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Víctor Ríos
A lo largo de los siglos, las sociedades han vivido y se han desarrollado en armonía con el
medio natural, aceptando vivir en simbiosis con él, y aprendiendo a adaptar y ajustar sus
actividades y su enfoque del desarrollo a las condiciones que la naturaleza impone
(Morales, 2009). Hoy en día los recursos naturales son tan escasos que los sistemas de
producción en vez de disminuir las actividades de manufacturas a un nivel en el cual estos
recursos puedan tolerar la manera en que están siendo tomados para usos económicos lo
que hacen es aumentar el flujo de producción y no ponen en práctica el término de
degrowth, el cual dice que no es darle un alto total al sistema productivo, si no seguir
produciendo pero de manera eco-eficiente, donde le den un correcto uso a los recursos para
que la economía siga su proceso normal, pero esto ya sería cuestiones de cambiar el
contexto de las sociedades en la forma en que consumen actualmente, porque el problema
solamente no está en las fábricas, sino en las mismas personas que solo piensan en tener y
consumir cada día más [CITATION Ret \l 9226 ].
Durante los años 70, la contaminación ambiental se intensifico y extendió comenzando por
provocar daños en distintos ámbitos (García Olivares, 2004), el mundo comenzó a crecer de
una forma que la capacidad de carga de los ecosistema ya no era suficiente al notorio
crecimiento poblacional que se estaba observando, sociedades completas movidas por la
economía y por distintas filosofías que no contaban con la existencia de los impactos
ambientales que esto provocaba fueron inmediatamente puestas en dudas cuando la
sociedad se dio cuenta que los recursos no eran infinitos, que nos encontramos en un
planeta con recursos finitos, a los cuales no se le están dando el uso correcto y es por todas
estas problemáticas que las sociedades comienzan a identificar que es momento de cambiar
estas actividades que estaban comenzando a agotar los recursos e implementar nuevas
iniciativas y movimientos amigables con el ambiente para no interrumpir los procesos
económicos, sino al contrario, que estas actividades se realicen pero con el objetivo de
ayudar al medio ambiente y es aquí donde la logística inversa comienza a jugar un papel
importante.
La logística inversa gestiona el retorno de los productos al final de la cadena de
abastecimiento en forma efectiva y económica. Su objetivo es la recuperación y reciclaje de
envases, embalajes, desechos y residuos peligrosos; así como de los procesos de retorno de
excesos de inventario, devoluciones de clientes, productos obsoletos e inventarios
estacionales. Este término de logística inversa se utiliza en el papel de la logística, respecto
al retorno del producto, pero también se aplica a la reducción en origen, al reciclado, la
reutilización y sustitución de materiales, la eliminación de residuos y desperdicios, la
reparación y la re manufacturación (Ballou, 2004).
De igual manera la logística inversa ha sido definida por [CITATION Mar14 \l 9226 ] como “el
proceso de planificar y controlar el flujo eficiente y rentable de materias primas, inventario
en proceso productos terminados y la información relacionada, desde el punto de consumo
al punto de origen con el fin de recuperar valor o su correcta eliminación”.
Cabe resaltar que la logística inversa ha adquirido importancia en los últimos años, no es
algo nuevo, pero son pocas las empresas que utilizan este sistema de forma adecuada,
actualmente algunas organizaciones funcionan con un enfoque ambiental para mejorar su
imagen entregando al mercado productos sostenibles y amigables con el medio ambiente,
ya no es suficiente con tener el producto justo, en el sitio adecuado (Sanchez, 2008) , en el
tiempo oportuno, al menor costo posible; éstas actividades han sido rediseñadas, la logística
inversa controla el flujo de productos, información y dinero en dirección opuesta, en
palabras más claras, desde el cliente final hasta el punto de origen o producción.
Referencias
Ballou, R. (2004). Logística Administración de la Cadena de Suministro. Mexico: Editorial Pearson
Educación.
Domingo, C. (2012). Logística inversa en la gestión de la cadena de suministro. Barcelona.
Escudero, M. (2014). Logística de Almacenamiento. España.
García Olivares, A. A. (2004). Recomendaciones táctico – operativas para implementar un
programa de Logística Inversa. Mexico: editado por eumed.
Jarrín, J. (2015). Análisis y caracterización de la logística inversa de baterías recargables en
Bogotá . Bogota: Universidad de la Sabana.
Luis Aníbal Mora, M. L. (2016). Retos y Oportunidades en las Organizaciones Modernas. Ecoe
Ediciones.
MINAMBIENTE. (2009). Resolución 372 del 2009. Bogota.
MINAMBIENTE. (2009). Resolución 371 del 2009. Bogota.
Morales, B. B. (2009). La Logística Reversa o Inversa, Aporte al Control de Devoluciones y
Residuos en la Gestión de la Cadena de Abastecimiento. Bogota: Universidad Santo
Tomas.
Sanchez, G. (2008). Cuantificación y generación de valor en la cadena de suministro extendida.
Mexico: Editorial Del Blanco Editores.
Tatiana Gaibor Silva, G. J. (1988). LA LOGÍSTICA INVERSA Y SU RESPONSABILIDAD CON EL
MEDIO AMBIENTE. Ecuador: CCCSS Contribuciones a las Ciencias Sociales.