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EL DISCURSO DE LA NATURALEZA. ECOLOGIA Y POLITICA EN AMERICA LATINA.

CAPÍTULO I: La larga marcha de la Ecología.

MIRES, Fernando.

Sin dudas, la Ecología amenaza con convertirse en uno de los temas dominantes de la política
contemporánea. La dimensión política del fenómeno ecológico, la recurrencia a temas como el
ecológico tiene que ver con el desarrollo de un nuevo estilo de pensamiento en el marco de una
transformación cultural.

Los historiadores del futuro deberán buscar los puntos de referencia que permiten establecer
relaciones en el proceso de transición de la Ecología, desde una “ciencia pura” a un tema de
recurrencia político. Algunos documentos que poseen un evidente carácter precursor. Uno de
ellos es, sin dudas, el informe Meadow, conocido más bien como “los límites del crecimiento.” 1

Uno de los documentos precursores del auge ecológico, es el informe presentado por el Club de
Roma en 1972, “Los límites del crecimiento”.

El texto denuncia la degradación ecológica del planeta con el evidente propósito de alertar en
relación a determinadas formas que ha asumido el desarrollo económico a nivel mundial.

“Los límites del crecimiento” surgió en el ambiente provocado por la crisis petrolera de 1973. Una
de las razones principales, explicaría el agotamiento de los recursos naturales, residiría en el
aumento de la población mundial. Posee un carácter catastrofista, además es ideológicamente
malthusiano.

No todas las evaluaciones del informe son catastrofistas. Algunas de ellas son inobjetables y se han
venido cumpliendo muy rápidamente.

LLDC proviene de sectores que tradicionalmente coparticipan del dogma del “crecimiento
económico”, tuvo la resonancia que alcanzó. Las mismas críticas provinieran del Club de Roma, era
algo muy diferente. El informe puede ser una declaración de la bancarrota de la ideología oficial
del progreso. Desde el momento en que fue publicado, la Ecología encontraba las puertas abiertas
para penetrar en los centros principales del debate público.

En su contra se levantarán posiciones provenientes de esos mismos círculos. Uno de los más
conocidos es el llamado Modelo Bariloche.

Los autores del Modelo Bariloche critican el sentido catastrofista de LDC. Afirman que los
problemas ecológicos en los países del Tercer Mundo tienen un simple carácter sociopolítico.
Afirma que en el mundo no se observa ningún problema relativo al agotamiento de los recursos
naturales. El Modelo Bariloche resulta el verdadero modelo de la “ideología del crecimiento”.

Con el objetivo de contrarrestar LLDC fue elaborado por Naciones Unidas el “modelo Leotiev”. Su
conclusión es que las condiciones para el crecimiento económico continúan siendo óptimas, sobre

1
Los Límites del crecimiento: abreviado como “LLDC”.
todo en los países del Tercer Mundo. El Modelo Leotiev fue muy poco tomado en serio, por falta
de rigurosidad y falsos indicadores.

LLDC marca un hito decisivo en el proceso de entrada de la Ecología a los ámbitos políticos.

2. LAS PROPIEDADES INTERNAS DE LA ECOLOGÍA.

Ecología es la ciencia que estudia las relaciones de los organismos vivos con sí mismos y su
ambiente.

B. Stugren, define a la Ecología como “la disciplina que estudia las relaciones de intercambio y
trasformación de la energía entre los seres vivos.”

La Ecología es una ciencia que sólo puede definirse en el marco de los contextos que ella articula.

El matiz que identifica a la Ecología en cuanto tal es en las relaciones de intercambio.

El objetivo de la Ecología son las relaciones de intercambio. Por lo tanto, es una ciencia que se
expande en la medida en que va descubriendo nuevas relaciones de intercambio en los
organismos vivos, y entre ellos respecto al mundo que los rodea.

3. LA POLITICIDAD DEL SABER ECOLÓGICO.

El auge de la Ecología tiene que ver con la ruptura del consenso industrialista; con el quiebre de
una concepción de mundo de acuerdo a la cual, el desarrollo histórico en función del progreso no
estaba puesto en discusión. Cuando una determinada concepción del mundo ha perdido su
carácter hegemónico. A partir de ese momento, se abren, inevitablemente grietas a través de las
cuales penetran los “saberes reprimidos”, o simplemente mantenidos al margen de los centros del
poder decisional.

Se trata de una crisis general en el pensamiento colectivo. Antes que la crisis se hiciera presente en
toda su magnitud, existían lo que aquí llamamos procesos de erosión cultural.

4. LOS PROFETAS DE LA ECOLOGÍA POLÍTICA.

Los principales profetas que introdujeron nociones ecológicas en la discursividad política, no eran
precisamente ecólogos. Eran críticos de la sociedad industrial, del capitalismo y en el período de
mayor apogeo industrialista.

Lewis Mumford, Mythos der Maschine. La tesis central: el industrialismo no es una consecuencia
del capitalismo, sino que, por el contrario, el capitalismo deriva del industrialismo, se encuentra
controlado por un complejo económico-militar-industrial y político, ilocalizable en el espacio,
define como “Megamaschine”. Opera fundamentalmente en el mundo de la cultura, existe
interiorizada en el alma de los individuos.

5. LOS GEERMENES DE UNA UTOPÍA CONSTRUCTIVA: ILLICH Y SCHUMACHER.

Continuando la línea desarrollada por Mumford. Nos referimos a Iván Illich y a E.F. Schumacher.

Ambos desarrollaron su crítica a la sociedad industrial con la mente puesta en las condiciones que
prevalecen en los países del Tercer Mundo., como una crítica al propio concepto del desarrollo.
El mérito de ambos, es que, al criticar los estilos dominantes del desarrollo económico, la
“ideología del crecimiento”, abrieron las condiciones para un cambio cualitativo en la producción
teórica que se ocupa de los países del llamado Tercer Mundo.

5.1 LA UTOPÍA CONVIVIAL.

Iván illich,orienta sus críticas en contra de la “civilización industrial” y sus instituciones.

Plantea que la industrialización atenta contra el derecho de los seres humanos a actuar con
autonomía y a trabajar con creatividad. Tiene incidencias políticas, el desarrollo indiscriminado de
la técnica no es compatible con una convivencia democrática.

Illich, se esfuerza por elaborar una verdadera utopía constructiva, sociedad convivial. “En que las
herramientas modernas se encuentren en las manos de personas integradas en una comunidad, y
no al servicio de un conglomerado de especialistas”. Controla la tecnología mediante procesos
políticos democráticos.

El desmontaje del industrialismo debe ser no sólo democrático, sino que además selectivo.

El notable esfuerzo de Illich por convertir la crítica a la tecnología en una crítica política. La
“descontrucción” de la sociedad industrial debe ser realizada, por sus propias víctimas, quienes se
articulan bajo la forma de movimientos sociales.

5.2 ¿ES SMALL BEATIFUL?

Schumacher, “Small is Beatiful. Intermediate Technology in Action”. Su libro testimonia una


disidencia, al igual que LLDC2 agrega una nueva fisura en la gran ruptura del consenso
industrialista. Se orienta a criticar las normas fundamentales del “desarrollismo” en los países del
Tercer Mundo.

Aparece en un momento caracterizado por la crisis de determinados modelos de producción. La


existencia de esa crisis hace necesario, según Schucmacher, aplicar correcciones muy profundas en
la dimensión de las empresas, en la revaloración del “capital humano” en los estilos de trabajo y la
reconsideración de la naturaleza. Es la crisis del sistema “fordista”.

Las formas más virulentas de la crisis del “fordismo” se expresan en los países del Tercer Mundo.
Cuatro momentos:

1_ Transformaciones ocurridas en las llamadas economías industriales del “centro”, introducción


de nuevas tecnologías. 2_ Formación de una nueva división internacional del trabajo,
reorganización de la economía mundial. 3_ Reconfiguración social, especialmente en los países del
Tercer Mundo, los procesos de “desproletarización” y la proliferación de múltiples formas de
trabajo atomizado, “sectores informales”. 4_ Crisis y revisión de los estilos de pensamiento
imperante, reconocimiento de nuevos actores.

La constatación de los cuatro momentos ha señalado una verdadera parálisis en las llamadas
“instituciones para el desarrollo” (rostowianos” y “fordista”). Small is Beatyfull no se limitaba a
criticar a los modelos de desarrollo, sino que proponía formas de desarrollo.

2
Los límites del crecimiento.
Punto de partida de la tesis, es la crítica relativa a la creencia en la infinitud de los recursos
naturales del planeta. La Economía no toma en cuenta los “factores ecológicos”. La no
consideración de los factores ecológicos, trae por consecuencia, que toda la llamada civilización
industrial esté levantada sobre pies de barro.

6. ECOLOGÍA Y CULTURA POLÍTICA.

En la medida en que el discurso industrial es desconstruido, comienza a tener lugar, y por eso
mismo, la construcción de otro discurso que, en su fase, originaria se alimenta sólo del discurso
antagónico pero que, en una determinada fase, se articula en sí mismo y pasa a ser auto-
referente. Si estamos hablando de un discurso, es porque no sólo se establece una articulación de
objetos diferentes, sino que también, y a partir de ahí, una proyección de trascendencia, es
justamente esa proyección la que ha abierto posibilidades para que la Ecología comience a
desplazarse desde el campo de las ciencias naturales “puras” al campo de lo “social”.

El nuevo estilo de pensamiento se forma en ritmos oscilatorios desconstructivos y constructivos a


la vez, construyéndose a sí mismo en la medida en que se descontruye los antagonismos, lo que a
su vez descubre en el propio proceso de su autoconstrucción.

La tendencia preferencial para hacerse presente en la política, es la de los movimientos sociales.


Porque un movimiento social, a diferencia de un partido político tradicional, puede integrar en sí
mismo lo contradictorio sin que, paradójicamente, eso signifique una contradicción, pues la
naturaleza de un movimiento social es de por sí contradictoria.

7. LA ECOLOGÍA NO ES UN DISCURSO.

Podemos hablar de un discurso ecológico, cuando en un estilo de pensamiento la Ecología ha roto


sus relaciones articulativas y se desplaza a un lugar dominante, reduciendo a todos los objetos co-
participativos a lo puramente ecológico, esto es, cuando la Ecología se ha transformado en
ecologismo. En la Ecología sus relaciones deben ser permanentemente comunicativas t, como está
dicho, sin ser necesariamente un eje, influye con su modo particular de hacer ver la realidad a
todo el contexto cultural. Esa comunicación se expresa necesariamente en el lenguaje cuando sus
conceptos rebalsan a una forma específica del saber y pasan a integrarse en la comunicación
cotidiana.

8. LOS PELIGROS DE LA ECOLOGÍA PURA.

El ecologismo, o intento de explicar toda la realidad de acuerdo a determinaciones ecológicas, no


es sino un derivado de la propia lógica reduccionista y excluyente que algunos ecologistas han
creído subvertir. Pues, si lo ecológico ha alcanzado presencia política no es porque “en sí” sea
político, sino porque sea ha articulado con formas de conocimiento, no necesariamente
ecológicas, que le han abierto una posibilidad de articulación con lo político.

La Ecología puede integrarse en un discurso, pero ella no es un discurso. No existe el sistema


ecológico ideal en la Ecología. El sistema ecológico ideal es una formulación extraecológica que
construimos a partir de valoraciones éticas, estéticas, políticas, etc.

Le Ecología es un recurso para repensar el mundo.


9. ACERCA DE LAS TENSIONES ENTRE ECOMOÍA Y ECOLOGÍA.

El modo de articulación de la Ecología no está pre-escrito. Ella en el fondo, es también una opción.
Porque es posible recurrir al conocimiento ecológico para utilizarlo en las salas de reparaciones del
industrialismo. No es de la Ecología de donde se deriva un nuevo estilo de pensamiento. Más bien,
dentro de este último, la Ecología adquiere un sentido más allá de sí misma.

Ecología y Economía, se trata de una competencia entre dos estilos de pensamiento. La Ecología
no trata de suprimir a la Economía, sino todo lo contrario: rescatarla de sus posiciones
reduccionistas.

La Economía, surgió para cumplir las funciones de administrar racionalmente la escasez. Que se
haya convertido en una ciencia del crecimiento, no se deriva de la lógica interna del pensar
económico sino de un discurso progresivo de la historia que fue envolviéndolo, hasta
transformarlo mediante una operación ideológica, en pensar economicista.

9.1 PARA UNA SEGUNDA CRÍTICA A LA ECONOMÍA POLÍTICA.

La primera crítica a la Economía Política es realizada por Karl Marx y sus seguidores. Una segunda
crítica, con recurrencia a la Ecología, pretende acusar a la Economía, tanto a la burguesa como a la
marxista de haber ocultado o mistificado el significado de la naturaleza en la formación de los
capitales.

La segunda crítica a la E.P.3 se presenta con diversos matices. Por un lado, están quienes critican
sólo ciertas formas destructivas del desarrollo industrial (Schumacher). Por otro, los que plantean
una crítica a todo un esquema del desarrollo industrial (Mumford, Illich). Por último, aquellos que
ponen en cuestión el mismo concepto de desarrollo.

Paralelamente tiene lugar una crítica histórica al industrialismo. Hay diversos matices. Están los
que reducen la crítica a las simples relaciones capitalistas. Otros, que la hacen extensiva a toda la
civilización industrial, independientemente de los sistemas socio-económicos que se han formado
dentro de ella. Están los que buscan el origen de la situación actual en la propia “naturaleza
humana”.

En este trabajo, se plantea la tesis de que los diferentes orígenes adjudicados a la concepción
industrialista de la vida, no se excluyen necesariamente unos con otros.

Lo particular del actual momento, parece estar cristalizando un estilo de pensamiento, que critica
al industrialismo como tal. “Ya no se trata de cambiar el mundo, sino de conservarlo” es una de las
consignas en el sentido de la nueva radicalización social, por la cual han crecido los movimientos
ecológicos. Hay muchos ecologistas que piensan que para conservarlo (mundo) es necesario
cambiarlo.

La crisis de la Economía no es sino parte de la crisis de una concepción del mundo, parece afectar
a todas las ciencias. No se trata de una crisis del pensamiento científico, sino del cientismo
(término de K. Popper). El cientismo (para Popoper) designa al intento por convertir las ciencias en
compendios de verdades absolutas e inmutables. La crisis de la Economía es la crisis del
pensamiento cientista aplicado a la Economía. Henderson sostiene que la crisis de la Economía es
3
E.P: Economía Política.
la crisis de un pensamiento, que únicamente considera a lo cuantitativo como la verdadera
realidad.

9.2 ECONOMÍA Y ENTROPÍA.

La discusión en torno a las incidencias económicas de la segunda ley de la termodinámica, o ley de


entropía, en las disciplinas económicas.

Nicolás Georgescu-Roegen introdujo el concepto de entropía en la Economía. Cada vez son más los
economistas que ya no conciben a una Economía que ignore los gastos en la producción
energética. La noción de entropía es fundamental si se piensa construir un pensamiento
económico que recurra a la Ecología a fin de tematizar los problemas derivados de la escasez. La
entropía puede ser definida como la cantidad de energía que no se convierte en trabajo.

Si se toma en cuenta la segunda, la Economía debe considerar las cantidades de energía que no se
incorporan al proceso de trabajo, ergo, proponer formas de producción con un bajo nivel
entrópico, formular una Economía de la escasez.

Las economías del crecimiento en la medida en que se basan en la disipación de altas cuotas de
energía, producen, objetivamente una mayor escasez.

La noción de entropía implica una relativización del concepto de producción. Producción significa
siempre la pérdida irrecuperable de determinadas cuotas de energía. Tales pérdidas obligan a
crear nuevas formas de producción a fin de adecuar la economía a los nuevos niveles de energía
disponible, y así sucesivamente.

EXCURSO: ECOLOGÍA Y MARXISMO.

¿Puede el marxismo ser ecologista sin romper algunos de sus más importantes eslabones
discursivos, esto es, sin negarse a sí mismo?

Hay frentes teóricos divididos. Están los que defienden la posibilidad de un marxismo ecológico,
recurren a Marx para demostrar que en la formulación originaria de la teoría ya se encontraban
los nexos para desarrollar una teoría marxista de la Ecología. El concepto de naturaleza en Marx
parece jugar un papel fundamental en la construcción general de la teoría. Por otro parte, están
quienes niegan la posibilidad de un marxismo ecológico, dado que, la estructura lógica del discurso
de Marx, pero sobre todo “el marxismo histórico”, no dejan lugar para una crítica ecológica de la
sociedad.

MARX Y LA NATURALEZA.

En Marx el concepto de naturaleza se ve en sus Manuscritos económico-filosóficos. Encontramos


pasajes que hacen pensar el punto de vista de Marx, en lo que se refiere a las relaciones entre ser
humano y naturaleza, era verdaderamente ecológico. Posee una influencia de la filosofía
naturalista de Schelling.

La E.P. del crecimiento se ha comportado frente al trabajo femenino como con la naturaleza, como
algo sin valor, o como un recurso ilimitado del que es posible echar mano en cualquier momento.

EL CONCEPTO DE LAS “FUERZAS PRODUCTIVAS”.


El concepto de “fuerzas productivas” los frentes están divididos. Están los partidarios de continuar
la primera crítica a la E.P. agregándole algunas nociones ecológicas que Marx en su época no pudo
incluir. Por otro lado, están los partidarios de fundar una segunda crítica a la E.P. que disienta de
aquella visión progresiva de la historia heredada de la primera.

Una de las exigencias principales de los movimientos ecologistas es que la solución a las relaciones
ser humano-naturaleza no debe esperar. Ellos deben comenzar a resolverse ahora. Los
movimientos ecologistas no están dispuestos a esperar que el desarrollo de las fuerzas
productivas, al entrar en contradicción con las relaciones sociales de producción, conduzca al
comunismo dado que, cuando llegue la hora de implantar ese comunismo, puede que el planeta
ya no exista.

¿UNA NUEVA TEORÍA DEL VALOR?

En el Marx joven, el propósito de reencontrar el eslabón perdido entre el ser humano y la


naturaleza.

En su Programa de Gotha, Marx había establecido: “El trabajo no es la fuente de toda riqueza. La
naturaleza, de la misma manera, es la fuente del valor de uso.

Marx habla de la naturaleza sólo en dos sentidos: 1_ Como fuente de toda riqueza, que no es lo
mismo decir como fuente de todo valor. 2_ Como fuente del valor de uso, pero no del valor de
cambio. Significa que, si la naturaleza es fuente de riqueza, sólo lo es mediatizada por el trabajo,
representada por el trabajador como portador de fuerzas naturales. Esto es, la naturaleza es
constitutiva de valor (de uso) cuando actúa en una forma corporificada.

Para Marx, el concepto de valor era una categoría económico-filosófica.

LAS IMPLICACIONES TEÓRICAS DEL CONCEPTO “ECONOMÍAS NATURALES” DE ROSA


LUXEMBURGO.

Rosa Luxemburgo cuando en su conocido intento de proyectar la teoría marxista a una escala
mundial (imperialista), debió detenerse a analizar economías capitalistas en los países del Tercer
Mundo, que designó con el concepto de “economías naturales”.

Para Rosa Luxemburgo, el capitalismo, a fin de realizar los procesos de acumulación, precisará
siempre de espacios no capitalistas, sobre los cuales se extiende, convirtiéndolos en capitalistas.

Se vio obligada a reformular la teoría marxista relativa a los antagonismos sociales. Ya que la
acumulación no se realiza, en espacios nacionales cerrados, sino a escala mundial. Los
antagonismos reciben diversas formas. Plantea que el capital deberá librar una “lucha a muerte”
en contra de su principal enemigo: la economía natural.

Para Rosa Luxemburgo, el signo común de las economías naturales, ha sido la producción
orientada al autoconsumo. Mediante la penetración capitalista en espacios no capitalistas se
establece necesariamente la contradicción entre un valor de uso consustancial a la economía
natural y el valor de cambio, consustancial a la economía capitalista, pues, las economías naturales
son anticapitalistas. El capitalismo persigue 4 objetivos contra las economías naturales.
1_ Apoderarse de las principales fuentes de la fuerza productivas, como el suelo y la tierra,
bosques y minerales, etc.

2_ “Liberar” la fuerza de trabajo a fin de encauzarla en un sentido capitalista.

3_ Introducir las economías mercantiles.

4_ Separar la agricultura de la industria.

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