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Tertulia del Lazarillo

1- La sociedad española durante el reinado de Carlos I estaba dividido en tres estamentos, los
dos primeros disfrutaban de privilegios, como el de no pagar impuestos, por eso se conocen
como estamentos privilegiados.

-La nobleza perdió poder político en beneficio de los monarcas, que, a cambio, les
aseguró sus privilegios. De esta manera, los reyes proporcionaban cargos de gobierno a
los nobles y les concedían señoríos. Los señoríos eran extensiones de tierra junto con las
personas que trabajan en ellas, sobre las que los nobles tenían poder fiscal, económico y
de justicia.

-El clero tenía una gran influencia y poder. Se crearon numerosas órdenes religiosas, tanto
masculinas como femeninas, y la Inquisición ejerció un gran control sobre la población.

-El tercer estamentoestaba formado por dos grupos:

– La burguesía: su principal aspiración consistía en llegar a ser funcionarios del rey o


ascender a la nobleza, incorporándose así a los estamentos privilegiados.

– Los campesinos eran el grupo más débil de la sociedad, pero también el más numeroso.
Además de su trabajo, proporcionaban soldados e impuestos a los grupos privilegiados y a
la corona, y en tiempos de crisis sufrían más la presión de estos.

2- Para un lector de la época pudo tener un efecto positivo y a la vez impactante, puesto que al
leer este libro se dió cuenta de todas las desigualdades de poder y económicas que había por
el mundo.

3- Sigue habiendo muchas desigualdades de poderío y económicas entre países y personas y


además se ha añadido una desigualdad muy importante que es la del género que afecta
muchísimas mujeres, puesto que las pagan menos en algunos trabajos y incluso no son
aceptadas.
4- Razones que pueden tener las personas para fingir ser lo que no son:
-Para caer bien a los demás
-Para obtener un beneficio
-Para aparentar

5- Sí es una obra humorística.


Ejemplos:
Me acuerdo de un día en que mi padrasto negro estaba jugando con el chico, y como el niño nos
veía a mi madre y a mí blancos, y a su padre negro, le señaló con el dedo y dijo:
-¡Madre, el coco!
Y su padre le respondió riendo:
-¡Qué hijoputa!
Yo aunque entonces era muy crío, repare en la palabra que había empleado mi hermanico y me dije:
¡Cuántos hay en este mundo que huyen de otros porque no se ven a sí mismos!

Le pongo en las manos la uña de vaca y tres o cuatro trazos de pan de lo más blanco, se sienta a mi
lado, y comienza a comer con muchas ganas, royendo cada huesecillo mejor que lo haría un galgo.
-Con salsa de almodrote, este manjar es único-dijo el escudero.
-Tú lo comes con hambre, que es la mejor salsa del mundo- murmuré por lo bajo.

El humor se encuentra en las situaciones más que en el lenguaje.

Rodrigo López García

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