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ANSIEDAD, PANICO Y FLORES DE BACH

1º parte. ¿que es la ansiedad y el trastorno de pánico?


“Como empezó todo.

La primera vez me encontraba en el coche por la mañana, camino del


trabajo, estaba metida en el gran atasco de la ciudad, de repente sentí una
oleada de miedo sin que hubiera alguna razón. El corazón me latía
apresuradamente, me dolía el pecho y no podía respirar. Un golpe de calor
me subía desde las piernas hasta la cara, acompañado de un hormigueo en
piernas y brazos. Creía que me iba a morir. Mi primer pensamiento era que
me estaba dando un infarto. Después de sufrir esto te quedas con un
malestar físico raro, que dura todo el día. Lo pero fue que al día siguiente,
volví a sentir lo mismo, pero esta vez estaba muy mareada y más asustada
aún. Asocié estos síntomas a que tenía una grave enfermedad.

Después esa misma sintomatología, con escalofríos, mareo y nauseas,


empezó en el trabajo, sin venir a cuento, sentada en la mesa del despacho.
Necesitaba huir pero no podía irme sin explicar que me pasaba. Me dolía
terriblemente la cabeza era evidente que estaba enferma.

El resto de los días, fue a peor por que no podía dormir, ni comer (perdí 14
kilos en dos semanas. Por la mañana a las 5 me despertaba un golpe en el
pecho y mucho miedo. No se lo conté a nadie, porque me avergonzaba, y
cada mañana tenía el pánico de pensar que me volvería a dar y que si me
encontraba en el trabajo, no quería que nadie se diera cuenta y menos
explicar lo que me pasaba. Pero ¿y si me pasaba en otro lugar? Esto hizo
que no fuera capaz de ir a ningún lugar, ni al cine, ni a la compra, porque
antes de enfrentarme a esas situaciones pensaba que iba hacer si allí me
volvía a pasar.

Progresivamente entré en una gran tristeza con periodos de llanto, por que
no podía conseguir que eso desapareciera y me envolvió una desgana para
hacer cualquier cosa, asearme era un gran esfuerzo, conducir, levantarme
por la mañana, salir de casa, estar sola, etc. Ahora tengo una gran tristeza,
casi permanentemente, no tengo fuerzas para afrontar el día a día. A veces
pienso que me estoy volviendo loca y tengo la sensación de que nada es
real, que yo no soy yo”.

Estas son las palabras de Maria, así relata ella como comenzó un suplicio que
duro 7 meses. Si te sientes identificado con estos comentarios, tal vez te
interese seguir leyendo y ver como pudo superar el trastorno de pánico,
utilizando lo que la naturaleza nos ofrece, una manera global de entender
nuestro cuerpo y nuestra mente.
Para empezar a buscar soluciones a esta desagradable sintomatología,
acudió al médico para recibir el diagnostico de que lo que ella padecía era un
trastorno de pánico, desde ese momento comenzó un trabajo personal para
entender lo que le estaba pasando y buscar la ayuda necesaria para que
desapareciera de su vida. Un cambio en su manera de vida y la ayuda de las
Flores de Bach, fue fundamental para obrar la transformación personal y la
solución a sus problemas de salud.

La ansiedad se presenta muy frecuentemente


en el mundo actual, siendo uno de los problemas de
salud mental más comunes hoy en día. Los
trastornos relacionados con la ansiedad han sido
agrupados en seis tipos generales que son con los
que actualmente trabajan los profesionales de la
salud, (trastorno de pánico, trastorno obsesivo-
compulsivo, trastorno de estrés postraumático, fobia
especifica, fobia social y trastorno de ansiedad
generalizado).
La ansiedad, el miedo y el pánico, son definidos
por el diccionario de la Real Academia como:
Ansiedad:”Estado de agitación, inquietud o zozobra del ánimo.
Angustia que suele acompañar a muchas enfermedades, en particular
a ciertas neurosis, y que no permite sosiego a los enfermos”.
Miedo: “Perturbación angustiosa del ánimo por un riesgo o daño real o
imaginario”
Pánico: “Se dice del miedo extremado o del terror producido por la
amenaza de un peligro inminente, y que con frecuencia es colectivo y
contagioso”.

Estos tres conceptos son respuestas normales a una amenaza percibida. Lo


que diferencia la ansiedad del miedo es que la primera es una respuesta a una
amenaza poco clara, mientras que el miedo normalmente es una respuesta a
una amenazada a algo concreto y definido por una circunstancia, hecho, o cosa
que lo provoca.

Tanto la ansiedad como el miedo activan una sintomatología muy


desagradable, (solo el que las ha padecido alguna vez de ansiedad o crisis de
pánico, sabe lo mal que lo pasa, incluso generando la sensación de muerte
inminente) como puede ser la confusión, la aprensión, la inquietud,
pensamientos negativos, todo esto desde un punto de vista mental, pero
también se activan una serie de síntomas físicos que pueden ir desde una
paralización motora y muscular, hasta la aceleración cardiaca.
El ataque de pánico, es un intenso estado de miedo, que se produce
sin una razón que podamos concretar y que suele presentar unos síntomas,
que cada persona puede describir a su manera, según los haya percibido, pero
que en la mayoría de los casos desencadenan: dificultades para respirar,
vértigos y sensación de mareo, palpitaciones, temblores, hormigueos en los
dedos de las extremidades, exceso de calor o escalofríos, dolor en el pecho,
sudoración, nauseas, sensación de irrealidad, etc.
Se llama ataque de pánico cuando se presentan más de cuatro de estos
síntomas, si por el contrario aparecen menos de cuatro se denominan ataque
sintomático limitado.
El primer paso para empezar a superar la ansiedad y las crisis de
pánico, es eliminar las causa médicas posibles, acudiendo al médico. Recibir
un diagnostico correcto es fundamental para empezar a afrontar y dar solución
a esta situación. Y esto debe hacerse porque existen determinados desordenes
físicos cuyos síntomas son idénticos a los de la ansiedad, como problemas
cardiovasculares, diabetes, hipotiroidismo, etc.

Algunos medicamentos también pueden tener como


efectos no deseados manifestaciones de ansiedad,
como por ejemplo, los tranquilizantes, los
antidepresivos, esteroides, etc. Incluso síntomas de
ansiedad se manifiestan al empezar o al dejar de tomar
cierta medicación.
Es importante identificar médicamente las causas de la
ansiedad, pero incluso después de haber identificado la
causa y eliminado el origen medico, en muchos caso
la ansiedad se integra en nuestras vidas, como
una pauta de comportamiento mental, que limita
nuestra día a día.

Si te han diagnosticado un trastorno de ansiedad o pánico es importante


entender los mecanismos de acción de nuestro cuerpo físico. Los distintos
síntomas relacionados con la ansiedad están controlados por el sistema
nervioso. El sistema nervioso está dividido en el sistema nervioso
voluntario, compuesto por los nervios que conectan los músculos que
controlan el movimiento y los demás sentidos, envía información desde los
ojos, oídos y el resto de sentidos al cerebro y controla todas las acciones del
ser humano que requieren pensamiento y voluntad ( por ejemplo levantar una
pierna o mover la cabeza), y el sistema nervioso autónomo, que está
compuesto por todos los nervios que conectan con sus órganos y controlan
actividades y procesos que no requieren pensamiento, como por ejemplo la
digestión o la respiración.
Este sistema nervioso autónomo está a su vez dividido en dos, el
sistema simpático y el parasimpático. El simpático, es el responsable de
activar el cuerpo rápidamente y prepararlo para luchar o huir ante un peligro
inminente.
Cuando ese peligro ha cesado el sistema parasimpático es el
responsable de calmar el cuerpo y hacer que el cuerpo recupere su
funcionamiento normal.

Cuando se activa la respuesta de huida o


lucha el sistema nervioso autónomo,
suspende toda actividad que no
considera esencial el cuerpo y aumenta
la actividad en cualquier otro órgano que
considera necesaria para luchar o huir de
una amenaza externa. Esto explica
porqué, por ejemplo, aumenta el latido
cardiaco, con el fin de bombear más
sangre a los músculos para prepararlos
para la huida o la lucha. La respiración se hace mas rápida para aumentar el
suministro de oxigeno a la sangre.
El que aparezcan escalofríos o se erice el vello, responde a la misión de
conservar el calor y proteger al cuerpo de la amenaza, ya que la constricción
de los vasos sanguíneos periféricos provoca frío. Además se suspende la
actividad digestiva, porque hay que aportar mas sangre a los músculos
motores.
Cuando la respuesta de lucha o huida se activa, se liberan mayor cantidad de
adrenalina y elementos químicos en el torrente sanguíneo. Esto suministra
más fortaleza, vigor y capacidad para responder rápidamente a la amenaza.

En la actualidad las amenazas o peligros que sufrimos no son físicos, por lo


que no requieren esta acción energética del cuerpo. Las amenazas más
comunes son realmente amenazas psicológicas, y éstas no requieren una
respuesta física inmediata. Pero nuestro cuerpo esta diseñado para responder
a cualquier amenaza, interpretando cualquiera de ella, como si requiriera una
respuesta física de huida o lucha inmediato.

Esto explica porqué una persona que sufre un ataque de pánico, lo


que está padeciendo realmente es una respuesta corporal
exagerada, que está activada por la respuesta de lucha o huida.
ANSIEDAD, PANICO Y FLORES DE BACH
2º parte. Venza sus temores, ansiedad y pánico

Independientemente que la ansiedad tenga un origen medico o no,


quiero proponeros algunas alternativas naturales para corregir y
controlar los estados de ansiedad antes de que se conviertan en algo
patológico.

La primera de las grandes


herramientas naturales que ha
demostrado importantes éxitos en
la eliminación de la ansiedad son
Las Flores de Bach.

La gran pregunta que todas las personas que padecen ansiedad o crisis de
pánico es: ¿por qué me pasa esto a mí?

Casi siempre las crisis de ansiedad aparecen después de un periodo de grandes


tensiones emotivas, de problemas graves, de cansancio físico o mental o de
sobrecarga emocional o física.
También existen factores constitucionales de carácter que pueden determinar
que las personas sean más ansiosas.
Existen unos rasgos de personalidad y de nuestra infancia que parecen juegan
un papel muy importante en el desarrollo de los trastornos de pánico, y de los
trastornos de ansiedad generalizada. Por ejemplo:
Personas con pensamientos muy rígidos, que perciben la vida
como un solo camino, el correcto y enfrentado a lo incorrecto, es
decir las cosas siempre son en blanco o negro, imponiéndose
reglas de comportamiento muy rígido. (El tipo de personalidad
AGUA DE ROCA, según el criterio de E. Bach)
Las personas que necesitan la aprobación continua de los demás,
cuya causa, la mayoría de las veces es tener una autoestima
muy baja. Su valoración personal depende de los demás y
siempre tendrá miedo al rechazo, lo que hará que sea muy
sensible a las críticas y que tenga dificultades para decir “no” a
las exigencias de los demás. (ALERCE, CENTAURA).
Esta necesidad de continua aprobación puede provocar la
tendencia a asumir responsabilidades por los pensamientos y
acciones de los demás, asentirse obligadas a ser la fuente de
felicidad de los demás y a sentirse culpable de las acciones
ajenas. (PINO)
Personalidades creativas, imaginativas y que idealizan el futuro
esperando e imaginando el futuro ideal. La ansiedad la provoca
el anticipar el futuro al presente mediante pensamientos
negativos plantando siempre el famoso: “¿que pasará si......?.”.
Son personas que no disfrutan el presente porque su mente está
en el futuro, pero han generado un miedo a que ese futuro no
sea el que ellos esperan. (CLEMATIDE).
Autoexigencia excesiva, con expectativas personales muy
elevadas, por lo que se sienten continuamente insatisfechas
porque este nivel de logro no lo han alcanzado. (AVENA).
Personas con la tendencia a centrarse en pequeños detalles sin
importancia, a dar extrema importancia a nimiedades, sin valorar
los logros, (autocrítica y obsesión por la perfección). Esto les
lleva a convertir todo en fracaso, son las personas que
continuamente ponen un “pero” a todo, porque siempre se podía
haber hecho mejor. (MANZANO, HAYA)
Los controladores, los que necesitan sentirse seguros
controlando todas las situaciones, necesitan que todo sea
predecible, porque la ausencia de control les genera angustia.
Todo debe estar planificado. Los hay que necesitan no solo
controlar las situaciones sino también los sentimientos y
comportamientos de los demás, para también mantener el
control. Esta actitud de vida les genera mucho desgaste
energético y por tanto sufren de ansiedad, pero son capaces de
mantenerlo oculto ante los demás, porque siempre hay que
mantener el control incluso de uno mismo. (VID, AGRIMONIA,
ACHICORIA).
Personas que no prestan atención a las necesidades físicas del
cuerpo, por lo que no aportan al mismo los cuidados y el
descanso requerido, aún cuando el cuerpo le de signos de
necesitarlo, esto les lleva al agotamiento, (ROBLE).
Las personas que presentan problemas de ansiedad suelen estar en el nivel
más elevado de estas tipologías de personalidad, llevándolas al extremo más
negativo, eso es lo que provoca el desequilibrio, y es la causa de que se
desencadenen problemas de ansiedad, de difícil control.
Las claves del éxito del trabajo con Flores de Bach es conseguir moderar
estas características extremas, dosificar estos caracteres, eliminando su
componente más negativo y dejar que la parte positiva se instale en nuestro
comportamiento.
El ser una persona creativa o vivir con reglas flexibles que den sentido y orden
a la vida, se pueden convertir en ventajas, más que en inconvenientes. Está
claro que todos los extremos, son perjudiciales, y solo el equilibrio nos aporta
la armonía necesaria para vivir de una manera saludable.

E. Bach, clasifico las esencias florales en 7 grupos, y lo hizo en base


a la descripción de estados emocionales muy definidos, que
predominaban en el individuo. Cada uno de esos estados
emocionales descritos tenía un especto en desequilibrio, el negativo,
y un aspecto positivo que se lograba con la toma de la flor
correspondiente.

Las flores son capaces, desde su humildad, de ayudar a llevarnos a un estado


positivo de equilibrio. Precisamente, si somos capaces, de determinar ese
carácter o tipología mental que en la que el origen de la ansiedad,
conseguiremos que esta se module, se controle y definitivamente desaparezca
de nuestras vidas.
No solo modificando las conductas que son el desarrollo de determinadas
aptitudes, creadoras de una personalidad enfermiza, podemos llegar a eliminar
la ansiedad y el pánico, hay flores destinadas exclusivamente a la
manifestación física y emocional de la ansiedad, y que usaremos como
ayudantes de las elegidas como flor personal, como por ejemplo:

Agrimonia, que ha sido definida como el gran ansiolítico de sistema floral.


Destinado a las personas que sufren tormento en la mente y en el cuerpo.
Al tomar Agrimonia, se recuperar el estado natural del individuo, se destapa la
causa real desencadenante de la ansiedad y muchas de las manifestaciones
físicas de la ansiedad como la taquicardia, la opresión en el pecho, el
cansancio, y evita la somatización.

Centaura Menor, para personas cuya baja autoestima y carencia afectiva, les
provoca miedo al rechazo y a la soledad, buscan la aprobación de los demás.
Esta flor aporta la vitalidad necesaria, para afrontar la ansiedad. Para personas
indecisas e inseguras, una de las causas de la ansiedad, permite recobrar la
seguridad en uno mismo.
Cerasifera, ayuda a mantener el control en
situaciones donde los recursos mentales y
emocionales están al límite, cosa que se produce
en la ansiedad.
Ayuda a recobrar el control emocional dando
serenidad calma y sosiego, incluso en las
situaciones más indeseadas y dramáticas. Es
considerada también una Flor tranquilizante.

Olmo, considerada una flor tranquilizante cuando el estrés está producido por
sobrecarga, o desbordamiento por las tareas laborales o familiares que hemos
asumido. Ayuda a controlar el estrés, y a superar el cansancio y la debilidad.

Genciana, cuando la persona padece ansiedad porque esta desanimada y


mantiene una posición negativa ante la vida, o cuando como consecuencia de
las crisis de pánico entra en un estado depresivo, de tristeza y abatimiento. Se
predisponen a esperar siempre lo peor. Esta flor aporta confianza en uno
mismo, y nos ayuda a recuperarnos de las dificultades.

Impaciencia, para las personas impulsivas, que viven y actúan de una


manera acelerada. Esta flor aporta relajación y paciencia, tolerancia y
tranquilidad. Su eficacia radica en el efecto relajante de la esencia, por lo que
la hiperactividad mental, el insomnio, el estrés, la ansiedad son unas de las
muchas manifestaciones físicas que corrige.

Mimulo, destinado a superar miedos causados por algo conocido, a cosas


cotidianas. Personas que son nerviosas, tímidas reservadas y muy sensibles,
solo el recuerdo del miedo les genera más miedo. La ansiedad deja un
recuerdo físico y mental, que provoca un miedo atroz a volver a padecer la
crisis de ansiedad. Esta flor es capaz de aportar confianza para afrontar las
situaciones de miedo, dando tranquilidad y valentía. Especialmente indicada
para las crisis de pánico.
Castaño Rojo: Cuando la ansiedad esta
provocada por un excesivo sufrimiento por los
demás, a que les ocurra algo malo. Son
personas que sufren, por la salud, el trabajo o
el dinero de otros. Aporta serenidad

Heliantemo. Para el pánico. Cuando el miedo


se ha establecido en nuestras vidas de una
manera que resulta insuperable. Da calma y
serenidad ante situaciones desagradables o
angustiosas.
Estrella de Belén. Es la flor de las situaciones traumáticas y sus
consecuencias
Existen otros medios naturales que aportan al organismo la energía
que necesita y de las vitaminas y los minerales deficitarios, permitiendo
devolver al organismo el equilibrio, eliminando o reduciendo los síntomas de la
ansiedad.

Junto al trabajo con Flores de Bach, que Maria inicio con un Técnico en
Flosacologia, recibió otros aportes naturales que necesitaba su organismo,
(herbologia, oligoelementos, biosales) y aprendió a relajarse y a respirar,
porque uno de los desencadenantes de la ansiedad era la híper ventilación que
sufría a causa del miedo. Su espalda estaba contracturada de tanta tensión, e
inició una actividad física moderada, que consistía en andar diariamente
durante una hora. Durante estos paseos ejercitaba la respiración y la
relajación. Aprendió la importancia de una alimentación saludable, y a dedicar
a su mente y a su cuerpo los cuidados y el
descanso que necesitaba.

Un Naturopata podrá aconsejarte en


los complementos de Herbología,
Oligoelementos o/y Biosales que tu
cuerpo necesita.

En todas las situaciones de ansiedad se recomiendo tomar infusiones o grageas


de plantas con efecto calmante, como: espino albar, lúpulo, melisa,
naranjo amargo, pasiflora, tilo, espliego o valeriana. Algunas de ellas
facilitan y ayudan a conciliar el sueño.
Junto a ellas se suele aconsejar la toma de alguna otra que aporte energía o
sean reconstituyentes del estado físico perdido: Jalea real, Soja, Manzano.
Es posible que tu ansiedad te haya pasado factura y tengas trastornos
digestivos o problemas intestinales, un naturopata podrá aconsejarte otras
plantas que reequilibren tu estado.

Es posible que necesites tomar


Oligoelementos. Los oligoelementos son
elementos químicos presentes en nuestro
cuerpo en pequeñas cantidades. Constituyen
aproximadamente el 1% de los átomos de
nuestro cuerpo. Desempeñan funciones
catalíticas, activan hormonas, participan en
el metabolismo de los azucares, las proteínas
y las grasa, participan en los mecanismos de
defensa y en la lucha contra los radicales
libres.
Un tratamiento de fondo incluirá la toma de
Manganeso-Cobalto y Litio. Para tratar los síntomas de la ansiedad se
aconseja, también complementar los anteriores con Magnesio y Fósforo.

Es aconsejable, en este periodo en el que nuestro sistema nervioso está


alterado, tomar Biosales. Las sales minerales son pequeños componentes de
nuestras células, que tienen sin embargo una gran importancia para su
funcionamiento. Una deficiencia o desequilibrio en estos minerales puede
provocar trastornos en las células o incluso en nuestros órganos. Las sales
minerales son capaces de armonizar y regular los procesos químicos que
tienen lugar en las células. Están preparadas específicamente para hacer llegar
los minerales a todas las células del cuerpo. Son múltiples los efectos
atribuidos a las biosales. Ayudan a reorganizar o remediar el desequilibrio de
cada uno de los minerales en nuestras células. Estimulan la capacidad de
autocuración de nuestro organismo de manera segura.

La Biosal aconsejable para los trastornos de ansiedad es el Fosfato potásico


(Kalium phosphoricum). Es la sal de la mente y el sistema nervioso.
El Kalium phosphoricum ayuda a encontrar el equilibrio mental y estabiliza el
sistema nervioso. Ayuda en el tratamiento del cansancio mental, emocional y
físico, y en estados de debilidad general. Contribuye al tratamiento de la
depresión.
Una de las formas más eficaces de luchar contra la ansiedad, la
Relajación Es el medio de conseguir unos niveles adecuados de activación
fisiológica, ya que con la relajación reducimos la frecuencia cardiaca y
respiratoria, y disminuimos la
tensión muscular y arterial. Es
importante relajarse porque la
ansiedad y el nerviosismo
producen un desequilibrio en el
sistema inmunológico aumentando
así el riesgo de padecer otras
enfermedades.

Existen técnicas de relajación muy


conocidas, como la de Jacobson, de
relajación progresiva, que consiste
en tensionar cada parte de nuestro
cuerpo para a continuación proceder a relajar cada grupo muscular. Si se
relajan los músculos en los que se ha acumulado la tensión emocional, la
psique también se relaja, gracias a la reducción de la actividad del sistema
nervioso autónomo.

Aprender a respiran abdominalmente, es muy útil para aquellos


momentos en que el estrés o la ansiedad nos invade. En los momentos
de tensión, miedo, angustia o cualquier situación emocional difícil,
respirar profundamente genera alivio en todo el cuerpo, en nuestros
nervios y en nuestras emociones.

Lo más importante es no solo aprender técnicas de relajación o respiración


para afrontar las crisis, si no entrenarse diariamente en estas técnicas para
conseguir un bienestar físico y equilibrar las emociones.

Iniciarse en la Meditación, es un paso importante para entrenar nuestra


mente, y ser capaces de controlar nuestro pensamiento, ya que estos son el
origen de nuestros miedos, culpa, prejuicios, dudas, etc. Los beneficios de la
meditación se producen en todos los aspectos del ser humano: físico,
emocional, mental y espiritual. La meditación provoca, al quien la practica,
un importante cambio de conducta, no solo en sus hábitos, sino también en su
carácter y en su actitud ante los problemas de la vida. Las personas que
meditan son menos agresivas, más reflexivas, más dialogantes y están menos
estresadas.
La meditación provoca cambios fisiológicos apreciables, ya que el
sistema nervioso se equilibra y también repercute en las emociones,
por que ha demostrado reducir la angustia, ansiedad, miedos y
fobias.

Un aspecto muy importante de la gente que


medita es el desarrollo de la autoestima,
se empiezan a preocupar más por la salud,
la alimentación, la vida saludable, y se
empieza a valorar uno mismo, no por su
físico o sus conocimientos sino por la
importancia que tiene como ser humano
dentro de un colectivo global .Médicamente,
está demostrado que reduce la tensión
arterial o la estabiliza, reduce la presión
sanguínea y ayuda al crecimiento de
dendritas neuronales en los niveles
hormonales de la sangre. María nos dejó por escrito como se siente ahora:

“Estoy libre de las ataduras del pasado, vivo el presente y he dejado de preocuparme
de lo que pasará mañana. Controlo mis pensamientos negativos. Me he dado cuenta
que la ansiedad no es peligrosa, solo incomoda y que las cosas tan terribles que
pensaba acerca de los síntomas que padecía son mentira y son fruto de mis
pensamientos negativos y recurrentes. Ahora me siento segura, porque he aprendido lo
que es la ansiedad y lo que la provoca, y tengo recursos mentales y físicos para
controlarla. Tengo ilusiones, confío en mi misma y me siento mucho más segura”.

“A los pocos días de tomar Flores de Bach las crisis de pánico fueron espaciándose
en el tiempo, empecé a dormir mejor, era capaz de quedarme dormida y levantarme
descansada. Al mes, las crisis eran esporádicas y empecé a afrontar mis miedos y mis
problemas con más serenidad. Los problemas eran los mismos, pero los veía de otra
manera, no era necesario preocuparse por ellos solo ocuparse de resolverlos. Pude ir
realizando todas aquellas cosas que había dejado de hacer por miedo a la ansiedad,
coger el coche, ir a la compra, ir al cine, etc. He tomado flores de Bach durante seis
meses, han aflorado problemas más antiguos, y he entendido porque he llegado a
estar tan mal. Después de una tormenta, siempre luce el sol. De esa crisis volví a
nacer, inicié una actividad profesional que me apasiona, descubrí muchos dones
personales que yo me había ocupado de ocultar y aunque siempre hay grises en
la vida, me siento capaz de enfrentarme a ellos”.

María

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