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Módulo I PDF
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Curso:
Ética III: Ética y Valores.
Docente:
Pbro. Lic. Diómedes Antonio Ángeles Fernández
(Magíster)
Junio de 2008
Santo Domingo, República Dominicana.
INDICE–CONTENIDO
Págs.:
Prólogo……………………………………………………………
Introducción…………………………………………………......
Justificación………………………………………………………
Metodología………………………………………………………
4.1.- El orden
4.2.- La obediencia
4.3.- La generosidad
4.4.- La paciencia
4.5.- La laboriosidad o el trabajo
4.6.- La perseverancia
4.7.- La fortaleza
4.8.- El patriotismo
4.9.- La sencillez
4.10.- La sociabilidad
4.11.- El pudor
4.12.- El optimismo
4.13.- La humildad
4.14.- La audacia
4.15.- La lealtad
4.16.- La gratitud
Bibliografía
Desarrollo del Curso: E3-003
Introducción:
Metodología:
Recursos:
-Audio-Visuales
-Salón de Clases
-Bibliográficos [1]
-Material Gastable
-Internet
Evaluación:
-Prácticas______ 20%
-Asignaciones___ 25%
-Trabajos/Exposiciones__ 20%
-Examen Parcial___ 15%
-Examen Final_____ 20%
Total 100%
Módulo I: Conceptualización – Introducción
1Cfr. TIERNO, Bernabé: Valores Humanos. Taller de Editores S. A., 12ª edición, Madrid, 1996, Pág. 15.
Como nos sugiere el mismo Tierno: “Los valores no son ni meramente objetivos ni meramente
Todo lo que existe tiene una razón para existir, y en esta razón está
su sentido y su valor. Es decir, todo lo que existe es bueno, es un bien,
vale. Y llamamos Bien a aquel o aquello que porta valor o valores. De
modo que el valor es aquello por lo cual apreciamos las cosas (“Los
valores se perciben mediante una operación no intelectual llamada
estimación”)2, lo que hace buenas a las cosas.
subjetivos, sino ambas cosas a la vez: el sujeto valora las cosas, y el objeto ofrece un fundamento para
ser valorado y apreciado”.
2 CARRERAS, Llorens – ELIJO, Pilar- ESTANY, Assumpció- GOMEZ, María Teresa- GUICH, Ricard-
MIR, Victória- OJEDA, Felipa- PLANAS, Teia- SERRATS, María Gracia: Cómo educar en valores –
Materiales, Textos, Recursos y Técnicas-. Editorial NARCEA, Séptima edición, Madrid, 1999, Pág. 19.
Es decir, “Cualquier valor está vinculado a la reacción del sujeto que lo estima; por ejemplo: ante el
valor del amor uno puede reaccionar sublimándolo y otro encarnándolo… Hay unos más estimables
que otros, les otorgamos una jerarquía. Según ésta, los valores pueden clasificarse en vitales,
materiales, intelectuales, morales, estéticos y religiosos”.
3 Es decir, porque las diferentes manifestaciones culturales no valgan igual, no por ello podemos tildar
un valor como relativo. Por ejemplo, no es lo mismo amputar una mano al ladrón que someterlo a un
proceso de reeducación, si con ello se quiere preservar o defender el derecho de propiedad, entendida
ésta como un valor a proteger por la sociedad.
Sin embargo, los hombres, que son el valor esencial de la
humanidad, poseen siempre más motivos para la identidad que para la
diferenciación. Como nos señalan Pedro Ortega y Ramón Mínguez en
una citación que hacen:
“Los hombres, lo mismo que las culturas, al final tienen más de común
que de diferente, sencillamente porque el ser humano es ante todo
humano y constituye una única especie, presentando las razas y las
culturas una variabilidad que afecta más a lo superficial y anecdótico
que a lo profundo y esencial”.4
4ORTEGA RUIZ, Pedro y MINGUEZ VALLEJOS, Ramón: Los valores en la educación. Editorial
Ariel, 1ra. Edición, Barcelona, 2001, Pág 22.
5CARRERAS, Llorens – ELIJO, Pilar- ESTANY, Assumpció- GOMEZ, María Teresa- GUICH, Ricard-
MIR, Victória- OJEDA, Felipa- PLANAS, Teia- SERRATS, María Gracia: Cómo educar en valores, op.
cit., Pág. 20.
objetivo. De tal manera que ningún ser humano, en su sano juicio,
elegiría un contravalor que atente contra sí mismo, o su crecimiento, o su
felicidad.
Pero los valores nacen con el mismo hombre, pues éste es quien
hace una valoración de las cosas y establece un orden jerárquico entre los
bienes que le solicitan y entre los bienes a que aspira. Es decir, los
valores, además de que son propuestos por la sociedad y la cultura en
que nacemos, son asimilados por cada sujeto en un orden de importancia
a partir de la incidencia interior que los mismos proporcionen a la
persona.
7 Por ejemplo, son muy variados los sentimientos que experimenta una persona al contemplar los
museos vaticanos, pues ante las antigüedades artísticas que representan los frescos, pinturas y
esculturas que allí se exhiben, un apasionado del arte podrá permanecer durante meses en un éxtasis
creciente, y quizás una persona con precaria formación artística resulte aburrido con rapidez.
“El mundo de los valores constituye la puerta de entrada al mundo de la
trascendencia, puesto que los valores pueden hacer referencia a una
realidad metaempírica (realidad no verificable ni por los sentidos ni por
la lógica de la razón)”.8
Sin embargo, una vez que esos valores no han sido interiorizados
por la mayoría, no han tenido sentido o han sido rechazados fuera del
ámbito escolar, se han creado situaciones conflictivas en lo afectivo,
escolar, laboral y familiar (inseguridad ciudadana, violencia, desorden
familiar, agresividad).9
Insertar en los centros educativos una pedagogía de los valores es
educar al alumnado para que se oriente hacia el valor real de las cosas.
Por esta pedagogía, las personas implicadas creen que la vida tiene un
sentido, reconocen y respetan la dignidad de todos los seres.
8 Ibid.
9 Cabe destacar que los cambios traen a su vez resultados positivos: “La crisis de los sistemas de
valores y de las religiones puede que en el fondo no sea tan negativa; la humanidad ha sufrido y está
sufriendo un profundo cambio, es una etapa nueva; por ello, debemos estar atentos a los valores que
van emergiendo, dispuestos a modificar nuestra forma de actuar como elementos efectivos de esta
dinámica” (CARRERAS, Llorens – ELIJO, Pilar- ESTANY, Assumpció- GOMEZ, María Teresa-
GUICH, Ricard- MIR, Victória- OJEDA, Felipa- PLANAS, Teia- SERRATS, María Gracia: Cómo
educar en valores, op. cit., Pág. 20.
Todos los valores que configuran la dignidad del ser humano, son
el fundamento de un diálogo que hará posible la paz entre todos los
pueblos. “La Declaración Universal sobre los Derechos Humanos de la
ONU no hace más que recoger el común sentir de los hombres que
reconocen los valores que dignifican y acompañan la existencia de
cualquier ser humano”.10
10
TIERNO, Bernabé: Valores Humanos, op. cit., Pág. 18.
11 Contravalor es todo aquello que dificulta al hombre llegar a ser más persona y le resta humanidad.
Los criterios para vivir en sociedad desde el punto de vista moral
son:
TIERNO, Bernabé: Valores Humanos, op. cit., Págs. 23-24. Es decir, un signo de aceptación de sí
12
mismo es: --El aprendizaje y crecimiento con las experiencias de uno mismo
--La creatividad con la que llenamos de dinamismo nuestra vida
--La apertura y entrega a los demás
Por eso, considerar, alabar y reconocer las aptitudes y cualidades de
un niño o niña es fundamental para lograr un nivel mínimo de
autoestima, para fomentar la confianza de cada persona.
13Ibid, Pág. 25. Es obvio que cuando suceden estos casos de rechazo de los padres a los hijos, los
mismos demuestran que no aceptan a sus hijos incondicionalmente, sino que quieren que realicen las
expectativas que se hicieron con ellos, pero esta actitud deforma la conducta de un hijo y su proceso
normal de crecimiento.
aceptarnos sin deformar lo que realmente somos. Como nos señala
Louise L. Hay: “He comprobado que cuando realmente nos amamos, es
decir, cuando nos aprobamos exactamente tal como somos, todo funciona
bien en la vida”. Por ejemplo, es inútil que siendo mujer pretendas ser
hombre; es incomprensible que quieras ser futbolista si te falta una
pierna; es imposible que puedas conocer los colores si has nacido ciego.
-Autoconocimiento
-Autonomía y autorregulación
-Capacidades de diálogo
-Capacidad para transformar el entorno
-Comprensión crítica
-Empatía y perspectiva social
-Habilidades sociales y para la convivencia
-Razonamiento moral.