CONSAGRACIÓN DE LA FAMILIA

AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Ante tu presencia, Santa Trinidad Eterna, yo siendo cabeza de familia quiero encomendar y
consagrar mi familia a Tu Santa Divinidad.

Hoy consagro a todos mi árbol genealógico, comenzando con todos mis ancestros. En nombre de
ellos te pido perdón por sus pecados y omisiones: Perdoná las blasfemias, impurezas, asesinatos,
adulterios, ateísmo, abortos, homosexualismo, incestos, soberbias, perezas, ingratitudes, etc.; que
hicieron lastimar al Sagrado Corazón de Jesús. Hoy, en nombre de mis ancestros, renuncio a todos
los patrones y malas tendencias que ellos tuvieron a través de sus pecados. Dios danos Tu libertad.

También renuncio, en nombre de toda mi familia, a todo pacto satánico, brujerías, curanderismo,
sacrilegios, maldiciones y cualquier mal oculto; que se haya cometido y/o recibido en todas las
generaciones de mi estirpe. Dios Todopoderoso, te imploro por los méritos infinitos del Sagrado
Corazón de Jesús, que cortes todos estos males que pesan en mi parentesco, y que nos liberes de
todos los espíritus malignos que se hayan asociado por las consagraciones satánicas y/o males
ocultos que se han realizado en el pasado. A partir de ahora nuestro linaje no quiere pertenecer a
las huestes infernales; sino, sólo a Ti Dios en forma perpetua.

Adicionalmente, te imploro Sagrado Corazón de Jesús que sanes con Tu infinito amor la carga
genética que está en nuestra prole, surgida por traumas y consecuencias de pecado. Danos
sanación física, psicológica y mental. Yo confío en tu Poder, y sé que nada es imposible para Ti, ya
que sos el Médico de las almas.
Es por esta confianza por la que consagro eternamente a todos mis ancestros; ofreciéndote todas
las misas a lo largo de la historia de la humanidad por su descanso eterno, y para reparar las
consecuencias y efectos de sus respectivos pecados.

Paralelamente, a Ti Jesús también te consagro a perpetuidad a toda mi familia directa y a mi

descendencia. La sumerjo en la herida de Tu Sagrado Corazón. Hacé que nunca nos apartemos de
tan seguro refugio. Que los influjos de Tu Divino Amor, derramen Gracias de protección y bendición
a cada integrante familiar. Liberándonos permanentemente de los apegos y males de este mundo.

Acordáte de nosotros en el momento de nuestra agonía, muerte, juicio particular y final. En dichas
instancias, envolvénos con tu Infinita Misericordia, salvándonos a todos del fuego del Purgatorio y
los del infierno.

También me dirijo a Ti Padre de los Cielos para que ejerzas tu Divina Paternidad en mi familia.
Guíanos, ilumínanos y provéenos de todo lo necesario tanto material como espiritual;
otorgándonos Tu Prosperidad y Bendición. Que a lo largo de todas las generaciones nunca nos falte
el trabajo y el pan de cada día. Especialmente el Pan Divino de la Eucaristía.

A partir de este momento queremos experimentar tu Amor de Padre y aceptar la vida. Reiná en
nosotros y en nuestros hogares. Que Tu milicia Celestial nos proteja de los espíritus infernales.
Apartános del paganismo, las herejías, las sectas y el ateísmo. Que Tu Espíritu de Verdad guíe
nuestros corazones y no permita que entre en nosotros la confusión de la mundanidad.

Dios Padre, así como tu Hijo fue siempre puro y casto, te pido que mi familia también lo sea, según
corresponda al estado al que fue llamada: matrimonio, vida consagrada o soltería. Convertínos
siempre a través de Tu Amor, y regalános, si es Tu Voluntad, santas vocaciones sacerdotales y
religiosas en todas las generaciones actuales y futuras de mi prole; y santos matrimonios.

Por último, te imploro Madre Santísima, que recibas a mi familia en tu Inmaculado Corazón y que
nunca se aparte de ti. Inspirános una mayor confianza y devoción en tu Maternidad. Llevános a
Jesús. Interecedé por tus necesidades, especialmente en los momentos de tribulación y congoja. Sé
vos nuestro consuelo.

Que San José, San Juan Bautista y Santa Margarita María sean los patronos de nuestra familia.

Lo pedimos por Cristo Nuestro Señor. Amén.