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OPÚSCULO SEXTO.

DE LA PRONOSTICACIÓN DE LOS TIEMPOS POR LAS


CUARTAS DEL AÑO, ECLIPSES Y OTRAS CAUSAS
UNIVERSALES.

De la operación y facultad de las causas superiores, y cómo se encuentran


con las inferiores.

CAP. I

Dice Hiparco en el De Vigore Naturae que el corazón del hombre es asistencia de la


virtud vital, por ser principio de movimiento, y que semejantemente, los movimientos y
revoluciones de los cielos son vida de los hombres y de todo aquello que tiene
subsistencia debajo de la bóveda de la Luna; si los cielos no se moviesen cesaría lo que
se genera y lo que se destruye y cesaría todo natural movimiento; el calor del Sol y de
los demás cuerpos celestes imprimen en el aire las primeras cualidades, de cuyos
primeros temperamentos proceden las segundas. De donde se sigue que las alteraciones
y mudanzas que los cuerpos celestes causan en el aire dejan impresión en todo lo
elementado, cuya influencia no solo se incorpora en lo generado y producido, sino
también en las entrañas de la tierra, de donde hace salir gases con los que se congelan
los metales, y en la superficie fomenta las producciones de cosechas y plantas, y da
aliento a todo ser vivo, sin que haya cosa que no comprenda su dominio, excepto el
Albedrío del hombre que siempre queda libre para poder elegir a su voluntad, en quien
ni la constelación ni el influjo dejan impresión, por lo cual muchas cosas de las que
predicen los Astros nos suceden, o porque el hombre prudente lo evita, o porque Dios
Todopoderoso como Causa de Causas puede suspender los efectos de los que Su Divina
Majestad se sirviera.

La parte de la astrología que trata del concurso de las causas agentes con las pacientes
del temperamento y mudanzas del aire y de los tiempos es tan necesaria como
dificultosa, respecto de lo mucho que tiene que considerar fuera del método y preceptos
de la astrología por la variedad de las regiones especialmente en esta América, donde
vemos que una misma constelación en muy cortas distancias causa diversos efectos por
la variedad de las características de muchos lugares que estando en una longitud y
latitud sin diferencia sensible en un mismo tiempo, en unos es invierno, hace frío,
graniza y llueve y en otros es verano y hace mucho calor; de donde se sigue que no
importa que las causas agentes sean unas mismas si varían los pacientes, porque
entonces con unos mismos efectos y cualidades causan diversos efectos, obrando según
la disposición de las tierras, las cuales varían en los temperamentos según que unas
están más levantadas sobre la media región del aire que otras, en lo que se conoce que
del concurso de las causas superiores con la inferiores procede lo que se crea y lo que se
destruye. Y que lo uno sin lo otro, no tiene potencia ni aptitud para engendrar o
producir; de donde con evidencia saca el Filósofo que todas las segundas causas son
criaturas y que necesariamente hemos de dar una causa de causas, que por su solo
poder y voluntad es Creador de todas las cosas, que es Dios Nuestro Señor.
De las pronosticación de los tiempos por las cuartas del año.
CAP. II

En el juicio de la mudanza del aire y de los tiempos Ptolomeo en el Cap.10 y siguientes


de su Apotelesmas trata la materia por principios sólidos dejando aparte las
supersticiones de los árabes y en lo que vanamente ceden. Dice, pues, Ptolomeo que los
cuatro tiempos del año se originan del movimiento del Sol pasando por los cuatro
cuadrantes del Zodíaco principales y conocidos puntos equinocciales y solsticiales: y
aunque trata de ello según el polo ártico, mutatis mutandis se puede colegir el
temperamento en este Antártico, juzgando con la experiencia de la individualidad de las
regiones por los mismos preceptos.
Las cualidades de los cuatro cuadrantes y puntos cardinales del año que conforman la
primavera, el verano, el otoño y el invierno. Son de distintas intenciones y constan de
dos equinoccios, Aries y Libra, y de dos solsticios, Cáncer y Capricornio. A lo que se
han de hacer cuatro cartas astrales a la entrada del Sol en cada uno de los cuatro signos,
y una carta astral a la conjunción u oposición de las dos Luminarias, precedente a cada
uno de los cuatro cuadrantes; y si sucediese eclipse o conjunción magna de Júpiter con
Saturno, de Saturno con Marte o de Marte con Júpiter se han de hacer para ayudarse con
las unas y las otras al mejor conocimiento.
Comienza la primavera en este nuestro siglo el 21 de marzo, cuando el Sol toca el
primer punto de Aries y dura todo el tiempo que se detiene en Aries, Tauro y Géminis,
que se cumple el 22 de junio, cuyo temperamento es caliente y húmedo, inconstante, ya
lluvioso y húmedo, ya cálido, ya frío; se esfuerza el calor con actividad en este tiempo,
por la elevación del Sol, respecto del Polo del Mundo, y el humor por la vecindad del
precedente invierno en su comienzo, en cuanto el Sol está en Aries es más húmedo que
cálido; en el medio cuando el Sol camina por Tauro es igualmente cálido y húmedo; y
en la última parte, pasando el Sol por Géminis es más caliente que húmedo, y entonces
por la templanza del temperamento sopla ordinariamente los aires.
Sigue el verano y comienza el 22 de junio, cuando el Sol entra en el primer grado de
Cáncer y llega hasta el 22 de septiembre, en cuyo espacio de tiempo recorre el Sol el
cuadrante de Cáncer, Leo y Virgo, que es de naturaleza caliente y seca, en su comienzo
estando el Sol en Cáncer sobrepuja el calor a la sequedad, en el medio cuando el Sol
pasa por Leo es igualmente caliente y seco, y en la última parte andando el Sol por
Virgo prevalece la sequedad sobre el calor y suelen soplar pocos vientos,
principalmente en medio del verano.
El Otoño comienza con la entrada del Sol en Libra y se cuenta desde el 22 de
septiembre hasta el 23 de diciembre, que es el tiempo que el Sol tarda en pasar el
cuadrante del Zodíaco que contiene los signos de Libra, Escorpio y Sagitario. La
cualidad de esta cuarta es fría y seca. Al principio estando el Sol en Libra es más la
sequedad que la frialdad; en el medio pasando el Sol por Escorpio es igualmente fría y
seca; y en la última parte cuando el Sol está en Sagitario, es más el frío que la sequedad,
y así en el otoño como en el invierno soplan muchos vientos.
Comienza el invierno cuando el Sol entra en Capricornio, que es el Trópico Austral y
el opuesto de Cáncer, donde por la parte meridional el Sol se aparta lo más que puede de
la eclíptica y dura hasta el 21 de marzo, intervalo de tiempo en el cual recorre el Sol el
cuadrante del Zodíaco que ocupan Capricornio, Acuario y Piscis. Así pues, esta cuarta
es fría y humeda, y cuando el Sol pasa por Capricornio supera el frío a la humedad,
hacia la mitad estando el Sol en Acuario es igualmente fría y húmeda; y pasando el Sol
por Piscis es más húmeda que fría. Suelen soplar pocos vientos, especialmente en
medio del invierno.
De dos maneras se considera el Zodíaco, una en el Primer Móvil y otra en la Esfera
Estrellada, u Orbe Octavo, de cuyos signos, estrellas y propiedades pensaron los
antiguos que no se mudaban, según la remisión de su movimiento. Sin embargo, hoy
consta por evidentes observaciones lo contrario.
El general y común temperamento de los cuatros tiempos del año, que queda referido
y dispuesto, no es de un mismo modo general y perpetuo, sino que cada siglo necesita
acomodarse a su tiempo según los simulacros de las estrellas fijas, que contiene el
Zodíaco del Orbe Octavo, porque conforme a lo que expone Ptolomeo en el Cap. 11 de
sus Apotelesmas sobre los doce signos, no viene con lo que se haya en estos tiempos, y
aquello sirvió bien para aquel siglo; no obstante, pondré aquí la simple naturaleza de los
signos del Zodíaco del Primer Móvil y después continuarán las naturalezas y
propiedades de los signos del Zodíaco Estrellado u Octavo Orbe:
Aries. Es el primer dodecatemorion, esto es, el primero de los doce signos del Zodíaco
del primer móvil, principio del Equinoccio Vernal, cuya cualidad es de menos truenos y
más granizo que antes.
Tauro. Es signo cálido con mediana sequedad.
Géminis. Es templado, algo inclinado al calor y la sequedad.
Cáncer. Es nebuloso, remiso y no tan sereno como antiguamente.
Leo. Es caliente y seco y no menos que antes abrasa y ahoga.
Virgo. Siempre es húmedo y algo tormentoso.
Libra. Es vario, mudable y se inclina más a la sequedad que antes.
Escorpio. Tormentoso, ígneo, caliente no tanto como solía, antes remiso.
Sagitario. Ventoso y algo más húmedo que en la antigüedad.
Capricornio: Templado, poco húmedo. No totalmente.
Acuario: Frío y acuoso como siempre.
Piscis: Frío y menos acuoso que antes.

Los doce signos imágenes del cielo estrellado, o Zodíaco del Octavo Orbe calculado
para estos tiempos, según lo observado por su movimiento, no concuerdan con los
signos del primer móvil y distan de ellos casi 28 grados, de manera que el primer grado
de Aries del Zodíaco del cielo estrellado comienza a 28 grados de Aries del Zodíaco del
Primer Móvil donde cae la primera estrella del cuerno de Aries y se extiende hasta 28
grados de Tauro del Primer Móvil. Y este signo de Aries en el Octavo Orbe tiene tres
partes con diversas cualidades, como todos los demás signos que se contienen en él: la
primera, mueve vientos lluviosos menos que en otros tiempos; la segunda es templada,
inclinada al calor y la sequedad; la última parte es más caliente de lo que solía y menos
pestilente: la parte boreal que tiene este signo es ardiente y nociva por comprender
muchas estrellas de naturaleza de Marte y Mercurio. Sin embargo, la parte austral es
algo fría y más saludable por caer hacia allí casi toda la constelación de Cetus, que es la
Ballena y tiene muchas estrellas de la calidad de Saturno.
El Asterismo de Tauro comienza a 17 grados de Tauro y corre hasta los 25 grados de
Géminis del Primer Móvil. Las primeras partes de este signo donde se ven las Pleyades
son ventosas y turbulentas y mucho menos nebulosas que en tiempos de Ptolomeo; las
partes del medio son húmedas y de calor templado; la parte última mayormente donde
están las Híades es caliente, ígnea, con rayos y brillante. El espacio boreal de esta
imagen tiene templanza por haber allí muchas estrellas de naturaleza templada; la parte
austral es inestable e incierta por tener la mayor parte de estrellas marciales, otras de
Saturno y Venus y otras mezcladas con la cualidad de Marte y Luna.
El signo de Géminis comienza a 26 grados de Géminis y termina en el grado 24 de
Cáncer del Primer Móvil. Sus primeras partes son poco húmedas y en estos tiempos
nocivas; las del medio son templadas, ahora más secas que antes y así tienen menos
temperamento; las últimas inestables, con alguna sequedad. La Parte Boreal mueve
vientos y lastima las tierras; la Austral causa gran sequedad y bochorno.
La constelación de Cáncer se extiende desde los 24 grados de éste signo, hasta los 12
grados de Leo del Primer Móvil. Las primeras partes cerca de Presepe y los Aselos
atormentan y abrasan la tierra con reverberación muy seca; las de en medio sobresalen
con gran calor y sequedad; las postreras, en otro tiempo ventosas ahora son más secas.
Tanto la parte Boreal como Austral son nocivas y ardientes.
El Exordio del signo de Leo se toma desde los 13 grados de Leo y septiembre hasta
el grado 16 de Virgo, del Primer Móvil. Sus primeras partes, antes y ahora, sofocantes
y pestilentes; las del medio son templadas y se inclinan algo a la humedad; el fin tiene
templanza y antiguamente era seco y nocivo. La Parte Boreal es ígnea inestable; la
Austral es húmeda.
El Asterismo de Virgo comienza a 16 grados de Virgo y se extiende hasta los 6 grados
de Escorpio del Primer Móvil. Sus primeras partes son de un calorcillo nocivo, pero
menos de lo que solía; el medio es templado, y el fin acuoso, más que en el tiempo
pasado. La Parte Boreal es ventosa, la Austral templada.
El signo de Libra toma su Exordio desde los 6 grados de Escorpio y termina en el
grado 26 del mismo signo del Primer Móvil. Sus primeras partes son más templadas
que antes, inclinadas a la sequedad, las del medio templadas, las postreras húmedas y
acuosas. La Parte Boreal es ventosa, la Austral seca, pestilente y mortífera.
La constelación de Escorpio comienza en el grado 27 de Escorpio y termina en el
grado 26 de Sagitario del Primer Móvil. Sus primeras parte engendran nieves; las del
medio son tempadas con más humedad que en otros tiempos; las últimas son
turbulentas. La Parte Boreal es ardiente, cálida, y la Austral húmeda.
El signo de Sagitario comienza en este siglo desde el grado 26 de Sagitario y corre
hasta el grado 28 de Capricornio del Primer Móvil. La primera parte es más húmeda y
fría que en otros tiempos; la del medio templada, más inclinada a la frialdad que antes;
la última parte es caliente e ígnea. La Parte Boreal ventosa, y la Austral variable y
húmeda.
El Asterismo de Capricornio comienza en el grado 28 de Capricornio y acaba en el
grado 22 de Acuario del Primer Móvil. Su primera parte es caliente y nociva, la del
medio es más templada, y la última parte lluviosa. Así tanto la porción Boreal como la
Austral son húmedas y dañosas.
El signo de Acuario comienza desde el grado 23 de Acuario en el Primer Móvil y
termina en el grado 15 de Piscis de dicho Primer Móvil. Sus primeras partes son
húmedas; las del medio tempadas; las postreras más ventosas que antes. La Parte Boreal
es caliente, y la Austral produce nieves.
La constelación de Piscis se extiende desde los 15 grados de Piscis hasta los 27 grados
de Aries del Primer Móvil. La primera parte, que antiguamente fue templada, ahora es
más fría; la parte del medio es más húmeda que antes; la última, que solía ser caliente,
lo es algo más ahora. La Parte Boreal es ventosa, la Parte Austral Acuosa.
De la descripción particular de estos signos se puede ayudar grandemente el juicio de
la mudanza del aire y de los tiempos, tomando indicación de las cualidades por la
constitución del Sol y los demás planetas en las partes y lugares del Zodíaco estrellado,
y así mismo para el temperamento de toda criatura.
Se ha de advertir que las cualidades de las Cuartas del Año son las contrarias en esta
América y especialmente en estos Llanos de Lima.

Del tiempo saludable o enfermo, abundante, o estéril por las cuartas del año.
CAP. III

Hipócrates en el tercero de los Aforismos enseña la indicación de las enfermedades por


las cualidades de los tiempos; y dice que será año saludable y conveniente a la vida de
los animales y producciones de mieses y plantas el que en todas sus cuartas
regularmente conservare su temperamento de tal manera que la primavera sea
sanguínea, caliente y húmeda; el verano colérico y caliente; el otoño melancólico, frío y
seco; el invierno flemático, frío y húmedo. Y todo lo que cada una de esas cuartas
excede es contra su naturaleza y dañoso, de lo que resultan varios accidentes. Si la
sequedad predomina, causa enfermedades podridas, mal en los ojos y en la cabeza,
dolores en las articulaciones, intestinos y en el aparato urinario. Galeno, comentando
este tercer libro de Hipócrates, sobre los Aforismos 16 y 17 dice que, si la humedad
excede, produce fiebres podridas, diurnas, flujos de vientre, catarros, anginas y
apoplejía y en la primavera si es tempestuosa o seca, amenaza con muertes de viejos y
abortos de preñadas; y que si el invierno guarda su naturaleza, es saludable y que solo
trae dolores de cabezas, toses, ronqueras y resfriados.
La primavera muy húmeda, dice Cardano en el texto 56 sobre el Lib. II del
Cuadripartito de Ptolomeo, que significa podredumbre de frutos, que habrá pocos, y
abundancia de hierbas inútiles, impedimento de que los árboles y los renuevos vayan
floreciendo y que se dañarán los frutos que hubieren quedado aun no consumidos en
invierno.
Si el exceso fuere de calor, echarán los árboles presto la hoja y la flor, y los frutos
serán temprano, y sino se cogieren antes de madurar, les caerá gusano, especialmente en
tierras calientes. Se darán rosas antes de tiempo, y será la primavera inútil y hermosa, y
todas las producciones más compuestas a la especie y adorno que a la sustancia de la
misma cosa.
Si se inclinare a fría y seca y cayeren heladas al fin de la primavera cerca del
plenilunio, habrá aquel año pocos frutos, especialmente de los que tienen cáscara, como
las nueces, y también habrá muy poco vino. Y si la primavera fuere seca y no muy
cálida, serán pocos y buenos los frutos, aunque habrá penuria de trigo. Y si fuere fría,
serán los frutos pocos y tardíos y no llegarán a madurar perfectamente.
Si en el verano hubieren muchas aguas, los frutos que en él se dieren se pudrirán, y
no habrá abundancia de trigo, y la habrá de muchas enfermedades. Si fuere muy seco,
habrá falta de trigo, y los frutos del verano serán saludables, morirá mucho pescado por
corrupción de las aguas, y serán las enfermedades muy agudas; si fuere muy cálido,
habrá abundancia de frutos estivales y de enfermedades, y el vino será bueno. Y si fuere
frío, será el año saludable, y los frutos tardíos.
El otoño muy húmedo pudre las uvas y hace malos vinos; y si la última parte fuere
muy húmeda, el año siguiente habrá penuria de trigo; si en la primera parte fuere muy
seco, será muy falto de miel, año enfermo y de todo punto malo; si fuere muy frío, los
frutos del otoño serán pocos, sin gracia ni sabor.
El invierno frío y seco es loable y saludable; muy frío, destruye los árboles,
especialmente los que requieren calor, como granados, higueras, membrillos, naranjos,
limoneros, manzanos, sarmientos y olivos, y los semejantes. Cálido y húmedo, es muy
enfermo y pestilente, enemigo de mieses, barbechos y sembrados. Las nieves moderadas
secundan los campos, dan abundancia de frutos, matan el gusano y calientan la tierra.
Y toda cuarta del año que no se contuviere en su natural temperamento y que
excediere de él inmoderadamente, causará inmoderados efectos, con daño de animales,
mieses y plantas, y con destemplanzas y enfermedades.
Jerónimo Cardano segm. 7 aforismos 98 y 99 dice que generalmente las conjunciones
que cogen los sembrados en flor o cuando comienzan a nacer las espigas, Si en el orto o
en el ocaso trae estrellas fijas poderosas, predicen calamidades frutos y penuria de trigo.
El eclipse de Sol que se produjese cuando comienzan a florecer los sembrados y
cualquier género de plantas les quita aquel año el fruto, así lo siente Ptolomeo. Y dice
Estadio Cap. 7 que florecen con dificultad y sin esperanza de fruto. Alcabicio y la
mayor parte de los árabes inventaron unas que llaman Partes sacadas de las distancias
que hay de unos planetas a otros en el círculo de la carta astral al que añaden los grados
que se hallan al Ascendente y por su colocación y aspectos que tienen con Fortunas o
Infortunios juzgan no solo de la abundancia o esterilidad de los tiempos, frutos y
semillas, sino también de varios accidentes; partes que (por no ser probable su luz)
tengo por vanas, inútiles y sospechosas. Así lo siente Juan Estadio, Juan Antonio
Magino, David Origano y otros muchos.
Para el conocimiento y juicio natural de los tiempos, enfermedades comunes, frutos
y otros accidentes, dice Ptolomeo, Príncipe de los Astrólogos, en el Libro 2 del
Cuadripartito Cap. 10 y sobre este lugar Cardano texto 56 y Alcabicio en el Isagógico, y
con ellos todo el común de los astrólogos, que se ha de hacer una carta astral a la
entrada del Sol en cada uno de los signos cardinales, que son dos equinoccios y dos
solsticios, que hacen las cuatro cuartas del año, así como otra carta a la conjunción o
prevención precedente, a cada uno de estos cuatro puntos, por las cuales, estas cartas,
por sus dominantes y por sus aspectos con los planetas y estrellas fijas según su
disposición adversa o favorable, se toman noticias como de fundamentos naturales, de si
el año ha de ser fértil o estéril, enfermo o saludable, agregando y conciliando
juntamente las tendencias de los eclipses, conjunciones magnas (Júpiter-Saturno) y otras
causas universales que concurrieren en dichos tiempos.
Considerando así mismo la cualidad y naturaleza de las regiones, que no en todas
son regulares los efectos de unos mismos influjos, sino que obran según la capacidad de
cada una, y para que el juicio que se hiciere tenga propiedad, ha de caer exacto
conocimiento de la región que se requiere tratar.
Si variase la región como lo hacen los valles de Lima, que alcanzan la primavera en
la entrada del Sol en Libra, iniciándose en ella, será considerado tendencias generales:
se ha de notar el Señor del Año, el Ascendente y la Luna; y si el grado Ascendente, la
Luna y el Señor del Año en ambos temas estuvieren felices y bien colocados en
conjunción o buenos aspectos con las Fortunas -Venus y Júpiter- libres de Infortunios
-Marte y Saturno- y el Señor de la conjunción o prevención precedente se aplicare a
Fortuna Libre de Infortunio, con felices rayos de los Luminares o, por lo menos del
Luminar del Tiempo, significan que el año será generalmente saludable, de alegre y
propicio temperamento, libre de enfermedades. Y si todos los significadores o la mayor
parte estuvieren en mal estado cósmico predicen comunes destemplanzas y
enfermedades de la cualidad de los planetas maléficos.
Y generalmente se consideren tres cosas, la primera, el Señor del Año, el de la casa
de la Luna y la Luna; la segunda, la cuarta casa y su Señor; la tercera, el Ascendente y
su Señor. Y si todos estos significadores se encontraran en buen estado cósmico, con
buenos aspectos con las Fortunas -Venus y Júpiter-, significa fertilidad en el año y buen
estado de los abastos; y si encontrarán en mal estado cósmico, esterilidad y penuria.

Observaron los astrólogos antiguos para el conocimiento de los aires, que habían
lluvias, truenos, temblores y cosas semejantes a la entrada del Sol en el grado 20 de
Escorpio, tomado del primer minuto, por lo cual pronosticaban según la disposición de
la constelación dominante, haciendo allí mismo otra carta natal al punto de la
conjunción o prevención primera precedente, como se dice a la entrada del Sol en cada
uno de los cuatro signos Cardinales -la sizigia-, de donde se tomó el hacer una carta
natal a la entrada del Sol de cada uno de los doce signos, y a la conjunción, o
prevención de los Luminares precedente. Y para reconocer si fuera el año de pocas o
muchas aguas se toma la significación de la entrada del Sol en el principio de Libra,
Equinoccio de Otoño y de la precedente conjunción, o prevención de los luminares.

Los planetas dominantes en los lugares principales de la figura celeste, combustos en


el principio de la cuarta vernal significan borrascas; en el verano, calor y truenos; en el
otoño frialdad y humedad; y el invierno borrascas y vientos australes.

Los planetas significadores de la cualidad del aire occidentales, retrógrados, tardos en


movimiento, en los perigeos, combustos, débiles señalan las aguas, excepto Marte, que
combusto significa sequedad y pocas aguas.

Los vientos excesivos dañan los frutos, la falta de vientos hace daño a las mieses y los
sembrados, y la serenidad y tranquilidad continua de todo el año es indicio de
pestilencia.

CAPÍTULO VI.
De la significación de cada uno de los planetas siendo Señor del Año.

Saturno como Señor del Año

Saturno Señor del año sin aspecto de Marte, ni de planetas que templen su frialdad
será intenso el frío de aquel año, con muertes de animales e impedimento de las
producciones de la tierra. Dice Albumafar, Lib. 55 cap. 4, que ello se entiende en
regiones septentrionales, que empero en las australes, en la cuarta del ferviente estío
refresca los aires y dispone buen temperamento para la futura vida de los animales y
abundante producción de renuevos y brotes en las plantas. Y según Card. Lib 7. Aph.
67, hace mutaciones y cambios en el aire, causa terremotos, nieves y heladas. Y en
tiempo de calor lo disminuye y aumente el frío.

Dice Haly cap.7. lib. 8 que Saturno bien aspectado al Ascendente y aspecto amigable
al Señor del Ascendente significa buen estado y quietud en hombre y les promete
mercedes de los superiores, si en cambio se encontrara afligido, señala males corporales
y enfermedades de la naturaleza de Saturno.

Si Saturno se hallase bien aspectado en la segunda casa, promueve buen estado en las
cosas y ganancias en las administraciones y con los ministros, buena fortuna y salud y si
se encuentra allí desafortunado indica disminución en la hacienda y daño en las
encomiendas y mayordomías.

Saturno en la tercera casa, bien aspectado, significa gusto y comodidad y


conversación con los no convenidos, además de señalar impedimentos en los caminos y
nos trae calumnias y odios.

En la cuarta casa poderoso inclina a la agricultura, a fabricar edificios y da solicitud


para edificar y si se encontrará débil y abatido, indica ruina, odio e impedimento en la
agricultura por causa de enemigos y de las aguas.

En la quinta casa, estando feliz promete gusto y aumento por los hijos y de las
personas puestas en las herencias o heredades utilidad y ganancias y si estuviera infeliz
todo lo contrario.

En la sexta si en ella se hallase signo humano, insinúa enfermedades, melancolías,


epilepsia, locura, morbo y lepra; si fuera signo de animal caerá el daño y enfermedad en
el genero del signo donde se encontrare.

En la séptima, si se hallara signo humano, contraerán matrimonio los hombres de


buena gana con mujeres crecidas y viejas; si el signo fuese de otra calidad en ella, será
todo lo contrario.

En la octava amenaza con muertes de hombres, si el signo fuere humano, y si de


animales caerá sobre el significado del signo.

En la novena casa afortunado y en signo mutable da la, sin embargos viajes, en signo
fijo inclina a la religión y estudios, denota paz y ejercicio de justicia, si está
desafortunado, significa molestia y trabajos en los caminos, naufragios y pérdidas de
navíos.

En la décima casa bien aspectado, promete a los súbditos buen estado, favor de sus
magistrados y los rey y príncipes obrarán bien, infortunado y elevado sobre los otros
planetas, insinúa mal, frialdad infortunio que apretará a toda la tierra y que los reyes
mudarán de lugar imponiendo tributa al pueblo.
En la undécima bien puesto llena las esperanzas de la gente, enriquece a los hombres
por dadivas y viajes y si se halla infeliz frustra las esperanzas, y deseos y acarrea ansias
y males.

En la duodécima bien situado promete quietud, gusto y correspondencias recíprocas,


desvanece la envidia y la mala querencia, infortunado causa litigios, excita odios, y
daños correspondientes, trae infortunio y mueve enemistades viejas y males antiguos.

Júpiter como Señor del Año

Júpiter Señor del año, no impedido sin aspecto de otro planeta o cona Sol que temple
el aire, mueve vientos septentrionales moderadamente, con que todo animal y familia se
conforta y dice Haly parte I. cap. 4 que Júpiter templa el calor del estio y el frio del
invierno, que deshace las epidemias, enfermedades y pestes, hace aires saludables por el
aura o viento septentrional que mueve.

Júpiter afortunado en el Ascendente, bien aspectado con el Señor del Ascendente,


significa salud, buena fortuna, hombres honrados y puestos de dignidad, inclina a gusto
y ganancias, especialmente a los religiosos, componer y edificar templos y oratorios, a
los estudios y leyes. Infortunado insinúa disminución de la hacienda, acorta las limosnas
y pone dificultad en los edificios públicos y a pesar de todo los reyes serán más
cuidadosos con de las cosas que da el pueblo.

En la segunda casa, si está feliz, promete muchas ganancias y hermosa vida y si el


Señor de la Segunda aplica un aspecto le vendrá ganancias de parte no esperada; y si se
encuentra infeliz significa detrimento, perdición, mal suceso en la hacienda, serán los
hombres solicito en la pretensión de que no les quiten sus atributos y los reyes y
príncipes tendrán especial estudio en agregar tesoros y dominios de otros como quiera
que lo pueda ocupar.

Júpiter en la cuarta casa fuerte inclina al amor y compañía, conversación y


entretenimientos, a religión y liberalidad con los pobres, a la astrología, pronosticación
y viajes; mal situado ninguna de estas cosas se obrará loablemente.

En la quinta libre de infortunio, da buena salud y señala felices partos a las preñados,
los reyes se ocuparán en aumentar ministros y poblar las ciudades.

En la sexta feliz en signo humano da buen estado en los criados y siervos, y en signo
cuadrúpedo da fortuna en los animales y ganado, según señalare el signo. Si estuviere
infeliz anuncia enfermedades por apostemas y flatos.

En la séptima afortunado significa gusto y singular conveniencia y amistad de


hombres con mujeres, infortunado trae simulaciones y falsedades.
En la octava casa feliz, resiste a la muerte y a los que murieron hace hacer religiosas
honras; si se halla infeliz acelera la muerte, aflige a los animales correspondientes al
signo y los reyes se inclinan a llenar de agua los fosos de las ciudades amuralladas.

En la novena casa, insinúa muchos viajes por mar y tierra, inclina a los reyes a tratar
de las mudanzas del aire y de astrología, en todo lo que estando feliz promete felicidad
y si es infeliz lo contrario.

En la decima afortunado inclina ha hacer justicia, mueve a los reyes a honrar y hacer
mercedes a los súbditos, los cuales se convierten en utilidad propia, infortunado,
enajena a los reyes del pueblo, que ni con unos ni otras obra adecuadamente, quitando
las dignidades de uno y dándolas libremente a los otros.

En la undécima afortunado, aumenta la fortuna y el lustre y esplendor de la vida, da


bienes y dones y esplendor a la vida, da bienes y dones inopinados,, y semejantemente a
la duodécima casa da vitalidad y ganancias por pleitas y pro despojos de los enemigos.
Haly cap.7. lib. 8

Marte como Señor del Año

Marte Señor del año, sin aspecto de Saturno, ni de planeta refrigerante, templa el frío
del invierno y aumenta el calor del verano, mayormente si se halla en signo de fuego y
ascendiendo en su círculo, de aquí que en tierras frías conforte las sementeras y
aniamales y que en tierras cálidas sea su destrucción, Leopoldoo cap I. trac.6 y
Albumafar cap.5 lib.4.

Marte señor del año significa grandes calores, incendios, rayos, granizo y guerras.
Cardan.7. Apli.65. Dice Leopoldo cap. Trae 6. Si en la revolución del año se hallara en
signo propio lloverá mucho, si en casa de Saturno poco y si en otros signos
medianamente y principalmente serán muy abundantes las aguas si estando Marte en
Escorpio tuviera aspecto de Venus. Según Haly libI Cap. 4. Es marte de naturaleza seco
y grandemente mutable, que tal vez húmedo y cual seco, primeramente las humedades y
de la tierra las atrae arriba y fortifica su calor, y sequedad cuando asciende en su círculo,
es disminuido, y humedecido su calor, cuando desciende y se acerca a la tierra, entonces
insinúa enfermedades y dolores ocasionados de provenientes de sangre y es común
significado de Saturno y de Marte pestilencia, esterilidad y sedición, según Cardan 7;
Aph 70.

Marte en el ascendente afortunado significa según Haly. Cap 7. Libr 5 que los lugares
sujetos al signo en que se hallare tendrán en las guerras y en sus ejércitos felicidad aquel
año con muchos despojos, y ganancia, y aumento de sus jurisdicciones; infortunado
predice discordias, contiendas, guerras derramamiento de sangre con grande daño y
detrimento.

En la segunda casa indica copla de ladrones, y robadores, que se ejercitan en rapiñas,


hurtos, salteamientos y de poblaciones, causa vida miserable, opresión, imposición y
tributos.
En la tercera casa aumenta los odios y enemistades y en todas maneras perturba las
compañías.

En la cuarta su venenosa malicia dirige a los Planetas que están sobre la tierra,
incitándolos con sus aspectos en quemarse los campos, da incendios, fuegos y en signos
humanos grande efución de sangre por guerras y batallas particularmente cerca del fin
de año.

En la quinta casa acarrea daño y grandes trabajos a las preñadas.

En la sexta casa, si estuviera en signo seco trae cálidas y secas enfermedades, si en


signo húmedo, cálidas y húmedas, si en signo aéreo enfermedades, de epidemias, de
ventosidad y sangre, el ganado menor y bestias pequeñas corren mucho riesgo de
mortandad si callera en signo de animales.

En la séptima casa causa perniciosos odios y discordias de las que se siguen muertes,
excita frecuentes hurtos y latrocinios.

En la octava significa muertes y acabamientos en aquellos, especial sobre quienes


señala el signo.

En la novena, señala que serán infestados los caminos por ladrones y salteadores, en
que muchos miserables serán despedazados y en las aguas insinúa naufragios e
invasiones de piratas.

En la décima significa tiranía, con la cual los poderosos olvidados de la piedad y


justicia quitarán la vida a muchos sujetos o ya despojados y cargándolos de tributos.

En la undécima quita la amistad y compañía de los hombres y los irrita a que por muy
leves causas caigan en discordias y que unos de otros no tengan confianza.

En la duodécima engendra temores, ansias y atrae muchos daños y derramamientos


de sangre por causa de enemigos.

El Sol Señor del Año

El Sol Señor del Año tiene variedad según las que cuartas y según las conjunciones y
aspectos de los planetas cálidos o fríos, Saturno con el Sol en el invierno sin aspecto de
Marte, aumenta el frío y en el verano disminuye el calor, y más si se hallare en signo
frío, por que obra Saturno con más fuerza en signos fríos y Marte en los cálidos.

El Sol Señor del año en el Ascendente afortunado, y recepto, significa a los reyes,
magistrados y a todos aquellos a quien, en esplendor y dignidad, prosperidad y fortuna
en su estado se encuentran. Y si estuviere infeliz significa lo contrario y que muchos
serán despojados de sus dignidades.
En la segunda casa, insinúa mucho cuidado con los Reyes de su hacienda, de juntar
oro y plata por cualquier modo, aunque sea con detrimento de los súbditos.

En la tercera casa, señala, que habrá entre los hombres amor a las leyes y a la justicia,
alabanza e inclinación a los estudios de la religión.

En la cuarta casa insinúa la destrucción de los jardines, a menos que se de el caso de


que se encuentre en dignidades nobles.

En la quinta casa ofende a las preñadas y a las criaturas que traen en el vientre y
amenazan con aborto.

En la sexta casa, causa muchas enfermedades, mayormente en los ojos y muerte de


animales menores.

En la séptima, significa retirarle los reyes de aquellos que los asisten, y tener deseos
de experimentar cuestiones públicas.

En la octava indica muerte de mujeres.


En la novena, promete fortuna estable, feliz y tranquilo gobierno en justicia y
religión, y grandes honores a los superiores y ministros.

En la décima, predice a los reyes y reinos que tuvieren conexión en el signo en que el
Sol se hallare dignidades preeminentes, fortuna y loable fama.

En la undécima, insinúa virtuosos y rectos magistrados, con quien la plebe se hallara


en alegre y florido estado.

En la duodécima significa unión de la plebe y los magistrados tan reciproca, que unos
a otros se hagan bien, Haly cap.7 part. 8

Venus como Señora del Año

Venus Señora del año, prefiere la humedad en verano e invierno, en el estio y el


otoño disminuye la sequedad, mayormente si se halla en signo húmedo y donde no
tengo aspecto seco. Leopoldo cap.I part. 6

Venus en el Ascendente, de sentencia de Haly significa salud, corroboración y fuerza


a todos los cuerpos humanos y mucho gusto.

En la segunda casa, indica fertilidad, hartura y aumento en los frutos y rentas y allí
mismo ganancias y liberalidades.

En la tercera casa, induce odios y enemistades y pleitos.


En la cuarta introduce celos entre hombres y mujeres de adonde les niegan el salir de
casa y les ponen en reclusión, aunque al fin del año será mejor y más afortunado que al
principio.

En la quinta, promete conversaciones y gustos por las mozas y muchas y muchos se


remozarán, será año feliz para las preñadas y habrá muchos partos, inclina a los
hombres a amar a las mujeres, a músicas, juegos, holguras y galas.

En la sexta, significa ganancia por venta de esclavos en signo humano y en signo de


cuadrúpedo por venta de bestias, significa también enfermedades en las mujeres que
provienen de la intemperancia de la comida y bebida y flaqueza del estómago.

En la séptima afortunada, se deleitarán los hombres con las mujeres y tenderán a


contraer matrimonio, dará muchos casamientos. Si empero estuviera infortunada,
Venus, tendrán riñas y pendencias las mujeres con los maridos, serán desobedientes y se
producirán muchos divorcios.

En la octava morirán muchas mujeres, principalmente si Venus estuviera débil e


infeliz.

En la novena, promete fortuna y felicidad en los viajes, inclina a que los hombres se
ejerciten más en obras de piedad, justicia y castidad que en lujuria.

En la décima, enciende el afecto de los reyes y superiores para con las mujeres,
dándole puestos de mando en el gobierno y harán mercedes a los juglares, músicos y
bailarines y estado del reino será tranquilo y floreciente.

En la undécima insinúa muchos amores lícitos e ilícitos entre hombres y mujeres,


fornicaciones, holguras y regalos.

En la duodécima, tendrás los hombres odio a las mujeres, las despreciarán y les
quitarán la licencia del mando y el dominio.

Mercurio Señor del Año

Mercurio señor del año varía la calidad del aire y corrompe los vientos, mayormente
en signos húmedos y ventosos y hallándose en signos cálidos y secos, aumenta la
sequedad según Pitato pag.3.4. Dice Card. 7. Aph.69 que Mercurio causa vientgos
excitables y pestilencias y concuerda con Haly par. 8 cap. 26. que dice Mercurio
significa diversidad en los aires y causa muchos vientos dañosos.

En la primera casa afortunado, favorece a los muchachos, de tal manera que no


fácilmente reciban algún daño insuflándoles alegría y habilidad para el estudio de las
artes y las ciencias.

En la segunda casa, hallándose feliz, denota grandes ganancias a los Mercaderes y a


los oficiales y trabajadores, dándoles premios, pone felicidad entre señores y siervos. Si
se hallase infeliz, significa pobreza y que los oficiales y trabajadores serán mal pagados
y que habrá muchos que quieras ilícitas ganancias.

En la tercera, excita entre los hombres el estudio de las leyes, en cuya facultad habrá
frecuentes argumentos y votos de oposición.

En la cuarta, predice cárcel y cuentas a los oficiales reales de que brevemente serán
libres si Mercurio se hallare en signo mutable y si en signo fijo y si Marte tuviera
aspecto con Mercurio serán afligidos con tormentos o condenados a muerte.

En la quinta afortunado, favorece a las preñadas e influye en los infantes sutilidad de


entendimiento, empero infortunado, ofende a las preñadas y causa abortos o partos
intempestivos.

En la sexta indica enfermedades, según la naturaleza de los signos y amenaza las


cualidades y condiciones de los niños.

En la séptima, señala a daño a las mujeres y concubinos ilícitos.

En la octava, señala mortandad en los niños.

En la novena casa, da fortuna en los viajes y en las cosas que se van a hacer, excita el
amor a los estudios y las leyes y de otras facultades.

En la décima, favorece y ensalza a los escribanos y hombres doctos, a honores,


prefecturas y oficios, y les ofrece dones de las ciudades y propiedad para la expedición
y méritos, si tuviere aspecto de fortuna y al contrario si estuviere infortunado de estrella
maléfica.

En la undécima, significa, buena, cómoda y útil amistad, que unos con otros se
procuran conservar con amistad recíproca.

En la duodécima, mueve discordias, contiendas odios ofensivos y enemistades,


especialmente con los siervos.

La Luna como Señora del Año

La Luna cada mes mezcla su naturaleza y cualidades con el aire y lo templa según la
conjunción con el Sol, en la manera en que el Sol según las cuartas del año; en el primer
cuadrante es caliente y húmeda, en el segundo, cálida y seca, en el tercero, fría y
húmeda y en el cuarto fría y húmeda, y si en la revolución del se hallaran Venus,
Mercurio y la Luna en signos húmedos habrá muchas aguas. Si la Luna mirare a Venus,
y Mercurio y ambos estuvieren orientales, habrá muchas aguas y si estuvieran
occidentales será lo contrario, Leop. Capi. I. Trat. 6.
Dice Hali cap. 7 part. 8 que si la Luna Señora del Año se hallare en el Ascendente
afortunada, significa año saludable para los hombres y todas las coas necesarias al
hombre y a los cuerpos humanos y que infortunada significa lo contrario.

En la casa segunda, da riquezas y afluencia de bienes, infortunada daño y necesidad.

En la tercera, da deleite en los caminos, en las conversaciones con los parientes y


familiares.

En la cuarta infortunada, ansias y opresiones y cercos.


En la quinta da gusto y fortuna por hijos.
En la sexta, ofrece vida religiosa y apartada del vício.
En la séptima, da fortuna a las mujeres.
En la octava, indica muertes y en casa de marte a hierro.
En la novena, muchos viajes por mar y tierra.
En la décima, bien afecta, promete tiempo saludable, abundancia de frutos y
utilidades y mercedes, que recibirán los pueblos de sus príncipes, si se hallare
infortunada predice lo contrario.
En la undécima, promete afluente fortuna en todas partes. Y en la duodécima,
disensiones, pendencias y disgustos.

Dice Mesahala, que la Luna por ser más cerca a la tierra, que otro planeta, estando
prospera y feliz con benéficos evitará la enfermedad y si está en mal aspecto con
planetas maléficos lo contrario.

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