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El Nombre
Recurso elaborado por el Profesor Volquez para la asignatura de Derecho Civil I, a partir de
las fuentes siguientes:
• Henry y León Mazeaud: 2009. Lecciones de Derecho Civil. Parte I Volumen II. Editora Europa América.
• Josserand, L. (1998) Derecho Civil. (Octava edición) Tomo II. Vol. II. Buenos Aires, Argentina: Editora:
Europa-América.
• Ley 659 sobre Actos de Estado Civil, del 17 de julio de 1944, Gaceta Oficial número 8935.
• Ley 136-03, de fecha 22 de julio del 2003, que crea el Código para la Protección de los Derechos de los
niños, niñas y adolescentes. Publicada en la Gaceta Oficial 10234.35.
• Ley 985 sobre Filiación de Hijos Naturales que sustituye la Ley No. 357 de 1940 sobre filiación de los
hijos naturales Gaceta Oficial 6321 del 5 de septiembre de 1945.
• Potentini, Salvador, 2010, Código Civil de la República Dominicana. Decima quinta Edición, Moca,
República Dominicana: Editora: Dalis.

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Conceptos del nombre


El Nombre es el vocativo con que se designa a una persona. Es un
conjunto que se compone de varios elementos.

Nociones históricas del Nombre


Por la densidad creciente de los pueblos y la conveniencia de
mostrar con éste a que familia se pertenecía, es el nombre el
modo más antiguo de designación e identificación de una persona
dentro de la sociedad en que vive.

Dentro de las sociedades primitivas y poco numerosas, el nombre era individual, pero ello
resultó insuficiente en los países densamente poblados. Así, fue cómo en Roma, al nombre
individual o praenomen, se agregó el nombre de la familia o gens, que era el nomen
propiamente dicho; y finalmente, en los últimos tiempos de la República, comenzó a usarse
un tercer nombre, el cognomen, que era al principio algo así como un sobrenombre
individual, pero luego se transmitía de padres a hijos, para distinguir las diferentes ramas de
una misma gens.

En la antigüedad, cada individuo tenía un nombre propio que no transmitía a sus hijos. A la
caída del imperio romano, los pueblos bárbaros continuaron con su costumbre primitiva de
usar un solo nombre individual. Pero a medida que los pueblos y ciudades se poblaban se
hacía necesario agregar al nombre de pila, un sobrenombre que permitiera distinguirlo de
otros homónimos. Lo más frecuente era agregar al nombre de pila “hijo de”, por ejemplo:
Carlos, hijo de Fernando. Más tarde, la expresión “hijo de” fue sustituida por la terminación
“ez”: Fernández, González, significaban hijo de Fernando, de Gonzalo. Otra veces, el sobre
nombre se tomaba de su oficio: Labrador, Herrero, Escribano, Tejedor; o de una
característica o defecto físico: Blanco, Rojo, Cano, Cojo, Calvo. Los señores feudales
tomaban el nombre de sus tierras, anteponiendo la partícula de. Con el transcurso del
tiempo, estos sobrenombres o apodos se fueron haciendo hereditarios y se transformaron
en lo que hoy se llama apellido.

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Elementos constitutivos del nombre


El nombre se compone de dos elementos, y a veces de tres: el apellido o nombre de familia;
el nombre propio o los nombres; el seudónimo y el sobrenombre.

Naturaleza Jurídica del Nombre


El nombre es un derecho de la personalidad. En efecto, el nombre forma parte de la
personalidad; su honor está íntimamente vinculado a él.

El Nombre Propio
El Nombre Propio es individual y no se transmite a los hijos. En ciertas familia cuyo apellido
es corriente, los hijos llevan, al mismo tiempo que el apellido, el nombre propio del padre o
abuelo celebre; pero este uso no está aprobado por el derecho.

Caracteres del Nombre


Relación del Nombre y del Estado Civil
El nombre posee relaciones estrechas con el estado civil, por facilitar la individualización de
la persona, es el signo del estado civil y de la personalidad. Los caracteres del nombre
están regidos por esa dependencia: como el estado civil, el nombre es inalienable,
imprescriptible e inmutable.

El Nombre es inalienable
No se puede ceder ni adquirir un estado civil, por lo mismo, no se
puede ceder ni adquirir un nombre. Porque concierne a la personalidad,
el nombre se encuentra fuera del comercio. Todo contrato que recayera
el nombre sería nulo. El nombre es inalienable, pero la inalienabilidad
no juega más que en la medida en que el nombre individualiza a la
persona dentro de la ciudad y la familia, signo distintivo de su estado
civil.

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El Nombre es imprescriptible
El nombre, como el estado civil, es imprescriptible: no se adquiere ni se
pierde por un uso o desuso prolongado.

El Nombre es inmutable
No cabe cambiar de estado civil, ni por consiguiente, de nombre. Pero
ciertas modificaciones del estado civil tendrán influjo sobre el nombre:
el matrimonio dará a la mujer el uso del apellido de su marido, y el
divorcio se lo hará perder, la adopción y la legitimación adoptiva
modificarán el apellido, el éxito de una acción de reconocimiento o de
desconocimiento de estado civil llevará consigo la modificación
retroactiva del nombre; así, el hijo desconocido por su padre pierde
retroactivamente el apellido del marido de su madre.

El artículo 16 de la Ley para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes


establece que la determinación del nombre civil es un derecho para estos
sujetos de derecho especiales, por lo que en la nueva Ley Orgánica de
Registro Civil se dispone que deben señalarse el nombre y apellido del
presentado (Art. 93, numeral 4). Sin embargo, nada señala la ley sobre quién
determina o da el nombre de pila al niño recién nacido.

Cambio de Nombre
Se puede solicitar el cambio del nombre, y es el acto, reconocido en la mayoría de todos los
sistemas jurídicos, que permiten legalmente que un individuo adopte un nombre diferente al
que le fue asignado al momento de su nacimiento. En nuestro país, la Ley 659, del 1944, y
sus modificaciones, permite que toda persona pueda cambiar su nombre o añadir otro a los
propios, para lo cual deberá dirigirse vía Junta Central electoral al Poder ejecutivo, para que
este mediante Decreto así lo disponga.

Es requisito que esta petición debe contener los motivos que la sustentan, y otros
documentos pertinentes. El Poder Ejecutivo, una vez transcurrido el plazo de 60 días

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consecutivos de fijación de edictos en la puerta del Juzgado de Paz correspondiente a la
residencia actual del requeriente, sin que se presente oposición alguna, dictara el Decreto
correspondiente previa presentación por parte del recurrente al Presidente de la Junta
Central Electoral de:

A. Un ejemplar del aviso con la certificación del Alguacil de que la fijación fue hecha y su
duración.

B. Un ejemplar de la Gaceta Judicial en que se hizo la publicación.

El Decreto deberá publicarse, no solo en la Gaceta Oficial, sino también en un diario


de circulación reconocida.

Cuando se haya procedido al cambio del nombre, el acta de nacimiento de la persona que
ha cambiado su nombre o añadido otro a este, deberá contener la anotación marginal en
ese sentido, a los fines de que al expedirse acta se haga constar el nuevo nombre. Esta
situación debe ser comunicada mediante Oficio a la Oficina Central del Estado Civil,
depositara del Libro-Registro segundo original para que también en este se haga figurar el
nuevo nombre, el cual también será asentado en todos los Actos del Estado Civil en que
haya intervenido la persona que ha cambiado su nombre, siempre que se hayan
instrumentado con anterioridad dicho cambio.

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