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Bogotá, 29 de marzo de 2020

Red Interfacultades Docentes Ocasionales UN


Comunicado N.° 4
A toda la comunidad universitaria

Ante la coyuntura actual a causa del COVID-19, los docentes ocasionales de la Red
Interfacultades, que nos reunimos en Asamblea virtual el pasado jueves 26 de marzo,
consideramos lo siguiente:
1. La crisis de salud que estamos enfrentando es un problema muy complejo que no admite
soluciones únicas y mucho menos unilaterales. La altísima incertidumbre sobre los
impactos reales de la pandemia exige tomar previsiones que atiendan todas las aristas
del problema y que se proyecten en el corto, mediano y largo plazo. Nunca nos hemos
enfrentado a una problemática como esta, por lo tanto, no podemos pretender que las
salidas que hemos explorado en otras situaciones sean el camino que debemos seguir en
estos momentos, esa sería sencillamente una actitud anticientífica. Salvo el aislamiento
preventivo, cualquier salida inmediatista podría afectar gravemente las condiciones
futuras de las comunidades (en nuestro caso, las académicas). Por el momento, ante la
incertidumbre y el desconocimiento, debemos evitar decisiones que nos limiten en
nuestras capacidades de deliberación y construcción colectiva.

2. A nuestras y nuestros estudiantes, queremos decirles que compartimos completamente


todas las preocupaciones que se han expuesto en varios comunicados. Somos conscientes
de que nos estamos enfrentando a este problema en condiciones de desigualdad
(socioeconómica y psicosocial) y ello nos llama a hacer mayores esfuerzos (individuales y
colectivos) para ayudar a quienes más lo necesitan a salir adelante. Creemos, sin
embargo, que exigir la suspensión total de clases no puede ser ni la primera y mucho
menos la única salida a la problemática, esto puede ser incluso equivocado en este
momento, al respecto compartimos solo un par de razones: en una situación como la que
estamos enfrentando, la universidad debe mantenerse activa y responder al llamado de
una sociedad a la cual se debe. En lo inmediato debemos contribuir desde todas las
disciplinas a evitar la propagación del virus, no solamente aislándonos en casa, sino
construyendo conocimiento útil a este objetivo; simultáneamente, estamos llamados a
hacer propuestas para que el aislamiento no termine quebrando completamente un
tejido social tan frágil como el nuestro. Ahora bien, una suspensión total de clases puede
convertirse fácilmente en un cierre de la universidad, esto lógicamente afectaría el
cumplimiento de las funciones misionales y esto podría usarse para justificar recortes
presupuestales; las implicaciones de una situación tal son muy obvias y por eso no nos
extenderemos en ello. Finalmente, creemos que la suspensión total de clases nos limita
en la posibilidad de concertar esos esfuerzos adicionales que debemos hacer en esta
coyuntura para ayudar a los que más lo necesitan, dicho de otra manera, la suspensión
total de clases puede llevar al inmovilismo y ello no contribuye al mejoramiento de las
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condiciones de quienes más lo necesitan, por el contrario, el inmovilismo lleva a la
exacerbación de las lógicas individualistas y por esta vía la suerte de quienes hoy nos
preocupan puede empeorar. En síntesis, La Universidad, entendida más allá de sus
espacios físicos, de las evaluaciones y de las notas, debe seguir abierta y aportando a la
construcción social y al problema que hoy nos aqueja.

3. Las clases virtuales que se han ejecutado hasta el momento han transcurrido de manera
relativamente exitosa, según el sondeo que se hizo con los maestros en la Asamblea. Los
docentes nos encontramos haciendo nuestro mejor esfuerzo para seguir brindando
educación de calidad, aunque hay muchos aspectos por mejorar; esta es la oportunidad
para aprender de nuevas didácticas. Es un momento histórico en que no podemos darle
la espalda a nuestros estudiantes ni mucho menos a la sociedad.

4. A las autoridades académicas, queremos pedirles pronta respuesta a las exigencias de


todos los estamentos, especialmente, les pedimos que se dé garantías a todas y todos los
trabajadores: la situación que hoy vivimos los profesores catedráticos —mal llamados
ocasionales— no dista de la igualmente angustiante de millones de trabajadores
colombianos. Todos tenemos la incertidumbre y el temor de quedarnos sin salario, de no
tener dinero para las necesidades básicas y encima correr con el costo de los riesgos
laborales sin estar asegurados. Recordemos que esta situación no es nueva para los
docentes ocasionales quienes semestre a semestre sufrimos la tardía contratación, las
propuestas ad honorem, la recarga laboral y la de por sí precaria situación debida a los
contratos inestables a los que nos someten. Por tanto, solicitamos que si hay una
modificación del calendario se garantice el presupuesto para los docentes ocasionales,
los profesionales de prestación de servicios y los estudiantes becarios.

5. Invitamos a la comunidad universitaria a proseguir sin descanso la lucha por


condiciones laborales dignas y a denunciar enérgicamente el hambre que ha empeorado
para innumerables familias por la negligencia del Estado frente a las necesidades básicas
de pan, techo y servicios públicos para toda la población, en estos momentos difíciles en
que las mayorías no pueden salir de sus hogares a ganarse el sustento diario, a raíz de la
pandemia del coronavirus Covid-19. También a solidarizarnos con los trabajadores de
sectores esenciales como los de la salud y la alimentación, quienes son obligados a laborar
en circunstancias indignas e inseguras y a arriesgar su salud, lo que los hace convertirse
en otros portadores de la enfermedad. Finalmente, debemos rechazar la recurrente
política estatal de usar la crisis para destinar enormes recursos para enriquecer más a las
grandes empresas y los conglomerados financieros. Los dineros públicos deben ser
puestos exclusivamente al servicio del pueblo, no al de los negocios del gran capital.

6. Invitamos también a continuar con las clases virtuales de calidad, lo que nos implica
tanto a maestros como a estudiantes capacitarnos al mismo tiempo que se cursan las
asignaturas. La educación se enfrenta a uno de sus mayores retos: la innovación. Estar en
nuestras casas debe ser una oportunidad para pensarnos una nueva forma de vivir, una

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nueva forma de sociedad, una nueva economía y, por supuesto, una nueva manera de
educarnos.

7. Proponemos que desde nuestras experiencias educativas: primero, se abran sesiones al


público en general sobre temas de interés, según nuestros conocimientos y segundo, se
construya una comunidad de aprendizaje colaborativo entre los maestros para
intercambiar recursos educativos virtuales y experiencias exitosas de aprendizaje.

Los docentes ocasionales de la Red queremos enfatizar que la virtualidad no puede ser un
reemplazo de las clases presenciales; sin embargo, en esta coyuntura es el camino para
continuar tejiendo sociedad. En conclusión, es la oportunidad para construir una ruta que
plantee un modelo educativo distinto.

Red Interfacultades de Docentes Ocasionales

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