Está en la página 1de 1

BOLIVAR

(Llamado el Libertador; Caracas, Venezuela, 1783 - Santa Marta, Colombia,


1830) Caudillo de la independencia hispanoamericana. Nacido en una familia
de origen vasco de la hidalguía criolla venezolana, Simón Bolívar forjó su
ideario político leyendo a los pensadores del empirismo y la ilustración
(Locke, Montesquieu, Voltaire, Rousseau) y viajando por Europa. En París tomó
contacto con las ideas de la Revolución Francesa y conoció personalmente
a Napoleón y al naturalista alemán Humboldt.
Afiliado a la masonería e imbuido de las ideas liberales, ya en 1805 juró en
Roma que no descansaría hasta liberar a su país de la dominación española. Y
aunque carecía de formación militar, Simón Bolívar llegó a convertirse en el
principal dirigente de la guerra por la independencia de las colonias
hispanoamericanas; además, suministró al movimiento una base ideológica
mediante sus propios escritos y discursos.
En 1810, aprovechando que la metrópoli se hallaba ocupada por el ejército
francés, se unió a la revolución independentista que estalló en Venezuela,
dirigida por Francisco de Miranda. El fracaso de aquella intentona obligó a
Simón Bolívar a huir del país en 1812; tomó entonces las riendas del
movimiento, lanzando desde Cartagena de Indias un manifiesto que incitaba de
nuevo a la rebelión, corrigiendo los errores cometidos en el pasado (1812).
En 1813 emprendió una segunda expedición militar, la «Campaña Admirable»,
que entró triunfante en Caracas; de ese momento data la concesión por el
Ayuntamiento del título de Libertador. Aún hubo una nueva reacción realista,
bajo la dirección de José Tomás Boves, que reconquistó el país para la Corona
española, expulsando a Bolívar a Jamaica (1814-1815). Pero Bolívar lanzó una
tercera revolución entre 1816 y 1819 que le dio el control efectivo de gran
parte del territorio; dos años después, tras una tregua, aseguraría la
independencia de Venezuela al derrotar a los españoles en la batalla de
Carabobo (1821).

Bolívar, presidente ya de la «Gran Colombia» (1819-1830), lo fue también


de Perú (1824-1826) y de Bolivia (1825-1826), implantando en estas dos
últimas Repúblicas un modelo constitucional llamado «monocrático», con
un presidente vitalicio y hereditario. Sin embargo, los éxitos militares de
Bolívar no fueron acompañados por logros políticos comparables. Su
tendencia a ejercer el poder de forma dictatorial despertó muchas
reticencias; y el ambicioso proyecto de una gran Hispanoamérica unida
chocó con los sentimientos particularistas de los antiguos virreinatos,
audiencias y capitanías generales del imperio español, cuyas oligarquías
locales acabaron buscando la independencia política por separado.

También podría gustarte