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Responsables:
*Pich, Raquel.
* Ceballos, Claudia.
*Gianonni, Silvia.
OBJETIVO GENERAL
OBJETIVOS ESPECÍFICOS
DESTINATARIOS
RESPONSABLES:
CRONOGRAMA
TIEMPO (MESES)
TEMA RESPONSABLE
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
Planificación del
Directivos y docentes X X X
proyecto
Planificación de
Directivos y docentes X
acciones
Ejecución del proyecto Docentes X X X X
Evaluación Docentes X
CONTRATO INDIVIDUAL
NOMBRE :
SEMANA: ...........................................................................................................
..................
Durante este contrato intentaré mejorar los siguientes aspectos de mi conducta:
ASPECTOS EVALUACIÓN
1. Entregar las tareas a tiempo.
2. No andar de un lado para otro.
3. No hablar cuando otro/otra hable.
4. No tirar cosas al suelo.
Si mi evaluación es muy positiva en los 4 puntos, obtendrá la siguiente
recompensa (por ejemplo):
* 10 minutos más de modelado libre en clase durante la próxima semana.
(Elaboración propia).
1. NOS CONOCEMOS EN CLASE !!!
a.Nombres en Clave.
Los alumnos y alumnas en ronda dicen su nombre por turno. El profesor escribe
en la pizarra el nombre verticalmente, y cada uno dice una cualidad de sí mismo
que empiece por cada letra del nombre, o algún objeto o acción que les guste. Si
los alumnos y alumnas escriben ya pueden hacerlo primero en un papel y luego lo
van diciendo en corro.
Ejemplo:
Jugar al corro
Oler la miel
Silbar
Excursiones por el campo
b.Mi tesoro.
Cada niño o niña elige en secreto lo que ellos más aprecian (un objeto de su
propiedad, una cualidad de mismos, una actividad que practican). Eso es su
tesoro, el grupo tiene que ir adivinando por turno el tesoro de cada uno, hacienda
preguntas de adivinanza. Cuando lo aciertan explica por qué lo ha elegido, y se
pasa a otro niño o niña. También se puede representar mímicamente, o el alumno
o alumna lo puede describir sin decir el nombre.
c.¿Quiénes somos?
El profesor o profesora sienta a los alumnos y alumnas en ronda y va diciendo
características, preferencias, aficiones, etc. en voz alta. Empieza cada frase con
¿Quién es... (o le gusta o tiene. etc.) . Todos los niños y niñas que coinciden
contestan en voz alta “¡YO’, y levantan los brazos. Se puede hacer marcando el
ritmo con las palmas o cantando. Se empieza por aspectos muy comunes y luego
se buscan elementos más individuales para afirmar la variedad. Los alumnos y
alumnas pueden hacer también todas las preguntas, o cuando el profesor no tiene
más, o intercalándolas espontáneamente.
Se propone a los niños y niñas que cierren los ojos e imaginen lo que querrían
hacer si fueran en ese momento “el creador del mundo”. A continuación pueden
escribirlo en una hoja o pasar directamente a discutir por grupos el tipo de mundo
que les gustaría crear, llegando a acuerdos en los aspectos en que no coincidan
sus opiniones.
Posteriormente se presenta a la clase las conclusiones de los grupos, y se
comparan. Puede verse también que hacer para ayudar a cambiar el mundo real
en el sentido expresado. Una variante sería “la clase creada por mi”,
Narración:
El maestro sacó una caja grande y nueva, llena de construcciones. Los niños
estaban muy nerviosos porque les gustaba mucho jugar con ellas. Mientras el
profesor dejaba la caja en la mesa. Rocío empezó a coger todas las piezas.
- Quiero todas estas -dijo Rocío-.
- Tienes que compartirlas con los demás niños y niñas -dijo el maestro-.
- No -dijo Rocío-, las necesito todas porque si no, no puedo hacer la torre tan alta
como quiero. - ¡No puedes quedarte con todas! -gritaron los otros niños.
Cuestiones para discutir.
1. ¿Qué sentía Rocío?
2. ¿Cómo se sentían los demás niños y niñas?
3. ¿Quién quería las construcciones?
4. ¿Qué podía hacer el maestro? ¿Y los compañeros y compañeras de Rocío?
5. Si fueras Rocío, ¿qué harías?
EL GATO Y EL RATÓN
Imaginen que entramos en una casa vieja, y empezamos a sentir que nos
transformamos en ratón. De pronto, oímos un ruido. Un gato entra por la puerta y
al cabo de un rato nos ve. Se acerca a nosotros para comernos. Cuando va a
hacerlo, nos volvemos a trasformar, y ahora somos gatos, y el gato es un ratón,
que está indefenso ante nosotros. ¿Qué hacemos? Poco a poco nos convertimos
otra vez en personas y salimos de la casa.
Desarrollo:
1. Se crea un ambiente relajado en la clase.
2. Se cuenta a los alumnos y alumnas la historia del gato y el ratón. Es importante
dejar tiempos de silencio en los momentos clave de la historia.
3. Se comenta en grupo:
- ¿Cómo se han sentido?
- ¿Que pensaron cuando eran ratón? ¿Y cuando eran gatos?
- ¿En qué situaciones de la vida se sienten como en la historia?
- ¿Qué harían en cada caso?
- ...
LA NIÑA INVISIBLE.
Había una vez una niña que se llamaba María. Vivía al borde de un río.
La casa de María estaba entre dos colinas. Sobre una colina estaba Pueblo
Verde, y sobre la otra estaba Pueblo Azul.
Los niños de Pueblo Verde lo pasaban muy bien. Los que no lo pasaban
bien eran sus animales…
Los niños de Pueblo Azul vivían muy contentos. Las que no vivían tan
contentas eran sus plantas…
Además, los niños de Pueblo Verde no eran amigos de los de Pueblo Azul,
ni los niños de Pueblo Azul eran amigos de los de Pueblo Verde.
María vivía entre los niños verdes y los niños azules. Era amiga de los
animales y de las plantas, pero también quería ser amiga de los niños azules y de
los niños verdes.
Los niños de Pueblo Verde no la querían porque no era verde…, y los niños
del Pueblo Azul no la querían porque no era azul.
María lo había intentado todo, pero nada le había dado resultado…
Aquellos niños no querían ser sus amigos.
María se sentía cada día más sola… Un día llegó a llorar tanto que sus
propias lágrimas la borraron y se volvió invisible.
Como María se había vuelto invisible, los niños verdes no se daban cuenta
de que la niña estaba con ellos… Y no comprendían por qué les fallaban todas las
trampas que preparaban contra los niños azules.
María pasaba muchos ratos entre los niños azules, aunque ellos no se
daban cuenta porque no le veían… Y no comprendían por qué se estropeaban las
armas que preparaban contra los niños verdes.
Como María conseguía deshacerles todas las barbaridades, los niños
verdes tuvieron que inventar otras distracciones. María procuraba que los juegos
nuevos de los niños verdes fueran menos salvajes.
Los niños azules, para no aburrirse, idearon también nuevas actividades…
y, después de algún tiempo, se interesaron por los juegos de los niños verdes.
Pensaron que, a lo mejor, jugar con ellos era más divertido que pelearse con ellos.
Y los niños verdes y los niños azules acabaron por hacerse amigos y jugar
juntos en el valle.
Aquel día María dejó de ser invisible.
Y estaba muy contenta porque tenía muchos amigos y no estaba sola. A
nadie le importaba ya que no fuera ni verde ni azul.
J.L. García y M.A. Pacheco, (“La niña invisible”, Altea, Madrid, 1979)
RECURSOS:
EVALUACIÓN:
CONCLUSIÓN: