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Puntos en contra de la comunidad

LGBTI
 En mi opinión, las personas homosexuales no deberían, ni casarse ni
tampoco adoptar niños porque Dios nos creo para que se unan
mujeres y hombres (naturaleza), nos dos personas del mismo sexo.
Si una pareja de homosexuales adopta un niño este niño crecería sin
una madre y crecería viendo la homosexualidad como algo normal,
es por eso que nosotros estamos en contra de la homosexualidad.
* Todo niño tiene derecho a un padre y una madre para su
desarrollo integral como persona. Así, conceder la adopción a
homosexuales sería perjudicial para el menor. En síntesis, los
perjuicios más comunes a los que están expuestos los niños
adoptados por los homosexuales son los siguientes: * Hogares poco
sólidos, dada la inestabilidad inherente de las parejas homosexuales.
* Síntomas de trastorno de identidad de género. * Rechazo del
compañero del padre homosexual. * Fracaso escolar y autoestima
baja. * Riesgo de sufrir abusos sexuales paternos. Ejemplo: en E. U.,
un 29% de casos en hijos de homosexuales frente a un 0,6% en hijos
de padres heterosexuales. * Mayor tasa de trastornos mentales.
El matrimonio se define como la unión entre un hombre y una mujer. No
solo lo dice la religión sino lo demuestra la Historia: Cada religión instituye
un tipo de matrimonio y el modelo “un hombre y una mujer” no es universal
ni lo ha sido históricamente. Según distintas religiones pueden casarse un
hombre y varias mujeres, una mujer y varios hombres y en algunas culturas
existen los matrimonios entre personas del mismo sexo. A lo largo de la
historia hemos podido ver, escuchar, y leer acerca de este tipo de
matrimonio donde los hombres tienen varias mujeres pero nunca de un
mismo sexo.
2. Que tengan los mismos derechos que las parejas heterosexuales, pero sin
llamarlo matrimonio. ¿Por qué no le buscamos otro nombre? No es
discriminatorio llamar con nombres distintos a dos realidades que son
distintas: El nombre es muy importante. Nos importan mucho los derechos,
pero nos importa sobre todo, la igualdad y ésta sólo se puede conseguir
llamando igual a lo que es igual. Llamarlo distinto sólo demuestra la voluntad
de señalarlo como diferente y teniendo en cuenta de donde partimos, esa
diferencia nos señala como inferiores. Imaginad que cuando se casara una
pareja de otra etnia se le diera otro nombre; eso sólo se entendería desde la
voluntad de discriminar. Y, además, vamos a darle la vuelta al argumento, si
es igual ¿por qué le llamamos distinto? Si es igual y da los mismos derechos
¿por qué vamos llamar de dos maneras a una institución igual?
Todo niño tiene derecho a un padre y una madre para su
desarrollo integral como persona. Así, conceder la
adopción a homosexuales sería perjudicial para el menor.
Religiosamente Hablando
 Tengan todos en alta estima el matrimonio y la fidelidad
conyugal, porque Dios juzgará a los adúlteros y a todos los
que cometen inmoralidades sexuales.
Hebreos 13:4

 Pero en vista de tanta inmoralidad, cada hombre debe tener


su propia esposa, y cada mujer su propio esposo.
1 Corintios 7:2

 Mucho antes de que los gobiernos decidieran promulgar leyes


que regularan el matrimonio, nuestro Creador ya las había
establecido. Dice el primer libro de la Biblia: “El hombre dejará
a su padre y a su madre, y tiene que adherirse a su esposa, y
tienen que llegar a ser una sola carne” (Génesis 2:24).
El Diccionario expositivo de palabras del Antiguo y del Nuevo
Testamento exhaustivo, de W. E. Vine, dice que la palabra
hebrea traducida como “esposa” en este pasaje “señala a
cualquier persona del sexo femenino”. Más tarde, Jesús
confirmó que los cónyuges tienen que ser “macho y hembra”
(Mateo 19:4).

 Por consiguiente, Dios estipuló que el matrimonio fuese una


unión íntima de carácter permanente entre hombre y mujer.
Ambos seres están diseñados para complementarse a fin de
tener hijos y satisfacer mutuamente sus necesidades y deseos
de orden espiritual, emocional y sexual.

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