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Universidad San Carlos de Guatemala

Centro universitario de Jutiapa –JUSAC-

Nombre

Anthony Alejandro Corleto Pernillo

Carnet

201840858

Curso

Teoría del estado

Ensayo

EL PRINCIPE

NICOLÁS MAQUIAVELO

Catedrático

Lic. Pedro Luis Espina Aguilar

Jutiapa, 24 de marzo del 2020


El Príncipe
Nicolás Maquiavelo
Nicolás Maquiavelo nació el 3 de mayo de 1469 en Florencia Italia, en el año 1532
fue publicado el libro titulado EL PRINCIPE, con un genio eminentemente práctico
y con cierta crueldad, Maquiavelo presenta esta obra que fue escrita luego de que
se retiró de su vida política, es un libro clásico de las atacado y defendido con
entusiasmo a lo largo de toda su historia. Maquiavelo rechaza la viruosidad en los
gobernantes por considerarla inútil en esas circunstancias y propone un método
más pragmático para que un príncipe consiga gobernar una nación italiana. El
poder ha seducido a los hombres desde los tiempos más remotos. Su concepción
y su práctica ha sido heterogénea a través de la historia de la civilización, pero
nadie en muchos siglos se había aproximado a develar la naturaleza del poder en
forma tan realista y desnuda como Nicolás Maquiavelo: fundador de la ciencia
política, aunque hoy en día esta disciplina se ha desarrollado mucho mas allá, la
idea que se tiene de Maquiavelo y su libro leído, es la del cinismo como actitud
indispensable en las tares del gobierno y expresaba todo lo que había recolectado
durante su vida, observando los gobiernos, viendo en que fallaban y en que tenían
éxito. El libro escrito por Maquiavelo, era un manual de gobierno, en esa época, el
sistema de gobierno más común, era el de los señores príncipes, en este gran
libro de Maquiavelo, habla sobre cada uno de las situaciones a las que se puede
enfrentar un gobierno como este. Al principio, Maquiavelo habla sobre todos los
tipos de principados que puedan existir, como los nuevos, los hereditarios, los
eclesiásticos, entre otros , se habla también sobre los tipos de ejércitos que puede
haber, y que en este ensayo se hablara un poco sobre ello. Maquiavelo habla
también sobre las personas, por las que tenemos que confiar y por las cuales hay
que cuidarse , por supuesto todo lo que dice, lo apoya poniendo ejemplos con
hechos históricos los que respaldan sus tesis. La mayoría de estos hechos, que
son usados como ejemplos, son situaciones ocurridas, la mayor parte, en distintas
partes del continente europeo. Maquiavelo ocupa muchos ejemplos de situaciones
actuales , habla sobre los papados y sobre el reinado de Fernando de Aragón, los
cuales eran contemporáneos a él. Exclusivo para príncipes de la época, puede ser
utilizado en cierta parte en la actualidad, ya que Maquiavelo se guía mucho, por la
mente del hombre y como según él, reaccionaría en diversas situaciones, debido a
que el hombre no ha reformado mucho su mente, hay muchas situaciones en que
el hombre, actuaría igual a como actuaba hace siglos atrás. El poder considerado
como uno de los ámbitos de realización del espíritu humano, y el fenómeno
político visto como la expresión suprema de la existencia histórica que involucra
todos los aspectos de la vida, es la concepción que subyace en las disertaciones
de El Príncipe. El Príncipe, él debe extraer las premisas necesarias para
desenvolverse en un mundo cambiante. El éxito de un soberano radica en tomarle
el pulso a las situaciones, valorarlas y armonizar su conducta con la dinámica
inherente a ellas. Son las necesidades las que impondrán una respuesta. Y con
ello Maquiavelo demuestra que los hombres se miden con el mundo y actúan
sobre él.. Para Maquiavelo los fines políticos eran inseparables del bien común. El
bien del Estado no se subordina al bien del individuo o de la persona humana en
ningún caso, y su fin se sitúa absolutamente por encima de todos los fines
particulares por más sublimes que se consideren. El sentido de la vida y de la
historia, no acaba para los hombres si ellos prosiguen en la tarea de perfeccionar
la sociedad sobre bases racionales que los trasciendan más allá del simple plano
individualista o de atomización social en el que viven dentro de las sociedades
contemporáneas de finales del siglo XX. La permanente transformación de la
política, como la soñó Maquiavelo, puede ser el camino para la humanización del
poder y la sociedad. La política es por tanto el arte de el príncipe o gobernante en
cuanto tal. Y el príncipe, en cuanto conquistador y dueño del poder, en cuanto
encarnación del Estado, está por principio ( y no por accidente) exento de toda
norma moral. Lo importante es que tenga las condiciones naturales como para
asegurar la conquista y posesión del poder Para Maquiavelo la razón suprema no
es sino la razón de Estado. El Estado, constituye un fin último, un fin en sí, no solo
independiente sino también opuesto al orden moral y a los valores éticos, y
situado de hecho, por encima de ellos, como instancia absoluta. Como lo habia
comentado al principio del texto hablare un poco sobre los diferentes tipos de
ejercito que hay. Los ejércitos: arma y defensa, Maquiavelo se refiere a cada uno
de los tipos de ejércitos que puede tener un principado. Tomando en cuenta los
beneficios y dificultades que le puede traer a un principado. El ejército auxiliar: es
un ejército que no es propio y a la larga termina poniendo al principado en una
situación de deuda con el otro principado al cual le pertenece el ejército. El
principado pierde su independencia militar y queda atado a la merced del otro
principado. El ejercito propio es el mejor ejército que un principado podría tener,
por la simple razón de que son los únicos que son enteramente leales al príncipe y
que son los más confiables, es muy difícil que un príncipe sea traicionado por su
propio ejército. Es este ejército en el quien puedes confiar una batalla, ya que son
sentrenados según tus mandatos. Este ejército pagado, es el peor ejército, al
trabajar solo por dinero, es muy simple que no hagan bien su trabajo y existe la
gran posibilidad de que se revelen en contra del príncipe, lo cual podría finalizar en
la pérdida del poder. Este ejército es muy peligroso y poco confiable. (Ejercito
Mercenario) Ejército mixto: Es la mezcla entre un ejército propio y uno auxiliar.
Maquiavelo habla sobre este tema gran parte del libro, lo que evidencia que es un
tema de gran importancia en la época y con razón ya que las constantes luchas
por territorios y rutas de comercio, hacían indispensable que cada principado
tuviera su ejercito para defenderse o atacar. Maquiavelo tiene una concepción
totalmente diferente de la sociedad humana: para él el hombre es por naturaleza
perversa y egoísta, sólo preocupada por su seguridad y por aumentar su poder
sobre los demás; sólo un estado fuerte, gobernado por un príncipe astuto y sin
escrúpulos morales, puede garantizar un orden social justo que frene la violencia
humana. Fue el primero en usar la palabra estado en su sentido moderno. Algunos
le atribuyen la invención de la dictadura moderna y su consiguiente Realpolitik,
como expresión específicamente distinta de las antiguas formas de totalitarismo.
Sus ideas políticas estaban impregnadas de sentido práctico y una visión realista
de gobierno. El príncipe o el gobernante, tiene como misión la felicidad de sus
súbditos y ésta sólo se puede conseguir con un Estado fuerte. Para conseguirlo
tendrá que recurrir a la astucia, al engaño y, si es necesario, a la crueldad. La
virtud fundamental es la prudencia, para la conveniencia del Estado. Si el interés
de la patria exige traición o perjurio, se comete. La grandeza de los crímenes
borrará la vergüenza de haberlos cometido. Los medios no importan: no es
necesaria la moral, sino un realismo práctico, no lo que debe ser, sino lo que es en
realidad. Política y moral son dos ámbitos distintos e incluso contradictorios.
Aunque El Príncipe estuviera dedicado a Lorenzo de Médicis (1492-1519) [duque
de Urbino], con la esperanza de recuperar la confianza perdida, Maquiavelo quiere
presentar en su obra el arquetipo de cualquier político. Su personalidad debe
poseer condiciones especiales para llegar al poder y mantenerse en él: Capacidad
de manipular situaciones, ayudándose de cuantos medios precise mientras
consiga sus fines: lo que vale es el resultado. El que consigue el poder es el
Príncipe, el que consigue el orden y la paz son los súbditos. El gobernante debe
poseer seria destreza, intuición y tesón, así como habilidad para sortear
obstáculos, y moverse según soplan los vientos. Diestro en el engaño: No debe
tener virtudes, solo aparentarlas Amoral, indiferencia entre el bien y el mal, debe
estar por encima. Para Maquiavelo la mejor forma de gobierno es la República: "el
gobierno de muchos es mejor que el de unos pocos, y justifica la romana como la
más perfecta. Aunque él era republicano y aspiraba a convertir a Florencia en un
Estado fuerte, en El Príncipe acepta, como mal menor, que en ciertos momentos
de corrupción y desorden que es más útil y eficaz la acción de un solo personaje,
adornado de cualidades excepcionales. Bajo el impulso de ese nuevo espíritu,
Maquiavelo logró intuir, que los valores y la moral tradicional, cimentados por la
iglesia católica, no se ajustaban al mundo cambiante e inestable que surgía en la
Europa renacentista. DE LAS DISTINTAS CLASES DE PRINCIPADOS Y LA
FORMA EN QUE SE ADQUIEREN. Todos los Estados, todas las dominaciones
que han ejercido y ejercen soberanía sobre los hombres, fueron y son repúblicas o
principados. Los principados son o hereditarios o como miembros agregados al
estado hereditario del príncipe que los adquiere. DE LOS PRINCIPADOS
HEREDITARIOS Este capítulo señala como pueden y deben y deben gobernarse
los principados. Es más fácil conservar un Estado hereditario, acostumbrado a una
familia y basta con no alterar el orden establecido por príncipes anteriores, y con
temporalizar después con los cambios que pueden producirse. Es lógico que sea
más amado y a que menos vicios excesivos le traigan el odio es razonable que le
quieran con naturalidad los suyos. DE LOS PRINCIPADOS MIXTOS. Las
dificultades que existen en los nuevos principados como miembro agregado a un
conjunto anterior, sus incertidumbres nacen de una simple dificultad que se
encuentra en todos los principados nuevos, dificultad que consiste en que los
hombres cambian con gusto de señor, creyendo mejorar, impulsados a tomar
armas contra él en lo cual se engañan pues luego han empeorado. El príncipe se
ve obligado a ofender a sus súbditos, de modo que tiene por enemigos a todos los
que se ha ofendido al ocupar el principado, y no se puede conservar como amigos
a los que les han ayudado a conquistarlo porque no se pueden satisfacer las
necesidades como ellos esperaban. POR QUE EL REINO DE DARIO,
OCUPADO POR ALEJANDRO, NO SE REVELÓ CONTRA LOS SUCESORES
DE ÉSTE, DESPUÉS DE SU MUERTE Un príncipe elige de entre sus siervos, que
o son todos, los ministros que lo ayudarán a gobernar, o por un príncipe asistido
por nobles que, a la antigüedad de su linaje, deben la posición que ocupan. Estos
nobles tienen estados y súbditos propios, que los reconocen por señores y les
tienen natural inclinación. Mientras que en los Estados que eran gobernados por
un príncipe asistido por siervos, el príncipe goza de mayor autoridad porque en
toda la provincia no se reconoce a otro soberano, sino a él, y si se obedece a otro,
sólo se le hace por tratarse de un ministro o magistrado del príncipe. DE QUÉ
MODO HAY QUE GOBERNAR EN LAS CIUDADES PRINCIPADOS QUE,
ANTES DE SER OCUPADOS, SE REGÍAN POR SUS PROPIAS LEYES. Hay
tres modos de conservar un Estado que estaba acostumbrado a regirse por sus
propias leyes y a vivir en libertad: 1. Destruirlo 2. Radicarse en él 3.dejarlo
regir por sus leyes, obligándolo a pagar tributo y establecer un gobierno
compuesto por un pequeño número de personas para que se encarguen de velar
por la conquista. Nada hay mejor para conservar una ciudad acostumbrada a vivir
libre que hacerla gobernar por los mismos ciudadanos. El único sistema seguro de
dominar una ciudad acostumbrada a vivir libre es destruirla. Quien se haga dueño
de una ciudad así y no la aplaste, debe esperar a ser aplastado por ella. Sus
rebeliones siempre serán representadas con el nombre de libertad. El recuerdo de
su antigua liberad no les concede ni un momento de reposo si los habitantes no se
separan ni se dispersan, inmediatamente recurren a cualquier contingencia. DE
LOS PRINCIPADOS NUEVOS QUE SE ADQUIEREN CON LAS ARMAS
PROPIAS Y EL TALETO PERSONAL Los hombres siguen casi siempre el
camino abierto por otros y se empeñan en limitar las acciones de los demás. Todo
hombre que sea prudente debe imitar a los que han sido excelsos, para que, si no
los iguala en virtud, por lo menos se les acerque. Los principados de nueva
creación, son más o menos difíciles de conservar según que sea más o menos
hábil e inteligente el príncipe que los adquiere. El que menos ha confiado en el
azar es el que siempre se ha conservado en su conquista. DE LOS
PRINCIPADOS NUEVOS QUE SE ADQUIEREN CON ARLMAS Y FORTUNA DE
OTROS Los que sólo por suerte se convierten en príncipes y poco esfuerzo
necesitan para llegar a serlo, se mantienen pero con muchísimo trabajo. Las
dificultades se presentan una vez instaladas. Estos príncipes no se sostienen más
que por la voluntad y la fortuna (mudables e inseguras) de quienes los elevaron y
no saben ni pueden conservar aquella dignidad. No es factible que conozca el arte
del mando. Ya que han vivido siempre como simples ciudadanos. DE LOS QUE
LLEGARON AL PRINCIPADO MEDIANTE CRÍMENES Está el caso en el que se
asciende al principado por un camino de perversidades y delitos y en el que se
llega a ser príncipe por favor de otros ciudadanos. Los ciudadanos no tienen
entonces más remedio que someterse y constituir un gobierno del cual alguien se
hace nombrar jefe. Muertos todos los que pudiesen significar u peligro para él se
preocupa por reforzar su poder con nuevas leyes civiles y militares, de manera
que mientras gobierne, no sólo está seguro, sino que se hace temer por todos los
vecinos. DEL PRINCIPADO CIVIL Un ciudadano gracias al favor de sus
compatriotas, se convierte en príncipe. L Estado así constituido puede llamarse
principado civil. El legar a él no depende de una cierta habilidad propiciada por la
fortuna, o bien del apoyo del pueblo, o bien del de los nobles... en toda ciudad se
encuentran dos fuerzas contrarias, una lucha por mandar y oprimir a la otra, que
no quiere ser mandada ni oprimida. Y del choque de las dos corrientes surge uno
de estos tres efectos: principado, libertad o licencia. Los nobles cuando
comprueban que no pueden resistir al pueblo, concentran toda la autoridad en uno
de ellos y lo hacen príncipe para poder, a su sombra, dar rienda suelta a sus
apetitos. El pueblo cuando no puede hacer fuerte a sus grandes, cede su
autoridad a uno y lo hace príncipe para que lo defienda. El que llega al principado
con ayuda de los nobles se mantiene con más dificultad que el sí o hombre que ha
legado con el apoyo del pueblo, porque los que o rodean se sientes sus iguales.
COMO DEBEN MEDIARSE LA FUERZAS DE TODOS LOS PRINCIPADOS Son
capaces de sostenerse a sí mismos los que, o por abundancia de los hombres o
de dinero, pueden levantar un ejército respetable y presentar batalla a quien
quiera que se atreva a atacarlos. Los que no son capaces de presentar batalla al
enemigo en campo abierto. Del segundo caso lo se puede aconsejar a los
príncipes que fortifiquen y establezcan la ciudad en que vivan y se despreocupen
por la campaña. Quien tenga bien fortificada su ciudad difícilmente será asaltado;
porque los hombres son enemigos de las empresas demasiado arriesgadas. Un
príncipe que obtiene una plaza fuerte, y a quien el pueblo no odie, no puede ser
atacado. Si fuese el atacado se vería obligado a retirarse sin gloria, son tan vitales
las cosas de este mundo que es imposible que alguien permanezca con sus
ejércitos un año situando ociosamente una ciudad. DE LOS PRINCIPADOS
ECLESIÁTICOS En os principados eclesiásticos existen dificultades antes de
poseerlos, se adquieren o por valor o por suerte, mantiene a sus príncipes en el
poder sea cual fuere el modo que estos procedan o vivan. Estos son los únicos
que tienen Estados y no los defienden; súbditos no os gobiernan. Pero a pesar de
eso no les son arrebatados y los súbditos no se preocupan, ni piensan, ni podían
situarse a su soberanía. Son los únicos principados seguros y felices. DE LAS
DISTINTAS CLASES DE MILICIAS Y DE LOS SOLDADOS MERCENARIOS Las
formas de ataque y de defensa pueden ser necesarias un cada uno de los Estados
antes mencionados. Las tropas con las que un príncipe defiende a sus Estados
son propias, mercenarias, auxiliares o mixtas. Las auxiliares y mercenarias son
útiles y peligrosas; el príncipe que descanse en mercenarios nunca estará seguro
ni tranquilo, porque están desunidos, ambiciosos y desleales, violentos entre los
amigos y cobardes cuando se encuentran frente al enemigo por que no tienen
disciplina y durante la paz despoja a su príncipe tanto como los enemigos durante
la guerra. Quieren ser soldados mientras el príncipe no hace guerra. DE LOS
SOLDADOS AUXILARES, MIXTOS Y PROPIOS. Las tropas auxiliares son
aquellas que se pide a un príncipe poderoso para que os socorra y los defienda.
Pueden ser útiles y buenas para sus amos, pero para quien las llama son casi
siempre funestas pues si pierden queda derrotado, pero si gana, se convierte en
prisionero. Todo el que no quiera vencer no tiene más que servirse de esa
tropas, muchísimo más peligrosas que las mercenarias, porque están
perfectamente unidas y obedecen ciegamente a sus jefes, con o cual la ruina es
inmediata; mientras que las mercenarias, someten al príncipe una vez que han
triunfado. DE LOS DEBERES DE UN PRÍNCIPE PARA CON LA MILICIA. Un
príncipe no debe tener más objeto ni pensamiento qué se fuera del arte de la
guerra y lo que a su orden y disciplina corresponde, pues es lo único que compete
a quien manda. No sólo conserva en su puesto a los que han nacido príncipes ,
sino que muchas veces eleva a esta dignidad a hombres de condición modesta,
por el contrario, ha hecho perder el Estado a príncipes que han pensado más en
las diversiones que en las armas, la pérdida del Estado se haya siempre en el
olvido de este arte. DE AQUELLAS COSAS POR LAS CUALES LOS
HOMBRES Y ESPECIALMENTE LOS PRINCIPES, SON ALABADOS O
CENSURADOS. ¿Cómo debe comportarse un príncipe en el trato de sus súbitos y
amigos? Hay diferencia entre cómo se vive y como se debería vivir, que aquel que
deja lo que se hace por lo que debería hacerse marcha a su ruina en vez de
beneficiarse; todo príncipe que quiera mantenerse aprenda a no ser bueno y a
participarlo o no de acuerdo con la necesidad. Todos los hombres, y en particular
los príncipes, por ocupar posiciones más elevadas, son juzgados por alguno de
estas cualidades, tacañas, avaras. DE LA PRODIGALIDAD Y DE LA AVARICIA
Estaría bien ser tenida por pródigo de manera que se sepa que uno es, perjudica;
y por otra parte, si se le practica como se le debe practicar no será conocida y se
le considerará como el vicio contrario. DE LA CRUELDADY LA CLEMENCIA; Y
SI ES MEJOR SER AMADO QUE TEMIDO, O SER TEMIDO QUE AMADO.
Todos los príncipes desean ser tenidos por clementes y no por crueles, deben
cuidarse de emplear mal esta clemencia. Un príncipe no debe preocuparse porque
o acusen de cruel, y siempre cuando su crueldad tenga por objeto l mantener
unidos y fieles a los súbditos; con pocos castigos ejemplares será más clemente
que aquellos que, por excesiva clemencia dejan manipular sus órdenes. Debe ser
cauto en el creer y el obrar, no tener miedo de sí mismo y proceder con
moderación y humanidad. Surge una cuestión: si vale más ser amado que temido,
o temido que amado. Nada sería mejor que ser las dos a la vez, ya que es difícil
unirlas y siempre ha de faltar una. DE QUE MODO LOS PROMESAS Hay dos
maneras de combatir: una, con las leyes, otra, con la fuerza. La primera es
distintiva del hombre; la segunda de la bestia. Un príncipe debe saber
comportarse como bestia y como hombre. Como el receptor es mitad bestia y
mitad hombre, un príncipe debe saber emplear las cualidades de ambas
naturalezas, ya que una no puede durar mucho tiempo sin la otra. Como bestia
conviene que el príncipe se transforme en zorro y en león; porque el león no sabe
protegerse de las trampas y el zorro no se protege de los lobos. Un príncipe
prudente no debe observar la fe jurada cuando semejante observancia vaya en
contra de sus intereses y cuando hayan desaparecido las razones que le hicieron
prometer ya que los hombres son perversos. DE QUE MODO DEBE EVITARSE
SER DESPRECIADO Y ODIADO. Trate el príncipe de huir de las cosas que no lo
hagan odioso y despreciable y una vez logrado no tendrá nada que temer de los
otros vicios. Hace odioso el ser ladrón y apoderarse de los bienes y de las mujeres
de los súbditos, de todo lo cual convendrá abstenerse. La mayoría de los hombres
mientras no se vean privados de sus bienes y de su honor, viven contentos. SI
LAS FORTALEZAS, HAY MUCHAS OTRAS COSAS QUE LOS PRÍNCIPES
HACEN CON MUCHA FRECUENCIA SON ÚTILES O NO Hubo príncipes que,
para conservar sin inquietudes el Estado, desarmaron a sus súbditos, que
dividieron sus territorios conquistados, que favorecieron a sus mismos enemigos,
que se esforzaron por atraerse a aquellos que les inspiraban recelo al comienzo
de su gobierno, que construyeron fortalezas y que las arrasaron. COMO DEBE
COMPORTARSE UN PRINCIPE PARA SER ESTIMADO. Nada hace más
estimable a un príncipe como las grandes empresas. Se estima al príncipe ser
capaz de ser amigo o enemigo franco, al que, sin temores de ninguna índole, se
declarase abiertamente a favor de uno y en contra de otro. El abrazar un partido
es siempre más conveniente que el permanecer neutral. Porque si dos vecinos
poderosos se declaran la guerra, se tendrá que temer a cualquiera de los dos que
gane la guerra. DE LOS SECETARIOS DEL PRINCIPE La elección de los
ministros, será buena o mala según la cordura del príncipe. La primera opinión que
se tiene del juicio de un príncipe se funda en los hombres que lo rodean si son
capaces y fieles, cuando no lo son, no podrá considerarse a un príncipe que el
primer error lo cometa en esta elección. Para que el príncipe mantenga constante
la fidelidad de un ministro, debe pensar en él, así pueden confiar unos en otros.
COMO HUIR DE LOS ADULADORES. Los aduladores abundan en todas las
corte. Los hombres se complacen tanto en sus propias acciones de tal modo que
se engañan y cuando quieren defenderse, se exponen al peligro de hacerse
despreciables. No hay otra manera de evitar la adulación que el hacer comprender
a los hombres que no ofenden al decir la verdad; y resulta que, cuando todos
pueden decir la verdad, faltan al respeto. POR QUE LOS PRINCIPES DE ITALOA
PERDIERON SUS ESTADOS Se observa mucho, más celosamente a conducta
de un príncipe nuevo que la de uno heredero, si los hombres la encuentran
virtuosa, se sienten más agradecidos y se apegan más a él que a uno de linaje
antiguo. El príncipe tendrá la gloria de haber creado un principado nuevo y haberlo
mejorado. DEL PODER DE LA FORTUNA EN LAS COSAS HUMANAS Y DE
LOS MEDIOS PARA OPONÉRSELE La fortuna es la juez de la mitad de nuestras
acciones, pero nos deja gobernar la otra mitad. Y aunque esto sea inevitable, no
basta para que los hombres, tomen sus precauciones con diques y reparos. Con
la fortuna se manifiesta todo suponer allí donde no hay virtud preparada para
resistirle y dirigirse sus arrebatos. EXHORTACIÓN A LIBERAR A ITALIA DE
LOS BARBAROS Después de meditar en todo lo expuesto, las circunstancias son
propicias para que un nuevo príncipe pueda adquirir gloria, y si se encuentra en
ella cuanto es necesario a un hombre prudente y virtuoso para instaurar una
nueva forma de gobierno , por lo cual se honraría a sí mismo , haciendo la
felicidad a los italianos.
Conclusión En este libro Maquiavelo habla sobre, cada uno de las situaciones a
las que se puede enfrentar un gobierno como en las épocas anteriores y la actual,
lo cual, al principio Maquiavelo habla sobre todos los tipos de principados que
puedan existir, como los nuevos, los hereditarios, los eclesiásticos, etc., se habla
también sobre los tipos de ejércitos que puede haber, Maquiavelo habla también
sobre las personas, por las cuales hay que cuidarse y en las que hay que confiar,
pero todo lo que dice, lo representa con ejemplos y con hechos históricos en cada
uno de los principados. La mayoría de estos hechos, que son usados como
ejemplos, son situaciones ocurridas, la mayor parte, en Italia, España y Francia,
Maquiavelo ocupa muchos ejemplos de situaciones actuales.

Estas forma de gobierno que va explicando en cada uno de los capítulos, son
exclusivo para príncipes de la época esto puede ser utilizado en cierta parte en la
actualidad, ya que Maquiavelo se guía mucho, por la mente del hombre y como
según él, reaccionaría en diversas situaciones. Este libro puede ser aplicado en la
actualidad, debido a que el hombre no ha evolucionado o desarrollado mucho su
mente, hay muchas ocasiones en que el hombre, actuaría igual a como actuaba
hace siglos atrás. Maquiavelo menciona que todo principado debía contar con un
ejército que lo defendiera, ya que a todos los tipos de principados tenían
enemigos, que siempre trataban de eliminarlo. El libra habla acerca de cada uno
de los tipos de ejércitos que puede tener un principado, mismos que continuación
hare mención de manera breve a cada uno de estos, tomando en cuenta los
beneficios y dificultades que le puede traer a un principado.

.
Anexo

Frases relevantes del libro que me gustaron.

Un príncipe debe saber comportarse como bestia y como hombre. Como el


receptor es mitad bestia y mitad hombre, un príncipe debe saber emplear las
cualidades de ambas naturalezas, ya que una no puede durar mucho tiempo sin la
otra.

Un príncipe prudente no debe observar la fe jurada cuando semejante observancia


vaya en contra de sus intereses y cuando hayan desaparecido las razones que le
hicieron prometer ya que los hombres son perversos.

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