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Jorge Humberto Chávez

LA OTRA CARA
DEL VIDRIO

Praxis I Dos Filos


Universidad Aut6noma de Zacatecas
México 1984
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ó

C)
¡ti 1~' Presentación

Jorge Humberto Chávez (Cd. Juárez, 1959) se hizo


acreedor alguna vez al Premio Nacional de Poesía que
desde 1980 organiza y otorga anualmente la Casa de
la Cultura de Colima. Por entonces era maestro rural;
cinco días a la semana debía vivir como serrano: mon-
tañas de Chihuahua, no salas cinematográficas, no
televisión, no conferencias; sin ajetreo, con tiempo de
sobra para estar sentado frente a la máquina de escribir.
Un libro se armaba rápido, pues; y así lo hizo. Un
buen libro que obtuvo un premio para que su autor
supusiera cosas; e igualmente lo hizo: creyó que los
volúmenes de poesía surgían de ese modo como por
encanto, y no era cierto; que los premios consagraban,
y menos cierto aún; que entre sus amigos -la buena e
insustituible gente del taller literario del Museo de
Arte e Historia de Cd. Juárez- él descollaría con su
frentita coronada por el laurel, y falsedad también.
Ahora se arrepiente: del premio, de su inocente vani-
dad, de una actitud que en ese taller produce risa
-el poeta genio, el admirado, el famoso.
Por esos días, radicado ya en la bellísima y viva
Cd. Juárez, en la contradictoria, la cálida y fría, con
sus dos hijos alrededor, y su mujer Rosa lsela, con la
Primera edición, diciembre de 1984 muerte despidiéndose apenas de su casa, se lo repro-
©Praxis/Dos Filos cha, se enoja consigo mismo. Ante el complejo es-
©Jorge Humberto Sánchez
Impreso y hecho en México
pectáculo de los cholos, tras nuevas lecturas a Borges
Printed and made in Mexico
7

" ~: ·.•r'(' .» ;.~.' ~.: •' NEW ME)(ICO STATE UNIVCERSITY LIBRARY
8 Jorge Humberto Sánchez

y a Paz, en medio de un taller lleno de rencor y


humoismo, frente a lo establecido, confrontando
actitudes, se avergüenza de aquello. Y dice que hay
que aprender; sabe que escribir poesía y armar un
libro es un trabajo arduo en el que el tiempo y el
horario, los premios, la cantidad, son palabras sin sen-
tido, huecas, del otro lado de un muro que guarda
el misterio. No ignora ya que en el fondo "no hay
diferencia/entre salir o entrar o terminar de un soplo/
entre escribir poesía y hacer la cena". Una buena
cena, se entiende, un rito, un acto de humanidad; no
un simple acopio de viandas para llenar el estómago.
La otra cara del vidrio, entonces, es un recomienzo.
En este cuaderno se conservan los registros de la
anterior poesía de Jorge Humberto -la primera parte:
lenguaje meticuloso y pulcro, un lirismo apoyado en
los "grandes" temas. También, sin embargo, brotan
1
1íneas que sin marcar una ruptura radical y repentina,
exploran el humor, rescatan la sorpresa depositada en
la cotidianedad, permiten la intrusión de otros tonos
de lenguaje. Ahí abunda una.equilibrada dosis de fres-
cura y no se persigue la "buena" '"lioesía,no hay pate-
tismos; se aguarda y se madura.
Se trata, en todo caso, fuera de referencias extra-
textuales, de un proceso, de un poeta en movimiento,
con la atención aguzada, fija en las trampas. Hay aquí
poesía, buena, excelente a ratos; conocemos a un
escritor que ha dejado las coronas de laurel en los
desvanes, en un pasado individual del que ahora ríe
con ar:riarguraporque sabe que ha penetrado al terreno
de la dificultad, de las tinieblas que se razgan momen-
táneamente: en un buen poema, por ejemplo.

DavidOjeda
¡.'I_

1
hable una voz
llegue y diga qué rosa hay en la rosa además de su
(olor y el germen de su fin
en qué rumbos se cumplen los más fortuitos sueños
las citas que no tuvieron el horario
para erigirse en piel en labios contra lengua
decidnos la verdad altos poetas pálidos cadavéricos
[cisnes del azur
cuando en la poesía sus beatíficos órganos
[implementan escépticos noés
rancias membranas pardas decir: fina gota de aceite
[para el brillo matinal
quién es el que habla quién

alguien dé una señal


venga y ponga las claves sobre la mesa
para asir este dulce plenilunio de símbolos
los rostros que se esfuerzan por encontrar su marco
con el dorado olán la luz el tul fragante
mientras la erratil voz la más común de las
11
Jr~

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:1;(

12 Jorge Humberto Sánchez x,


,;'~·
¡)

[fabulaciones ~'
·,:/,
llegan y cruzan el único puente a lo visible
para mirar de cerca el embate de los cuerpos
la flor que asiste a su final
con el ojo preciso la puerta necesaria
para mirar la vida

2
)'

¡~

toma al asalto el verso


sus manos palpan ávidas la rosa
artffice esforzado del más puro dolor navegando en la
i
I:~;.

(sal atestiguante del párpado


para ubicarlo justo al tercer verso
2
busca entre las urdimbres de sus ámbitos
y se observa ardoroso remador en un mar de
[abandonadas lágrimas
lo he visto atravesar oscuras puertas tras la fascinación
[de sus recuerdos
cómo llega a sus mitos más recónditos y les da el
(toque mágico de un casta virtud
de su lengua falaz su amordazado eros
vuelto al rnfstlco brillo del vocablo
al paladeo de una voz que ha rescatado de un baúl
(predilecto
lo he mirado llegar a la otra cara del vidrio
y articular las sílabas corruptas de mi nombre
J
,1

ULTIMA REFLEXION DE UN HOMBRE


DISPUESTOA TODO

quién habita este cajón oscuro


cómo decir el diario tinta muerta matinal
el olor de los recién llegados de la noche
de qué manera decir
las cáscarasde cal sobre los ojos
ardiendo como infiernos leves
pararse ante el espejo y decir completo el rezo
el 6bice profundo cantar
la vasta dominación de los relojes
en medio de un minuto que sostiene al siguiente
en una hilera interminable
en qué forma
recordar la aldaba falsa aldaba la bisagra perdida
el sol entrando por la puerta coja
pensarseun montón de bruma que un soplo no
[dispersa
una persistencia feroz y sin raíz
mientras afuera levanta sus carpas la luz y los pasos
[resuenan cerca

15
La otra cara del vidrio 17
16 Jorge Humberto Sánchez

Derrotado por el tiempo, mudo por la aglomeración


aquí me encuentro aquímencuentro de las palabras que no dije en su preciso instante,
desalojo una llovizna tenaz ciego por lo que no vi. Alguen se acerca. Conforme
el día se extiende y amenaza cualquier sitio llega la estancia se oscurece. La última certeza que
revienta tengo, antes de que paren los engranajes del reloj, es la
y uno es más débil cada vez más poco de la permanencia de todos los objetos y los muebles,
no encuentra las salidas ni un espacio apenas que será ulterior a mi. Me aferro a la empuñadura de
donde decir el fin o el abandono mi bastón. La presencia que se detiene a mi lado se
y no hay diferencia inclina y me deposita en el oído estas palabras: al fin
entre salir o entrar o terminar de un soplo hemos llegado. Aterrado ante un significado tan obvio,
entre escribir poesía y hacer la cena espero el más leve cambio en mi estadía de sombra.
Nada sucede. Yo ya había estado alguna vez aquí. Ya
G de algún modo estuve.
Y todo esto que ves acontecía, mientras la ausencia
iba ganando espacio, se condensaba el olvido, y la
hierba crecía entre las grietas de la roca.

vienen a hacer su ocupación los recuerdos/


la cotidiana sal te sitia en los rincones de esta aséptica
[jaula que contiene tu
sueño agrietado en los filos salientes de la vida/
cuantificas el tiempo de otros rostros que te hablan
[desde la bruma de sus nadas/
objetos sin memoria caídos en el cruce de un instante
[que empieza con la noche y
se imbrica en cadenas de afrenta y dobleguez/
crecen los aluviones
vertiendo su infinito laberinto de redes/
y en la oscura bocaza de un tránsito sin rostro
sucumbren los símbolos
los límites de tu nombre se extravian
o
Convencido de la inutilidad de levantar la mano para
detener el acoso de este día funesto, me entrego.
3
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INTRODUCCION, PROLOGO, INTROITO,
PREAMBULO, PREFACIO O EXORDIO

madame vanderbylt
tiene todos los dientes en su sitio
la sonrisa
es abnegada madre
fina y perfecta esposa
que sabe conducirse en toda circunstancia
digna y elegantemente
dice que nos hallamos en plena revolución social
A y pugna por lograr la estabilidad
la preservación de los auténticos y naturales

' madame vanderbylt


[privilegios

la que ofrece esta recepción en su departamento de


[manhattan
deja la charola afloja el labio
abandona la cocina y los estantes

21
La otra cara del vidrio 23
22 Jorge Humberto Sánchez
sin remedio?
sale al viento marino de la noche lno se inflama tu espíritu
suelta tres cuatro pedos ante la sutileza de las armas
y regresaa la ocasión especial que usamos en esta lucha contra el bárbaro?
a su agitada vida de mujer moderna
3
PULCRITUD EN LA MESA ante todo
hay que tener cuidado de no herir
" ... que los hijos coman con sus padres y con ni dar maltrato o desatención
los invitados, tan pronto como estén en edad de al compañero de guerra al que se sienta
hacerlo, sin ser molestos a éstos últimos, pueses en nuestra mesa para repasar
la mejor preparación social que puede dárseles." los hechos nuestros
Amy Vanderbylt e ignorar el espejismo de los otros
porque sería hacer efectivo en contra nuestra
el degüello que dictamos para ellos:
1
el plato con la sopa jamás
deberá de inclinarse en dirección de alguien
entrar al comedor naturalmente
para tomar el caldo
sin suspender la charla
y acomodarse en la silla precisa
4
por jerarquías de honorabilidad
poner especial interés
es un insulto al arte culinario
en no usar la cuchara del postre
inundar la comida de salsa
para tomar la sopa
ya sea preparada
algo grave sería
ya sea de botella (cita textual)
sentarse con el cigarrillo encendido
o fumar entre plato y plato
recuérdalo federico salsaroja
triste proleta
algo catastrófico sería
en medio del campo de batalla
-se castiga con asombro y desaprobación general-
beber por el gollete
5
2
hay afuera un rasgueo
pero dime matilde una marca de uñas
lporqué empujas el alimento con los dedos? que señala las puertas de palacio
lacaso no conces la más mínima regla no sientes hay extraños cuerpos que llegan a la boca
la presencia del caos que se avecina
24 Jorge Humberto
La otra cara del vidrio 26
piedrecillas huesos o espinas de pescado
que deben extraerse con índice y pulgar si viene de tanto anochecer de tanto morir en estas
a salto de bala o fusilamiento (calles
tal vez con encierro ad multos annos donde la gorra militar se hace sitio también junto a las
sin descuidar las finas maneras (mejores galas de las vírgenes
la buena educación que han salido este día a lucir el mejor pecho
la asepsia el más portentoso trasero que vuelve de la guerra de
[los besos
6 junto a los hijos de los policías y a los jóvenes
(estudiantes que pasan añorando el olán
y saber sobre todo también están las niñas treceañeras con el color del
que por sacar el paño y voltear discretamente (cielo reflejado en sus ojos
entre las copas y algunas señoritas con falsos sueños púdicos a flor de
a sacudir los mocos de su sitio (cómo decirlo de otra [labio
[forma) decidme cómo arribar a las sombrías habitaciones
no se pide disculpa (de la vida oh sufridos compañeros de viaje
no se peca oh procaces y desdeñados y cachondos amigos de
[cada día
7 (comentario al margen) cómo dar palabras de bienvenida al sufrimiento más
[atroz
el comensal es preso del bocado que engulle de soportar en una misma fecha el golpe
ni el vino importado del rin de la verde armadura y la oración sublima!
puede mezclarse con él con el golpe mayor el otro el duro
sino hasta que transformado en bolo chingadazo supremo que nos inflige el eros
abandona la encía sonrosada en medio del corazón y el bajovientre
y se convierta en papilla masa informe
en insultante forma tuboidal
o en mierda NUEVAS NUPCIAS

atención invitados y anfitriones; "Es pura fantasía afirmar que una mujernecesita
aquí se encuentra el riesgo de la asfixia ser hermosa, joven, talentosa, apetecible, etcé-
tera, para tener lugaren el mercado matrimonial.
A sus amigas toca divulgar la noticia entre los
l posibles candidatos, invitarlos a suscasas,estan-
do usted presente,etcétera, etcétera•... "
Amy Vanderby/t
cómo llegar al conciliábulo y decir cuatro palabras de
(alegría
26 Jorge Humberto Sánchez
La otra cara del vidrio 27
1
aunque abominable sea tu voz y espeluznante tu
mademoiselle [verruga
lquién solventará las últimas lenguas de la aunque seas etcétera
[quién ha de haber un estante para ti ajada mercancía
sino la ausencia arrinconándola engrosando su peso en el mercado del amor transado y del consuelo
bajo la blanca sábana de otoño?
lsoporífera quién y quedamente 5
sino su dedo experto
sino los cuatro dedos en la boca resignación posible candidato
para ahogar el gemido o el sollozo? invitado perdido:
bebe los turbios vientos de tu amada
2
6
mejor nacer de nuevo
el tiempo va marcando tu piel con uñas torpes eso no era todo
y desde el más oculto estaba la posible concitación de un encuentro feliz
rincón de tu jardín que adelgazara el tiempo
un niño dice abuela restando a cada instante la amargura
mientras tu vientre alegre y compungido estaba el develamiento de las máscaras
libra su último orgasmo para llegar de frente
después sin el seco abandono mal oculto
cuando lo sepas sin ese afán de altivo amor
vendrán desiertas y acuciantes noches con su marca de aceite y de fragancia

3 estaba lo único: el presente


todo lo elemental lo necesario
trátese de viudez separación o divorcio
usted que es atractiva en esencia y apariencia
anote mi dirección y mi teléfono: OH SUSIE OH MAREYE OH OH OH
y mire qué cabrones son los hombres
asunto poético: se busca mujer ilustre amante
4 almidonado ombligo perfecta dentadura
amplia recomendación senos intactos (pezones rosa
aunque el espejo te envíe una presencia atroz [preferentemente)
aunque seas ya vieja sepa conducirse con elegancia en reuniones de
aunque seas convencionalmente estúpida [sociedad y
no sorba el moco al bote pronto ni se limpie
28 Jorge Humberto Sánchez La otra cara del vidrio 29

la nariz en la mesa con la rebaba inútil de una recta moral


mucho mejor si es de profusas caderas y dotada bastaría que miraras
de una franca pudicia desmontable a ciertas horas con la llama en los ojos la intención sin vestidos
excelente presentación mejor aliento directamente al muslo al pecho a la cadera
proveniente de clase media o en su defecto de
[parientes anodinos no tendrías que tocar tan tiernamente el rostro
no celulitis ni señalar los astros ni mencionar a dios
vacunada no várices no paño y menos fuerte humor sólo tocar la nalga abiertamente
quédese de noche para siempre decir ahí va
preguntar cuánto pinche catalana
N
Quien te viera Christián, a
jamás evocaría los verdes campos y el sonido de vacas
[que puebla la península, ahora que sale el rey
las áureas praderas donde los viejos catalanes y sin sus oros cuenta putas cuántas hay
se asían al último sueño y al último recuadro de piel por la región de aldebarán la mágica
[de sus mujeres. donde su alteza anónima a la usanza de antiguos
Sórdida ahí, Christián, (jodedores embozados
amante y felatoria, busca a la mujer que hable la misma lengua
no encontraría en tu rostro más señal sin satines ni encajes
que la de un viejo párroco enfrentándose a la tarde y se gasta del día la poca luz
y una mujer oscura que regresa para encontrar tan sólo
de una ciudad de piedra a las brasas de su lecho, no abrazo fiel no amor
feliz, no nalga solidaria
para armar en el blanco de su cuerpo
la sustancia y la voz
de la más triste, oscura y pervertida puta. b
de la india llegaron los paños
IV los vagos mediosrostros
la cimitarra única
si estuvieras aquí y las danzantes pieles de persia los turbantes
junto al temblor aciago de su vientre junto las alfombras aéreas los harenes
a su pálida piel y su fatal recuento de lujurias
no dirías perímetro jovial lloremos juntos
ni por asomo tendrías que forzar el poema y de un antiguo y verde edén la leche
con deseos embozados que habría de derramarse por el mundo
30 Jorge Humberto Sánchez

sopor de escaparates humo de incendios breves


ardiente palpitación de la ciudad
desértica

aquí espero a que caigan de su sitio las horas


mientras me abismo al tedio y al brillante calor
de las faldas el labio y la piel de las mujeres
al roce inolvidable de sus piernas
al millar de milagros que allí aguardan
múltiple dios de fuego
dios de afiebrados vellos
vago y pu ro sopor

atardece en bombay como atardece en tantos otros


[sitios
sólo que aquí atardece con todo y vendedores de
[fruta
4
con el amarillo de las calles
el coletazo del partido pez
la humadera del opio y el biciclo anónimo
la cadera fragante
la voz de las mujeres que se alejan
Rosa lsela Ramírez, mi mujer,
llega a los días oscuramente lúcida,
envuelta en fortificaciones sublimes,
en torpes movimientos parecidos a un muelle,
al mar cuando se aniebla;
salvaguarda del tedio,
tenaz sobreviviente de las horas,
su naufragio es un lento encadenarse,
una ilimitada sucesión de vados;
su silencio es un arma,
sus miradas se agolpan en un mínimo espacio.

11

los miras llegar hasta tu puerta enunciar sus actos


cotidianos y simples en el más sordo secreto
penetran en tu habitat de cristal amenazando tu
frágil estatura tus deseos más desvalidos
33
34 La otra cara del vidrio 35
Jorge Humberto Sánchez

portadores de la hoz para el impávido sueño de la y mira en ello una posible salida,
espiga dueños de la punzante piedra y de la fuerza pero este encuentro acaba por reafirmar sus laberintos.
y soportas enmudecida sus asaltos sus colmilladas Y agotada su espera,
fieras las desgarraduras de tus galas mejores perdidas sus expectativas más legítimas,
callando miras que me arrastran a su diaria aguarda en cualquier sitio de la casa a que suene
tragedia de vivir a su eterna y circular catástrofe la hora de la eclosión, del primer y último grito.
a veces dices pobres a veces encomias mi enorme Nadie parece haber en todo este paraje
corazón a veces alcanzas a percibir su juego sórdido que pueda rescatar de ese horizonte en derrumbe
y enuncias la verdad nuestra verdad enmarcada en a Rosa lsela Ramírez, mi mujer.
la más infiel encautación de mi bondad latente
con la más grande idiotez H
voy a decir sus nombres ellos son josé luis samuel
david ricardo édgar marco y jorge Triste papel el nuestro, cuerpo vago,
y acuden a tu puerta nuestra puerta otra vez cercanía previsible;
inocentes de todo desbordando su amor por mi por llegar a una ciudad, a sus oscuras aceras,
nuestras cosas y privados de imágenes intenta el más leve
sin saber que en el centro de este frágil palacio roce de nuestras pieles en la sombra.
hay una lanza insomne que amenaza sus frentes Hacer una inefable sucesión de pisadas
a ellos mis más queridos amigos buscando lo que sabemos es tan sólo un deseo,
inocentes de ellos un mito del tiempo que vendrá y que tal vez nunca se
qué van a saber (cumpla.
Ahora que es improbable todo tacto, entre los cuatro
IV (muros de este juego de luces,
recuerdo tu rostro que una vez inventé,
No hay quien llegue y le diga las palabras precisas esta aquí la premonición de tu sustancia.
que la salven, Visión del más fortuito desencuentro,
ni quien con una sola mirada la convenza esforzado espejismo, mujer hecha de mi,
del sucio tremedal de sombras que es su vida. es tu constante ausencia la que te ata a este sueño.
Vaga ciega por cuartos inundados en luz, Ati,
y sólo distingue el pálido color del abandono, la que tiene un sonido de mar, un mar de piedra,
el fogonazo perpetuo del hastío. la que no he visto nunca, la que nunca veré.
Dice la oración de su odio a los espejos
que son mi rostro. V
En su blasfematorio afán no reconoce
más blanco para sus flechas que mi nombre. atardecerá en parís en cualquier calle
A veces viene a recrudecer su infortunio con mi y en esa declinante hora de luz
(cuerpo, nadja saldrá de un callejón oscuro
36 Jorge Humbeno Sánchez

le dirá hola lo amo a usted señor bretón


venga conmigo a la fabulación de la urbe
seremos uno a uno amor con amor odio con odio
reinventaremos este escombro juntos
así le va a decir esa mujer
y yo pasaré a la misma calle me pondré su cara
me pondré su papada su último traje gris
y esperaré a la infame
al igual que en las otras tardes de mi vida

ÍNDICE

Presentación
DavidOjeda 7
1 9
2 13
Ultima reflexión de un hombre
dispuesto a todo 15
3 19
Introducción, prólogo, introito,
preámbulo, prefacio o exordio 21
Pulcritud en la mesa 22
Nuevas nupcias 25
Oh Susie oh Mareye oh oh oh 27
4 31

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