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3.4 Industrialización.

La actividad industrial en nuestro país no es nueva. De hecho, se origina con la


primera transformación de materias primas que tuvo lugar entre las culturas que
poblaron nuestro territorio desde los tiempos prehispánicos.
Fue con la llegada de los españoles, alrededor del año 1519, cuando la
industrialización comenzó a configurarse de manera más profunda. En esta parte
se empezaron a desarrollar industrias que tenían la finalidad de explotar los
recursos mineros, principalmente, con una serie de actividades correlacionadas.
En la etapa de la Conquista (1521 a 1525), se comenzó a permear nuevo
conocimiento hacia esos sectores. Industrias como la minera, textil, tabaco, del
jabón y la pólvora, entre otras, se desarrollaron. También comenzó una fuerte
inmigración —mayoritariamente de españoles—, que crearon los incipientes
mercados de consumo, lo que tuvo como consecuencia la catalización de la
industria de la transformación como nunca antes.

Etapa posterior a la Reforma


Durante uno de los múltiples periodos de gobierno de Porfirio Díaz (alrededor de
1890), se dio una de las etapas más importantes del país con el impulso a la
actividad económica que lanzó a México sin precedentes al ámbito internacional.
En esta etapa también se realiza la construcción y expansión de la red de
ferrocarriles concedidos a las compañías extranjeras y el desarrollo de la minería
de plata. Se privilegió un sistema económico capitalista que impulsó la llegada de
empresas extranjeras que venían a México a beneficiarse de la mano de obra
barata, y que además contaba con una gran variedad de recursos naturales, tanto
agrícolas como mineros y petrolíferos.
Durante esta época, la generación de energía eléctrica en el país empezó una
etapa de consolidación importante. El comercio, durante la etapa central del
Porfiriato, tuvo un notable crecimiento, ya que estuvo orientado de manera
fundamental a satisfacer las demandas de productos mineros y agropecuarios
requeridos por el mercado internacional.
A raíz de la Revolución Mexicana y con el fin de la etapa del Porfiriato, el país
sufrió un estancamiento importante en materia industrial, la mayor parte de las
políticas públicas estuvieron orientadas al campo y en cómo redistribuir la tierra
con fines agrarios.
Durante el gobierno del General Plutarco Elías Calles, la política agraria sufrió
transformaciones más profundas, y se decreta la Ley sobre Repartición de Tierras
Ejidales. En este periodo la industria no experimentó un crecimiento importante
por las políticas populistas.
Hacia finales del periodo del presidente Lázaro Cárdenas (1940), se crearon las
bases para tener la infraestructura necesaria, lo que dio viabilidad a las zonas de
producción agrícola con infraestructura carretera y dando mayor conectividad
hacia los centros de consumo.
A raíz de la Segunda Guerra Mundial, se sustituyen las importaciones para dar
paso a la producción de bienes manufacturados nacionalmente. Este es el
detonante histórico para la creación de las zonas industriales. Estas se
establecieron principalmente en ciudades densamente pobladas, dado que la
producción que generaban estaba íntimamente ligada con el consumo interno, y
en consecuencia, cerca de los propios mercados.
El proceso de industrialización se consolida a fines de la década de 1950 y
principios de 1960; pero fue durante el periodo de años 1958 a 1964, que se
brinda un impulso importante al sector industrial.

3.5 Terciarización.
La terciarización de la economía es la transformación de las
actividades económicas hacia unas más enfocadas al sector de servicios, o
también llamadas actividades terciarias. Este fenómeno es más notable en las
economías desarrolladas o países industrializados en donde la estructura
económica ha cambiado hacia una basada fundamentalmente en el sector de
servicio.

Causas de la terciarización de la economía.


La principal causa de la terciarización de la economía es el incremento de la renta
de las familias que les permite un mayor consumo de servicios de salud,
educación, turismo, hoteleros, seguros, transporte entre otros.
Las familias empiezan a gastar cada vez una mayor proporción de sus ingresos en
distintos servicios mientras que su gasto proporcional en bienes primarios e
industriales cae. Así, esta restructuración del presupuesto de las familias es
reflejada en el cambio de la producción de la economía, favoreciendo el sector de
servicios.

El proceso de terciarización en México.


1. Fase de desarrollo agroexportador (1895-1930). Al inicio del periodo, la mano
de obrase concentraba, sobre todo, en los servicios personales y en los
distributivos; al final, los primeros perdieron importancia en favor de los
distributivos y sociales como consecuencia de la integración territorial y la
expansión del sector público.
2. Fase inicial de la sustitución de importaciones (1930-1950). Crecimiento de los
servicios profesionales y financieros al calor del proceso de modernización de la
industria manufacturera y de los servicios personales, en paralelo con la elevación
del nivel de vida de la población. La expansión de los servicios al productor se
vinculó con la mayor complejidad y el dinamismo de la producción industrial.
3. Fase de consolidación del modelo de sustitución de importaciones (1950-1979).
Ampliación de los servicios sociales en respuesta al crecimiento de la
administración pública y la inversión en salud y educación; crecimiento moderado
del comercio en respuesta al aumento de las grandes tiendas comerciales, de
supermercados y de empresas distribuidoras de autos.
4. Crisis y reestructuración económica (1979-1995). Aumento relativo de los
servicios personales y del comercio en detrimento de los servicios sociales y al
productor debido a la debilidad de la demanda laboral en los sectores de mayor
productividad y a la concentración de los nuevos empleos en actividades con
bajos niveles de remuneración. Reversión de la tendencia de rápida expansión del
empleo industrial iniciada en la década de los 50.
5. Afianzamiento del modelo exportador de manufacturas (1995-2010 a la
actualidad). Los servicios profesionales y financieros, junto al subsector de
restaurantes y hoteles, son los más dinámicos, como consecuencia de la
modernización e internacionalización de la banca y las nuevas tecnologías de la
comunicación y del crecimiento del turismo, la llamada industria sin chimenea. Es
de destacar, también, la ampliación del subsector del gobierno, a contracorriente
de lo sucedido en el lapso anterior.
Esta apretada sinopsis de la evolución histórica del sector terciario en el país nos
permite subrayar su interdependencia con el resto de la economía y la manera en
que su camino denota procesos sociales más inclusivos. Un punto crítico de esta
evolución son los años previos al interludio de crisis y restructuración económica,
cuando por primera vez el terciario desplazó a la industria en la capacidad de
absorción de fuerza de trabajo asalariada liderando, a partir de entonces, la
dinámica del mercado de trabajo.
3.6 Problematización del México actual.
Entre los factores que determinan el conjunto de problemas contemporáneos más
graves, hay tres que siendo de suyo conflictivos generan en combinación una
dinámica social y económica perversa, un círculo vicioso que produce y amplifica
otros problemas. Estos tres factores son: (1) el empobrecimiento de una parte
importante de la sociedad como producto del desempleo y, en general, de la falta
de oportunidades; (2) una tendencia por parte de los diversos grupos sociales a no
cumplir la ley (en sentido amplio, es decir cualquier norma de carácter público)
salvo en determinadas circunstancias, y (3) la total ausencia de una política
industrial y comercial, por parte del Estado, orientada al estímulo de la inversión
productiva.

1. Desempleo y pobreza
La población económicamente activa asciende en México a unos 40 millones de
personas. Esta población crece a una tasa anual aproximada de 3%, lo que
significa una cifra de un millón 200 mil personas que cada año se incorporan al
mercado laboral en busca de empleo. En años de crecimiento económico alto, el
sector formal de la economía ha podido crear alrededor de 400 mil empleos por
año. El resto de la nueva fuerza laboral, unas 800 mil personas, se ve obligado al
empleo informal de diversos tipos (incluyendo actividades ilegales) o a emigrar a
Estados Unidos. Sin embargo, la economía no ha estado creciendo a un ritmo alto
y sostenido en todos estos años, lo que implica que el número de personas
forzadas al empleo informal, la emigración o, de plano, la delincuencia, sea mayor
y creciente, a causa de la falta de oportunidades de trabajo.

2. Falta de respeto a las leyes


Esta carencia de cultura de la legalidad obedece a varios factores de diversos
tipos, de los que se destacan solo dos:
El primero es que una buena parte de las leyes no se puede cumplir, ya sea
porque unas leyes contradicen a otras, porque son obsoletas o inadecuadas o
porque simplemente no hay autoridades en cantidad y con capacidad suficientes
para hacerlas cumplir.
El segundo es la ignorancia y el temor, o el desprecio que sienten los diversos
sectores sociales respecto a las leyes.
Desde una perspectiva económica, la falta de cumplimiento de las leyes por los
diversos grupos sociales complica y limita la política económica instrumentada por
el Estado, por ejemplo en lo que se refiere a la recaudación fiscal, y hace
prácticamente inútil cualquier reforma que al respecto se pueda llevar a cabo.

3. Falta de inversión, falta de crédito y falta de política económica


Desde la primera parte de los años ochenta, el Estado ha reducido de manera
significativa su participación en la inversión total como resultado de la orientación
ortodoxa de la política económica, que concibe la inversión pública como factor de
desplazamiento de la inversión privada y que además considera a la burocracia
paraestatal como esencialmente corrupta, ineficiente e incapaz de ser regulada.
Por estas dos razones, se hacía indispensable la privatización de las empresas
estatales rentables y la liquidación de las no rentables.
El elemento crucial que explica la baja inversión productiva no es, sin embargo, la
falta de crédito, sino la ausencia de una política industrial y agropecuaria activa
por parte del Estado.
Bibliografia.
Clement y Pool. (2015). Economía, enfoque América Latina. México: Mc Graw Hill.
Adolfo Gilly. (2017). La revolución interrumpida. México: McGraw Hill.
González Rondón, J.F.(2001). Introducción a la historia industrial de México. REAL
ESTATE MARKET & LIFESTYLE.
https://www.realestatemarket.com.mx/mercado-inmobiliario/22082-introduccion-a-la-historia-
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Ariza, M. y Oliveira, O.(2013). Terciarización de la mano de obra y protección


laboral de la población asalariada en México [archivo PDF] INTERNACIONAL DE
ESTADÍSTICA Y GEOGRAFÍA, 5(2), 37-38.
https://www.inegi.org.mx/rde/rde_12/doctos/rde_12_art3.pdf

Ruiz Nápoles, P.(2012). Los grandes problemas actuales de México. ESTE PAÍS.
https://archivo.estepais.com/site/2012/los-grandes-problemas-actuales-de-mexico/

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