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La transición de una sociedad de la información hacia una sociedad del

conocimiento. Desafíos y retos para Colombia

Partiendo de la premisa que las tecnologías de la información y comunicación en


la actualidad están presentes en todos los sectores de la sociedad como en la
educación, ciencia, salud, política, entre otros e incluso hacen parte de la vida
cotidiana de la mayoría de personas y ejemplo de ello es el celular que se ha
convertido en el dispositivo quizá más utilizado a la hora de comunicarnos, así
mismo encontramos que la conectividad que proporciona el internet ya sea
gratuito o privado ha facilitado la trasmisión de información en el menor tiempo
posible, sin importar distancias o condiciones de lengua o diferencias culturales.

Es de advertir, que la facilidad con la que se trasmite la información hoy en día ha


ocasionado una dicotomía en la que por un lado encontramos la eliminación de
barreras en la comunicación y difusión de información a mayor distancia en menor
tiempo posible y con variedad de contenidos en diferentes formatos y por el otro
lado la capacidad de las personas para hacer uso de esa información, contenidos
y variedad de conocimientos dispuestos en la red; requiriendo de competencias
suficientes que permitan el manejo adecuado de esta información.

En ese sentido, la sociedad requiere sujetos capaces de articular la tecnología con


la dinámica socio cultural de cada contexto, con la capacidad de aplicar el
conocimiento adquirido de manera significativa en su medio, de garantías en el
acceso tanto a los equipos tecnológicos como a las redes de navegación de una
manera responsable.

Contextualizando un poco en nuestro país Colombia, cabe cuestionarnos si


¿realmente estamos capacitados para acceder y procesar esa información?,
podemos hablar entonces de ¿una sociedad del conocimiento en la educación
colombiana?, ¿Cómo estamos incorporando desde la educación las Tecnologías
de la Informática y la Comunicación y con ellas el mundo diverso y abundante de
la información?, para dar respuestas a estos cuestionamientos es preciso indagar
un poco en algunas fuentes y autores que tengan profundidad investigativa y con
una mirada crítica hacia esas posturas.

Al respecto conviene decir que La Organización de las Naciones Unidas para la


Educación, la Ciencia y la Cultura habla de la importancia de diferenciar en la
actualidad dos tipos de sociedades, la sociedad de la información que se basa en
los progresos tecnológicos y las sociedades del conocimiento que comprende
dimensiones sociales, éticas y políticas mucho más vastas. La UNESCO (2015)

Es decir, en nuestras percepciones por un lado la sociedad de la información hoy


hace referencia a una “innovación” de tecnologías y comunicaciones que hace
posible, como ya se mencionó anteriormente, el incremento de transferencias de
la información para el desarrollo de actividades en esta sociedad moderna,
mientras que la sociedad del conocimiento va mucho más allá, apuntando a
transformaciones sociales, culturales y económicas que apoyen un desarrollo de
las comunidades con libertad de expresión, acceso a la comunicación y teniendo
en cuenta claro está las diversidades culturales.

Tomando otra base, para el licenciado y empresario José María Magallòn define
que “En las sociedades del conocimiento los ciudadanos disponen de un acceso
prácticamente ilimitado e inmediato a la información, y su procesamiento y
transmisión actúan como factores decisivos en toda la actividad de los individuos,
desde sus relaciones económicas hasta el ocio y la vida pública” (ZANS
MAGALLON, 2000), postura que no solo afirmamos sino que nos identificamos
como agentes educativas y ciudadanas inmersas en el ámbito de la educación ya
que se ha convertido en nuestra base para el desarrollo de nuestras actividades
cotidianas y nuestro quehacer docente y más ahora que incursionamos en nuevas
tecnologías de educación virtual que muy seguramente se va a convertir en una
política pública en Colombia el presente año.
En este sentido, en el contexto colombiano las sociedades del conocimiento han
tenido una adaptación desigual, puesto que factores como la posición
socioeconómica, ubicación geoespacial (rural-urbano), condición política, religiosa
o étnica, formación profesional, entre otras, son las que determinan el acceso,
dominio y competencia en el manejo de herramientas tecnológica sin
procesamiento significativo de la información que circula en internet.

Cabe preguntarnos entonces si en un contexto como el de nuestro país ¿El


concepto de la sociedad del conocimiento es pertinente en la educación
colombiana?

Alrededor de esta pregunta, vale la pena describir que nuestra sociedad


colombiana se caracteriza por la desigualdad social, por la brecha existente entre
el campo y la ciudad (urbano – rural), por el limitado acceso de las instituciones
públicas educativas a dispositivos tecnológicos como computadores y tablets y
conectividad, por el analfabetismo tecnológico de muchos maestros y miembros
de la comunidad educativa (y que en el presente año han tenido que incursionar
de manera imprevista en su totalidad para el manejo de clases virtuales por la
actual crisis de aislamiento preventivo por una pandemia mundial) y a esto se le
suma además la falta de interés de los gobiernos de turno por invertir, modernizar
y avanzar en estrategias y mecanismos que permitan la adaptación de la
tecnología a la educación.

Al igual que, la polarización de los ricos frente a los pobres que prima en nuestra
sociedad solamente permite evidenciar como el sector privado al contar con
recursos económicos logra fácilmente implementar tecnologías modernas y
dominar conocimiento frente a las mismas en todos los ámbitos no solo en
educación, por ejemplo podríamos citar las clínicas privadas de nuestro país las
cuales se caracterizan por ofrecer servicios con tecnologías modernas y mantener
personal cualificado en el dominio de las mismas frente a las instituciones públicas
de salud que carecen en muchas ocasiones hasta de personal idóneo para
atender a los pacientes y que hoy por hoy se está viendo gravemente afectado y
colapsado ante la incertidumbre de las comunidades en atención de la salud en
épocas de crisis epidemiológicas. Una vez más cobra sentido la importancia de las
“sociedad del conocimiento” en todos los sectores.

Según la UNESCO (2005, pág. 29), el sentido de las sociedades del conocimiento
es el de convertirse en fuentes de desarrollo para todos siempre y cuando se logre
superar los dos desafíos “planteados por la revolución de la información revisten
una importancia particular: el acceso a la información para todos y el futuro de la
libertad de expresión”.

Las sociedades del conocimiento entonces, requieren no solo de la presencia de


tecnologías modernas y de la trasmisión de información, sino también de
individuos capacitados para poder manejar apropiadamente esa información, ese
conocimiento que al ser relacionado con su contexto logre aportar al progreso no
solo educativo, sino también económicos, político, social y cultural, sumándole
también (hacemos énfasis) en el progreso de la educación sanitaria en salud
pública en épocas de crisis de pestes, y frente a esto, Colombia le falta mucho,
mientras siga primando la desigualdad será difícil avanzar, mientras a los
individuos no les interese más que tener un móvil y manejar las redes sociales,
será difícil dominar el conocimiento que circula en las redes y mientras en el
campo de la educación no superemos los mitos y temores de avanzar hacia la
incorporación de las tecnologías, comunicación y la virtualidad no solo en el
ámbito profesional sino también en la educación básica, seguiremos considerando
la tecnología como un elemento aparte y con poca relación con la educación.

Si nos vamos a un nivel más local, no siempre existe una clara incorporación
de estas tendencias en el quehacer educativo, para citar un ejemplo más
concreto, se toma como referente la institución educativa en la que laboramos
actualmente, la cual hace parte del proyecto de las “ciudadelas educativas” que
articula sedes pequeñas de sectores vulnerables a mega colegios en donde
además de recibir el servicio educativo cuentan con restaurante escolar con el
paquete nutricional de refrigerio y complemento a la hora del almuerzo, todo esto
en la jornada única. Por ser este una ciudadela cuenta con salas de sistemas y
tablets, la problemática radica en que muchos de estos equipos se encuentran
obsoletos y deteriorados, no se cuenta con conectividad para ofrecer durante todo
el año a los estudiantes en las salas, puesto que el contrato de internet es
gestionado con recursos propios de contribuyentes, y eso limita mucho la
contratación de este servicio. A esto se suma la falta de interés de muchos
maestros por hacer uso de estas herramientas, así como de TV, video beam, entre
otros, por desconocimiento en su manejo, quizá por apatía o por la carencia de
competencias para el dominio de este tipo de herramientas.

Aunque en Colombia el gobierno creo en el 2009, el Ministerio de las Tics con el


objetivo de lograr la prestación de servicios eficientes a los ciudadanos, las
entidades públicas deberán adoptar todas las medidas necesarias para garantizar
el máximo aprovechamiento de las Tecnologías de la Información y las
Comunicaciones en el desarrollo de sus funciones. 

Con esto se busca avanzar en la construcción de las sociedades del conocimiento,


para lo cual el Ministerio de las TIC - MINTIC propuso cualificar a los docentes y
funcionarios públicos a través un diplomado denominado maestro INOVATIC y
ciudadano digital. Así mismo ha dispuesto de equipos como computadores y
tablets para uso de maestros y estudiantes sin importar si es zona rural o urbana,
la conectividad en las zonas urbanas se facilita porque si bien dentro de las
instituciones educativas públicas en su mayoría no la poseen, encontramos zonas
de uso común como parques y bibliotecas en donde podemos obtener internet
gratis a través de conexiones wifi. En las zonas rurales se lanzó el programa social
Compartel, del Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones
(TIC), en el marco del Plan Vive Digital. A través del cual se ubican en zonas
rurales centrales puntos de conexión a internet para que puedan acceder a este
tipo de herramientas.
Sin embargo, a pesar de todas las estrategias anteriormente expuestas, se
requiere un poco más, por parte del gobierno en lo relacionado a facilitar equipos
modernos, conectividad a todas las instituciones educativas ya sean urbanas o
rurales, así como cualificar al talento humano; por parte se hace necesario que
los docentes logren superar miedos, mitos y falsas creencias en lo relacionado a
las TICs y recursos educativos digitales que circunda en nuestro medio, y por
parte de los demás miembros de la comunidad educativa se debe asumir un
compromiso por tratar de hacer un uso productivo y significativo de estas
herramientas.

De cualquier modo, para que Colombia avance hacia una sociedad del
conocimiento se requiere garantizar las mismas oportunidades de formación para
todos los ciudadanos sin importar su condición, así mismo se hace necesario
optimizar los equipos existentes y de invertir en otros más modernos con buena
conectividad, a los cuales puedan acceder todos en cualquier lugar de Colombia.
Se debe eliminar las brechas existentes por la desigualdad socio económico de
nuestro país y avanzar hacia la construcción de una cultura del uso efectivo de las
Tics, en la cual su implementación no sea una obligación o distracción en el
proceso educativo, sino más bien una estrategia que logre responder a las
necesidades educativas de los estudiantes y asumir nuevos retos para que
cuando lleguen de manera imprevista se logren manejar sin crear traumatismos en
toda la comunidad educativa.

De este modo, así podremos avanzar hacia una sociedad del conocimiento que
permita explorar nuevas oportunidades a través de la investigación en la ciencia,
educación, tecnología, salud, política, comercio y relaciones internacionales, entre
otros, aportando al progreso y crecimiento socio económico, así como favorecer la
intelectualidad y desarrollo de competencias de sus ciudadanos en un mundo
globalizado donde ya no existen las fronteras.
Para terminar, y como ya hemos venido reflexionando un poco sobre la situación
actual que estamos atravesando no solo en Colombia sino el mundo entero a
causa de la presencia en el ambiente de un virus llamado COVID19, declarado por
la OMS como pandemia, el cual ha obligado a los gobiernos a tomar medidas
drásticas para frenar la propagación y disminuir en lo posible el número de
contagios y víctimas mortales de este peligroso virus; haciéndose necesario el
aislamiento de las familias, quienes debemos permanecer en casa.

Según lo anterior, el problema radica en que las instituciones educativas se vieron


en la necesidad de suspender sus clases presenciales, y diseñar mecanismos
para continuar el proceso formativo desde la virtualidad, dejando ver en todo su
esplendor la falta de competencia no solo del gobierno por la carencia de equipos
y conectividad sino también de los maestros en el manejo de estas herramientas.

Es urgente entonces avanzar en Colombia hacia una sociedad del conocimiento,


no solo para superar la actual crisis que estamos viviendo sino porque esta se
convierte en una excelente oportunidad para explorar campos en todas las ramas
del saber que permitan desarrollar nuevos conocimientos y aportar así al avance
del conocimiento y por ende al desarrollo económico, científico y social de nuestro
país del cual depende nuestra salud y nuestras vidas.

En definitiva, está comprobado que las economías que se sustentan en el


desarrollo de conocimiento, avances científicos y nuevas tecnologías son más
estables que las que se basan solo en otros sectores como el agro, por ejemplo.
Al respecto quedan muchas cartas sobre la mesa y preguntas en nuestras
reflexiones que muy seguramente todos nos estamos haciendo como ¿Será que
Colombia puede lograr este avance?, ¿Qué se requiere para que el gobierno de
Colombia avance hacia una sociedad del conocimiento?, ¿estaremos los maestros
dispuesto a contribuir con este avance? La mesa está servida…
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

BINDE, Jerome. UNESCO. 2005. Hacia las sociedades del conocimiento: informe
mundial de la UNESCO. Capítulo I y II. Enlace:
https://unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000141908

KUGUER, Karstein. El concepto de la sociedad del conocimiento. Revista


bibliográfica de geografía y ciencias sociales. Cita:25/03/2020. En línea:
http://www.ub.edu/geocrit/b3w-683.htm

Ministerio de Educación Nacional. (2008). Ser competente en tecnología: Una


necesidad para el desarrollo. BOGOTA. Enlace:
https://www.mineducacion.gov.co/1621/articles-160915_archivo_pdf.pdf

ZANS MAGALLON, José María. 2000. ¿Qué es la sociedad del conocimiento?


Nueva revista. Citado: 15/03/2020. En línea:
https://www.nuevarevista.net/destacados/que-es-la-sociedad-del-conocimiento/

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