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Galletas caseras

Hoy os vamos a enseñar cómo se preparan unas auténticas Galletas caseras artesanales que
están para chuparse los dedos. Esta receta es muy sencilla de hacer y para tener éxito solo
debes respetar las cantidades que os mostraremos a continuación. De lo contario, añadir o
quitar más ingredientes puede provocar que se queden crudas, secas o se deformen durante el
horneado. ¡Vamos a la cocina!

Ingredientes de las Galletas tradicionales

galletas caseras

500 gramos de harina.

175 gramos de mantequilla.

175 gramos de azúcar.

Un huevo mediano.

Medio vaso de leche entera.

8 gramos de polvos para hornear.

Opcional: un puñado de grosellas, chips de chocolate o el ingrediente que quieras.

Cómo hacer Galletas caseras

Agarramos un bol y echamos la harina junto a los polvos de hornear y la mantequilla, que debe
estar a temperatura ambiente y muy blanda. Mezclamos durante varios minutos hasta que los
ingredientes se integren.

A continuación añadimos el azúcar y el huevo a la masa. Seguimos removiendo sin parar.

Vertimos la leche entera poco a poco y continuamos amasando hasta obtener una masa fina y
sin grumos.

Cuando esté lista, la cubrimos con papel plástico y la dejamos enfriar en el frigorífico durante
más o menos una hora para que se endurezca un poco.

Cuando quede poco encendemos el horno a 180º para que se vaya calentando.

Transcurrido este tiempo, sacamos la masa y quitamos el papel que la envuelve.


Espolvoreamos un poco de harina en la superficie de la mesa o encimera para que la masa no
se pegue. Ahora estiramos la masa con ayuda de un rodillo hasta que tenga un grosor
aproximado de un cuarto de pulgada o medio centímetro.

Con ayuda de un molde o un vaso vamos cortando las galletas con la forma y el tamaño que
queramos darles. Los recortes de la masa se pueden volver a juntar y estirar con el rodillo, para
así no desperdiciar nada.

Forramos una bandeja con papel para hornear y colocamos las galletas con cuidado de que no
se rompan.

Horneamos las galletas a 180 grados durante 15 minutos, aunque el tiempo justo dependerá
de la potencia de cada horno, que en ocasiones no se corresponde con la marca, así que estate
atent@ al final para que no se quemen.

Sacamos las galletas del horno y las ponemos a enfriar en una rejilla, ya que de lo contrario
podrían ponerse blandas.

Finalmente, las ponemos en un plato y las decoramos con un puñadito de grosellas si tenemos
intención de incluirlas en nuestra receta casera de Galletas. ¡A comer!

Para hacer unas auténticas Galletas tradicionales en casa ayuda bastante tener una máquina
amasadora, robot de cocina o batidor de varillas. También se puede hacer el proceso a mano,
pero hay que tener en cuenta que nos costará mucho más esfuerzo, sobre todo en el
momento de mezclar la mantequilla con la harina. En todo caso, la masa saldrá igual de rica
independientemente del sistema que uses.

La mantequilla es un ingrediente esencial para las galletas, que les proporciona ese sabor tan
característico y además posibilita que queden crujientes. Es importante que la batas bien al
hacer la masa y que no queden trocitos. Cuanto más homogénea sea la mezcla mejor será la
textura final de nuestras Galletas artesanales.

En cuanto a los huevos, en los supermercados podrás encontrarlos de distintos tamaños, S, M,


L o XL de igual forma que lo haríamos con la ropa. Cuanto más grande sea más cantidad de
harina nos hará falta. Por ejemplo, si en vez de usar un huevo M como indicamos en la receta
tienes en casa L, puedes añadir 25 gramos más de harina y ver si la masa sigue o no blanda. En
caso contrario, si está quedando demasiado dura echaremos un chorrito de leche.

Hay que dejar suficiente espacio entre las Galletas cuando las coloquemos en la bandeja y las
metamos en el horno, ya que tras la cocción suelen aumentar ligeramente de dimensiones. Y
ya que hablamos de tamaño, es buena idea que todas las galletas tengan más o menos el
mismo, ya que si no al cocinarlas algunas se tostarán y otras se quedarán a medio hacer.
También es esencial controlar el tiempo de horneado. Cuando estemos cerca de su fin es
necesario estar muy pendientes de las Galletas, ya que un minuto de cocción arriba o abajo
puede echar a perder toda una bandeja. Cuando comiencen a dorarse por sus lados estarán en
su punto perfecto.

Puedes hacer la masa de Galletas artesanales y congelarla sin problemas, para así poder usarla
en cualquier momento. Para ello es buena idea colocar pequeñas porciones sobre una bandeja
forrada con papel de hornear y meterlas en el congelador. Posteriormente, las sacamos y las
introducimos en una bolsa hermética para que se conserven mejor. Nunca la descongeles en el
microondas, siempre a temperatura ambiente.

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