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La responsabilidad del acompañamiento espiritual y sus riesgos.

Dra. Esmeralda Garrido.

Dentro del marco de la prevención y acogido por iglesias


seguras, es importante salvaguardar la integridad de
acompañantes pastorales y de los acompañados.
La Dirección Espiritual o el acompañamiento espiritual, puede
viciarse igualmente en la medida que se infiltra el espíritu del
dominio, el cual esta encaminado a sofocar la maduración
espiritual que se pretendía con la dirección. El espíritu de
dominio hará que el Dirección Espiritual no trate de estimular al
dirigido, guiado por el Espíritu Santo si no por una voluntad
propia que cubra una necesidad personal y no brinde un servicio
en camino del encuentro con DIOS.
Es recomendable que quien brinda Dirección Espiritual,
tenga un apoyo terapéutico y también de DE. para evitar el
espíritu de domino, el cual lleva derecho a sofocar la maduración
espiritual que se pretendía con la dirección. El espíritu de
dominio tenderá a imponer sus elecciones e ideas, sofocando la
responsabilidad personal e inalienable del dirigido. El peligro es
mayor en la dirección de personas hombres o mujeres
vulnerables por una afección emocional, espiritual, cognitiva o
física. La consecuencia inmediata de esa orientación nominativa
puede ser, en ocasiones, la imprudente imposición del voto de
obediencia a la DE.

Durante el desarrollo de la práctica de la Dirección


Espiritual, está puede ser abusiva, algunos ejemplos son
cuando hay traspaso de limites corporales, falta a la integridad
del otro, poder sobre la conciencia, poder sobre la psique del
otro, esto puede ocurrir cuando no se cuidan los espacios y
tiempos de la DE, o cuando hay un desajuste emocional de quién
dirige.
Recordemos que la clave para cometer abusos es la concepción
del poder, y cuando hay asimetría de conocimiento, de
experiencia o gratificación.
El riesgo es que cuando se presentan abusos de poder, de
conciencia o abuso espiritual dirigidos a la persona acompañada
está queda tan vulnerable que puede llevarse también a una
serie de abusos más graves como los sexuales.
Monseñor Ojea, presidente de la Conferencia Episcopal
Argentina, menciona que: “una conciencia manipulada no es
capaz de expresarse adecuadamente. A menudo pierde también
la capacidad para comunicar lo que esta sucediendo” (Bellizi,
2019).
La raíz del abuso, es el silencio, por eso cómo terapeuta
menciono: “que hablar es empezar a sanar”, y a la par es
necesario saber escuchar. Sea en Dirección Esperan, en terapia,
en áreas directivas o en espacios abiertos, pero es
importantísimo saber escuchar a las víctimas, donde se escuche
con respeto y cuidando la integridad de la persona que nos
confía su pena. Es importante escuchar la necesidad del otro y
no aparentar que lo escucho. La víctima sabrá si genuinamente
esta siendo escuchado con la respuesta y conducta que
brindemos. Solo a partir de ahí podemos empezar a reparar.

La reparación ya no puede quedarse a un nivel de mera


información, tiene que ser accionar en varios planos como la
justicia, la psicología y la espiritualidad.
Las personas vienen buscan DE a sanar en el área espiritual,
para conectarse con Dios y por lo que no es concebible que una
persona confíe en otra para sanar y está de manera egoísta e
irresponsable la hiera más. Es importante entender que este
material surge de la necesidad de prevenir. Y si se tiene que
prevenir algo es porque se presentaron casos con directores
espirituales hombres y mujeres de la congregación. Ojalá no se
tuviera que prevenir y solo se trabajara desde el amor y la
responsabilidad al otro.
En este material se proporcionan herramientas de apoyo para
realizar la noble tarea de Acompañar al otro de manera sana e
integra. Por lo que no solo se tocarán los conceptos básicos del
acompañamiento, si no también algunas consideraciones
psicológicas que pueden presentarse en los Dirección espiritual.
Para finalizar es importante recordar que él Dirección Espiritual
es guía no superior. Por lo que los superiores de comunidad o
Directores de comunidad no deberían en principio, ejercer la
dirección espiritual de los miembros encomendados a su
gobierno.
No cabe duda que el director de almas ha de estar bien formado,
como dice Santa Teresa:
Procure siempre [...] comunicar sus almas con personas
que tengan letras, en especial si los confesores no las
tienen, por buenos que sean. Son gran cosa letras para
dar en todo, luz. Será posible hallar lo uno y lo otro junto
en algunas personas, y mientras más merced el Señor os
hiciere en la oración, es menester más ir bien fundadas
sus obras y oración.

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