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Ma.

Alejandra Gomez Bravo


Ética de la Comunicación
La verdad como principio

Actualmente, en una sociedad contaminada por estereotipos, estilos de vida


utópicos y la ceguera de las personas frente a las realidades, el periodismo se ha
vuelto el medio para influir en nuestro pensamiento, por medio de contenidos
banales o inútiles. Cuando un periodista delata una cruda realidad, como lo hizo
Juan Pablo Barrientos en su libro “Dejad que los niños vengan a mí”, por ejemplo,
las personas se sorprenden porque los casos de pederastia, que han sucedido en la
iglesia, son un tema del que no está bien visto hablar y más en un país, en el que
muchos tienen la religión como una institución sagrada.

O cuando muestran la realidad oculta de ciertos lugares, un ejemplo de ello es


Cartagena, una ciudad que es el destino turístico de muchos extranjeros o personas
con gran poder económico, por sus hoteles lujosos, las playas, los eventos y demás.
Los medios solo nos quieren vender esa realidad, porque si muestran la pobreza,
las guerras de pandillas y la prostitución se desdibuja la imagen que se tiene de ese
lugar en particular.

Por ende, el periodista está para mostrarle a las audiencias que no hay realidad
universal, porque cada población se enfrenta a diferentes problemáticas: todas
deben ser conocidas. El periodista debe ser la voz de aquellas poblaciones a las
que nadie escucha o dejan de lado, porque como viven en lugares que pocos
frecuentan, entonces a nadie le importan. Es entendible, que decir la verdad en un
campo en el que prevalecen los intereses políticos y económicos sea difícil. Sin
embargo, siempre se debe luchar por mostrar la verdad, porque según el artículo 20
del código penal se debe transmitir información objetiva, veraz e imparcial. Esa debe
ser la premisa de los periodistas.

Aprovechando el desarrollo de las nuevas tecnologías, hay muchos medios virtuales


que son independientes, hacen parte de ese selecto grupo de valientes que se
rehúsan a maquillar temas relevantes para la sociedad. Por ende, como periodistas,
debemos aportar contenidos de calidad, en los que las personas puedan confiar.
También se debe demostrar a las generaciones futuras de periodistas, que si bien
esta profesión tiene obstáculos, hay muchas iniciativas buenas que se pueden
realizar. Nosotros le damos propósito al periodismo.

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