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Hans-Georg

Gadamer
El inicio
de la
Paidos filosofia
Studio
occidental
Segunda edicién revisada y ampliada
nyt JOTERA
(Ns BELO
Titulooriginal: snr hnn aa
Der Anfang der Philosophie ink :
Publicado en aleman en 1996
por Philipp Reclam, Stuttgart
Traduccion de
Joan Josep Mussarra

Cubierta de
Mario Eskenazi
Segunda edicion
revisada y ampliada

9 Nota a la presente edicién

ane W272
11 Prefacio
13 1. El significado del inicio
25 2. La aproximacion hermenéutica
esi
alinicio
41 3. El terreno sélido: Platon y Aristételes
51 4. Vida y alma (Fedén)
61 5. Elalma entre la naturaleza y el
espiritu
Quedan rigurosamente prohibidas sin 73 6. Del alma al logos: Teeteto y Sofista
autorizacién de los titulares de 85 7. El planteamiento doxogratico de
«Copyright», bajo las sanciones estable~
Cidas enla leyes,la reproducciéntotal 0 Aristoteles
parcial de esta obra por cualquier medio
0 procedimiento, comprendidosla repro- 99 8. El pensamiento jénico en fa Fisica de
grafia 0 tratamiento informatico, y la dis Aristoteles
tribucién de ejemplares de ella mediante
alquiler0 préstamo piblicos 113 9. Parménides y las opiniones de los
© J.C. B. Mohr(Paul Siebeck) mortales
129 10. Parménides y el ser
© 1999 de todaslas ediciones en
castellano,Ediciones PaidésIbérica,
S.A., Mariano Cubi, 92 - 08021
Barcelona y Editorial Paidés, SAICF,
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Impreso en espatia - Printed in Spain
Nota a la presente edicion

La presente ediciénsustituye a la anterior que fue, comoindica


el propio Gadamerenelprélogo,vertida delitaliano. Se trata de
un texto que mejora al primero y que daal tono coloquial una
mayorprecision.
Prefacio

Las lecciones que imparti en 1988, enel Istituto Italiano per gli Studi
Filosofici, acerca del inicio dela filosoffa griega, pronunciadassin
ayuda de manuscritos, en torpe lengua italiana, fueron revisadas en
su momentoporel profesorVittorio De Cesare y publicadas con el
titulo L'Inizio della filosofia occidentale. Mas adelante, la editorial
Reclam mepropuso la edicién de una versién alemanadeestas lec-
ciones. El texto que se empleo comobase era todasluces insatis-
factorio. La versién alemana realizada por el doctor Joachim Schulte
tuvo que pasar por una nuevarevision del autor. El rodeo que, al fin,
hubo quedar de la mano dedos traductores, primero para poner el
texto en buenitaliano y luego para trasladarlo al aleman, se revelé
como tarea ciertamente ingrata. Con mayor raz6n les debo agrade-
cimiento a ambos, pues,al final, he recibido un texto aleman que
s6lo dejaba en mis manos la pesada laborde llevar a cabola revision
definitiva. La gracia del momento, que unié el limitadoitaliano del
conferenciante con un auditorio atento y activo, se ha desvanecido
ya. Cosas que sdlo osamosdecir enun instante pasajero permane-
cen aquf con excesiva arrogancia. Ojald que ellector aceptela lige-
reza de unaspalabras que enseguida se extinguen, propias de unas
lecciones impartidas de maneralibre, como el acicate que para todo
el mundorepresentaelinicio de la filosoffa. Yo mismo me imagino
al lector aleman como uno de los muchos que, lastrados por el
saber que proporcionan los manuales, se han afanado por caminos
fatigosos «para unir el fin con el principio».
Et inicio de 1. El significado del inicio
la flosofia
occidental
Hans-Georg Gadamer

Para la exposicién del tema que vamos a tratar, que siempre ha


ejercido sobre mi una atraccién muy especial, me basaré enlos
apuntes de Ia ultima leccién que imparti en Heidelberga fines del
afio 1967. De hecho, vengo pensando desde entonces que valdrfa
la pena retomar aquel discurso.
El tema esel inicio de la filosofia griega, esto es: de la cultura
occidental. Este tema no tiene un interés meramente histérico.
Afecta a problemas actuales de nuestra propia cultura, que se
encuentra en una fase de brusca transformacién, pero también de
incertidumbre y de falta de seguridad en si misma, y que por ello
aspira a establecer vinculos con culturas de caracter muy distinto,
las cuales, a diferencia de la occidental, no han surgido de la cul-
tura griega. En ello radica uno de los motivos de nuestro interés
por las primeras etapas del desarrollo del pensamiento griego. Una
tal investigacién de los presocrdticos tiene actualidad. Coadyuva a
la comprension de nuestro propio destino, que se establecié, con la
filosofia la ciencia griegas, en los afios en que se empez6a cons-
tituir en el Ambito mediterréneo la preeminencia de Grecia en la
navegacién y el comercio. Entonces se produjo un veloz desarrollo
-
cultural. No por casualidad, los primeros presocraticos procedf
an historia de la filosoffa, publicadas por sus amigos tras su falleci
e
de Asia Menor, del 4rea costera centrada en Mileto y Efeso; es miento. (En una edicién ciertamente insatisfactoria, pues, aunqu
se mantenga dentro delos limites dela filosofia de Hegel, el lega-
decir, de regiones que por aquel entonces imperaban en la cultura un pensador de
y el comercio de todo el ambito mediterraneo. do no se edité con la atencién que habria merecido
Ese es el tema que me propongo tratar, por supuesto dentro su talla) A su lado, hay mucho més en las obras de Hegel que
fa
de unoslimites determinadosy sin pretensién de exhaustividad. Elinicio de
ia flosofia E!significado demuestra con mayor eficacia la importancia que tuvola filosof
occidental ‘del inicio
presocrética para su pensamiento, Tome mos como ejemp lo el inicio
Pues una empresa de estetipo no concluye jamas con la llegada
matico» que quiere
al punto de destino, como demuestra,sin ir mds lejos, la circuns- de la Ciencia de la ldgica, de un trabajo «siste
la l6gi-
tancia de que yo mismo, tras tantos afios, vuelvo sobre
el mismo introducirse por medios dialécticos en el gran programa de
sante compa-
objeto para exponer el planteamiento de abundantes cuestiones ca trascendental de Kant. Es extremadamente intere
nuevas en una forma revisada a fondo y —espero— mejorada. tar ese inicio con los manuscritos tempranosen los que Hegel trata
estos conceptos
Juzgo necesario comenzar por una reflexion metodoldgica, el sistema de las categorias kantianas; ver cémo
hastallegar a la
introductoria y con cierto cardcter de justificacién: lo decisive en se desarrollan uno a partir de otro, paso a paso,
escritos juveni-
mis lecciones acerca de los presocraticos es que no voy a empe- meta de la transicindialéctica hacia la idea. En los
Légica , el primero
zar conTales ni con Homero,ni con la lengua griega del segundo
la
les de Jena falta el capitulo mas conocido de
ser, la nada y el deve-
milenio antes de nuestra era, sino con Platény Aristételes. Estos en toda su extensién, en el que se tratan el
iori e intentrealizar en él
constituyen, de acuerdo con mi punto de vista, la Gnica aproxim
a- nir, Hegel afiadié este capitulo a poster
a
cidn filosofica a la interpretacién de los presocraticos. Todo
lo algo casi incomprensible: introducir tres categorfas iniciales,
s preceden a
demases historicismo sin filosoffa saber: el ser, la nada el devenir, que por si misma
de la proposicion.
Esta advertencia preliminar precisa de una fundamentacién. Se todo logos, es decir, son previas a la forma misma
iosa sencillez, que no
sabe que el romanticismo fue el primero que se impusola tarea de Hegel empieza con estos conceptos de mister
y sin embargo son
estudiar a los presocraticos y efectuar una interpretacién de éstos se pueden definir por medio de una proposicion
tico de
quese basara en la profundizacién en los textos originales. En las fundamentales. Este esel inicio del pensamiento dialéc
gran
universidades europeasdel siglo xviii atin no se habia establecido Hegel, que tiene lugar en los presocrdticos. Al tomarla otra
iritu, realiza-
la norma de estudiarlos textos de la filosofia platénica, ni de
nin- obrade lafilosofia de Hegel, la Fenomenologia delesp
guna otra filosofia, en su original. Se empleaban manuales. Al ini- mosla misma experiencia: los primeros capitulos se pueden leer
que el capitu-
ciarse el estudio de los textos originales, se produjo un cambio
de como un comentario Unico que no explica otra cosa
ia de {a filosofia que
actitud que se debe agradecer,entre otras, a las grandes universi- lo dedicado a los presocraticos en la histor
es
dades de Paris y de Gotinga, y a otras instituciones académicas Hegel estaba exponiendo por aquel entonces. A mi entender,
del cami-
europeas en las que pervivia la gran tradicién humanista; ante evidente que Hegel se dejé guiar poreste primer trecho
su pensamiento
todo, por supuesto, las inglesas. no dela filosoffa para elaborar la arquitectura de
r que, con Hegel,
Los primeros profesores alemanes de filosofia que abrieron las metédico dialéctico. Por ello se puede afirma
histérico de la filosofia
puertasal estudio filosdfico y la interpretacién de los presocraticos empieza enel siglo xIx, no sélo el estudio
raticos
fueron Hegely Schleiermacher. Conocemosel importante papel clasica, sino tambiénun didlogo de la filosofia conlos presoc
termina.
que Hegel desempefiéenello, no sdlo con sus Lecciones sobre la que perpetuamente se vuelve a establecer y jamas
EI otro gran estudioso y pensador fue Friedrich Schlei
erma- Ahora querria interrumpir estas explicaciones acerca de los
cher, el célebre tedlogo y traductor de la obra de Platon
man. La obra de Schleiermacher es ciertamente un
al ale- primerosinicios de la historiogratia dedicada a los presocréticos
modelo en el para introducir una reflexién de cardcter tedrico: JQué significa
ambito de la traducciénde la literatura de todasla
s culturas. Da
entrada a una nueva colaboracién entre humanistas y fildlogos,
esta afirmacién: quela filosofla presocratica es el comienzo, el
principio del pensamiento occidental, équésignifica aqu/ «princi-
Por un lado, y tedricosy filésofos por el otro. En tiempos recien-
tes, el redescubrimiento de la tradicién indirecta
Elinicio de
la flosofia
1 signticad
inicio
pio»? Existen muchos diversos conceptos de principio. Esta
de la doctrina ‘occidental claro, por ejemplo, que la palabra griega dpyy engloba dos signi-
platénica, a partir de Robin, Por la escuela tubinguesa
de Gaiser ficados de «principio», a saber: principio en el sentido temporal de
y Kramer, ha conducido, como bien se sabe, a que se
acuiie la origen @ inicio, asi como principio en el sentido especulativo,
nueva expresion «schleiermacherismo», Esta expresion no
grata a la lengua alemana,y yo la juzgo defectuosa
resulta \dgico-filossfico. Por lo pronto, dejaré de lado el hecho de que
también en el «principio», en este sentido, también define la doctrina de los prin-
plano delcontenido. En mi opinion, se le debe a Schleiermacher
cipios de acuerdo conla practica académica llamada «filosofia,
el servicio inapreciable de que se haya vuelto a estudiar a Platén,
No sélo como escritor, sino también como pensadordialéctico y
En cambio, me ocuparé de la riqueza de facetas y delos horizon-
tes del concepto «principio» enel sentido de «inicio». La palabra
especulativo.
alemana Anfang(«inicio») siempre ha presupuesto un esfuerzo
Schleiermacher, a diferencia de Hegel, tuvo una especial sensi-
bilidad ante la individualidad de los fenémenos.El descub
para el pensamiento. Asi, por ejemplo, se plantea el problema del
rimiento inicio (Anfang) del mundo o del lenguaje. El enigma del inicio
del individuo fue, en efecto,la gran conquista de la
cultura roman- tiene muchos aspectos especulativos y merece la pena llegar
tica, El conocido lema seguin elcual el individuo es «inefab
le» y no hastael fondo de los problemas que encierra.
existe ninguna posibilidad de aprehenderlo conceptualme
nte en su En cierto sentido, Aristételes vio ya la dialéctica inherente a
singularidad aparece en la época del romanticismo,
Este lema no este concepto. En la Fisica (en su libro quinto, creo recordar)
S€ apoya en ninguna tradicidn escrita, y sin embargo,en
relacién argumenta que el movimiento concluye en reposo, pues,al final
con la cosa misma, aparece en los Primeros estadios de la
metafi- del movimiento, debe haber algo —dice él~ permanente y comple-
Sica platonica y aristotélica, cuandola diferenciacién del logos halla
to en su quietud. Pero, écudles su inicio? écudndo comienza el
sus fronteras enel eidosindivisible.
movimiento?, écudndo termina?, écudndo ocurre que el ser vivo
Schleiermacher aund un pensamiento extraordinariamentef
le- empieza a estar muerto?, écudndo llega la muerte? Cuando algo
xible, dialéctico y especulativo con una impresionant
e erudicién esta ya muerto, no se halla en el instante del inicio. Ocurre lo
clasica y humanistica. Como tediogo,escribid, aparte de sus
obras mismo que con el enigma de! tiempo, que en el ambito de la dia-
principales, un gran nimero de articulos, para poner fin a la equi-
léctica de Aristdteles tampoco quedasin tratar: el tiempo no tiene
paracién superficial e injustificada dela filosofia griega y el cris-
Inicio, pues siempre podemos pensar un momentoprevio a aquel
tianismo. A él le corresponde el mérito de haber sentado
con ello que tomemos como primero. No hay manera de huir de esta dia-
las bases parael estudio de los presocraticos. Uno de sus alum-
léctica del inicio.
nos, Brandes, escribié una gran obra acerca de Ia filosof
ia de los Esta claro lo que todo ello implica en relacién con nuestro
griegos, e inspiré a la escuela historica de Berlin hasta llegar a
tema. éCuandoseinicia la historia de los presocraticos?, écon
Zeller.
Tales, comonos indica Aristételes? Este va a ser uno de nuestros
puntos de discusién. Pero también podemos constatar de inme- como en la alemana, el neutro significa algo
omnipresente, una
diato que, en lo referenteal inicio, Aristételes también nombra a presencia atmosférica. No se trata de la propiedad de un
ente,
los primeros autores, los «teologizantes» Homero y Hesiodo, y Sino de la propiedad de todo un espacio, «el ser, en
el que se
quizd sea cierto que la gran tradicién épica representa ya una muestra todo ente,
etapa del camino hacia la explicacién racional de la vida y del Dichoesto, la segunda caracteristica se hace
también eviden-
mundo que luego se inicia plenamente con los presocraticos. El inico de significado te. Se trata de la disponibilidad de la cépula, el empleo del
la filosofa tic verbo
Pero, ademas, tambiénexiste otro precursor, mucho mas oscu- occidental *serpara la conexién de sujeto y predicado que const
ituye la
ro, que se encuentra antes de toda tradicidn escrita, previo a la estructura dela proposicin. Este es también un punto
decisivo, si
literatura épica a los presocraticos, a saber: la lengua que habla- bien debemos tener en cuenta que aun no
se esta hablando de
ban los griegos. La lengua es uno de los mas grandes enigmas de ontologia, ni del andlisis conceptual del ser que empie
za con
la historia humana. éCémosetlegaa la formacién de la lengua? Platén o tal vez con Parménides y que enla
tradicién occidental
Recuerdo muybien cierto dfa, en Marburgo, cuando yo era aun de la metafisica no llega jamas a un térmi
no definitivo.
muyjoven, en el que Heidegger hablé delinstante enel que el Se me ocurre que he pasado por alto una cuest
ién que, a mi
hombre levant6la cabezapor primera vezy se hizo una pregunta. Juicio, no se ha tratado suficientemente y que, sin embar
go, me
Del instante en el que algo, por primera vez, ocupé al entendi- viene ocupando desde hace tiempo. Esla cuestién de la adopc
ion
miento humano: éCuando fue eso? Nosotros nos enfrascamos en del alfabeto porlos griegos.El alfabeto, en comparacién con otros
una viva discusién, éCual fue el primer hombre que levanto la tipos de escritura —asi, los que se valen de
ideogramas o picto-
cabeza? dAdan? 40 Tales? Hoy endia, todo esto nos puede pare- gramas— es un gran logro de la abstraccién. Aunquelos
griegos
cer ridiculo y, de hecho, nosotros éramos muy jévenes por aquel No inventaran la escritura alfabética, se la apropiaron
y, mediante
entonces. No obstante, puede que aquella discusién apuntara a la agregacion de las vocales al alfabeto semitico, la perfe
cciona-
algo muyserio, algo que tiene quever con el gran enigmadellen- ron. Esta apropiacién pudo durar, como maximo, unos dossi
glos
guaje. El lenguaje es —de acuerdo con una maxima que me pare- Homero, por ejemplo, es inimaginable sin la introduccién
genera-
ce que proviene de Nietzsche— una invencién de Dios, lizada de la escritura alfabética,
Volviendo la lengua griega: ésta ofreceya por si mismaposi- Todoello contribuye a demostrar cudn complicado es estab
le-
bilidades especulativasy filoséficas de untipo especial. Aqui voy Cer el significado de «principio» en el sentido de: lo que es ante-
a nombrar tan sdlo dos. La primera se conoce como uno de los rior, Hemos visto que, si nos atenemos a ese sentido, pode
rasgos mas ventajososdela lengua griega (digamos de paso que
mos
tomar en consideracién un buen ntimero
de alternativas como ini-
lo comparteconla lengua alemana), a saber, el empleo del neutro, cio: Tales, la literatura épica, el enigma de la
lengua griega y la
que permite enunciar comosujeto el objeto intencional del pensa- escritura.
miento. Sobre esto han versado las investigaciones de Bruno 18 Quizé deberiamos establecer, por morde la precisién, que algo
Snell y Karl Reinhardt, aquellos grandes maestros a quienes, por S6lo puede ser inicio en relacién con un fin o una
meta. Entre
fortuna para mi, he estado estrechamente vinculado. Ellos han ambos,inicio y meta, existe un vinculo indisoluble. El inicio presu-
mostrado cémo en este uso del neutro se anuncia ya el concepto. Ponesiempre elfin. Quien habla de un inicio sin indicar adénd
e
Con éIseindica, en efecto, lo que no se encuentra aquinialli, y apunta éste, dice algo sin sentido. El fin determina el inicio,
ya
sin embargo es comun a todas las cosas. En la poesia griega, partir de ahi nos encontramoscon unalargaserie dedificultad
es,
La anticipacién del fin es un presupuesto del sentido concreto del comoocurre conelcrecimiento biolégico delas plantas y los ani-
inicio. males, Esosignifica, por otra parte, que «desarrollo» entrafia siem-
Estamos tratando del inicio de Ia filosoffa. Pero, équé es pro- pre un acento naturalista. En consecuencia,todo discurso acerca
piamente la filosofia? Platén doté al término «filosoffa» de un de un «desarrollo histdrico» encierra, en cierto sentido, algo con-
acentoalgo artificioso y, sin duda alguna, no habitual; seguinél, la tradictorio. Tan pronto comoentra en juegola historia, no se tiene
filosofia es el puro esfuerzo hacia la sabidurfa y la verdad, No con- El inicio de Binytindo en cuenta lo simplemente dado, sino, decisivamente, lo nuevo. En
siste —dice— en la posesién del conocimiento, sino tan sdlo en el la flosofia kn
occidental tanto que noexiste nada nuevo, ninguna innovacién, nada impre-
esfuerzo por llegar al conocimiento. Esto no se corresponde con visto, no se puede hablar tampoco de historia. También el destino
el uso habitual de las expresiones «filosofia» y «filésofo». Con esta implica siempre imprevisibilidad. Por consiguiente, el concepto de
ultima se designa a una persona absorbida por la contemplacion desarrollo expresa la diferencia fundamental entre el cardcter pro-
tedrica, alguien como Anaxagoras, de quien se dice que, cuando cesual de la naturaleza y la oscilacién de fa vida humana entre
se le pregunté por la felicidad, respondié que ésta consiste en la casualidad e incidencia. Enello se expresa una contraposiciénori-
observacién de las estrellas. En cualquier caso, tanto si se consi- ginaria entre naturaleza y espiritu.
dera esfuerzo por alcanzar la sabiduria como posesion dela sabi- Entonces, écdmo hay que entendermi tesis, sequin la cualel
duria misma, la filosofia abarca un Ambito mas amplio que el que inicio depende de la meta?, 2quizd enel sentido de que esta meta
nosotros le atribuimos como mezcla de iluminismo, platonismo e representael final dela metafisica? Esta fue la respuestadelsiglo
historicismo. En su sentido actual, no existe propiamente ninguna xix. Dilthey, uno de los seguidores de Schleiermacher y de su
filosofia sin la ciencia moderna. En su significado masalto, la filo- escuela,explicé el inicio de la metafisica, a partir de su quiebra, en
sofia figura como la mas elevada delas ciencias, si bien, de todos un capitulo magistralmente escrito de sulibro Introduccidn a las
modos, debemos acabar confesaéndonos que no se trata de una ciencias del espiritu. Segun Dilthey, el siglo xix es la época en que
ciencia en el mismosentido en que lo son las demas. la metafisica perdié su legitimidad frente al positivismo de las
Por consiguiente,elinicio y el fin estan ligados entre s{ y no se ciencias. Asi, en este sentido es posible hablar del fin de la meta-
pueden separar el uno delotro. De la meta dependeel lugar fisica, y por consiguiente también desuinicio, comoAristételes en
desde donde algo se muestra comoinicio y la direccién que vaya el primer libro de la Metafisica, en tanto que cita a Tales como el
a tomar. primero que no narra mitos acerca de dioses, sino que sostiene
Con esta relacidn entreinicio y fin se evoca también la defini- sus exposiciones por la experiencia y las pruebas.
cién de uno delos principales problemas del andlisis de la vida Otro concepto defin, que esta vinculadoal anterior, es aquel
hist6rica, a saber: el problema del concepto de teleologia 0, usan- segun el cual la racionalidad cientifica, la cultura cientifica, esta-
do un término mas comin, de desarrollo. Este es, como se sabe, blece la meta. Se trata casi de lo mismo, pero desde una pers-
uno de los problemas mas conocidos del historicismo moderno.El pectiva diferente. Mientras que, en el primer caso, la metafisica
concepto de desarrollo, en efecto, no casa propiamenteconla his- llega a su término en el siglo xix, tras un proceso de maduracién
toria. El desarrollo, tomado en su sentido estricto,es la negacion de dos mil afios, en el segundo se entiende la racionalidad cienti-
de la historia. Desarrollo significa, en efecto, que todo esta pre- fica como meta de la humanidad en general y, asimismo, también
sente ya enel inicio —ocultoen el inicio-. De ello se sigue que el de la metafisica. A este respecto, se podria citar el lema «del mito
desarrollo sdlo es un salir a la luz, un proceso de maduracién, al logos», con el que se trata de condensar toda la historia de los
presocraticos en una Unica formula, Adn son mas conocidos el
busqueda,sin saber, del destino Ultimo, de la meta a la que tiende
concepto de desencantamiento del mundo acufado por Max
un comienzorico en posibilidades. Unose sorprendeal descubrir
Webero el concepto heideggeriano del olvido del ser. Pero hoy queeneste inicio se abre la dimensidn mds importante del pensa-
estamos descubriendo que quizd no sea tan evidente que el fin de
miento humano. Ello se corresponde de algin modo con la per-
la metafisica constituya la meta hacia la que se orienté el camino
cepciénintuitiva que tuvo Hegelaliniciar la Ldgica conel enigma
del pensamiento occidental desdesu inicio. Elinco de
la flosoia 1aiyicado de la unidad entre el ser y la nada. En dicho contexto, Hegel tam-
Mas alla se encuentra una tercera y mas radical concepcién occidental a0
bién alude a la religién para decir que ésta no es una palabra vacia,
de la meta: el fin del hombre. La difusién de esta concepcién no
ni meramente una perspectiva que se pierdeenla indeterminacién,
se debe tan sdlo a Foucault, porque muchos otros autores la sos~
sino que esta determinada porel hecho de ser potencialidad —o
tienen. No me parece que de esta perspectiva se pueda extraer
mésbien virtualidad, como yo gusto decir, pues la potencialidad
una definicién satisfactoria del significado del concepto «inicio».
siempre entrafia posibilidad de alcanzar una determinada realidad
La definicién del fin queda aqui tan imprecisa y nebulosa comola efectiva, mientras que la virtualidad, en el sentido de direccién
del inicio.
hacia un futuro indeterminado, queda abierta—.
Existe, sin embargo,otrosignificado de «inicio», que es, en mi opi-
Finalmente, querria decir que el iniciar no es algo reflexivo,
nidn, el més productivo y adecuado para nuestro intento. Para expre- sino inmediato. A mi entender, el discurso acercadel «principio» es
sar este significado,hablaré, no de lo queseinicia, sino de inicialidad
demasiadoreflexivo como para apuntar a lo que atin no es etapa
(Anfanglichkeit). Llamamosser inicial (Anfanglichsein) a algo que en el camino dela reflexidn, sino que —tal y como hetratado de
atin noesté orientado en este 0 aquel sentido, hacia este o aquelfin, insinuar con fa comparacién con la juventud— queda abierto a la
ni tampoco de acuerdo con esta o aquella representacién. Esto sig-
experiencia concreta.
nifica que atin son posibles muchas continuaciones —dentro de cier-
tos limites, por supuesto—. Quiz sea éste, y ningtin otro,el verdadero
sentido de «inicio», Conocer algo ensu inicio significa conocerlo en
sujuventud, término con el que nos referimos, enla vida del hombre,
a la fase en queatin no estan dados los pasos concretos y determi-
nadosdel desarrollo. La personajoven sehalla enlo incierto,pero al
mismo tiempose siente incitada a esforzarse por las posibilidades
quetiene ante si. (Hoy dia, esta experiencia fundamentaldel ser
joven esta amenazada por la excesiva organizacién de nuestra vida,
de tal modo que la juventud apenas conoceya, 0 no conoceen abso-
luto, la experiencia de partir, de la vida que empieza a determinarse a
partir de sus propiasvivencias.) Esta analogia apunta a un movimien-
to en el que, con determinacidn creciente, se concreta una direccién
que alprincipio esta abierta y atinsin fijar.
Este es, creo yo,el sentido en el que se debe hablar de aquel
comienzo que se da conlos presocraticos, En ellos se produce una
2. La aproximacién hermenéuticaalinicio

Enel transcurso de mis explicaciones, es esencial que tomemos


en cuentael papel que tienela ldgica hegeliana comopunto de re-
ferencia dela historiograffa filosofica del siglo xix. Nombressigni-
ficativos como los de Eduard Zeller y Wilhelm Dilthey estan estre-
chamente ligados a la tradicién de la ldgica hegeliana. Si pasamos
a hablar de las primeras categorias de la ldgica, debo decir que no
estoy de acuerdo conla afirmacién de que éstas tratan del ser y
del no ser, Pues la nada no es un noser, sino justamente la nada.
Un punto fundamental de mi argumentacién postula que las tres
primeras categorias no son en realidad tales categorias, puesto
quenose predican de nada. Se asemejan mds bien a meros pun-
tos de oriengacion, y esto es extremadamente importante para en-
tender que nuestra comprensiéndel inicio a partir del final no es
jamésdefinitiva, No es la Ultima palabra, porque también el movi-
miento dela reflexién halla su lugar Gnicamente en el marco de
una tradiciénsin inicio ni fin.
Hegel declara con franqueza que nose esté tratando el movi-
miento de la autoconciencia,sinoel delas ideas. Pero, en verdad,
s6lo desde una perspectiva exterior se puede asumir que el que
piensa las ideas constituyen polos distintos. En dicha medida, la
légica hegeliana es una légica muy griega, puesto que la filosofia liano (en el primer volumen de Questioni di storiografia filosofica,
griega no conoce ninguna autoconciencia, sino tan sélo las ideas, editado por Vittorio Mathieu, Brecia; Editrice La Scuola, 1975).
El concepto de nous es tan sdlo una primera aparicién de la re- Querrfa tan sdio recordar dos figuras que son representativas
flexividad, de tal modo que dicha reflexividad notien tanto de la interpretacién historica como del debate sobre los
e todavia el
caracter de la subjetividad moderna cartesiana. Con ello, natural- fundamentos y el método de la historia de los problemas (Pro-
Elinicio de
mente, el problema sélo se desplaza. Como conclusién —dentro ia flosofia | m aproximacion blemgeschichte), que tuvieron gran importancia finalesdel siglo
occidental Innrmeneutica
del saber absoluto~ queda superadala diferencia entre idea y mo- alinico xix y principios del xx en el ambito de la cultura alemana. Como
vimiento, y el movimiento es, sin duda alguna, el movimiento del complemento de estas observaciones, aludiré a la historia efec-
pensamiento; aunque dicho movimiento, por otra parte, tual (Wirkungsgeschichte) —asila llamo,con un término pertene-
se con-
templa como una proyeccién delas ideas sobre una pared. ciente a la hermenéutica— y al papel central que desempefia en
Asimismo, deberia aclarar que los tres significados de «inicio» toda la filosofia que se funda en el lenguaje, la comprensidny la
que he mencionado no pueden quedar aisladosentre si. Se tienen interpretacién.
que entender comotres aspectos de una misma cosa. Estos son Ante todo, querria recordar a Eduard Zeller y la magna obra
el significado histdrico-temporal, el reflexivo en relacién con que dedicéa la filosofia de los griegos, Este trabajo también es
el co-
mienzoy elfin, asi como aquel que quizd sugiere la representacin muy conocido en Italia, y con buen motivo. Los cinco volimenes
més auténtica delinicio: la del inicio que atin no sabe cual de la ultima edicién italiana son una mina de erudicién y conoci-
ha de
serla continuacién. Esta division tripartita es la premisa que pro- miento de la materia. Corresponde a Rodolfo Mondolfo y sus su-
Pongo para la investigacién filosdfica de los presocraticos. cesores el mérito de haber ampliado y actualizado la edicién ita~
De
acuerdo conella, el inicio no se nos da en ningdn caso de manera liana de esta obra mediante los avancesen la investigacion de la
inmediata, sino que es necesario volver a él a partir de otro punto. filosofia antigua. Gracias a su erudicién y su criterio, Mondolfo ha
Asi, no me cierro por entero a la relacién reflexiva entre principio logrado conservary renovaresta obra clasica de Zeller.
y fin,la cual, por lo demas, seria la aplicacién de un concepto pro- Volviendo a la obra delpropio Zeller, se planteala pregunta por
puesto por mi mismo, que se traspondria al ambito de la historia su mérito especifico. En principio, Zeller era tedlogo, pero sus in-
dela filosofia y de su origenen la cultura griega, El interés por la tereses lo llevaron la historia de la filosoffa y a la investigacién
tradicién presocratica empieza, como he subrayadoya, con el ro- histérica. Asi, escribié numerosos trabajos en la linea del histori-
manticismo,y tanto Hegel como Schleiermacher postulan la im- cismo aleman. Su concepcién fundamental es un hegelianismo
portancia del movimiento temporal y dela historia para el desa~ moderado.Este le llevé a reconocerun sentido determinado en el
rrollo del contenido del espiritu. Podriamos recordar la desarrollo del pensamiento filosdfico ~y especialmente del pen-
conocida
afirmacién de Hegelde que pertenecea la esencia del espititu el samiento griego~. Halla enélun sentido, pero no —yahi difiere de
que su aparicién tenga lugar enel tiempo, enla historia la concepcidn de Hegel— la necesidad de un desarrollo, Porlo de-
No tengointenciénde pasarrevista a todoel desarrollo de la mas,la interpretacién de la tradicién filosdfica por medio de los es-
investigacién europea durante el siglo xix. He dado ya una visién quemashegelianosse ha convertido en una constante de nuestra
de los grandes intérpretes de los presocraticos pertenecientes manera de pensar, aun cuando no sehaga valersin limitaciénal-
a
ese siglo en una colaboracién que se publicé tnicamente guna el paralelismo absoluto entre el desarrollo ldgico de las ideas
en ita-
y su avance enla historia de la filosofia. Eso es lo que establece
el hegelianismo moderado de Zeller, y con un ejemplo voy
a mos- que tomabala ldgicainductiva y el principio de causalidad como
trar cémo opera:
Unica forma de explicacién de los hechos.
Sabemosquela relacién entre Parménides y Herdclito es ob- En este contexto, «estructura»significa que existe otra manera
jeto de controversia, Por un lado se dice que Parménidescritics de comprender la realidad, distinta de la investigacion causal. «Es-
a Herdclito; por otro, se afirma que Herdclito fue uno delos criti-
tructura» designa el agregado delas partes, de las cuales no hay
cos de Parménides; y atin por otro, se dice que tal vez no hubiera Elinicio de Le qacninncén ninguna que ostente la preeminencia. Se corresponde con el jui-
ninguna relaci6n histérica entre ambos. Quiza sea la Hlesofia hermenditics
cierto que no occidental dee cio teleoldgico de la terceracritica de Kant, en la que se expone
Se conocieron. No serfa en absoluto inverosimil que no hubiera de manera convincente algo que es obvio, a saber: que en el or
existido ninguna relacién entre ambos —uno vivié en Efeso, el ganismo vivo ninguna de las partes ocupa el primer puesto ni cum-
otro en Elea-; que no la haya habido, cuando menos
, en el curso ple exclusivamente funcionesde guia, relegandoa las demasa un
de su actividad creadora. ¢Por qué esta tesis
mia ha levantado segundo nivel. Masbien, todaslas partes del organismo estan uni-
tanta polvareda? La respuesta estéclar: iHegel ha mantenido su das y todasle sirven.El término«estructura» procededela arqui-
influencia hasta el dfa de hoy! ‘También al historiador le parece tectura y de las ciencias de la naturaleza, pero dentro de la obra
obvio que, enel desarrollo progresivo del saber, todaslas cosas. de Dilthey adopta unsignificado claramente metaférico, «Estruc-
estan ligadas entre sil Esta forma de pensamiento histérico, que tura» indica que no se da enprimer lugar una causa y luego un
surge en el siglo x!x y que tiene influencia hastael
dia de hoy, me efecto, sino que se trata de un juego combinado de efectos.
Parece una muestra evidente de la herencia viva de Hegel,
que En consecuencia, Dilthey introduceotro concepto que hasig-
tambiénse encuentraen Zeller. Hay que tener siempre en cuenta nificado mucho para mi, el concepto de «coherencia efectual»
esta herencia a fin de hallar los limites de Zeller
en la interpreta- (Wirkungszusammenhang), ésta no se pretende derivada de la
cidn de textos,
distincién entre causa y efecto, sino dela ligazén entre los efec-
Asi, del mismo modo que Hegelesta presente en Zeller, tam- tos que, sin excepcidn alguna, se hallan en relacién unos con
bién en Wilhelm Dilthey aparece Schleiermacher, el otro punto de otros. Asi ocurre en el organismovivo, pero también en la obra de
referencia dela historiografia de los presocraticos pertenecient
e arte. El ejemplo favorito de Dilthey es la estructura de una melo-
al siglo xix. En una tierra como Italia, donde
el historicismo tiene dia. Una melodia no es una mera sucesion de sonidos, puesto que
raices profundas, Dilthey es bien conocido. Sdlo querria
recordar, toda melodia tiene una conclusién y en dicha conclusién aleanza
de manera muybreve, aquello que en mi opinién es lo fundamen-
su cumplimiento. Un rasgo que distingue al oyente entendido en
tal en Dilthey, a saber: el concepto de estructura,el
cual, natural- musica —y en particular al entendido en musica selecta— es, como
menie, es empleado en su sentido extenso, y no con el signif
icado bien se sabe, que éste, a diferencia de los demas, es capaz de no-
especifico que le otorga el estructuralismo de hoy en dia.
La in- tar por si mismo en qué momento termina la composicién y pro-
troduccién por Dilthey del concepto de estructura enla discusién rrumpe en aplausos al instante, porque la obra ha alcanzado su
filoséfica es un hecho notable. Representa, por parte de las cien- cumplimiento. La obradearte construye, al igual que e! organismo,
Cias de lo humano,la primera resistencia contrala presién ejercida una coherencia efectual plenamente estructurada, y porello es
Por la metodologia de las ciencias de la naturaleza. En un tiempo evidente que nadie, en tanto que permanezcamosdentro del am-
en el que la teoria del conocimiento ocupaba un lugar
preemi- bito de lo estético, podria dudar de que ia explicacién de la obra
nente, Dilthey osé mostrarse critico contra la tenden
cia dominante, de arte no puede ser de tipo causal, sino que se debe basar en
conceptos tales como armonjia, coherencia; en la estructura. cosas se puede ilustrar de manera imponente con la interpretacién
Desdeesta perspectiva, Dilthey quiere legitimar la originalidady la de Demécrito por Dilthey. Demécrito es el ditimo pensadorsignifi-
autonomia de las ciencias del espiritu. De hecho,en ellas se ma- cativo de su época. Sele ha vetadoel eco quele corresponderia,
nifiestan unas coherenciasestructurales y un modo de compren- porque la metafisica que se basa en el pensamiento de Platén y
siéntotalmentedistintos de aquellos conlos que trabajanlas cien- Aristételes ha dominado toda la historia de la humanidad. Aunque
Cias naturales, que por aquel entonces se entendian a si mismas Et inicio de Ve qnonimacion
hmnandutica
esta perspectiva perdiera importancia durante el helenismo, la tra-
como mecanicistas. 1a filosofia dime
occidental dici6n metafisica clasica se mantuvo en todo momentoy,revivifi-
Ahora debemospreguntarnos en qué medida podemostrasla~ cada en la Edad Media, alcanz6 la preeminencia. Solo al llegar a la
daresta perspectiva de las coherenciasestructurales al ambito de modernidad, en consonancia con el desarrollo de las ciencias de la
la filosoffa presocratica, 2Dénde se encuentra una obra integra, naturaleza, Demécrito y el atomismohallaron nuevos seguidores (y
dénde se encuentra un texto completo que se nos presente en su hoy en dia existen autores que, como Popper, hallan en Platén una
coherencia interna? Solo conocemosfragmentos y citas transcri- ideologia completamente errénea en la linea del nacionalsocia-
tas porautores posteriores; a menudo, merasalusiones0 citas de- lismo,y en Aristételes, un dogmatismoanticuado).
formadas. En suma: unatradicién tan insegura, quela aplicacién Esta claro qué es lo que quiero exponer: que incluso un pen-
del«principio estructural» tomadodela experiencia estética se ve sador disciplinado comoDilthey, que defiende un modo de pensar
enormemente obstaculizado. histérico con cardcterpropio,se deja llevar al fin por una perspec-
A esta dificultad se le puede afiadir una constatacién que tiene tiva ahistérica de raigambre modernista.
un cardcter mas general y que es muy importante para mf: nunca Porello estoy convencido de queel historicismo,que reconoce
nos hallamos en la situacidn de ser meros espectadores u oyen- la individualidad de toda estructura, tampoco queda libre de los
tes de una obra de arte, puesto que,en cierta medida, siempre es- prejuicios de su época, que siguen influyendo en los seguidores
tamos condicionados por la tradicién. El intento de comprencer la de esta perspectiva democritea. Hoy dia, ciertamente, nos cuesta
estructura interna la coherencia de una obra noalcanza, porsi imaginara alguien que crea posiblela existencia de un Galileo en
mismo, a despejartodoslosprejuicios que se derivan del hecho de el siglo 111 aC. A pesarde los grandestriunfos de Euclides y Ar-
que nosotros mismos nos hallamos dentro de una tradicién. quimedes, las matematicas atin no se habjan desarrollado sufi-
EI ejemplo més convincente parala ilustracién de este pro- cientemente, y existen muchos otros argumentoshistéricos que
blema se encuentraen la Introduccién a las ciencias del espiritu de excluyenesa idea.
Dilthey. En la segunda parte del libro, Dilthey describe el origen, Sin embargo,existe otra manera de acercarse a un objeto de
desarrollo y decadencia de la metafisica cientifica. Es sorpren- investigaci6n: se llama historia de los problemas (Problemges-
dente la manera en que Dilthey describe la empresa, estéril a su chichte). Hacia elfinal delsiglo xix, se introdujo un nuevo princi-
modo de ver, que acometieronlos griegos cuando trataron de po- pio: no ‘existe en la filosofia una verdad sistematica, un sistema de
ner en conceptolas imagenes de la percepcién religiosa, especu- validez general. Todos los sistemas son parciales; no son la verdad
lativa, poética y mitolégica con los mediosdela ciencia. Una me- como tal, sino una visién mas o menos parcial de la realidad. Sin
tafisica cientifica es, en su opinién, algo contradictorio en si mismo, embargo, a los diversos edificios sistematicos les subyacen los
porque consiste en el deseo de expresarcientificamente las pro- mismosproblemas, y en esa medidaesposible hablar de una his-
fundidades de la vida inaccesibles para la ciencia. Este estado de toria de la filosofia y también de una filosofia de ios presocraticos.
Hermann Cohen,por ejemplo, interpreta a Parménides como des- bién existen problemas que se encuentran mésalld de las posibi-
cubridor de la identidad, a Heraclito como descubridor de !a dife- lidades de ta ciencia,
rencia, etc. También en ello se puede descubrir un fundamento he- Con ello llegames a! cardcter diferencial dela filosofia. Aun
geliano, hecho este que los historiadores de la filosofia no siempre cuandoel filésofo comprenda que la solucién de tales problemas
toman suficientemente en cuenta. La légica hegeliana es como es imposible, no por ello éstos son intrascendentes. Asi, no es
una inmensa cantera de donde la filosofia de la historia posterior Elinicio de a qneeacion
wnennsitice
clerto que el problema que no admite falsacion no esté plantedn-
fa fosofia
toma sus materiales de construccién. dental anne dole ninguna cuestién al pensador. Por eso mismo, encontramos
Pero équé es propiamente un problema?Este término procede la teoria del problema en los Tépicos de Aristoteles, en el marco
del lenguaje de los campeonatos, en que los competidores se en- de la teoria dela dialéctica, que no debemos entenderenel sen-
frentan y tratan de ponerse unos a otros obstaculos en el camino. tido que le da Hegel, sinoeneseotro sentido contrapuesto de un
El término se introdujo de manera figurada en el lenguaje de la movimiento del pensamiento que nopretende la resolucién com-
discusién: un argumento que se opone la perspectiva del otro pleta del problema y que sehalla cerca de la retorica.
que participa en la conversacién es como un obstaculo. En este Esta formulacién del concepto de problema excluyela inmovi-
sentido, un problema es algo que frena el avance de! conoci- lidad del problema, Quien, en la mutabilidad de la vida histérica,
miento. Este concepto de problema fue expuesto certeramente busque problemas constantes, deberd afirmar que esevidente que
por Aristételes en los Tdpicos. siempre se repiten los mi 10s problemas. Tomemos comoejem=
Vemos aqui la ocasi6n para mostrar la diferencia entre ciencia ploel problemade la libertad. Pero, ide qué libertadse trata? éLi-
filosoffa. En ciencia, el problema es algo que nos impulsa a no bertad como edevMepia, en el sentido histdrico-politico de inde-
contentarnos conlas explicaciones aceptadas hasta e! momento, pendencia y soberania? En tal caso,libertad sdlosignifica: no ser
sino a seguir adelante, a probar nuevos experimentos y nuevas esclavo,
teorfas. Por ello, el surgimiento de un probiema es en ciencia el Sin duda, esta libertad no es la mismaque predica la doctrina
primer paso en el camino del progreso, comodice Popper. Pero de moral estoica, segun cuyas indicaciones el estado mas elevado se
donde venga ese problema es un asunto muy distinto, que Popper halla en no querer nada salvo !o que esté disponible. Esto también
tal vez despacharia como cuestién psicolégica. Probary confirmar és libertad, y es cosa sabida que la filosofia estoica defiende la te-
con exactitud las consecuencias de una teorfa no es el Unico sis de que el sabio tambiénes libre aunque yazga en cadenas. 6Y
punto decisivo del conocimiento cientifico. Por regla general, el quédecir acerca de la libertad de la doctrina cristiana, la libertad
rasgodistintivo del verdadero investigador es mas bien el descu- de eleccidn, tal y como la examina Lutero en De servo arbitrio?
brimiento de nuevas preguntas. Esa es la capacidad mds impor- Mas adelante se encuentra la libertad tematizada en la polémica
tante para uninvestigador: la fantasia, porque tiene que hallar una entre determinismo e indeterminismo. Este debate se desarrolla a
cuestién fecunda. Ese es el momento decisivo enla creatividad 'o largodel sigloxix yla discusiénse prolongahasta yainiciadoel
cientifica, y nola verificaciénni la falsacién, como postula el pop- siglo Xx. En su seno, el conceptodelibertad no se define por opo-
perismo dogmatico, Por supuesto que Poppertiene raz6n al decir sicidnal sefiorio de un amoque dispone dela accién la vida de
quelas ciencias tienen el cometido de solucionar las cuestiones un subdito, sino con referenciaala naturaleza y su causalidad ne-
que se les plantean. Pero no menos importante es el cometido de cesaria, Frente a ella se plantea la cuestién de si existe la libertad
plantear la cuestién apropiada. Merece la pena admitir que tam- en general, Aun recuerdo cémo los fisicos de la Escuela de Co-
penhague elaboraron la teorfa cuantica. Entonces, muchos cienti-
ficos acreditados la presentaron como resolucién del problema de devalorpropio de la fenomenologja. Este es uno de los casos en
la libertad. A nosotros, esto nos parece casi ridiculo, pues no olvi- los que la falta de diferenciacidn histdrica es evidente, de tal ma-

damos Ia distincién kantiana entre la causalidad, como categoria nera que todo se reduceal mismoproblema, Por fo demas, querria
que rige en los hechos estudiados por las ciencias de la natura- recordar que el propio Schelerplanted objeciones contra la iden-
leza, y la moralidad, que no es un hecho (Faktum) del mismo or- tificacién entre valor y virtud aristotélica realizada por Hartmann,
El nicio ce
den que los estados de cosas estudiados por la fisica, sino, mas aflosotia |e mjnonamacién éCémo definir entonces, frente a Dilthey y la historia de los
cident hetmonéutca
bien, un shecho»de la razén («Tatsache» der Vernunft). La libertad
nic problemas, mi propio proceder y mis interpretaciones? Yo utilizo
es un «hecho de la razén» (Faktumder Vernunft). Esta formulacién los términos shistoria efectual» y «conciencia de la historia efec-

empleada porel propio Kant puede confundir. En ella se atinan tual» (wirkungsgeschichtliche Bewusstsein). Con ello quiero dar a
conceptos contrapuestos, a saber: verdad de hecho y verdad de entender, ante todo, que no podemosafirmar que el estudio de un
texto o de una tradici6n dependa plenamente de nuestras deci-
razén, empleando los términos de Leibniz, Pero, qué hay de la
afirmacién de Kant segiin la cual la libertad es una condicién ne- siones. Esa libertad, ese distanciamiento respecto del objeto in-
cesaria para el ser humano en tanto que persona moral y social? vestigado, no existe. Todos nosotros nos hallamos en el curso de

Como es obvio, este concepto de libertad difiere radicalmente de


la tradicién, y no disponemos dela soberana distancia con que los
aquelotro quetal vez se sugiera con la indeterminacidn de los fe- cientificos de fa naturaleza realizan experimentos y formulan teo-

némenos, pero que,porello mismo, no puede ponerse como fun- rias, Es cierto, si, que enla ciencia contemporanea —por ejemplo,
damento de la libertad del ser humano. enla mecdnica cuantica~ el sujeto medidor desempefia un papel
Un ejemplo atin mas caracteristico del error en que incurrimos que no es el de un mero observador objetivante. Pero, sin em-

al tratar de encontrar a toda costa el mismo problema en concep- bargo, eso esalgo totalmentedistinto del hallarse en el curso de
tos historicamente diversos puede haliarse en la ética de los valo- la tradicién, estar condicionadoy conocer a los demasy sus pun-
res. Sabemos que,enelsiglo xix, el concepto de valor, tomado de tos de vista comotales a partir del condicionamiento propio. Esta
la economia politica, es trasladado a la teoria filosdfica. Este con- dialéctica no atafe tan sdlo la tradicién cultural, esto es, la fi-

cepto empleado por Lotze hallé aplicacién en la obra de Max losoffa, sino también las cuestiones morales, De hecho, tampoco
Scheler y atin mas en la de Nicolai Hartmann, quien fue mi primer aqui tenemos nada quever con el experto que, desde fuera, in-
maestro y entrafable amigo. Hartmann interpretabalas virtudes vestiga «objetivamente»las normas, sino con un ser humano que
aristotélicas como valores, pero dicha interpretacién resulta a to- ya esté marcado por dichas normas; un ser humano que se en-
das lucesinsuficiente. Enella, «valor» encierra un significado ob- cuentra ya en el marco de su sociedad, su época, sus prejuicios,
jetivante. El valor tienesu validez propia, no depende de una valo- suexperiencia del mundo. Todoesto actiia sobreél y Jo determina
raci6n; por tanto, es conocimiento. En Aristételes, por el contrario, en el momento en que se aproxima a una cuestidn e interpreta
la virtud deriva de la educaci6n. Lavirtud aristotélica distingue al una doctrina,
ser humano en tanto que humano entre humanos,no sdlo por el El concepto de efecto es ambivalente y, en determinados as-
correcto acatamiento de valores que son validos porsf mismos, pectos, es un atributo de la historia; sin embargo, en algtin sentido
sino por cémoes y se comporta de acuerdo con su formacién, ha- también es un atributo de la conciencia. La conciencia, sin saberlo

bitos y caracter. En este sentido,difiere radicalmente de! concepto ella misma, esta condicionada por las determinaciones histéricas,
Nosotros no somos meros observadores que contempian la histo-
tia desde lejos, sino que nos hallamos, en tanto que somos criatu- las cosas como si éstas tan sdlo fueran objetos de observacién
ras historicas, siempreenel interior dela historia que aspiramos a deja fuera el aspecto decisivo de nuestro entendimiento con otros
comprender. En ello radica la peculiaridad no reducible de este seres humanos(y con otras culturas). No podemosevitar que, en
tipo de conciencia. Por este motivo, me parece totalmente erréneo el contacto con los otros, ellos nos hablen también. Igualmente,la
afirmar quela diferencia entre cienciasde la naturaleza y ciencias empresa de interpretar el inicio del pensamiento occidentaltiene
del espiritu no es ya tan importante comose crefa en elsiglo xix Ja meneacion que consistir siempre en un didlogo entre dosinterlocutores.
Si, se dice incluso que ha quedado anticuada, porquelas ciencias Pema
Brun En consecuencia, también nos vemosobligados a modificarel
de ia naturaleza, por su parte, no hablan ya de una naturaleza sin significado de «método», En este ambito no existe un sujeto in-
desarrollo, sin historia, Asi, el ser humano habria hallado su lugar vestigador en posicidn privilegiada. La palabra «método» presu-
en la larga historia del universo,por lo que tas ciencias del ambito pone, enel sentido definido por Descartes, que existe un solo mé-
moral y espiritual habrian de pertenecer ahoraa las ciencias de la todopara llegar a la verdad. Descartes subraya con firmeza en el
naturaleza. Todo esto es falso. No constituye ninguna explicacién Discours de la méthode, pero también en otros escritos, que existe
adecuada dela historicidad de! ser humano. El ser humano no se un método Unico y general para todos los objetos posibles del co-
puede observar a si mismo desde la segura perspectiva de un in- nocimiento, y dicho concepto de método se ha impuesto al fin y
vestigador, y queda excluido que se le pueda reducir a objeto de prevalece en la teoria del conocimiento de la modernidad, si bien
una ciencia evolucionista y comprenderlo partir de ésta. La ex- se admite que el método se puede mostrarflexible en su proce-
periencia del encuentro del ser humano consigo mismo en la his- der. Porel contrario, mi propia posicién en el marco del trabajo fi-
toria, esta forma de la conversaci6n, este tipo de entendimiento ef los6fico de nuestro siglo se caracteriza por haber retomadola co-
uno conel otro, difiere radicalmente de las ciencias naturales y nocida contraposicién entre las cienciasde la naturaleza las del
también de la observaciénevolucionista del mundo y del Homo espiritu. A mi parecer, la disputa entre la ldgica de John Stuart Mill
sapiens. Estos temas son fascinantes por si mismos, pero espera- y la de Wilhelm Dilthey se basa —entanto que prescindamosdela
mos que haya quedadoclaro que el recuerdo,esa vida del espiritu, heterogeneidad de ambos puntos de vista— en una presuposicién
es otra cosa. La anamnesis platonica se asemeja ciertamente al comin: la aspiracién a la objetividad del método. En el marco de
enigmadel lenguaje. No tieneprincipio, no tieneinicio, y asimismo esta presuposicién, todo se reduce a métodos de objetivacién dis-
no se pueden derivarlas palabras a partir de un principio, como tintos en cada caso. Pero esto conduce justamenteal error, Me-
ocurriria en un «ortolenguaje». El hablar de una lengua es una to- thodossignificd siempre enla Antigiiedadla totalidad del trabajo
talidad,una estructura en la que ocupamos un lugar que no hemos con un Ambito de cuestiones y problemas. En dicho sentido,«el
elegido. Lo mismo puede decirse del recordar, que constituye una método» no es una herramienta de objetivacién y dominio, sino un
forma de articulacién de nuestras experiencias, un proceso quetal ifterés enel trato con las cosas de las que nos ocupamos.Este
vez comienceya en el embridn. En todo caso, no puedoestarse- significado de «método» como «hacerel camino junto a» presu-
guro, porque no guardo ningdin recuerdo de mi estado embriona- pone que nos encontramos ya en medio del juego y que no adop-
rio, Pero no es esolo que importa. Lo que importa essi una expe- tamos un punto de vista neutral, por mucho que nos esforcemos
riencia es recuerdo, percibir de nuevo, retomar. en pro de la objetividad y arriesguemos los propios prejuicios.
Al final, parece evidente que la situacién hermenéutica del ser Por supuesto que esta afirmacién es un reto las ciencias de
humano quedaconfirmada y que la petulancia de distanciarse de la naturaleza y a su ideal de objetividad. Pero las ciencias del es-
piritu tienen atin otras misiones distintas, de otro tipo. Natural- las ciencias de la cultura, en efecto, disponen de métodos cienti-
mente, en ellas también se plantea la preguntapor la existencia o ficos, Pero éstos se reducen a meros presupuestos obvios tan
no existencia de un estado de cosasy porsu verificacion, En las pronto como los comparamos conel valor que tiene en dichas
ciencias del espiritu, ésta es una preocupacién elemental y com- ciencias nuestra participacién reciproca, nuestra imbricaciénen la
prensible. Lo propio deellas es el encuentro del ser humano con- tradicién la vida de la cultura.
sigo mismoenvista de otro que es distinto. Se trata més bien de Elinicio de La ansioace
poaniennitieca
Pero voy a dar por terminado este tema y me centraré en
‘a flosofia
una participacién, mas parecida a lo que se produce en el creyente ‘occidental iwi nuestro objeto especifico, La insuficiencia del concepto de mé-
ala vista del mensaje religioso que a la relacién entre sujeto y ob- todo, entendido éste como garantia de objetividad, se manifiesta
jeto que se ha instalado en las ciencias de la naturaleza. Este claramente cuando insisto en quela Unica aproximacién al tema
punto devista hipotéticamente neutral implica siempre la supre- «presocraticos» consiste en estudiar a Platén y Aristételes, cuyos
sién del sujeto cognoscentey, en efecto, es evidente queel obje- textos tenemos a mano,y ver qué cuestiones se plantean y con
tivo Ultimo dela cientificidad que aqui tratamosesla desaparicin quésentido, La empresa noesfacil, sobre todo porlo que res~
de todo puntodevista subjetivo. Pero eso no es lo apropiado en pecta a Platon. Solo puede concretarse enla lectura de los textos
los Ambitos cultural y social. No es ésa la mision de las ciencias en los que Platény Aristételes hablan de sus antecesores. No po-
del espiritu. No me permiten establecerme, con la ayuda de un demosolvidar queellos, en el curso de su trabajo, no tenian en
método, en una relacién determinada respecto a otro que se sitéa cuenta nuestra investigaciénhistérica, sino que se guiaron por sus
delante de mi como objeto. Jean-Paul Sartre describié de manera propios intereses, por su propia busqueda de la verdad, que en
adecuada lo desolador de la mirada objetivadora: en el instante en ambosautores presenta rasgos comunes, pero también diversos.
que el otro se ve reducido a mero objeto observado, se pierde la Por ello, desde ahora entra en juegola interpretacién conjunta de
reciprocidad de la mirada y no se produceyael entendimiento. la filosofia platénica y aristotélica. Por ejemplo: sdlo cuando com-
La discusin acerca de la unidad de las ciencias de la natura- prendamos qué significado tiene el hecho de que Platén figure
leza y las ciencias del espiritu también induce a error en la medida comopitagérico en el marco de lacritica efectuada por Aristote-
en que no se asume de entrada que las funciones de unasy otras les podremos llegar a comprender lo que Aristételes cuenta
son radicalmentedistintas. Las primeras emplean procedimientos acerca delos presocraticos.
objetivadores; las segundas requierenparticipacién. Naturalmente,
eso nosignifica que la objetivaciony la aproximacién metédica no
tengan ningun valor en las disciplinas humanisticas e histéricas,
sino tan sdlo que no constituyenel sentido de la investigacién en
ese Ambito. Si fuera de otro modo, nuestro interés por el pasado
no tendria explicacién. De hecho, los propioscientificos de la na-
turaleza dicen que su meta eslograr el progreso del conocimiento
y, con ello, dominarla naturaleza y quiz también la sociedad.Sin
embargo,la cultura vive como una forma de entendimiento, como
un juego, cuyos participantes no adoptan los respectivos papeles
de sujeto y objeto. Por eso se puede entender perfectamente que
3. El terreno sdlido: Platén Aristoteles

Es el momento de entrar enel tema principal. Nuestro tema pro-


piamente dicho es, en efecto, «Los presocraticosy el inicio del
pensamiento occidental», Habra que aplicar enla tarea los princi
pios fundamentales que he estado exponiendo. La primera cues-
tién verdaderamente importante es: en qué textos podemos
apoyarnos.Voy a dar la respuesta:los primeros verdaderos textos
referidos a nuestro temasonlos escritos de Platén y Aristételes
Cierto que contamoscon las compilacionesdelos fragmentos de
los presocraticos por Hermann Diels, con la compilacién de testi-
monios del mismoDiels. Este fue untrabajo serio y meritorio, que
hemos de emplear con agradecimiento en los primeros estudios
Estaba dirigido a estudiantes de filosofia. Pero tiene un valor
Secundario parala investigacién desde el momento en que lo
comparamosconlas posibilidades de comprensién que nos brin-
da un texto auténtico, transmitido en su integridad. Todo el mundo
sabe quela técnica dela cita permite demostrar cualquier cosa y
a menudo también su contrario, puesto quela cita mésfiely lite-
fal, una vez arrancada de su contexto, puede decir algo completa-
mente distinto de lo que decfa en un original que no conocemos.
su respectivo contraconcepto, y eso nos remite a la época de la
Quiencita, interpreta ya mediante la forma en que presenta el
sofistica. Entonces se cuestiond, en el debate sobre el problema
texto de la cita. Todos los fragmentos reunidos en las compilacio-
del lenguaje, si éste procede de a naturaleza o de la norma
nes dedicadas a los presocraticos son meras citas, que no nos
(nomos). El concepto «techne» tampoco aparece hasta época
han llegado enmarcadas en un texto completo y definido, sino a
avanzada, y todo ello se adecua perfectamente con la sofistica y
través de Platén, Aristoteles, la escuela peripatética, los estoicos,
Cony con el uso platénico de physis en conexién con la psyche.
los escépticos, los padres dela Iglesia... un gran nUmero de auto- El inicio de va(ton y
Pero este concepto obtiene su peso especifico con Aristéte-
res quecitan y explican las doctrinas con objetivos muydiversos.
les. Siempre se produce un distanciamiento consciente respecto
Por ello, nuestro primer cometido ha de consistir en estudiar los
de Platén en las numerosas ocasiones en que Aristoteles habla en
textos en los que el pensamiento de los presocraticos aparezca
detalle del concepto de physis. Porque, a ojos de Aristételes, Pla-
interpretado de manera coherente. Sdlo a partir de la coherencia
tén era demasiado matematico.
de estos textos completos de Platon y Aristételes podremos com-
De todos modos, ni en Herdclito ni en Empédocles se utiliza
prenderlos textos recogidosporDiels en sus recopilaciones.
esa palabra con ningtin sentido que anticipe el concepto aristo-
El unico texto que en su integridad se ocupa del pensamiento
télico de physis. Para Aristételes, la physis es la manifestacién
de los presocraticos es el comentario de Simplicio alprimerlibro
primera del ser y siempre ocupa un lugar importante en la meta-
de la Fisica aristotélica, Es el texto mas antiguo de que dispone-
fisica. En verdad, la propia metafisica es una amplia denomina-
mosacerca de las doctrinas de los presocraticos. Fue obra de un
cién colectiva cuya relacién con el interés fundamental de
erudito del siglo wi d.C,, que emplea numerosascitas en su comen-
Aristételes por la physis es obvia; en todo caso,no constituye un
tario a la Fisica de Aristételes. Asi, debemos preguntarnos, ante
Ambito tan claramente delimitado como los libros aristotélicos de
todo, cudles fueron los criterios de seleccién del comentador de
la Fisica,
Aristételes.Dificilmente podemos creer quelos presocraticos de
Hay que tenersiempre en cuenta la preponderancia de! con-
los siglos vi y v aC. hablaran realmente de un concepto de physis
ceptoaristotélico al tratar de apreciar las citas de los presocréti-
como el que damos por sentado a partir de Aristételes. El titulo
cos. Pero existe otro aspecto importante, aparte de la Fisica de
«Sobre la Naturaleza» aparece porprimer lugar en Platén,en el
Aristoteles —conocida en la época helenistica a través de la
Fedén. De ahi se puede deducir que el concepto de physis, al
escuela, si no en su texto—, que hay que tener en cuenta al tratar
igual que el titulo, se volvié usual en la misma €época.El término se
las citas conservadas de los presocraticos: la interpretacion de
veniautilizando desde antiguo, pero siempre para designar la
naturaleza de algo, no el concepto mismo de naturaleza. Este ulti-
Hegel esttan arraigada en nosotros que no sabemos cémo
librarnos de ese modelo. Asi, estoy convencido de que todo el pro-
mo uso no empieza hasta la época de Platén. Naturalmente,la
hlema «Parménides y Herdclito» proviene del abrumador influjo
formacidn del concepto se estuvo preparando como tal en el len-
del pensamiento de Hegel. No debemosolvidar que la entera
guaje desde antes. Pero, contodo,atin no se habia producido una
investigacion historica delsiglo xix, que introdujo la historiograffa
verdadera formacién del concepto. Estoy completamente de
en [a filosofia griega, tiene lugar en la época de decadencia del
acuerdo con los investigadores ingleses Kirk y Raven en que el
idealismo hegeliano; y sin embargo, la construccién histdrica de
concepto de physis atin no tuvo ningtin peso filosdfico en
Hegel ha ejercido un fuerte influjo también en los historiadores,
Herdclito. Hay que suponer, masbien, que la verdadera formacién
como por ejemplo Zeller.
del concepto no se produjo hasta que también se hubo formado
Pero cuan débiles son, en verdad, estas construcciones histé- otro, la multiplicidad de lugares de culto dedicados a deidades
ricas, segun las cualesla filosofia empieza con Tales y con la individuales por todoel pais. La expresién«teologia» cuadra bas-
escuela de Mileto. Qué era propiamente una escuela en aquella tante mal con unos y otros. Werner Jaeger ha tratado este tema,
época, en una floreciente ciudad mercantil como Mileto? con erudicién asombrosa, en un importantelibro: Die Theologie
Dificilmente podemosdar una respuesta. Quésignifica entonces der friihen griechischen Denker (La teologia de los pensadores
la sucesi6n Tales-Anaximandro-Anaximenes dentro de la escuela, Et inion de Bienen griegos tempranos), Pero eltitulo Theologie se presta a confu-
'a flosotia wie: Paton y
transmitida porla tradicién? En verdad, ésta es una sucesién muy ‘occidental Aimfoteles sidn, Aunque el mencionadolibro es de una erudicién extrema,el
problematica. Porque se dice que Anaximandro partié de |o ilimi- punto de vista enunciado enel titulo no se desarrolla de manera
tado y que,tras él, Anaximenesexplicé queel aire era la primera convincente en el caso de Jendfanes. El capitulo que Werner
sustancia. iQué absurda regresién! En verdad, ello sdlo demuestra Jaeger habia dedicado anteriormente a Jendfanes en el primer
que estos datos no proceden de hechoshistéricos,sino que se libro de su Paideia, cuando atin contemplaba la idea sofistica de
sustentan enel pensamiento escolar de una épocaposterior, enel paideia, me parece mdsacertado. Estoy convencido de que Jaeger
que se basé Apolodoro para reconstruir los datos cronolégicos. tuvo raz6nal ver enlos versos de Jendfanes la descripciéntipica
De hecho,existe aun otro aspecto que no podemosperder de de un rapsoda, y nola de un tedlogoni la deun filésofo.
vista en este circulo de cuestiones: el trasfondoreligioso del que iPero dejemosya las observacionesintroductorias! Empece-
se apartala filosofia de los griegos partir de Aristételes. Se trata mosconel trabajo propiamentedicho interpretemoslos mas im-
del conocido lema: «del mito al logos». portantes de los testimonios transmitidos por Platén y Aristoteles
Es una expresion de uso corriente. Pero équé se entiende en acerca de la filosoffa presocratica.
este caso por mito? En la historiografia delsiglo xix, la respues- Empecemos una vez mas por Platén, 0 mas exactamente por
ta estaba clara: se trataba de la religidn homérica. Pero, hubo el Fedén(96 sigs), En esa obra, Platén hace que Sécrates per-
unareligién homérica en ese sentido? De creer a Herddoto, hubo file su autobiografia clentifica y filosofica —escribe muchotiempo
mésbien el logro de un gran poeta, quien creé a partir de una despuésdel tragicofinal de Sécrates—. Pero, antes de emprender
variada tradicién narrativa y unatradicién oral transmitida porlos la interpretacion de este texto, conviene subrayar una vez mas que
rapsodas que se remonta muy atrds enel tiempo. El otro poeta al No quiero tomar comoobjeto la totalidad, sino tan sélo un ejemplo.
que, siguiendo a Herédoto,se apelaal hablar de la teologia de El texto que vamosa tratar solo es un capitulo entresacado de
aquella época, es Hesiodo con su Teogonia. Ciertamente, tam- una totalidad, de una obra completa. En efecto,es el didlogo ente-
bién Aristételes menciona a Homero y Hesiodo comolosprime- ro —el Fedén en sutotalidad— el texto en el que podemos,aunque
ros que reflexionaron acerca de lo divino. Pero Aristételes no no facilmente, trabajarla cuestién a la que Platén habia tratado de
queria hablar dereligion, sino de ideas ordenadoras de cardcter encontrar respuesta, Este didlogo es uno de los mas conocidos.
cosmoldgico y de una familia de dioses con sus propias tensio- Nietzsche sefialé la figura de Sdcrates a las puertas de la muer-
nes demasiado humanas.Ahi, el esquema convencional «del mito te, descrita aqui por Platén, como nuevoidealde la juventud grie-
al logos» nos resulta ciertamente dudoso. Tal vez deberiamos ga prevaleciente, y afirma que, como consecuencia, Sécrates
decir que, en ambos casos, se esta tratando el logos mas bien sustituy6 a Aquiles. Sin duda, hay algo cierto en ello. Al inicio del
que el mito. Encontramos,por unlado,la aristocratica sociedad didlogo aparece, en efecto, un motivo homérico,el formidable mis-
de los dioses, semejante a un grupo de grandessefiores y, por terio de la muerte y de lo que se encuentra después de la muer-
te: la «vida» de las almas de los muertos en el Hades. Recordemos que se expandié durantelos siglos vi/vi a. C, pero que en la época
ahoralas inolvidables escenas con las que Homero, 0 en todo de Homeroatin noexistia, o que al menoselpoeta norefleja? Laini-
caso el autor de la Odisea, describe el viaje de Odiseo al Hades. maginable plétora de movimientos religiosos y mitos que surgid
Odiseo desciende al Hades paravisitar a los héroes de Troya. Hay entoncesplanteaotro problemaatin no resuelto, asi comola propa-
que pensar especialmente en el encuentro con Aquiles, quien, gacién del culto a Dioniso, puesto que la figura de Dioniso es prac-
comotodas las almas que han traspuesto el Aqueronte, ha perdi- Elinicio de ticamente desconocida en el epos homérico, tal y como hemos
la flosofia
do la memoria y la recobra al beber la sangre del sacrificio: un occidental podido comprobar sobradamente partir de la obra de Nietzsche.
ritual de profundosentido. Al saber por medio de Odiseo que su En todo caso, se trata de asuntos extremadamente nebulosos, y
hijo ha expugnado Troya, regresa conmovido a la penumbra. La nuestrointerés, en el marco del estudio de los presocraticos, radica
muerte es la noche del recuerdo; quien no tiene recuerdos, muere. tan solo en que aquel culto puso el alma enel centro de la religiosi-
Setrata, por asf decirlo, de imagenes que parecen pertenecer a dad. Esto me parece evidente por lo que respectaa Ia figura de
una religién popular, Pero también esta claro que enellas se Pitagoras. Al leerlas biograffas de los presocrdticos, se encuentra
anuncia un tema dela reflexién. Aunque las almas de los héroes, siempre lo mismo: todos ellos —de Anaximandro a Parménides,
efectivamente, existen alin alli abajo, en el Hades, han dejado etc.— figuran comodiscipulos de Pitgoras. Este hechotiene su sig-
atrds todos los recuerdos, a los que sdlo la sangre del sacrificio nificado. En mi opinion, significa que Pitagoras unifica en sufigura
despierta. Por consiguiente,el problema que aqui seplanteaesel motivos fundamentales como el enigma de los ntimeros, el enigma
delalma, y la cuestién por lo que es el alma enrelacién con la vida del alma y el enigma dela transmigracindelasalmas,asi comola
y la muerte. purificacién de dichas almas.Asfllegamosal problema del recuerdo.
Llegados a este punto, hallamos otra causa de posibles Salta a la vista queuna religién que habla de la transmigraciéndelas
malentendidos que influye en nuestra manera de pensar. Me almaspresuponeporlo general la pérdida del recuerdo. Podriamos
refiero al concepto agustiniano del alma como interioridad de la tomar como excepciénel que alguien como Empédocles tenga una
conciencia. La compleja doctrina cristiana del alma y de la reden- vaga intuicién preternatural de haber sido otro en otravida.
cién medianteel sacrificio de Jesus ha entrado en el concepto de Asi se introducecierto nimero de problemas ligados al alma.
alma que nosotros tenemos, La palabra alemana Seele es una EI alma es un halito que da vida a los animales y los hombres?
expresién que evocaideas de sentimiento y que también desdeel éSe puede identificar como una primera luz en elinterior del ser
punto devista fonético sugiere algo atin mas fugaz que el térmi- humano,el conocimientoincipiente,el recuerdo o algo parecido?
nolatino anima, Asi, nos hallamos bajoel influjo de esta tradicién Todo esto permaneceen un trasfondo nebuloso que no podemos
que hace que nos convenzamos de que en la poesia homérica hay aplicar como clave para la comprensién. Se oculta enlas tinieblas
una concepciéndel alma que,de algtin modo,es igual a la nues- delpretérito. Por lo tanto, debemosinvestigarel tratamiento queel
tra. 60 quizéla hay? problema del alma recibe en el Fedon, para ver cuales eran los
En todo caso,la pretendida «religion de Homero» no esel tinico problemas que ocupaban a un pensador de la época de Platén.
origen de los prejuicios del intérprete. Tambiénexiste el llamado He aqui un ejemplo del problema que he alanteado: cémo se
orfismo, una concepcién que hainfluide durantelargo tiempo enla puedeexplicarla tradicién objeto de nuestrointerés a partir de un
investigacién, pero que sigue siendo un ambito de problemas no texto que no se escribié conestefin, pero que, con todo,permite
resueltos, En qué consistid exactamente este movimiento religioso vislumbrar tendencias fundamentales de la cultura de ese pasado.
Endefinitiva, el problema puede formularse de la siguiente tro de la secta—, y en cambio estan bien informados acerca de la
manera: Jelalmaes algo distinto dela fuerza vital de losseres vivos, biologiay la astronomia de la época de Platén. 6Cémo logra Platén
© algo asi comouna facultadespiritual especial?, des vida o pensa- introducir la discusién de unaantigua tradicién religiosa y de la cien~
miento?, 60 estos dos aspectos estanentrelazados?, éy de qué cia de su época enel plande la accién y en la caracterizacién de los
modo?Eseesel tema de Platn,y con la ayuda de Platon debemos interlocutores? Por supuesto que la nocién de ciencia a la que
tratar de entender cémotratabanla muerte los presocraticos. Et inicio ae Hom: Platénalude en el Fedénya noesla misrna que regia en el tiempo
Ahora, a modo de complemento,querria hacerunaultima obser- ee de la muerte de Sdcrates. Hoy en dia, nadie duda de que este did-
vacién general acerca del Fedén, o mas bien acerca del escenario logo no se escribid inmediatamente después de la muerte de
del didlogo. Los dosinterlocutores de Sécrates son, —como ya se Socrates, sino mucho mas tarde; tal vez veinte afios mastarde.
sabe~ pitagéricos, que por aquella épdca vivian exilados en Atenas, Obviamente, Platén retomala figura del Sécrates moribundo en el
puesto que, comoconsecuenciade unos sucesospoliticos, el grupo momento enqueél mismo empiezaa perfilar los aspectos centrales
se habia disuelto ya. Simias y Cebes son personajes histéricos. No de su teoria de las ideas y funda una especie de escuela, la
representan propiamente al pitagorismo originario, sino su desarro- Academia, que puedellamarse escuela con mayor propiedad, por
llo de colectiva religioso politico a grupo de investigadores y cien- contraposicién con {as llamadas escuelas de los sofistas, los ato-
tificos. Hay que tenerlo en cuenta en la lectura de la conversacién mistas, los eleatas, etc, que no eran instituciones
entre Sécrates y los dos amigos. Estos ya noeran pitagéricos en el Estas observaciones me parecen importantes para compren-
sentido de discipulos del gran fundador de una semirreligion. Se der de qué manera se relaciona el Fedén con nuestro tema. La
trata aqui dela discusién con doscientificos que sélo se sirven de discusiéndelproblema del almahalla su conclusién y su culmina-
las tesis y ensefanzas de Pitagoras para describir los resultados de cion con la larga narracién autobiografica de Socrates —obvia-
la nueva ciencia de su tiempo. A mi parecer, este hecho es muy mente debida a Platén—, en la que aquél narra sus experiencias
importante. Se ha discutido muchosobre quiénes fueron los verda- con loscientificos de la época y describe su nueva orientacién.
deros pitagéricos. Alin recuerdola radical tesis que, en tiempos de Pero Platén no pretende describir doctrinas «presocraticas» en
mi juventud, defendié Erich Frank en su libro titulado Plato unddie esta exposicién —como tampocoen susotros didlogos-—, sino su
sogenannten Pythagoreer [Platény los llamadospitagéricos|(Halle: propio giro hacia la «idea»
Niemeyer, 1923; 2* ed, Tubinga, 1962). Sostenia que nuestra con-
cepcidn tradicional de los pitagoricos como matematicos, astrono-
mos,etc, es una reinterpretaciénrealizadaporla escuela de Platon,
y en especial por Herdclides Péntico. El radicalismo deesta tesis no
se ha impuesto. Hoy dia, damos incluso por seguro que existieron
unas matematicas de Pitagoras, si bien sobreun trasfondoreligio-
So, Pero, en todo caso, debemosser conscientes de que, en tiem-
pos de Platén,no prevalecia la religién, sino la ciencia. El hecho de
quelos dosinterlocutores de Sécrates enel Feddnsean cientificos
se pone de manifiesto, por ejemplo, en que no tienen ningtin cono-
cimiento delas prescripcionesreligiosas de Filolao —un gran maes
4. Vida y alma (Fedon)

El temadel Feddn, que se desarrolla en la narracién del ultimodia


de la vida de Sdcrates, es el problema de la vida y de la muerte,
asi comola pregunta sobrelo que esla vida de un ser humanoy
en qué consiste lo que llamamosalma psique.Este didlogo con-
siste en una discusién sobreel problemadel alma y sobre la cre-
encia en la inmortalidad que ensefian las religiones. éNuestra
raz6n puede hailar motivos para sostenerla?
El Fedén ha empezado enun tonocasi religioso, Se ha trata-
do la cuestion del suicidio y la esperanza de una nuevavida tras la
muerte. Este es el preludio del didlogo, a partir del cual se desa-
rrolla la inmortalidad del alma como tema propiamentedicho.El
puente entre ambaspartes pende de la idea de catarsis, de puri-
ficacion, y esto tiene una importancia decisiva para nuestra inter-
pretacin. partir de ahi, se abre la dimensiéndela filosoffa.
Se sabe que la doctrina pitagérica dela catarsis consistia, ante
todo, en un conjunto de normas de pureza, como por ejemplo el
precepto de noutilizar el cuchillo para atizar el fuego, 0 como
aquel otro mandamiento que prohibia comer habas. Lo decisivo es
que Platénconfiere un nuevosentido estosrituales de pureza,
aquel sentido con el que finalmente nos han familiarizado Kant y, hay variantes en este pasaje. El mencionado argumento se
por ende,el concepto dela «raz6n pura», Seguinseinfiere ya del encuentra en toda la tradicién, que tal vez ha sido algo menos
Menony de la teoria de los conceptos matematicos puros que en sabia y ha entendido que esta falta de consecuencia légica se
él se expone, la matematica es razén pura en la medida en que hallaba en la intencién de Platén. Con ella manifiesta cual es el
sobrepasalo accesible para los sentidos. Esto vale para la mate: interés que subyace la creencia en la inmortalidad. El destino
matica, pero también para el alma. De hecho,la visién moral y reli- futuro delos fallecidos tiene que depender de la moralidad de la
giosa de la vida aspira a separar el alma del cuerpo,igual que la vida que se haya vivido;ése es, alfin, el resultado del entero did-
ciencia matematica aspira a separarse de la experiencia sensible. logo. Por ello, Sécrates arguye —frente a las vacilaciones y dudas
En este sentido,la vida del filésofo es un caminohacia la muerte, de Simias— que, aun no gozando de ninguna seguridad en este
entanto quese entiende la muerte como separaciéndelalma res- terreno, ciertamente es mejor que llevemos una vida honrada.
pecto de lo corporal-sensible, y en dicha medida la doctrina reli- Aquise pone de manifiesto que Sdcrates,en realidad, no preten-
giosa de la inmortalidad del alma halla su confirmacidn, de haber «demostrado» la inmortalidad del alma cuando dice que
La primera argumentacion en favor de la inmortalidad del una vida basada en esta conviccidn es mejor que una vida que no
alma invocala estructura ciclica de la naturaleza. Puesto que la la contemple. Notemos que, al llegar a este punto, la argumenta-
vida es un fendmeno natural, la muerte no puede ser otra cosa cién abandona el ambito de la ldgica y entra en el de la retérica.
que una etapa en el ciclo del devenir y el perecer, yeveatc y Recuerdo que en Kant se encuentra el mismo giro dela argu-
980pé (Fedén 70ey sigs,). La fundamentacién que se sostiene mentacion. En Kant tampoco se demuestra que Ia libertad exista
en el caracter ciclico de la naturaleza se describe aqui con un efectivamente. Si, al tratar de demostrarlo, interrogaramos a la
asombroso arte verbal. Al hablar de una naturaleza en la que no naturaleza y pretendiéramos hallar una prueba de la libertad de la
se producirfa el perpetuo retorno hacia una nuevavida, Platén voluntad en la fisica cuantica, indicariamos con ello que estamos
hace hablar a su Sécrates con un lenguaje que transmite la ciegos de antemano al rango de Ia libertad en el ser. La libertad
impresién de una naturaleza sin primavera. Asi, la concepcién no es ningtin hecho de la ciencia de la naturaleza. Kant la llama
ciclica de la naturaleza se traduce en un franco argumento en hecho de la razon; la fundamentacidn de Platén, por supuesto, es
favor del retorno del alma,de tal modo que Sdcrates dice, a modo otra. No pretende demostrar quela ciencia tenga limites, ni poner
de conclusién (71e), que el retornoa la vida, avaPidoKec@ar, es énfasis en la vida honrada. La fundamentacién de Platén también
unarealidad.Deello se sigue que,si los vivos nacen de los muer- tiene algo de trascendental y apunta la limitacién de nuestra
tos, entonceslas almas de los muertos no puedenperecer, sino raz6n humana frente al enigma de la muertey dela eternidad, En
que deben seguir existiendo. este sentido podria decirse que la «mala infinitud> de Hegel es
Entonces, muy sorprendentemente, el texto dice: kai tails pév también la posicién de Platén: por lo que respecta a la cuestién
Ye GyaWois cpewvoveivon, taic Se KaKkaiis KéKLOV (72e), lo que principal de la moralidady la vida, la dialéctica permaneceabierta,
significa que esta nueva existencia, necesariamente, ha de ser y no existe ningun resultado que puedallamarse prueba.
mejor para las almas buenas y peorparalas almas malas. Esta Esta comparacion entre Kant y Platén noserefiere, natural-
afirmacién parece tan desiigada de la demostraciénde la estruc- mente, al concepto de libertad, puesto que dicho concepto no
tura ciclica que algunosfildlogos !a han suprimido. No estoy segu- existe en absoluto dentro de la filosofia de Platén. Mas bien quie-
ro de que debieran hacerlo. Los manuscritos son undnimes, no ro decir lo siguiente: del mismo modo que Kant no fundamentsla
libertad mediante una prueba tedrica como Fichte en la razén
practica—, tampoco Platén pretende demostrarla inmortalidad del zig), invité a sus alumnos a buscar dos hojas exactamente
alma con la ayuda de argumentostedricos. En cambio, recurre a iguales.) El concepto matematico de igualdad es eldela igualdad
la figura de Socrates y a su muerte serena, de la que habla expre- perfecta, que no podemoshallar en la experiencia sensible.Al
entender de Sdcrates, lo mismo vale para el alma,la cual, como la
samente alfinal del didlogo.
igualdad ensi, no puede percibirse en la experiencia sensible.
Algosi se puede afirmar: queen todo ello se demuestra la ina- Biete Pero no pretendo una interpretacién exhaustiva del Feddn. Por
decuacién de toda argumentacién, a favor o en contra de la inmor- beaten!
ello me vuelvo hacia los dos antecesores presocraticos de la filo-
talidad del alma, que se sostenga sobre un concepto de alma de
curio naturalista. Querria hacer notar que no es casualidad que yo
soffa de Platén, tal y como son entendidos en los escritosplaténi-
cos. Con este fin, vamos a investigar las dos objeciones de los dos
utilice la expresin «naturalista» y no «materialistaa, siempre exce- pitagoricos «ilustrados» Simias y Cebes contra la inmortalidad del
sivamentearistotélica, Esta Ultima podria aplicarse la interpreta~ alma, que conducena la culminacién del didlogo.
cién del Sofista, pero veremos que ni siquiera en este Ultimo La primera objecién, formulada por Simias, es facilmente com-
didlogoes del todo apropiada. Lo «materialistay presupone a fin de
cuentasla idea como propor o forma,y conello el producir, como
prensible también para el pensamiento moderno:el alma no es
en el modelo del artesano que da forma al material. Por ello pre- més quela armonfadel cuerpo.Tan pronto como cedela fuerza de
fiero la expresién «naturalista», que por lo demas correspondeal éste, también cede la cooperacién armoniosa de sus miembros,
hasta que llega la muerte, con lo que el alma se disuelve por fin.
concepto griego de physis que también hallamosen este didlogo.
La autobiografia intelectual de Sécrates empieza, como ya hemos Este argumento deriva claramente de la ciencia de su época 0,

dicho, con la confesién de que se ha ocupado a fondo de los pro-


dicho con mayor exactitud: con su concepto de armonia, es un
blemas de la «naturaleza», Esto es shistoriax en sentido griego argumento tipicamente pitagérico. Por afiadidura, se acerca
mucho mas a la definicién aristotélica del concepto de alma,
esto es, , una relacién
lacié de lo que uno mismo
s ha observado;: por ejem - : la cualésta
segin 5 es «entelequia del cuerpo», y asi: la entera
rea~
lo, la relacié
plo, i
icidn de un viajero ica | lo que ha observado
que explica lidad del organismo vivo.
durante el viaje. Hay que comprenderen este sentidoeltitulo
nepi pdcemc iotopic, como una relacién de las experienciasvivi-
Acto seguido se le sumala objecién de Cebes: que la inmor-
talidad no se sigue de la transmigracién de las almas; el alma se
das porlos testigos oculares, como narracién de una persona que
havisto ella mismalas cosas de que trata en sus explicaciones. Se podria ir consumiendo mas y mas con la transmigracion porlos
sabe que éste era ya en la época del Fedénun titulo habitual para
distintos cuerpos y, al fin, disolverse definitivamentecon el ultimo
cuerpo. En esta objecién se refleja, sin duda, uno de los descubri-
los tratados acerca de la naturaleza, el universo, el cielo, etc
El segundo argumento, que Simias presenta como doctrina
mientos dela biologia de aqueltiempo. Sabemosque la ciencia,y
enespecial la ciencia médica, posefa ya en tiempos de Platén una
socratica bien conocida, es el de la andamnesis. Sécrates dice que
nocién de la incesante renovacidn del organismovivo. A partir de
el conocimiento tiene que ser un recuerdo, ya que cosas tales ahi podemos comprender la objecién segin la cual el alma, aun-
como los conceptos matematicos —comopor ejemplo 16 toov[la
igualdad|— no se pueden obtenera partir de la experiencia, en la
que traspaselos limites de una existencia individual, acaba por
consumirse al término de sus transmigracionesy, finalmente, se
que jamas se encuentran dos entes exactamenteiguales. (En rela-
cién con este tema, nos acordamos de Leibniz, que en Rosental
disuelve. Esta es una nociénldgica, dictada por la nocién natura-
lista del alma, la que se expresa en el concepto segtin el cualel
alma no es otra cosa quela armonfa delcuerpo y por tanto esta embargo, es una verdadsencilla la que yo defiendo: quealgotal
destinada a disolverse con él, como una historia comin, que en aleman designamos con la
Estas dos objeciones se perciben como una verdadera catas- expresién Weltgeschichte («historia mundial),tiene que ser rees-
trofe parala inmortalidad de! alma. Lo son en tal medida, que aun crito por cada nueva generacién. Me parece evidente que con
Fedén y Equécrates, los dos narradores del didlogo,interrumpen
hur
cada cambio histérico también deben transformarse las formas de
su explicacién para expresar su perplejidad. El profundo abati El inicio observacién y conocimiento del pasado. Esta verdad, con todo, no
miento que embarga su animo no tiene igual en ninguna poesia. La ilosotia
occidental se puede aplicar con tanta facilidad a la tradicion filosdfica, pues~
Indica que, en ese momento de elevadisima tensidn, el didlogo to que tal aplicacién implica el reconocimiento de que esta misma
adopta un giro decisivo. Sécrates responde, frente a la objecién tradicién no ha concluido conla gran sintesis de Hegel, sino que
de Simias, que el problema no reposa enlos conceptos contos alin se pueden dar otros giros del pensamiento que nos abran
que él lo ha formulado. En realidad, el alma no es lo mismo que
la nuevas perspectivas. Un giro de esetipo, por ejemplo,lo repre-
armonia, La armonia seria, mas bien, algo quela propia alma trata senta Nietzsche, quien, por lo que respecta a la solidez del traba-
de obtener o de hallar. En todo caso,el alma armoniosa no es algo jo conceptual, ciertamente no se puede comparar a Hegel. Con
que se dé en la naturaleza, sino unbien que le marca un rumbo a todo, ha impregnado toda nuestra posicién respecto al pasado y
la vida. Me parece claro que debemos establecer distinciones ha marcadoconello nuestro trabajo filoséfico.
estrictas en este punto. Nos hallamos ante un conflicto entre, por Esto melleva a hacer algunas precisiones acerca del concepto
un lado, una teorfa naturalista o, si se quiere, matematica de de conciencia de la historia efectual (Wirkungsgeschichtliche
la
armonia en tanto que ésta se constituye a partir de sus compo- Bewusstsein) que yointroduje. Esta implica que tomamosconcien-
nentes~, y, porel otro, con una armonia a la que el alma aspira cia de los prejuicios constitutivos de nuestra comprensién. Por
como su mas preciada meta. supuesto que no podemosllegar a conocertodos nuestros propios
Esta segunda objecién formulada por Cebesprecisa de una prejuicios, ya que en ningun momento nos hallamosensituacién de
respuesta mas compleja. Sécrates calla por unos instantes y se alcanzar un conocimiento exhaustivo de nosotros mismos ni de vol-
concentra. Luego comienza de la manerasiguiente: por morde la vernos completamente transparentes para nosotros mismos. Por
claridad es necesario, ante todo, esclarecer la causa del devenir
y otra parte, el hecho de quelos prejuicios sean constitutivos de la
del perecer (yéveoic y ¢80p4). Sélo asi se podrdllegar a entender comprensidn no significa en absoluto que la aproximacién a un
bien el sentido de la muerte. Para ello, Sécrates empieza a dar texto sea una decisién arbitraria del pensador o investigador. Los
cuenta de sus experiencias conla ciencia de su €poca, hastalle- prejuicios mencionados no sonotra cosa queel arraigo enuna tra-
gar al momento en el que se decide por emprenderotro camino, dicién; en la misma tradicin a la que se quiere hacer hablar en el
a saber:el camino delos logoi, el caminoa lasideas. texto interrogado.Enello radica la complejidad dela situacién her-
menéutica. Siempre depende del género de texto. El material de la
Ahora querria interrumpir el andlisis del texto para explicar una hermenéutica es nuestra cultura clasica, y a ésta la hallamos en for-
vez mas algunos conceptos de cardcter general que he apuntado mas diversas, no sdio enla ciencia, sino, ante toda, enla tradicién
ya. Para empezar, querria hacer una observacién hermenéutica de la teologia, la jurisprudencia y la filologia; con todo, esta claro
suplementaria, No cabe duda de que,en la linea de trabajo que he que nuestros condicionamientos mas fuertes sehallan a tal profun-
desarrollado, abogo por la mala infinitud que Hegel critica. Sin didad que no podemos conocerlos ni penetrarlos con la mirada.
Todo esto nos ayuda, por ejemplo, a comprender la diferencia enfrentarse a su propia ignorancia. En este sentido,la conclusién
queexiste entre Platény la «doxografia» de Aristételes. Los escri- del didlogo Lisis es ejemplar. Ni Menéxeno ni Lisis logran definir
tos de Platén no son apuntesdetrabajo, sino obras literarias y, por la amistad, y el didlogo se interrumpe de pronto, cuando los edu-
ello, la doxografia que aparece enestos escritos es muydistinta, cadores se inmiscuyen y llevan a los muchachos a su hogar. Esta
por ejemplo,de la que Aristételes ofrece en la Metafisica, la Fisica conclusién negativa es el modelo que volvemos a encontrar de
y el De anima. A su manera,los escritos de Platén se publicaron y Etinicio dr manera parecida entodoslos didlogos confutatorios. Siempre se
estaban destinados la lectura privada o publica en Atenas. Los
la Hlosotia
occidental mu" trata del mismo problema, a saber: que, parallevar una virtud a la
escritos de Aristoteles que se nos han conservado fueron desco- practica, hay que estar orientado hacia ella previamente de forma
nocidos durantesiglos; se trata de apuntesdeclase quetalvez se tedrica. A este respecto, se puede hablardel intelectualismo de
transmitieron en la tradicién oral durante algunas generaciones, los griegos, pero hay que aijadir que se trata de una intencionali-
pero no se ha conservado nada destinado a la publicacién; en dad que nunca encuentra conceptos plenamente apropiados. En
todo caso, nada que pueda considerarse como la tltima palabra Platén, que fue un gran escritor del rango de un Séfocles 0 de un
de Aristoteles. Shakespeare, esta intencionalidad se expresa, cuando los con-
Tomemos, en cambio, e! Feddn, Es obvio que no constituye un ceptos no alcanzan, en la accidn del didlogo; en el caso del Lisis,
tratado, sino una obra de alta literatura. En este escrito hallamos enla relaciéndialégica de Sécrates con los dos jévenes amigos.
descripcionesrealistas, y se consiguela plena fusion de la argu- En cambio, si tomamos el escrito sobre la Republica, hallamos
mentacién teéricay la accién tragica. Asi, el argumento mas pode- en él un Socrates que parece totalmente otro en su manera de
roso en favor dela inmortalidad del alma que se formulé en el conducir el didlogoy las pruebas. Platén quiere describir una ciu-
Fedén no es propiamente un argumento,sino el hecho de que dadideal en la que se constituye unaelite formada en el ambito
Sécrates se mantiene fiel a sus convicciones hasta el fin y las de la matematicay la dialéctica, que podré guiarla vida practica.
confirma consu vida y su muerte. El mismo argumento dela obra En mi trabajo Die Idee des Guten zwischen Plato und Aristoteles
desempefia el papel de argumentacidn. Al final del didlogo se (La idea del bien entre Platén y Aristoteles) defiendo la tesis de
encuentrael mito que describe la tierra en que vivimos y que ade- que ambos fildsofos tratan el mismo asunto, a saber: el problema
mas explica cémoesta tierra debe ser el escenario de una vida del bien y su materializacién en una ciudad ideal, Pero hay que
honrada. A la preguntaporla naturaleza del mundo basado sobre reconocer que el ethos presente en la Republica platénicatiene
el principio del bien, no podemos propiamente responder con una dimension utdpica sin paralelo en Aristoteles, Dicho ethos se
argumentos satisfactorios. Ocurre mas bien que comparecen los manifiesta de tal modo en la Republica platonica que en ella todo
mitos, con su especial sugestividad. El propio Platén trata de esta sujeto a normas, En ella es casi imposible hacer algo malo o
advertirnos de que no se trata de meras narraciones, sino que en contrario a las normas;algo inconcebible para un moderno.Si lle-
ellas se entrelazan también conceptos y reflexiones. Por ello, equi- vamos esta utopia a su extremo, sdlo un error de calculo del
valen a una prolongacién de la argumentacién dialéctica, en Gna «comité de planificacién» —asi podriamosllamarlo— podria causar
direccién en la que los conceptos y fundamentacionesldgicas no la ruina de esta ciudad ideal.
estandisponibles. Otra particularidad del didlogo platénico consiste en que los
La ignorancia socratica también es una figura literaria. Es la interlocutores de Sécrates se expresan de manera completamen-
forma a través de la cual Sdcrates conduce a su interlocutor a te insulsa —dicen «si», «no», «quizé», «naturalmente>—, sin que se
nos describa mds de cerca su caracter. Esto no es ninguna casua-
lidad. El autor lo ha querido asi. No pretende que nadie vea a
estosinterlocutores comotipos definidos, comosi se tratara de
una obra deteatro, En los didlogos de Platén, el interlocutor se
asemeja mas bien a una sombra enla que todo el mundo puede
reconocerse. Ex inicio de 5. El alma entre la naturalezay el espiritu
Estas indicaciones no deben servir tan s6lo para explicarlas 1a filoso’
ccidentat
diferencias entre un didlogo platénico y un escrito doctrinal de
Aristételes, sino tambiénla diversidad entre los textos proceden-
tes del propio Platén. Hay que interrogar incesantemente a estos
textos para que respondan de manera distinta cada vez, puesto
queel didlogo vivo, el entendimiento entre los seres humanosy la
participacin en una tradicin escrita estan estructurados detal
manera que todo ocurre sin necesidad de un impulso exterior, La
tradicién no es algo inmévil, no sefija de una vez para siempre
Carece de leyes. Tambiénenel caso delaIglesia se thata de una
tradicién viva y del didlogo constante con dicha tradicién Volvamosal texto platénico que nossirve como guia. Laparte mas
importante de la conversacién empieza (96a)con la respuesta a
Cebes,introducida por un largosilencio, y de hecho se trata en
ella una cuestién de principio para el conocimiento en general. Es
validopara todo conocimiento (Ax) el que se deba buscar siem-
pre la causa cuando se investiga el devenir y el perecer.
Este es el instante enel que Socrates empieza a narrar qué le
ha acontecido en relacién con este querer-saber (sus né@n, sus
experiencias dolorosas). Dice que estudié con gran interés las
ciencias de su tiempo. Esta claro que su explicacién se refiere al
conocimiento de la naturaleza propio de su tiempo y a la medicina
de su época. Asi, Sécrates dice haber tratado de comprenderel
«alma» a la manera de esas ciencias que nosotros hemos exami-
nado bajo el epigrafe de naturalismo: de qué manera se forma el
«alma»; si el cerebro es el asiento de las sensaciones; cémo pro-
ceden de ellas la memoria yel recuerdo,y luegola opinion, y
cémo dela consolidacién de la memoria y el recuerdo, asi como
de la opinion, surge el saber. Entonces, cuando meditamos quela
memoria esla capacidad de retener algo, de tal manera que per-
de la causa, a saber: el nous, y conello al problema de cémoel
manezca siemprepresente y en el recuerdo,y que tambiénla opi- uno deviene endos. Pero,al fin, también se habia visto defrauda-
nién es algo que aspira a conservar siempre y en todo momento
do de tales esperanzas. Este pasaje es muy conocido y sdlo lo
su validez, nos encontramos con el primer indicio del problema
traigo a la memoria porque en él se encuentra una confirmacién
platénico: cémo, en general, el torrente de experiencias sensibles
puede constituir algo estable. También para nosotros es un pro- \ de nuestra propia perspectiva interpretativa. La esperanza de
blema enigmatico: cémo en el marco del organismo fisico se Elinicio a imHake
ve mite Sécratesy su critica de Anaxagoras y de la funcién del nous indi-
constituyela intencionalidad del pensamiento. Aqui, Platén sefiala
la Slosoft
‘occidental t acts y cana las claras que aqui falta un aparato conceptual a la medida
delo pensado.Esta claro que, cuando Anaxagoras habla de voos,
por primera vez este enigma, entendido como contraposicién
Sécrates quiere atribuir a esta palabra un significado tal como
entre fluir y permanecer,y, con ello, el temaprincipal de! Teeteto.
«pensar, «ordenar, «planeary, de hecho, Anax4goras presenta al
Comoconclusion, Sécrates reconoce que todos sus esfuerzos
nous,enel texto conservado (gracias al celo de Simplicio), como
por saber han quedadosin recompensa;sf,al fin ha resultado que
ni siquiera entendfa las cosas que previamente habia creido cono-
primer autor del orden del universo —casi en el sentido de una
teoria de la formacién del mundo-,pero finalmente, al describir el
cer, como,por ejemplo,el crecimiento humano.llustra el caso con
proceso, Anaxagoras sdlo se refiere a la actuacién fisica del nous
la ayuda de una argumentacion cuantitativo-matematica, la cual,
en la formacion del mundo.
sin embargo, entrafia unadificultad légica. Porque Sécrates dice
Al retomar la interpretacién del texto, constatamos que
que anteriormente habia creido que la causa del crecimiento
Sécratesle replica (89c) que el verdadero origen de cada cosa es
humano se hallaba en que el organismo recibia elementos mate-
el bien, asi como su determinacidn interna. Basdndose en dicha
riales mediante la alimentacién. Pero ahi se esconde el problema
pretension, critica las diversas teorias acerca de la situacién de la
de cémo se forma lo duiplice —y con ello se refiere al mismo tiem-
tierra en el universo: las que presumen quela tierra se mantiene
po al dos con respecto al uno-, si mediante la adicién de una
inmévil porque la circunda el movimiento del universo cual enorme
nueva unidad o por medio de la divisién de la unidad. Nos encon-
recipiente, o porque se suponequese sostiene sobre el aire como
tramos con la paradoja de que tanto la adicién como la division
sobre un cojin, o también porque se cree que Atlas carga con ella.
puedenserla causa del surgimiento de la duplicidad. Esto, por si
Al entender de Sécrates,todas estas representaciones son como
mismo,es contradictorio. ECémo puede ser posible?
la conocidafabula india, segUnla cual el globo terraqueo reposa
Para nosotros, la respuestaevidente es que, cuando hablamos sobre un elefante, y éste, a su vez, se yergue sobre una tortuga...
de afiadir o reducir, no estamos tratando un verdadero proceso.
conlo cual no se acaba de entender por quéla tortuga notiene
Habria que contemplar el problema en una dimensién ontolégica
que hallarse también encima de algo. Si queremosevitar esta
completamente distinta y no, ciertamente, en el contexto del pro-
regresién infinita, debemos buscar la respuesta a la pregunta por
blema acerca de lo que sea propiamente la causa del formarse y
la causaenalgo que noseafisico; asi, por ejemplo, en el bien
del perecer. De hecho, vamos a empezar con elsiguiente paso Pero, de este modo, la argumentacién varia completamente de
que da Sécrates para superarla primera y claramenteinsuficiente
sentido. Ya no se trata de unahistoria (iotopia), ya no se trata de
forma de la pregunta por la causa del devenir y el perecer. En
buscar algo que pueda sostenerla tierra. La pregunta, formulada
efecto, Socratesafirma, como sabemos,que en su busqueda dela
causa de tales cosas encontré el texto de Anaxagoras, y que
de aquella manera, no tiene respuesta. En la Critica de la Razén
Pura —0, con mayor exactitud, en la «Dialéctica trascendentab—,
entonces creyé haberhalladofinalmente una solucién al problema
Kantrefuta la posibilidad de una cosmologia racional. De todos
los resultados que se obtienen a partir de los hechosfisicos. Eso
modos, con ello persiste el problema del nacimiento del mundo, el
es lo decisivo. Los tedricos del conocimiento pertenecientesal
problema de su inicio y de su determinacién; una pregunta que
Ambito lingiistico anglosajén que hantratado este modo de argu-
nos formulamas comoexigencia de la razén pura, pero que queda
mentacién reconocen su valor légico, pero echan de menos, en
sin respuesta. Contodo, el Sécrates platénico dice que el bienes
este contexto, el criterio decisivo de verdad, a saber: la experien-
el origen del que deriva el ordendel universo en su totalidad, ef
gira enive cia. Es cierto que Platén no menciona para nadala experiencia.
mundode los seres humanos con supraxis y el ordendel univer- Paina y
ey Pero épor qué no? El motivo es que aqui se esta tratando del
80 con todos sus componentes, conel sol, la luna las estrellas,
logos, del conacido girohacia los logoi. A ojos de Sécrates, el uni-
la tierra, etc. En la idea del bien aparece por primera vez «ia tota~
verso lingiiistico tiene mas realidad quela experiencia inmediata.
lidad» en unsentide que difiere en lo fundamental deldela totali-
Asi, igual que el sol ~seginla famosa metafora— no puede ser
dad entendida como suma delas partes, cuando es concebida,
observado de manera inmediata, sino tan sdlo por medio de su
comobien puede decirse, entanto que objeto de la historia. Aqui,
imagen especular enel agua, también aquel que quiera informar-
Sécrates formula comotarea lo que luego se desarrollard en la
se sobre la verdadera constitucién de las cosas hallara mayor cla-
Fisica de Aristdteles, a saber: una interpretacién de la realidad que
ridad enlos logoi queen la traicionera experiencia sensible
se baseenla idea del bien. Asi es como, alfin, serealiza la estruc
Asi, Platén exige que toda hipdtesis se explique de acuerdo
tura teleolégica dela filosofia natural griega, yésta, en cierto sen
con sus consecuencias, y enello se sostiene sucritica a los
tido, conserva su actualidad. Sugiere el concepto de unatotalidad
detractoresde la ldgica, Cuandose renuncia a explicar el conteni-
donde la naturaleza, el ser humano y la sociedad son contempla-
do deun concepto, la discusiénes esteril. En el usode palabras y
dos como miembros de un tinico sistema. Desdeesta perspectiva,
argumentos, siempre es facil incurrir en contusions. En ello se
las ciencias modernas pueden compararseconla historia antigua:
basa la técnica argumentativa de lossofistas. En tanto que se ha
acumulan un numero indeterminado de experiencias que no pue
despliegadoel contenido verdadero de una hipstesis, ésta alcanza,
den erigirse nuncaen fotalidad, porque la totalidad no es ningun
mediante la indagacién, su verificacion légica
concepto dela experiencia, no puede darse como tal. Pero, cémo
En este punto, comienza la argumentacionsegtinla cualla
es posible alcanzar una solucién convincente y segura de este
causa puedeequipararse con la idea. Partede la idea dela belle
problema de la causa? En este punto empieza la respuesta posi-
za, de! bien, de lo grande,etc, Estaclaro que existe un paralelismo
tiva de Platén,y empieza, ante todo, con el establecimiento de una
norma: hay que presuponer como cierta en cada caso la hipotesi
entre estas entidadesy las de la matematica: tampocola belleza,
s el bien ylo grande derivan dela experiencia. Aun asi, el eidos
que parezca especialmente convincente y segura, y tener por cier-
tas las consecuencias que se desprendan de ella. Pero,
parece hallarse de algtin modo enlas cosas. Lodigo con extre-
en este mada prudencia. Porque aqui no hay ninguna separaciénontolégi-
caso, *hipétesis» nosignifica lo mismo que en ia terminologia de
la teoria inoderna dela ciencia. No se nosesta diciendo que la
ca como la que postula Aristoteles, sino que se dice (100d) que,
sin presencia de i belio. Ni en este
validez de las hipstesis tenga que verificarse mediante la expe-
texto, ni enlos demasescritos de Platon, se encuentra nuncauna
riencia, esto es, mediante los «hechos», No,aqui se esté tratando
teoria masprecisa dela participaciénen la idea... lo cual es obje-
simplemente dela coherencia légica e inmanente de los concep-
to de critica por parte de Aristételes. Platén es compietamente
tos. Las consecuencias delas que se habla eneste pasaje no son
libre en la eleccién de los conceptos que formulan la relacién
entrela ideay lo particular. No estan separados como querria la Al reflexionar sobre la ligazn entre diversasideas, se constata
critica de Aristdteles, para la cual la idea es una mera duplicacién
queel alma, comoprincipio de vida, tiene que estar ligada necesa-
del mundo. Este Ultimo punto tiene una importancia decisiva. La
riamente a unaidea, a saber: la idea dela vida, que no puede unir-
Academia conocié muchasteorias acerca de {a estrecha relacién
se con la muerte. En este pasaje encontramosalgo que, a mi juicio,
entre lo general y lo particular, pero no existia un concepto de su
los intérpretes no parecen haber comprendido de manerasatisfac-
separacién. Porel contrario, era fundamentalla separacién entre Et imo de Wana entre toria. Esta conclusion de Sécrates les parece convincente a los
la Hosotia Wratusleze y
la matematicay la fisica. Ahi radica el tremendo avance de Piaton occidental Mampi interiocutores y también al lector. Si, ciertamente,la idea del alma
respecto de los pitagéricos. Arquitas, por ejemplo, fue un mate- no se puede unir conla idea de la muerte, por cuanto que esta
matico destacado, que también sabia que la matematica no trata
unida a la vida, Lo cualsignifica queel alma esla propia vida y, en
del triangulo dibujado enla arena, sino que éste sdlo es una ima-
consecuencia, esta claro que es «sin muerte» (&@dvatoc). Aqui,
gen de su verdadero objeto. Con todo,los pitagdricos no habian como es obvio, se trata abiertamente del alma comoprincipio de
logrado formular de manera conceptual cuales el objeto verdade- vida, aunque de una maneraespecifica. Para Sécrates, sin embar-
0, «puro», de fa matematica, Sus matematicas terminaron siempre go, el alma es, ante todo, la orientacién hacia las esencias puras,
enla «fisica».
las ideas puras. En cualquier caso, la conclusién parece clara.
No obstante, la separacién entre matematica y fisica no signi- Pero Sécrates prosigue de manera sorprendentepara el lector
fica que los ntimeros y las figuras geornétricas existan en otro moderno(106ay sigs.) Afirma que el alma, en tanto que inmortal,
mundo,Del mismo:moda,la belleza,la justicia y el bien no son en también es indestructible e indisoluble (GvasAe@poc). El significa~
ningn momento un segundo mundo de esencias. Esto Ultimo es do de la palabra G@dvartog esta claro. Se trata de un vocablo tipi-
una ontologizacién erréneadelas intenciones de Platén, origina- co de la tradicién épica de los griegos y alude a ja elevacién hacia
da porel influjo dela tradiciénposterior. Se perfila ya enla critica una forma de ser mas elevada. Esel predicado de la divinidad, los
de Aristételes, quien, por su parte, se guiabe porsuinterés en la aqanatoi de Homero. Pero équé significa @viAeOpoc? Ahi, la
fisica. Es el neoplatonismo —asi llamamos hoy aesa tradicién— el
argumentacién se vuelve muy dificil, Ante todo hay que notar que
primero que convierte a Platén en un pensador de la trascenden-
transcurre paralelamente a la anterior demostracién de la inmor-
cia, y esto ultimo fue también el Platdn del siglo xix.
talidad. Los textos en los que se habla de ello parecen considerar
Luego,la argumentacidn de Sécrates conduceal postulado de como totalmente evidente la equivalencia entre inmortalidad e
quela idea noessélo idéntica consigo misma,sino que se mues- indestructibilidad, como también confirma Aristoteles (Fisica
tra indisolublemente unida a otras ideas. Asi, por ejemplo,la cali-
203/13). Entonces, nos asalta naturalmente la sospecha de que
dez esta claramente ligada al fuego. Esta relacién de las ideas podria habersido Aristételes quien introdujo esta inseparabilidad
entre si es el punto mdsinteresante. Sdlo porella existe el logos. entre inmortalidad e indestructibilidad en la tradicién doxografica
Este no es la simple aparicién de una palabra aislada. sino la de los presocraticos. Pero no podemosolvidar que fue Platén
unién de unapalabra con otra, la unién de un concepto conotro. quien,en el Feddn, hallé los argumentosdecisivos. Aunque, équizd
Sélo de este modo es posible la demostracidn légica y precisa- tuvo razones para ello? Partiendo del trasfondo religioso del pita-
menteenesto consiste la explicacion delas implicaciones conte- gorismo, que estaba desapareciendo ya, Platén trata de hacer
nidas en una hipotesis, 6Qué resulta de todo esto porlo que se prevalecerla idea de la inmortalidad y la creencia enla transmi-
refiere al tema «alma»? gracion de las almas (contra la amenaza del materialismo), a la vez
que poneenjuego, claramente,un Ambito eidético, el de lasrela- de la vida y, a la vez, como asiento del pensamiento. La tensién
ciones tal y como se comprendenenla matematica. Si se sigue la entre estas dos concepciones del alma deviene en problema. En
argumentacién platénica entera eneftexto (106a-b), se entiende la matematica y en la dialéctica, «pensar» no es lo mismo que
que el concepio de inmortalidad, con la ayuda de! concepto de «pensaren elsentido del proceder metddico de la ciencia moder-
indestructibilidad, se eleva a este plano eidético. IAst lo dice el na, sino que hay pensar cuando el ser esta presente. Conello
texto! Estos dos elementos —comolo par y !o impar, 9el almay la quiero decir que Platény Aristételes estén convencidos de que,
muerte— no se puedenunir entre Esoes evidente, entanto que sin vida, no hay pensar, ni noussin psique, puesto que el pensar
uno no puede tomaral otro dentro desi, Donde existe uno, el otro no es otra cosa que esta presencia y, como tal, es vida. Estos dos
no puede existir, No obstante, alguien podria pensar que «uno aspectos —la vida y el pensar— no se pueden separarel uno del
perece y ei otro toma su lugars, Pero esto tiltimo sélo puede ser otro, segtin parece, y lo mismo se descubreenlafilosofia moder-
na, en la medida en que ésta es tanto filosofia de la vida como
afin, comopor ejemplo el fuego y ta calidez) sdlo comorasgos de filosoffa de la conciencia y de la autoconciencia. Como es sabido,
/ no como«ideas. Comorelacioneseidéticas, sélo son algo la fenomenologia hegeliana expone la transformacion de !a
comoel concepto de igual y de noigual, invariable en su ser estructuracircular del ser vivo en reflexividad de la conciencia, La
ensi, que se realiza incesantemente en los numeros pares 9 trasposicién de la vida en autoconciencia es fundamental para
impares, igual que el alma inmortal de los verdaderospitagéricos todo el idealismo aleman.
regresa en nuevas encarnaciones. Por lo demés, este problema no se encuentra tan sdlo en el
Por ende, al Feddn presenta —a mi juicio~ una anticipacién de Fed6n, sino también en Aristételes. En el De anima, Aristoteles
la critica a la equiparacién pitagérica de! ser con las matematicas, dice con claridad lo que ya se encuentra en Platén —aunque solo
que posteriormenteseelabora en la teorfa de las ideas y halla una sea en forma narrativa y mistica—, a saber: que las partes del alma
clara confirmacién, sobre todo, enel «tercer género» de! Filebo. Al no constituyen una division propiamente dicha, puesto que el alma
fin, el mundo delas ideas no es aquel otro mundo quesdlo perte- es siempresdlo una, tanto en sus funciones vegetativay afectiva
nece a fos dioses. comoenla teorética. Este es el enigma del alma, que consiste en
Como trastondo se podria dar, ante tedo, el hechode que el no estar constituida, a diferencia del cuerpo, por drganosindivi-
concepto eleatico del ser o del uno casa mal con la transicién a duales diversos, cada uno con unafuncidn, sino que obra en cada
1a nada. El deseo, no suprimible dela vivencia humana, de supe- uno de sus aspectos con concentraciénintensiva. A la luz de
rar la impensabilidad de la muerte mediante el pensamiento de estas reflexiones podemosentendercuales el sentido de quela
la inmortalidad, también hace aparecer como impensable Ja filosofia oscile entre el inicio entendido, por un lado, comoorigen
transicién a la nada. Por ello, lo mas interesante es este con- de la vida, y, por otro, del conocimiento y el pensamiento. Est&
cepio de éke@pos,de la ruina, «de la nada». Es el concepto de oscilaciéntiene su fundamentoenla propia constitucién del hom-
algo que —en contraposicién con la muerte que siempre aquar- bre, No se trata de mera confusién, sino de un intercambio vivo
da a la vida (@avatog)— no compareceen la experiencia, en la entre las distintas formas en las que se articula la vida humana
conciencia del ser humano. comoentelequia.
En el fondo,la duplicidad de la pregunta es una consecuencia La conclusién final que Sdcrates halla a este problema en el
dela polivalencia del concepto de alma, que figura comoorigen Fedén (106d) reza que lo inmortal también es indestructible, y que
ocurre con el alma igual que con lo par: aunque no pueda do pensar que el mundo de las ideas pertenezcasdlo a los dioses
volver-
se impar, tampoco puede desaparecer. Dicho de otra manera y el mundo de los hechos solo a los mortales. ;
: al
final se otorga que elalma es inmortal, y por lo tanto debe admi- Todo esto tiene importancia para comprender mejor qué es
tirse que también es indestructible. Puesto que, de hecho, Dios propiamente lo que se esconde. tras la dialéctica platénica de la
y
'a idea dela vida serian igualmente inmortales e imperecederos. inmortalidad y la indestructibilidad en el Feddn. Por supuesto, la
Sin duda, estamostratando con una argumentacién que adolece Elinci presencia del alma en lo individual, fundamentada por su misma
de una debilidad, La aceptaciénde la inmortalidad, al fin, provien fa los evidencia y no mediante argumentos,esta relacionadaconla tra-
e occidenta
del asentimiento. Aunque Simias parecepercibir esta debilidad, se dicién religiosa. Sécrates llega finalmente a la conclusién de que
sobrepone todas las dudas con la afirmacién de
que, en cual- el alma, tras la llegada de la muerte corporal, sigue existiendo en
quier caso, es mejor llevar una vida honrada. Seguin la interpreta- otro lugar, a saber: en el Hades. En este pasaje,la tradiciénreli-
cién mas comtn de este pasaje, lo que se demuestra alfin esla giosa esta muy presente, aunque, sin duda, de manera nada vin-
inmortalidad de la idea de la vida, de la idea del
alma,no la indes- culante. Hay que tener en cuenta lo siguiente: mientras que
tructibilidad del alma individual. Este problemasigue vigente a lo Socrates afirma (106d) que hay que admitir que «el dios» (6 @e6c),
largo de toda la historia de la filosoffa. Pignsese, por ejemplo, en a causa de su inmortalidad, no puede perecer, le responde su
el averroismo y en los procesos a los herejes, en
el Maestro interlocutor que esto se debe concedera todoslos dioses (napa
Eckart y otros. 6Qué hay que pensar al respecto?, éhay que sos- 8e@v). Ahora bien: aunque la multiplicidad de los dioses, asi como
tener que Platén no cayé enla cuenta de este problema y que, por la imagendel Hades,pertenezcaa la tradiciénreligiosa, «el dios
Consiguiente, solo demostré la inmortalidad de
la idea dei alma y significa aqui lo mismo que «lo divino», y ello indica que, si bien
no la del alma individual? Con ello volvemos Platén quiere enlazar con la religion convencional, también enlaza
sobre un problema
fundamental de la filosofia platonica, a saber:l con un concepto racional que la confirma. Con todo, quisiera afia-
a relacién entre lo
general y lo particular, relacién que no se tematiza. Sélo en el dir, a modo de aclaracién, queal hablar del «dios» no apunta,por
marco de fa tradiciénulterior nacen conceptos relati
vos a la inma- supuesto,a ningun monoteismo, sino algodivino indeterminado.
nencia del uno enel otro. Se incurre en un puro aristotelismo A\ fin, por lo que respecta a esta tematica, se puede extraerdel
cuando se pregunta qué ocurre en Platon conla relacién entre lo Eutifrén una excelente aclaracién de por qué Sécrates sentia
Particular, que es un datoindiscutible,y 1o general, a lo que uno se reservasantela religiéntradicional de su ciudad
Puede referir de modo realista o nominalista. Este tema, que pos- Digamos, comoconclusién, que con mis explicaciones he que-
teriormente sera muy discutido enfilosoffa, apenas si tiene pre- rido demostrar que los argumentos planteados en el Feddn en
sencia en Platén, Para él es evidente que la verdadera esencia, el favor de la inmortalidad del alma se desarrollan siempre en el
verdadero ser, se manifiesta en el lenguaje, y que el lenguaje marco de una reflexin teérica resultante de la duplicidad de fun-
puede alcanzar con palabras lo que es. La Psique
no es sdlo un ciones de aquélla. Esta puede ser tanto conciencia comoprincipio
concepto general, sino que es la omnipresencia de la de vida.
vida, parti-
cularmente en el ente vivo. Lo que aparece como debilidad en la
argumentacidn de Sdcrates confirma en verdad que
no es posible
una separacién entre las ideas y lo particular. Se puede
hallar una
nuevay drastica confirmacion en el didlogo Parmén
ides: es absur-
6. Del alma al logos: Teeteto y Sofista

En el camino que conduce desdeel concepto de alma como ori-


gen de la vida hasta la nueva orientacin socratico-platénica hacia
el conocimiento y la matematica, el Feddn constituye, como ya
hemosvisto, un primer paso. El Teeteto intenta, de algtin modo,
arrojar nuevaluz sobre el problemade la oposicién entre los con-
ceptos vitalista y espiritualista del alma.
La conversacién empieza con ta definicidn del saber como
aisthesis 0 percepcién(151e), (Cuidado! El que identifica saber y
percepcién es un matematico como Teeteto. Eso significa que
aqui no se esta hablando de la funcidn de los sentidos. No se trata
del concepto aristotélico de aisthesis, sino de la inmediatez, de la
percepcién que se correspondeentodoconla evidencia y de la
que se sirve la matematica, y que es distinta de la «mera» demos-
tracién. Digamos, a modo de aclaracién, que aqui se ha empleado
el término «mera» en el mismo sentido que tiene en la expresion
griega yiAol Adyou. Teodoro de Cirene dice que enla juventud se
entregé al desnudo(«mero») hablar, y que luego, sin embargo, se
volvié hacia la matematica, en la que se hallaban evidencias. Asi,
quedaclaro que «percepcidn»,en este contexto,significa eviden-
cia, en el sentido de «eso es lo que se ve». En igual marco se una invencién de Platén. Cuesta creer que Mario Untersteiner haya
expondrd luegola verdadera teoria de la percepcién como chocar incluido este capitulo del Teeteto en su coleccién de fragmentos
0 encontrarse con la realidad (153e). Esta teorfa se vuelve a
de los sofistas. Es evidente que no habla el propio Protagoras,sino
encontrar en forma sumamente refinada, podrfamos decir prota- una interpretacién de Protagoras: una interpretacién extremada-
gorica, en Alfred Whitehead, pero tambiénenla Unicacita larga de menterefinada, por lo dems,que tiene un graninterés parala filo~
soffa moderna. En efecto, nos muestra de nuevo el problema de
Platén que aparece en Wittgenstein (en las Investigacionesfilosé- Etinicio
ficas). En este mismo pasaje del Teeteto, Sécrates explicala teo-
la flosotis
occidental cémola observaciény la interpretacin de lo factico pueden expli-
ria de que la percepcién esuntipo defisica y se asemeja a un carse sdlo a partir del espiritu.
encuentro de movimientos en el que el movimiento maslento se La construccién platénica aparece claramente en otro pasaje
parecea la inmovilidad, mientras que el mas rapido parece algo (180-181), en el que dos posiciones se enfrentan como dos com-
que fluye y se transforma (156d y sigs). petidores: por un lado los Oéovtes, esto es, los que defienden el
fluir y afirman el eterno fiuir de las cosasy, por el otro lado,los
Sabido es que Socrates demuestra que no es posible quedar-
se conestafisica de la percepcidn. La percepcién no consiste tan GtaGLdtOL, UN juego de palabras con el que describe a aquellos
sdlo en el movimiento fisico, tal y como la entienden Empédocles que, como «insurrectos», se declaran por la inmovilidad el ente y
y otros, por ello son revolucionarios. En realidad, otacidtn¢ significa algo
asi como revolucionario en el lenguaje popular, y ciertamente se
Conocemosbien la teoria de la visién procedente de Empédo-
trata de una revolucién, como una insurreccién contra el punto de
cles, puesto que Teofrasto nos ha transmitido la parte de la obra de
Empédocles en {a que éste trata dicho tema. Obviamente, la teoria vista prevaleciente que postula elfluir general, cuando se persiste
en la identidad delser, de lo inmévil y de lo estable.
del encuentro surge con Empédocles y se mantiene hasta
Tras haber demostrado que el saber no puede equipararse aqui
Protagoras. El punto decisivo de la argumentacién de Sdcrates es:
que la percepcién no es un encuentro entre los ojos el ente, sino conla percepciénsensorial, sino que pone en juego el alma, se for-
que el ojo ejerce exclusivamente como érgano del alma en la mula una segunda respuestaa la pregunta porla esencia del saber:
el saber es 8dEa, opinién. No me detendré mas en esta complicadi-
vision. Aunque veamos con ayuda del ojo, no es el ojo el que ve
sima respuesta, porque,en lo esencial, se asemeja mucho a la ante-
(184d), En el transcurso de esta explicacién, Platéntrae a colacién
a sus predecesores, desde Herdclito hasta Empédocles y rior, y porque la tercera y Ultima respuesta merece un interés

Protagoras, pero menciona también a Homeroy Epicarmo,presen- especial, Esta respuesta dice: el saber es Ia opinién acompafadadel
logos. Es la opinién fundamentada racionalmente. Es evidente que
tandolos a todos ellos como defensores del fluir general de las
con esto hemosllegado a la meta hacia la que tendia todo el didlo-
cosas, como si ninguno de ellos hubiera ofdo nada de Parménides.
go, a saber: comprender el saber como logos. No obstante, la forma
Tiene que quedarclaro que esto es ironia, fantasia, una construc-
cién que brota del espiritu de Platon. En verdad, el concepto del en que se presentaesta definicién es muy insatisfactoria. La raz6n se
fluir no se puede separar del concepto delo inmévil. Uno implicaal presenta comoalgo afiadido, que se afiade a la opinion, mientras que
ésta existe previamente y sdlo resulta confirmada y reforzada con la
otro, como ya he mostrado enel andlisis del Fed6n, al ponerse de
manifiesto que el recuerdo y la opinién son una aproximacién a lo unidn. Pero eso no esel «/ogos». El logos no es la simple expresion
idéntico y lo permanente. Sobre todo, la comparacién conla posi- de una opinién segura, y seria un error entenderlo meramente como

cién de Protagoras, tal como apareceeneste texto de! Teeteto, es exteriorizacién y como opinién rigurosamente expresada.
EI Teeteto termina asf con un tema, el logos, cuya definicién
peculiar (kor ett tpoaGev), comosi los eleatas hubieran empe-
adecuada no se aicanza eneste didlogo y aparece luego en
el zado antes de Jenéfanes. Creo que, en cierto sentido, esto es
momento central del Sofista. En este sentido, la conclu
sién del verdad. Seguramente,la filosoffa eleata representa una respues-
Teeteto es en realidad una introduccién al Sofista
ta a los primeros intentos de explicacidn filosdfica del universo,
iTomemos ahora el Sofistal En este didlogo (242cy
sigs. los que aventuraron los milesios. El verdadero significado de
nuestro interés por los presocraticos encuentra una
exposicién El isicio
la filosofia
Jenéfanes se encuentra en alguna otra parte: da testimonio del
muy detailada, algo asi como una doxografia, que tambié
n es muy occidental cambio de intereses enel seno de una sociedad de aristécratas
importante para la doxografia aristotélica posterior. De hecho,
quese interesa, no ya por Homero y Hesiodo,sino por una nueva
pueden descubrirse en Aristételes numerosas refere
ncias al ciencia. Jenéfanes era un simple rapsoda que recitaba textos de
Sofista (242cy sigs.). Platn expone criticamente a los autores
la mitologia griega debidos a Homeroy otros poetas. Luego, en
masantiguos como productores de narraciones miticas
. El inter- Sicilia, donde por aque! entonces habia surgido una nueva socie-
locutor de Sécrates, un forastero procedente de Elea
que se ha dad, tratéel universo comodivino en sus elegantesversos y mos-
desplazado hasta Atenas, habla acerca del ente y afirma que, al
trd que aquellos «dioses», en realidad, no eran como los que
parecer, todos los que han hablado de éste
se han limitado a
relatar cuentos. Uno dice que existen tres entes: tres principios aparecian en la mitologia. En todo caso, me parece que este
pasaje de Platén no se puede considerar una fuente historica
que altermativamente luchan y se unen entresi, No podemospre-
para la precisin dela cronologia de los presocraticos, aunque si
cisar a quiénse refiere. Se ha intentado ponerlo en relacién con
tiene, como luego voy a exponer, otrosignificado.
muchos autores, pero, en mi opinidn, no existe una soluci6nsati
factoria, y creo que esta circunstancia obedece a un
s- Al cabo dela enumeracién se menciona a las Musas jdnicas,
rasgo carac- término con el que se hace abierta referencia a Heréclito y
teristico de los escritos de Platén, a saber:
que estos escritos no Empédocles, y puede considerarse también un ejemplo clasico de
pueden emplearse para obtener informacién histérica precisa.
la descripcién socratico-platénica de sus antecesores.
Luego, el forastero prosigue: otro ha dicho que existe
n dos esen- Nos preguntamos ahora cudl es el sentido de la entera enu-
Cias: lo himedo lo seco, 0 Io calido y Io frio, y que entreellos se
meracién. Claramente, se trata de una clasificacién de los prede-
establecen vinculos. La tercera Posicidn la sostienen
los de Elea: cesores de acuerdo con el criterio del numero de principios que
*EAeatixov £@voc, amd Eevogavoug te Kai
Ett mpdcb_ev postulan. Seguin elprimergrupo,existentres principios;para el se-
GpEdpevov. Segtn dice, comenzaron con Jendfanes,
antes, Esta explicacién resulta misteriosa, y
0 incluso gundo, sélo hay dos; fos eleatas dicen que sdlo hay unoy, seguin
seguramente no Herdclito y Empédocles, se da lo uno lo miiltiple, que en Empé-
debemosaceptarla como testimonio de que Jendfa
nes fund6 la docles se alternan, mientras que en Herdclito constituyen una uni-
escuela de Elea. Todos los elementos que podrian
justificar tal dad dialéctica. Asi pues, no se trata primariamente de una orde-
interpretacién se hallan en grado insuficiente: con
toda seguri- nacién cronolégica, sino de una clasificacién légica de estilo
dad, no existié ninguna «escuela» eleata, y Jenéfanes tampoco
fue su fundador. Probablemente, tampoco
pitagérico, que de alguna manera estdrelacionada con el enigma
tuvo trato con de los numeros.
Parménides. Soy plenamente consciente de que esto se contra-
A esta clasificacion se le afade una perspectiva nueva y mas
dice con la tradicién doxografica que tiene
Aristoteles. Pero el propio Platén se expresa
su origen en reflexiva. El forastero procedente de Elea explica (243a) que
de manera muy aquellos que han debatido el numero de principios han avanzado
en cada caso por su propio camino sin preocuparse por «noso- del alzamiento deios titanes contra el Olimpo (Teogonia 675-
tros» —por nuestra capacidad para seguirlos y entenderlos—. 6Qué 718), La metafora se dirige también a los que reconocenel ser
do
significa eso? Llegados a este punto, tenemos que volver sobre en lo tangible, y esta perspectiva se entiende en un profun
el inicio del discurso. Se habia dicho que, al parecer, los primeros sentido ontoldgico, no enel sentido moderno por el que «ser
pensadores sdlo relataron cuentos cuando hablaban del numero significa lo que se aprehendepor la experiencia y puede ser
de principios. En consecuencia, existe una diferencia entre la Et inicioth
la flosotes
medido, sino enel sentido de que ser es dynamis, esto es, !o que
narracién de mitos, comtin a todoslos predecesores,y otra apro- occidental produceefectos, Esta es la expresion con cuya ayuda elfilésofo
ximacion al problema que propone ahora el interlocutor de trata de definir, en este contexto, el sentido del ser
reconocido

Sécrates. Este interlocutor eleata muestra que es necesario dar en lotangible. Es la resistencia que el ser opone la penetra-
de un
un nuevo paso adelante enla reflexién. Ante todo, es necesario cidn, lo que Demécrito llamaba solidez. También se trata
comprenderel significado del ente, que simplemente se daba por conceptodindémico y puesto porla razén, Este concepto se intro-
presupuesto en los pensadores anteriores. Estos pensadores duce en la conversacién cuandoseobliga a los «materialistas»,
uencia de
narran sin mas cémo los entes se unen, cémo surgen, cémo se puestos frente la «vida», a admitir la inevitable consec
relacionan entre si. Describen todo esto como un proceso, mien- que, encierta medida, hay alma virtud, puesto que podemos
tras que el problema consiste ante todo en comprender el sentido contemplar los efectos que producen; asfse llega al concepto de
delser. En consecuencia, el desarrollo posterior del didlogo con- dynamis.
siste en el examen de este preciso problema. Lo decisivo es que Del mismo modo, la otra parte, los «amigos de las ideas» (étal
la discusi6n sobre el sentido del ente se resuelve entre dos pun- vez los pitagéricos?), tampoco puedellevar hasta sus Ultimas con-
inmutable.
tos de vista, de manera semejante a la confrontacién que se nos secuencias |a afirmacién de que el ser es inmévil €
describfa en el Teeteto entre lo que fluye (6govtes)y lo estable Parece obvio, sin necesidad de fundamentaci6n,
que el ente no

(otaoat0). puede ser mudo comouna estatua. Porello, el concepto de dyna-


era
Uno de dichos puntosde vista es el que la tradicién atribuye mis es valido para las dos partes: tanto para lo que se consid
a los «materialistas». Tenemos que hacer una aclaracién. En material, como para lo que se entiende como psiquico. Asi, por
Platén, el concepto de «materia» no aparece en absoluto con el Liltimo, la contraposicién entre lo que fluyey es estable resulta ser
significado que ha tomado enla tradicién. Fue Aristételes quien una construccién deficiente. También el partido de los «amigo
s de

introdujo dicho concepto. Porello, sélo con una gran ingenuidad las ideas», que lo explica todo como estable y privado de movi-
se puede atribuir a los presocraticos el concepto de hyle, como miento, tiene que admitir la necesidad de que el ente se mueva.
veremos también al investigar los textos aristotélicos. No existe Por supuesto,los objetos de la matematica y de la geometria
ningunacita que certifique que los presocraticos hayan conocido euclidea no conocen ningdn movimiento, pero Platén, comofil-
algo asi como un concepto de materia. También el agua de Tales sofo, rechaza el dogmatismo matematico de esta perspectiva,
esalgo distinto de fa materia. No cabe duda de que en el pasa- nadie
segtin la cual el ser seria inmévil, estable, etc. De hecho,
je del Sofista que estamos comentando (246a) sdlo se esta tiene por pensable que el ente sea sordo, sin movimiento, y no
hablando de quienes postulan que sdlo existen las cosas que se tenga ningun nous. Esto no es la conclusién de una demostracién,
puedenagarrar y tocar con la mano, comoporejemplo las rocas sino la referencia a una conviccién obvia: lo que es, no puede
y loslefios, y se haceclara alusiénal relato de Hesiodo acerca carecer de vida, de movimiento, de algo como el nous.
En consecuencia, nos encontramos con el mismo problema
La meta del Sofista no es una mera solucién formal de la apo-
del Teeteto: la relacién entre el tluir y la estabilidad; el mismopro-
fa, ni un compromiso entre las dos tesis contrapuestas que,al
blema, por lo demas, que se habia presentado también en el
enfrentarse, salen derrotadas porun igual. De acuerdo con el sen-
Fedon, en la figura del alma sometida a tensién entre Com} y votig
tir de Platén, aqui se trata propiamente de la conciencia, de la
~entre vida yespiritu-, En el Sofista, este problema se desarrolla
potencia de identificar. El pensamiento siempretiene cardcter
con ayudade la compleja dialéctica de estos cinco conceptos fun-
identificador, pero también es un moverse. Pensar siempre es un
damentales: ente, movimiento, reposo, igualdad y diversidad; una
actuar, algo que discurre eneltiempo, de tal modo quela tempo-
serie de conceptos que requiere un esfuerzo intelectual conside-
ralidad siempre esta contenida enla identidad. Que todo esto per-
rable. 2Cémo es posible alinear la igualdad y la diversidad, que
tenece a la manera de pensar de Platén, se descubre también en
obviamente son conceptos de la reflexién, al lado del movimiento
y el reposo? Enla ldgica hegeliana dela esencia, su funcién esta el didlogo Parménides, enla conocida paradoja de la estructura del
instante: ser tiempoy, a la vez, no ser en el tiempo. Este es un
Clara; mas, a la vista de la mencionada enumeracién, uno se pre-
punto sumamenteimportante tambiénpara el pensamiento moder-
gunta qué relacién puede existir entre éstos y los conceptos de
no. El primero en retomarel problema de la contradictoriedad inter-
movimiento y reposo, El debate al respecto es sumamentedificil
pero, al fin, parececlara la siguiente conclusién: mediantela dia- na del concepto temporal«instante» fue Hegel, del mismo modo
que Kierkegaardfue el primero en relacionar este concepto conla
léctica paralela de lo idénticoy lo diverso, se aleanza ta disolucién
angustia de la vida. Pero, por lo que respecta al mencionado pro-
dela estricta alternativa también entre movimiento y reposo, con
'o que estos dos opuestos dejan de excluirse mutuamente. Los blema, no se encuentra de hecho ningtin otro testimonio entre
Platén y Hegel-Kierkegaard. Los he buscado en vano, aunque,
dos conceptosiniciales de movimiento y estabilidad se desarrollan
alguna que otra vez, se asoma de paso, como por ejemplo en las
y llegan, de acuerdo con la explicacién del libro décimo de Las
Leyes, a movimiento estable y estabilidad mévil. La reciprocidad Nochesdticas, una obra de la época de los césares, en la que se
narran las conversaciones de sobremesade loshijos de la clase
de etepov y tawtov es el medio por el que Platén, en el Sofista
logra justificar la unidad de movimiento y reposo. Ciertamente, la dirigente, en las que, a juzgar por las apariencias, se entregan a
relacién entre dos pares de conceptos tan diversos no queda del pretenciosos juegosintelectuales. En ella encontramos unarefe-
rencia al problema del instante planteado en el Parménides. Se
todo clara, pero él, comonotableartista, hace comprensible la
debate la cuestién del momento en el que muere el moribundo.
relacion reciproca en la oscilacién entre unosy otros. En mi opi-
nion, Platénpercibe que la transicidn desde los puros conceptos Porque,tan buen punto ha muerto, ya no es moribundo, mientras
que, en tanto esté muriendo, alin no ha muerto. También en el
de la reflexién (por decirlo a ta manera de Hegel), esto es, de con-
Pseudo Dionisio se encuentra una alusién a este problema. Todo
ceptos como identidad y diversidad, a conceptos usuales y con-
esto, naturalmente, no tiene ninguna importancia. Pero si nos inte-
cretos como movimiento y reposo sigue siendo problematica.
resa aprehender el propésito de Platén. Sin duda, tiene algo que
Ocurre algo parecido, por ejemplo, en el Timeo, cuando se descri-
ver con el estatuto ontoldgico del alma, del pensamiento o de la
be la sucesin de las estaciones del afio. Es una imagen que,
conciencia, En efecto, este tema se arrastra por el Fedén, el
como enel décimolibro de Las Leyes, sugiere que la estabilidad
Teetetoy el Sofista, y reaparece en el problema del instante escru-
del ente noqueda excluida por el hecho de que ésle tome parte
tado en el Parménides. Es la estructura del alma. En su esencia, se
enla temporalidad también como movimiento,
supera la contradiccién entre movimiento y estabilidad.
Serfa muy interesante debatir la similitud que existe entre esta tra en el libro A de la Metafisica, el Gnico texto en el que se des-
sintesis de movimiento y reposo y la autorreflexién del
idealismo cribe explicitamente la culminacién ontoteoldgica de la metafisica
moderno. Existe una corres pondencia entre la transicién aristotélica. Aqui se despliega el automovimiento en la autorrefle-
desde
Principio de vida a principio de espiritu realizada en Ia fitosoffa xidn hasta una figura totalmente auténomadel primer motor. Pero
Griega y el desarrollo dialéctico en la Fenomenologia y la yo pienso al respecto que esta perfecta autonomia no es nada
Logica
de Hegel. También se corresponde con aquella transicién humana,sino el universotal y comolo concebia un griego, y por
el pro-
blema de la estructura circular y en conse
cuencia, autorreflexiva ello hay que reflexionar acerca dela diferencia entre los seres
de la vida. Es algo muy parecido. La cuestin de la transi humanosy lo divino. Lo divino se distingue por la continuidad de
cién
desdela ideade la vida hastala especificidad del individuovivo su presencia, que es la totalidad de lo que es. Su superioridad
es
tratada, como ya he indicado, en Hegel
, cuando éste, en la consiste en no conocer ningun limite, ningdin estorbo, ninguna
Fenomenologia, describe la transicién que condu
ce desde la vida enfermedad, ningunafatiga, ningun suefio. Porel contrario,el ser
quetodo lo atraviesa hasta el organismo particular y hasta la auto- humano en estado de vigilia conoce todas esaslimitaciones. La
conciencia. El capitulo que ofrece una exposicidn
detallada de la finitud del ser humano las acarrea consigo.El propio Aristételes
autoconciencia halla su Preparacién en el
andlisis de la autorrefe- invoca la circunstancia de quela reflexién presupone siempre un
rencia de la vida. Con la autoconciencia,
con la autorreferencia, acto inmediato; siempre es un parergon, un algo mas que se
Hegel eleva finalmente el tema platénico
de la vida, del alma del afiade luego, que se suma a algo inmediato. La reflexion presupo-
mundo, que se mueve y se diferencia en diversos organismos indi- ne siempre un haberse entregadoyaa lo dado, para luego ~en
viduales,hasta la conciencia absoluta y con el saber
absoluto que, esto consiste la reflexién— volverse hacia el punto de partida.
en total transparencia, traspasa los limite
s de la finitud humana. Muchas otras cosas estan relacionadas con la finitud del ser
Naturalmente, debemos precavernos de equiparar a PI tatén y humano. Como,por ejemplo,el gran misterio del olvido.El ordena-
Hegel. Si éste fuera el resultado, podriamos estudiar directamen- dor es algo pobre porque no puedeolvidar y, como consecuencia,
te a Hegel. El problema quenosfascinaradica enlas diferencias no tiene capacidad creadora. La creatividad depende de la selee
La autorreflexién como estructura autén
oma del ente constituye cién que se debe a nuestra facultad de pensar y a nuestra razon.
una perspectiva a la que sélo se puede llegar tras un labori Todo esto muestra que no es una afirmacién vana aquella
oso
desarrollo del pensamiento, Cuando
estudiamos a Platén, no seguin la cual existe una metafisica dela finitud y del ente finito,y
debemosolvidar que, en comparacién con Hegel, se halla en un que, en cierto sentido, esta «ontologia» fue la ultima palabra de la
pasado mucho mas remoto. Y lo mismo vale metafisica griega.
para toda la tradicién
griega. Platén no lo fundamenta todo en
la estructura de la auto- Al retomar esta posicién, Hegel permanece ciertamente den-
reflexion, sino que describe la relacién entre los conceptos tro de los limites marcados por la autonomia de la autoconciencia,
de
identidady diversidad, por unaparte, y dos dimensiones difer la cual pertenece a una cultura que reposa sobre la independen-
entes
dela realidad —reposo y movimiento— por otra cia del sujeto autorreflexivo respecto de la realidad. Esta misma
Pero también cuando estudiamos a Aristo
teles debemos cultura es la que prescribela «agresividad» de la ciencia moderna,
andarnos con precaucién. Un hegeliano dirfa que, aun cuand que siempre quiere devenir en sefiora de su objeto mediante un
o
Aristoteles perviva en Hegel, solo le aporta una mera descri método, y asi excluye aquella reciprocidad participativa entre obje-
pcién
verbal de la autorreflexién de lo divino. Eso es lo
que se encuen- to y sujeto que representa el culmen de la filosofia griega y hace
posible nuestra participacién en lo bello, lo buenoylo justo, asi
comoenlos valores que hacenposiblela vida humana en Sarin
La esencia del conocimientoes el didlogo y no la dominacién con-
ceptualizadora del objeto emanada de una subjetividad auBront
esta victoria de la ciencia moderma, que en cierto sentido también
ografico de Aristételes
ha representado el fin de ia metafisica. Quiz todo esto nos ayude 7. El planteamiento dox

a comprender por qué Husserl, con su andlisis de la conciencia


temporal, y \luego el autor
; de Ser y tiempo, marcan el rumbodela
filosofia contemporénea,

dio, querria contemplar una


Antes de proseguir con nuestro estu
que hemos recorrido. En el
vez mas, en su conjunto, el camino », hemos
que llamo shistoria efectual
marco de la perspectiva
stigaci6n unos textos bien
tomado como objeto de nuestra inve itos de Platon y
uidos, a saber: los escr
conservados y no reconstr
elinicio de la
o de la conviccién de que
Aristételes. Hemos partid
erse @ partir de la res~
ciencia y ta filosofia griegas debe entend Platén y Aristoteles—
ores —como
puesta que los grandes pensad s~
pla nte adas por dicho inicio. Estas cue
han dadoa las cuestiones mat ema -
de la aproximacion cientifica,
tiones, sin duda,fueron las os
desde Platén, llamam
tica, astronémica y fisica a lo que, ado el Fedon,
n, hemos examin
naturaleza. Con esta intencio nder
nta que no es posible compre
teniendo forzosamente en cue deta lle sin
imo
ructurado hasta en el tilt
un pasaje de un texto est didlo-
imiento del pensamiento y al
hacerreferencia a todo el mov
pasado. En dicho sentido,
go que se establece entre Platén y el alma y debatido el alma
hemos tomado como temael concepto de espiri-
lado, y como pensamiento y
como principio de vida, por un teto y al
\legado al Tee
tu, por el otro. A partir de aqui, hemos
Sofista, y hemos estudiado los Pasajes que tratan
de los inicios de
'a filosofia entre los griegos. En el transcurso acercadelos presocraticos, no muestra mayorinterés que Platén
de esta investiga-
ci6n, he concluide que«inicio» o «principio» no se entienden aqui enescribir historia, sino que le motivan los problemas de su pro-
en sentido temporal, sino en su sentido «légic pia filosoffa. Podemospartir de que la filosoffa presocratica plan-
o». El principio es
aquello sobrelo cual se estructura todo lo tea un reto permanente para la ensefianza aristotélica y de que
demas, del mismo modo
que, en el Ambito de los numerales, conocemos el los textos de la Fisica y la Metafisica dedicados a los presocrati-
Dos como pri-
mer numero y el n+1, Se ha visto claramente la sos cos pertenecena un didlogovivo entre Platon y sus predecesores.
que este inicio tam- ‘cident
bién es muy oscuro para Platén, lo que se pone de manifiesto, por Sdlo cuando se sigue este diélogo es posible comprender ade-
ejemplo,en la manera en que nombra a Jenofanes, cuadamentela cuestién formulada por las «escuelas» de los mile-
a saber: como
una suerte de emisario de una prehistoria muy antigu sios, los eleatas 0 el atomismo.
a.
Est claro que existe una orientacién fundamental comin a
Hedicho ‘todo esto para subrayar una vez mas que todosestos
pasajes de Platén, y todos tos Pasajes en genera Platén y Aristoteles. Ambos se decidieron por la «fuga hacia los
l sobre los que
reposa la tradicién, no pueden contemplarse fogo®,y, en este sentido, ambos sondiscipulos del Sdcrates descri-
en calidad de docu-
mentos y testimonios que nosilustren con to en el Fedon. Con el helenismo —y especialmente con la Estoa—
validez historica acerca
de los presocraticos. Si los contemplamos desde se alcanza una nueva fundamentacién del origen que no depende
este punto de
vista, son extremadamente dudosos e inducen ya delos Jogoi. Pero la diferencia fundamental entre Platén y
al error, Las crono-
logias son construcciones de eruditos de la €poca heleni Aristételes no es menossignificativa: Platén sigue una orientacién
stica, y las
biografias ~por ejemplo, las de Diégenes Laercio— son un congl matematica, mientras que Aristételes se decanta porla fisica y, ante
o- todo, porla biologfa. La primera orientaciéncitada permite excluir en
merado de leyendasy tradicionesindirectas,
Esta advertencia se
refiere también a las citas agrupadas bajo el titulo «Fragmentos de la medida de lo posible el problemadela contingencia, puesto que
os presocraticos», En estascitas se reflejan como minimo— lo particular no existe en el ambito de la matematica. La aplicacién
los de los nimerosa lo particular no pretendeserotra cosa que una
intereses y puntos de vista de los autores mdstardios
que las han
transmitido. aplicacién practica de la matematica. Los ntimerosy las relaciones
En el Teeteto y en el Sofista hemos reconocido,e entre ntimeros, sin embargo, son algo mas que una mera herra-
n el andlisis
del saber y del ente, el mismo problema que se tematizaba mienta para la construccién o reconstruccién de fa materia. Son
en el propiamentelos depositarios del ordendela realidad, la regularidad
Fedon conreferencia al alma entre vida y espirit
u, y asimismo en
el Sofista el problema del alma y de su relacién con movimiento del movimientocircular de los astros. También en el mundo sublu-
y nar, en el que los movimientos son menos regulares, existe —como
reposo.
Ahora entraremosen elinflujo dela filosofia presocratica en el se pone de manifiesto enla procreacién delas especies, el ritmo de
marco de la filosofia aristotélica; es decir: debem las estaciones delafio, el camino que recorre la semilla hasta con-
os preguntarnos
que Fepercusidn tiene lo presocratico enla vertirse en fruto maduro, etc.— un orden constante. La orientacién
filosoffa aristotélica.
Este es un punto sumamente importante, puesto hacia la fisica y la biologfa implica necesariamente el reconocimien-
que la mayor
parte de la doxograffa subsiguiente, desde Teofra to del ser vivo individual, de lo particular, lo que Aristételes llama
sto y Sus segui-
dores, se apoya en los testimonios de Aristoteles. tod€ Ti, algo que sdlo se puede mostrar ostensivamente, y no con
Por ello es
importante que sefialemos que Aristételes, en palabras. Evidentemente, lo que se trata aqui es la naturaleza viva y
sus exposiciones
su Ser, y no unas estructuras matematicas.
Esta compleja relacién entre Platén y Aristételes tiene sus tenia nada consistente en el terreno conceptual y que carecia de
consecuencias. Ambos tratan la realidad del universo, pero Platén valor parael filésofo que quisiera explicar las cosas a través de
suele hablar de ella con ayuda de mitos grandiosos, como por conceptos. A Aristételes, comoa Platén, le parece que el universo
ejemplo fo que se nos cuenta enel Timeo. Sabemos queel Timeo reposa sobre regularidades matemdticas, pero que, por eso
platdnico, en cierto sentido, nos ilustra acerca dela inclusion de lo mismo, el universo no se parece en nada al mundo regulado por
griego dentro de la filosoffa cristiana, en tanto que se entendié al Eh incr la politica y la sociedad,por las leyes. Platén, por sulado, hace de
demiurgo como una aproximacién al dios creador de! Antiguo la fata
ecient todo ello un objeto de narracién mitica, Seguin él, el mundo fue
Testamento. Claro que el demiurgo, como dice su mismo nombre, configurado por un dios-artesano supremo, pero unas divinidades
es mas bien un artesano; aunque produzca algo, no lo crea de la subordinadas, que son responsables de loirregulary lo casual de
nada,a diferencia del «Verbo» de la doctrina teoldgica de la crea- nuestra vida terrestre, lo rigen enlo particular. Sélo el cielo es per-
cin. El artesano divino produce las cosas a partir del modelo de fecto. Aristételes transforma este mito platénico en conceptos que
las ideas que él no ha creado. Esta claro que el modelo hacia el constituyen la esencia de la physis. Tales conceptos son: materia,
queseorienta la accién del demiurgo se corresponde mas bien origen del movimiento, forma, meta, tiempo y espacio, etc. Son
con la matematica de la astronomia pitagérica. El demiurgo con- conceptos de la techne, son conceptos mediante los cuales se
formael alma del mundo,pero, 6en qué consiste esta alma? No es puede describir la actuacién delartesano, y justamente éstees el
el principio de vida ni el saber, sino que es el origen del movi- tipo de conceptos conlos que Aristételes trata de determinarla
miento periddico, regular, siempreigual, propio de los astros, y esencia especifica de la naturaleza. Esto no debe sorprendernos.
Cuya esencia se puede expresar mediante los numeros y las rela- Enaquella época —la época de la retérica y de fa dialéctica sofis-
ciones entre éstos. Si empleamos la terminologia aristotélica, aqui tica—, la civilizacién griega habia alcanzado tal nivel queel arte-
no se trata tanto de la @¥otg como de la téxvn; obviamente, tech- sano capaz ejercfa como modelo de la humanidad,y todo saber
ne no debe entenderse en el sentido moderno de técnica, sino humano se entendia como techne. Asi pues, los conceptos rela~
comocreaciénespiritual, tal y como ésta se comprendia antes del cionados con la techne fueron los primeros que Ariststeles halld
surgimiento de la técnica moderna. Para los griegos,la techne es disponibles para expresar el orden del mundo.
un saber con el que se producealgo, nola produccién misma. Antes de prosequir, es necesario que sefialemosque !a doctri-
Es evidente que Aristdteles no se sentia cémodo con esta ex- na aristotélica de las cuatro causas no se construyé para funda-
plicacién de la naturaleza mediante imagenes como la del arte- mentar una metafisica. El capitulo acerca de las cuatro causas fue
sano, del technikos. Esta construccién es mas bien lo opuesto de enprimer lugarcapitulo dela Fisica y, aunque ésta no fuese la pri-
physis, y recuerdo queel concepto de physis sdlo se forma, den- mera materia en el marco de las lecciones de Aristdteles, el men-
tro de la tradicién occidental, en época bastante tardfa, a partir del cionado capitulo pertenece sin duda alguna a sus primeros
uso comtin del lenguaje, en contraposicién a conceptos como no- escritos. Establecer en qué momento se compuso la Fisica sigue
mos y techne. Con todo, estos conceptos opuestos a physis son siendo un problema muy dificil. Esta claro que unaparte del escri-
tipicamente sofisticos. En todo caso,esta claro que Aristoteles no to se habia redactado ya con anterioridad, antes de que fuera
se dabaporsatisfecho con mitos e imagenes y, como de vez en ampliado y adquiriese la forma con que lo conocemoshoy.
cuando era capaz de emitir juicios bastante rudos,dijo simple- Empecemos, pues, a examinarla Fisica. Este es un escrito en
mente que el Timeo sdlo aportaba metdforas hueras, que no con- el que el pensamiento, al igual que en !a Metafisica, no aparece en
El cuarto capitulo trata de los naturalistas ($uoxoi), llamados
forma definitiva y sistematica, sino mas bien como algo entendido
en sudesarrolloy, ante todo, dictado porel propésito de subrayar a ningu-
a veces fisidlogos y, en otras ocasiones, fisicos. No emple
la diferencia respecto a Platén y la Academia, aun cuando
na terminologia regular. En cualquier caso, esta claro que estos
Aristételes expone y comenta el pensamiento de sus predeceso- salvo a los
términos abarcan a todos los pensadores anteriores
res. Esta orientacién del todo quedaclara desde elprimerlibro, y
eleatas y, en cierta medida,los pitagéricos y Platon,
dicho libro es, en lo esencial, una critica a Platén. Esto no deberia El iniciote naturalistas:
la filosols En el texto se explica que existen dos clases de
asombrarmos. En la comparacién que se plantea, se pone de mani- ccidentt pukno ths y manoths,
los que hacen surgir las cosas a partir de
esto es, a partir de la condensacién y la rarefaccién, y los que las
fiesto la diferencia ya indicada entre el matematico y pitagérico
Platén, porun lado,y, porotro,el fisico, bidlogo hijo de médico de ung: mezcla.
explican mediante la ekkrisis, la disolucién
Hoxvétecitaverney ExKptoig son claramente dosteorias diver-
Aristoteles. En este primer libro encontramosuna clasificacién de
los principios que no es tan complicada como la enumeracién que lstas
sas y sobresu diferencia reposa la clasificacién de los natura
apareceenel Sofista. Los capitulos segundo tercero delprimer
Aristételes no menciona ningun nombre en relacién con
libro contienen ademas una critica detallada de Parménides y de todo,
muxvotng/pavorns, pero facilmente se entiende que, ante
nto
se refiere a Anaximenes;quien ensefia queel aire esel eleme
la filosofia eleata, en la que se empieza con la obvia observacién

fundamental y que éste puede adoptar muchas formas distintas


de que los eleatas no tienen lugar en la fisica, la ciencia de las

mediantela condensaciény la rarefaccidn. (Digamosde paso que


cosas que se mueven, porque ellos rechazan la existencia del
)
estoy convencido de que Tales tenia algo parecido en mente.
Movimiento en general. En realidad, esta critica a los eleatas esta
dirigida contra Platén. Dice queel intento de definir los distintos en la que
muxvotns/pavetns designa claramente a la clase
significados del ser, del ente, etc, es una tarea sumamente com-
Aristoteles incluye a los milesios.
plicada y no limitada a la physis. Significativamente, en ningin uce
El segundo concepto,e! concepto de ExKpIoL, se introd
pasaje de estos dos capitulos se menciona el hecho de quela y
para referirse explicitamente a Anaximandro, Empédocles
segunda parte del célebre poema de Parménides, la mas larga, y enseg uida la aten-
Anaxagoras. En esta clasificacién, nos llama
ya perdida, trataba de la naturaleza, el universo y los cuerpos s con los otros
cidn el forzado vinculo del primero de estos autore
celestes méviles. Lacritica se dirige exclusivamente a la primera goras, y de
dos. Al cabo, en el texto se comenta sdlo a Anaxa
parte del poemadidactico parmenideo, que se nos ha conservado u-
manera tal que quedaclaro que el mezclarsey disolverse constr
yen un modelo que sélo se vuelve necesario a partir de la critica
en la transcripcién de Simplicio. Simplicio opinaba, obviamente no
-
eleata a la multiplicidad y a la mutabilidad de los procesos natura
sin raz6n, que sdlo habia que transcribir esta primeraparte, porque
sdlo ésta era objeto de la critica aristotélica. Con todo,esosignifi- recurrir al men-
les. Como respuesta a estacritica, slo se puede
ca que Arist6teles estaba atacandoelpunto devista de Platén a es una
cionado concepto de mezcla y separacién (éxxptots). Esta
través del texto de Parménides. En otras palabras: en la Fisica — lugares. y me
conocida tesis aristotélica que se repite en muchos
esto es, en un libro que trata de la naturaleza—, Aristételes trata teoria on
parece del todo evidente que, al fin, se consideréla
solamente la parte de! poema parmenideo que no versa acerca de
cular como una respuesta a la critica eleata Pero, precisamente
la naturaleza. En definitiva, tenia la intencién de marcar distancias
por ello, se vuelve imposible proceder a la manera aristotélica e
con respectoa Platén, con cuyos puntosde vista identificabasin
incluir a Anaximandro en el marco de esta teoria. Habria que
mésla primera parte del poema. el pasado incurrir
extender el «efecto» de la critica eleata hacia
en un anacronismo que se puede comparar con el que hemos do de los elementos, sino de la mutabilidad de las cosas. Este era
encontrado en el Sofista (242d 4-7) referido a Jendfanes. Lo que tambiénel aspecto central en Anaximandro,sélo que su cosmo-
ocurre en realidad es quela filosoffa de Anaximandro se superpo- se parece sospechosamente a fa de Anaxagoras, lo que me
ne aqui la teorla de Anaxagoras. Naturalmente, esta superposi- hace pensar que tal vez Aristételes las mezcld. Finalmente, deja
cidn debid de tener algun fundamento en la tradicién. Esto se de lado a Anaximandro, mientras que explica con detalle a
encuentra, por ejemplo, también en Teofrasto, quien como ha Anaxagoras. Ese es otro ejemplo de lo que ya he mostrado, a
mostrado Diels— atribuye a Anaximandro una cosmogonfa que occidental saber: que generalmente hemos conocido {a filosofia de los pri-
parte de la eclosién de un huevo césmicoprimigenio,esto es, del meros pensadores a través dela figura de un pensador de la
pensamiento de la separacién y la diferenciacién. Sin duda, 6poca de Sécrates. En este caso, la figura de Anaxagoras
Aristoteles conocié también esta tradicién, que también le indujo Este es el mismo problema con el que nos encontramos en el
a él a atribuirle una teorfa corpuscular a Anaximandro. Por lo caso de Tales. En la Metafisica, Aristételes dice, conligera reser-
demas,estaclasificacién era tan natural quela historiografia filo- va, que la tesis propuesta porTales de que el agua esel elemen-
s6fica moderna también la ha seguido. La escuela vienesa de to primordial deriva de la observacién de que no existe vida sin
Gomperz y sus seguidores, asf como el primer Dilthey, dicen algo humedad, Esta idea no se corresponde con la manera de pensar
muy parecido al respecto. De hecho,siempre llegamos a la con- cosmolégico-cosmogénicadelsiglo vi. Parece mas probable atri-
clusién de que hay que entenderla condensacién como la com- buirle a esta época aquella otra afirmaciénde Aristételes, segdn
presiOn de incontables particulas. Esto, por supuesto, sélo es una la cual el agua figura como elemento primordial porqueel lefio
Es
imagen que se nos impone por el influjo de la mecanica de siempre permanece en la superficie y se sostiene sobre ella,
Galileo. obvio que esta observacién concuerda con los procedimientos
Mas, cuandonostrasladamos a la cultura del siglo v a.C, nos griegos de demostracidn y no contiene ninguna narracién mitica.
encontramos con un cuadro muy distinto. A mf me parece obvio, De hecho,es una observaciénnotable, que tiene que demostrar
por ejemplo, que el asunto del que trata Anaximenes es la recon- la «fundamentalidad» del agua,e! queel lefio emerja a la superfi-
duccién del devenir, con todas sus manifestaciones, hacia un cie cada vez quealguien trata de sumergirlo. Esta argumentacion
mismo sustrato. Lo decisivo es la flexibilidad o mutabilidad. Desde me parece creible. Quizé sea la Gnica que se correspondede ver-
el punto de vista aristotélico, esto significa que aqui atin no se ha dad conel pensamiento de los milesios. La otra, la que tomael
desarrollado el origen del movimiento. El aire es simplemente agua comoprincipio de vida, presupone un desarrollo de la biolo-
movil y no puede hallarse en estado de reposo. El propio gia y la medicina que en tiempos de la cosmologia deTales atin
Aristételes dice que entre los milesios no se encuentra el ele- no se habia producido y que sdlo tiene lugaren el siglo v. Asi, la
mento detierra porquela tierra carece deflexibilidad. De hecho, conclusién es que también en este caso podriamos hallarnos
en estas teorlas tempranas no se trata —o por lo menos no se ante una adicin del siglo v, en particular de Didgenes de
y
trata de manera preferente— el problema de la causa material, Apolonia, como se desprende de las investigaciones de Burnet
sino el problema del origen del movimiento. Por ello, me saree Lak. A mi entender, esto es una prueba mas de que la doxogra-
insatisfactorio quese diga, siguiendoa Aristételes, que al principio fia acerca del tema de los presocrdticos esta muy condicionada
que
se sugirié el agua como principio y luego el aire, entendidos en por el siglo Iv, y en este caso el doxdgrafo es nada menos
cada caso como sustancias materiales. No, no se nos esta hablan- Aristételes. Por supuesto,no setrata de que Arist6teles haya fal-
mitos, Sin
sin o que también recurrié
seado deliberadamente los hechos, sino de que la exactitud de la a demostraciones, entendemos
informaciény la diferencia entre este y aquelfilésofo no tenian que, al decir causa, sereferia a la materia. La doxo
grafia posterior
quedara marcada en lo mas profundo
mucha importancia para él, puesto que le interesaban mucho por este planteamiento
interpretativo. Asi, por agua entendemos
méslos problemas. Y cuando nosotros, como fildsofos, estudia- lo mismomis sucede, de un elemento material y
mos a los presocraticos a través de los escritos de Aristoteles, manera algo forzada, con el apeiron de
marvin naximandro el aire de Anaximenes. De esta
debemos cefiirnos a sus intereses, y no creer, llevados por los
deseos de la moderna investigacién histdrica, que nos encontra~
ae truye: el cuadro de una «escuela» que habri
manera se cons-
a desarrollado un tema
comin cent ral
mos con una tradicién fragmentaria que debamos descifrar y y, como es sabido, a partir de este cuad
ro seinfirié
luego penosamente que el aire de Anaximen
valorar histéricamente. es, en comparacién
Conlo indeterminado de Anaximandro (ique
Ahora, querria ponerderelieve una vez mas los motivos por no tiene por qué ser
algo material!) representa un retroces
los que una y otra vez se debaten los textos de Platon y o, aun cuando se suela
designar como «escuela» de Mileto las erso
Aristételes. Debemospartir del hecho de que hay un abismo entre p: nas que rodeaban
a Anaximenes. Todo esto deriva obvi
la intencién y las herramientas conceptuales. Este ha sido el amente 'e de los conceptos que
Aristételes debe introducir
punto de partida de mi tratamiento de Platon y Aristételes. Ambos Para superar la concepcién mate
mati-
ca y mitica del Timeo. Pero al mi smo
estan familiarizados con la distancia entre intenciény trabajo con tiempo esta claro que
les no convenc , ¥ Por eso he
Aristote
ceptual, Ese es también el motivo de que, en el Sofista, se sonri- empezado con
la que se representa a los milesios de una man la Fisica, en
an antelas teorlas de los presocraticos comosi fueran mitos; era muy distinta:
Anaximandrofig a en Una categoria muy
éstas no pueden aclarar de manera adecuadael conceptode ente distinta de la de Tales y
Anaximenes, de tal mode que estos dos tlti
introducido por Parménides. En Aristételes, el concepto de hyle mos pueden enten-
(madera, bosque) parece decisivo para dicha construccién con-
derse como representantes
de la idea de condensacién,
de flexi-
bilidad y de mutacisn de las
ceptual, justamente porque setrata de un material bruto comin, cosas.

Digamosunavez mas que este concepto no pertenecetanto a la


También en Platon habiamos
descubierto la evidente care
ncia
de un aparato conceptual adecuado
naturaleza como al mundo de la fechne. Seguramente por este a sus intenciones, A este res-
motivo, Aristételes emplea la expresién mdsprecisa txoxeivevov
pecto; hemos visto cudntos
esfuerzos invierte Platon
en llegar,
desde el par conceptual reposo/movim
para podercontrolar el objeto de su investigacién ~esto es, el iento, hasta ebiiéeptos
Puramente logicos y formales como igualdad
devenir en la naturaleza—: en tanto que se produzca cambio, debe /diversidad, Por des-
‘ontado
con que esto no esS ningunacritic it a. Tras adoptar el formalis-
de haber un sustrato de dicho cambio, pero éste no se puede
mo del cuddruple concepto aristotélico
hallar «materialmente» en la naturaleza. de causa, uno podria
juzgar como deficientes los esfuerzos de
Nuestro andlisis trata de probar, en definitiva, que con esto Plat on. Pero no, el pro-
hemosllegado la fuente dela doxografia. Pero esta fuente dela
blema esotro. Se trata de desc
ub: rir, en el empleo de los
tos, la facultad cognitiva de
concep-
doxografia es, al mismotiempo, una distorsién de las verdaderas los antiguos y su capacidad de
representacién. Disponemosde un ejemplo
intenciones de los primeros pensadores de Occidente. Asi, por parecido. Uno de los
Progresosdel a filosofia
de nuestro siglo es el conocimiento de
ejemplo, cuando Aristoteles, en la Metafisica, habla de la primera la
Preesquematizacién en el empl
concepcién de la causa y explica que dicha concepcién fue pro- eo de los conceptos fenomenolé-
gicos y de su horizonte de signi
puesta por Tales, y que Tales fue el primero que no narré meros ficado, Cuando Heidegger, por
poner un ejemplo,analiza el concepto de conciencia, pone de go, es un no ente. Porque, cuando por materia se entiende algo
manifiesto que el empleo del concepto de conciencia presupone determinado —como porejemplo,el papel sobre el que escribo-,
el ser como disponibilidad. Ahora esta claro que una tradiciénfilo- este «material» es ya algo mas que materia. Es cuadrado, blanco,
s6fica tiene algo que decir desde el momento en el que los con- etc, lo quesignifica que se trata ya de un producto, porquetiene
ceptos que emplea dejan de entenderse comoalgo obvio, cuando una forma y una finalidad, y esta disponible para su uso. La mate-
la tensiéndel pensamientose dirige hacia ellos para explicitar las ria, en cierto sentido, no existe, en el caso de que «existir, «ser,
implicaciones inherentes a su uso convencional signifiquelo mismoque «ser aqui». Al indicar que algo es material,
Eso es precisamente lo que ocurre cuando Aristoteles plantea no quiero decir que sea materia, sino algo formado, estructurado,
su posiciéncritica frente a la cosmologia matematico-pitagérica un producto de la techne. Pero, équé ocurre conla naturaleza
de Platén. La doctrina de las cuatro causas es, como ya se ha cuando, comohace Aristételes, se excluye la obra de un creador?
dicho, el tundamento conceptual, que se desarrolla sobre todo en Cuandola ciencia aristotélica se transformé para dar comienzo a
la Fisica aristotélica. Permite rechazar el mito narrado en el Timeo, la ciencia moderna, se expreso el concepto de materia referido a
asi como superarla concepcién matematica dela physis. En cam- los presocraticos con ayuda del hilozoismo, para acercarla colo-
bio, los conceptosaristotélico$ de causa dejan en primerplano el tacién técnica del concepto de materia a la «naturaleza». Pero
mundo de la artesania. también este concepto es poco mas que una metafora, que no
El aspecto crucial de esta doctrina es el concepto de causa puede solucionar el problema de la esencia de la naturaleza en la
material, La palabra griega es #An,es decir, bosque o madera; una forma propuesta por la Fisica aristotélica. Evidentemente, la mate
expresiénque, claramente,tiene su origenenel mundo de Iaarte- ria no es lo que caracteriza la naturaleza, Es decisivoel principio
sania, mientras que muchos conceptoslatinos correspondientes del movimiento, el b0ev#) Kiveots. Cierto que Aristételes subraya
proceden del mundo de la agricultura. 6Qué viene a ser la causa el hecho de que la materia es imprescindible. Subraya este hecho
material? Obviamente, la materia no es la sustancia de la labor de! porque asi se opone al matematismo pitagorico-platénico. Para
artesano, sino tan sdlo su sine qua non. El material es imprescin- defender su propio puntode vista, tiene que apoyarse en la causa
dible, pero esta subordinado por completo de la eleccidn y la rea~ material, Los problemas empiezan enel momento enel que tiene
lizacién del proyecto. La materia no puede, en ningun caso, crear que determinar cual es la funcién propia de la causa material e
la forma por si sola. Al empezar a hablar de la naturaleze la realidad, La respuesta que encuentra Aristételes ostenta cierta
Aristételes se ve obligado a decir explicitamente que ésta es un polivalencia dentro de su filosofia. Esta expresion, boKeipevov,
ente que contiene dentro de sf mismo el inicio de su movimiento, designa algo «sin nombre», que constituye el sustrato de toda
esto es,el principio de su desarrollo. La materia, al contrario, no iransformacién cualitativa; pero también puede designaral sujeto
contiene su desarrollo dentro de si; podriamos definirla, simple- de {a proposicién.El significado de troxeipevov es puramente
mente, comolo que carece detal propiedad. «Aunque enterremos funcional: lo que estpuesto debajo,el sustrato. El término subs-
un lefio —dice el sofista Antifonte-, no crece ningun arbol», y tantia no es otra cosa quela traduccién categorial y gramatical de
Arisiteleslo cita con aprobacién. Lo primero que hay que enten- esta palabra al latin.
deres que la materia carece de funcién auténomay que es algo
completamentedistinto de la naturaleza. Ciertamente, es algo, es
ovoia nis, en cierto sentido un ente. En otro sentido, sin embar-
8. El pensamientojénico enla Fisica de Aristételes

El aparato conceptual aristotélico se prepara de maneravisible en


Platon. Al inicio del Filebo, Sdcrates dice —y se trata de un
Sécrates muy maduro~ que existen cuatro géneros:el primero es
lo ilimitado, el segundo es el limite, el tercero es lo limitado y el
cuarto es el espiritu que hacela limitacién. Esto enlaza con la tra-
dicién pitagorica, a saber: conla relacién queexiste entre el cime1—
pov (lo indeterminado, lo ilimitado) y el népas (el limite). Asi, el
numero es lo que acaba con la ilimitacién y, con ello, establece la
esencia de las cosas mediante el conocimiento del numero. Pero,
para los pitagéricos, el numero porsi mismo esel ser. Platén dis-
tingue en la cosa mismaalgo tercero, real, que constituye el ter-
cer género. Sobre todo, Platén habla de una cuarta causa: el
espiritu que establecela limitacién. Con estos dos, hemos dejado
airs la tradici6n pitagérica. Justamente porque se distancia ain
masde estatradicion, Platén le adjudica al nous, a lo espiritual, su
verdadera esencia, que producela sintesis entre lo ilimitado y el
limite.
A mi entender,la diferencia entre el punto devista de Platén y
la posicion de Aristételes esté muy clara: Aristoteles divisa el sus-
trato del cambio en Ia hyle, Platénlo halla en lo indeterminado, en tos no se encuentran tan sdlo en la Metafisica, sino también en
el masy el menos(udAAov Kai Fttov), o también en lo grande y los capitulos 6 y 8 dela Fisica y enlos escritos tempranos. Con
lo pequefio (uéya Kai urkpdv), y, por lo tanto, en un sustrato ellos, Aristételes encuentra una posibilidad de resolver la contra-
entendido de manera matemiatica 0, si se quiere, idealista, que atin diccién propia del concepto de! movimientoy, asi, aproximarseal
deviene en algo mediante el numero. Por supuesto que Platén es problemadialéctico de la unidad de reposo y movimiento, que ya
consciente de que el problema radica en explicar la transicién habiamos visto en e! Sofista. La dynamis abre una nueva pers-
desde lo indeterminado hasta la determinacién de las cosas natu- pectiva ontolégica ya desde Platén: un concepto del ente que no
rales, esto es,la physis, Por ello distingue como géneropropio el comprende a éste como algo presente —como dato estatico e
nous, el espiritu que realiza la determinaciénal unir lo indetermi- inmdvil~, sino como algo que es movimiento y conduce al movi-
nado con él limite. Este es el cuarto factor, necesario para superar miento, En el par conceptualaristotélico de dynamis y entelecheia,
el esquema exclusivamente numérico delos pitagéricos. ser y movimiento no se oponen yaentresi.
Con todo, el demiurgo no es, a ojos de Aristételes, nada mas Todoesto significa que Aristdteles, en busca de una explicacién
que una metifora irrelevante, una imagen poética de Platén, que para lo concreto lo contingente, adopta puntos devista que cons-
apunta a un espiritu que gobierna la realidad. Pero falta el con- tituyen una oposicién consciente a la perspectiva pitagorica y sus
cepto. Asi que hay que preguntarse cémose realiza el ser con excrecencias miticas, y porlo tanto se oponenal artesanodivino de
creto y determinado en la naturaleza. Este es el problema del Plat6n. Esta visidndela physis en Aristételes prefigura su doxogra-
origen dela cia} yeveotc, Con él se plantea la cuestién porla fia. Explica el absurdo de la tradicién por la que Tales, Anaximandro
posibilidad del devenir, puesto que todo devenir presupone algo y Anaximenes estan alineados en una sucesi6n tan ilégica. En el
que antes noestaba. Si hay que explicar el devenir sin referencia propio Aristdteles, no se encuentra una sucesién semejante entre
aun artesano mitico, se planteala preguntade si es legitimo pen- ellos. Seguin dice el propio Aristételes,la teoria de Anaximandro
sarsin la impensable nada. Aristételes responde que la nada no sdlo se puede clasificar entre las que tomanpor base la separacién
se puede dar. de lo mezclado, Dado que el grupo de conceptos «separacién/mez-
Este puntoes interesante. Aristoteles tiene en cuenta, sin clado» no es el mismo que «condensacién/rarefaccidn», se puede
duda, la argumentaciéneleata, que rechaza todo recurso a la nada inferir que, segtin el Aristételes de la Fisica, Anaximandro no se
(un Sv), al mismotiempo queintroduce algunos conceptos mas puede agruparen la misma clase que Anaximenes. También es evi-
apropiados para el ente natural que tiene el movimiento como dente que Arist6teles, en la Metafisica, actua de manera muy suma-
rasgo distintivo. Aristételes se sirve para ello del término para ria al agrupar a los tres milesios de acuerdo con el concepto
«robo» (otépnotc), privacidn. Esto significa que, por ejemplo,la fundamental de causa material y, muy especialmente, desfigura la
transicin delofrio a lo caliente se puede explicar si entendemos posicién de Anaximandro.Porello, es necesario que nos pregunte-
el frio como ausencia de calor, y no comoalgo sobre lo que podria mos qué era lo que Aristoteles pensaba exactamente acerca de los
actuar una instancia exterior, tal como un artesano que tomala jonios.
materia y le da una nueva forma. El concepto de stéresis esla Porlo que respectaa Tales,ya he expuesto que la causa mate-
solucién aristotélica del problema de la génesis. Como es sabido, rial no era su verdadero problema. Seguin Aristételes, y tal y como
con este concepto entran en juego los conceptos de dynamis y nos confirma el Fedén, el problema de Tales consistia en que el
energeia, los conceptos de ser potencial y actual. Estos concep- todo reposa sobre el agua como un lefo que siempre vuelvea salir
a la superficie cuando tratamos de sumergirlo
7 . Nosotros designa- tiones del significado léxico, puesto que en ellas tenemos la vida
*
. los a este todo con una expresién sumamente refinada, la cual
lesigna algo que esunitario y estorientadoa la unidad: «unive
de la filosoffa: hablamos con la ayuda de palabras, y las palabras,
r- para que se entiendan como expresién del pensamiento, se deben
so». Esta
E es, sin duda alguna, la Unica
“i noticia acerca de Tales que
verdaderamente conocié Aristételes, lo
comprendercon su significado originario y en su contexto corres-
cual también se confirma pondiente. Se nos dice aqui que la disolucién tiene lugar siempre
Porel hecho de que la concepcién atribuida a Tales de que el agua
Elict segtin la necesidad: S186vo1r yap adta dixnv Kai tiow
es el elemento primigenio Porque nutre a las
formas vivas aparece
fa Worats
coccident GAAHAOIC Tis GSiKiag KATE THY TOD Ypdvov TaELv. Me acuerdo
citada en el texto expresamente como
suposicién. De hecho, Sst una vez masdela interpretacién de esta célebre maxima, proce-
Eoneepelsn Parece mds bien la del siglo 1m,
que la ‘ome de dente de Schopenhauer y fundamentada en los Upanishads, que
Didgenesde Apolonia. En verdad, las propias fuentesaristotéli
cas Nietzsche exponeen su tratado acerca de la Philosophie im tra~
deh testimonio de uno solo de los temas
de Tales, a saber: la cues-
tién acerca de cémo el universo reposa sobree
gischenZeitalter der Griechen (La filosofia en la era tragica de los
l agua. griegos). Por aquel entonces, se entendiaesto:los entes sufren el
2Y qué hay de Anaximandro?Trataremos en primer lugar
su castigo por la culpa en la que incurrieron cuando se separaron del
famosa maxima inicial, a la que, como es sabido, Heidegger
CO un estudio de extremada profundidad, y
dedi- todo y devinieron en individuos. Esta interpretacién no se sostie-
que también ha sido
analizada con gran cuidado y resultados muyinteresantes ne, porque, entretanto,la expresién «unosa otros» (&AAnAotc) se
porla ha incorporadoal texto de la mano de Simplicio. Significa que los
filologia clasica. Nos referimos a este famo
so pasaje que cita entes sufren el castigo y pagan la pena unosa otros. No es de
Simplicio: apxiv tipnye tov Svtwv to dneip
ov (Fisica 24, 13). extrafiar queesta interpretacién mas antigua se basara en un
Aqui Por supuesto, la palabra apy nosignifica nada mas
ae texto del que faltaba la expresién «unos a otros». Sabemos con
inicio» en sentido temporal. Incurririamos en un anacronism
oal seguridad —sobre todo desde que se restituyd el texto completo—
tratar de comprender a Anaximandro como si éste hubiera
queri- que el sentido del pasaje transmitido por Simplicio es muyotro y
do expresarel significado metafisico de «principio» a partir
se deducealgo. El significado esta claro,
del que que no tiene nada quever con el ebudismo» subyacente la filo-
si se lee cretpov. Loili- sofia de Schopenhauer. En tanto que no borremos la expresién
mitado se halla en el inicio del todo, Querr
ia recordar que Weer «unos a otros» y le prestemos la atencién debida, nos daremos
Jaeger comenta el capitulo de la infini
tud de la Fisica aristotélica
en una excelente nota de su Theologie derfri
cuenta de que se esta haciendoreferencia a las oposiciones
ihen griechischen (évavtia), esto es, a los opuestos y su reciproca trabaz6n. Asi
Denker. Enella se propone el camino correcto que yo mism
o pues, la formulacién de Anaximandro no trata sino del equilibrio,la
estoy siguiendo al partir de los conceptos aristotélicos de
la perpetua compensacién que se da en el universo,y de que todo
Fisica.
predominio de una tendencia acaba siendo suplantado siempre
; El texto prosigue asi: &dv 87 yeveoic got1
toiod odo, Koi porla tendencia opuesta. La maxima de Anaximandro esta formu-
THY OBopav eis tata yives@or Kata tO
xpedv. También ‘esta lada con la clara intencidn de expresarel equilibrio entre los fend-
formulacién es conoc
conocida: : alli ali donde
donde los los entes
entes tienen
tienen su ori origen, su menos. Hechaesta correccién, el estudio de Heidegger se puede
llegar a ser, allf mismo se encuentra tambi
én su perecer. ®@opd leer igualmente con provecho.
es una expresién muy significativa, que tambi
én podria traducir Digamosalgo mas acerca deeste texto: se ha propuesto la te-
Por «disolucién». Siempre concedo gran impor
tancia a estas cues- sis de quelas palabras Kat tiv tot xpdvov Taw («conforme
al orden deltiempo») son un afiadidointerpretative de Simplicio. inicio de los entes. Heidegger observé justamente este punto
Dicha tesis, postulada por Dirlmeier, me parece acertada, y por ello decisivo, a saber: la idea de quela temporalidad es el rasgo dis-
no meconvence la suposicién de Jaeger de que Anaximandro ha tintivo del ente, Pero, 2se puede hacer concordar esta concepcién
tomado prestada de la polis j6nica y su ordenaciénla imagendel de la perlodicidad del ser con el término énetpov? Este problema
tiempo como un juez que se sienta solemnementeen su sitial y se soluciona desde el momento en que tomamos las palabras ini-
decide elcastigo, Nada de eso aparece en Anaximandro.Setrata Elinico ar ciales —apyv tev SvtwvtO GxeLpov— como una formulacién
de una mera interpretacién afadida, en todo caso proveniente de Ia flosots
coccidenti en cierto sentido paraddjica, que indudablemente no se debe
alguien cuyainterpretacién merece la penatener en cuenta, Este tomaral pie dela letra. Sin embargo, esto ultimo es lo que ha
intérprete sabe que enel origen de la cosmogonia de Anaximan- hecho la doxografia, que, al entender que el dpyt tenia que ser
dro se encuentra el mito de la eclosién del huevo césmico. Esto
algo finito infinito, ha dado por obvio que el cnetpov de
confirma también la opiniénaristotélica de que la concepcién de Anaximandro tiene que entenderse como sustancia infinita.
Anaximandro no se basa en la idea de condensacidn/rarefaccién Querria decir, con una formulacién esquematica y algo provocati-
expresada por Tales y Anaximenes, sino en la separacién de lo va, que el inicio, para los entes, consiste en notenerinicio alguno,
mezclado. puesto queel ente se mantiene en su perpetua periodicidad.
Parece claro que podemos considerar a Tales y Anaximenes Sabemos, por supuesto, que esta conclusién no esta presente
comoparecidos entre si El agua y el aire estén ciertamente suje- en Anaximandro. Pero la concepcién segiin la cualel universo es
tos las variaciones de densidad y agregacién. Pero es totalmen- una rotacién equilibrada nos obliga a plantearnosla pregunta sobre
te absurdo que Anaximandro debatener un lugar entre el agua y lo que propiamente precedié a este perpetuo equilibrio de las
el aire, y ademasde tal manera que Anaximenes aparezca ono cosas. Hay una respuesta, Se encuentra en el nuevo mito cosmo-
una regresion a partir de Anaximandro. Se puede objetar que g6nico que ahora se explica. Es el mito dela eclosién del huevo
Anaximenes figuraba incluso como jefe de escuela, Aristételes césmico. Recientes investigaciones han demostrado que procede
habla de of nepi Avokévny. Es Anaximenes quien aparece de mitos cosmogénicosorientales, especialmente mitoshititas y
como representante de los pensadores milesios, Por todo ello, sumerios, Como es sabido, también se ha producido un debate
queda excluido que Anaximenes no fuera capaz de aprehender la acerca de las caracteristicas de esta cosmogonia: 6Anaximandro
profundidad del concepto de indeterminacién, del 4peiron, acufia~ propone una cosmogonia que se esta repitiendo siempre periddi-
do por Anaximandro. En realidad, todo el embrollo procede de la camente, de tal modo que una multiplicidad de universos naceria a
mala comprensién de la palabra dmeipov, que aqui no puede si partir de sus respectivos huevos césmicos? Ciertamente se afirma
nificar la sustancia indeterminada. Estoy convencido de que és la multiplicidad de universos. Pero entonces nos encontrariamos
es lo mismo que discernié el intérprete que afadié las palabras con que hemosatribuido a Anaximandro ideas de Empédocles y
Kata Thy Tod xpdvov té&EWv. Debio de advertir, al igual que también de Demécrito. En el siglo de éstos si es posible realizar un
Anaximandro, que un movimiento periddico prosigue sin limite ni proceso de abstraccién a partir de la percepcién sensible que per-
final. El apeirones, en realidad, aquello que,al girar siempre sobre mita llegar a la suposici6n de que la periodicidad consiste en repe-
si mismo como unanillo, no tieneinicio ni final, Esa es la maravi- tidas formaciones de un cosmos, de un nuevo orden producido por
lla del ser: el movimiento que se regula a si mismo continuamen- la eclosién, la determinacién y la estructuracidn de todas las cosas,
te y prosigue hacia elinfinito. Ese es, a lo que parece,el verdadero al que sigue, en cada caso, un proceso de disolucién y una nueva
los
eclosién. Unainterpretaciénde este tipo no casa con la explicacién En conclusién, se puede llegar al siguiente resultado: entre
de los testimonios acerca de Anaximandro que otros autores y yo la lla-
tres nombres que hemos recibido como pertenecientes
orientacién comun.
mismo sostenemos. Asi pues, la consideracién acerca de la com- mada escuela de Mileto, existe una evidente
pensacidnreciproca entre los diversos entes tiene que realizarse EnTales con el agua, en Anaximandroconla periodicidad del uni-
cada caso el
en un universo Unico. Una vez probado que el lenguaje empleado verso y en Anaximenes con el aire, se plantea en
por Anaximandro no implica ninguna religiosidad mistica de tipo Eline mismo problema, que nosotros podrfamos formular con un recur
fa filosc -
budista que pudiera concebir la individuacién comouna culpa que occidentt 50 al aparato conceptual que se desarrollara en la Fisica aristoté
. Esa es la noveda d
haya que redimir por medio del castigo (véase pag.101 y sig.), lica, en el que empleamosel concepto «physis»
de
Werner Jaeger ha mostrado mds concretamente que el lenguaje que se plantea con estos pensadores: el problema de la physis,
de Anaximandroesel de la ciudad estado,el lenguaje del derecho algo que permanece en el devenir y en la multiplicidad de los
y los hace
que reinabaenla ciudad, y que, enel trasfondo de lo que aqui se fendmenos. Lo que presta unidad a estos pensadores
su inten-
dice, se encuentra el equilibrio social y politico de la ciudad, aparecer como primera etapa del pensamiento griego es
Aunque, como ya he dicho, yo no llego tan lejos como Jaeger, cién de apartarse del mito y expresar la idea de una realidad
Este inten-
quien supone que Anaximandro basé su imagen del tiempo enla observable que se sostiene y se ordena por si misma.
del aparato
del juez sentado solemnemente en su sitial, si me parece evidente to puede describirse adecuadamente en el marco
que el lenguaje de Anaximandroremite al lenguajepolitico, al len- conceptual de la Fisica aristotélica.
tomadas
guaje de la ciudad estado con su orden sus instituciones. Pero Mi modo de ver puede cimentarse con otras pruebas,
precisamentepor ello me parece inverosimil que se pueda atribuir de las elegias de Jendfanes. Sabido es que Jendfanesfue un rap
emigré
a Anaximandro la idea de la multiplicidad de universos. Parece soda,que, al igual que Pitagoras, abandonéel Asia Menor y
mucho masprobable quesetrate de una adicién posterior, al igual al sur de Italia tras la invasion de su patria por los persas. Este ulti-
quela representacién de humedad atribuida al elemento primige- mo hecho fue muy importante; constituyé el inicio de un nuevo capr-
nta una
nio de Tales procede de una superposicién de Didgenes de tulo del pensamiento occidental, del que Jendfanes represe
no fue un pensado r, ni
Apolonia y sus contemporaneos. huella fascinante en extremo. Cierto que
lemente ni
Porlo que respecta a Anaximenes,sdlo quieroindicar que él tampoco el fundador de la escuela eleata, que probab
es el primeroal quese le atribuye sin ningun género de dudasel siquiera ha existido, La escuela eleata parece ser una invencién de
procedimiento que por aquel entonces se entendia como de los maes-
una época posterior aficionada a las escuelas, A ojos
o, la gran
«demostracién». Estoy pensando, por ejemplo, en la «demostra- tros de escuela, todo se convierte en escuela. Sin embarg
otra cosa muydis-
cién» de la condensacién delser: que el aire, en la boca cerrada, importancia de Jendfanes radica en haber sido
a causadela compresién y condensacién, se enfria, y en la boca tinta, Fue un rapsoda,un artista de la declamacion, educad
o para
propias elegias, elogia el hecho
abierta, a causa de la rarefaccién, se vuelve calido. Podemos son- recitar la gran poesia épica. En sus
centaur os,
reirnos ante la ingenuidad de esta «demostracién, pero su de que éstas no narren historias de titanes, gigantes y
importancia radica en que Anaximenestrata de aportar una prue- tamente que
sino que traten acerca de las virtudes, y declara explici
as en la competi-
ba basada en la observacién de los hechos, absurda sin duda; un esinapropiado cantar hazafias deportivasy victori
educacién
procedimiento que tal vez fuera tipico de los pensadores de esta cién. Las cosas més elevadas son deotro tipo —a saber:
época. que honrarl as y celebrar las.
y conocimiento-, y sdlo a éstas habria
interesa; mas bien nos inte-
He aqui un testimonio de extraordinario valor, aun
cuando mente el aire. No es esto lo que nos
sion de
mos la vozdel fildsofo, sino la del rapsoda.
oe resa el trasfondo, la manera en que se nos expone unavi
s —yalo hemos
Sin embargo, hay algunas sentencias de Jendfanes que tie- la realidad en su totalidad, Esta es, por lo dema
en el
Betea filoséfica, como, por ejemplo, los fragme
ntos one visto la misma tematica de la que se ocupard Sécrates
isfaccién acerca de
le la edicién de Diels/Kranz. Al inicio de di : Fedon,y es alli donde aquél expresa su insat
se lee la frase siguiente: eic @edc, év te Oeotot ieee la naturaleza). Lo mismo
las narraciones nepi dvoems (Sobre
imandro; lo
hEnotOs, ott SeHa¢ OvNtOIsW dpoitos OdSE ‘orien
, lo al cereal ocurre con nuestro interés por la cosmogonia de Anax
de hallar
significa: «Dios tinico, el mas grande entre los dioses:y iss sige que nos importa de ella es que constituye un intento
bres, que no es igual a los mortales ni en el cuerpo ni en al pen ién del huevo inicial tiene
una ordenacion en las cosas. La eclos
de Platén: el
samienion (Le pacar reprochar que la formulacién «dios el mismo sentido que las explicaciones posteriores
enela realidad
orden de las cosas presupone un espiritu que sosti
una contain. Pero cauién ha dichoquestodebracron
, las grande entre los dioses y | Ai
, que siempre
y ordenalas cosas. Se trata de un problematipico
dela cultura cris-
tratado légico?) En qué puede consistir este dios
ee resurge. También lo encontramos en el marco
antes
Hallamos la respuesta en los fragmentos siguientes wn? tiana, cuando se planteala pregunta por lo que hacia Dios
indents TOVOLO VOov dpevi Kavta Kpadaiver («con cuestion en el décimolibro de
ayuda de de la creacién. Agustin trata esta
respuesta, que Dios
u FOU, rige el todo») y aiei Sv tadtan pinver kivovne las Confesiones(y Lutero sugirid, a modo de
a quien
ovdév («permanece siempre en el mismo k omar se habia ido al bosque a cortar un palo para golpear
que se esfuerce en
Esta Ultima frase ha tenido fatidicas neceuene
eee hiciera preguntas como ésa). El] pensador
en el lugar de la
se ha representado a Jendfanes como fundador de la
hii comprender esta «nueva mitologia» que aparece
abiertamente
eleata, porque, al poner el uno como inmovil, habria negado
el mitologia de la tradicion épica debe preguntarse
de una naturaleza conce-
movimiento ee e cambio, me parece evidente que
on estos cémo se puede pensar el surgimiento
o hay que
bida como un todo que se sostiene a si mimo. 2Com
miles a ada loo, usesatereatrasney ua
se alude al mismo problema
nueva mitolo-
responder a esta pregunta? 2Conla ayuda de una
sentacion
se corresponde con el globo terréqueo que flota sobre las
x Jas, gia, una cosmogonia, un huevo primordial 0 una repre
con la periodicidad del mundo descrita por Anaiximandro, oath satisfactoria para quien
mistica? Ninguna de estas respuestas es
la respuesta es: no hay
el aire que sufrealternativamente condensaciones y rarefa
ee piense en conceptos racionales.Por ello,
nes. Asi, todo queda claro.El dios Unico, el nuevo dios, es iogue una transformacién. Asi
ningun origen, ningun movimiento, ning
Hamam OS univers. Eso es lo tinico ne en el poema de
v queexiste. Para los griego: llegamos la teoria del ente que se expo
«dios» es un predicado. se planted cuando
i Parménides. Esta respondia al problema que
mitica, junto
, Pero © équién
équié fue el que, de acuerdo con este nuevo modo
de una manera de pensar cientifica suprimis la tradicién
por ejemplo Hermes,
er, ‘ensefhid de verdad el universo
i que de: scansa sobre sii mi con los dioses del Olimpo, quienes, como
anos. El dios
inmévil '?
Obviamente, fue Parménides.
é Su poemaes la magnifica
a siempre se habian complicado en los asuntos mund
reposa en si
pA : ‘a a las preguntas planteadas porlos milesios. Esta es la
respuest primero, verdadero y Unico no se mueve, sino que
rso y del predicado
logica
2 a le la materia a la que nos enfrentamos, no aquella
; otra mismo, puesto que se trata del propio unive
gun in la cual primerovino
i el agua, luego lo indeterminado y final- que a éste le corresponde.
Asi llegamos al Unico texto filoséfico
extenso que se nos ha tro ‘0 prop
propio siglo, vienen a se ser un juego go inttil. Lo verdaderamente
conservado dela etapa inicial del pensamie
nto de Occidente, al import comprendamos que t tanto Parménides
ortante es S que que comprendal armeé| como
Poema de Parménides. Por cierto que sdlo
se ha salvado una lerdclito responden
Herdclito mis reto ‘eto filosdf
responden a un un mismo hal
filosdfico que je se se habia
pequefia parte del todo; no lo conocemo
s en su forma completa.
Sin embargo, a partir de lo que nos ha llegado —de planteado —aunque de manera diversa~ enla poesiafay la(tradi:
tradi
la primera cién griegas.
Parte casi completa y algunos fragmentos post
eriores— podemos Elica
formarnos un Concepto de ese todo. El fai
problema de ese todo radi-
ca simplemente —como vamos a ver—
en la unidad entre ambas
partes. Puesto que,en la Primera parte
, «lo ente» figura como algo
inmévil, mientras que, en la segunda, se expone
una vision del
caracter procesual de la naturaleza,
Como conclusién de lo expuesto,
tengo que afadir una acla-
racion. En mi aproximacién a estos tema
s, he renunciado a esta-
blecer distincionesalli donde
no habia diferencias filosoficas
significativas. Asi, no he establec
ido diferencias entre los tres
Jonios, pero si, por ejemplo,entre los
Jonios y los eleatas. Por ello,
tampoco me voy a ocupar de Heréclito, quien, en
relacién con la
nuev a concepcién de! universo, sostuvo sin duda
una posicién
semejante a la de Parménides. Esta
atestiguado, por ejemplo,
que Heréclito critica la polymathie, la informacion
superflua acer-
ca de muchas cosas, defecto que repr
ocha a Homero y Hesiodo,
a Pitagoras y otros autores. Heréc
lito los tilda a todos ellos de
autores que no han entendido bien
las cosas. También esto es
una respuesta a la cuestién que se plantea cone
l desarrollo de
la nueva concepcién del universo. En esto,
Herdclito y
Parm énides defienden la misma Posicién.
No esta claro que fue-
fan contemporaneos, ni que Heréclito hubiera
tenido que ser algo
mayor, pero, én mi opiniGn, no cabe duda de que
ambos cumplie-
ron la misma funcién dentro del marc
o de desarrollo del pensa-
miento griego temprano. Y, si
ambos cumplieron la misma
funcién, no parece muy inteligente discutir
acerca de una pre-
sunta relacién entre ambos. Quiz
d no tuvieran noticia uno del
otro. Al cabo, el esquema aristotélico
y hegeliano adoptado por el
historicismo del siglo xix, segui
n el cual Parménides fue uncri
ti-
co de Herdclito, asi como el esquema
contrario surgido en nues-
9. Parménides y las opiniones de los mortales

El punto en el que nos habiamos quedado es el siguiente: el


poema de Parménidesesel primer texto original del que dispone-
mos en relacién con la historia de los presocraticos. Y dicha his-
toria es el tema de nuestra investigacién.
Comose dijo alinicio, la gran tradicién épica que parte de
Homero y Hesiodo también tiene valor filoséfico a pesar de su
forma mitica y narrativa, No es casualidad que la filosoffa eleata —
y no séloella~ emplee el hexdmetro homérico para formular sus
argumentaciones. Es evidente que puede existir una estrecha
conexién entre visién épico-religiosa y pensamiento conceptual.
Hallamos la primera cesura en Platon, y la hallamos cuando pos-
tula, como rangodistintivo de sus predecesores, que éstos narra-
ron cuentos. (Lo hemos visto al estudiar el Teeteto y también et
Sofista) A partir de aqui, e! pensamiento se encamina porla
senda de los /ogoi, de las argumentacionesy de la dialéctica. La
filosofia platénicay aristotélica proponen un nuevo camino hacia
la verdad.
De todos modos, hallamos ya aproximaciones a un aparato
conceptual semejante en la obra de Parménides, aunque se
encuentren en forma poética. Nosha llegado unaparte completa sta noes la formaen la queuno introduce un debate critico con
en
de su poema, unos sesentaversos, mientras que dela otra parte un gran pensador. Se ve con tanta mayor claridad que, cuando
s6lo nos hanllegado algunos fragmentos, Esto se explica, entre el fragmento 6 se habla de las 86Gox Bpotay, se esta haciendo
otros motivos,por el influjo que ejercieron Platon y Aristételes. referencia a los pareceres corrientes de las personas, y no a la
Especialmenteel que ejercid Platén, cuyointerés se orienté hacia doctrina del sabio de Efeso. E! historicismo, en su momento, dejé
la primera parte del poema, porlo que ésta hatenido una impor- El reo de lado el valor poético del texto parmenideo. Es extraordinario
que se haya podido llegar al extremo de que siempre —también en
‘a flowtes
tancia duradera. Por fortuna, su influencia no ha sido tan fuerte
comopara que se perdiera también el proemio del poemadidac- Diels— conste que «primero Herdclito, luego Parménides». En la
tico. Asi pues, conservamos practicamente integra la primera realidad, ambos debieron de ser contemporaneos, y cuando
parte del poema. alguien los presenta en la mencionada sucesi6n, suele hacerlo
Antes de abordarla interpretacidnde este texto, debo sefialar basandose en la suposicién de que Parménides enfocé contra
que esta escrito enel estilo de la tradicién épica que parte de Herdclito su critica.
Homero.Por tanto, esto no esel libro de un maestro que quiera Pero ahora empezaremos con el propio texto, que citaré de
entablar polémica conotro maestro. Sin duda, una intencién polé- acuerdo conla edicién de Diels/Kranz. Empezaré porel proemio.
del proe-
mica no se pondria enestilo épico. Sin embargo,en las descrip- Indudablemente se escribié de acuerdo con el modelo
ciones historicas de los presocraticos se suele dar por sentado mio de la Teogonia de Hesiodo.Alinicio de la Teogonia (22-28),
tando su
que existié un debatecritico entre los defensores del devenir y los las Musas se aparecen a Hesiodo, Hesiodo esta apacen
es,
partidarios de la estabilidad, Sin duda, algo de esto escierto, pero rebajio al pie del Helicén. Este es su mundo cotidiano. Entonc
que
—a mi entender— noenla forma de una oposicién polémica entre las Musas le anuncian su misién como cantor de las cosas
Herdclito y Parménides. Desdeel historicismoy los trabajos filolé- fueron y de las que serdn, de la granfamilia de los dioses y de los
gicos delsiglo xix, el fragmento 6 (segin la numeracién de héroes.
Diels/Kranz) se ha entendido siempre como testimonio de esta Debemostener en cuenta que las Musasle dicen que pueden
Esta
presunta polémica. El destinatario dela critica parmenidea —se ensefarle muchas verdades, pero también alguna falsedad.
ancia extrema
creia~ seria Herdclito, porque hab/a equiparado de manera con- dualidad de lo verdaderoy lo falso tiene una import
tradictoria el ser con el no ser. Como ya he dicho,esta interpreta y, como luego veremos,es decisiva parala interpretacién del
demas,
cidn mepareceinsostenible, en tanto que se tenga en cuentael poema parmenideo, La misma duplicidad aparece,por lo
incluso el atleta
estilo épico del texto. En este contexto, basta con tener en cuen- también en Platén; por ejemplo, cuando dice que
ta la circunstancia de que el presunto colega contra el que pare- mésveloz podria resultar derrotado en la competicion. Se trata de
y error en
ce dirigirse la polémica de Parménides es designado con la una formulacién irénica del entrelazamiento de verdad
expresion, empleadavarias vecesa lo largo del poema, de 66fa1 el obrar espiritual, que halla apoyo, por ejemplo, en la Fisica y en
la Edad
Bpotév («opiniones de los mortales»). La expresién Bpotoi(«los el De anima de Aristételes. También en los debates de
mortales») no es una palabra adecuada parala polémica critica Media acerca de la doctrina catdlica se formulaban objeciones y
um,al
con Herdaclito. Suele utilizarse en la poesfa épica como sinénimo confutaciones, para llegar al fin, con el respondeo docend
azamie nto de lo
de «los seres humanos», para apuntar asi a la suerte comtin a acuerdo a la confirmacién de la tesis. Este entrel
el poema
todos nosotros, en contraste con los inmortales. Es evidente que verdaderoy lo falso aparece, ademas de en Hesiodo, en
de Parménides, sdlo que en éste se expresa
poética. En el marco dela cultura del siglo xix,
también en forma parte del proemio. Uno piensa, por ejemplo, en las ruedas del
ticamente ninguna atencién al valor poético
no se presté prac- carro, que giran velozmente y chirrian. Son imagenes rapidas y
Parménides, a la vez que se sobrestimaba su
del poema de transiciones veloces, que evocanla brusquedade inmediatez dela
aspecto mitico-reli-
inspiracion. Que en ellas se refleja la inspiracion, se confirma ‘em
gioso —desde Joel, quiza bajo el influjo del interés
que se estaba poniendo de manifiesto entre Nietz
por el orfismo bién en quela diosa, tras la salutaci6n, le anunciaal poeta quele
temporaneos—. Pero no es exacto que a forma en
sche y sus con- quiere ensefiar muchascosas. Con todo, es muy significativo que
que se anuncié aqui se empleen los verbos en forma iterativa, esto es, en una
la nueva concepcién de la inmovilidad e inmuta
bilidad del ser esté
ligadaa la religin. Mas bien se trata de una tipica argumentacién forma que no se corresponde con la idea de inspiracién ni con
légica: el ser no puede ser el no ser. Por lo demas,
una revelaciénrepentina, sino que més bien parece apuntara algo
se oculta en la reaccién, ya comentada, de
algo parecido que se repite, que hace pensar encavilaciones y eontemplaciin
un rapsoda como
Jensfanes ante las nuevas teorias de la natura
reflexiva. Lo mismo se expresa mediante la repeticién. En tanto
leza. Al presupo- que las dos hijas del Sol obligan «cada vez» (es decir, no una sola
Rerse ununiverso quehalla el equilibrio en si mismo, por ejemp
lo vez) al poeta a abandonarla nochey penetraren el reino de la luz,
que se sostiene sobre el agua o que est ordenado de acuerdo
Con una periodicidad regular, se plantea el siguiente probl debemos concluir que el proemio contiene un doble significado
ema: metaférico. No sdlo debemos entenderlo en el sentido de la inspi-
écémo se puede describir dicho universo? O, mejor,
posible pensarlo, sin plantearse al mismo tiempo
écémo es racién, sino también en el de preparacionpara un largo camino,el
la pregunta de 68g KoAdON[WOG de los primeros versos, en el que el viajero ha
Cémose formé y qué habia antes?Este es un problema que hasta
el dia de hoy ha ocupado al pensamiento human
vivido ya algunas experiencias. En todo caso, el poeta trata de
o.
Pero volvamos al texto. Sabido es que el proem
sugerir con extremo refinamiento cudles hansido las experiencias
io describe el
Viaje del poeta en un carro. Las hijas del Sol acompafian y guian de un investigador, de un conocedor de muchas cosas, quien, @
al narrador por su camino. Finalmente, llegan a una puerta, y pesar de todo, al fin necesita una especie deiniciacién por parte
las de una diosa.
muchachas se quitanel velo de la cabeza.
Es un simbolo de la luz
Otro problema muy discutido es el que concierne a la identi-
de la verdad en la que estén entrando. Alli se yergue unapuerta,
una gran puerta, descrita hasta el Ultimo detalle. Esta descripcion dad dela diosa. Es el mismo problema que se plantea respectoal
nombredela diosa invocada en el proemio de Ia Iliada. Yo, por mi
pormenorizada (a la que Hermann Diels dedic
é un extenso
comentario) se corresponde una vez mas con la refina
parte, creo saber quién esla diosa que habla con el pensador. Se
da técnica trata de Mnemosina, la diosa de la mneme.El saber reposa sobre
literaria por la que se destaca el texto. Pero la interpretacién
de el poder unificador y la solidez de la memoria. El saber es una pro-
los detalles es discutida. Seguin Karsten, que ha publicado
una visin de las experiencias que se acumulansin cesar y despiertan
edicién de Parménides,en el poema se describeel
viaje, luego la la pregunta por el sentido de todas las cosas. En cierto modo;
Partida y finalmente la llegada, Esta construccién me parece
sabemos ya mediante las experiencias, y sin embargo querriamos
demasiadoartificial. La partida no aparece propi
narrala llegada del carro ante la puerta, abiert
amente. El poema saber qué es lo quelas dota de sentido.Asi, por ejemplo, Ilegamos
a por Dike, quien, al verdadero conocimiento de la teorfa del universo propuesta por
felizmente, se deja persuadir por las hijas del
Sol. La entrada se
fos pensadores milesios tan pronto como la ponemos en (eae
describe con la magnifica plasticidad que caracteriza
a toda esta conel problema queenella se piantea, y dicho problema esla
pregunta sobre el cémopensar la unidaddelpropio universo. Este nes. Aristételes (quien, no debemosolvidarlo, conocié el poema
problema del recuerdosehalla, por supuesto, en el trasfondo de didactico completo) !o confirma de maneraindirecta cuando dice
los versos de Parménides, y no figura en forma conceptual, sino
que, si bien Parménides rechaza el movimiento y el devenir, por-
S6lo como imagenpoética de la diosa que revela la verdad. que quiere postularla identidad del ser, cede luegoante la presién
Ahora hablaremos de lo que la diosa dice querer ensefar. de la verdad experimentada y describeel universo en su multipli-
Recibe amistosamenteal visitante; le estrecha la mano a modo de Elinicio cidad y su devenir, Algtin intérprete contempordneo obra conla
fa Hlosots
recepcion y con ello expresa saludoy familiaridad, Hace que tam- occidert misma ingenuidad: primero, Parménides combate el movimientoy
bién nosotros nos sintamos a gusto dentro dela cultura griega del afirma meramente el ser, pero luego admite, forzado porla expe-
siglo vi, La instruccién divina debe abarcarlo todo (ypew 8¢ oe riencia, que algunas cosas se mueven. A mi esto me parece
mavta MvEEGBa1), No sdlo la verdad redonda, su corazén inque- absurdo, igual queel intento emprendido por algunosotros auto~
brantable (yuév GAnGeing edioKAéog atpepss i]top), sino tam- res de solucionarel problema suponiendounalectura diversa en
bién los puntos de vista de los mortales (Bpotav 8dEac). el texto enla que desapareceria la aparente contradiccién.
Hayquetenerya encuenta que en la formulacin «coraz6n de En realidad, nos hallamos ante un problema especulativo pro-
la verdad» se empleael singular, mientras que, en su opuesto, se veniente de la inseparabilidad dela verdad del pensamiento légi-
‘utiliza el plural: «Las opiniones de los mortales». Es un hecho nota- co respecto de la experiencia y de su verosimilitud; de un estado
ble el quela interpretacién de la filosofia eleata se haya desarro- de cosas que conciernea la naturaleza humana y que,incluso, le
llado comosi el propio Parménides hubiera opuestola verdad la otorga cierta superioridad cuando la ayuda divina la hace sabia.
doxa. En realidad, Parménides no habla apenasde la doxa,sin
o de El desarrollo del ser humano no esta fijado y no depende com-
las doxai, lo cual me parece muy natural, La verdad es Unica, pletamente de las condiciones naturales a las que esta sujeto. E!
mientras que las opiniones de los hombres son variadas. ser humanoposeela capacidad del pensamiento de elevarse por
Seguramente, Platén fue el primero en emplear el concepto de encima de dichas condiciones y tomar en consideracién una
doxa para marcar la diferencia entre las opiniones y la verdad variedad de posibilidades. Ese es el enigma dela apertura a lo
nica. posible que le ha sido dada al ser humano: que el mortal no
Asi se pone de manifiesto que la diosa quiere ensefiar la ver- puede conocersin masla verdad Unica, sino sdlo encontrar algo
dad,pero también las opiniones de los mortales que no contienen posible. A mi me parece que en los versos parmenideos se
la verdad. Con todo, el mensaje se complica aun mas en los dos encuentra la fundamentacidn de esta tematica, cuando la diosa
versos siguientes, que, no por casualidad, han llamado especial- formula por su bocala inseparabilidad de la verdad Unica y de la
mentela atencién de los intérpretes: hay que recibir las opiniones multiplicidad de opiniones.
tal y como éstas se presentan en su aparente plausibilidad irre~ Pasemos ahora a examinar el desarrollo del tema anunciado
futabilidad. (Es una lastima que el valor poético de los versos se en elproemio. Este desarrollo consta de unaprimera parte, acer-
pierda enla traduccidn.El texto griego encierra una sucesién de ca de la verdad, y una segunda, acerca de las opiniones. Ante
sonidos sugestiva, como una cascada de sonidos: &A2? éurns Kol todo, querria detenerme en el paso de la primera a la segunda
TATA HaBYoEa, tg ta SoKodVTA xprV Soxmpdc eivon dd parte. Puesto que en este pasaje aparecen con gran claridad la
Tovtds ndvta mep@vto.) El planteamiento delproblema no atafie relaci6n reciproca entre ambos aspectosy la articulaciéndel todo.
tan sdlo a la verdad, sino también a la multiplicidad de las opinio- Los versos 50-52del fragmento 8 dicen: en este puntollevo a su
conclusion la argumentacién probatoria y la verdad del pensa
- re, en realidad, al orden del universo, en el que ninguna instancia
miento, Pero ahora debes entender tambi
én las opiniones de los individual se hace con el dominio definitivo y absoluto, sino que
mortales (66Eas Fdno tovse Ppoteias), quienes se explican con
siemprehalla su igual en otra instancia individual, como, por ejem-
palabras cémo el todo constituye un cosmos, un orden, pero que
plo, elverano sigueal invierno para restaurar el equilibrio. Volvemos
también pueden engajiar, pueden noser verdaderas, sino tan solo a encontrar este tema en los versos que estamos examinando,
plausibles. Es evidente qiie la formulacién S0§ac...
Bpoteiag se comoporlo demés habia proclamadoya la diosaal decir que tam-
corresponde conla expresién 86801 Bpotavutilizada en
el proe- bién queria ensefar lo que, en relacidn con la naturaleza, aparece
mio. Se trata de una repeticién consciente; ésta es, por lo
demas como plausible. Por ello, nos hemos propuestola tarea, no sélo de
una de las técnicas que se emplean a menudo en la litera
tura descubrir los temas propiosdelos joniostratados en Parménides,
griega, como marcador de que ha terminado el discurrir de un
sino de apercibirnos de que estos temas ya conocidos aparecen
Pensamiento. En tal caso, nosotros hablariamosdelinicio de aquien una formaintelectualmente més conscientey articulada.
un
nuevo capitulo.
Examinemos ahora el texto. El verso 53 dice: wopoas yap
Asi, dicho nuevo capitulo trata, entrelas opiniones y puntos
de Katedévto 500 yapas dvopaCery, los mortales se han decidido
vista referentesal universo, aquello que resulta convincente y sin
por dar nombre a dos formasdistintas de ente. En el verso 54
embargo norepresenta la verdad plena. Lainterpretacién de los sigue diciendo: tov picv ov xpewv éorty,y ésa esla formulacion
Primerosversos (53 y sigs.) es muy dificil, Numerosos
especialistas que plantealas mayoresdificultades interpretativas a los lectores
los han estudiado y han contribuido a aclarar los
hechos mediante de este pasaje. Seguinla interpretacién convencional, este texto
sus aportaciones, Antes de entrar enlas dificu
ltades con la ayuda esta afirmando que una de las dos formas o denominaciones de
del andlisis textual, querria adelantar mi maner
a de comprender la realidad no es correcta. Pero se incurre asi en un falseamiento
estos versos: los seres humanos se han decidido por
dos formas deluso linguistico griego. Porque, cuando en griego se dice «uno
ce entes y les han puesto dos nombres distint
os. Con ello, han de los dos», es decir, cuando se quiere hablar de una cosa en rela~
incurrido en un error fundamental, a saber: separa
r las dos formas cién conotra cosa, no seutiliza la palabra pia, sino Etepax. Por lo
de ente, en vez de quedarse en un Unico ser,
Claramente, esto tanto, aquel «una» no es «una de las dos», sino la unidad que cons-
representa una polémica acerca del devenir del mundo que apare- tituye la verdadera unidad de la cosatras la duplicidad. De hecho,
ce en la filosofia de los milesios. Debemos
repetirlo: en esta cues- la primera palabra del verso siguiente es tévtic,, una forma poé-
tidn, hay que tener en cuenta la Unica maxima de los milesios que
tica de té& évavtic, con la que se designa lo que esta opuesto a
ha llegado hasta nosotros, a saber: el fragmento de
Anaximandro otra cosa, y es eso lo que evidentemente se hallaba en los funda-
en el que se dice que los entes pagan la pena «unos otros
» mentos del pensamiento jénico, a saber: que los opuestos
(GAA|AoIG). Recordémoslo: a partir de esta expresién, «unos a
(évavtia) luchan unos con otros y se desplazan unosa otros, y
otros», hemos visto que el proceso del devenir,
tal y como lo que, conello,tiene lugar un proceso inacabable enel que siempre
entiende Anaximandro, no tiene nada que ver con aquella injusticia
se restablece el equilibrio. Eso es el apeiron. Asi, las dos formas
del separarse del tado divino nicon el regresar a dicho todo,al «nir- separadas de las que habla el texto remiten a una teoria de los
vana», de que hablaban Schopenhauer, Nietzsche y otros intérpre- opuestos, los cuales siemprealcanzan el equilibrio, sea entre calor
tes del siglo xix. Por aquella época se empleabaun
texto en el que y frio 0 entre luz y oscuridad. El primer paso del nuevo «capitulo»
faltaba la decisiva expresién «unos a otros», Anaximandr
o se refie- se basa obviamente en el conocimiento de que todo esto cuadra
con las concepciones de los jonios, mientras que, en el segundo, que entendertodas sus implicaciones. El principio de una herme-
se indica que en unatal reciprocidad de los opuestosseevita el néutica eficaz es siempre elde interpretar el texto de tal manera
no pensamiento de la nada. Asf pues, no se produceel devenir ni que lo que estimplicito en él se haga explicito: asi, por ejemplo,
el perecer, Cuandola luz y la oscuridad se relevan unaa otra.. cuando me uno a mis estudiantes 0 a algunos colegasen la tarea
éson lo separado? Y el ser de las cosas, dno queda intacto asi? de interpretar un pasaje de la Logica de Hegel, e! resultado del
El mismotexto lo confirma: dice a continuacién que los seres Etinca
la flown
largo debate es una continuacién del texto hegeliano. Lo mismo
humanos han distinguido los opuestos mediante signos separa- ‘occides tat ocurre en la interpretacién de Parménides, siempre y cuando
dos unos con respecto a otros (anata). El texto dice yapic nuestro trabajo siga el camino correcto.
Gm dAdH Aw, y nos encontramos una vez mds con la palabra El resultado al que hemos Ilegado con la interpretacién de
«unos a otros» (GAArAoU), que conocemosyaporla sentencia de estos versos acaba en lo siguiente: lo primero que se encuentra
Anaximandro. Ahora estamos ensituacién de comprender el sig- ‘en los versos mencionados es unavisién del universo segtin la
nificado de la palabra; obviamente, debe dar a entender que los cualesta constituido por opuestos interrelacionados e insepara-
opuestosse hallan en relacion de reciprocidad unos con otros, y bles. En segundo lugar, que esta concepcidn es superior en lo
que, en dicha medida, no estén separados unos de otros. 2Y qué conceptual a aquella de los jonios, porqueevita el pensamiento
tipo de oposiciones se halla en el texto? En la filosofia de los mile- de la nada. En tercer lugar, la imagen de la luz y la oscuridad,
sios se habla de calory frio, humedad y sequedad, y otras cosas que resume esta concepcién, remite al mostrarse del ser y a su
semejantes. Aqui, en cambio, en el verso 56, encontramos, por cognoscibilidad, Este ultimo punto puede quedar mas claro si se
una parte, Tit ev MAOYds aiBEplov Tip, el fuego sobremanera toman en consideraciénlos pasajes del poemadidadctico (como
ligero y etéreo,totalmente idéntico y homogéneo consigo mismo, por ejemplo el fragmento 6,verso 1, 0 el fragmento 3) en los
pero noidéntico con lo otro, con lo que se le contrapone: to que se equipara al ser conel voeiv. Solemos traducir la palabra
Sétépan 7) tattOv. Puesto que al otro lado se halla la noche,la noein por «pensamiento», pero no debemos olvidar que el signi-
oscuridad,la tiniebla densa y opresiva. Notese cémoesta descrip- ficado primario de esta palabra no es el de «sumergirse en uno
cién superala visién de los milesios. Aqui se habla de una Unica mismo», noesla reflexidn, sino, al contrario, la pura apertura a
oposicién, que no es en absoluto «ser», sino lo que se muestra,trd- todo. Lo primero en el nous no es que uno se pregunte porlo
tese de luz u oscuridad. Se pone de relieve la excelencia de Ia luz, que en cada caso esta viendo, sino la constatacién de que hay
que es descrita con rasgos positivosy, por ello, se destaca sobre algo. La etimologia de la palabra nos conducetal veza la sensi~
la noche, La noche se caracteriza por medio de propiedades bilidad del animal, que mediante su olfato, y sin necesidad de
negativas. Pero, dqué significan aqui «positivo» y «negativo»? A mi una percepciénprecisa, percibe la presencia de algo. Hay que
entender, la respuesta esté clara: dichos atributos no son positivos entender de esta manerala relacién entre «pensar y ser en
© negativos como realidades, sino en relacién con el conocimien- Parménides, y también el porqué de que en el fragmento 8 que
to. La luz es positiva para el mostrarse del ser, mientras que la ahora estamos examinando se mencione con especialénfasis al
noche acta negativamente sobre la visién. Uno podria formarse voeiv al lado de los restantes rasgos del ser. Parece que el texto
la impresién de que estas oposiciones se comprendenpor si mis- quiera decir que éste es el ser del propio ser: mostrarse de tal
mas, pero quiero pensar que ha quedadoclaro elprincipio quelas manera que, en su existencia, aparezca inmediatamente como la
inspira, a saber: que para comprenderalgo correctamente, hay luz del dia.
Querria plantear una nueva pregunta en relacién con la ima- (los cincuenta versosiniciales de este fragmento 8) hasta una
gen parmenidea del fuego suave —amistoso y benevolente-, eté- segunda que se ocupa de la exposicidn de las opiniones que los
Teo y homogéneoconsigo mismo. Hemosinterpretado este fuego mortales defienden en relacién con el universo. Esta segunda
como la luz en Ja que se hace visible el mostrarse del ser. Sin parte no nos ha llegado en buen estado como la primera, pero sin
embargo, debemos ponerlo en relacién con la cosmologia antigua. duda también debia de contener una exposiciénlarga y bien
La concepcién antigua segtin la cual los astros son fuegos obli- estructurada,la cual, aunque se presentara como opinidn de los
gabaa reducir e! fuego a un ser estable, sin ninguna realidad des- 1a losis
occidental mortales, formaria parte, como tal, del conocimiento. Esto no es
tructora ni que se consumaa si misma. Y, de hecho,seatribuye a sélo una suposicién vaga, sino que goza de una ampliatradicién
Anaximandro la afirmacién de que existen orificios en el firma- Halla confirmacién en el fragmento 16, que consta tan sdlo de
mento por los queel fuego de las estrellas brilla y resplandece. De cuatro versos, pero indudablemente auténticos, citados por
fas narraciones doxograficas se desprende que, en Anaximandro, Aristoteles (Metafisica G5, 1009b 21). El texto dice: ds yap
el fuego, como elemento,tiene que eliminar de si todo lo destruc- Excotoréyet Kpaow pehéov MoLvKGpNtwV —del modo en sue
tivo, Lo contrario de destructor es #muov, y el texto utiliza cierta- se constituyela relaciénentre los miembros de! organismo— tag
mente esta expresién (fragmento 8, verso 57), en un pasaje en el voos dvOpdnorot mapiotator —asi se halla el nous en el ser
que significa apacibilidad, suavidad, afabilidad. También en el humano-. (Expresado de otra manera: el pensamiento como
Timeo (31b-33) se echa de ver hasta qué punto el fuego era un conciencia de algo, como percepciénintelectual, se halla enrela~
problema. En la estructuracién de aque! poderoso organismo vivo cién con la constitucién del organismo; uno existe desde el
queel universo constituye,existe entre el fuego y los demasele- momento en que el otro esta presente; piénsese a este respecto
mentos una relacién dificil. Lo mismo se encuentra en la filosoffa en la medicina y la biologia de aquellos siglos.) To yap avto
estoica, segun la cual existe un fuego que no destruye, sino que EOTLV OREP OPOVEEL HEAEWV OVOLG AVEPWOROLGLV KOMADLY KOLL
ilumina y vivifica. Asi, como ya hemosvisto, se puede suponer, en navtt-lo que piensa siempre es lo mismo: la constitucién del
el trasfondo delas ideas cosmolégicas de Anaximandro, el fuego organismo en todos y en cada uno—; 6 yap TA€ov éoti VOnLa
como elemento no destructor, sino estable y homogéneo, que —lo percibido essiempre lo que prevalece, como la luz que todo
emite luz y hace visibles las cosas, aunque sea con la ayuda de to inunda.
orificios. Se podrian aducir otros ejemplos para mostrar que algu- Este texto, en cuya interpretacién se han derramado verdade-
nos motivosdelas teorias meteoroldgicas y astronémicas de los ros rios de tinta, tiene que ponerse en relacién con la medicina y
jonios se reflejan en Parménides. Pero lo que nos importa ahora las ciencias naturales de su época, en las que ya se encuentrala
es entenderlo que ocurre en ese reflejarse. Hay que comprender idea de quela percepcion dependedela mezcla delos elementos
queel fuego deviene enluz y én la homogeneidad identidad de en el organismo humano. Me parece que esta idea no es nueva
la luz consigo misma. Con ello se sugiere la identidad del ser. propiamente. Pero si tenemos en cuentala intencién, ya debatida,
Entonces, tiene lugar una abierta aproximacién a las opiniones de esta parte del poema didactico —la intencién propia de unas
plausibles de los mortales. ideas comtinmente aceptadas—, se hace evidente cual es la ver-
Mediante el andlisis de los Ultimos versos del fragmento lle- daderatarea deinterpretacién.Se trata, en efecto, de comprender
gamos asi a la conclusién de que éstos marcanla transicién en qué sentido, en qué puntos y en qué aspectos esta concepcién
desde una primera parte, dedicada a la exposicién de la verdad es superior a la jénica, SARA
En primer lugar, querriamos subrayar que en la poesia épica la psicologia mod lerna, sabemos en qué medida la tendencia cia a loalo
aparece ya una explicacién mitolégica, segtin la cual la aparicion idéntico es inherente a todoslos aspectosdela perce pci6 In sen

de! pensamiento en el hombre debe remitirse a un poder divino. sorial, Es algo que hemos encontrado en el poema didactico de
En los jonios, asf como en Parménides, quien, a su manera, esta Parménides: la estabilidad del ser, que se anuncia enla relatividad
relacionadocon los jonios, este tema aparece bajo una nueva luz: de la percepcién.
la percepciény el pensamiento no surgenporla actuacién de una
potencia divina, sino por la mezcla de los humores del organismo.
Esta es una idea que, como ya hemosvisto, hay que poner en
relacién con el equilibrio del organismo formuladopor la medicina
en aquel entonces. De acuerdo con esta concepcién,la percep-
cién del calor o del frio depende de alteraciones del
equilibrio
dado enel organismo, como, por ejemplo, en la fiebre, enla que
se evidencia que el calor y el frio en sino sondos esencias sep
radas. Recordemos,por lo que respecta a este tema, la cita de
Parménides ya estudiada en la que se dice que los seres huma-
nos establecenformasde realidad separadas y opuestasy las lla-
man con nombres distintos (aqui se podrfa poner como ejemplo
«calory «frio»), mientras que el verdadero ente constituye su uni-
dad. Por esta raz6n, su separacidn en potencias autosuficientes
€s un error, puesto que,enrealidad, el voetvpone su unidad.Si lo
entendemos asi, también queda clara la relacién entre
el conoci-
mientoy la luz: en el pensamiento consciente, cuando las cosas
se vuelven visibles e identificables, es como si hubiera
luz, La
ausencia de este estado de apercibimiento se plantea como
una
oscuridad enla que nada es, Asi, gradualmente se aclara por qué
esta concepcién del noein representa un paso adelante en el
camino hacia la verdad, La unidad y la mismidad de! noein
condu-
cen hacia la mismidad, homogeneidad yalfin, hacia la identid
ad
del ser. Si queremos comprendertodo esto, no podemos quedar-
Nos, por supuesto, en la oposicién entre la relatividad de las per-
cepciones sensoriales y el cardcter absoluto del «pensamiento»,
En cierto sentido, la percepciénsensorial es ya percepcién cons-
ciente, Por ese motivo, también esta comprendida en el noein.
Siempre estamos inclinados a ver las cosas en el conocimiento y
reconocimiento de su identidad, Gracias a las investigacione
s de
10. Parménidesy el ser

Hasta ahora hemos examinado el proemio del poemadidactico


parmenideo,asi como su primera parte, que esta dedicada a la
su
verdad y es breve, si bien Simplicio nos la ha transmitido en
integridad. Luego, nos hemos aplicado a la segunda parte, que
trata delas opiniones y debid de ser méslarga. Pero solo nos han
llegadolos versosiniciales mas algunos fragmentos. He querido
que la discusién de esta segunda parte del poema didactico pre-
su
cedieraal tratamiento de la primera parte, an no analizada en
totalidad. Esta anticipacién es deliberada, Me parecié que debia
a
mostrar que la tarea anunciada en el proemio no se limita sdlo
opinion es de los mortale s y
la verdad,sino que también abarca las
Por
que en efecto se llevaba a término en el desarrollo del poema.
los ltimos
ello he saltado directamente desde el proemio hasta
versos del fragmento 8, en los que se efectda la transicién desde
la exposicién de la verdad hasta las explicaciones acerca de las
opiniones de los mortales. Querria subrayar una vez masel sign
En ver-
ficado que tiene esta doble tematica en labios de la diosa.
dad, se trata de un rasgo caracteristico del ser humano € incluso
ser huma-
su marca de superioridad. Puesto que es distintivo del
no el plantear problemas y abrir la dimension de las miltiples
ramossusignificado verdadero. Lo repito: «noeinsignifica el poe
posibilidades. Por ello, la capacidad parala verdad la falsedad, a
cibir que hay algo, de manera semejante al olfato del ash
tanto en el querer conocer como enelser con otros, es una pro- a. La me te
que quizé remita también la etimologia de la palabr
tez que se encuentra enel significado de esta palabra es funda
piedad del ser humano. Asi, hemos recordado que también
en
Hesiodo, al comienzo de la Teogonia, las Musas proclaman que mental para toda la argumentacin del poeta didéctco.
Si no se
puedenensefjar lo verdadero,pero también lo falso. Incluso estas cion de Parménides
entiende esto, no se puede entender la afirma
inseminadoras juegan con nuestras debilidades. Endefinitiva, nos 7
acerca de la inseparabilidad de ser y noein: sélo enla medida
encontramos con que la no verdad es inherente al propio concep- que hay evidencia —en su sentido mas amplio: pereepcion
— at
to de conocimiento, que es un elemento inseparable, constitutivo éramos
noein puede decirse que hay algo, que hay «sem. Si quisi
del conocimiento, porque los seres humanos se exponen necesa-
servimos de una expresién escoléstica, podriamos decir que aqui
riamente a una multiplicidad de influencias y confusiones. mos este
se trata del problema de la haecceitas. Hoy en dia, halla
se hace
problemaen la «pregunta por el ser de Heidegger, pero
A partir de estas reflexiones, he tratado de mostrar que en el
en
visible mucho antes en el noein de Parménides, y asimismo
trasfondo del poema diddctico de Parménides se encuentran
las
Concepciones jénicas del universo, enlas que la cosmogonia se Aristételes, quien conecta el noein conel tocar (@vyyavetv),
como
separa de los mitos; en especial, las representaciones del orden ocurre en la inmediatez de! percibi, cuando atin no se marca nin-
del universo basadas en oposiciones que se equilibran constante
guna distancia entre la percepcién y lo percibido. Nosotros mis-
y regularmente,invocadas por Anaximandroen su Unica sentencia decir,
mos decimos que algo huele o que huele a algo, antes que
conservada. Frente a estas doctrinas de los milesios, Parméni minada detecta este °
des de manera reflexiva, que una nariz deter
introduce unaimportante innovacién: enlugar de las muchas opo-
aquel olor. Desde el momento en que las palabras y conceptos
siciones distintas, comolo himedo y lo seco, lo cdlido y lofrio, atez. ;
etc, entran en juego, se pierde la mencionada inmedi
Parménides pone unatinica oposicién, a saber: la oposicién entre Finalmente, querrfa volver una vez mas sobre el anuncio, en e'
la luz y la oscuridad. Poresta innovacién, Parménides es superior proemio, del camino de la verdad y el camino de las opiniones,
r
para insistir en una advertencia previa que vale la pena repeti
a la tradici6n jonica. La luz es la luz del conocimiento. Por ello,
en
el poemadidactico se subraya positivamente que nosetrata de Parménides emplea solamentee! plural 86a. Practicamente no
un fuego destructor, sino suave; una llama que no abrasa,sino que utiliza dicho término en singular. Aun cuando se utilicen expresio~
ejemplo, ta
nesafines, éstasfiguran siempre en plural (como por
tan sdlo emite una luz. En Parménides, la diferencia entre estos
del
dos tipos de fuego no es explicita, y no lo sera del todo hasta Ile-
BoKotvta), Porello, es incorrecto decir que la segunda parte
is-
gar a los estoicos.
poema didactico de Parménides trata la doxa Esoseria platon
pto por pri-
mo, no eleatismo. La palabra «doxa» deviene en conce
Para reforzar la tesis acerca de la superioridad de Parménides,
he proseguido con el andlisis del fragmento 16 citado por mera vez en la filosofia platénica, Sabido es que
aisthesis, oe
Aristételes, en el que se dice que el noein, el pensamiento, se de definir e'
logos sonlos tres conceptos conlos que Platén trata
basa enla relaciénentre los diversos miembrosdel organismo, He iento en el Teeteto.
empezado traduciendo la palabra voetv a la maneratradicional, ,
» retomamoselandlisis de la primera parte de! poema
Por «pensamiento». Pero no podemosolvidar que esapalabra, en , y empe-
esto es, la parte que trata de la exposicién de la verdad
este contexto, seria totalmente incomprensible si no aprehendié- s
zamos con los fragmentos 2 y 3, cuya ordenacién ha sido muydi
cutida. Considero que ambos se pueden leer seguidos como con- historicismo ha Ilegado con frecuencia al resultado paraddjico de
tinuacién del texto denominado fragmento 1, es decir, del proe- ignorar la diferencia entre inmediatez e inmediatez reconstituida.
mio. El fragmento 2 comienza conla afirmacién de que se pueden El ultimo verso del fragmento 2 dice que no esposible formu-
pensar dos caminos de indagacién. Uno de los caminos es aquel lar el no ente (ui) édv), puesto que éste no se puede indagarni
donde se dice que hayel «es» y no hay el «no es» (ottte Kai OS comunicar.
obk ot pu} eivon), y éste es el camino dela verdad, que avanza Ew 4st Es posible queel fragmento3 seala continuacién de estetexto:
la trad
con poder de conviccidn. El otro camino es aquel donde se dice 1 yap oxbtO voetv éotivte Kai elvan. Sin embargo, Mansonner me
que el«no es» (ob ottv) es, y que afirma el no ser. Pero es un ha convencido de que el fragmento 3 no es ningunacita de
caminosin esperanza. Parménides, sino una formulacién procedente del propio Platén,
Sin duda alguna, nos hallamos ante un texto de gran perfec- que creo haber interpretado correctamente y que Clemenshaatri-
cidn y finura conceptual, cuya interpretacidn no es facil, La tarea buido a Parménides. A fin de interpretar este fragmento, confirma-
delos intérpretes se complica porel hecho de que en el frag- mos que éotiv no funciona aqui como cépula, sino que indica
mento no se habla sdlo de dos caminos, sino de tres, por lo que existencia, y no sélo en el sentido de que exista algo, sino también
se plantea la pregunta acerca de cudl puedasereste tercer cami- en el sentido propio del griegocldsico:que esealgo esposible, que
no. Los defensores de la tesis de que Parménides fue un critico tiene la fuerza de ser. Aqui, por supuesto, «que algo sea posible»
de Herdclito se apoyan en este problema. Afirman que el tercer implica que algo es. En segundo lugar, debemosaclarar qué se
caminoes justamente el pensamiento de Herdclito. Sin embargo, quiere decir con «lo mismo» (to ato). Como esta expresién se
en el fragmento 6 se cita un tercer camino, y por dicho camino halla al inicio del texto, se entiende generalmente como elemento
transitan los mortales. Y hemos visto que la expresién que se principal y en consecuencia como sujeto. Por el contrario, «lo
emplea, Bpotoi, no puede leerse como si con ella se aludiera a un mismo» aparece en Parménides siempre como predicado,esto es,
individuo determinado —yasi, tampocoal filésofo de Efeso, comolo que se predica de algo. Por supuesto que puede aparecer
De momento, tenemos la intencién de limitarnos a los dos igualmente como elemento principal de una frase, pero no en la
caminos nombradosenel fragmento 2 y de tratar de comprender funcién de sujeto del que se dice algo, sino de predicado que se
por qué uno de los caminos conducea la verdad, mientras que el dice de algo. En la frase que estamos analizando,dicho «algo» es la
otro no conduce a ninguna meta y es una imposibilidad, Para ello, relacién entre éotiv voeivy éativ elvan, entre percibir/pensary ser.
debemos empezar por entender que «es» (Zottv), en este contex- Ambos son lo mismo, 0, mejor dicho: ambos estan unidos por una
to,significa lo mismo que «hay», y que no funciona como una cépu- unidad indisoluble. (Ademas, deberiamos afadir que el articulo t0
la que une sujeto y predicado, como se dice en la gramatica de no dependede eivon, sino de até. Enel siglo vi no existia todavia
Aristételes, Se trata de la inmediatez del ser que percibimos en el el articulo antepuesto al verbo. Cuando en el poemadiddctico de
noein, en la queel «/egeim» (A€yewv) no es algo separado de la per- Parménides se presenta la necesidad de expresar lo que nosotros
cepcién sensible, sino que —comohe tratado de mostrar— sdlo traducirfamos con un infinitivo con articulo antepuesto, se emplea
hacereferencia a la inmediatez, a la inseparabilidad delo percibido otra construccién distinta) Recuerdo que esta interpretacién del
la percepcién. Alguien podria descubrir ahi el concepto deidenti- fragmento 3 fue objeto de un debate con Heidegger. El no se halla-
daddistintivo del idealismo aleman, pero eso serfa un anacronismo ba de acuerdo conlo que a mi meparecfa el sentido evidente del
propio de la época del historicismo. En el dmbito dela filosofia,el poema. Entiendo bien por qué Heideggersostenfa que la identidad
(6 cxb6) era el tema principal de Parménides, Heidegger entendia que el ente se disperse ni que se condense (otite oxidvapevov
conello queel propio Parménides estaba por encima de todo punto TAVTL NEVIS KOT KOGLOV OTE GVVIOTLEVOV). También se
de vista metafisico y asi habia anticipado unatesis que luego, en la deduce,por las formulaciones que aqui se emplean, que se esta
filosoffa occidental, se habia interpretado de manera metafisica y haciendoreferencia a la filosofia jdnica. Que el ente no se pueda
s6lo habia sido restablecida en la filosoffa del propio Heidegger. Sin separardel ente no significa que existan dos entes, Esta conclusion
embargo, entendié en sus Ultimos trabajos que esto era un error y queda excluida por el uso linglifstico de Parménides. Eneste pasa~
quela tesis de que Parménides hubiera anticipado en parte la filo~ je encontramos porprimera vez t026v, este singular enfético, que
sofia del propio Heidegger no se sostiene. aparece repetidamente en el poema de Parménides y anticipa el
Pasemosahora al fragmento 4, cuya colocacién tras el frag uno (t0év) de Zenén y de Platon. Sin embargo, no se trata exacta-
mento 3 resulta extremadamente dudosa. El fragmento 4 arroja mente de lo mismo. El t6 ov de Parménides sdlo es la primera
muchaluz sobre la aproximacién inédita de un pensador que se aproximaciénal concepto abstracto del uno. El uno tambiénapare-
ocupa dei tema del devenir y del ser con respecto la relacion ce en Parménides, pero conel significado primario y propio de ente
entre identidad y diversidad, Podemosafiadir que estos conceptos uno, mas que de «ser.Antes de él se decia tt Svtoy y asi aparece
no aparecen juntos hasta el Sofista, donde se hallan designados en HomeroqueTiresias conoce las cosas que son (tét Svta) las
con laspalabras «stasis» y «génesis», «quietud» y «nacimientor. cosas que serdn (td. mpotovt@). Por lo que respecta a este tema,
Interpretemos el fragmento Aedooe Fume anedvta voor querriamos recordaral Sécrates del Feddn, quien dice haberse
mapedvte. BeBaiws. Hay que contemplar conel nous(la capaci- interesado mucho nepi dvicews iotopic. Conello emplea una for-
dad de percepcién inmediata) tambiénlo ausente (también acce- mulacién cuya ultima palabra, «historia»,significa el curso de las
sible mediante el nous), y por ello, hay que proceder «con experiencias en toda su multiplicidad. Dicho de otra manera: ante-
firmeza» (BeBaiws), sin vacilar. Asi, no se debe juzgar como riormente, se hablaba del equilibrio del universo en referencia a la
obviedad que lo presente es y lo ausenteno es, sino que, en cada multiplicidad del ente, Td gv quiere decir, en cambio, que el tema
caso,se debe constatar sin vacilaciones que lo ausente, en cier- central no esya la multiplicidad de las experiencias, su listado, sino
to sentido, también esta presente. Por ello subrayo tanto el que, sin unidaddel ser, no hay nada. Conello se dice, ciertamente,
BeBoiws, porque en el poema didactico se insiste de muchas que tOé6vno puede separarse tod é6vto<; el ente tiene las pro
maneras en que siempre reaparece elpeligro de apartarse del piedades de cohesién (cardcter continuo) y unidad. En tanto que
camino que conduce la verdad y dejarse atrapar por la aparien- universo, es ciertamenteel universo ensu unidad, y dicho universo
cia segtin la cual lo que se muestra no existia antes de mostrar- ensu unidad implica al mismo tiempo el concepto del ser. Dicho
se. En los fragmentos 7 y 8 se expone una argumentacién muy con mayor exactitud: atin no setrata del concepto,pero si de una
exacta y precisa para fundamentarla necesidad de evitar este plenaabstraccién a partir de la multiplicidad de las cosas. Este sin-
error. De hecho, el verso del fragmento 4 que estamos estudian- gular es comoun indicio del comienzo de la reflexién conceptual-
do es una anticipacion de lo que luego se fundamentaen la pri- especulativa.
mera parte de! poemadidactico. Enel fragmento 5 se dice que da lo mismoel punto de que par-
El fragmento prosigue conla misma temética: el ente no puede tamos,porque siempre, de todos modos, regresamosal mismositio.
separarse de su conexi6n con el ente (ot yap dnotunter to gov Esto refuerza claramente la homogeneidad, la unidad del «ser» que
tov dvtos éye08c), y no es posible, seguin elorden delas cosas, es, un tema que luego, como ya hemosvisto, vuelve a aparecer.
Elfragmento 6 esla respuestaa la problematica de la verdad to modo a algunas madximasdeeste fildsofo. Se ve las claras
y al anuncio de! camino correcto de la verdad. Este fragmento
que Parménides no supo prever la penetrante agudeza de losfild-
comienza con las siguientes palabras: yp1) tO Aéyetv te voeiv
sofos del siglo xix, quienes fueron capaces de hallar en su texto
véov Eupevor For yp eivor- undev Sod. For. A fin de
lo que alli no habia. En verdad, este presuntotercer camino no es
entender el sentido de este pasaje, empezaremos por recordar
otra cosa quela descripcién del segundo,es decir, del camino de
que el Zom1de la primera frase manifiesta el doble sentido que ya Et nica la nada; y los mortales que lo emprenden se designan —como ya
hemosexplicado. Esta palabra significa «es», pero porello mismo la Rosita
occident hemos dicho— con el término pico Bpotoi, que ciertamente no
significa también «es posible que sea. No sélo expresa la exis- se podria emplearpara referirse a un soloindividuo, y atin menos
tencia, sino también su posibilidad. Por ello, el sentido de la
a Herclito. Se trata mas bien de los hombres en general, Yerran,
segunda frase va a pararen lo siguiente: el ser es, y es posible. La
estan ciegos, desconcertados (dxpita. g0Aa), y asi son hombres
nada, al contrario, no es, y tampocoesposible. Eso nos ayuda a sin capacidadde juicio. Aprehendenel ser (néAewv) y el no ser, ora
comprender que también el 26v de la primerafrase tiene este comoalgo idéntico, ora como algo no idéntico. Se puede decir de
doble sentido y significa aquello que es y esposible, es decir: ellos que su camino siempre es errdneo, porque es contradictorio
posee la capacidad de ser. Finalmente, hay que decir que el to (névtwv 88 naArLvtpondo got KEAELBOS). Con ello se dice que
tiene quereferirse forzosamenteal é6v, porque esta expresién no
todaslas suposiciones de los mortales acerca del «es» y del «no
aparece nuncasin articulo enel poemadidactico, Tras haber dicho es» acaban siempre en contradiccién; van a parar en que se dice
esto,la primera frase se puede explicar comosigue: es necesario «es» y «no es» con el mismo aliento. Sdlo unainterpretacién super-
queni el decir, ni la percepcién pensante de fo que es, ni la exis- ficial afirmaria que esta descripcién de la contradiccién —con la
tencia, se desliguen de la consecuencia de ser dichosy percibi- afirmacién de que toxtov y @dtepov son idénticos— apunta a la
dos; la presencia del ser es justamente su percepcién. Si la dialéctica de Heraclito. A veces, se reconocecierla arrogancia en
entendemos de esta manera, la frase deviene en repeticién con-
la seguridad con que se defiende dichainterpretacién.Se llega a
vincente de lo ya dicho. Luego volveremossobre el significado de ella por la magnifica investigacién historica del siglo xix. Pero,
esta repeticion.
como ya hemosvisto, el historicismo se pudo mostrar ciego en
Para empezar, seguiremosel avancedel fragmento, que,junto algun aspecto, a pesar de toda su agudeza. No quiero que se
conla exhortacidn a recordar la verdad anunciada y ano olvidarla,
piense que no sé valorar el método delos historiadores. Perola
dice expresamente que hay que alejarse de! camino de la nada, filosofia es otra cosa.
pero también del otro camino por el que tantean los mortales,
Creo que, con la comprensién de que este fragmento 6 des-
vacilantes, errantes y en continua incertidumbre. La incapacidad
cribe las consecuencias de la falta de orientacin comtin a todos
para orientarse que acarrean en su coraz6nloslleva a una per- los seres humanos, hemos dado un paso adelante decisivo. Los
cepci6n estupida (tAaKTOV véov). Este es el punto del que parte seres humanos tienenla facultad de incurrir en contradicciones
el tercery problematico camino que hay que afiadir a los otros dos sin apercibirse deello, porque entienden lo ausente como no ser,
que se han mencionado hasta ahora. Repito que éste es un pro-
y de ahi que se instaure la ilusién del devenir. El entendimiento
blema queel historicismo ha solucionado a su manera; ha identi-
humanono puede aceptar que algo surja dela nada. Exnihilo nihil
ficado este tercer supuesto camino con el pensamiento de
fit, éste esel principio mas elevado de nuestra orientacin porel
Herdclito, porque la descripcién de dicho camino recuerda en cier- mundo de la experiencia. Sdlo por medio del cristianismo, 0 mas
Propiamente del Antiguo Testamento, ha entrado en juegola cre- recorrer algo con la mirada de unos ojos que no ven (vapav
acién divina del mundo, y de todos modos sin que se comprenda &oxonovSpa). Esta ultima formulaciéntiene un elevado valor
el misterio de una tal creacién. Se pone enjuego por primera vez literario. El ojo busca con curiosidad (el verbo vapav se refiere
en Agustin, cuando éste habla del Verbo que dice «ihagasela luz. también al estimulo que incita a alcanzar una meta), y asi recorre
Los griegos pudieron entender la palabra de Dios, con la que el con la mirada el conjunto de las cosas, perole falta la vista, no
Antiguo Testamento introduce la creacién, como una potencia tiene vista (GoKonov), puesto que no logra aprehender ningun
creadora. ente. Esta es una imagenbella, que se amplia y alcanza, ademas
En el fragmento 6 se describe tambiénel barullo de las opi- delos ojos, al ofdo que retumba (hyxrecoav axouijy) y a la len-
niones entre las que vacilan los hombres de juicio embotado gua (Koi YAcooutv). (Hay que tener en cuenta que la lengua —asi
cuandotratan de orientarse por el mundo: «Es, no es», «existe y a como el ojo que no vey el ofdo que no oye a causa de su propio
la vez no existe», «esta y no esta», y cuando algo se muestra, resul- retumbar— se menciona aqui enrelacién conel sentido del gusto.)
ta que proviene de la nada. Sin duda, esta desorientacién no
es Asi pues, se recomienda no dar ningun crédito a las apariencias;
una descripcién de un pensamiento especulativo —como podria masbien hay que probarlas «con entendimiento» (AOywn). Creo que
serlo el del pensador Heréclito~, sino que representa las contra- la expresién AGyont se emplea aquisin implicaciones conceptuales.
dicciones inconscientes sobre las que descansan los errores y la Nohe profundizado mds en este asunto, pero tengo la impresin
confusidn de los seres humanos. de que Kpivot Adyar, como muchas otras formulaciones del
Querria hacer una ultima observacién acerca del fragmento6.
poema didactico, tiene caracter rapsddico, y es comprensible que
A fin dearticular la estructura del texto y desarrollar la ldgica de
su un fildsofo de aquella épocase alegrara al hallar expresiones que
argumentacién, Parménides, al igual que Platén, tiene que valerse pudieran servirle para la ensefanza de su propia doctrina. Por eso
de un recurso literario. Uno de los recursos literarios de este
tipo encontramos a menudo coincidencias con Homero.
esla repeticién, de la cual aparecia un ejemplo evidenteal inicio de En el fragmento 8 se prosigue con la argumentacién: wovos
nuestro fragmento. Este medio se empleade cara a un publico que SEt1 pdO0c dSoi0 Aeinetan cog Eotv. (Notemos que, aqui, el «myt-
no lee, sino que sigue la recitacién del texto por parte de! autor. hos» estd méscerca del «logos» que dela fabula; «mythos» significa
Este es un rasgo caracteristico de la etapa cultural preliteraria que todo aquello que puedo narrar, y hace pensar simplemente en una
tratamos aqui. Por ello, no podemosverta repeticién como una dilatada narracién.) Queda una Unica narracién del camino, y en
casualidad. Pertenece a la mnemotecnia —asi se puede decir, y dicho camino se encuentran muchos signos —Heidegger hablaria
tanto a la del rapsoda como la del oyente. De ello también se aqui de «mojones»— para indicar la meta e impedir los extravios.
infiere que el texto de Parménides no es en absoluto arcaico desde También en Heidegger, los mojonesse refieren inequivocamenteal
el punto de vista literario,sino que se muestra como una composi- continuo avance por un camino enunadireccién determinada, hacia
cién exquisitamentearticulada, también a través de la «repeticién», una meta. En Parménides, esta expresiéntiene el mismo significado,
Ahora, querriamos pasar a los fragmentos 7 y 8, que juntos y dentro de este contexto tenemos que pensar enla palabra
constituyen un texto coherente. En ellos se dice que no se puede BeBatiac,en la enérgica persistencia con la que se debe afirmar que
imponer que el no ente exista (od yap uyjxote todto Sapte lo ausente también estd presente y quenoexiste el noente. La enér-
Bivonph édvta), y luego, que a ningtin hombre sele puede obli- gica repeticién de que el ente es y el no ente no es sefiala el cami-
gar, con ninguna violencia, a seguir este camino, que serfa como no por el que las ensefianzas de la diosa encaminan a quien piensa.
Asi se encuentran muchossignos de los quese infiere que la Eneste pasaje comienza la argumentaciénreferida a los ras-
nada jamas puede ser. El pri 2s dyevNTOV gov Kai gos del ente que ya hemos mencionado, sobre todo referida a la
cvdAeOpovéotiy,lo que se suele entender enel sentido de que
circunstancia de que no es engendrado: tiva yap yévvav
el ente no puede ser engendrado ni perecer, Pero eso no se dice AChoeon odtov; mij ndGev abENGEv. ECdmo fbamos a poder dar
en el texto, puesto que ahi no se lee 16édv, sino solamente éév,
cuenta de su origen, cémo habria podido crecer? En mi opinidn,
sin articulo. Se trata de una fundamentaciény significa que, en Guido Calogerolo ha visto con acierto —frente a Karl Reinhardt,
tanto que es, no puede ser engendradoni perecer. que en esto se apoyéentestimonios no adecuados~ cuando, en
El texto sigue diciendo: se trata de un todo, inmévil y sin una su libro acerca del eleatismo, en una nota del capitulo acerca de
meta (ot yop oddoperes te Kai ctpepic HSatEACCTOV). Este
Meliso, pone en claro que la argumentacién de este pasaje de
verso es interesante a causa delas variantes de obAopedéc. En
Parménides excluye dos aspectosdistintos, a saber: el engendra-
lugar de esta palabra, se encuentra —también en Simplicio— el té-- miento el crecimiento. El engendramiento implica manifiestamen-
mino Hovvoyevés, Creo que esta Ultima expresién no parece vero-
te el no ser: implica que lo que ahora ha sido engendrado antes no
simil inmediatamente después de é&yvytov, y es cuestionable,
existia. Pero con ello se excluye también que se pueda pensar o
sobre todo, porque es una expresion caracteristica de las confesio- expresar el no ente. El crecimiento, por su parte, conduce también
nescristianas. Parece mas probable que proceda de la plumadel a la contradiccin dela génesis y el devenir porque implica asi-
copista que del texto de Parménides. Lapalabra ovAopehés viene
mismo que lo que ahora es antes no era del mismo modo. Es evi-
a significar «de miembros sanos»; una formulacién que remite al dente que —en resumen— tanto el devenir como el crecer entrafian
organismo vivo, esto es, a aquella imagen que se suele utilizar el ui) 2ov. De este modo, el desarrollo posterior de la argumenta-
como modelo para describir el universo, y no en su multiplicidad, cién quedaclaro. El devenir a partir de la nada no se puede decir
sino comoel uno que conducesu vida y al que nada le falta para ni pensar(voeiv). Luego volveremossobre este punto.
ser 6! mismo un Unico y gran organismo. La palabra obAopenéc,
La conclusién que se puede extraer de esta argumentaciénla
empleada por Parménides, indica claramente que el universo es encontramos en los versos 15 y 16: i} Sé Kpiois mepi toUtmv év
uno y que se contiene por entero a si mismo. taS%otwv: eotw i obK got. La conclusién final sobre estas
Luegose dice: es atin mas imposible que haya sido y que vaya cosas es: 0 es 0 no es. Con ello queda todo decidido. El camino
a ser (ov8é notryod8! Eota), puesto que ahora mismo es el
del no ente es intransitable. En este punto hallamos unarepeti-
todo (énei viv otiv Sod nav). Debemostener en cuenta el sin- cién que, de acuerdo con el principio ya expuesto, marca elfinal
gular mév. Heribert Boeder ha observado que «el ser» de la filoso-
de una argumentacidn y el inicio de otra, como una especie de
fia presocratica se designa enprimer lugarcon elplural te mévta, «punto» o de «nuevo parrafo».
asi como conla expresién tét Svte que también aparece en La nueva argumentacién demuestra que el ente no es divisi-
Homero. El uso de este singular introduce aqui un énfasis espe- ble, que es compactoen si mismo(continuo), homogéneoe inmé-
cial: Todo es uno», y asi prosigue el texto: «uno y sin agujeros» (ev vil. La afirmacién de que no hay movimiento plantea, por supuesto,
Gvvexés). Este es el Unico pasaje del texto en el que se mencio- los mayores problemas. Este es —podria decirse— el mayorreto.
na explicitamente el ser uno, que luego, en Zendn, conducea la También Platén debate el movimiento, y lo hace en el Teeteto,
dialéctica del uno y los muchos, y produceel discurso de la doc- pero distingue entre dos formas de! movimiento, a saber: el des-
trina eleata dela unidad. plazamiento de lugar y el cambio, la transformacién cualitativa.
Parménides, por el contrario, no establece en ningtin momento querido decir, También Hermann Frankel lo habfa entendido asi:
una distincién de este tipo, y emplea, respecto a ambas formas, que el ser no se encuentra en lo pronunciado sino enel pensar.
una figura poética, como si fueran lo mismo: la necesidad
ha Pero todo esto es el resultado de una deformacién modernista,
puestoal ser en cadenas y, por ello, éste no puede moverse de
sf quellega hasta el punto de descubrir en la lectura de Parménides
mismo, Esta nocién ha influido tanto en el fisico Aristételes,
a lo que enrealidad no se encuentra alli: la subjetividad, a autocon-
quien hainducido a no tomar apenas en cuenta la doctrina de Elie sk ciencia, Hegel y el idealismo especulativo, la teoria de! conoci-
Parménides, como en el mateméatico Platén, quien, al contrari
o, ha
fa flows
occidett miento y su distincién entre sujeto y objeto. Asi se imagina uno
hallado en los eleatas el modelo conceptual para la inmutabilidad que Parménides reconocis ya la superioridad de la autorreflexivi-
de las ideas. EI ser no tiene ninguna meta exterior: fort yap otk dad del pensamiento. Lo lamento, pero enel texto no se encuen-
éméevéc, no le falta nada, y si le faltara algo —ny gov Sav tra nada de todo esto. En el texto se dice algo acerca del ser que
Tavtos é5eito— se veria falto de todo (verso 33). se muestra, y que significa: alli dondeel ser se pone de manifies-
Eneste punto, hallamos unarepeticién nueva y bien calculada. to, se produce percepcidn del ser.
Con ella, Parménides estructura su discurso, como representante A la tesis segiin la cual no puede haber percepciénsin la
que es de una cultura preliteraria, y le presta fuerza, subrayando autoexteriorizacién del ser, le sigue otra nocién importante: al no
una nocién especialmente importante. Dicha nocién reza: haber noser, no puede habernada fuera delser, porque éste es
ahora la totalidad que carece de movimiento, etc. La moira lo ha
tabtov Séoti voetv te Kai otivexev goTt vonto: encadenadoy sujeto de tal manera que es uno (de nuevo encon-
Ov yap dvev tot édvtos, év di nEdatIGLEVOV eotiv. tramosla expresin oDAov, entero”) y sin movimiento. Los seres
evpnoetc TOvoeiv. humanos yerran cuando dicen que hay devenir, nacimiento y
muerte,ser y no ser, movimiento, y finalmente, que se transforma
La primera parte de esta cita (tavtov . vonHa) recuerda al incluso el color que brilla: Sua te ypda. davov deiBer. Esta es
fragmento 3 que nos parecié sospechoso. Por supuesto, tadtOv una imagen muybella, en la que querria demorarmeal término de
funciona como predicado y se refiere a oti voetv y Zon von. mi andlisis del poema didactico parmenideo. Se trata de una alu-
(Hay que aclarar que vonjice,por supuesto, no tiene aquiel mismo sion al hecho de que los seres humanos se vacian en sus expe-
Significado que tuvo Iuego con Aristételes. Aqui tiene el mismo riencias entre el ser y el no ser. Es una alusiOna la fugacidad y
significado que vénorc. Es lo sentido, lo tocado, y no se puede futilidad de todas las cosas. El color palidece y se pierde.
separar del sentir y del tocar. Lo importante radica ~como ya se También en aleman podemos decir que el color se pierde y no
ha dicho— justamente en que no se distinga lo uno delo otro.) El aparece ya con la misma intensidad y fuerza. Este palidecer del
Ser que se muestra abarca ya al ser: om: vonjia, «el ndema
es», color no se puede propiamente observar, sino que tan sdlo se
De hecho,se afirmaen la segunda parte de fa cita (08 ip... 7 constata, en un momento determinado, que el color se ha debili-
voeiv) que sin el ente en el que se formula no se puede hallar el tado,sin que se haya visto cuando y cémo empezé6 a rebajarse. El
pensar. Esto no es comprensible sin mas parala filosoffa moder- tiempo perece y también los colores... ése es el sentimiento que
na. Porello, se ha entendido lo siguiente: que el ser no
puede ser se encuentra en el trasfondo de esta imagen, el que sin duda
enlo pronunciado, sino en el ser mismo. En todo caso, el ser
se quiere expresar el poeta. Quiere evocar la angustia que sienten
podria encontrar enel pensar. Eso seria lo que Parménides habria los mortales porque todo lo que surge tiene que desaparecer,
porque todo lo que ha nacido debe morir, Pero la diosa sabe més grafico; al igual que en la doxografia antigua, se pretendfa elabo-
de nues-
que los mortales. rar una mera lista de las distintas opiniones. En el curso
os del sinsentido
tra investigacién hemos visto hasta qué extrem
Ahora que este ciclo de conferencias llega a su fin, querria puede llegar la ciega doxografia. Querria aducir an otro ejemplo
:
que el
recordar una vez mas nuestro punto de partida y afiadir algunas cuando Parménides, en el verso 42 del fragmento 8, dice
reflexiones de indole general universo es teteheopevoy, quiere decir que el univers o esté com-
Enprimerlugar, nos hemos acercadoa los presocraticos por pleto ensf mismo, que es unatotalidad y no deja nadafuera de si
expresion
medio de los textos de Platén y de Aristoteles. Lo hicimos en la mismo. Meliso reproduce esta concepcidn mediante la
conviccién de que esa aproximacin era necesaria para dar voz tineipov. Luego, Teotrasto «descubre», muy sorprendido, que
graduaimente a un lenguaje. Se trata de un lenguaje que en Parménides habia dicho que su universo era TETEAEOLEVOV, y ESO
buena medida atin no es conceptual, pero de todos modos avan- significa finito, mientras que Meliso se habia pronunciado por un
za en esa direcci6n. Asi hemos descubierto que ese lenguaje pre- universo infinito, por el dpeiron. Puro sinsentido. Como ya hemos
tende transmitir una imagen de lo quellamamosuniverso. Ahora visto en relacién con Anaximandro, «4peirom» puedesignificar «sin
podemos emplear correctamente la expresién «universo» en refe- limites», pero también «de forma circular, algo complejo que vuel-
rencia a los presocraticos. Porque sabemos que esta expresidn, ve sobre sf mismo, comoun anillo, En consecuencia, Meliso y
porunlado, representa una anticipacidn, ya quela filosoffa milesia Parménides habian sostenido lo mismo. Por desgrac
ia, Teofrasto
to de
atin no habia alcanzado una verdadera unificacién conceptual de era un maestro de escuela y aplicé ciegamente su concep
las cosas, que éstas fueran uno. Por otra parte, se corresponde apeiron.
con la direccién que el pensamiento adopté desde entonces, Se Seguimoshallando interpretaciones de este tipo en pleno
buscabala unidad del mundo,pero no existia el concepto. Ahora siglo xvi, Sélo en el siglo xix hallamos una historiografia en el
mismo no estoy seguro de cuando empez6 a uttlzarse la expre- sentido propio del término, que se distingue de la tradicién doxo-
sién «universo», como equivalente del griego «cosmos».Tal vez se grafica. Lo interesante, como ya hemosvisto, es que también esta
encuentre en Lucrecio. En todo caso,se trata de una expresion historiograffa, a pesar de su buentino, su inmensa erudici6n y su
latina cargada de significado, porque atestigua la busqueda dela estudio de las fuentes, no esta exenta de ingenuos anacronismos,
los gran-
unidad del mundo. incluso cuando aborda temas fundamentales. Admiro a
Pasemosahora a unasreflexiones acerca dellugar que ocupa desfildlogos del siglo xix, su dominio de las técnicas de investi
de
esta interpretacién de los presocraticos. No querria repetir lo que gacién, su amplisima formacién.Pero existe también una forma
ya puseporescrito en mi estudio publicado en Questioni di sto~ creatividad superior, que se da cuando uno puede ver
las cosas
riografia filosotica, y me limitaré porello a recordar que el interés bajo el influjo de! conocimiento propio y abrirles ojos
y ofdos.
o de
por los presocraticos empieza con el romanticismo. Por aise Eso es lo que ocurre, ciertamente, con Hegel, quien, alinici
existieron antes —en el siglo xvill— manuales extensos que, come la Logica, trata el ser, la nada y el devenir entendidos seguin la trax
por ejemplo la obra de Brucker, ofrecfan un extenso material acer- dicién iniciada porla doctrina delas categorfas de Kant y Fichte.
ca de losescritos de los antiguos, como el que se habia compila- Puede que Heidegger tuviera razén al decir que, al cabo, esta nada
do en los trabajos de Fabricius y Stephanus. Este material no era no era una nada verdadera,y que el devenir se encuentra
ya en los
sino una repeticién de la doxografia antigua, sin esfuerzo historio- conceptos del ser y de la nada. El ser es «puesto» como
algo inde-
problema, aquel milagro del diferenciarse. Aprehender el uno ®
terminado. Sabido es que en su leccién inaugural de
Friburgo
*éQué es la metafisica?, Heidegger ponia su atencidn (al igual de aero
algo normal, pero, équé ocurre con la capacidad
que en Sery tiempo) en este mismo punto: quela nada es el Antig
como el Esta se presupone ya en la creacién que narra
velo del ser y queda nada no se parece a ningun ente, sino y
al ser, Testamento,puesto queen ella se distinguenlos diversos entes
lo mismo ocurre en nosotros cuando percibimos. Heidegger traté
el cual oculta tras de sila multiplicidad de entes como
un velo. En
esto, Heideggerse siente claramente cautivado por Parménides. Etinicio n en Heraclito,
Paménides de encontrartodoesto en la filosofia eleata y tambié
También éste rebasala multiplicidad de los entes y pone 10 gv al fa filosatis yelser los
evident para —enexcesiva sintonia con Nietzsche~ poder afirmar que
primerosfilésofos de la época cldsica de Grecia se encontraban
inicio, En cierta medida, este t6 26v se corresponde con
la «dife-
rencia ontolégica» de Heidegger. Pero se ha abusado tanto deesta
mas alld de la metafisica y que el gran drama del pensarniento
Ultima expresién que se ha vuelto incomprensible. «Difere ica, no se habia pro:
ncia occidental, la caida en el abismo de la metafis
ontoldgica»... me acuerdo muy bien de cuandoel joven Heidegger gger
ducido en absoluto en la filosoffa presocratica. Luego, Heide
vio que Occidente, en aquella época, habia entrado ” por ose
desarrollé en Marburgo este concepto de «diferencia ontolégi
ca»,
en el sentido de la diferencia entre ser y ente, entre ousia y on die al inicio .
camino, y me gustarfa recordar al respecto algo He
Cierto dia en el que acompafiaba a Heidegger a su casa a
en com- estas conferencias, a saber: que incluso la poesia épica queda
pajiia de Gerhard Krier, uno de nosotros plante6 la pregunt nas y que lo we
a por ya muylejos de la mitologia de las épocas fempre
lo que significaba exactamente esta diferencia ontolégica, por feligiosa
planteaba no tenia nada que ver con una proclamacion
lo divino. Homero y Hesiodo fueronya intelectuales lusradas:y
cuando y cémo debia hacerse. No he olvidado la
respuesta de
Heidegger: «Hacerse? éLa diferencia ontolégica es algo que se
deba hacer? Aqui hay un malentendido. Esta diferencia nola intro-
grandespsicélogos. Pensemos, por ejemplo, en la escena,al a
e le
dela Iliada, en la que Aquiles, encolerizado ante la oge
duce el pensamiento delfilésofo para distinguir entre ser y enter, la espa a
Agamenén de que le ceda su esclava, echa mviang de
Nuestra lectura del poemadiddctico de Parménides de Agameno i
ha mostrado a
de stbito, el rostro de Atenea aparece dees
las claras —creo— que Heidegger tenia razon en esto.La inten
diferen- Aquiles recobra el dominio de si mismo en el ultimo
cia ontoldgica es,no la introduce nadie, sino que se da. En ce
efecto, ve a envainar la espada, Se produce una doble accién: es
la que refrena a Aquiles y es Aquiles quien se refrena a si nom
en el poema didactico se da una oscilacién entre el ente
en su
totalidad y el ser. No se nombraa la diferencia ontoldgica, unpapel la oe
pero, en se recurre a lo divino, pero también desempefia
cierto sentido, ésta se encuentra yaalli, Y ése es uno y sin emnbarge
de los moti- ridad, que, naturalmente, no es nombrada como tal,
vos por los que Heidegger,al igual que Platén, sentia un
respeto estd presente y puede hablamos desdelos versos de ° .
especialmente profundo por elviejo Parménides. Comohe explica- za de la poe
Este Unico ejemplo nos basta para mostrar la grande
do, Heidegger quiso creer y traté de demostrar que Parmén e
ides sia, asi como el hecho de que, a pesar de la enorme sat
habia intuido ya esa diferencia que no se hace, sino que esta mundo como la de
dada. siempre nos reconocemos en una imagen del
Por ello se esforz6 en dirigir la interpretacién por un camino enel por
los dioses olfmpicos 0 de las luchas entre dioses descritas
que también sele haceviolencia al texto.Asi, por ejemplo,
al expli-
car el pasaje del proemio en el que se habla del corazéninconmo- observacién acerca .
Te idem querria hacer alguna otra
Heidegger. Creo yo quesitué a Hegel al término de la historia “e
vible de la verdad y de las opiniones de los mortales,
trato de
la metafisica. En cierto sentido,la sintesis de Hegel no se puede
demostrar que en el trasfondo de dicho pasaje se halla aquel gran
superar. La decadencia del nivel conceptual alcanzado en la filo-
sofia del siglo xix empieza con el pensador mas genial de fin de
siglo, con Nietzsche.Porcierto, en muchos aspectos era casi un
diletante que no entendia muchodela filosoffa moderna y que no
habjaleido ni una sola vez a Kant, sino tan sdlo a Kuno Fischer. La
quiebra de una tradicin viva y su transformaciénen historia de la
filosoffa, entendida ésta como una serie de sistemas filosdficos,
es especialmentesignificativa. En el siglo xix, regia como point
d'honneur —y al inicio de nuestro propio siglo no habia cambiado
la cosa— que elsistema fuera un presupuesto necesario dela filo~
sofia. En todo caso, podemosconstatar que Heidegger es un pen-
sador verdaderamenteradical cuando afirma que la metafisica ha
cambiado,y que se ha transmutado,de horizonte comin de la cul-
tura occidental, en una nueva metaffsica, que él designa como
«olvido del ser» y describe a la vista del predominio de {a técnica
en todos los ambitos de la cultura humana, y no solamente en
Europa, sino en todo el mundo. Heidegger ha encontrado muchas
cosas que nos han abierto nuevas posibilidades de pensar, asi
como de hacer hablar a los textos de la filosofia —y el lenguaje del
arte—, Es como si, con él, se hubiera creado una nuevaatmésfera.
Ciertamente, no es facil orientarse en esta nueva atmésfera y
seguir el camino propio. Porello, me gusta decir que, del mismo
modo que Platén no era ningiin platénico, tampoco podemos
hacer a Heideggerresponsable delos heideggerianos

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