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hoyos negros
El origen de los estudios que condujeron a los agujeros negros se remonta a la
década de 1930, cuando el físico de origen hindú Subrahamanyan
Chandrasekhar y el ruso Lev Landau mostraron que en la teoría de la gravitación
newtoniana un cuerpo frío de masa superior a 1,5 veces la del Sol no podría
soportar la presión producida por la gravedad. Este resultado condujo a la
pregunta de qué sucedería según la relatividad general. Robert Oppenheimer y
dos de sus colaboradores (Volkoff y Snyder) demostraron en 1939 que una
estrella de semejante masa se colapsaría hasta reducirse a una singularidad, esto
es, a un punto de volumen cero y densidad infinita.
A mediados de la década de 1960 el matemático y físico británico Roger
Penrose y el físico Stephen Hawking demostraron que las singularidades eran
inevitables en el colapso de una estrella si se satisfacían ciertas condiciones.
Un par de años después de que Penrose y Hawking publicasen sus primeros
artículos, la física de las singularidades del espacio-tiempo se convirtió en la de
los «agujeros negros», un término afortunado que no ha hecho sino atraer la
atención popular sobre este ente físico. El responsable de esta aparentemente
insignificante pequeña revolución terminológica fue el físico estadounidense, John
A. Wheeler, a quien se lo sugirió alguien del público en una conferencia en el
otoño de 1967.
Los hoyos negros surgirían cuando, después de agotar su combustible nuclear,
una estrella muy masiva comenzase a contraerse irreversiblemente debido a
la fuerza gravitacional. Así, llegaría un momento en el que se formaría una región
(denominada «horizonte») que únicamente dejaría entrar materia y radiación, sin
permitir que saliese nada, ni siquiera luz (de ahí lo de «negro»): cuanto más
grande es, más come, y cuanto más come, más crece. En el centro del agujero
negro está el punto de colapso. De acuerdo con la relatividad general, allí la
materia que una vez compuso la estrella es comprimida y expulsada
aparentemente «fuera de la existencia».
Justificación
Hoy en día la tecnología avanza constantemente, en la actualidad la realidad
virtual, es lo más nuevo y novedoso en estos tiempos, con nuestro proyecto se
trata de llegar a mayor público y lograr hacer que la gente se interese más en el
sistema solar, que conozca más sobre su origen pero de una forma más novedosa
y llamativa para así lograr que la gente se interese por saber más y conocer sobre
el sistema solar. También que sea interactivo para lograr que sea aparte de
educativo algo divertido con información sencilla y fácil de retener esto es
importante ya que en la actualidad la juventud pierde interés en querer aprender
cosas debido a la cantidad de tecnologías, tendencias y redes sociales, los chicos
de ahora ya no les interesan cosas como los planetas, la historia o incluso
materias básicas como ética, esto se debe a la falta de interés ya que esta
información se encuentra en internet con textos e imágenes o en libros que ya
casi nadie abre y esta el planetario que es en donde más se puede encontrar con
tecnología moderna, esquemas y proyecciones, sin embargo, la gente no vas más
de dos veces en general al planetario y este no es interactivo y tiene mucha
información por todos lados, al hacer este proyecto se tratara que se den
información concisa y breve y al ser interactiva será más llamativa ya que, así se
hace sentir al espectador que el está tomando la decisión de cómo quiere ir
recibiendo la información y elige sobre qué tema querrá saber hoyos negros
planetas, estrellas, etc. dependiendo la proyección que se realice.