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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

UNIVERSIDAD ARTURO MICHELENA


CIENCIAS ECONÓMICAS Y SOCIALES
ESCUELA DE COMUNICACIÓN SOCIAL
SAN DIEGO, ESTADO CARABOBO.

Historia de la
Fotografía

DOCENTE: INTEGRANTE:
 CCCCCCCCC  ArCCCCCCCE
Sección 1M C.I.N°: V-CCCCCC

SAN DIEGO, 28 DE MAYO DE 2017

INTRODUCCION
Al iniciar un estudio sobre La fotografía cabe destacar que fue Leonardo Da Vinci
quien empezó a dar las bases en esta materia, inventando una máquina capaz de copiar la
realidad, la cámara oscura, en los finales del siglo XV y principios del XVI.
La fotografía en sus inicios es usada principalmente por la burguesía, que
acostumbraba tener retratos para mostrar status y ascensión social.
Después de más de un siglo de evolución y perfeccionamientos, en 1990 nace la
fotografía digital con la primera cámara de este tipo, producida por Kodak. Desde ahí
empezó la era digital de la fotografía, que hoy es algo muy popular y ya hace parte del
cotidiano.
La fotografía se inició como medio de auto representación y al poco tiempo se
convirtió en una industria y se infiltró por todas partes. Como medio de reproducción, la
fotografía ha igualado la obra de arte volviéndola accesible a todos. Al mismo tiempo ha
cambiado nuestra visión del arte, usada como medio de expresión artística creativa. Es algo
más que una simple copia de la naturaleza y de la realidad, por el contrario, las toma y las
transforma.
Pero ¿en qué momentos de la historia la fotografía se ve la transición de un
instrumento para la burguesía a un producto masivo y con un valor estético? A lo largo de
este estudio se podrá presenciar el cambio, el cual no es tan explícito, su influencia desde
sus inicios hasta la actualidad. Es un tema muy relevante en nuestra época, ya que la
fotografía se volvió una gran forma de arte y algo que nos permite registrar nuestra historia
como personas y como sociedad. Además, los fotógrafos llegan a ser artistas de tal valor
como los pintores, escultores, escritores, entre otros.

DESARROLLO
LA FOTOGRAFÍA:

Etimología

La fotografía (de foto- y -grafía) es el arte y la técnica de obtener imágenes


duraderas debido a la acción de la luz. También se puede definir como  el proceso de
proyectar imágenes y capturarlas, bien por medio del fijado en un medio sensible a la luz o
por la conversión en señales electrónicas. Basándose en el principio de la cámara oscura, se
proyecta una imagen captada por un pequeño agujero sobre una superficie, de tal forma que
el tamaño de la imagen queda reducido. Para capturar y guardar esta imagen, las cámaras
fotográficas utilizan película sensible para la fotografía analógica, mientras que en
la fotografía digital se emplean sensores CCD, CMOS y memorias digitales. Este término
sirve para denominar tanto al conjunto del proceso de obtención de esas imágenes como a
su resultado: las propias imágenes obtenidas o «fotografías».

Tipos de fotografías

 Fotografía academicista
 Fotografía antropológica
 Fotografía artística
 Fotografía de difuntos
 Fotografía de guerra
 Fotografía de naturaleza
 Fotografía de paisaje
 Fotografía de moda
 Fotografía glamour
 Fotografía publicitaria
 Fotografía subacuática
 Fotografía tradicional
 Fotomosaico
 Heliografía
 Lomografía
 Ortofotografía
 Periodismo fotográfico
 Pictorialismo
 Realismo en fotografía
 Fotografía documental
 Retrato creativo
 Retrato fotográfico
 Retrato

SU EVOLUCIÓN:

La fotografía no fue siempre considerada un arte. Su integración al


arte fue un proceso muy discutido que comenzó con los fotógrafos
retratistas. El retrato fotográfico tuvo gran acogida como reemplazo del
retrato pintado ya que éste era mucho más barato. Como el retrato
fotográfico remplazaba al Retrato pictórico retrato pintado, gran cantidad
de pintores decidieron convertirse en fotógrafos retratistas para sobrevivir.
Este fue el caso de Félix Tournachon, Gustave Le Gray y el segundo de los
hermanos Bisson. Éste fue el primer ingreso de la fotografía al medio
artístico. Además estos pintores fueron algunos de los que lucharon por que
la fotografía sea considerada un arte.

LA FOTOGRAFÍA EN EL SIGLO XIX


Desde 1840 hasta principios del siglo XX, ocurren los cambios más significativos
en cuanto a la evolución de la técnica fotográfica en el mundo y por ende en relación con
sus usos: se cambian los soportes, se disminuyen los tiempos de exposición, se logra sacar
copias de un mismo original y se obtienen cámaras de pequeñas dimensiones, baratas y con
lentes de gran potencia, que permiten la movilidad total del fotógrafo. En Venezuela, este
tránsito está marcado por la llegada y uso, primero, del daguerrotipo y luego por una
cantidad indeterminada de variantes de éste que se anunciaban como los más grandes
adelantos del momento. En julio de 1839 llegan al país las primeras noticias del invento. El
primer daguerrotipo arriba a Venezuela en febrero de 1840 y el 7 de diciembre de ese
mismo año, Antonio Damirón, impresor de origen francés residenciado en Caracas, intenta
traer un equipo de daguerrotipia, el cual se extravía en la aduana de La Guaira.

En 1841, el viajero Francisco Goñiz toma los primeros daguerrotipos en el país y


apenas se marcha, otro viajero, José Salvá, lo sustituye; éste vende sus artefactos a José
Antonio o J. Vicente González (se anuncia con ambos nombres), quien posiblemente sea el
primer fotógrafo venezolano. Para 1852, en Caracas, Basilio Constantin y Gabriel
Aramburu ofrecen realizar fotografías sobre papel. Ya son numerosos los fotógrafos que
hacen retratos en estudio y en oposición, escasos los que fotografían el paisaje, debido
sobre todo a las dificultades técnicas que confrontaban. En esta última temática, resaltan el
húngaro Pál Rosti quien hace en 1857 unas interesantes e inolvidables tomas, con la técnica
del colodión húmedo, de Caracas y el interior del país; Federico Lessmann, litógrafo
alemán residenciado en el país, que realiza una importante colección de paisajes y retratos a
partir de los años 1860. Algunos pintores, entre ellos Martín Tovar y Tovar, también
exploran en esta época la técnica fotográfica. Un hecho a resaltar en la fotografía
venezolana del siglo XIX, es la temprana participación de fotógrafos en las exposiciones de
Bellas Artes.

En 1872, para la llamada Primera Exhibición de las Bellas Artes, celebrada en el


Café del Ávila y organizada por el inglés James Mudie Spence, a solicitud de sus amigos
venezolanos, 2 fotógrafos de Caracas participaron con su producción: Próspero Rey y José
Antonio Salas. Este último había trabajado junto al pintor Martín Tovar y Tovar en la
Fotografía Artística, uno de los primeros estudios fotográficos de la capital en la década de
1860. Salas (quien era médico de profesión y padre luego del pintor Tito Salas) participa
también en la Exposición Nacional organizada en 1883 en Caracas con motivo de la
celebración del primer centenario del nacimiento del Libertador Simón Bolívar; en esta
segunda oportunidad participó junto a su entonces socio, el dibujante Gerónimo Martínez
Sánchez. Una muestra más de la importancia concedida a la fotografía en estas últimas
exposiciones, gracias a la Compañía Inglesa del ferrocarril de Caracas-La Guaira,
inaugurado en 1883, es la presencia de fotos murales con vistas de Londres. El año 1889
supone un hito en la fotografía venezolana, ya que el 31 de marzo, El Zulia Ilustrado
publica las primeras imágenes fotográficas en la prensa nacional de que se tenga noticia,
gracias al procedimiento del fotograbado, aunque los clichés se procesaban en Nueva York.
El Cojo Ilustrado, de Caracas, a partir de 1892, recoge las imágenes producidas por
fotógrafos venezolanos como es el caso de Federico Carlos Lessmann (hijo de Federico
Lessmann) y sobre todo, del más importante entre los fotógrafos de esa época: Henrique
Avril. Este último recorre con su esposa, María de Lourdes Ugueto, una de las primeras
fotógrafas venezolanas, el interior del país, retrata paisajes, escenas, formas de vida y el
drama de la Revolución Libertadora (1901-1903). Un aspecto interesante es que, a pesar de
las guerrillas constantes, no se hace formalmente una fotografía de los combates
propiamente dichos o al menos, si se hizo, no se conoce.

SIGLO XX
En las primeras décadas del siglo XX, el retrato de estudio se mantiene como género
fotográfico hegemónico. Tanto los venezolanos de la más alta burguesía como los
pertenecientes a las clases populares frecuentan los estudios fotográficos con el fin de
perennizar su imagen a través de la cámara, siendo de los más conocidos los de los
fotógrafos Pedro Ignacio Manrique o Servio Tulio Baralt en Caracas; el de Manuel Trujillo
Durán en Maracaibo o el de Eugenio Rojas Camacho en Ciudad Bolívar. La mayor parte de
estos retratos de estudio, estilísticamente, se rigen por un canon estereotipado: los sujetos
asumen posturas convencionales, rígidas y poco naturales en las que difícilmente aflora la
personalidad del fotografiado. Es Pedro Ignacio Manrique uno de los fotógrafos que
introduce en el género retratístico elementos propios de la estética pictoricista importados
de la fotografía finisecular europea, como el de retratar personajes en situaciones teatrales o
el de utilizar alegorías e imágenes simbólicas inusuales en la fotografía venezolana del
período.

Paralelamente a esta fotografía de estudio la industria fotográfica inicia su proceso


de masificación: la Kodak anuncia en la prensa y revistas de la época su cada vez más
sencilla y económica cámara; la fotografía empieza a estar presente en cada fiesta familiar o
acto social. A pesar de la presencia hegemónica del retrato, otros géneros como el paisaje o
la documentación de monumentos arquitectónicos se sigue trabajando, algunas veces bajo
el amparo de los encargos oficiales, como es el caso del registro de las iglesias y edificios
públicos de Caracas que realiza Servio Tulio Baralt con motivo del Centenario de la
Independencia (Álbum del Centenario, 1911). Asimismo fotógrafos viajeros, esta vez
representando a las nuevas agencias fotográficas de Europa o Estados Unidos como la
Underwood & Underwood, llegan al país para captar escenas costumbristas o simplemente
bellos paisajes naturales con el fin de vender estas imágenes a publicaciones extranjeras.

El gobierno de Juan Vicente Gómez explota al máximo las potencialidades


propagandísticas y comunicacionales de la fotografía para publicitar y afianzar su régimen.
A través del Ministerio de Obras Públicas contrata por cada estado del país a un grupo de
fotógrafos que documentará las nuevas edificaciones, etc., con el fin de dar la imagen de
una nación en pleno proceso de modernización. Una importante documentación sobre los
actos oficiales del gomecismo, la vida social de la burguesía, el proceso de modernidad de
Caracas y su transformación urbana y arquitectónica la tenemos en la vasta obra de Luis
Felipe Toro, «Torito», fotógrafo oficial del régimen. Luego de la muerte de Gómez y
producto de la incipiente apertura democrática, comienza a formarse una nueva generación
de fotógrafos dentro del género del foto reporterismo, quienes publican sus imágenes de los
acontecimientos cotidianos en los principales diarios y revistas de la década de 1930 y en
especial de 1940 llevando implícitamente en ellas alguna crítica social; entre
fotorreporteros se destacan Juan Avilán (Ahora) y luego Edmundo «Gordo» Pérez (El
Heraldo, La Esfera, El Universal y, posteriormente, El Nacional), Rafael Hueck Condado,
Juan Martínez Pozueta, considerados los precursores del foto reporterismo con sentido
moderno en Venezuela. Resultado mismo del proceso de modernización del país, del
contacto de los jóvenes creadores venezolanos con el ambiente artístico de las grandes
metrópolis, comienzan a realizarse en Venezuela las primeras exposiciones fotográficas
amparadas bajo el concepto de lo artístico. La primera de ellas organizada en el Ateneo de
Caracas el año de 1934 bajo el nombre de I Salón de Aficionados al Arte Fotográfico.
Alfredo Boulton y Ricardo Razetti se alejan de la óptica meramente documental que había
prevalecido hasta entonces en la fotografía venezolana y tratan de hacer del oficio
fotográfico una expresión de arte, retomando y reinterpretando bajo sus personales
visiones, la estética de los nuevos lenguajes de la vanguardia fotográfica internacional con
temas y asuntos nacionales.
En 1938, Boulton expone fotografías de desnudos en el Ateneo de Caracas, siendo ésta la
primera exposición individual de fotografía artística que se realiza en Venezuela. Con otra
muestra personal de la obra de Boulton en el Museo de Bellas Artes, la fotografía de arte
entra a los recintos museísticos del país. Asimismo este fotógrafo inaugura la publicación
de libros sobre autores fotográficos en Venezuela con Imágenes del Occidente Venezolano
(1940) y La Margarita (1952).

Ricardo Razetti, se forma como fotógrafo en México en los primeros años de la


década de 1940 y trabaja junto a los reconocidos fotógrafos mexicanos Manuel y Lola
Álvarez Bravo. Crea en 1949 el Servicio de Cine y Fotografía del Ministerio de Educación,
donde organiza uno de los bancos de imágenes del país para esa fecha. Carlos Herrera,
contemporáneo de Razetti y Boulton, se forma como fotógrafo en Estados Unidos durante
la década de 1930, retrata el paisaje caraqueño, el cerro Ávila y la cordillera costeña con un
punto de vista y un sentido de la espacialidad pictóricos afín a la de los pintores de la
Escuela de Caracas.

El año de 1952, el Museo de Bellas Artes de Caracas le organiza su primera muestra


individual de fotografías. En 1958 crea la cátedra de Fotografía Artística de la Escuela de
Artes Plásticas de Caracas. Fina Gómez, quien ha vivido en París la mayor parte de su vida,
pertenece a esta generación de modernistas. Retrata bajo una óptica formalista detalles del
paisaje costeño venezolano además que incursiona en el género retratístico con sus
cuidados y estilizados retratos de mujeres los cuales aparecen publicados en sus obras
Raíces y Fotografías (1954).

En los años 1950, son las revistas las que publican y difunden la fotografía artística
de la década, fundamentalmente documental, altamente formalista y que se interesa en
plasmar imágenes de costumbres o del paisaje venezolano con un alto contenido
nacionalista. Entre estas revistas destacan Shell, El Farol, editadas por las compañías
petroleras, y Cruz del Sur. Particularmente la revista Shell dedica un espacio fijo
exclusivamente al arte fotográfico. El fotógrafo y arquitecto Graziano Gasparini, de origen
italiano, ilustra con sus fotografías de arquitectura colonial venezolana, sus investigaciones
históricas. El fotógrafo colombiano Leo Matiz publica sus imágenes costumbristas,
asimismo Petre Maxim, de origen húngaro, quien más tarde se dedica a la reproducción de
obras de arte. En la revista Cruz del Sur se publican reportajes fotográficos de contenido
social de los fotógrafos Sara Guardia y Paolo Gasparini quien llega a Venezuela procedente
de Italia en 1954. Debido a la censura de prensa propia de la dictadura perezjimenista, foto
reporterismo que había cobrado auge en la década anterior ve limitado su campo de acción.
Aun así destacan algunos fotógrafos como Jaime Albánez y sus imágenes de las nuevas
figuras del cine y la televisión venezolana. Durante la década de 1960 la revista El Farol
reproduce las imágenes de nuevos fotógrafos venezolanos como Sebastián Garrido, José
Garrido, José Sígala y Bárbara Brändli quien llega a Venezuela en 1950 procedente de
Suiza y quien realizará años después una importante documentación sobre los indígenas del
Amazonas. Dentro del grupo del «Techo de la Ballena», el artista y fotógrafo Daniel
González muestra sus imágenes politizadas y sarcásticas junto a los textos de Adriano
González León en el libro Asfalto-Infierno. A partir de esta década y durante todos los años
de 1970 la fotografía venezolana se vuelva hacia el documentalismo social. Paolo Gasparini
publica en México el año 1972 Para verte mejor América Latina libro de fotografía de
amplia difusión continental y que constituye un hito de gran influencia en toda una
generación de fotógrafos latinoamericanos.

En esta década los fotógrafos Luis Brito, Jorge Val, Ricardo Armas, Alexis Pérez
Luna, Fermín Valladares y Vladimir Sersa, unidos en torno a «El Grupo», recorren el país y
bajo una óptica documental registran la realidad social de los pueblos del interior de
Venezuela. Otros fotógrafos como Federico Fernández, Félix Molina, Carlos Germán
Rojas, Gorka Dorronsoro, Roberto Fontana, realizan una obra significativa dentro de la
fotografía documental. En estos años un fotógrafo-artista como Claudio Perna, se aleja de
las prácticas documentales con contenido social y realiza una fotografía más orientada al
conceptualismo, mientras José Sígala entre otros temas, retrata a la alta burguesía
caraqueña. En esta década se inicia el apoyo estatal y privado a la fotografía: el Instituto
Autónomo Biblioteca Nacional impulsa, promueve y colecciona la fotografía venezolana y
latinoamericana formando una de las colecciones más importantes del país. La Fundación
para el Rescate del Acervo Documental Venezolano (FUNRES), organiza la primera
investigación sistemática con carácter institucional de la fotografía venezolana
decimonónica vertida en la muestra Con la Fuerza y la Verdad de la Luz de los Cielos
organizada en la Galería de Arte Nacional. En 1977 abre Fototeca la primera galería
dedicada a la fotografía bajo la dirección de María Teresa Boulton y de Paolo Gasparini y
en 1979 se forma el Consejo Venezolano de Fotografía, que agrupa a un representativo
número de fotógrafos activos del país. Este apoyo institucional a la fotografía se hace más
notorio en la década de 1980. En 1983, la Dirección de Cine y Fotografía del Consejo
Nacional de la Cultura (CONAC) crea los premios de fotografía «Luis Felipe Toro», un año
más tarde bajo los auspicios de esta misma dependencia, sale a la luz pública la revista de
cine y fotografía Encuadre. Las salas CADAFE e IPOSTEL, extensiones del Museo de Arte
Contemporáneo de Caracas, inaugura a mediados de la década el I Salón de la Joven
Fotografía. FUNDARTE en 1985 crea la galería «El Daguerrotipo» e inaugura en 1987 el I
Salón Nacional de Fotografía, mientras el Ateneo de Caracas estrena la sala «La
Fotografía». Asimismo en 1986 se organiza el I Simposio Nacional de Fotografía en los
espacios de la Universidad Simón Bolívar. La década de 1980 registra la existencia
simultánea de 2 tendencias dentro de la fotografía considerada como arte. La fotografía
documental, cuya presencia hegemónica comienza a decaer a fines del decenio a pesar de
nuevos cultores como Ricardo Gómez Pérez, Ricardo Jiménez, Luis Lares, entre otros, y el
surgimiento de una fotografía construida y escenográfica ligada a los lenguajes de la
pintura o fusionada a nuevos medios tecnológicos como sucede en la obra de Nelson
Garrido, Premio Nacional de Artes Plásticas 1991, Alexander Apóstol, Ricardo Alcaide y
toda una nueva generación de jóvenes fotógrafos. Si en la década anterior el género
documental se mantiene adscrito a una actitud de denuncia social y política, en la década de
1980 se abre a nuevos discursos más individuales y subjetivos al momento de afrontar la
realidad. En 1982, un grupo de 22 fotógrafos de ambas tendencias entre los cuales
destacaron Isidro Núñez, Abel Naim, Alejandro Toro, Rommel García, Orlando Hernández,
Álvaro García Castro, crearon el grupo «Mientras Tanto», que organizó la muestra
colectiva itinerante «22» que recorrió las principales ciudades del país durante 3 años
(1983-1985), con recursos propios. Poco después Jorge Gutiérrez, Milvia Villamizar,
Rommel García, Hernán Villar y Huáscar Castillo crean «El Taller de la Imagen»,
agrupación que estimula el intercambio de trabajos entre los fotógrafos y promueve
exposiciones, discusiones, conferencias y simposios.

En foto reporterismo la presencia de Luigi Scotto en El Diario de Caracas (1979-1995) y la


importancia que se le daba a la fotografía en sus páginas, constituyeron una innovación en
el fotoperiodismo venezolano durante esa década. Francisco Solórzano «Frasso» y Tom
Grillo, internacionalmente conocidos por sus imágenes del 27 de febrero de 1989,
pertenecen a una generación de relevo dentro de la fotografía de prensa en el país. En estos
últimos años la fotografía venezolana prosigue con su proceso de institucionalización. El
Consejo Nacional de la Cultura crea el Premio Nacional de Fotografía.

En 1990, el Museo de Bellas Artes inaugura la primera curaduría de fotografía en el país


bajo la dirección de Josune Dorronsoro. Esta iniciativa ha impulsado a otras instituciones
museísticas a cuidar y divulgar sus propias colecciones fotográficas.
ANEXOS
Una cámara histórica: Contax-S de 1949 — la primera cámara réflex con pentaprisma.

La primera foto del mundo, por Joseph - Nicéphore Niépce en 1826[2]


Daguerrotipo, por Louis Jacques
Mandé Daguerre en 1940[3]

Impacto de una gota.


Macrofotografía subacuática de un pez payaso rosa protegiéndose entre

los tentáculos de una anémona.

Atomicus Dalí, fotografía de 1948 de Philippe Halsman, donde explora la idea de la


suspensión, representando tres gatos que vuelan, un cubo de agua lanzada y Salvador Dalí
en el aire.
CONCLUSIÓN

En este estudio se trató de hacer un recorrido breve por la historia de la fotografía,


la misma ha ayudado a que el hombre descubra el mundo desde nuevos ángulos y tenga
diferentes visiones. Ha disminuido las distancias, aproximando a los hombres. Ha dado la
oportunidad de ver cosas que sin ella nunca hubiéramos visto o nunca veremos en persona,
como fotos de galaxias lejanas sacadas por satélites. Pero la fotografía también desempeña
un papel manipulador para crear necesidades, vender mercancías y modelar pensamientos
porque está dotada de un gran poder de persuasión, que es muy explotado por
la publicidad principalmente.
La fotografía ha sido un punto de partida de las revistas, que desempeñan una
función muy importante como medio de comunicación. Sin ella no hubiesen existido ni el
cine ni la televisión porque fue una base para estos medios. El inventor de la fotografía,
Nicéphore Niépce, realizó incontables esfuerzos para imponer sus ideas pero sólo obtuvo
fracasos y murió en la miseria. Hoy poca gente conoce su nombre, pero la fotografía, puede
ser considerada el lenguaje más corriente en nuestra sociedad.
Vivimos en un mundo completamente dominado por la imagen fotográfica. La
fotografía narra acontecimientos, comunica e informa las personas. La fotografía tiene el
poder de expresar cualquier clase de sentimientos. Las fotografías son memorias,
conectores con el pasado, momentos congelados en el tiempo pero también una herramienta
para expresarnos.
La fotografía también es muy importante no sólo por lo que nos deja sino por lo que
le permite lograr a la persona que la lleva a cabo. En este sentido, esta actividad requiere
del desarrollo de ciertas habilidades que uno puede no tener del todo, por ejemplo la
paciencia, la observación detallada del entorno, la creatividad, la inventiva, la permanente
búsqueda de imágenes únicas, entre otras.
BIBLIOGRAFÍA

1. https://es.wikipedia.org/wiki/Fotografía

2. arte-joseortega.blogspot.com/

3. https://photochiguire.blogspot.com/2013/05/breve-resena-historica-fotografia

en.html

4. http://www.monografias.com/trabajos69/historia-fotografia

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