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DISCUSIÓN SOBRE LA PROPIEDAD DE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN:

Hasta la década de 1990 el estado colombiano ejercía un monopolio en el campo de


las telecomunicaciones. La televisión y la telefonía, estaba en manos del estado quien en
algunos casos confería licencias a los particulares para su utilización.

Unos de los puntos clave a que se llegó en la constituyente fue el de considerar a la


comunicación como uno de los pilares que sostiene y permite el funcionamiento del
sistema democrático. En este sentido, los debates que se dieron al interior de la asamblea
giraron en torno al análisis y la evaluación de las garantías comunicativas con las cuales
contaban los colombianos para expresarse libremente y hacer circular sus opiniones sin
restricción algunos dichos debates generaron dinámicas de tensión. Por otro lado, se
discutió acerca de la necesidad que el estado colombiano interviniera en el régimen de
propiedad de los medios, para así garantizar una comunicación mucho más libre y
democrática.

A partir de la constitución de 1991 Colombia es un Estado Social de Derecho, en cuya


Constitución Política se han consagrado como derechos fundamentales, el derecho a la
libertad de expresión, de información veraz e imparcial y la de fundar medios masivos de
comunicación.

El Estado colombiano ha establecido como forma de gobierno en su Constitución Política,


la Democracia. Esto significa, que se garantizarán y respetarán diversos derechos
fundamentales, dentro de los cuales se encuentran inmersos determinados principios
tales como la libertad de pensamiento, la libertad de expresión, la libertad de información
y la libertad de prensa.

Es importante tener en cuenta que en un ESD se requiere de una pluralidad de medios,


pues las prácticas monopólicas y oligopólicas respecto de la propiedad de los medios de
comunicación van contra una democracia

Los medios de comunicación tienen la responsabilidad de proporcionar información a las


sociedades, difundir conceptos, fomentar la discusión y mejorar la comprensión de la
realidad. En algunas ocasiones, éstos sirven para alentar a la sociedad y ayudar a
mejorar la situación tratando de inculcar valores a todos los individuos que nos
encontramos expuestos a estos medios, sin embargo los medios también influyen en la
destrucción de estos valores, debido a que podemos observar a diario como los medios
de comunicación periódicos nos informan acerca de violaciones de los derechos
humanos, en los noticieros de televisión y radio, escuchamos y observamos cómo día con
día se violan los derechos de las personas.

Hoy es indispensable pensar en procesos de democracia política, económica y cultural


que tengan en cuenta las reconfiguraciones que la comunicación, la información y el
conocimiento tecnológico están produciendo en las relaciones de poder y los vínculos
sociales. En esta reflexión impostergable se ubican las relaciones entre los medios de
comunicación, la esfera pública y la sociedad. Se parte de la idea de que una de las
características de los sistemas de información y comunicación en las democracias
modernas ha sido justamente la ampliación del «poder temático» de la sociedad, esto
es, la emergencia y el desarrollo de «nuevas zonas de visibilidad pública» en el ejercicio
del poder, lo que por cierto no ha estado exento de tensiones y conflictos. Preguntar hoy
por el papel de los medios y de las políticas de comunicación es importante en la medida
en que nos invita a reconsiderar el problema de las oportunidades y formas de
participación de los diferentes sujetos y grupos sociales tanto en la regulación y el control
público de la información como en la democratización de la palabra pública, lo que por
cierto nos lleva a asumir la comunicación como un derecho social que está ligado al
acceso, los usos, las prácticas, el reconocimiento y la participación de los ciudadanos en
tanto sujetos con capacidades de formular proyectos de sociedad.

Es la comunicación como una condición necesaria para la conformación de ciudadanías


incluyentes, como un elemento indispensable para el efectivo desempeño de los derechos
civiles y políticos y, por lo mismo, como un factor clave de integración social. La relación
entre los medios de comunicación, la ciudadanía y la sociedad nos remite entonces a las
múltiples maneras como hombres, mujeres, grupos y sectores diversos de la sociedad
han luchado por ampliar la esfera pública de la democracia, esto es, por obtener el
derecho a la palabra pública, que, como sabemos, es un derecho que combina las luchas
por la visibilidad, el reconocimiento y la credibilidad. 

LIBERTAD DE PRENSA:

La constitución de 1886 reiteró el principio de la libertad de prensa en tiempos de paz,


pero señaló su responsabilidad “cuando atente contra la honra de las personas, el orden
social o la tranquilidad pública”.

Pero al final La constitución de 1991 cambió en alguna medida la base jurídica de esta
diferenciación, la libertad de prensa y del derecho ala informacion fue consagrada el
derecho ala libertad de expresion, el derecho de todas las persona de expresasr lo que
piensan cree o siente, la libertad de prensa fue entendida como el derecho de difundir y
apublicar libremente la opinion con miras a formar la ciudadania a constuir opinion y a y a
controlar el accionar del poder politico, la constitución del 91 hizo un esfuerzo muy claro
para reformular las bases constitucionales de la libertad de prensa. Esta redacción, al
tiempo que buscaba garantizar la libertad del periodista frente al Estado, y que definía
unos derechos relativos a la libre empresa en el campo de los medios, introducía la idea
de la libertad de las personas de recibir información veraz e imparcial. En efecto, es
posible pensar que lo que debe garantizarse es el derecho a recibir cualquier clase de
información, sin que otras personas diferentes al ciudadano determinen si es una
información veraz e imparcial, y que incluso debe protegerse el derecho a recibir
información orientada por perspectivas ideológicas y religiosas, así no sea imparcial. En
esta perspectiva, la imparcialidad en la información surgiría de la existencia pluralista de
medios de comunicación con perspectivas, con sesgos y parcialidades diferentes.

Pues la prohibición de censura no establece diferencia alguna, y no hay en la constitución


bases para pensar que se quería mantener esta diferenciación, al menos con lo que tiene
que ver con la libertad de prensa. Podría pensarse que el hecho de que la constitución
garantizara, sin establecer distinción alguna, estos son libres y tienen responsabilidad
social. Se garantiza el derecho a la rectificación en condiciones de equidad.

Pero es igualmente cierto que el derecho de los ciudadanos a recibir una información que
cumpla con los requisitos de una sociedad democrática, mejorar la calidad de la
información, de ofrecer a la ciudadanía una información cada vez más compleja y
contextualizada, imparcial, completa y veraz.

En Colombia, la libertad de prensa está salvaguardada por el Artículo 20 de la


Constitución Política de 1991. 

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