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Color por reflexión

El color de la mayoría de los objetos que te rodean se debe a la manera con


que éstos reflejan la luz. La luz se refleja en los objetos de forma similar a la
reflexión del sonido en un diapasón que vibra por influencia de otro diapasón
cercano en movimiento. Un diapasón puede vibrar aun cuando las
frecuencias no coincidan, aunque en este caso la amplitud de vibración es
mucho menor. Lo mismo ocurre con los átomos y las moléculas. Podemos
considerar los átomos y las moléculas como diapasones tridimensionales con
electrones que se comportan como diminutos osciladores que giran en órbita
alrededor de los núcleos. Las vibraciones de las ondas electromagnéticas
(como la luz) pueden obligar a los electrones a entrar temporalmente en
órbitas más grandes. Al igual que los diapasones acústicos, una vez
excitados los electrones emiten sus propias ondas de energía en todas
direcciones.
Los diferentes materiales tienen distintas frecuencias naturales de absorción
y emisión de radiación. En un material, los electrones oscilan sin dificultad a
ciertas frecuencias; en un material distinto, oscilan fácilmente a frecuencias
diferentes. La luz se absorbe a las frecuencias resonantes cuando la amplitud
de las oscilaciones es grande. Pero a frecuencias mayores y menores que las
frecuencias resonantes, los átomos reemiten la luz. Si el material es
transparente, la luz reemitida lo atraviesa: si es opaco, la luz regresa al
medio del cual provino. Decimos que se produce una reflexión.
La mayor parte de los materiales absorben luz de ciertas frecuencias y
reflejan el resto. Por ejemplo, si un material absorbe luz de la mayoría de las
frecuencias visibles y refleja la roja, el material se ve rojo. Si el material
refleja la luz de todas las frecuencias visibles, como la parte blanca de esta
página, será del mismo color que la luz que la ilumina. Si un material absorbe
toda la luz que incide en él, entonces no refleja luz y se ve negro.

Hewitt, Paul G. (199)), Física conceptual. Tercera edición, México, Addison Wesley
Longman,

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