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CIVILIZACIONES DE OCCIDENTE. SU HISTORIA Y SU CULTURA. EDWARD MCNALL BURNS. Ed.

Siglo Veinte. T.I
CIVILIZACIÓN HELENA
Origen, naturaleza y evolución de las Ciudades-Estados griegas
Hacia el año 800 a.C. las comunidades rurales basadas principalmente en organizaciones
tribales o de clanes, comenzaron a ser reemplazadas por unidades políticas mayores. A medida que
aumentaba la necesidad de defenderse se construían acrópolis o ciudadelas en lugares elevados, y
alrededor de las cuales se formaba una ciudad que servía como sede del gobierno de toda la
comunidad. Así surgió la ciudad-Estado, la unidad política más famosa que crearon los griegos. Entre
las más conocidas figuran Atenas y Esparta.
Las ciudades-estados griegas siguieron la misma evolución. En un principio eran monarquías.
En el siglo VIII se convirtieron en oligarquías. Unos cien años después las oligarquías fueron
derribadas por dictadores o tiranos, como llamaban los griegos a los usurpadores que gobernaban sin
derecho legal. Por último, en los siglos VI y V se establecieron democracias.

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Esta evolución afectó no sólo la misma Grecia sino a muchas otras partes del mundo
mediterráneo, pues estos cambios fueron acompañados y seguidos por una vasta expansión colonial.
La escasez de tierra de cultivo, las luchas internas y un clima general de inquietud y descontento
constituyeron los motivos fundamentales. Los griegos conocieron así numerosos lugares de poca
población con un clima y un suelo similar al propio.
En el caso paticular de Atenas, no siguió siendo un Estado predominantemente agrario, sino

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que desarrolló con rapidez un comercio próspero y una cultura esencialmente urbana.
Edad de Oro ateniense
La población ateniense de los siglos V y IV se dividía en tres grandes grupos: los ciudadanos, los
metecos y los esclavos. Los ciudadanos, cuyo número no pasaba de los ciento sesenta mil, eran sólo
los que habían nacido de padres también ciudadanos, más unos pocos a los que se les concedía la
ciudadanía por una ley especial. Los metecos, que probablemente, no pasaban de cien mil, eran
residentes extranjeros, especialmente griegos no atenienses. Los mismos gozaban de la misma
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situación que los ciudadanos, salvo que carecían de privilegios políticos y no se les permitía poseer
tierras. Podían dedicarse a la actividad que desearan e intervenir en cualquier actividad social o
intelectual. A pesar de lo que se cree generalmetne, los esclavos de Atenas nunca contituyeron la
mayoría de la población. Sú número máximo n parece haber pasado de los ciento cuarenta mil. En
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general, se los trataba muy bien y con fecuencia se recompensaban sus servicios y su fidelidad con la
liberación. Podían trabajar a jornal y adquirir propiedades, y algunos de ellos ocupaban puestos de
responsabilidad como funcionarios públicos de baja categoría y administradores de casas de banca.
Sin embargo, el tratamiento de los esclavos que trabajaban en las minas era, a menudo, cruel.
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Igualdad Social y Económica Sorprendente

La vida en Atenas era marcadamente diferente a la de la mayoría de las otras civilizaciones.
Una de sus características principales era la igualdad social y económica sorprendente que existía
entre todos los habitantes. Si bien había muchos pobres, eran pocos los muy ricos. Casi todos,
ciudadanos, metecos y esclavos, comían lo mismo, vestían del mismo modo y participaban en las
mismas diversiones. Consolidaba en parte esta igualdad esencial el sistema de liturgias, o sea, los
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servicios que prestaban los ricos al Estado, fundamentalmente en forma de contribuciones para
sostener el arte dramático, equipar a la flota y atender a las necesidades de los pobres.
Pobreza de la Vida Ateniense
La segunda de las características principales de la vida ateniense era la austeridad en las
comodidades y el lujo. Esto se debía en parte a los escasos ingresos de la mayoría del pueblo. Tanto
los maestros como los escultores, albañiles, carpinteros y obreros comunes percibían el mismo
salario medio de una dracma (unos 18 centavos de dólar) por día. En parte se podía deber también al
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clima templado, que posibilitaba una vida sencilla. Pero cualquiera que fuera la causa, la verdad es
que, en comparación con el nivel de vida moderno, los atenienses vivían muy pobremente. No
conocían cosas ahora tan corrientes como el reloj, el jabón, los diarios, las ropas de algodón, el
azúcar, el té y el café. Sus lechos carecían de muelles, sus casas no tenían desagües y su
alimentación consistía principalmente en galletas de cebada, cebollas y pesacado, acompañada de
vino aguado. No estaban mehor en cuanto a la vestimenta. El atavío principal era un trozo de paño
rectangular envuelto en torno al cuerpo y sujeto con alfileres en los hombros y un cordón alrededor
del cuerpo. Nadie llevaba medias ni calcetines y eran pocos los que usaban calzado, aparte de las
sandalias.
Indiferencia Hacia la Riqueza y Comodidades Materiales.
Pero la ausencia de comodidades y lujo no preocupaba al ciudadano ateniense. Era
absolutamente incapaz de considerarlas como las cosas más importantes en la vida. Su propósito era
vivir de la forma más interesante y agradable posible sin trabajar duramente el día entero para que la
familia gozase de mayores comodidades. Tampoco se interesaba en la acumulación de riquezas para
aumentar su poder o prestigio. Lo que deseaba en realidad cada ciudadano era una parcela de tierra

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reducida o un pequeño negocio que le proporcionara un ingreso razonable, y a la vez, le dejara

tiempo abundante para dedicarse a la política, charlar en la plaza del mercado o desarrolllar
actividades intelectuales o artísticas si tenía talento para ello.
Actitud con Respecto al Trabajo
Se supone a menudo que el ateniense era demasiado indolente o presuntuoso para trabajar
duramente con el fin de obtener el lujo y la seguridad. Pero no sucedía así, aunque había algunas
ocupaciones a las que no quería dedicarse por considerarlas degradantes o perjudiciales para la
libertad moral. No quería doblar la espalda para extarer plata o cobre de una mina ya que ése era un
trabajo digno únicamente de los esclavos, del nivel intelectual más bajo. Sin embargo, hay muchas
pruebas de que la gran mayoría de los ciudadanos atenienses no desdeñaba el trabajo manual. La
mayoría de ellos trabajaba en sus granjas o en sus tiendas como artesanos independientes. Otros
centenares se ganaban la vida como peones a sueldo del Estado o de otros atenienses. Existen
evidencias de que ciudadanos, metecos y esclavos trabajaban juntos, y por la misma paga, en la
construcción de edificios públicos, y, por lo menos en un caso, el capataz que los dirigía era un

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esclavo.
Actividades Económicas Fundamentales
A pesar de la expansión del comercio y el crecimiento de la población, la organización
económica de la sociedad ateniense siguió siendo relativamente sencilla. La agricultura y el comercio
eran con mucho las actividades más importantes. La mayoría de los ciudadanos vivían todavía en el
campo. En industria no se había progresado mucho. Tenemos constancia de muy pocos ejemplos de

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producción en gran escala y ellos principalmente en la fabricación de objetos de cerámica y armas de
guerra. El mayor establecimiento que existió era, según parece, una fábrica de escudos, propiedad de
un meteco y que empleaba a ciento veinte esclavos. Ningún otro pasaba de la mitad de su tamaño.
Las empresas que absorbían más obreros eran las minas, pero pertenecían al Estado y éste las
arrendaba por sectores a pequeños contratistas que empleaban esclavos. La mayor parte de la
industria se realizaba en talleres pequeños pertenecientes a artesanos particulares que producían sus
mercaderías por encargo directo del consumidor.
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La Civilización griega y su Importancia para Nosotros.
Magnitud de la Civilización Griega
Ningún historiador prudente negará que la civilización griega fue una de las más admirables
de la hisotira mundia. A pesar de carecer de grandes extensiones de tierra fértil y de abundancia de
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recursos minerales, los griegos consiguieron crear una civilización superior y más variada que
cualquiera de las creadas por las naciones más ricas de Africa o el Cercano Oriente. Aunque sólo
disponían de una herencia cultural limitada que les sirviera de fundamento, realizaron progresos
intelectuales y artísticos que desde entonces han servido como fuente de inspiración principal al
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hombre en busca de conocimientos y belleza. Parece razonable deducir también que alcanzaron un
modo de vida más normal y racional que la mayoría de los otros pueblos que se habían pavoneado y
agitado hasta entonces en el planeta. La falta de revoluciones violentas, salvo en el período primitivo
y durante la guerra del Peloponeso, la escasa frecuencia de crímenes brutales y la satisfacción con
diversiones sencillas y una riqueza modesta indican con bastnte claridad que vivían felices y
compacidos. Además la actitud moral sana de los griegos contribuía a mentanerlos exentos de la
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inestabilidad nerviosa y casi enteramente libres de los conflictos sentimentales que tantos estragos
causan en la sociedad moderna. El suicidio, por ejemplo, era sumamente raro en Grecia.
Aspectos Indeseables de la Vida Griega
Sin embargo, es necesario precaverse contra ciertos juicios inexactos que se expresan a
veces con respecto a las realizaciones de los griegos. No debemos suponer que todos lo naturales de
la Hélade eran tan cultos, sabios y liberales como los ciudadanos de Atenas y de los Estados jónicos
del otro lado del Egeo.
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Los espartanos, los arcadios, los tesalios y, probablemente, la mayoría de los beocios
siguieron siendo incultos e ignorantes desde el principio hasta el final de su historia. Por otra parte, la
civilización ateniense misma no dejaba de tener defectos. Permitía la explotación de los débiles,
sobre todo de los esclavos ignorantes que trabajaban en las minas. Se basaba en un principio de
exclusivismo racial que consideraba como extranjeros a todos aquellos cuyos padres no eran
atenienses y, en consecuencia, negaba los derechos políticos a gran parte de los habitantes de país.
Su arte de gobernar no estaba tan desarrollado como para evitar los peligros latentes del imperialismo
y hasta de la guerra agresiva. Por último, la actitud de los ciudadanos no fue siempre tolerante y justa.
A Sócrates lo condenaron a muerte por sus opiniones, y otros dos filósofos, Anaxágoras y Protágoras,
fueron obligados a abandonar el país. El primero fue condenado a muerte por la Asamblea y se
ordenó qemar los libros del segundo. Debe concederse, sin embargo, que los atenienses eran más
tolerantes que los ciudadanos de la mayoría de las otras naciones, antiguas y modernas. Había,
probablemente, más libertad de expresión en Atenas durante la guerra con Esparta que en los
Estados Unidos durante la guerra de 1917-18 con Alemania.

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Fin de la civilización griega

La civilización griega se fundaba en los ideales de libertad, optimismo, secularismo,
racionalismo, la glorificación del cuerpo y el alma y un gran respeto por la dignidad y el mérito del
hombre individual.
La cultura de los griegos fue la primera que se basó en la primacía del intelecto en la
supremacía del espíritu de investigación libre. No había nada que temieran investigar, ni cuestión
alguna que no pudiera ser resuelta por la razón. El entendimiento prevalecía sobre la fe.
La suprema tragedia de los griegos fue su incapacidad para resolver el conflicto político. Este
fue el producto de diferencias sociales y culturales. Por las distintas condiciones geográficas y
económicas, las ciudades-estados griegas se desarrollaron a un ritmo desigual. Mientras algunas
alcanzaban rápidamente altos niveles de superioridad cultural, otras se rezagaban y hacían poco o
ningún progreso intelectual. Las consecuencias fueron la discordia y la sospecha, que finalmente
produjeron el odio y el miedo. Los atenienses odiaban a los espartanos y viceversa. La guerra que
finalmente se declaró entre Esparta y Atenas determinó el ocaso de la civilización helena. Se trató de

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un largo período de guerras que terminaron agotando a los Estados griegos. Aunque aún no se había
empañado la gloria de su cultura, políticamente se hallaban postrados e indefensos. Pronto decidió su
destino la ascensión de Filipo de Macedonia (los Macedonios eran un pueblo de bárbaros, con una
ligera capa de cultura helena). Dándose cuenta de la debilidad de los Estados del sur, decidió
conquistarlos. Muerto Filipo, el gobierno pasó a manos de su hijo Alejandro (Alejandro Magno), quien
concibió el grandioso plan de conquistar a Persia. Una victoria siguió a otra, hasta que en el breve

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período de doce años todo el Cercano Oriente antiguo quedó anexado a Grecia como dominio
personal de un sólo hombre. En un corto período las culturasl helena y oriental se compenetraron de
tal manera que surgió una nueva civilización: la Helenística. Esta nueva civilización, cuyo comienzo
quedó marcado con la muerte de Alejandro en el año 323 a.C., duró aproximadamente hasta el
comienzo de la era cristiana.

LA CIVILIZACION HELENISTICA
Nueva Etapa en la Historia Mundial
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La muerte de Alejandro Magno en el año 323 a. de C. Marcó el comienzo de una etapa nueva
en la historia mundila. La civilizaicón helena propiamente dicha había terminado. Evidentemente las
viejas instituciones y formas de vida no desaparecieron de repente, pero la conquista de Alejandro
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había penetrado tan profundamente en el viejo orden que no era concebible que hubiese quedado
intacto. La fusión de culturas y la mezcla de poblaciones resultantes de las conquistas de Alejandro
trajeron como consecuencia el derrumbe de la mayoría de los ideales que encarnaban los griegos en
su Edad de Oro de los siglos V y IV. Poco a poco fue surgiendo otro modelo de civilización, basado
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en la mezcla de elementos griegos y orientales. A esta civilización nueva, que duró hasta el comienzo
de la era cristiana aproximadametne, se la llama comúnmente helenística.
Acontecimientos Económis y Sociales Importantes
La Revolución Económica y sus causas
La historia de la civilización helenística se caracterizó por acontecimientos económicos cuya
importancia sólo fue superada por las revoluciones comercial e industrial de la época moderna.
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Podemos señalar diversas causas: 1) la apertura de una zona comercial muy vasta, que abarcaba
desde el Indo hasta el Nilo, como consecuencia de las conquistas de Alejandro; 2) el alza de los
precios por haberse puesto en circulación el enorme tesoro de oro y plata de los persas, con el
consiguiente aumento de las inversiones y la especulación; y 3) el fometno del comercio y la industria
por parte de los gobiernos para umentar los ingresos del Estado. El resultado neto de esos factores
fue un sistema de producción, comercio y finanza en gran escala, con el Estado como el capitalista y
empresario principal.
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La Concentración de la Propiedad de la Tierra

Los nuevos sucesos afectaron a la agricultura tan profundamente como a cualquier otra rama
de la vida económica. Los fenómenos más importantes fueron la concentración de la propiedad de
tierras y la degradación de la población agrícola. Una de las primeras cosas que hicieron los
sucesores de Alejandro fue confiscar las propiedades de los terratenientes principales para enexarlas
al dominio real. Las tierras adquiridas así eran otorgadas a los favoritos del rey o arrendadas a
particulares mediante un contrato que aseguraba una renta abundante a la corona. A los
arrendatarios se les prohibía en general que abandonasen las tierras que trabajaban, hasta después
de la cosecha y no se les permitía que dispusieran del cereal hasta que el rey tuviera la oportunidad
de vender la parte que había recibido como renta al precio más alto que podía ofrecer el mercado.
Los arrendatarios que dejaban de trabajar o trataban de huir quedaban ligados a la tierra como
siervos hereditarios. Muchos pequeños labradores indpendientes se convertían en siervos cuando
contraían deudas por no poder competir con la producción a gran escala.

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Regulación Estatal de la Industria y el Comercio

En un esfuerzo para que todos los recursos del Estado redundasen en beneficio del gobierno,
los gobernantes de Egipto y del imperio seléucida promovieron y reglamentaron la idustria y el
comercio. Los ptolomeos establecieron en casi todas las aldeas y ciudades fábricas y comercios de
propiedad del gobierno y que éste administraba en su propio beneficio. Además, fiscalizaban todas
las empresas de propiedad privada, fijaban los precios de las mercaderías y menejaban los mercados
en provecho de la corona. Los gobernante seléucidas del Asia occidental instituyeron un sistema
semejante al capitalismo de Estado para la industria, aunque no en escala tan ambiciosa. Si bien
estos gobiernos dejaban casi todo el comercio ne manos particulares, lo sometían a impustos muy
altos y lo reglamentaban de modo que fuese a poder del rey gran parte de los beneficios. El gobierno
daba toda clase de facilidades para estimular nuevas aventuras comerciales. Mejoraba los puertos,
enviaba buques de guerra para que vigilasen los mares y construía caminos y canales. Además, los
ptolomeos utilizaban los servicios de geógrafos famosos para el descubrimiento de nuevas rutas a
países lejanos y obtener así acceso a mercados valiosos.

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El Desarrollo de las Finanzas
Otra evidencia de la importancia del desarrollo económico en el período helenístico es la
organización financiera. En todo el Cercano Oriente se generalizó una economía monetaria
internacional basada en moneda acuñada de oro y plata. Las principales instituciones de crédito para
empresas comerciales de todas clases, eran los bancos pertenecientes al gobierno. Otros fenómenos
importantes de ese período notable fueron la especulación, el monopolio de mercados, la

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competencia intensa, la creación de grandes empresas comerciales y el desarrollo de los seguros y la
propaganda.
Disparidad entre Ricos y Pobres
Según los testimonios de que disponemos, la época helenística, durante los dos primeros
siglos por lo menos, fue un período de prosperidad. Si bien a las alzas promovidas por la
especulación seguían con frecuencia crisis graves, éstas parecen haber sido de corta duración. Pero
según parece la prosperidad se limitaba a los gobernantes, las clases altas y los comerciantes. No se
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extendía, ciertamente, a los campesinos ni a los obreros de las ciudades. El jornal de los obreros
calificados y no calificados de Atenas en el siglo III había bajado a menos de la mitad de lo que había
sido en la época de Pericles. Además, el costo de la vida había subido considerablemente. Para
empeorar las cosas, la desocupación en las grandes ciudades era un problema tan grave que el
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gobierno tenía que proporcionar cereales gratuitamente a muchos habitantes. La esclavitud
disminuyó en el mundo helenístico, en parte por la influencia de la filosofía estoica, pero sobre todo
porque los salarios eran tan bajos que costaba menos contratar a un obrero libre que comprar y
mantener a un esclavo.
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