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Jn programa de ayuda que le permitira un mayor equilibrio, armonia y libertad relaciones afectivas. no podemos saber la diferencia entre una 1 sana y una relacién de dependencia? tuyen nuestras necesidades sexuales y roman- 1a obsesién de «dependencia amorosa» que mite huir de nosotros mismos? Si el sexo, los es y las relaciones pueden convertirse de en dependencias, zcudles son sus sfntomas, ‘resultados? itora del best-seller internacional Meditaciones jeres que hacen demasiado examina el proble- as adicciones dependientes, explorando pro- como la «anorexia sexual», la vergiienza, la la baja autoestima en las relaciones intimas, ando claramente donde acaba una conducta y empieza un comportamiento adictivo. Miia itiiin 788441 "404939 RECOBRA TU INTIMIDAD 40re Witor schaet ve EB RECOBRA TU INTIMIDAD Cémo SupERAR La ADICCION os A Lag ea DEPENDENCIAS AFECTIVAS Anne Wilson Schaef ANNE WILSON SCHAEF es internacionalmente conaci- da como psicoterapeuta y escri- tora. Doctorada en Psicologia Clinica por la Washington University, continué su forma- cién en el drea de la psicologia humanista, especializéndose en el diagnéstico y tratamiento de las adicciones y la codependen- cia. Alcanz6 las listas de best- sellers con su obra Meditaciones para mujeres que hacen demasia- do, publicada en esta misma coleccién. Fotografia de portada Tadashi Omori ANNE WILSON SCHAEF RECOBRA TU INTIMIDAD Como superar la adiccién a las dependencias afectivas € SELECCION ~} EDAF “ital del original ina ESCAPE FROM INTIMACY - Indice © De ta traduccisn: Alfonso Colodrén © 1989. By Anne Wilson Schaef © 1999. De esta edcion, Editorial EDAF, S.A., por acuerdo con Lear Sane Agooey AB € torial EDAF, S.A. | Jorge Juan, 30. 28001 Madrid itpsivmed. net | dat edat net dat y Morales, 8. ‘Oriente, 180, 2279, Colonia Moctezuma, CP. 15330 México, DE hitpFrw.edal-- morales com.mx edafnraes@edatnet, Pags Edaf del Plt, S.A. cma | AGRADECIMIENTOS bitte B 1227 Buenos Aies (Argentina) cdaldlp InTROpUCCION 15 1. Laadiccién sexual : “7 San jun Poor Rice co0s21-1413) 2. La adiecién a los romances ........ es 81 iabuaiis@onecue i 3. Laadiccién a las relaciones ... . foe pny 4. La huida de la intimidad 157 Huérfanos, 1178 - Of, 506 5. Relaciones de adiccién secssremesenee LEP ree 6. Intimidad y relaciones sanas .. 189 { 7. La recuperacion 5 217 BIBLIOGRAFIA ones eee OD ‘Queda prohibida, salvo excepeicn prevstaen la ey, culquier forma de reproduccién, listrbucién, comunicacién piblica y transformacin de esta obra sin contar con Ia autorizacin de ls ttlares de propiedad intelectual. La inftaccién de los derechos ‘mencionados puede ser constitutiva de delito contra la propiedad intelectual (art. 270 y siguientes del Cigo Penal). Et Centro Espaiol de Derechos Reprogréficos (CEDRO) vela por el respeto de fs citados derechos 5 edicién, febrero 2005 ISBN: 84-414-0493-3, Depésito Legal: M. 8.008-2005, PRINTED IN SPAIN IMPRESO EN ESPANA ‘Anzos, S. L. - Fuenlabrada (Madrid) } A todas las personas que deseen aceptar la intimidad consigo mismas y con los demas Todos los casos y ejemplos citados han ocurrido real- mente y son exactos. Sin embargo, he cambiado los nom- bres, lugares y los detalles susceptibles de identificar alas personas. La mayoria de los ejemplos estan elaborados basandose en personas y experiencias reales, Agradecimientos € ESEO dar las gracias a las muchas personas que tan igenerosamente han compartido sus sueftos conmigo. Son todas aquellas personas que con tanto valor han sus- pirado aliviadas al reconocer que adictas al sexo, a los romances 0 a las relaciones, las que me han animado a escribir este libro, porque saben que este reconocimiento de su proceso de enfermedad abre las puertas a la recupe- racion y a la intimidad. Quiero expresar mi agradecimiento a los participantes en mis seminarios practicos y trabajos intensivos en Esta- dos Unidos y en Europa, y alos grupos de formacién ameri- canos y alemanes por su apoyo, percepciones y feddback*. Me han alentado con sus propias vidas y recuperacién. Sin su ayuda ¢ informaciones, este libro nunca hubiera podi- do ser escrito Agradecimiento en especial a mi agente, Jonathon Lazear, que me dijo: «Hazlo», cuando este libro no se encontraba todavia entre mis proyectos, y a mi editor, Jan Johnson, que, una vez mas, me dio su apoyo incondicional. * Creemos que este anglicismo esti suficientemente extendido y cexpresa con mas precision la aretroalimentacione o el reflejo exterior de Ia actividad de una persona que ésta puede integear para conocerla mejor yeeventualmente,cambiarla.(N, del T) 14 [RECOBRA TU INTIMIDAD Expero que lo que se ha escrito aqut aporte otro ele- mento mas de nuestra comprensi6n y resulte tan wl para los lectores como ha resultado para las personas de dos continentes que leyeron el manuscrito. Os quedo agradecida a todos y todas vuestros/as, particu- Jarmente a mis familiares, Beth, Rod, Di, John, Trish y Tom, y @ mis asistentas profesionales, Gwen y Mary Ann, por apoyarme una vez més. Introduccién € OMO sociedad, creo que estamos inmersos en un proceso crucial de aprendizaje sobre el alcance, enfo- que ¢ impacto de las adicciones * sobre individuos, fami- lias, instituciones y culturas enteras. Estamos empezando a comprender que, puesto que vivimos en una sociedad adicta, todos hemos estado expuestos a un proceso de adiccién y hemos sido educados en su seno. Este proce- ‘so de dependencia no constituye un estado normal para el organismo humano. Es algo que hemos aprendido. Es de una importancia fundamental ser conscientes de que este proceso de adiccién subyacente se basa en la cul- tura y es aprendido. Funciona con sus propias leyes; leyes que podrian ser comparadas con el agua corriente que encuentra su propio curso, Todos sabemos que cuando se bloquea un rfo, éste acaba encontrando su propio curso (frecuentemente en nuestros sétanos!). No es que el agua * Bl anglicismo «adiccions, que en otros casos habia que traducir ‘or stoxicomania» o wdrogedependenciar, es introducido aqui para evi tar circunloguios 0 neologismos de dificil adaptacién, En ocasiones, era susttuido por la expresion edspendenciav,utilizindola como sindnimo, tuna vez establecido l caricter de enfermedad personaly social que lt autora ha querido destacar alo largo de todo el libro, (N. del) 16 RECOBRA TU INTIMIDAD desaparezca cuando se cambia su camino; simplemente encuentra otra via, a veces menos e6moda, para maniles~ tarse, El proceso de adiccion es muy parecido. Si se le cor ta la via de expresién, encuentra otra. También hemos aprendido que las adicciones rara vez, o nunca, existen aisladas, Tras haber enfrentado y vencido nuestra adiccién favorita, la que nos estaba matando y destruyendo nuestras vidas con més rapidez, y de haber obtenido un minimo de «sobriedad respecto a la misma, descubrimos nuestra préxima adiccidn favorita, esa que nos mataré a continuacién lo més ripidamente posible. Cuando nos estamos recuperando de una adiccién tene- mos que cambiar a otra por dos razones fundamentales: en primer lugar, porque no hemos reconocido y tratado el proceso de adiccién subyacente y, en segundo lugar, por- que no nos hemos concentrado sobre las adiciones espe- cificas ni las hemos aislado con precision. Normalmente descubrimos que sélo hemos trabajado las adicciones especificas, pero que tenemos que dirigir- nos simulténeamente al proceso subyacente de adiccién y a la adiccién especifica. Cuando sélo tratamos Ia depen- deneia especifica, tendemos a pasar de una dependencia a otra o a tener «cross-addictions»* (un término popular [en EE.UU.] utilizado en su origen para describir, por ejem- plo, a una persona alcohélica que también es cocainéma- na), Tenemos que hacer frente a cada una de las adiccio- nes especificas y al proceso de adiccién subyacente juntos _y por sepavado para proceder a la recuperacion. Puesto que las técnicas de la medicina, la psicologia y de los conseje- Termine que podrfa taducirse por «dependencias cruzadas» 0 «adicciones doblese. (N, del T) INTRODUCCION 7 ros* son especialmente ineficaces frente a la mayoria de las adicciones y pueden, sin duda, exacerbar el problema, debemos enfrentarnos a la adiccién en tanto que tal y aceptar la realidad de un proceso subyacente. Seguin mi experiencia, las primeras dependencias que deben ser enfrentadas, tanto desde el punto de vista his- t6rico como individual, son las dependencias quimicas ylo de ingestién. Ast, para proceder a la recuperacién, uno debe también enfrentarse a las «procesodependencias» en las que se es adicto a un proceso. Estas son, por ejemplo, la adicci6n al trabajo, al dinero, al sexo, a las relaciones, a las aventuras sentimentales**, a la religién, al ejercicio fisico, en la cual el centro de la dependencia no consiste en la ingestion de una sustancia quimica o de otra clase. Las «procesode- pendencias» son mucho mas sutiles y engafosas que las dependencias de sustancias, y estén muy bien integradas en nuestra sociedad. Cnanto mas aprendemos acerca de las «procesodependencias», mas conscientes nos volve- mos de que son tan destructivas y, en definitiva, tan fata- les para los individuos, las familias, las instituciones y las sociedades, como las dependencias de cualquier sustan- cia, Tenemos que entenderlas y tratarlas con tanto interés como las adicciones de ingestion. Estoy completamente de acuerdo con Patrick Carnes cuando dice, en Out of the Shadows (Fuera de las sombras): * El Counseling es un término introducido en castellano por la litera- tura «Nueva Era» para descubrir la téenica popularizada por la psicale- ‘gf humanista, sobre todo en Gran Bretaha y EE.UU., consistente en sesiones individuales medio terapéutico medio espirituales con un «con sejero espirtual» o wconsejero de salud», (N. del T) ** Se utiliza indistintamente romance y aventura sentimental para aligerar la repeticion de a palabra inglesa romance a lo largo de todo el libro. (N. det T) 18 RECOBRA TU INTIMIDAD, «Puede que una de las mayores contribuciones desconoci- das a la recaida en el alcoholismo sea el {allo de los pro- gramas de tratamiento para tratar adicciones multiples» 1, Para comprender y trabajar las adicciones especificas, debemos entender cada adiccién particular en tanto que adiccién y ver cémo cada una de ellas interactia con las dems y le sirve de apoyo. En el problema de la depen- dencia, debemos entender la relaci6n de cada una de ellas con el proceso de adiccién subyacente. Estamos solo empezando a reconocer algunas de las eprocesodependencias» mas sutiles. Unicamente cuando se enfrentan las dependencias de las sustancias mas agresi- vas empiezan a emerger las «procesodependencias». Algu- nas de las dependencias que estan empezando a atraer mas laatencién son las que posteriormente continéan ponién- dose en las relaciones 0, para expresarlo con mas precisién, en las seudorrelaciones, Estamos empezando a ver toda una serie de libros sobre la adiccién a las relaciones, el sexo, a amar demasiado, a amar demasiado poco, a buscar el amor y temas por el esti- Jo, Estoy conmovida de ver tanto material wtil que surge sobre estos temas porque las adicciones que contintian poniéndose en las seudorrelaciones estin muy generaliza- das, afectan a muchas personas en nuestra sociedad y pro- ducen mucho dolor. En esta fase de nuestro conocimiento y comprensién del proceso de adiccién, necesitamos tanto material desde el maximo de perspectivas como podamos obtener. Nadie esta en posesi6n de la verdad final sobre este tema, y cada uno de nosotros aporta elementos para afadir a nuestra comprensin general T Patrick Cares, Out ofthe Shadows: Understanding Sexual Adction (Minneapolis, CompCare, 1985), pag. 19. INTRODUCCION it) He trabajado con muchas personas que manifiestan sus adicciones en las seudorrelaciones, y conozco personal y profesionalmente cun dolorosas pueden ser estas adic- cones. Las personas que estén luchando con estas formas de relaciones del proceso de adiccién merecen la ayuda de cuanta mas informacion nos sea posible reunir, Durante mucho tiempo me he interesado en las adic~ ciones a las seudorrelaciones y me he dedicado a escribir boletines sobre estos temas para las personas que han asistido a mis seminarios y talleres practicos. Aunque ela- boré mi primer escrito sobre el tema en 1984, y he esta- do hablando sobre las relaciones de adiccién durante algiin tiempo con anterioridad a esta fecha, nunca habia sentido la necesidad de escribir un libro sobre el tema. Sin embargo, cuando lei los libros publicados reciente- mente (y algunos de préxima publicacién), legué a la conclusién de que, aunque la mayoria son excelentes y hacen aportaciones significativas a nuestro conoci- miento, faltan elementos importantes de informacion y perspectivas que no han sido presentadas, que pienso que son esenciales en el entendimiento de esta serie de adic- ciones. En primer lugar, la mayoria de los libros en este campo combinan —y de esta manera confunden— lo que pienso que son tres adicciones separadas, adicciones que tienen genesis y centros diferentes, aunque puedan interrelacio- arse de manera significativa. En mi experiencia, las adicciones al sexo, a los roman- ces y a las relaciones son adicciones diferentes, y las tres pueden encontrar su expresin en las relaciones de dependencia, Sin embargo, para entender «la naturaleza de la bestia», hay que examinar separadamente cada una de ellas y observar las relaciones que tienen entre sf, 20 RECOBRA TU INTIMIDAD Como he alirmado anteriormente, estas dependencias son extremadamente engafiosas. No son tan agresivas como las dependencias de las sustancias quimicas y, desafortunadamente, estan integradas de manera sutil en nuestra sociedad. También son seductoras. Uno puede lle- gar a tener una actitud de voyeur y/o una actividad critica al tratar de la sexodependencia y perder contacto con la realidad de que las personas adictas al sexo son personas que tienen una enfermedad progresiva y de consecuencias fatales, que suften enormemente; de que son exactamente como los demas adictos. Cuando las relaciones de adiceién constituyen la norma en las relaciones en una sociedad adicta, es dificil establecer la realidad de que las personas que se ven atrapadas en relaciones de dependencia estén destruyendo a los que las rodean y estan siendo destruidas, de la misma manera que los alcohslicos. Cuando la aven- tura sentimental es continuamente sexualizada, no es facil ver que la adiccion al sexo y la adiccién a los romances son adicciones diferentes y al mismo tiempo relacionadas. Sin embargo, qué fécil les resulta a las personas adictas al sexo leer lo que se escribe sobre la adiccién al sexo y al «amor» y «no identificarse» a si mismas como sexoadictas, per- diendo asi la posibilidad de ser ayudadas en una enferme- dad que esta destruyendo sus vidas. Para complicar todo el asunto, la mayoria de las personas estarfan més dispuestas a reconocer su adiccién a las aventuras sentimentales 0 a las relaciones que su adiccién al sexo. Existe mds verguen- za vinculada con la adiccién sexual. En segundo lugar, las relaciones de adiecién no son lo mismo que las adicciones al sexo, a los romances y a las relaciones; los adictos al sexo, a las aventuras sentimenta- les y a las relaciones construyen relaciones de adiccién como las construyen las demias clases de adictos. Para que INTRODUCCION 21 avance la recuperacién, tenemos que considerar tanto las relaciones de adiccién y su dinamica como las dependen- cias especificas que conducen a ellas. Cuando separamos estas tres adicciones y las relacio- namos con las relaciones de adiecién, creo que las com- prendemos mejor, aumentando asi la posibilidad de recu- peracién. Cuando leemos las historias de gente como nosotros, podemos empezar a ver cémo estas dependen- cias sutiles y sostenidas culturalmente estan destruyendo nnuestras vidas. Es tentador centrarse en los aspectos «expresados» de estas dependencias, en especial de las sexodependencias, Son las mas sensacionalistas y las mas «interesantes» para el publico (particularmente para un piiblico sexualmente adicto) >, Pero creo que es importante recordar que la per- sona que esti «enganchada» a fantasias sexuales o que pade- ce «anorexia sexual suele sufrir tanto y es tan destructiva de las relaciones y de los demas como el nifto gamberro. De la misma manera, sulre el «drogadicto» («junkie») de las aventuras sentimentales y no puede enfrentarse totalmen- teasu dolor mediante la rabia de ser una victima. Estas son formas de adiccién, del proceso de adiccién, y han de ser tratadas como tales. Desgraciadamente, muchas de las discusiones sobre estos problemas son prolijas, de naturaleza clinica y no se entienden facilmente. Pero son titiles: hay mucho que aprender y que comprender. Sin embargo, creo que es importante ver que muchos de los temas que se percibian antes como problemas psicolégicos son, sin duda alguna, expresiones de una adiccién y que sélo pueden enfocarse como tales. Es mds, la informacion debe estar facilmente 2 bid 2 RECORA TU INTIMIDAD disponible para todo el mundo. Tenemos que reiterar que Jas adicciones no son asuntos de moral: son enfermedades progresivas y de fatales consecuencias. Junto con las discusiones clinicas existen excelentes libros que proceden de adictos que se han identificado a si mismos como tales, como, por ejemplo, un libro de ‘Augus-tine Fellowship que considero de gran impor- tancia®, Ambas perspectivas son importantes en estos temas, También necesitamos libros que tengan la pers pectiva clinica y que sean leidos directamente con «las tripasn. Para recuperarnos, tenemos que identificarnos con la enfermedad. Desde que salié mi libro sobre la codependencia, muchas personas me han dicho: «Me encuentro reflejada en cada pagina» 7. Puede que esto ho ocurra con este libro, pero espero que se encuentren en él quienes lo necesiten. Me preocupa el hecho de que los libros corrientes no nos ayuden a ver de manera adecuada en que estas adic- ciones se relacionan con nuestra cultura y son incitadas por ella. Existen algunas investigaciones sobre la dinami- ca de la familia que aportan contribuciones a las sexode- pendencias y a las relaciones de adiccién, pero creo que no van lo sulficientemente lejos. Para que avance real- mente la recuperacién, tenemos que ver cGmo son pro- dlucidas las adicciones al sexo, a los romances y a las rela- ciones por nuestras familias y nuestras escuelas, nuestras iglesias, nuestro sistema politico y toda nuestra sociedad, Cortar la influencia de la familia es «cortar» demasiado pronto. {Cudindo aprenden las familias a ser familias? En > Sex and Love Addicts Anonymous (Boston, The Augustine Fellowship Press, 1986) + Anne Wilson Schaef, Co-Dependence: Misunderstood, Mistreated (Gan Francisco, Harper & Row, 1986), INTRODUCCION B parte, aprenden de la familia de origen, y también apren- den de las instituciones sociales. Para poder tratar estas adicciones, esto debe ser reconocido ¢ investigado. Al intentar aislar y entender la adiccién al sexo, a las aventuras sentimentales y a las relaciones, me he dado cuenta de que tenemos que considerar de nuevo el con- cepto de adictos a las codependencia y al xcosexo». La ‘mayoria de las personas serian mas «co» que adictas. Pero, {estd estableciendo o reforzando esta etiqueta un sistema de rechazo que libera a la persona de enfrentarse, por ejern- plo, a la adiccién a las relaciones en tanto que adiccién? ENo es también el adicto al «cosexo» un adicto, ya sea sexual, a los romances 0 a las relaciones? ;¥ es porque hemos tenido tanta dificultad al enfrentamos con la vague- dad del concepto de codependencia porlo que hemos con- fundido diferentes adicciones y el proceso de adiccién sub- yacente? Todas estas cuestiones han de ser investigadas en relacién con la adiccién al sexo, al amor a las aventuras sentimentales y a las relaciones. Por afadidura, cuando consideramos las adicciones que se centran en las seudorrelaciones, tenemos que ver que aunque parecen maneras de abordar la intimidad, son en realidad huidas de la intimidad, maneras de evitarla. Pare- ce entender como proporcionan estas dependencias una hhuida de la intimidad, tenemos que considerar las relacio- nes intimas y sanas. Al igual que Carnes, creo que el modelo de adiccién puede constituir una gran aportacién a nuestro conoci- miento y puede ayudarnos a tratar problemas que hasta ahora no han tenido nombre o para los que no han sido efectivas las técnicas tradicionales de salud mental >. 5 Cames, pig. 56, 24 RECOBRA TU INTIMIDAD Cuando entendemos estas adicciones como adicciones, las abordamos de una manera diferente. Me preocupa el hecho de que utilicemos una mentali- dad de simple-causa cuando pensamos en problemas psi- coldgicos. Este enfoque facilita el caer en la ilusién de que ya hemos entendido por qué las personas son como son y el que entonces esta manera de ser puede ser fijada por nosotros (0 por ellos). Asf, un montén de esfuerzos se encaminan al analisis del problema y a fabricar datos sobre Ia historia y patrones de comportamiento familiares. Des- graciadamente, nadie se ha curado nunca de una adiccién solo por entenderla. De hecho, el mismo proceso de «com- prensién» puede ser una manera de «proteger el propio apoyo. Sé que muchas personas han sido ayudadas y ali- viadlas por la experiencia de «jaja, asi que eso es lo que me pasa, «éste es mi caso», o «me veo reflejaca en cada pagi- nay, Pero esa experiencia es solo el comienzo. Literalmen- te es tinicamente la primera parte del primer paso de los Doce Pasos*. Cuando nos enfrentamos a la adiccién como adiccién, tenemos la oportunidad de empezar a recuperar- nos, ¥ la recuperacion es un proceso, no un acontecimiento, Escribo este libro para hacer mi aportacién a la infor- ‘macién que se esta produciendo acerca de la huida de la intimidad en las adicciones a las seudorrelaciones. Los capitulos 1 a3 tratan de las adicciones al sexo, a los roman- ces y a las relaciones como adicciones diferentes y mues- tran cémo se relaciona cada una de ellas con nuestras ins- tituciones y nuestra sociedad. El capitulo + expone las aneras en que estas adicciones interacttian y se sostienen entre si. Trataré de los conceptos de adictos «codepen- dientes» y «cosexuales» en relacin con estas tres adiccio- * Véase el capitulo 7. (N. del T) INTRODUCCION 3 nes y me adentraré en cémo funciona cada una de ellas como un intento de huir de la intimidad. Enel capitulo 5, consideramos c6mo se forman las rela- ciones de dependencia. Estas poseen una importante dinamica, y las trataré en detalle, destacando al mismo tiempo que las relaciones de dependencia constituyen la norma de nuestra cultura, El capitulo 6 considera algunos de los elementos que conocemos sobre las relaciones sanas y parte de la dind~ mica de las mismas, También se incluye una exposicién sobre la intimidad en sus varias facetas, que es esencial para coaprender las relaciones sanas. Finalmente, en el capitulo 7 consideramos el proceso de recuperacién de cada una de estas dependencias y cul ¢s la informacion que poseemos sobre la recuperacién y las relaciones de adiccion, Quiero expresar mi agradecimiento a todas las perso- nas que con tanta generosidad han compartido sus vidas y sus historias conmigo y que me han animado a escribir sobre sut lucha. Han sido muchas y me siento honrada y privilegiada de haber formado parte de sus vidas y de su recuperacin. Las historias de este libro estan disfrazadas y mezcladas para proteger la identidad de las personas que las han compartido, pero las situaciones son reales, asi como las personas implicadas en las mismas. Su dolor es tan real como lo son sus luchas. 1 La adiccién sexual € (OMO ya he dicho, existe una toma emergente de conciencia de la adiccién sexual y de los efectos des- tructivos que ésta tiene sobre la persona adicta y sobre el objeto de esta clase de adiccién. El paso gigante que hemos dado al ver y calificar la obsesi6n sexual como una adic~ cin es importante por varias razones. En primer lugar, la adiccién es una definicién mas precisa de los compor- tamientos sexuales que las definiciones puramente psi Togicas, En segundo lugar, el modelo de adiecion nos pro- porciona la oportunidad de comprender una gama de comportamientos sexuales que han sido asumidos sutil- mente en la sociedad como comportamientos normales, aunque todavia no han sido discutidos y entendidos con claridad. En tercer lugar, este enfoque nos ofrece la opor- tunidad de comprender los componentes sociales de la adiccién sexual y «lo corriente» de la misma. En cuarto lugar, esta perspectiva nos permite la posibilidad de enten- der que los adictos sexuales son seres humanos que sufren y que padecen una enfermedad progresiva y fatal que pue- de causar estragos en los demas y que, con frecuencia, los causa. 28 RECOBRA TU INTIMIDAD. Caracteristicas de la adiccién sexual Como suele sucedernos cuando intentamos compren- der un viejo fenémeno desde una nueva perspectiva, exis- te una amplia gama de definiciones de las adicciones sexuales, Creo que esta diversidad de definiciones es impor- tantes y contribuye a nuestro conocimiento y compren- sion. En este punto de desarrollo de nuestro conocimien- 10, no es necesario tener una definicion clara y sucinta sobre la que todos podamos estar de acuerdo. Patrick Carnes dice: «El adicto sustituye una relacién sana con los dems por una relacién enferma con un acontecimiento 0 un proceso. La relacién del adicto con una “experiencia” modificadora del estado de animo se convierte en algo esencial en su vida» !, Charlotte Eliza Kasl dice: «La adiccién es, fundamen- talmente, una crisis espiritual, un viaje al interior de la ceguera y dela muerte que se separa de la verdad.» Y mas adelante: «Creo que las proporciones epidémicas de la adiccién sexual y de la “coadicei6n” en esta cultura relle- jan el colapso espiritual del patriarcado, que esta basado en la explotacion de todas las mujeres.» Continia dicien- do: «La adiccién sexual es algo mds que relaciones 0 el acoplamiento. Es un estado de mente y una serie de creen- cias que pueden existir con independencia de otras perso- nas, Es una relacién consigo mismo» 2. Las definiciones de ambos —escritor y escritora— des- tacan aspectos importantes de la adiccién sexual. Esta, como cualquier otra adiccién, constituye una alteracién del estado de énimo, Afecta al individuo como cualquier " Cames, Out of the Shadows, pag. 4 2 Charlotte Eliza Casl, Women and Scxual Addiction (Minnedpolis, MN, 1984), pigs. 5, 7,8. LA ADICCION SEXUAL 2 droga que altera el animo. La obsesién sexual se convier- te en una «dosis» y las personas adictas obtienen su «subi- dony* de la dosis de sexo. Los adictos se preocupan cada vez més de la «dosis» de sexo hasta que ésta se convierte en el centro de sus vidas. ‘A medida que avanza la enfermedad, la obsesién sexual llega a controlar la vida de la persona, que cada vez nece- sita més tiempo y energia en la actividad sexual para obte- ner el mismo grado de «subidén». En la adicci6n sexual, como en todas las demés adic- ciones, se produce una pérdida de espiritualidad y un des- moronamiento progresivo de la verdad. Como ocurte con cualquier otra adiccidn, el adicto se separa de la realidad y.se encamina hacia el estado de «locura». Todo adicto se vuelve progresivamente «loco». A medida que el pensa- miento y el comportamiento de un adicto se separa cada vez mas de la realidad, se debilitan los procesos de pensa- miento. Este proceso de pensamiento debilitado se basa en creencias, lo que hace alejarse a los adictos todavia mas de la realidad y de su propio sistema de valores. La sexodependencia** es una enfermedad progresiva y, como mostraré més adelante, desemboca en la destruc- cion y en la muerte prematura de los adictos y, con fre cuencia, de las personas con las que éstos se relacionan, No puede completarse ningtin watamiento de la adiccién sexual a menos que éste investigue el papel desempenado por la sociedad y sus instituciones, * Se ha preferido utilizar alo largo de la traduccion los coloquialis- ‘mos «subidén», scolocarses y «estar colocado» que el anglicismo «estar high». (N. det T) ** Este neologismo es utilizado indistintamente a lo largo del libro, junto a la expresin aadiccién sexual», para aligear el texto de repeti- ciones. (N. del T) 30 RECOBRA TU INTIMIDAD La sexodependencia existe dentro del individuo y es diferente de la adiccién a las aventuras amorosas y a las relaciones. Estas adicciones pueden mezclarse y solaparse, pero no son las mismas. Creo que es imprescindible entender estas dependencias por separado y también sus relaciones entre Yo creo que la sexodependencia es una obsesién y una preocupacién por el sexo, en las que todo se define sexual- mente por su sexualidad y en las que todas las percep- ciones y relaciones son vistas de un punto de vista sexual. a sexodependencia, en todas sus formas, es destructiva para la propia persona, para los demas y para las relacio- nes, Fs una fuente de dolor, de confusién y de miedo, para Ia persona adicta y también para las personas con las que el adicto intenta relacionarse. Como todos los adictos, los adictosal sexo se vuelven progresivamente falsos, interesados en si mismos, aislados, temerosos, conlusos, desprovistos de sentimientos, dualistas, controladores, perfeccionistas, ciegos a su enfermedad (rechazo a su reconocimiento), locos, culpabilizadores (proyeccién) y no funcionales. En resumen, sus vidas se vuelven gradualmente ingober- nables La adiccién al sexo, como todas las demas adicciones, es una expresién de un proceso subyacente de adiccién que tiene muchas formas de expresién. Como afirmé anteriormente, todos hemos sido educados en un proceso de adiccién; no pertencce al miicleo de nuestro ser. No es Jo que somos; es lo que hemos aprendido a ser para enca- jar en una sociedad adicta, Si nos enfrentamos a Ia adic- cién como lo que es —una adiccion—, es posible la recu- peracién, La sexoclependencia es una dependencia ocult pre he encontrado mas disponibilidad a enfrentar casi jiem- Laapich ION SEXUAL 31 cualquier otra dependencia. La adiccién sexual comporta un componente particularmente grande de vergienza y de no reconocimiento de la misma. Parad6jicamente, es también una de las dependencias que esta mas asumida en nuestra sociedad como «normal». Solo cuando personas villicntes que tenfan esta depen- dencia la han reconocido y nombrado es cuando hemos podido ver la omnipresencia de esta enfermedad y el alcance del dolor y suftimiento que conlleva, Calificar esta adiccién como enfermedad psicoligica permitié que se mantuviese oculta. Ese proceso «protegié el suministro»* Sélo cuando los mismos adictos han identificado su adic- cin hemos Ilegado a entender esta enfermedad progresi- va y de consecuencias fatales como tal Recientemente se ha prestado mucha atencién a los aspectos manifiestos de la adiccién sexual (que, en si mis- ‘ma puede ser una forma de adiccin social llamada voyeu- rismo)**. Pretendo explorar toda la gama de sexodepen. dencia con las instituciones sociales y con la sociedad considerada como un todo. No podemos entender la adic- cin sexual, a menos que contemplemos el papel de la familia, la escuela y la Iglesia, asi como el de la sociedad en su totalidad en su adiccién generalizada y funesta Gama de adicciones sexuales Como afirmé previamente, la mayorfa de lo que se ha escrito versa de una u otra forma sobre la expresisn sexual * Juego de palabras que introduce el término «suministro» (de dro- 2s) para indicar que «siguio alimentandola». (N. del L) +* Neologismo procedente del francés voycurisme, ya introducidoen algunos diccionarios, que expresa la actitud del «mirén» que Te gusta ‘observar sin ser visto, (N. del T) 32 RECOBRA TU INTIMIDAD Carnes has hecho un excelente trabajo al describir tres niveles de adiccion que van desde el menos sancionado piiblica y legalmente hasta el més destructivo de otras per- sonas. La adiccién grave y la muerte pueden darse en cualquier nivel. Seguin Cares, «las conductas de Nivel Uno tienen en, comin una aceptacién cultural general... Cada una de ellas puede ser devastadora cuando se tienen compulsiva- mente» 3. Cita comportamientos como la masturbacién, mirar pornografia, ir a espectaculos de striptease y utilizar los servicios de prostitutas. También describe las relacio- nes de Nivel Uno como aquellas en las que un «miembro de la pareja sacrifica partes importantes de la relacién glo- bal al servicio de necesidades sexuales», y la homosexua- lidad (yo no comparto su punto de vista sobre las relacio- nes del mismo sexo). «Las conductas de adiccion del Nivel Dos son sufi- cientemente invasoras como para justificar severas san- ciones legales» 4. En este nivel incluye el voyeurismo, el exhibicionismo, el exhibicionismo-voyeur, las llamadas telefonicas indecentes y «decir obscenidades». En Nivel Tres de Carnes incluye la conducta todavia mis ilegal, invasora y destructiva para los dems. Como él dice, «el elemento comin con la conducta de Nivel Tres es que se violan algunos de nuestros limites mas significa- tivos. La violacién, el incesto y-el acoso de menores son transgresiones esenciales de las leyes disefiadas para pro- teger a las personas més vulnerables» 5. Junto con estas tres clases de violencia sexual, Carnes incluye otras. como Carnes, pigs. 28, 37 4 Ibid, pig. 37. > Ibid, pig. 45: ; LA ADICCION SEXUAL 33 el sadomasoquismo, la tortura sexual y la relacién sexual ‘con las personas més inocentes. Cames hace una excelente investigacién de estos niv. les. Como he considerado su enfoque titil y completo, no veo la necesidad de repetir aqui lo que él ha escrito y pue- do tnicamente sugerir que si el lector quiere examinarlo lea Out of the Shadows (Fuera de las sombras). Sin embargo, por mi experiencia de trabajo con un amplio abanico de sexodependientes, me gustarfa explo- rar algunas de las formas de la sexodependencia que rara vvez se menciona o se explora en el material actualmente disponible. Historias de sexoadictos Anorexia sexual Molly es una mujer alta, destacada profesional de unos ccuarenta y pico afios. Siempre esta vestida con gusto, y en general, resulta ser competente, organizada y exitosa Aunque habla de sentirse sin seguridad ni confianza en si misma y en su vida laborar, la mayoria de las personas la consideran como una lider y una persona a la que pueden admirar, una persona bien encaminada para «conseguirlo todo», si es que no lo ha conseguido ya. Molly ha estado casada durante veinte afios y parece tener una familia estable con tres hijos. Ella y su marido, Jim, parecen tener en todos los conceptos una relacién «normal» (0 tal vez lo sea jdesde el punto de vista esta- distico!). A medida que Molly hablaba de sf misma y de su vida, ‘empecé a ver una imagen diferente de la que presentaba al + RECOBRA TU INTIMIDAD mundo. Molly deseribia su relacién con su marido como muerta, Sentia que tenian una «forma de matrimonio: hacian todas las cosas que deben hacerse y tenian relacio- nes conforme a las reglas, pero no habia realmente intimi- dad ni relacién. Ella y su marido nunca hablaban, y sobre todo nunca mostraban 0 expresaban sentimientos, Molly habia pensado con frecuencia abandonar su matrimonio, pero, segun ella, permanecia en é1 porque habia tan poco en el mismo que nunca podia obtener real- mente una clara imagen de lo que ella seria dejandolo o continuando, asi que seguia «aguantando». Molly es una codependiente* en recuperacién, Cuando se enteré por primera vez del concepto de codependencia, no cabia en si de alegria por poder nombrar lo que habia estado sintiendo la mayor parte de su vida, Era una per- sona que siempre habia buscado su autodefinicién fuera desi misma, Siempre habia esperado que su familia de ori- gen, su trabajo, su marido, y mas recientemente sus hijos, le dieran la definicién que ella no sentia dentro de si. Tam- bien era una persona tipicamente servicial. De hecho, gran parte de su autodefinicin era la de cuidar de los demas, Creia que cuidar de si misma era egoista y anti- cristiano, Una de las maneras de cuidar a su marido era «servirley sexualmente —tener relacién sexual cuando él querfa, aun cuando a ella le era muy dificil sentirse con ganas, Molly no disfrutaba nunca del sexo, o sélo en raras oca- siones, pero crefa que se debfa a su propia incapacidad, tenia que oculiar a'su marido porque no queria que él se sintiera incapaz. Incluso fingia orgasmos para contribuir a * La autora utiliza el rmino como sustantivo y no coma adjetivo, reliriendose una persona enferma de acodependencia». (N, del I) ij LA ADICCION SEXUAL, 35 su placer. Por supuesto, como codependiente, Molly no era honesta con sus sentimientos y tendia a controlarse a si misma y a los demas, especialmente en el terreno sexual. Molly y Jim, naturalmente, nunca hablaban sobre su relacién o no relacién sexual, asi que ambos sufrian bajo Ta ilusion de que era normal si era insatisfactoria Cuando Molly se recuperé de su codependencia, las cosas comenzaron a cambiar. Empez6 a ver que su nece- sidad perentoria de aprobacién por parte de los demas la dejaba sin ninguna conciencia de un yo que pudiera lla- mar propio y sin ninguna conexion con el mismo. Esto también significaba que otras personas quedaban confun- didas sobre quién era realmente ella. En su recuperacién, Molly empezé el lento proceso de averiguar quién era, lo que le gustaba y lo que no, y lo que era importante para ella, Cambis el centro de su atencién dividido por partes iguales entre ella y los demas y para empezar a afirmarse a s{ misma. Aprendié que podia decir no cuando queria decir no y, de hecho, incluso tal vez exagerara durante un, tiempo las negativas sélo para practicar. Cuando Molly reconacié su enfermedad de codepen- dencia, empez6 a reconocerse a si misma. Era una femi- nista que ponia mucha energia en objetivos ¢ intereses feministas, Cuando se recupers, pudo ver que gran parte de su centrarse en «cosas externas» para intentar cambiar a los demas era la expresion de su enfermedad de code- pendencia y control, lo que le permitia evitar la larga lucha por definirse a si misma y estar en posesion de su propio poder ¢ identidad, Paradéjicamente, cuando reconocis su propia enfermedad de codependencia y las maneras en las que se conformaba con ella y sostenia sin saberlo el siste- ma de adiccién, desarrollé una mayor autoestima y se sin- ti con mas poder y menos vietima, Comenz6 a ver c6mo 36 RECOBRA TU INTINIDAD podia cambiar el sistema, recuperdndose antes de su enfer- ‘medad, Molly se sentia bien consigo misma y veia que su vida se hacia mas manejable. También empez6 a cambiar su vida familiar. Se vio a si misma menos disponible para tener relaciones sexuales con su marido cuando no queria tenerlas, y se sintig mas comoda consigo misma y con lo que era, Por supuesto, sus cambios habian afectado considerablemente la dindmica familiar y habia més alborotos en esta familia antes tan «normal» y tranquila, Como era Molly la que habia deci- dido cambiar, Jim la culpaba frecuentemente del «males- tar» en la familia, Afortunadamente, su «abstencién»* de su codependencia era suficientemente solida y tenia el apoyo de muchos amigos y amigas en recuperacién como para no aceptar la responsabilidad de la desazin de su familia De repente, el mundo de Molly se vio inmerso en el desorden. Una de sus hijas le informs que ella y su her- mano habfan tenido una relacién incestuosa, La familia actud inmediatamente buscando la ayuda que necesitaban para enfrentarse a este trauma familiar. Molly cree fir- memente que la recuperacién de su codependencia sienta las bases para que este problema sea tratado abiertamente y superado por la familia. En ese momento habian atrave- sado la barrera de su sistema de rechazo a reconocer el problema en varios niveles Cuando cada miembro considers la dindmica familiar y los problemas sexuales de la familia, tanto desde el pun- to de vista personal como grupal, Molly descubrié que * La autora evoca a lo largo del texto, con las expresiones sober y sobriety, el estar «sobriow 0 ser wabstemio» y los periodas de abstencién del alcohol, referidas a todas las dems adicciones. (N. del T) - LA ADICCION SEXUAL 3 habia algo escondido en su «codepencenciar. Describi6 Io que encontré en el fondo de sf misma como su «anore- xia sexual, y la definié como una adiccién sexual. Molly esta obsesionada con el sexo. Piensa constante- mente en el sexo. Lo encuentra inmundo, asqueroso, sucio y repulsivo. Gran parte de su tiempo esta centrado en ‘cémo evitar tener relaciones sexuales con su marido. De hecho, sospecha que tal vez haya desarrollado una adic- cién al trabajo (labordependencia)* para evitar el sexo (ademasiado cansada», «tengo que trabajar», etc.) ‘A Molly le gustaria parecer sexual y atractiva ante los hombres, pero no quiere ser sexual. Puede incluso ser considerada mas bien como una «seductoray mojigata. Siempre que los hombres la abordan de alguna manera, ella da un cardcter sexual a la interaccién y est convenci- da de que solo quieren una cosa. Molly tiene miedo a los hombres, tiene miedo al sexo, y esta aterrorizada de su propia sexualidad. En otros tiempos la hubiéramos lama- do frigida, Desgraciadamente, como muchas de nuestras conceptualizaciones psicolégicas, el concepto de frigida no incluia el elemento de la adiecion. Molly cree ahora que su sexodependencia es parte del propio niicleo de si misma, También cree que su code- pendencia encubria su adiccisn al sexo y que tal vez nun- ca podria enfrentar ésta sin enfrentar antes su codepen- dencia. Molly esté muy avergonzada de su adiccién al sexo y siente que su codependencia es infinitamente mas ceptable * Neologisme que sera utilizado a lo largo det libro para traducir el neologismo anglosajén workaholism para evitar el rodeo wobsesién por el abajo, 0 el coloquialismo encontrado en algun diccionario: wcurro- dependenciaw, (N. del T) 38 RECOBRA TU INTIMIDAD

engafioso, ya que las habilidades utilizadas al servicio de la adiccién son habilidades de seu- dorrelaci6n. Las personas por separado pueden ser enga- fhadas fécilmente. S6lo cuando sus amigos compararon sus notas se dieron cuenta de que ninguno de ellos sabia quién era realmente Lon. Ponerse en peligro de muerte para salvar un matrimonio Barbara habia estado casada durante veinticinco anos cuando tuvo su ultimo intento de suicidio; habia estado tomando antidepresivos durante muchos afios y habia lle- gado al punto de creer que acabaria suicidandose o que se moriria a causa de las drogas. Habfa intentado diversos tipos de terapias y habia, incluso, legado a apreciar a su psiquiatra, pero nada parecia servirle. Ella y su marido eran catdlicos devotos y ninguno de los dos pensaba en romper el matrimonio. De hecho, ella decia que no se habia matado hasta entonces por seguir sus creencias y los mandamientos de la Iglesia, y no en consideracién a si misma 0 a sus hijos. Exteriormente parecia como si Barbara y Hal tuvieran un matrimonio perfecto. Ambos eran miembros activos de la Iglesia y de la comunidad. El era un hombre de nego- cios de éxito, y aunque ella se habia formado como maes- tra, lo habia dejado para casarse con Hal. Hal tenia ideas muy claras sobre quién y qué queria que fuera su mujer, y Barbara hacia todo lo que podia para 138 RECOBRA TU INTIMIDAD ajustarse a lo que él queria y ser eso. Ella era guapa, esbel- ta, inteligente (pero no excesivamente inteligente) y reli- giosa, exactamente como él queria. Su «matrimonio per- fecto en casi todo» sélo se veia enturbiado por su depre- siGn y sus esporadicos intentos de suicidio. Ambos creian que aclla le pasaba algo, y ambos estaban a gusto con esta creencia, Un dia el terapeuta de Barbara le introdujo en el con- cepto de codependencia, Entonces empez6 a leer textos sobre codependencias y se descubrié a si misma, Comenz6 a asisti alas reuniones de los doce pasos y empezé a mejo- rar. Cuando mejor, dejé de tomar antidepresives con ayuda de su psiquiatra y empez6 a sentirse cada vez mas fuerte. Se matriculé en algunos cursos para graduados en Ja Facultad del lugar y a veces casi se sentia feliz. Todavia padecia brotes de depresién y tenia esporddicamente pen- samientos de suicidio, pero estaba mejorando. Barbara estaba empezando a ver que estaba dispuesta a hacer cualquier cosa por la relacién, Aunque se interesaba poco por el sexo, mantenfa debidamente relaciones sexua- Jes siempre que su marido querfa. Cuando se valoré mas a si misma, esto empez6 a cambiar. A él no le gusts. Ella se dio cuenta de que habia intentado tan plena- mente ser lo que pensaba que él queria, que a lo largo de os anos habia perdido totalmente el contacto consigo misma. De hecho, sentia que no tenia yo propio. Creia que ya habia matado su ser, y su depresion fue el resultado de la pérdida de su yo. Era s6lo su cuerpo el que sobrevivia. ‘Cuando empez6 a estar mas en contacto consigo misma, ‘comenzaron a surgir viejos sentimientos y antiguas tomas de conciencia. Era una superviviente del incesto, ast que empezé a trabajar sobre estos sentimientos, Su marido le apoyaba totalmente mientras consistiera tener relaciones LA ADICCION 4 LAS RELACIONES Be sexuales con él y no dejara que la recuperaci6n cambiara su matrimonio, Cuando progres6 en su trabajo sobre el inces- to, ya no pudo mantener relaciones sexuales con él Enfadado, él rompid y pidis el divorcio, empezando a salir con otras mujeres. Fue entonces cuando ella se dio cuenta de que era una adicta a las relaciones. Estaba loca, furiosa y dispuesta a hacer cualquier cosa para que él volviera. Llena de célera decia: «El me prometié amarme en la salud, y en la enfer- medad. El estd a gusto cuando estoy enferma, y ahora que empiezo a estar sana quiere el divorcio», Barbara estaba alcanzando un punto en el que Ia intimidad podria ser posible para ella. Hal no queria intimidad. Queria sexo, Sin duda, era un sexodependiente. Barbara habia esta- do dispuesta a entregarse totalmente por la relacién. La terapia tradicional no le ayudaba a confrontar su adicci6n; entré en tratamiento de la adiccion a las relaciones y ahora est recuperindose. La adiccién a las relaciones, como cualquier otra adic- ion, puede ser fatal. Barbara casi se muri6, Casi se habia matado a sf misma psicologica, espiritual y fiSicamente. Habia alcanzado un punto en el que estaba dispuesta a hacer cualquier cosa para ser el «no-ser» que su marido exigia en el matrimonio, incluso a matarse a s{ misma. Barbara tuvo suerte; reconocié que su adiccién a las rela- ciones era su adiccién principal y se encuentra, como dice ella, «luchando por su regreso de la muerte». Algunas per- sonas no son tan afortunadas. Su depresidn suicida fue el resultado de su adicci6n a las relaciones, Tratar la depre- sin por medios quimicos 0 psicoterapéuticos no la habrian ayudado porque, como ella dice, «estaban tratando la en- fermedad que no era» 140 RECOBRA TU INTIMIDAD Revision de las clases y niveles de adiccion a las relaciones La adiccién a las relaciones es una de las adicciones més sutiles ¢ insidiosa de todas las que hemos aislado hasta el momento. Existen para ello diversas razones. Una de las mas importantes es que las mismas habilidades uti- lizadas para practicar la enfermedad —las habilidades que pensamos que sirven para entablar relaciones intimas— son utilizadas de una manera deshonesta y engafiosa. Esto es desarmante. Estas habilidades se aprenden pronto y estén integradas profundamente en la sociedad. Permftaseme ofrecer un ejemplo. Una de mis amigas, excelente terapeuta y madre, estu- vo hablando recientemente conmigo sobre la adiccién a las relaciones3. Identificé un aspecto del proceso de vol- verse adicto a las relaciones que yo no habia reconocido, «Escucha», me dijo, «me preocupa mucho la evolucion de la relacién del «mejor amigo» que veo en mi hija y en sus amigas. Observo las mismas caracteristicas y procesos de desarrollo en estas nitias que las que veo en adiccién a las relaciones de los adultos.» Como todos nosotros con- sideramos esta fase del «mejor amigo» que los nifios atra- viesan muy «normal» para un periodo concreto de la vida, yo no estaba tan segura respecto a lo que mi amiga veia Ella decia que veta nifios aprendiendo todas las «habilida- des» de las relaciones disfuncionales que utilizan después como adultos en las relaciones de adiccién. Estas «habili- dades» les muestran celos, creencias de escasez (no hay suficiente; si mi mejor amigo/a tiene otro/a, no habré 5 Sandra Felt, M.S, W, antigua alumna, amiga y excelente monitora del proceso de ayuda vivo. ry LA ADICCION A LAS RELACIONES 141 amistad suficiente para mi), necesidad de estar con otros todo el tiempo (ser «los mejores amigos» significa que nunca estamos separados), el control, la intriga, el sufti- miento, las crisis constantes y Ia falsedad. « Asi, han aprendido en casa que para sobrevivie, aunque sea mi mamente, uno debe tener una relacién. Puede que ésta sea una de las cosas aprendidas en familias que «permanecen juntas por los hijos». Unir en la familia relaciones y super- vivencia pude desembocar en la adiccién a las relaciones. 150 RECOBRA TU INTIMIDAD El papel de la Iglesia La Iglesia ha contribuido mucho a la adiccién a las relaciones, Probablemente en relacién con la obsesién sexual de la Iglesia, las personas no son consideradas por ésta como normales a menos que estén casadas. Las per- sonas que no estén casadas son una amenaza para la mayoria de los establecimientos eclesiales. La misma fun- dacién de la comunidad social en los establecimientos eclesiales gira alrededor de las parejas y de las familias 1Los religiosos solteros, a menos que sean sacerdotes célibes Yy monjas, constituyen una amenaza para la comunidad eclesial, que presiona enormemente a los jévenes religio- sos (especialmente a los varones) a casarse antes de iniciar su primer destino. Muchos seminaristas que he conocido trabajaban y estudiaban tan arduamente para acabar sus estudios que no tenian ni tiempo ni energia para crear relaciones, y después se esperaba de ellos que se casasen. La Iglesia es fundamentalmente, una comunidad de pare- jas heterosexuales. Para ser aceptado en ella, uno debe «encajar; hay poco espacio para ser diferente, Existe mucho menos énfasis en la cualidad de la relacin que el que se pone en tener una relacion, ‘Ademés, una vez que una persona esta en una relacién, especialmente una relacién matrimonial, se supone que él yeella deben permanecer en esa relacién, sin consideracién su cualidad. Incluso si el matrimonio es destructivo para todo el mundo involucrado, se supone que uno tiene que quedarse en él, Esta creencia no s6lo ha alimentado la adiccién a las relaciones, sino que también ha ensenado * La autora se refiere a todas las confesiones cristianas, incluyendo las iglesias que permiten el matrimonio de sus ministros. (N. del T) » LA ADICCION A LAS RELACIONES. 151 que una persona no tiene legitimidad si no esté en una relacién, Al ensefar esto, la Iglesia ha perpetuado un con- cepto que equipara lo estitico con la seguridad. Si uno puede aferrarse a lo estitico (a lo que uno tiene ahora) y se guarda de cambiarlo, uno esta seguro. Los adictos a las relaciones buscan desesperadamente lo que creen que es seguridad, y estar en relacién, creen que la proporciona, Es und ironia el que esos individuos estén dispuestos a sacrificar sus valores morales y espirituales para hacer lo que piensan que la Iglesia quiere. El papel de la sociedad La norma para las relaciones en esta sociedad son las relaciones de adiccion, y el entrenamiento.en la adiccién a las relaciones nos bombardea desde todas las direcciones. Antes mencioné el escenario tipico del «mejor amigo» como preparacion para una adiccién a las relaciones. Los modelos que ven los nifios les empujan a la dinamica del sindrome de mejor amigo. {Qué es lo que, en general, aprenden de la sociedad los nitios sobre las relaciones? Aprenden que no hay suficientes alrededor. Creen que si su mejor amigo también simpatiza con alguien, no habré bastante para ellos. Nunca hay bastante de nada, especial- mente amor. Como ven los celos en todas partes a su alre- dedor, piensan que es algo normal en una relacion, y cons- tantemente estan inmersos en el enfrentamiento a sus pro- pios sentimientos de celos, «Los mejores amigos aprenden que las relaciones van de una crisis a otra y quedan «enganchados» en su inten- sidad. La crisis de celos es uma forma de intensidad, pero existen muchas otras. Lo que se aprende es que esa crisis 152 RECOBRA TU INTIMIDAD es «normal» en una relacién. Para que tenga plenamente sentido en esta sociedad, una relaciGn ha de ser intensa, Otra cosa aprendida es que los miembros de una pare- ja siempre deben de estar juntos. Cualquier tiempo pasado separados no tiene sentido y es suftimiento perdido, por- que la relacién es lo que da sentido a la existencia. ~ Los niftos también son bombardeados durante su evo- lucién con maisica popular, que sin cesar pregona las rela- ciones de adiccién, En los poemas liricos aprenden que no son nada sin una relacién, que las relaciones van de una crisis @ otra, que tener una relacion significa sufrir, y que casi todo lo que es externo a la relacién la amenaza, Las canciones populares refuerzan la idea de que uno debe controlar —aferrarse a— las relaciones 0, en caso contra- rio, ésta se acabard, y rara vez sugiere que las personas pueden permanecer juntas porque quieren y que es sano hacerlo. La television y las peliculas sugieren fenomenos que ‘como la intimidad, la intensidad y la dependencia son la ‘manera en que estin construidas las relaciones. jHay que apresurarse a establecer una relacién en menos de dos horas! Toda nuestra sociedad est organizada alrededor del establecimiento de la pareja homosexual. Los homosexua- les se han quejado de ello, aunque han instituido la misma atmdsfera de «parejay en los circulos «gay. Las personas solteras —solteras por la raz6n que sea— son una amena- za para la «sociedad emparejaday. Existen pocas salidas sociales para las personas que no forman parte de una pareja —simplemente estan fuera de lugar—, Existe una tremenda presién para estar en una relacién, Para ser legi- timado en esta sociedad, uno debe estar en una relacién. Noes de extrafiar que la adicci6n a las relaciones sea desen- ' LA ADICCION A LAS RELACIONES 153 frenada. Tanto las formas de adiccisn del tipo 1 como del tipo II no es que sean apoyados por nuestra sociedad, es que son exigidos por ella Los efectos de la adiccion a las relaciones en nuestra sociedad Hemos aprendido mucho acerca de la adiccién a las relaciones en estos ultimos afios. Una de las cosas mas importantes es que puede ser fatal. El estrés de las rela- ciones enfermizas puede ser fatal; algunas formas de enfermedad resultan estar relacionadas con el estrés de permanecer en una relacién muerta o enferma. Muchas personas rastrean directamente su céncer, por ejemplo, hasta la adiccién a las relaciones. Los mismos recursos que queremos que nos ayuden a enfrentamos a las tensio- nes de la vida pueden muy bien destruir la fuente de la vida en nosotros. Estas tensiones son trasladadas a los lugares de trabajo ¥ @ nuestras principales instituciones. Cuando nuestras dos relaciones fundamentales son enfermizas, nosotros mismos estamos enfermos. Las relaciones son importan- tes para el organismo humano, pero no pueden propor- cionamos nuestro sentido de la vida o nuestra identidad. Cuando no tenemos un sentido personal o una identidad, no podemos probablemente aportar nuestra contribucién alla sociedad; de esta manera, la adiccin a las relaciones contribuye a la decadencia social. g También contribuye a un sentimiento general de dependencia y a un reforzamiento de la dependencia en los individuos. No podemos madurar como sociedad si nuestros miembros continiian funcionando como perso- nas inmaduras, como nifios dependientes. La adiccion a

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