Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Año: 1472-1475
Descripción: Desde que se conoce esta tabla con la Anunciación, se creyó que era de Doménico
Ghirlandaio, un excelente pintor contemporáneo de Leonardo da Vinci. Pero en 1867 se
descubrieron datos, dibujos, bocetos que permitían atribuir el cuadro a Leonardo. Fue un encargo
para el convento de San Bartolomé en Monte Olivetto, de donde pasó a los Uffizi tras conocerse su
verdadero autor.
La obra representa una escena religiosa recogida en el Evangelio de San Lucas, la Anunciación a
la Virgen María: el arcángel San Gabriel desciende del cielo para anunciar a la Virgen María su
inminente embarazo por obra del Espíritu Santo.
En la obra aún no están patentes los rasgos pictóricos más característicos de Leonardo pero sí que
ciertos motivos preludian la factura y técnica única de este genio del Renacimiento. En el ángel se
aprecian varias semejanzas con las figuras que Leonardo realiza en el Bautismo de Cristo, y si bien
el sfumato típico del autor no está presente en esta Anunciación, las alas del ángel han sido
sometidas a un profundo estudio; Leonardo utilizó para la representación del arcángel alas de
pájaro, éstas fueron retocadas posteriormente y alargadas puesto que no se comprendió que el
artista florentino buscaba un efecto de “plegado” ya que el ángel estaba aterrizando en el suelo.
La Virgen por su parte aparece sedente, sus mantos cubren el sillón en una actitud poco práctica
ya que no permiten distinguir claramente las piernas de la Virgen del sillón, en esta ocasión no se
representa a una María sumisa que acepta su destino con resignación. La Virgen levanta una mano
a modo de saludo mientras mantiene la otra en la Biblia para no perder su lectura, es una mujer
renacentista plenamente consciente de su labor como madre del salvador.
La disposición voluptuosa de los pliegues de las vestimentas también es una de las características
de Leonardo, los pliegues son grandes, voladizos y ocupando gran parte del espacio que rodea a la
figura.
Se observa tantos colores fríos (azul, verde, grises, plateados) que se armonizan con zonas de
colores cálidos (naranja, marrones)
Es característico de Leonardo el uso de un doble foco de luz, uno principal, que vendría de fuera, y
otro secundario, en el interior, que recorta las figuras sobre el fondo.
El esfumato, logra crear una superficie suavemente aterciopelada, que funde figura y ambiente y,
que además rodea el cuadro con un halo de misterio, aparte de fundir así figura y paisaje, sin
transiciones bruscas de luz, con lo que las sombras se funden gradualmente y desaparecen los
perfiles.
Retrato de Ginebra de Benci
Año: 1474-1476
Medidas: 38 cm x 37 cm
Año: 1498
Desgraciadamente, el empleo experimental del óleo sobre yeso seco provocó problemas técnicos
que condujeron a su rápido deterioro ya hacia el año 1500, lo cual provocó numerosas
restauraciones en la magnífica obra. Leonardo, en lugar de usar la fiable técnica del fresco, que
exigía una rapidez de ejecución impropia de él, había experimentado con diferentes agentes
aglutinadores de la pintura, que fueron afectados por moho y se escamaron.
Leonardo representa el momento en que los apóstoles están ansiosos por saber quién traicionará
a Jesús. Asi podemos observar todo tipo de emociones, consternación, enojo, ansiedad, duda, que
quedan transmitidas brillantemente a través de las expresiones faciales y los gestos
Los apóstoles se distribuyen en grupos de tres que se relaciona entre sí por los gestos de las
manos. Estos grupos se equilibran pues mientras unos apóstoles parecen adelantarse otros sin
embargo se echan hacia atrás. Lla línea de los apóstoles se rompe con Judas sentado al otro lado
de la mesa.
Color. Se establece un equilibrio entre los colores. Por ejemplo el frío azul y el cálido rojo que se
unen en la figura de Jesús, En las paredes dominan colores que no llaman la atención, ocres o
marrones, así no nos distraemos del tema y acción del cuadro.
La profundidad. Por una parte es observable la perspectiva lineal o geométrica: las paredes se
estrechan y el techo desciende a la vez que las vigas de madera se reducen teniendo como
punto de fuga Jesús. Pero la presencia de las ventanas del fondo aumenta la ilusión de
profundidad mediante el uso de la perspectiva atmosférica.
Luz. Se observa el contraste de luces y sombra que crea clarooscuro . Un foco de luz parece
frontal o de nuestra izquierda, existe otro punto de luz en las ventanas una luz que parece clara y
azulada. Esta iluminación contribuye al modelado y al volumen tan importante para Leonardo
Gioconda
Año: 1503
La composición es clásica, triangular o pirámidal con el vértice en la cabeza que crea efecto de
equilibrio.
En cuanto al volumen los rasgos y el contorno de la figura están difuminados por el sfumato que
es como una especie de neblina que se consigue a base de veladuras sucesivas de óleo que
difumina las líneas del dibujo y los colores.
La sistemática observación de los fenómenos físicos llevó a Leonardo a degradar los colores para
marcar la lejanía progresiva del paisaje y suavizar el dibujo difuminando los perfiles como efecto de
la
atmósfera que envuelve figura y naturaleza, de manera que ambas queden armónicamente
unificadas.
Así, mientras pinta las figuras y los objetos situados en primer término con una mayor precisión, va
suavizando y matizando el trazo a medida que los objetos se alejan, de manera que quedan
difuminados por la masa de aire interpuesta, dando la sensación de una auténtica lejanía
(Perspectiva atmosférica)
La luz se concentra en el rostro y crea un suave sombreado en su lado izquierdo ( nuestra
derecha) El rostro lleva un fino velo , símbolo de la castidad.
El hombre de Vitruvio
Este dibujo realizado
por Leonardo da Vinci hacia el año
1490 en uno de sus diarios, sin
duda alguna es una de las
ilustraciones más famosas de
todos los tiempos. Y sin embargo
rara vez se puede ver el original,
ya que este se custodia en
la Galería de la Academia de
Venecia donde se conserva en
sus almacenes, restringiendo su
exposición al público, dado su
estado de conservación.
Aquí vemos a un hombre con brazos y piernas en dos posiciones distintas. Todo ello incluido en un
cuadrado y también en un círculo, cuyo centro es el ombligo. Y rodeando el dibujo hay un texto
escrito de modo especular, es decir, al revés y que solo se lee con la ayuda de un espejo. Algo
bastante habitual en los diarios de Leonardo. Allí refiere todas las medidas que generan ese cuerpo
perfecto, como que la palma de la mano, desde la muñeca hasta el extremo del dedo corazón debe
medir lo mismo que el rostro desde la barbilla al nacimiento del pelo. Y muchas otras referencias de
proporción entre las partes del cuerpo.