No recuerdo el día, ni mucho menos la hora; lo que
sí puedo afirmar con seguridad, es que no era 31 de octubre para que ella luciera el disfraz que traía; no porque tenga buena memoria, porque creo que ya notaron que no la poseo, simplemente vino a mi mente un recuerdo muy vago de un hecho que fue muy notorio en todo el pueblo y en el mundo, ese día, ese fatídico e inolvidable día: que salvo a ella, nadie más estaba disfrazado como tradicionalmente se acostumbra en el denominado “día de las brujitas” por eso sé, que el 31 de octubre, es el único día que no era.