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engafioso, ya que las habilidades
utilizadas al servicio de la adiccién son habilidades de seu-
dorrelaci6n. Las personas por separado pueden ser enga-
fhadas fécilmente. S6lo cuando sus amigos compararon sus
notas se dieron cuenta de que ninguno de ellos sabia quién
era realmente Lon.
Ponerse en peligro de muerte para salvar
un matrimonio
Barbara habia estado casada durante veinticinco anos
cuando tuvo su ultimo intento de suicidio; habia estado
tomando antidepresivos durante muchos afios y habia lle-
gado al punto de creer que acabaria suicidandose o que se
moriria a causa de las drogas. Habfa intentado diversos
tipos de terapias y habia, incluso, legado a apreciar a su
psiquiatra, pero nada parecia servirle. Ella y su marido
eran catdlicos devotos y ninguno de los dos pensaba en
romper el matrimonio. De hecho, ella decia que no se
habia matado hasta entonces por seguir sus creencias y los
mandamientos de la Iglesia, y no en consideracién a si
misma 0 a sus hijos.
Exteriormente parecia como si Barbara y Hal tuvieran
un matrimonio perfecto. Ambos eran miembros activos
de la Iglesia y de la comunidad. El era un hombre de nego-
cios de éxito, y aunque ella se habia formado como maes-
tra, lo habia dejado para casarse con Hal.
Hal tenia ideas muy claras sobre quién y qué queria que
fuera su mujer, y Barbara hacia todo lo que podia para138 RECOBRA TU INTIMIDAD
ajustarse a lo que él queria y ser eso. Ella era guapa, esbel-
ta, inteligente (pero no excesivamente inteligente) y reli-
giosa, exactamente como él queria. Su «matrimonio per-
fecto en casi todo» sélo se veia enturbiado por su depre-
siGn y sus esporadicos intentos de suicidio. Ambos creian
que aclla le pasaba algo, y ambos estaban a gusto con esta
creencia,
Un dia el terapeuta de Barbara le introdujo en el con-
cepto de codependencia, Entonces empez6 a leer textos
sobre codependencias y se descubrié a si misma, Comenz6
a asisti alas reuniones de los doce pasos y empezé a mejo-
rar. Cuando mejor, dejé de tomar antidepresives con
ayuda de su psiquiatra y empez6 a sentirse cada vez mas
fuerte. Se matriculé en algunos cursos para graduados en
Ja Facultad del lugar y a veces casi se sentia feliz. Todavia
padecia brotes de depresién y tenia esporddicamente pen-
samientos de suicidio, pero estaba mejorando.
Barbara estaba empezando a ver que estaba dispuesta a
hacer cualquier cosa por la relacién, Aunque se interesaba
poco por el sexo, mantenfa debidamente relaciones sexua-
Jes siempre que su marido querfa. Cuando se valoré mas
a si misma, esto empez6 a cambiar. A él no le gusts.
Ella se dio cuenta de que habia intentado tan plena-
mente ser lo que pensaba que él queria, que a lo largo de
os anos habia perdido totalmente el contacto consigo
misma. De hecho, sentia que no tenia yo propio. Creia que
ya habia matado su ser, y su depresion fue el resultado de
la pérdida de su yo. Era s6lo su cuerpo el que sobrevivia.
‘Cuando empez6 a estar mas en contacto consigo misma,
‘comenzaron a surgir viejos sentimientos y antiguas tomas
de conciencia. Era una superviviente del incesto, ast que
empezé a trabajar sobre estos sentimientos, Su marido le
apoyaba totalmente mientras consistiera tener relaciones
LA ADICCION 4 LAS RELACIONES Be
sexuales con él y no dejara que la recuperaci6n cambiara su
matrimonio, Cuando progres6 en su trabajo sobre el inces-
to, ya no pudo mantener relaciones sexuales con él
Enfadado, él rompid y pidis el divorcio, empezando a salir
con otras mujeres.
Fue entonces cuando ella se dio cuenta de que era una
adicta a las relaciones. Estaba loca, furiosa y dispuesta a
hacer cualquier cosa para que él volviera. Llena de célera
decia: «El me prometié amarme en la salud, y en la enfer-
medad. El estd a gusto cuando estoy enferma, y ahora que
empiezo a estar sana quiere el divorcio», Barbara estaba
alcanzando un punto en el que Ia intimidad podria ser
posible para ella. Hal no queria intimidad. Queria sexo,
Sin duda, era un sexodependiente. Barbara habia esta-
do dispuesta a entregarse totalmente por la relacién. La
terapia tradicional no le ayudaba a confrontar su adicci6n;
entré en tratamiento de la adiccion a las relaciones y ahora
est recuperindose.
La adiccién a las relaciones, como cualquier otra adic-
ion, puede ser fatal. Barbara casi se muri6, Casi se habia
matado a sf misma psicologica, espiritual y fiSicamente.
Habia alcanzado un punto en el que estaba dispuesta a
hacer cualquier cosa para ser el «no-ser» que su marido
exigia en el matrimonio, incluso a matarse a s{ misma.
Barbara tuvo suerte; reconocié que su adiccién a las rela-
ciones era su adiccién principal y se encuentra, como dice
ella, «luchando por su regreso de la muerte». Algunas per-
sonas no son tan afortunadas. Su depresidn suicida fue el
resultado de su adicci6n a las relaciones, Tratar la depre-
sin por medios quimicos 0 psicoterapéuticos no la habrian
ayudado porque, como ella dice, «estaban tratando la en-
fermedad que no era»140 RECOBRA TU INTIMIDAD
Revision de las clases y niveles de adiccion
a las relaciones
La adiccién a las relaciones es una de las adicciones
més sutiles ¢ insidiosa de todas las que hemos aislado
hasta el momento. Existen para ello diversas razones. Una
de las mas importantes es que las mismas habilidades uti-
lizadas para practicar la enfermedad —las habilidades que
pensamos que sirven para entablar relaciones intimas—
son utilizadas de una manera deshonesta y engafiosa. Esto
es desarmante. Estas habilidades se aprenden pronto y estén
integradas profundamente en la sociedad. Permftaseme
ofrecer un ejemplo.
Una de mis amigas, excelente terapeuta y madre, estu-
vo hablando recientemente conmigo sobre la adiccién a
las relaciones3. Identificé un aspecto del proceso de vol-
verse adicto a las relaciones que yo no habia reconocido,
«Escucha», me dijo, «me preocupa mucho la evolucion
de la relacién del «mejor amigo» que veo en mi hija y en
sus amigas. Observo las mismas caracteristicas y procesos
de desarrollo en estas nitias que las que veo en adiccién a
las relaciones de los adultos.» Como todos nosotros con-
sideramos esta fase del «mejor amigo» que los nifios atra-
viesan muy «normal» para un periodo concreto de la vida,
yo no estaba tan segura respecto a lo que mi amiga veia
Ella decia que veta nifios aprendiendo todas las «habilida-
des» de las relaciones disfuncionales que utilizan después
como adultos en las relaciones de adiccién. Estas «habili-
dades» les muestran celos, creencias de escasez (no hay
suficiente; si mi mejor amigo/a tiene otro/a, no habré
5 Sandra Felt, M.S, W, antigua alumna, amiga y excelente monitora
del proceso de ayuda vivo.
ry
LA ADICCION A LAS RELACIONES 141
amistad suficiente para mi), necesidad de estar con otros
todo el tiempo (ser «los mejores amigos» significa que
nunca estamos separados), el control, la intriga, el sufti-
miento, las crisis constantes y Ia falsedad. «