encontrarse con una
persona con alguna discapacidad, que ,los niños tengan en cuenta que tal vez deban ayudar
un poco pero que eso no significa que esas otras personas sean menos, sino que al contrario
son más valiosas por el hecho de ser valientes y fuertes frente a las adversidades. Para este
caso en especial sería de gran ayuda que le planteemos a los niños la siguiente pregunta:
¿Cómo me gustaría a mí que me trataran los demás?; así se crea una conciencia de la
convivencia con otros individuos que, aunque no parezca, simplemente son iguales a mí.

Es claro que la inclusión social no solo está dada para aquellas personas que no piensan
igual que la mayoría, sino también para aquellos grupos de personas que se encuentran
marginados a causa de la pobreza o del poco interés que sientan de pertenecer a otros
grupos poblacionales.
Nuestro país en la actualidad, aun se ve abocado a una tendencia hacia la pobreza, muchos
de los departamentos y ciudades, tienen grandes déficits de economía, los alimentos son
escasos bien sea por la falta de tierra para cultivos (eso a causa del desplazamiento de los
campesinos por el conflicto armado, tema tratado más adelante) como la informalidad del
trabajo y la falta de educación media y superior como consecuencia de los altos costos de
acceso.

Según el Banco Mundial, en el futuro de Colombia –el Banco habla para el año 2019– las
ciudades llegarán a tener el 77% de la población total y en ellas se podrán satisfacer las
necesidades con menor costo que en las áreas rurales. Esto constituye una forma de
inclusión selectiva con exclusión de quienes no han iniciado procesos de movilidad, que, en
proporción importante –alrededor del 30% de los habitantes del campo–, son rurales en
indigencia.

Según lo anterior es necesario entender que para Colombia no se pueden tener indicadores
como los establecidos para el resto del mundo, dado que, nuestro país ha pasado por otros
aspectos un tanto más complicados que muchos países del mundo donde es posible tener
otros tipos de medición para el crecimiento, como lo son el conflicto armado, la violencia y
los otros muchos aspectos que son de conocimiento general; por ello es que se considera
que el país no ha podido obtener resultados positivos en cuanto a crecimiento económico o
en cuanto a globalización, pues lo problemas que se han enfrentado no han permito que se
centren esfuerzos en el tema de la inclusión, sino en cuanto a mitigar los resultados del
flagelo político y cultural que aun a pesar de los múltiples esfuerzos para la consecución de
la paz, aún están presentes en nuestra sociedad.

Así mismo, Colombia se ha visto abocada a integrar de nuevo a la sociedad civil a muchas
personas que por muchos años fueron parte del conflicto armado, y aunque para muchas
personas el hecho de permitir que estos actores armados llámese guerrilla, narcotráfico,
paramilitarismo, delincuencia común y corrupción, hagan parte nuevamente de nuestra
sociedad y que estén a la par de nuestros hijos, niños, jóvenes o mujeres, es algo que aun
parece difícil, pues el dolor de lo vivido por más de 50 años y la negación al olvido es lo
que más se considera difícil, pues el recuerdo de las vidas que se han visto sacrificadas no
es pequeño, sino que por el contrario genera un dolor que para muchas personas es
imposible de olvidar.

Este proceso de posconflicto incluye muchos otros aspectos como lo son desarme,
desmovilización y reintegración, algo que aún se está llevando a cabo, estos procesos
involucran a los familiares y amigos, posterior a eso se garantizan las condiciones
económicas y por último se trabaja en la legalidad, sin embargo a todas las personas aún les
queda la duda de que más sigue, en por ello que la etapa más importante de la inclusión está
relacionada con la manera en que la persona reinsertada va a aportar a la sociedad, dado
que no cuenta con muchas herramientas para un proceso exitoso, pues en la gran mayoría
de los casos, son personas que no cuentan con una escolaridad o una base para su
sostenibilidad, de este modo es necesario que el estado garantice que estas personas
aprendan un oficio lo que les hará más fácil la vida posterior al conflicto, lo que se
denomina educación inclusiva.

En cuanto a la sociedad que los rodea, debemos entender que esto es un tema que nos
abarca a todos, que todo lo que podamos hacer para vivir en comunidad y en paz, será
nuestro grano de arena para el futuro de nuestros hijos y que con ello garantices que
muchos eventos que vivimos no se vuelvan a repetir, porque como lo vemos ahora, nada
que involucre violencia, es bueno para la sociedad, el gran reto es entonces plantearnos la
gran pregunta: que estoy dispuesto a hacer para mejorar la calidad de vida de todas las
personas que por uno u otro motivo están intentando reincorporase a la sociedad?

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