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Aquí está La Iglesia de Dios Restaurada

Muchos se preguntan: ¿Qué es La Iglesia de Dios Restaurada? ¡Somos una Iglesia


verdaderamente única — una cuyos miembros están dedicados a dejar que su luz
brille en un mundo que necesita luz desesperadamente! Esta es la fascinante
historia de una Iglesia facultada por una profunda convicción, derivada de entender
que las vidas genuinamente felices pueden ser una realidad  ahora  — y que ¡un
mundo maravilloso ha de venir pronto!

En 1979, un reportero de un periódico contactó a un pastor que servía a una gran congregación de la
iglesia en el Noreste de los Estados Unidos, solicitando entrevistar al pastor y asistir a servicios. Un
artículo había de resultar de la entrevista del reportero y de sus impresiones de los servicios a los que
había asistido. En aquel tiempo, la iglesia había llegado a tener atención nacional, y la mayoría
generalmente desconocía sus creencias.
Sin embargo, el artículo prometido para la edición dominical del periódico nunca apareció. Preguntándose
por qué, el pastor llamó al reportero, quien confesó que él originalmente había pretendido acusar a la
Iglesia de ser un culto, pero que ya no tuvo el corazón para hacerlo. Cuando se le preguntó el porqué, él
explicó que ver a tanta gente amistosa y feliz lo desarmó, y esto ocasionó que abandonase su artículo.
Esta Iglesia tuvo también la convención anual en múltiples sitios más grande del mundo, con más de 120
sitios a lo largo del globo. Dondequiera que la Iglesia se reunía, ésta causaba una enorme impresión. Un
ejemplo: La Patrulla Estatal de Georgia, asignada al sitio de la convención en Jekyll Island, Georgia, indicó
que más de 10,000 miembros de la iglesia eran mucho más manejables que unos pocos cientos de
personas reunidas en una convención de oficiales de la ley en un lugar cercano.
La cooperación de los asistentes y el hecho de que la Iglesia nombró a sus propios oficiales de tránsito,
estacionamiento y seguridad, ocasionaron que la Patrulla Estatal de Georgia no necesitara ayuda adicional.
Todas las otras convenciones (incluyendo la de los oficiales de la ley) requirieron sustancialmente más
patrulleros, con numerosas dificultades para aquellos responsables de mantener el orden.
Invariablemente, los reporteros notaban en todas partes que era una delicia ser anfitriones de esas
convenciones. Ellos disfrutaban viendo a tantas familias con buenos modales entrar a los centros de
convenciones de la localidad. “Sin pretensiones”, “sensatos”, “felices” y “gente sincera irradiando paz
interior” eran términos usados a menudo para describir a esta Iglesia.
¿Por qué falta esto en el mundo de hoy? ¿Qué sabían esas personas que todas las demás no? ¿Hay más
en esto de lo que parece?
Deseo universal
Todas las personas anhelan vidas felices, pacíficas y abundantes. Pero, ¿cuántos disfrutan hoy realmente
de ese tipo de vida maravillosa?
¡El conocimiento está explotando! La humanidad ha producido un asombroso progreso material. Los
adelantos en la ciencia y la tecnología jamás han sido mayores. Pero, ¿han sido capaces estos adelantos
de traer una vida rica, plena y alegre para todos? ¿La han traído la educación y la explosión del
conocimiento? ¿Ha tenido éxito la religión en producir vidas pacíficas y abundantes a nivel mundial? ¿Han
encontrado los gobiernos las respuestas a las verdaderamente grandes preguntas de la humanidad?
¿Están los estadistas proveyendo el ejemplo que guíe hacia el camino que produce la verdadera felicidad?
En cada caso, la clara respuesta es ¡NO!
Las vastas nuevas fronteras del conocimiento científico en expansión no han traído la felicidad que los
líderes profetizaron que lo acompañaría. Tampoco lo han hecho los dispositivos ahorradores de trabajo, los
cuales se suponía traerían a las personas más tiempo de ocio para que “disfrutaran”. En su lugar,
enfermedades mentales, drogadicción, desesperación, suicidio, alcoholismo, autocompasión, y otras
formas de escapismo — y un descontento general con la vida — abundan por todas partes.
La inmoralidad y la degeneración humana nunca han sido peores. El mundo está lleno de problemas —
hambre, pobreza, inestabilidad civil, enfermedades, contaminación, confusión religiosa, guerras,
terrorismo, crimen, deudas, ignorancia y levantamientos políticos. Y las cosas empeoran continuamente.
El matrimonio está bajo ataque como nunca antes. El adulterio está explotando — el hogar tradicional y la
vida familiar están difuminándose y en peligro de extinguirse. La vasta mayoría de las familias están rotas,
confundidas y fuera de control, con incontables niños creciendo sin ambos padres. Los embarazos entre
adolescentes y las enfermedades de transmisión sexual se están convirtiendo rápidamente en la norma.
Los padres se sienten incapaces de criar hijos morales en el mundo inmoral de hoy.
Miles de guerras se han peleado en nombre de la religión. ¡Cientos de millones de vidas han sido borradas
en nombre de la paz! ¡Y aún no hay paz! Las soluciones ideadas humanamente siempre fallan en traer una
paz duradera — en cualquier parte del mundo.
En cada vuelta, la humanidad ha fallado y ha echado a perder todos los esfuerzos para solucionar sus
verdaderamente grandes problemas. Como resultado, la humanidad sufre cada mal y padecimiento
concebible. Miseria, confusión, infelicidad, descontento y aun la desesperación abundan.
Pero  hay un camino que produce verdadera paz y felicidad. Algunos han encontrado un camino de vida, y
están viviendo y siguiendo este camino que produce alegría, contentamiento, prosperidad — y satisfacción
duradera.
No obstante, esto incluye solamente a unos pocos. ¿Por qué? La respuesta yace en una ley básica.
Una gran ley invisible
Hay muchas leyes invisibles que gobiernan la vida. Por ejemplo: todos entienden la ley de la gravedad. Si
alguien deja caer accidentalmente un ladrillo sobre su pie, el resultado podrían ser huesos rotos. Si un
paracaidista salta desde un aeroplano, y el paracaídas no se abre, el resultado ciertamente es la muerte.
Esto es fácil de entender.
He aquí algunos ejemplos de otra ley invisible que es igual de real. Si una persona está enferma
constantemente, es obvio que las leyes de la salud (dieta apropiada, suficiente ejercicio, suficiente sueño,
etc.) están siendo quebrantadas. El  efecto de la mala salud tiene una o más causas. Si un matrimonio
termina en divorcio, esto también puede ser atribuido a una o más causas: falta de comunicación,
dificultades financieras, la muerte de un hijo, problemas sexuales, infelicidad en el trabajo, etc. Si alguien
es arrestado por conducir en estado de ebriedad, no es difícil ver la  causa del arresto.
La mayoría nunca identifica “causa y efecto” como una gran LEY que gobierna casi cada acción en la vida.
Las personas desconocen que este es un principio general que funciona en el mundo.
Cada  efecto puede remontarse a una o más causas. Los embarazos no deseados o ilegítimos, el crimen, la
drogadicción, la bancarrota y mil efectos más, todos pueden ser vinculados a causas específicas.
Pero, ¿por qué el hombre no puede ver esa ley en funcionamiento, cuando observa ya sea al mundo como
un todo o las vidas individuales? ¿Por qué la religión también ha ignorado esta importante relación
entrecausa  y efecto?
Hay  una causa para las condiciones del mundo y de sus habitantes.
No obstante, hay algunas personas, esparcidas alrededor del mundo, quienes conscientes de esto viven
vidas felices y abundantes. Estas personas sobresalen, resplandeciendo con genuina felicidad, teniendo
propósito en sus vidas. Pero esto no es debido a la suerte o a la casualidad — ¡hay una  causa! La mayoría
de las personas ignoran las causas correctas — y, como resultado, cosechan un caudal de malos efectos.
El camino de vida centrado en Dios
La causa, para ambos extremos del espectro, involucra el camino de vida de la persona. Aquellos pocos
que experimentan vidas felices, siguen el Camino de Dios. Ellos son miembros de la Iglesia de Dios,
conocida hoy como La Iglesia de Dios Restaurada, sucesora de la Iglesia descrita al comienzo de este
folleto. ¡Cada miembro está dedicado a vivir el cristianismo!
Podría decirse que hay dos caminos diferentes de vida. Uno es mejor descrito como el camino del “DAR” —
el camino de  amor  y preocupación saliente  — ¡el camino de Dios! El otro camino es el opuesto, o camino
del “OBTENER” — el camino del  egoísmo y la preocupación por uno mismo — el camino de este mundo.
Por 6,000 años, el hombre ha vivido conforme a su propio camino — el camino del obtener.
La mayoría de las personas están interesadas en disfrutar de los placeres y en acumular cosas físicas.
Como ha sido dicho: “La vida es acerca de ver quién puede morir con la mayor cantidad de juguetes”. Eso
podría ser verdad en este mundo, pero no es verdad en el camino cristiano.
Cristo enseñó: “más bienaventurado es DAR que recibir”. El practicar este camino de vida lleva a la
abundancia, la paz, la prosperidad, la suprema felicidad y la alegría que todos buscan. La Iglesia de Dios
Restaurada sigue el mismo camino que Cristo y los apóstoles originales enseñaron.
La Ley espiritual de Dios — resumida en los Diez Mandamientos — puede ser separada en dos categorías
básicas: (1) Amor hacia Dios, como se explica en los primeros cuatro mandamientos. Cristo los resumió
en Mateo 22:37: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente”
y (2) amor hacia el prójimo, resumido en los últimos seis mandamientos: “Amarás a tu prójimo como a ti
mismo” (vs. 39).
Practicar —  vivir — el Camino de Dios es la CAUSA de la felicidad de aquellos en esta Iglesia. Cada
miembro, fortalecido por el Espíritu Santo, está dedicado a vivir el camino del dar — el camino de vida
centrado en Dios. La Iglesia de Dios Restaurada es un cuerpo unido de personas, enfocado en hacer una
diferencia en las vidas de los individuos. La Iglesia está determinada a ayudar a otros, a enseñarles este
mismo camino.
La felicidad que experimentan los verdaderos cristianos no es una felicidad superficial y falsa. Esta
felicidad corre de manera profunda en la vida de cada miembro. ¿Por qué? ¡Porque un camino de vida
centrado en Dios produce esto!
Dios — el Creador de toda la vida en la tierra — le dio a la humanidad un detallado Manual de
Instrucciones, que contiene información vital, explicando  qué  somos, por qué  somos, y adónde vamos.
Mientras los manuales y libros de texto de instituciones de educación superior les enseñan a los
estudiantes cómo ganarse la vida, el Hacedor del hombre enseña  cómo vivir, a través de Su Palabra — la
Santa Biblia. El pueblo de Dios está dedicado a seguir Su Palabra y a vivir por cada principio que de ella se
deriva. Ellos viven estos principios y experimentan sus efectos — matrimonios y familias felices, vidas y
carreras productivas, contento y satisfacción.
Pero, ¿qué acerca del resto del mundo? Una vez más, ¿por qué  hay tanta maldad hoy? ¿Por qué se están
incrementando el crimen, la inestabilidad, los disturbios, las guerras y la violencia? ¿ Por qué está
explotando la inmoralidad? ¿Por qué fracasan más de la mitad de los matrimonios en la sociedad de hoy?
¡La civilización ha perdido — ignorado completamente — información crucial!
El conocimiento fue perdido
La humanidad ha perdido el conocimiento del camino de vida de Dios y de cómo vivirlo. El hombre no
sabepor qué existe, qué es y  adónde  va. La sociedad ha perdido el entendimiento que trae felicidad y
gozo. Ésta no conoce el camino a la paz (Rom. 3:17; Isa. 59:8).
¿Por qué es esto?
Por simple que parezca, la causa de todos los problemas del mundo comenzó en el Jardín de Edén. Dios
había creado todas las cosas y también le había enseñado a Adán lo que es correcto y equivocado — pero
Adán insistió en decidir lo correcto y lo equivocado por sí mismo. La humanidad ha seguido la decisión de
Adán — y su camino — ¡y desde entonces ha sido miserable!
El mundo ha perdido de vista una decisión hecha por Adán y Eva. Ellos escogieron no comer del Árbol de
la Vida, lo cual Dios les había dicho que podían hacer libremente, eligiendo, en cambio, comer del árbol del
conocimiento del bien y del mal. Una vez más, la humanidad desde entonces ha seguido sus pisadas — el
camino del obtener.
¡Esto explica la razón de un mundo moderno lleno de problemas, males y padecimientos! El conocimiento
y el entendimiento del Camino de Dios se perdieron.
Desde la Creación, hasta la Primera Venida de Jesucristo, sólo unos pocos siguieron las instrucciones  de
Diosrespecto a lo correcto y equivocado. Abel, el hijo de Adán, escogió el camino correcto de vida. Varias
generaciones más tarde, Enoc caminó con Dios. Su bisnieto Noé fue la única persona de su tiempo que
siguió a Dios. Su hijo Sem siguió sus pisadas. Poco después del diluvio, estuvo Abraham, el padre de los
fieles. Le siguieron Isaac, Jacob y José.
En el tiempo de Moisés, Dios levantó Su nación, Israel. Él hizo un pacto con los israelitas, pero poco
después, ellos se rebelaron. Aunque Dios trató de que los israelitas siguieran Su Camino, ellos lo
rechazaron. Al mismo tiempo, el resto del mundo continuó en el camino original que Adán y Eva
escogieron.
Ese fue el mundo antes de Cristo — uno en el cual sólo unos pocos caminaron con Dios. Casi todos se
habían rebelado, y el conocimiento del Camino de Dios estaba perdido para la vasta mayoría. Este era un
mundo que necesitaba un Salvador para ser reconciliado con su Creador. Fue durante este período que
muchos profetas trajeron las  buenas noticias  de un Mesías que vendría pronto con un mensaje al mundo.
El mensajero y Su anuncio
Jesús no vino a salvar al mundo ni a gobernar como Rey  en aquel entonces, sino, en cambio, como un
Mensajero con un anuncio. Su mensaje era el evangelio — las buenas noticias — del venidero reino de
Dios.
A fin de anunciar el venidero reino de Dios, Cristo primero tuvo que vencer a Satanás, el dios de este
mundo. Esto lo calificaría para  remplazar a Satanás y convertirse en Rey del pronto venidero reino de
Dios.
Él también vino a reconciliar a la humanidad con el Padre. Desde el momento en que Adán y Eva
rechazaron a Dios, la humanidad ha estado cortada de Dios — y del conocimiento del camino del dar, el
cual produce las cosas buenas en la vida. Siendo perfecto, Cristo dio Su vida por la humanidad. A través
de Su sacrificio — Su muerte — Él pagó la pena por los pecados de todos.
El reino que Cristo anunció es el gobierno mundial del Dios Todopoderoso, que vendrá pronto, el cual
gobernará a todas las naciones y traerá paz y prosperidad duraderas.  Este mensaje del evangelio incluía
el hecho de que, tras el arrepentimiento y la fe, las personas podrían convertirse en hijos engendrados de
Dios. Luego, después de una vida de superación, crecimiento y dádiva, estos hijos engendrados nacerían
de nuevo un día, entrando al reino de Dios.
Nacimiento de la Iglesia y de la Obra de Dios
Jesús entendió y enseñó a Sus discípulos que por sí mismo Él nada podía hacer. El Espíritu de Dios lo
facultó para lograr todo lo que Él hizo. Previo a Su ascensión al cielo, Cristo les dijo a Sus discípulos que Él
les enviaría el Espíritu de Dios.
Este evento, el comienzo de la Iglesia de Dios, ocurrió en el año 31 D.C. Jesús describió la relevancia de
aquel evento: “pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis
testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra”. Dios, entonces, dio Su
Espíritu Santo a 120 discípulos.
La Obra de Dios también comenzó en este mismo tiempo. El llevar el evangelio — las buenas nuevas del
reino venidero — ¡el  verdadero evangelio! — al mundo ¡siempre ha sido la Obra de Dios! Impregnado del
Espíritu Santo, el pueblo de Dios estaba ahora facultado para cumplir Su misión.
Jesús declaró: “Edificaré Mi Iglesia”. Esto va más allá de sólo comenzarla, incrementarla y cuidarla. ¡Hay
un gran propósito trascendental para la Iglesia que Cristo edificó!
La Obra de Dios — La Misión
La Iglesia de Cristo tiene una misión. Cada miembro es llamado a convertirse en parte de la emocionante
Obra de Dios.
Esta misión — esta Obra de amor — tiene una comisión dual. La Primera Comisión es “Id por todo el
mundo y predicad el evangelio a toda criatura” (Marcos 16:15). La Segunda Comisión es alimentar al
rebaño de Dios — proveer a cada miembro de la Iglesia de Dios el alimento espiritual (Juan 21:15-17). A
medida que los miembros de Dios son alimentados, ellos crecen espiritualmente, lo cual les permite servir
y dedicarse más a la Primera gran Comisión.
El cumplir la Primera Comisión es mucho más complejo hoy que en la era en la que vivieron los apóstoles
originales. No obstante, enseñar en la era de la información es también más emocionante. Vastas
cantidades de conocimiento viajan a una velocidad incomprensible. Dentro de toda esta información está
el refrescante conocimiento del camino de vida de Dios. La Iglesia de Dios Restaurada está divulgando el
evangelio a un ritmo y con una eficiencia que la Iglesia nunca ha visto antes. Grandes números de
personas pueden aprender ahora tanto como quieran y cuando quieran. Miles de millones alrededor del
mundo están aprendiendo principios sólidos y comprobados, directamente de la Biblia, ayudándoles a vivir
vidas más felices y a convertirse en mejores ciudadanos.
La Iglesia de Dios Restaurada es una fuente de conocimiento verdadero en un mundo seco, que enfrenta
crecientes males.
El nombre de la Iglesia de Dios
En la noche de Su traición, Cristo oró por la Iglesia: “Padre santo, a los que me has dado, guárdalos en tu
nombre, para que sean uno, así como nosotros. Cuando estaba con ellos en el mundo, yo los guardaba en
tu nombre”.
En doce lugares separados, el Nuevo Testamento registra que la verdadera Iglesia ha sido guardada en el
nombre del Padre — Dios. Cada uno de esos lugares usa el término “Iglesias de Dios”. ¡Este es el nombre
de la Iglesia de Dios!
Esta Iglesia reconoce la importancia de su nombre. Justo como el nombre era importante en la era de los
apóstoles originales, también es importante hoy. Hubo ocasiones en el Nuevo Testamento en las que el
nombre “Iglesia de Dios” fue unido a un término descriptivo. Por ejemplo: “a la Iglesia de Dios que está en
Corinto”.
En la época moderna, por razones corporativas, la Iglesia puede usar un nombre descriptivo adicional,
para distinguirse de otras “Iglesias de Dios”. Nosotros escogimos el nombre de La Iglesia de
Dios  Restaurada.
Cristo es la Cabeza de Su Iglesia. No obstante, Su Iglesia no es un lugar físico sino, en cambio, es un
cuerpo espiritual compuesto de muchos hijos engendrados. Llena del Espíritu Santo, teniendo el nombre
de Dios y guiada por Cristo, la Iglesia y su Obra explotaron después de su comienzo en el año 31 D.C.
Los apóstoles estuvieron dedicados a la Obra de Dios, tal como lo está hoy La Iglesia de Dios Restaurada.
La Obra flaquea
Bajo el liderazgo de los apóstoles, el crecimiento inicial de la Iglesia fue dramático (3,000 bautismos en el
primer día). Pero casi inmediatamente después de la primera generación de la Iglesia, la Obra comenzó a
flaquear. Ésta perdió ímpetu a causa de la persecución Romana y de las presiones del surgimiento de una
iglesia diferente.
A lo largo de la Edad Media, la Obra decayó y su advertencia al mundo se desvaneció. Pero la Obra nunca
murió. ¡Cristo prometió que Su Iglesia nunca moriría! A principios del siglo veinte, a medida que la
vitalidad de la Iglesia y de la Obra estaba disminuyendo, una nueva era arribó. Había llegado el tiempo
para que el mensaje de Dios para el tiempo del fin saliera a todo el mundo.
Una nueva era — una nueva vida
En el otoño de 1926, Dios llamó, y pronto comenzó a usar, a un hombre llamado Herbert W. Armstrong
(1892-1986). Él guió a la Iglesia de Dios durante 52 años, comenzando en 1934, cuando estableció la
Iglesia de Dios de la Radio (posteriormente llamada Iglesia de Dios Universal).
Con la llegada del siglo veinte, había llegado el tiempo para que el mensaje de Cristo saliera al mundo
entero. Bajo el liderazgo del Sr. Armstrong, una nueva era emergió, similar a la Iglesia del siglo primero.
Fue una era que tuvo vitalidad, que experimentó un tremendo crecimiento a lo largo del mundo, y que se
enfocó en vivir y compartir el camino del dar. Facultada por el poder del Espíritu Santo de Dios, Jesucristo
viviente fue su Cabeza activa. Con el tiempo, Dios restauró a la Iglesia todas las enseñanzas que se
habían perdido a lo largo de los siglos. Con estas enseñanzas estaba el importantísimo mensaje verdadero
del evangelio.
Este mensaje, suprimido por siglos, ¡estaba ahora revivido!
Las raíces de la Iglesia de Dios Universal
La Iglesia de Dios Universal traza su historia a la Iglesia Sabataria establecida en los Estados Unidos por
Steven Mumford en 1664. Era un asociado de la familia Stennett de Inglaterra, que había liderado el
movimiento Sabatario allí a lo largo de los 1660s. Los Sabatarios ingleses trazan sus raíces hasta los
Lollards establecidos en Países Bajos. Los Lollards, a su vez, se derivan de los valdenses sabatarios,
quienes datan de antes del siglo 11 en las regiones alpinas de Francia e Italia.
La siguiente cita atestigua la antigüedad y el credo de los valdenses: “El método que Allix ha perseguido
en su Historia de las Iglesias de Piedmont, es para mostrar que en la historia eclesiástica de cada siglo,
desde el cuarto, al cual él considera un período suficientemente temprano para el investigador después de
la pureza doctrinal apostólica, hay claras pruebas de que las doctrinas…. fueron mantenidas por teólogos
del norte de Italia hasta el período en que los valdenses surgieron por vez primera. Consecuentemente,
las opiniones de los valdenses no eran nuevas para Europa en los siglos XI y XII, y no hay nada
improbable en la tradición, que la Iglesia Subalpina perseverara en su integridad en un curso
ininterrumpido desde la primera predicación del Evangelio en los valles” (Gilly,  Investigaciones
Valdenses,  pág. 118-119).
La Iglesia de Dios Universal
La Obra de Dios explotó. Las puertas se abrieron delante de la Iglesia a medida que ésta luchaba
diligentemente por predicar el mensaje del evangelio de Cristo.
La Iglesia de Dios Universal promediaba un crecimiento del 30% anual durante sus primeros 35 años —
desde 1934 hasta 1968. Esto permitió que el mensaje de Dios saliera con fuerza a todo el mundo.
En 1934, el programa  El Mundo de Mañana  salió al aire por primera vez. Comenzando muy pequeño, en
una sola estación de radio de 100 watts, el programa eventualmente creció a 400 estaciones de radio y a
estaciones de televisión, ¡con un estimado de 250 millones de escuchas!
La Pura Verdad — una revista gratuita de entendimiento — fue publicada por primera vez en febrero de
1934. Esta revista trataba asuntos mundiales, valores familiares, salud y educación apropiada. Una vez
más, esta revista también empezó pequeña, con sólo 250 copias impresas. Pero la voz de Cristo estaba
detrás del mensaje de  La Pura Verdad  y la revista creció a una suscripción de 8,27 millones a nivel
mundial, con un estimado de 25 millones de lectores.
En 1947, la Iglesia fundó una universidad. Esta fue necesaria para proveerle a la creciente Obra de Dios
un ministerio educado. Con el tiempo, la Iglesia ya había establecido tres colegios, enfocados en hacer
una diferencia en las vidas de sus estudiantes — enseñándoles cómo vivir, no sólo cómo ganarse la vida.
Folletos acerca del noviazgo, el matrimonio, el fumar, las drogas, la administración de las finanzas
personales, las leyes del éxito, la verdadera conversión y otros, eran dados gratuitamente a una gran
cantidad de personas. ¡A los lectores les era enseñado cómo vivir!
A medida que la Iglesia de Dios Universal se expandió, muchas vidas fueron tocadas. Millones leyeron y
escucharon la verdad del camino de vida de Dios. Ellos comenzaron a entender que hay otro camino —
una vida de dar — un camino de vida centrado en Dios. Muchos fuera de la Iglesia experimentaron los
beneficios de esta maravillosa educación.
No obstante, tal como la Obra flaqueó una generación después de que la Iglesia del primer siglo
comenzara, esta también flaqueó después de la muerte del Sr. Armstrong.
Historia reciente de la Iglesia
En un movimiento verdaderamente histórico, los líderes que sucedieron al Sr. Armstrong cambiaron
eventualmente todas sus enseñanzas. Conforme pasó el tiempo, se hizo claro que la Iglesia de Dios
Universal ya no estaba creciendo, sino, en cambio, reduciéndose. La magnitud e influencia del claro y
poderoso mensaje de Dios se desvaneció.
Esto ocasionó que varios grupos se separaran de esa iglesia. Pero todos los grupos que la dejaron habían
aceptado algunos de los cambios doctrinales enseñados por el nuevo liderazgo de la Iglesia de Dios
Universal.
Aquellos quienes se dieron cuenta de la necesidad de retener las enseñanzas originales completas, y de
seguir plenamente la Ley de Amor de Dios (I Juan 5:3; Rom. 13:10), vieron que todos los grupos habían
aceptado algunos cambios. Deseando mantener intacta la fórmula completa, la cual, una vez más,
produce paz, felicidad y abundancia maravillosas, La Iglesia de Dios Restaurada fue formada. Aquellos que
retenían la verdad completa continuaron siendo guiados por Cristo, permitiéndoles seguir exitosamente la
magnificente y enriquecedora Obra de Dios.
El Pastor General de la Iglesia, David C. Pack, ordenado en la Iglesia de Dios Universal, y sirviendo en el
ministerio desde 1970, vino a darse cuenta que ningún líder u organización estaba defendiendo todas las
doctrinas originales enseñadas por el Sr. Armstrong. Habiendo sido entrenado personalmente por el Sr.
Armstrong, el Sr. Pack entendió la necesidad de continuar la misión como a él le había sido enseñada y de
alcanzar al mundo entero con el mismo mensaje del evangelio. Bajo su liderazgo, La Iglesia de Dios
Restaurada nació.
Breve historia de la Iglesia de Dios Restaurada
Esta reorganización de la Iglesia de Dios comenzó en mayo de 1999, establecida no como un derivado de
la Iglesia de Dios Universal, sino, en cambio, como la continuación de la Iglesia como fue fundada
originalmente — llevando adelante el ministerio y las enseñanzas de los apóstoles originales.
La Iglesia de Dios Restaurada se inició sobre la premisa básica de la necesidad de enseñar las buenas
noticias — el evangelio — del pronto venidero reino del Dios Todopoderoso. Nuestras creencias son la
misma fe que “fue una vez entregada a los santos”. Cristo nunca cambia, ¡y tampoco lo hacen las
enseñanzas de Su Iglesia!
Los primeros varios años de la existencia de La Iglesia de Dios Restaurada fueron primordialmente
preparatorios para la continuación de la Obra que el Sr. Armstrong había iniciado. Sin descuidar la
alimentación del rebaño, todas las herramientas que la Iglesia usó alguna vez — libros y folletos gratuitos,
lecciones bíblicas, artículos, preguntas y respuestas cortas, revistas y programas, con programas de
distribución — fueron puestas en su lugar.
Esta Iglesia está dedicada al camino de vida de Dios y a la Primera Comisión — alcanzar al mundo con el
evangelio de Cristo — enseñando el camino correcto, muy diferente del camino de obtener del mundo.
La Obra de Dios en el siglo XXI
Al igual que la Iglesia del primer siglo, esta Iglesia no tiene millones de miembros, ni ninguna autoridad o
poder político o religioso.
No obstante, entendemos la necesidad de propagar el mensaje de Dios — alcanzar a un mundo que lucha
y sufre. Aunque el legado comenzó con los apóstoles originales, la Iglesia de Dios Universal siguió sus
pisadas y La Iglesia de Dios Restaurada continúa esto hoy. El mensaje y la meta son los mismos — sólo
difieren los métodos.
Rcg.org  (con  realtruth.org): La Iglesia de Dios Restaurada tiene los más grandes sitios web basados
en la Biblia que hay sobre la tierra, llevando una vasta y siempre creciente variedad de herramientas
publicadas para guiar a las personas que buscan vivir el camino de vida de Dios. Sin embargo, a diferencia
de la mayoría de otras organizaciones religiosas, nada hay nada para comprar o por lo que se deba pagar.
Todo es libre de cargo.
El poder del Internet es asombroso, permitiéndonos ahora alcanzar a más de 220 países y territorios,
donde no falta virtualmente ninguno por alcanzar, excepto con mayor fuerza e impacto. El número
potencial de personas a las que podemos alcanzar — y  alcanzaremos — es verdaderamente asombroso.
Esto ha sido de gran aliento para aquellos quienes respaldan esta Obra.
El Programa  El MUNDO POR VENIR:  Transmitido vía Internet, este programa responde preguntas tales
como: ¿Hacia dónde  va el mundo? ¿Por qué  está lleno de problemas, conflictos, males y padecimientos,
causando infelicidad, confusión y miseria de todo tipo? ¿Qué está por delante? En una era de temor,
confusión y desesperanza, ¡El MUNDO POR VENIR  es una voz de verdad, que provee respuestas y
proclama esperanza para la humanidad!
En 1934, cuando el programa El Mundo de Mañana  fue transmitido por primera vez, éste sólo pudo
comenzar en una pequeña estación. ¡Hoy, El MUNDO POR VENIR  está disponible instantáneamente
alrededor del mundo!
La Revista La PLENA VERDAD: También publicamos una revista que continúa el mensaje de La Pura
Verdad. La revista  La Plena Verdad  lleva artículos que explican la causa de la guerra, lo que está mal con
el clima, si la ciencia puede erradicar la contaminación, el significado de los eventos en Europa, por qué se
están incrementando los terremotos, el completo fracaso de la ciencia para traer el mundo utópico que
todos anhelan, cómo desaparecerá eventualmente el racismo, hacia dónde va la economía mundial, qué
hay al frente para las naciones del mundo, el valor de la ética — y la definición del verdadero carácter, la
causa real de la crisis moral en Occidente, qué está mal con la educación moderna, por qué tantos buscan
escape y placer, y la definición del éxito verdadero.
Explicamos la carencia que tiene el mundo de grandes líderes y qué los remplazará, y cómo vendrá la paz
en nuestro tiempo, cómo construir familias fuertes — criando hijos felices y productivos — cómo poner fin
a sus preocupaciones financieras, por qué están apareciendo nuevas enfermedades y las enfermedades de
antaño están reapareciendo — más fuertes que antes — y si las Naciones Unidas son verdaderamente la
última respuesta de la humanidad.
Explicamos por qué hay miles de formas diferentes — y en desacuerdo  — de cristianismo, por qué la
religión no ha resuelto los grandes problemas del mundo, cómo entender la fe verdadera, cómo identificar
al Cristo real  de la Biblia, el camino del “dar” versus “obtener”, la ley de causa y efecto, el origen de la
naturaleza humana, principios de vida saludable, y muchos otros temas. La revista trae claro
entendimiento de los problemas insolubles que ahora abruman a la humanidad y apunta hacia la paz
duradera del mundo por venir, que está sobre el horizonte.
Con todas esas herramientas y más, La Iglesia de Dios Restaurada está ayudando a las personas que
ahora se ahogan en un mar de problemas. Muchos están encontrando respuestas, y están aprendiendo a
hacer sus vidas felices y productivas.
¿Cómo es respaldado todo esto?
La Iglesia de Dios Restaurada nunca solicita al público en general respaldo financiero.
Estamos dedicados a esta misión de amor — de preocupación saliente por todas las personas a nivel
mundial. Todas nuestras actividades son respaldadas por personas dedicadas, personas que dan.
Siguiendo la instrucción de Cristo: “de gracia recibisteis, dad de gracia”, nosotros ofrecemos todo  libre de
cargo.
La Iglesia de Dios Restaurada recibe apoyo financiero de los diezmos voluntarios pagados por sus
miembros. Ellos reconocen las abundantes bendiciones prometidas por Dios para todos aquellos quienes
obedecen Su ley del diezmo. Un beneficio colateral de practicar sólo esta extraordinaria ley es que ayuda a
las personas a manejar sus finanzas personales. Al final, tanto la Iglesia como sus personas prosperan
derivado de practicar esta ley comprobada de Dios. (Hay otros que contribuyen regularmente como
colaboradores y donadores, deseando también compartir con otros lo que ellos han recibido).
¿Dónde encajamos en el mundo?
Cristo no vino a la tierra a rogarles a las personas que se convirtieran, sino, en cambio, vino con
el anuncio antes descrito. Él enseñó un camino de vida que el mundo ha rechazado y olvidado. Él no vino
a salvar al mundo de Su tiempo. Él vino a anunciar un tiempo   futuro cuando el mundo será salvo.
Nosotros seguimos Su ejemplo.
El ejemplo de Cristo, y el de los apóstoles, muestran que los cristianos no hacen proselitismo. La Iglesia
de Dios Restaurada también sigue este principio. Nosotros no estamos tratando de convertir o de corregir
a este mundo, sino, en cambio, continuamos con el mensaje anunciado de Cristo. La Iglesia de Dios
Restaurada explica lo que está equivocado en el mundo, sin predicarles “a” las personas o condenarlas.
Nosotros ofrecemos esperanza, mostrando cómo los peores problemas y males de la humanidad serán
resueltos. Nosotros traemos urgencia y vitalidad a los tópicos en la mente de las personas hoy —
explicando la razón de la explosión de problemas alrededor del mundo. Nosotros enseñamos “causa y
efecto”, no parches para enmascarar los problemas.
Muchos se sorprenden de que los problemas y desafíos que tienen en sus vidas — algunos aparentemente
insolubles — puedan ser solucionados siguiendo el camino de vida de Dios. Al poner a Dios primero en
todo, las vidas pueden ser enderezadas y convertirse en satisfactorias.
La Iglesia de Dios Restaurada no ofrece opiniones políticas. De nuevo, ésta no se involucra con ningún
movimiento o agenda política. En vez de eso, enseña amor — preocupación saliente — por todas  las
personas del mundo.
Aunque la primera prioridad del cristiano es siempre el gobierno y las instrucciones de Dios, la Biblia
enseña la necesidad de someterse apropiadamente a los gobiernos de los hombres. Nosotros nos
adherimos fuertemente a esta enseñanza.
Asombroso crecimiento
Los apóstoles originales eran un pequeño grupo que eventualmente tuvo un profundo impacto en el
mundo de su tiempo. La Iglesia de Dios Universal también comenzó muy pequeña, y medio siglo después
tuvo un enorme impacto en las naciones del mundo. Llamado un Embajador para la Paz Mundial, Herbert
W. Armstrong visitó personalmente a un tercio de las cabezas de estado — reyes, reinas, presidentes y
primeros ministros — de su tiempo.
Aunque también comenzó relativamente pequeña, y aún no es grande para los estándares del hombre, La
Iglesia de Dios Restaurada también está experimentando un firme crecimiento e impacto alrededor del
mundo. Y con el mismo patrón de crecimiento que la Iglesia de Dios Universal experimentó, La Iglesia de
Dios Restaurada continuará creciendo y llegando más lejos, ayudando a más personas con conocimiento
espiritual vital, y causando cambios positivos en las vidas de muchas más personas.
Cristo les ordenó a Sus discípulos que fueran al mundo entero. ¡Nosotros estamos haciendo exactamente
eso! Llevando el mensaje del camino de vida de Dios aun a países tan lejanos como Zimbabue, Islandia,
China, Chile, Nueva Zelanda, Egipto, India y por toda Europa. Esto no ha parado — ¡y ahora estamos
alcanzando consistentemente a todas las naciones de la tierra!
Muchos miles visitan diariamente nuestro sitio web. A las personas les están siendo enseñados principios
coherentes y verdaderos de un camino de vida productivo. Las personas ahora están armadas con
conocimiento que les puede ayudar a crecer para convertirse en mejores ejemplos — y mejores
ciudadanos — en sus comunidades locales.
La Iglesia de Dios Restaurada está ofreciendo esperanza. Herramientas tales como los programas, tres
revistas, libros, folletos, artículos y lecciones bíblicas (para jóvenes y adultos) están afectando vidas
alrededor del mundo. Miles están aprendiendo que Dios existe ¡y que  sí  hay esperanza real para el
mundo! El número de personas que están aprendiendo el camino hacia la vitalidad y la abundancia —
felicidad gozosa pura — ha estado aumentando con firmeza semanalmente. Nosotros estamos enfocados
en ayudar y en dar, para el mejoramiento de las vidas individuales.
Impacto y cambio
Los apóstoles originales se esforzaron por hacer una diferencia. La Iglesia de Dios Universal hizo una
diferencia en millones de vidas. La Iglesia de Dios Restaurada está encendida con ese mismo impulso —
con la misma esperanza — de dar un ejemplo positivo y de tener un impacto positivo en el mundo. Esto
también está causando una diferencia real.
Vastas multitudes estuvieron expuestas a las buenas enseñanzas de la Iglesia de Dios bajo el Sr. Herbert
W. Armstrong. Este mismo mensaje continúa hoy — ¡y los frutos de la Obra de Dios son evidentes!
A través del Internet y de nuestro Programa de Distribución en Estantes, miles están siendo alcanzados. A
muchas familias les están siendo enseñados los principios que producen un matrimonio feliz, y las familias
están aprendiendo cómo criar a sus hijos en un mundo que ha perdido ese conocimiento básico. Las
personas también están aprendiendo de leyes que producen un éxito real y duradero. Las vidas están
cambiando — las personas están siendo afectadas en maneras positivas.
El poder del Espíritu de Dios está remplazando al desaliento con energía y esperanza. Esto está trayendo
celo por lograr, y está removiendo la confusión y la indiferencia. Está tomando sueños desbaratados y
sentimientos marchitos, y los está expandiendo a maravillosos nuevos horizontes — y está inspirando una
expectativa de éxito. Está tomando el estrés y convirtiéndolo en productividad y en logros satisfactorios.
Casi nadie entiende lo que el cristianismo es en realidad. La mayoría no tiene idea de que éste puede
traerles felicidad suprema, más allá de lo que se puedan imaginar. Las personas no tienen el concepto de
que el cristianismo representa plenitud, riqueza, placeres y abundancia, tanto física como espiritualmente.
Cristo dijo: “Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia” (Juan 10:10).
La emoción, el gozo, el entusiasmo y el enorme contentamiento que fluyen de este entendimiento eclipsan
cada prueba, dificultad, impedimento, obstáculo y problema que se pueda enfrentar. El comprender esto
verdaderamente lleva a  por qué Jesús dijo que Su camino representa una vida más maravillosa — más
abundante — ¡de lo que la mayoría puede siquiera imaginar!
Muchos están viviendo vidas llenas de celo, vigor, entusiasmo e impulso — y están siendo dirigidos por
esperanza y fe — como si el éxito final dependiera de su conducta  diaria.
Estos son solamente una pequeña cantidad de los frutos que crecen en las vidas de las personas quienes
están luchando por vivir por  cada palabra de Dios (Mat. 4:4; Lucas 4:4).
Los miembros de la Iglesia están dedicados a dejar que su luz brille ¡en un mundo “moderno” que necesita
luz desesperadamente! En un mundo que anhela paz, cuyos habitantes sueñan con una vida próspera,
nosotros le ofrecemos esperanza a todos los que escuchen — una profunda confianza interna, derivada de
entender que las vidas genuinamente radiantes y felices pueden ser una realidad, y que un mundo
maravilloso está por venir.
¡Aquí está La Iglesia de Dios Restaurada!

Elimine  todas  sus preocupaciones financieras

POR DAVID C. PACK

Nadie piensa que tiene suficiente dinero. Muchos están preocupados — incluso
obsesionados — por la necesidad de tener más. A pesar que la mayoría de los
hogares tienen más de un ingreso, esto a menudo sigue siendo insuficiente para
pagar las cuentas. Hacer un presupuesto no siempre ayuda. Todos quieren eliminar
sus preocupaciones monetarias. ¡La Biblia tiene la clave!

A pesar de una prosperidad en el mundo occidental que no tiene paralelo en la historia humana, las

bancarrotas personales están aumentando. ¿Por qué? El crédito al consumidor nunca ha sido tan

alto. ¿Por qué? Hasta 25 millones de personas en Estados Unidos están “a dos cheques de pago de la

calle”, con casi 15 millones a tan sólo “un cheque de pago de la calle”.  ¿Por qué? La deuda nacional de los

EE.UU. se mide en billones de dólares, ¡requiriendo pagos anuales de intereses en cientos de miles de

millones!  ¿Por qué? Los problemas monetarios son considerados como la segunda causa principal de

divorcio. Nada de esto tiene porque ser así.

La mayor parte de las noticias nacionales está dedicada a los fuertes altibajos de los “principales

indicadores económicos” — y si están desplazándose hacia arriba o hacia abajo. El desempleo, la inflación,

la recesión, las tasas de interés, los mercados alcistas o bajistas, las acciones, el mercado inmobiliario, las

ventas de autos, los despidos, las contrataciones, la energía disponible y los precios de los combustibles

son todas palabras de uso doméstico que dominan las noticias.

¿Qué acerca de usted? Si es honesto consigo mismo, admitirá que pasa mucho tiempo pensando y

hablando acerca de DINERO. Probablemente lucha diariamente con dificultades financieras. Algunas veces

siente que está ganando la batalla, sólo para descubrir que o está manteniéndose a flote o quedándose

atrás. A muchos hoy en día les resulta casi imposible “salir adelante”. Para la mayoría, la “lucha

monetaria” es constante, y la presión puede parecer insoportable. Solamente el estrés de estos problemas

puede alejar la felicidad y la paz que todos buscan pero pocos encuentran. Todo esto es innecesario si

usted tiene la clave de Dios para la prosperidad financiera.


Lo que usted gana  no  es suyo

Su casa le pertenece a  usted, ¿correcto? También su  carro, ¿cierto? Usted compró la ropa que lleva

encima con  su dinero, ¿verdad? ¿No se ha escuchado a sí mismo decir, “Yo me gané mi dinero, es  mío”?

¿No es cierto que “lo que es suyo es suyo y lo que es mío es mío”? ¡No tan rápido!

Sin duda todos estaríamos de acuerdo en que antes de que hayamos pagado en su totalidad las cosas que

compramos, éstas no son realmente nuestras. Los bancos y otros prestamistas tienen derechos de
retención sobre casas, autos, barcos y otras cosas costosas que las personas compran a crédito. Todos

entienden esto. Pero, ¿ha considerado usted alguna vez si realmente posee todo lo que cree poseer?

¿Realmente tiene la propiedad “libre de todo” sobre las cosas que posee?

Debemos considerar si otros podrían reclamar lo que es “nuestro”.


“La muerte y los impuestos”

La mayoría está familiarizada con la frase, “Nada es seguro en la vida, excepto la muerte y los

impuestos”. En efecto, la muerte es segura. Por supuesto, todos reconocen también que el gobierno tiene

derecho a cierto porcentaje de los ingresos de las personas. Pocos discuten esto, aunque la mayoría busca

evadir los impuestos de tantas maneras como sea posible. Nadie le quiere dar al gobierno un centavo más

que “su cuota correspondiente”. La mayoría cree que  menos  de lo que “le corresponde” sería mejor.

¿Se ha detenido a considerar si Dios  nos instruye a que paguemos impuestos?  ¡Él lo hace! Estas

escrituras lo prueban. Pablo escribió: “Sométase toda persona  a las autoridades superiores… por lo cual

es necesarioestarle sujetos… por causa de la conciencia. Pues por esto pagáis también

los  tributos  [griego: impuestos o tasación]… Pagad a todos lo que debéis:  al que tributo,  tributo” (Rom.

13:1, 5-7).

A Cristo se le preguntó si pensaba que los impuestos debían ser pagados — con la pregunta realmente

dirigida a Él con el propósito de tentarle para que diera una respuesta equivocada. Note cómo dijeron

aquellos que lo cuestionaron: “¿Es lícito dar tributo a César, o no? ¿Daremos, o no daremos?” Cristo pidió

que le dieran una moneda para fines de ilustración. Luego Él respondió: “Dad a César  lo que es de César,

y a Dios  lo que es de Dios” (Mar. 12:13-17). Cristo enseñó que hay cosas que  pertenecen al gobierno del

hombrey cosas que le pertenecen a Dios.

En un momento abordaremos lo que le pertenece a Dios. Sin embargo, ¡lo que le pertenece al gobierno

sonlos impuestos! En algunos países esto incluye impuestos locales, estatales y federales. ¡Ay de aquellos

que sean atrapados sin pagarlos! Intereses, sanciones e incluso la prisión pueden ser el resultado para

aquellos culpables de evasión fiscal. Pero al hacer esto, las personas no sólo han desobedecido las leyes

del país, sino también la clara instrucción de Dios. Así pues, los impuestos  son un hecho indiscutible de la

vida para la mayoría de las personas en la tierra. El hecho de que usted se ganó el dinero que tiene no

niega el hecho de que los gobiernos humanos tengan un derecho preferente a tomar un cierto porcentaje

legal de éste para asegurar su propio funcionamiento. Ningún gobierno puede funcionar sin ingresos

fiscales.

Esta es una forma en la que aquello que es suyo  no  siempre es completamente suyo.
¿Quién realmente es dueño de todo?

A pesar del hecho de que los gobiernos legalmente pueden recaudar impuestos para sí mismos de parte

de los contribuyentes de un país, nadie sugeriría que éstos son dueños de todo  lo demás  que un

contribuyente tiene. Todo lo que queda le pertenece al contribuyente — ¿o no?

Ahora una pregunta básica. Mire a su alrededor y pregúntese: ¿De dónde conseguimos las cosas que

tenemos? ¿De dónde vinieron realmente?

Dios dice: “Porque Mía es toda la tierra” (Éxo. 19:5). ¿Ha considerado esto alguna vez? La Biblia también

dice: “He aquí,  del Eterno tu Dios son los cielos, y los cielos de los cielos, la tierra, y todas las cosas que
hay en ella” (Deu. 10:14) y “todo lo que hay debajo del cielo es Mío” (Job 41:11). En los Salmos, el Rey
David fue inspirado a escribir: “Del  ETERNO es la tierra y su plenitud; el mundo y los que en él habitan”

(Sal. 24:1). Pablo registró la misma declaración en I Corintios 10:26.

Dios dice: “Porque  Mía  es toda bestia del bosque, y los millares de animales en los collados… Si Yo tuviese

hambre, no te lo diría a ti; porque  Mío es el mundo y su plenitud” (Sal. 50:10, 12). Finalmente, el profeta
Hageo dijo: “Mía  es la plata, y  Mío es el oro, dice el  ETERNO  de los ejércitos” (2:8).

En un sentido, Dios está diciendo que todo  el dinero es de Él (recuerde, el valor del dinero generalmente

está unido de alguna manera al oro y la plata). Dios posee  absolutamente todo  lo que hay para poseer.

Los seres humanos son “ocupantes ilegales” en Su tierra e “inquilinos” en casas que le pertenecen a Él.

¡Esto es lo que estos versículos dicen! No se confunda — ¡lo que usted piensa que es suyo no lo es! Todo

lo que piensaque posee es en realidad propiedad de Dios. Usted es solamente un custodio temporal.

Las personas pueden fabricar productos a partir de los recursos naturales, que provienen de la tierra, pero

es Dios quien hace tanto los recursos naturales como la tierra en la que éstos se encuentran. Los hombres

podrán tener derechos de minería o de tala de madera, pero en última instancia es Dios quien es dueño de

la mina y quien creó la madera, la cual creció debido a los elementos que se encuentran en el suelo de la

tierra — ¡que Él creó y posee!

En cualquier momento que lo desee, Dios podría tomar de vuelta todo lo que  es suyo. Después de
todo, ¡es de Él!  Esto incluye su ingreso. Si bien usted puede haberlo “ganado”, Dios es el  PROPIETARIO.
“Lo que es de Dios”

Hemos visto cómo Cristo dijo que, además de los impuestos que les pertenecen al César, también existe

“lo que es de Dios” — o las cosas que le pertenecen a Dios. ¿Cuáles son estas cosas? Hemos leído que

Dios posee todo. Y Cristo dijo: “Dad…  a Dios lo que  es de  Dios”. Puesto que los cielos y la tierra (o el

territorio en el que vivimos) no les pueden ser “dados” de vuelta a Dios por los seres humanos, ¿a qué se

está refiriendo esto?

Hemos probado que todo nuestro ingreso (salario, intereses ganados, inversiones, bonos, comisiones y

cualquier otra clase de incremento financiero) en realidad le pertenece a Dios.

¿Y qué de un agricultor y el producto de su campo? ¿Cuál es el proceso por el cual las cosas crecen? El

agricultor hace su parte — labrar, sembrar, fertilizar, regar, etc. — pero también Dios, en que Él envía la

lluvia y los rayos del sol y provee el mismo suelo en el cual las frutas, los vegetales o los granos echan

raíz y crecen. ¿Quién hizo la mayor parte del trabajo? En realidad, el agricultor hizo poco más que una

fracción del trabajo, mientras que Dios hizo quizás el 90%. Como cuestión de hecho, el agricultor depende

mucho más del esfuerzo de Dios de lo que Dios depende del esfuerzo del agricultor. Sin las contribuciones

de Dios, el agricultor no produciría nada y, de hecho, ni siquiera estaría vivo porque nadie sería capaz de

producir el alimento necesario para que todos los seres humanos sobrevivan.

Piense en esto de esta forma. Usted formó una sociedad con Dios — sea que lo supiera o no — el día en

que tomó una profesión, un trabajo o una vocación que escogió. Ya que está usando materiales que le

pertenecen a Dios, con el fin de invertir, vender, distribuir o producir bienes o servicios, mediante lo cual

pueda ganarse el sustento,  ¡usted se ha convertido en un socio de Dios! No hay ninguna otra forma de ver
o entender esto. Admita que, sin la función y ayuda de Dios para ganarse la vida, ¡sería imposible producir

algo! Dios sabe esto y ha elegido hacer un arreglo especial con usted. Su Palabra lo describe.

Dios se atribuye el reclamo preferencial del primer 10% de todo lo que las personas obtienen como

ingreso. Esto es llamado el  diezmo, y significa “la  décima parte”, tal vez usted esté familiarizado con el

término. Diezmar, o ser una persona que diezma, significa dar la “décima parte” o ser una “persona que

paga la décima parte”. Las personas han entendido por mucho tiempo que diezmar es pagar una décima

parte de los ingresos. Exploraremos a fondo a quién le era pagada esta décima parte en el Antiguo

Testamento, y a quién se le debe pagar hoy en día.

Dentro de la ley de Dios hay puntos grandes y pequeños. Algunos mandamientos conllevan más “peso”

que otros. Cuando hablaba de algunos puntos menores dentro de la ley de Dios, Cristo dijo en Mateo 5:19

que: “De manera que cualquiera que quebrante uno de  estos mandamientos muy pequeños, y así enseñe

a los hombres, muy pequeño será llamado en el reino de los cielos; mas cualquiera que los haga y los

enseñe, éste será llamado grande en el reino de los cielos”.

Examinemos ahora un versículo importante acerca de pagar el diezmo. Cristo dijo: “¡Ay de vosotros,

escribas y fariseos, hipócritas! porque diezmáis  la menta y el eneldo y el comino, y dejáis lo  más

importante  de la ley, la justicia, la misericordia y la fe.  Esto [lo más importante] era necesario hacer, sin

dejar de hacer aquello[diezmar conscientemente]” (Mat. 23:23). Dios también inspiró a Lucas a registrar

el mismo relato — y a repetir el mismo mandamiento (11:42). El amor, la misericordia y la fe son, en

efecto, cosas importantes dentro de la ley general de Dios. Cristo reconoce esto. Sin embargo, Él también

explica que pagar el diezmo no debería ser algo que las personas dejen “de hacer”. El argumento que a

menudo es planteado es que pagar el diezmo no es importante — que es  muy pequeño  entre las leyes de

Dios. Este versículo en realidad no dice que es “muy pequeño” entre los mandamientos de Dios. Mateo

5:19 simplemente dice que, si lo fuera, ¡todavía se requiere que se guarde hoy en día por todos aquellos

que valoran los mandamientos de Dios!

Cualquiera que esté aprendiendo la verdad de las leyes de Dios acerca del diezmo debe pagar su diezmo

— ¡una vez que esté claro dónde están trabajando sus representantes escogidos! Aprenderemos que el

diezmo es la forma en la cual Él financia la Obra que sus verdaderos siervos llevan a cabo. Solamente

después de que el diezmo de Dios ha sido pagado es que Dios le devuelve el resto de su ingreso a quien

diezmó. La generosidad y el amor de Dios hacia aquellos que son sus hijos son las razones por las que Él

le da nueve décimas de lo que posee al que es fiel en pagar el diezmo. En otras palabras, nosotros no le

estamos dando a Dios  una décima parte de lo que es  nuestro. ¡Dios nos está dando a nosotros nueve

décimas partes  de lo que es suyo!

Ahora debemos examinar varias escrituras acerca de pagar el diezmo. Las personas que rechazan esta

práctica como un mandamiento válido a menudo intentan convertir la verdad del diezmo en un tema

extremadamente técnico. Pagar el diezmo no es un tema técnico. No es difícil de entender. Sí requiere un

cierto examen cuidadoso de relativamente pocas escrituras. Hacer esto aclarará que pagar el diezmo

siempre ha sido, es ahora y siempre será el medio por el cual Dios financia su Obra y su Iglesia.
El diezmo es de Dios
Algunos teólogos y “críticos de la Biblia” intentan crear confusión al decir que los diezmos en el Antiguo

Testamento le pertenecían sólo al Sacerdocio Levítico del antiguo Israel. ¿Es esto cierto? ¿Dice eso la

Biblia? Debemos preguntarnos, ¿hay algún lugar, en alguna parte en la Escritura, donde Dios diga

claramente quelos diezmos le pertenecen a Él?  ¡Sí, lo hay!


Dios dice, en Levítico 27:30, 32, “Y el diezmo de la tierra…  DEL ETERNO ES; es cosa dedicada al Eterno…

Y todo diezmo de vacas o de ovejas, de todo lo que pasa bajo la vara, el diezmo será consagrado
al  ETERNO”. Estos versículos son directos. Éstos son claros. Los diezmos le pertenecen solamente a

Dios.  Él  puede elegir dárselos a sus siervos (esto se discutirá más adelante), pero está completamente

dentro de Su discreción lo que hace con éstos.

Estos mismos “altos críticos” a menudo intentan usar Números 18:21 y 24 para probar que el diezmo le

pertenecía a los levitas. Leer estas escrituras de forma descuidada ocasiona que sean malentendidas por

aquellos que no aceptarán su evidente significado. Este pasaje dice: “Y he aquí  Yo he dado a los hijos de

Leví todos los diezmos en Israel por heredad, por su ministerio… Porque a los levitas  he dado  por heredad

los diezmos de los hijos de Israel”. Considere cuidadosamente este versículo. ¿Le dio   Israel  sus diezmos a

los levitas? ¡No! Dios  les dio su diezmo, el cual simplemente era suministrado por los israelitas, a los

levitas. Él dijo dos veces “he dado”.

Los diezmos eran de Dios, no de Israel, para dárselos a quien  Él  eligiera. Al leer el versículo 20 hace que

esto sea más claro. Dios dice que  Él  proveerá para los levitas, ya que ellos no tenían heredad de tierra

física en la nación de Israel.


Abraham y Jacob pagaron diezmos

Aquellos que enseñan que sólo al antiguo Israel se le requería pagar diezmos, y que éstos siempre debían

ser pagados a los levitas, tienen otro serio problema en su pensamiento.

El patriarca Abraham, a menudo llamado el padre de los fieles (su nombre en realidad significa “el padre

de muchedumbre de gentes”), ¡pagaba diezmos! El siguiente relato ocurrió cuando Abraham aún era

conocido como Abram. Note: “Y [Dios en la persona de Melquisedec] le bendijo [a Abraham], diciendo:

Bendito sea Abram del Dios Altísimo, creador de los cielos y de la tierra; y bendito sea el Dios Altísimo,

que entregó tus enemigos en tu mano. Y le dio Abram [a Melquisedec]  los diezmos de todo” (Gén. 14:19-

20). Abraham diezmó de  todo lo que él recibió.

Este relato ocurrió más de 100 años antes del nacimiento de Leví — el bisnieto de Abraham. ¡La tribu de

loslevitas procedió de Leví! Sin embargo, Dios no estableció el sacerdocio Levítico sino hasta poco

después de que Israel saliera de Egipto, ¡más de 400 años después de que Abraham pagara diezmos! Así

que la nación de Israel, y sus doce tribus — con Leví siendo   una de esas tribus, no fue reconocida como

una nación hasta ese entonces. Abraham le estaba pagando los diezmos a Dios desde mucho antes que

Levítico 27:30-31 y Números 18:20-24 fueran registrados por Moisés.

Hebreos 7:1-6 prueba que Melquisedec fue la misma persona que se convirtió en Jesucristo.

(Estudiaremos esto en más detalle después.)

Pero entienda — Melquisedec era Dios porque Cristo es Dios. Abraham le pagó los diezmos directamente a

Dios, 400 años antes de que el sacerdocio Levítico se formara. Pablo explicó, en Hebreos 7:6, que
Melquisedec (Cristo)  no  descendía de Leví, y sin embargo,  sin ser levita, Abraham le pagó los diezmos a

Él.

Jacob, el nieto de Abraham, también le pagó los diezmos a Dios. El nombre de Jacob luego fue cambiado a

Israel. Él fue padre de doce hijos (Leví era uno) y una hija. Note: “E hizo Jacob voto, diciendo:   Si fuere

Dios conmigo, y me guardare en este viaje en que voy, y me diere pan para comer y vestido para vestir, y
si volviere en paz a casa de mi padre, el  ETERNO será mi Dios. Y esta piedra que he puesto por señal, será

casa de Dios; y de todo lo que me dieres,  el diezmo apartaré para ti” (Gén. 28:20-22).

Muchos están familiarizados con la historia de “la piedra de señal de Jacob” — ésta también ha sido

llamada su “piedra de cabecera”. Sin embargo, ¡la mayoría de las personas no reconocen su conexión con

el voto de Jacob de pagarle a Dios sus diezmos! Esta escritura particular introduce un principio vital. Note

la frase “SIfuere Dios conmigo”. Jacob quería saber que pagar los diezmos de Dios significaba que las

bendiciones, la guía y la protección de Dios siempre estarían aseguradas. La conexión entre pagar el

diezmo y las bendiciones es tan importante que Dios lo inspiró para que fuera registrado para siempre.
Dios dice que las personas pueden robarle

Una notable profecía acerca del diezmo se encuentra al final del Antiguo Testamento. El profeta Malaquías

pregunta: “¿Robará el hombre a Dios?” (Mal. 3:8). Tenga cuidado y no diga que esta es una escritura

delAntiguo Testamento  sin efecto hoy en día.

¿Comprendía usted que la Iglesia del  Nuevo Testamento está edificada directamente sobre los profetas?

Yo nunca escuché esto en la escuela dominical ni en la iglesia de mi juventud. Efesios 2:19-20 dice:

“conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de Dios [la Iglesia], edificados sobre el

fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo”. Ahí está

— ¡la Iglesia está colocada directamente sobre un fundamento que incluye a los profetas! Por tanto, ¡lo

que está escrito en los profetas es instrucción para la Iglesia de Dios del Nuevo Testamento!

Ahora podemos leer una poderosa serie de versículos. Los primeros dos establecen el contexto ideal para
un intercambio verbal entre Dios y su pueblo: “Porque Yo el  ETERNO  no cambio…  Desde los días de

vuestros padres os habéis apartado de Mis leyes, y no las guardasteis. Volveos a Mí, y Yo me volveré a
vosotros, ha dicho el  ETERNO  de los ejércitos” (Mal. 3:6-7). El intercambio luego se desplaza a una

pregunta retórica de parte del pueblo a Dios: “Mas dijisteis: ¿En qué hemos de volvernos?” Ahora Dios

responde con su propia pregunta: “¿Robará el hombre a Dios? Pues vosotros me habéis robado”.  El

contexto regresa a otra pregunta retórica de parte del pueblo: “Y dijisteis: ¿En qué te hemos robado?”
Dios responde, “EN VUESTROS DIEZMOS Y OFRENDAS” (vs. 7-8).

Cuando las personas no le pagan  a Dios sus diezmos — no le  dan a Él sus ofrendas — Él considera que

ellas le están robando. Robar es quitar — ¡hurtar! No sólo es robar, ¡sino que es robarle A DIOS! ¡Todo

pecado es en contra de Dios, y pocas cosas podrían ser más graves que ésta!

Robarle a Dios trae consecuencias. En el siguiente versículo, Dios continúa: “Malditos sois con maldición,

porque vosotros, la  nación toda, me habéis robado”. Esta declaración está dirigida a todas las naciones

modernas que descendieron de las doce tribus que conformaban el antiguo Israel. En general, estas

naciones son las naciones democráticas de Europa occidental, y primordialmente las naciones de habla

inglesa del mundo — los Estados Unidos, Canadá, Gran Bretaña, Australia y Nueva Zelanda.
Estas naciones están bajo una creciente maldición por su pecado de robarle los diezmos a Dios. Recuerde

que Abraham e Isaac  no  eran israelitas, sin embargo, se les requirió pagar diezmos. Por lo tanto, todas

las naciones sufren — y continuarán sufriendo — de la maldición de no obedecer las leyes financieras de

Dios.

Este mundo está basado en el camino de “obtener” en vez del camino de “dar”, ¡que es el camino de Dios!

Las personas constantemente se fuerzan por “obtener” más para sí mismas. Esto viola el Décimo

Mandamiento, el cual prohíbe codiciar. Note lo que Dios dice de su pueblo, y de todas las naciones, en una

profecía dirigida a aquellos que están vivos al final de la era: “Porque desde el más chico de ellos hasta el

mas grande,  cada uno sigue la avaricia; y desde el profeta hasta el sacerdote,  todos son engañadores”

(Jer. 6:13). Dos capítulos más adelante, hay una declaración casi idéntica, excepto que Dios también

advierte del horrible castigo que Él traerá debido a esta actitud mundial.

El tema de Malaquías es el castigo venidero de Dios sobre el mundo entero durante el Día del Señor —

llamado el Día de la ira de Dios. Este tema se encuentra en casi todos los Profetas Menores — los últimos

doce libros cortos del Antiguo Testamento. Vea Joel 1:13-15; 2:1-14; 3:1-21; Amós 5:18-20; y Sofonías

1:7-18, entre otros. Malaquías continúa con el tema del Día del Señor y en realidad describe el diezmo

como la clave para una actitud de arrepentimiento.

¡Considere!

¿Cómo podría Dios castigar a las naciones de Israel — y del mundo — por robo, si la ley del diezmo no

está en efecto hoy en día? Esto no tendría ningún sentido y haría que Dios fuese terriblemente injusto si Él

hiciera eso.

El contexto de Malaquías continúa con un ofrecimiento de parte de Dios. Éste está dirigido tanto a los

pueblos modernos de Israel como a cualquier  individuo que elija confiar en su palabra. Note: “Traed todos

los diezmos al alfolí y haya alimento en Mi casa; y  probadme ahora en esto, dice el Eterno de los

ejércitos,  si  no os abriré las ventanas de los cielos, y  derramaré sobre vosotros bendición  hasta que

sobreabunde” (3:10).

¡Esta es una promesa! ¡Páguele sus diezmos a Dios y Él le bendecirá más allá del espacio que tenga para

recibir! ¿Cree usted esto?

Jacob le creyó a Dios y esto es lo que él esperaba, una vez que comenzó a pagar sus diezmos. Jacob

estaba preparado para diezmar  si Dios le proveía, bendecía y guiaba.  Su vida se convirtió en un

testimonio del hecho de que Dios mantiene su Palabra, si los hombres le obedecen.
Convirtiéndose en socio de Dios
Reconozca esto. Diezmar fielmente activa una  PROMESA  a la cual Dios se ha obligado a sí mismo. Hebreos

6:18 dice que es “imposible que Dios mienta”. Él está obligado por sus promesas. Cuando Dios hace una

promesa, Él la mantiene — y ya hemos leído que les dice a los cristianos “probadme” a través del diezmo.

También hemos leído que Jacob tomó el desafío de Dios en esta promesa. ¿Qué hay de usted?

He conocido a hombres que hicieron a Dios su socio. En mi ciudad natal de Lima, Ohio, un bien conocido y

exitoso hombre de negocios puso al lado de su fábrica un cartel que dice: “Dios es mi socio”. Hace algunos

años me di cuenta de que el cartel aún estaba ahí. Él atribuía su prosperidad a su creencia en la promesa

de Dios. Este hombre en realidad le daba a Dios la mitad de sus ingresos. Él ciertamente prosperó.
John D. Rockefeller, el famoso empresario de Cleveland y patriarca de la gran y exitosa familia

Rockefeller, era conocido por diezmar. Él atribuyó su éxito a esta práctica. También ha habido otras

personas muy conocidas que diezman quienes prosperaron debido a que siguieron este principio.

Nadie puede hacer de Dios su socio. No podemos “dejar a Dios entrar” en un “acuerdo de negocios” con

nosotros. Sin embargo, Dios  puede  escoger convertir en Sus socios a los individuos que pagan diezmo —

¡no al revés!

No olvide que todo le pertenece a Dios. Él nos da el 90%, siempre y cuando le paguemos a Él lo que es

suyo. No pagarle nuestra cuenta a Dios es robo, puro y simple. Robar es una falta de honradez. Ningún

empresario puede permanecer en el negocio si le roba a su socio. Ser atrapado robando es suficiente para

poner a las personas en prisión. Este temor evita que la mayoría lo intente.

Pero los hombres no le temen a un Dios que no los atrapa y castiga inmediatamente. Para la mayoría de

las personas, Dios parece lejano, irreal — y las personas piensan que pueden salirse con la suya

desobedeciéndole y desagradándole. Las consecuencias de desobedecer la ley del diezmo de Dios son

maldiciones financieras.

Algunos creen que deberían pagar las deudas que tienen antes de pagarle a Dios sus diezmos. ¿Es esto

correcto? Dese cuenta que el diezmo es en realidad una deuda que todos nosotros tenemos con Dios. ¡No

es menos deuda que cualquier  otra  deuda, y no es menos obligación que cualquier otra obligación que

tengamos!

Puesto que Dios promete bendecir a quien paga los diezmos, en realidad le quedará más para pagar las

otras deudas, porque la deuda  más importante no se dejó de pagar. Dios es un socio fiel que mantiene Su

palabra. Él  derramará bendiciones para compensar los problemas financieros en los que una persona

puede haberse metido antes de diezmar. En la forma de “matemática avanzadas” de Dios, $10 menos $1

es más de diez dólares, no menos. Yo he visto la “matemática de Dios” en acción cientos de veces en las

vidas de las personas y yo mismo la he experimentado muchas veces.

Yo he visto a muchos que fueron bendecidos en formas que ellos nunca pudieron haber anticipado,

simplemente porque pusieron a Dios primero y pagaron fielmente sus diezmos. Poco a poco, sus deudas

parecieron derretirse. Ingresos extra e inesperados, siempre parecían llegar para cubrir facturas

adicionales y emergencias que toda persona enfrenta. Usted puede tener fe en que Dios siempre

mantendrá su promesa — ¡siempre!

La Biblia está llena de lugares donde Dios dice que quiere bendecir a su pueblo, si ellos son fieles en su
obediencia a Él. Salomón escribió: “ HONRA AL ETERNO  con tus bienes, y con las primicias de todos tus

frutos;  y serán llenos tus graneros  con abundancia, y tus lagares rebosarán de mosto” (Prov. 3:9-10). El

Apóstol Juan registró: “Yo deseo que tú seas prosperado  en todas las cosas, y que tengas salud” (III Juan

2).

Moisés dijo: “Guarda y escucha todas estas palabras que yo te mando, para que haciendo lo bueno y lo
recto ante los ojos del  ETERNO tu Dios, te vaya bien a ti y a tus hijos después de ti para siempre” (Deu.

12:28).
Diezmar es para nuestro propio bien — como los son  TODOS los mandamientos de Dios. Él quiere bendecir

a las personas, pero requiere su obediencia de antemano.

Al cristiano se le dice: “Buscad primeramente  el reino de Dios y Su justicia, y todas estas cosas os serán
añadidas” (Mat. 6:33). Ser parte del pronto venidero reino de Dios siempre debe ser la   PRIMERA  meta de

un cristiano. Todo lo demás (incluyendo todas las deudas y preocupaciones financieras) es menos

importante que esta primera gran meta. A usted se le promete que cuando recuerde esta prioridad, todas

las otras cosas necesarias “os serán añadidas”.

Primero pague sus diezmos. No se demore. El diezmo le pertenece a Dios. Retenerlo incluso

temporalmente es robar. Jesús dijo: “El que es fiel en lo muy poco, también en lo más  es fiel; y el que en

lo muy poco es injusto, también en lo más es injusto” (Lucas 16:10). Diezmar está lejos de ser lo “muy
poco” de las cosas que le importan a Dios. A aquellos que son fieles en todos los asuntos se les dará   GRAN

SOBERANÍA (esto ciertamente calificaría como “más”). Y asegúrese de dar ofrendas con gusto, no con

tristeza o escasamente, porque Dios ama en especial al “dador alegre” y promete que segará

“generosamente” con esta forma de dar (II Cor. 9:6-7).

No se preocupe por el tamaño  de sus diezmos y ofrendas. La historia de las “blancas de la viuda” (Mar.

12:42; Lucas 21:2) tiene una lección importante para todos. Incluso las cantidades pequeñas, cuando son

pagadas fielmente, tienen mucho peso con Dios. Yo he visto muchos ejemplos inspiradores de personas

que tenían poco pero dieron mucho. ¡Dios siempre las bendijo con más al final!

El diezmo es una ley. Como en cualquier otra ley, hay una relación automática de causa y efecto. ¿Por

qué guarda usted la ley de la gravedad? Porque si la quebranta, sabe que habrá un efecto inmediato,

visible y algunas veces doloroso. Si usted salta de un edificio de 10 pisos, no hay duda de las

consecuencias. Esta es la razón por la cual usted nunca consideraría hacerlo.

El diezmo no es diferente. Es una ley. Si la quebrantamos, ésta se da la vuelta y nos “quebranta”. Pero si

la mantenemos, entonces ésta nos “mantiene”. Sin embargo, hay una diferencia fundamental entre

diezmar, la cual es una ley espiritual, y las leyes físicas. Romper cualquier ley espiritual por lo general no

trae un efecto  inmediato  a la persona que lo hace. Hay una penalidad retrasada — pero hay una

penalidad.
¿Fue eliminado alguna vez el diezmo?

Debido a que pocos grupos practican el diezmar, la mayoría de las personas no están familiarizadas con el

término. La persona promedio entiende muy poco de su historia o práctica. Algunos podrían preguntar:

“¿No fue eliminado el diezmo?” o, “¿Acaso no era sólo para los judíos o para la nación de Israel del

Antiguo Testamento?” Algunos piensan que el diezmo era poco más que una ordenanza ceremonial

introducida por Moisés, mientras que otros han escuchado que ésta era una forma de impuesto civil

nacional y nada más. Otros religiosos afirman que el diezmo era simplemente una forma de cuidar a los

pobres en el Antiguo Testamento. Casi nadie cree que los diezmos deben ser pagados a un ministerio fiel

del Nuevo Testamento. Todas estas ideas, a excepción de la última, son erróneas. Sin embargo, éstas sí

demuestran la confusión que reina sobre el tema del diezmo.

Las naciones modernas de Israel están pagando — y pagarán — un terrible precio debido a esta confusión.

¡Un castigo catastrófico viene sobre el mundo debido a que una humanidad rebelde — que quiere las
bendiciones de obedecer a Dios sin en realidad tener que obedecerle — ha ignorado esta ley! La mayoría

de las personas están engañadas en la creencia de que pueden vivir sus vidas de la manera que elijan y

luego culpan a Dios cuando las bendiciones de paz, felicidad y prosperidad están ausentes.

¡Entienda! Cualquier individuo que camine en fe y obedezca las leyes del diezmo de Dios será bendecido y
protegido de las  HORRIBLES PROFECÍAS  que pronto golpearán a este mundo. A través de la promesa de

Dios, ¡élescapará  el castigo que pronto vendrá sobre todas las naciones!

Algunos entienden que el diezmo era practicado en el antiguo Israel, donde a las personas se les requería

diezmar sobre el dinero, el ganado o los productos de grano. Lo que no está muy claro para las personas

es lo que el Nuevo Testamento  dice acerca del tema del diezmo.

Primero, debemos explorar el libro que trata sobre el Sacerdocio del antiguo Israel. Hebreos ha sido

llamado el “libro sobre el Sacerdocio”.


¿Dónde está el oficio de Cristo hoy?

Yo crecí escuchando mucho acerca de un Jesús muerto, ¡con muchas imágenes de Él colgando crucificado!

Casi nunca escuchaba a nadie hablar acerca de cómo Él estaba vivo y sentado a la diestra de Dios. Unos

pocos entendían vagamente que regresaría a la tierra como “Rey de reyes y Señor de señores”. Pero

ciertamente nunca escuché a nadie describir a Cristo como el Sumo Sacerdote de Dios. No obstante, este

es el oficio mediante el cual Cristo trabaja hoy en día — y el séptimo capítulo de Hebreos contiene

instrucción para financiar Su ministerio. El Sacerdocio de Cristo siempre ha sobrepasado — y desde hace

muchoprecedido  — al Sacerdocio Levítico del antiguo Israel.

Los verdaderos cristianos tienen esperanza de vida eterna porque Jesucristo les ha dado  acceso al Padre.

Él los ha llevado dentro del mismo salón del trono de Dios en el cielo, “dentro del velo”, donde a los seres

humanos nunca se les había permitido el acceso antes. Es el rol de Cristo como Sumo Sacerdote que ha

hecho esto posible. Esto requiere cierta explicación. Note Hebreos 6:20: “Donde Jesús entró por nosotros
como precursor, hecho  SUMO SACERDOTE PARA SIEMPRE según el orden de Melquisedec”.

Jesucristo es aún el Sumo Sacerdote activo de su Iglesia y ministerio del Nuevo Testamento. En su

primera venida, Él trajo el mensaje del reino de Dios. El mundo se enfoca en su  Persona, en lugar

del Mensaje  que Él trajo. El verdadero evangelio es acerca del venidero reino de Dios. Después de

completar su ministerio, Cristo fue crucificado y se convirtió en el Salvador de la humanidad.

Posteriormente, Él fue resucitado para sentarse a la diestra de Dios en el cielo.


Observe Hebreos 4:14-15: “Por tanto, teniendo un gran  SUMO SACERDOTE que traspasó los cielos, Jesús el

Hijo de Dios, retengamos nuestra profesión. Porque no tenemos un  SUMO SACERDOTE  que no pueda

compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero

sin pecado”.

Estas son palabras sumamente alentadoras. Muestran que Cristo es tanto el Sumo Sacerdote como

laCabeza viviente  de la verdadera Iglesia de Dios.

Muchos se han preguntado exactamente quién es este Melquisedec de la Biblia. Esta pregunta ha

desconcertado por mucho tiempo a los estudiantes de la Biblia. Los primeros seis versículos de Hebreos 7

dejan absolutamente claro que Melquisedec no podía ser otro más que el propio Cristo.
La traducción Moffatt traduce mejor “según el orden de Melquisedec” como “con el rango  de

Melquisedec”. Cristo tenía el rango de Melquisedec cuando Él recibió los diezmos de parte de Abraham

durante los tiempos de los patriarcas.

¿Cómo y  dónde  trabaja Cristo hoy en día? El antiguo Israel no predicó el evangelio al mundo y no tenía

un ministerio enseñando las verdades de Dios a todas las naciones  de la tierra. Israel era una nación física

que no tenía el Espíritu de Dios. El Sacerdocio Levítico llevaba a cabo holocaustos, sacrificios de animales

y muchos otros rituales físicos. La ardua labor física del Sacerdocio del Antiguo Testamento era muy

diferente del trabajo requerido del ministerio del Nuevo Testamento. En pocas palabras, el Sacerdocio

Levítico ocupaba un rango humano inferior muy por debajo del rango espiritual y divino de Cristo como

Melquisedec.

Hemos hablado de cómo Dios financió al Sacerdocio Levítico del antiguo Israel. También ahora debería ser

claro que Jesucristo, como Melquisedec, recibía los diezmos muchos siglos antes de que aparecieran los

levitas. Un sistema ya existente de diezmo simplemente continuó  a través de este Sacerdocio y, como

descubriremos ahora, pasó al ministerio del Nuevo Testamento.


Hebreos 7

Los primeros cinco versículos de Hebreos 7 comienzan el proceso de comparar los dos sacerdocios — el

Levítico y el de Melquisedec. Hemos visto que el diezmo no comenzó con Moisés y los levitas.

Lea cuidadosamente Hebreos 7:1-5: “Porque este Melquisedec, rey de Salem,  sacerdote del Dios Altísimo,

que salió a recibir a Abraham que volvía de la derrota de los reyes, y le bendijo, a quien asimismo dio

Abraham los diezmos de todo…  permanece sacerdote para siempre. Considerad, pues, cuán grande era

éste, a quien aun Abraham el patriarca dio diezmos del botín. Ciertamente los que de entre los hijos de
Leví reciben el Sacerdocio, tienen mandamiento de tomar del pueblo los diezmos  según la  LEY” .

Abraham no era diferente ya sea de un cristiano del Nuevo Testamento o de algún ciudadano del antiguo

Israel. Él le pagó los diezmos a un Sumo Sacerdote — Cristo. El sistema Levítico siempre tuvo un sumo

sacerdote presente. (Vea Números 18:8-32.) El hermano mayor de Moisés, Aarón, fue el primer humano

en tener este oficio. Todos los sacerdotes levíticos sirvieron y funcionaron bajo quienquiera que fuera el

sumo sacerdote de ese tiempo. El diezmo no es algo que sólo fue practicado durante el período del

Sacerdocio Levítico. Es una práctica que ha existido siempre que ha habido un sumo sacerdote (Cristo o el

sumo sacerdote Levítico) para recibir los diezmos.

Hemos visto que los diezmos le eran pagados a Cristo, y que Él está vivo hoy día como el Sumo Sacerdote

y la Cabeza de su Iglesia del Nuevo Testamento. El diezmo es entonces el sistema de Dios para financiar

su Obra — sin importar la era en la cual sus siervos vivan. Note que Melquisedec, “que  ni tiene
principio  de días, ni fin de vida… permanece sacerdote  PARA SIEMPRE”  (Heb. 7:3). Debido a que Cristo no

tuvo “principio” como Melquisedec, Él también existió como un Sacerdote desde el tiempo de Adán. Note,

la Biblia dice que Él “permanece… para siempre”. Cristo aún es el Sumo Sacerdote de su pueblo. Hebreos

7 prosigue a abordar la pregunta de cual Sacerdocio sustituye al otro en la  actualidad.

Si bien los cristianos del primer siglo necesitaron poca instrucción acerca de cómo el diezmo era una ley

obligatoria y permanente, ellos sí necesitaron que se les enseñara con cuidado que el Sacerdocio de
Melquisedec de Jesucristo había sido restaurado y había, por lo tanto, cambiado (remplazado) al

Sacerdocio Levítico.

¿Cuál Sacerdocio es en realidad el mayor? ¿A cuál Sacerdocio — el Levítico o el de Melquisedec — la Biblia

considera superior?

Examine la siguiente escritura: “Considerad, pues, cuán grande era este, a quien aun Abraham el

patriarca dio diezmos del botín… Pero Aquel cuya genealogía no es contada de entre ellos [los levitas],

tomó de Abraham los diezmos, y bendijo al que tenía las promesas [Abraham]. Y sin discusión alguna, el

menor [Abraham] es bendecido por el mayor [Melquisedec]… Y por decirlo así, en Abraham pagó el

diezmo también Leví, que recibe los diezmos; porque [Leví] aún estaba en los lomos de su padre [su

bisabuelo Abraham], cuando Melquisedec le salió al encuentro” (Heb.7:4-9). Cristo — Melquisedec — no

era “descendiente” de los levitas. ¿Está esto claro? Como Dios, Cristo (un no levita y pre-levita) remplaza

la autoridad del Sacerdocio Levítico.

¡El Sacerdocio de Melquisedec tiene precedencia como el mayor Sacerdocio, por encima del sistema

Levítico! Éste está ahora de nuevo en vigor como el Sacerdocio continuo de Dios, bajo Cristo — ¡y requiere

financiamiento! Estamos listos ahora para leer el muy importante y concluyente versículo 12: “Porque

cambiado  el SACERDOCIO, necesario es que haya también cambio de LEY”. Esto debería ser muy claro.

¡La ley, requiriéndole a las personas pagar diezmos al sistema Levítico, fue “cambiada” en el  Nuevo

Testamento! No hay levitas asignados hoy en día para pagarles los diezmos — sin embargo los diezmos

aún le pertenecen a Dios. Así que, ¡Él ha tenido que  volver a designar  a quién se le deben pagar ahora!

Técnicamente, es correcto decir que la ley, como era antes del Sacerdocio Levítico, ha sido  restaurada  —

cambiada de nuevo a la manera en que era desde el principio.

En este punto, sería de gran ayuda comprender las razones generales para el libro de Hebreos.   Primero,

fue escrito para preparar a la Iglesia del Nuevo Testamento para la caída del Templo en Jerusalén en el

año 69-70 d.C. El Sacerdocio Levítico pronto dejaría de existir — creando un dilema para aquellos que

sabían que los diezmos le pertenecían a Dios y que de alguna manera se le debían pagar a Él.  Segundo,

era para enseñar la naturaleza y función del Sacerdocio.  Tercero, era para explicar que el oficio de Cristo

estaba por encima  del oficio de Aarón y lo precedió desde el Sacerdocio de Melquisedec, el cual no tuvo

principio. Sin bien hay algunas razones adicionales por las que es importante estudiar el libro de Hebreos,

son estas tres razones particulares las que importan para nuestro estudio sobre el diezmo.
Considere lo que David escribió: “Juró el  ETERNO, y no se arrepentirá: Tú [David] eres sacerdote para

siempre según el orden de Melquisedec” (Sal.110:4). Este versículo es en realidad una profecía de que

David, en la resurrección de los muertos cuando Cristo regrese, también será considerado un sacerdote

“según el orden de Melquisedec”. ¡Esta es una declaración fascinante! David fue un  judío, no un levita, y

sin embargo un día él será un sacerdote en el Sacerdocio de Melquisedec. No es de extrañar que

Apocalipsis 5:10 dice, cuando habla de la recompensa del cristiano: “Y nos has hecho para nuestro

Dios  reyes  y sacerdotes, y  reinaremos sobre la tierra”.


Los cristianos fieles, con Cristo y David (Eze.34:23-24; 37:24), ¡reinarán sobre la tierra como   REYES y

SACERDOTES! Esto se debe a que Cristo es Rey  DE  REYES y Sumo Sacerdote  DE  SACERDOTES  (aunque
nadie jamás escuche de esta parte de la recompensa del cristiano). Si bien Cristo es el más grande Rey y

Sacerdote, son todos  los verdaderos cristianos quienes serán los otros reyes  y los  otros sacerdotes que

regirán con Él.

Que asombrosa promesa para aquellos que son fieles a este entendimiento completo del Sacerdocio de

Melquisedec. Los cristianos fieles son reyes y sacerdotes en entrenamiento.


Note, al describir a la Iglesia, el apóstol Pedro escribió: “Mas  VOSOTROS sois linaje escogido, real

sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de Aquel que os llamó

de las tinieblas a Su luz admirable” (I Pedro 2:9).

Después del regreso de Cristo, los diezmos se pagarán a todos los  demás  sacerdotes que califiquen para

conformar este Sacerdocio con Él. Ninguno que no esté dispuesto a pagarle los diezmos a Cristo hoy en

día, como su Sumo Sacerdote  ahora, jamás podría ser utilizado más adelante, en este Sacerdocio

venidero. Se habrán descalificado a sí mismos para recibir  diezmos porque ellos mismos no estuvieron

dispuestos apagarlos.

Diezmar siempre ha sido la ley de Dios. Es de esta forma que Él financia su Obra de alimentar al rebaño y

llevar el verdadero evangelio al mundo al final de la era. Recuerde, los diezmos le pertenecen a Dios y

ellos se le deben pagar a Él. Por aproximadamente 1.500 años, la tribu de Leví, como el “ministerio” de

Dios durante ese entonces, recolectaba los diezmos. Ahora esos diezmos son pagados una vez más al

Sacerdocio restaurado de Jesucristo.


Pagar los diezmos de Dios

Hemos hablado de cómo los gobiernos cobran impuestos. En la mayoría de los países hoy en día, las

personas no le entregan físicamente sus impuestos al líder del país en la ciudad capital en la que vive. El

dinero es pagado en las oficinas regionales que recaudan los impuestos en representación del gobierno.

Las compañías funcionan igual. Éstas tienen recaudadores que actúan como sus  representantes. Ellos

funcionan por la autoridad o en el nombre de la compañía. Si un cliente le paga a un recaudador, él

considera que le ha pagado a la  compañía — no simplemente al receptor o representante. De esta misma

forma, ningún cliente considera que ha pagado el salario del recaudador, sino más bien un recibo o una

factura que le debía a la compañía. La compañía paga el salario del recaudador.

En cierto sentido, Dios es dueño de la mayor compañía en el universo. ¡Él emplea a representantes, o

recaudadores, que reciben el pago actual de los recibos o facturas que la compañía le ha enviado al

cliente! En esencia, Dios le ha enviado una factura a todo ser humano sobre la tierra. Al igual que con los

clientes de una compañía que envía facturas de diferentes cantidades, dependiendo del tamaño de la

compra, Dios les “factura” a las personas diferentes cantidades — todo lo que sea exactamente el 10% de

sus ingresos netos. Cuando una persona le paga esta factura a Dios, la cuenta es saldada — hasta el

momento en que se recibe la siguiente factura.

El diezmo funciona de esta forma. Cada vez que usted diezma, ha pagado el último de una larga serie de

“recibos” regulares continuos que le son enviados de parte de Dios. En realidad, ¡es Su recibo el   primero

quesiempre debería ser pagado! Dios no está dispuesto a hacer fila detrás de otros acreedores que

simplemente representan a organizaciones humanas, con las cuales él que paga diezmos también pueda
tener obligaciones presentes o continuas. Recuerde, Dios le da el 90% de su ingreso. ¡Ninguna otra

organización a la que le pague facturas le devuelve el 90% de sus ingresos!

Hay otro principio importante de señalar aquí. Los diezmos que se le pagan a Dios funcionan de manera

diferente que el dinero depositado en un banco. Si usted deposita su dinero en un banco, espera que el

banco realice un registro cuidadoso de los fondos que haya depositado y que le extienda un reporte

periódico de su dinero. El banco se responsabiliza con usted de llevar un registro apropiado de sus fondos.

La razón es simple. Aunque el banco pueda estar  reteniendo su dinero, ¡éste aún es su dinero! No es el

dinero de ellos — es suyo. Lo mismo podría decirse de las acciones u otras inversiones que alguien pudiera

hacer. El corredor de bolsa le rinde cuentas al inversionista. Si bien hay más riesgo al poseer estos fondos,

debido a que el valor podría caer, aún es cierto que las acciones o las inversiones pertenecen

completamente a la persona que las hizo.

¡El diezmo es diferente! Puesto que los diezmos le pertenecen a Dios, una vez que éstos se pagan, Dios (o

Su representante) no está obligado a explicar exactamente cómo, o de qué manera, fueron gastos esos

diezmos. Uno nunca debería pagar los diezmos a los representantes de Dios y luego sentir una necesidad

de supervisar o por otra parte tener el deber de vigilar la manera en que el ministerio o la sede gasta

aquellos diezmos. El ministro — ministerio — de la sede le responde a Dios porque es  Dios quien los

emplea a ellos, no las personas que pagan los diezmos. Dios es dueño de Su “compañía”, y Él tiene la

autoridad de contratar (o despedir) a Sus ministros. Las personas que pagan los diezmos no tienen voz en

la forma en que se gastan.


Probando quiénes son los representantes de Dios

¿Pero quiénes son los representantes de Dios? ¿Cómo los encuentra uno? ¿Cómo se identifican? Una

persona que paga diezmos debe estar absolutamente segura de que está pagando los diezmos en el lugar

donde Dios está trabajando. Esto requiere análisis e investigación cuidadosos. No es una decisión que

deba tomarse a la ligera.

Los diezmos de Dios le pertenecen a Él — y darlos a aquellos que  no  son sus representantes es lo mismo

queno pagarlos. Si alguien le debe a usted $200 y, por ignorancia o un malentendido, le da esos $200 a

otra persona, ¡usted no recibió sus $200! Tras recordarle a la persona que le debía el dinero de este

hecho, quedaría usted satisfecho si le dijera, “¡Lo siento, le pagué tus $200 a alguien más! ¿Dijeron ellos

que le representaban”? No diría usted, “¡Eso es lamentable! ¡Pero aún me debes  a mí los $200 porque
ellos no me representaban!” Por supuesto que usted lo diría. Lo mismo diría Dios. Nosotros —  USTEDES  —

no pueden darle los diezmos de Dios a aquellos que no lo representan a Él.

Hay muchos ministros en las iglesias de este mundo. Todos ellos profesan ser cristianos —

que representan  a Jesucristo. La Biblia dice que Satanás tiene sus ministros (II Cor. 11:13-15). Estos

ministros no parecen ser ministros de Satanás. Ninguno de ellos dice: “Soy ministro del diablo, usted

debe seguirme”. En gran parte ellos están tan engañados como aquellos que los siguen. No obstante, ¡son

falsificaciones! Ellos hablan y predican en un lenguaje meloso, santurrón y que suena piadoso el cual ellos

suponen que es “espiritual”. Debido a que Apocalipsis 12:9 dice que Satanás “engaña al mundo entero”,

sus ministros en gran medida superan en número a los verdaderos ministros de Dios. Estos hombres

vienen “vestidos de ovejas”,pretendiendo servir a Dios — ¡cuando ellos en realidad no son Sus siervos!
Pablo dijo que debemos “ EXAMINADLO  todo” y “RETENED  lo bueno” (I Tes. 5:21). Cristo dijo que la única

forma de probar a los verdaderos ministros es por sus frutos. Note: “Guardaos de los  falsos profetas, que

vienen a vosotros  con vestidos de ovejas, pero por dentro son  lobos rapaces. Por sus  frutos los

conoceréis” (Mat. 7:15-16). Estos versículos son una clara advertencia para todos. No se deje engañar.

“No todo lo que brilla es oro”, ¡y no todos los que vienen en el nombre de Cristo son sus verdaderos

ministros!

Dios sí tiene sus verdaderos ministros y los utiliza para dirigir (bajo la guía de Cristo) a Su verdadera

Iglesia. (Lea nuestro folleto gratuito ¿Dónde está la Iglesia de Dios? y nuestro libro gratuito  ¿Dónde está

la verdadera Iglesia? —  ¡Y su increíble historia!)

En Mateo 16:18, Jesús dijo, “edificaré Mi iglesia”. Esta Iglesia es un organismo espiritual especialmente de

los creyentes llamados. Él continuó diciendo, “las puertas del Hades [la tumba] no prevalecerán contra

ella”. Sólo hay una verdadera Iglesia y nuestros folletos explican cómo reconocer — cómo identificar — a

esa única verdadera Iglesia entre las casi 2.000 diferentes organizaciones eclesiales del cristianismo

profeso que han sido construidas por  hombres. Es sólo en ésta Iglesia donde Cristo está trabajando. Las

respuestas a las preguntas de  dónde, qué y por qué  esa Iglesia existe, junto con las respuestas a muchas

otras preguntas, se encuentran en los folletos antes mencionados. ¡Nadie necesita estar confundido acerca

de este tema!

En numerosos versículos, la Iglesia de Cristo es descrita como un pequeño rebaño que es perseguido y

odiado por este mundo por enseñar la verdad. Sin embargo, puesto que Cristo prometió que Su Iglesia no

podría morir, ésta debe existir en alguna parte en la tierra hoy en día. Es su responsabilidad probar dónde

se encuentra, ¡a fin de que usted no le dé los diezmos de Dios a un ladrón impostor!

Es  sólo al ministerio fiel de la verdadera Iglesia — la única Iglesia que Cristo edificó — al que se le debe

pagar los diezmos. ¡Aquellos que están trabajando de tiempo completo en la Obra de Dios son contratados

y remunerados directamente por Dios! Dios es el dueño de todo el ingreso de cada ser humano en la tierra

y reserva para sí mismo la primera décima parte de todos aquellos ingresos. Ya que éstos no pueden ser

enviados directamente a Dios en el cielo, Él designa que sean enviados a sus representantes en la tierra.

Usted  debe probar quién está enseñando la verdad completa de todas las doctrinas de Dios. Usted  debe

probar quién está proclamando fielmente el evangelio del pronto venidero reino de Dios al mundo.
Cómo gasta Dios su diezmo

Una pregunta fundamental sigue pendiente. ¿Cómo  gasta  Dios su diezmo — qué hace con éste?

Después que Cristo edificó su Iglesia, Él le dio trabajo para hacer. Note Mateo 28:19-20: “Por tanto, id, y

haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos… enseñándoles que guarden  todas las cosas que os

he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo [la palabra griega

significaera]”. Esta responsabilidad nunca ha cambiado en los casi 2.000 años desde que Cristo la explicó.

Él les enseñó a sus discípulos muchas doctrinas verdaderas, y su Iglesia las ha preservado y continúa

enseñándolas (“todas las cosas”)  por todo el mundo. Este no es un deber que Su ministerio pueda eludir.

Tampoco pueden ellos ir al mundo enseñando las muchas doctrinas ideadas por los hombres e ignorar la

responsabilidad de enseñar las verdaderas doctrinas de Dios, ¡como Cristo les ordenó!


Aunque el antiguo Israel era llamado la “congregación en el desierto” (Hechos 7:38), ésta aún era una

nación física, carnal y civil, sin necesidad de un ministerio  espiritual. Dios escogió a los levitas para que

trabajaran para Él y se ocuparan de los deberes físicos, tanto a nivel nacional como local, de todas  las

doce tribus de Israel. Una vez más, ellos simplemente realizaban rituales, sacrificios y varias ceremonias y

ordenanzas. El ministerio del Nuevo Testamento ya no hace estas cosas. El antiguo Israel no tenía el

Espíritu de Dios. El Sacerdocio simplemente ministraba para las necesidades  físicas de esa  única nación.

Su responsabilidad no se extendía fuera de Israel a “todas las naciones” del mundo. En aquel entonces,

Dios aún no estaba trabajando con las personas de todas las naciones. Hoy en día sí lo está haciendo.

Los verdaderos ministros de Dios han sido llamados y entrenados por Él. Sus responsabilidades no son

simplemente deberes físicos. Los ministros de Dios son guiados por su Espíritu. Su ministerio es de

carácter espiritual.
La obra de la Iglesia

Cristo dio una extraordinaria profecía de lo que su Iglesia estaría haciendo al final de la era. Note: “Y será

predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a  todas las naciones; y entonces
vendrá el  FIN” (Mat. 24:14). Recuerde que Cristo instruyó que todas las naciones debían ser alcanzadas

con el conocimiento de “todas las cosas” que Él les había ordenado. Pero es a este evangelio del reino de

Dios de dominio mundial, guiado por Cristo y los santos, al que se le dará énfasis especial al final de la era

o “antes que llegue el fin”.

El mundo se encuentra en caos. Está confundido acerca de quién y qué es el hombre, y del propósito que

Dios está llevando a cabo en la tierra. La guerra, el hambre, las enfermedades, la pobreza y otros

problemas empuñan el planeta. Este mundo se mantiene cautivo por un ser invisible quien tiene el

dominio sobre sus valores, costumbres, creencias, gobiernos y religiones. El mundo no sabe del — está

cegado al (II Cor. 4:4) — gran plan y propósito que Dios está llevando a cabo. (Lea nuestros folletos

gratuitos ¿Cuál es el VERDADERO EVANGELIO?  y ¿Por qué existe usted?)

Hacer la Obra de Dios cuesta dinero. La Iglesia de Dios debe contratar continuamente más personal para

realizar las muchas funciones para dirigir una organización mundial en crecimiento. Nosotros publicamos

una vasta cantidad de folletos, revistas y otros tipos de literatura, enseñando la verdad de Dios al mundo.

La iglesia de Dios tiene miembros alrededor del mundo que necesitan ser alimentados con la verdad

espiritual de Dios por ministros y ancianos fieles (Juan 21:15-16; Hechos 20:28; I Pedro 5:2). El número

de aquellos que Dios está llamando se está expandiendo y continuará expandiéndose a medida que la era

se acerca a su final.

Cristo dijo: “La noche viene, cuando nadie puede trabajar” (Juan 9:4). Esto es cierto de su Obra en el

tiempo del fin. Pronto esta era habrá terminado y se habrá producido el regreso glorioso de Jesucristo.

¡Nos queda poco tiempo para terminar la Obra de Dios!

Es a través del principio bíblico del diezmo que Dios financia su Obra. Esta es la manera en que Él financia

TODO lo que hace.  Hacer su Obra  es la forma en la que Él elige gastar su diezmo. Dios llama a las

personas a su Iglesia para que éstas puedan ayudar a hacer su Obra de predicar (Marcos 13:10) su

verdadero evangelio al mundo.


Usted podría decir, “Yo nunca supe sobre el diezmo”. Eso puede ser verdad, pero la ignorancia de la ley

nunca ha sido una excusa para la desobediencia. El verdadero Dios es muy misericordioso. Él perdona

voluntariamente a aquellos que desean cambiar y buscarle.

Ahora yo ya he hecho mi parte. Le he enseñado la verdad sobre la doctrina del diezmo. A usted se le ha

dado el conocimiento esencial  sobre el cual debe actuar, con el fin de que le sea dado más conocimiento

(Sal. 111:10). Cristo dijo: “Andad entre tanto que tenéis luz, para que no os sorprendan las tinieblas;

porque el que anda en tinieblas, no sabe a dónde va. Entre tanto que tenéis la luz, creed en la luz, para

que seáis hijos de luz”  (Juan 12:35-36). Además, note esta advertencia para todos: “Mira, pues, la

bondad y la severidad de Dios; la severidad ciertamente para con los que cayeron, pero la bondad para

contigo,  si permaneces en esa bondad; pues de otra manera tú también serás cortado” (Rom. 11:22).

Todos seremos responsables por lo que hacemos con lo que sabemos. La Biblia dice: “y al que  sabe  hacer

lo bueno, y no lo hace, le es pecado” (Stgo. 4:17), y “Porque si pecáremos voluntariamente  después de

haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda más sacrificio por los pecados” (Heb. 10:26).

Estas son declaraciones sobrias directamente de parte Dios. Un llamado de parte de Dios (Juan 6:44, 65)

ocurre cuando alguien entiende  la verdad al verla, leerla o escucharla. ¡Usted debe decidir si Dios le está

llamando a participar en esta gran Obra — para ayudar a llevar su verdad y su verdadero evangelio al

mundo mientras aún hay tiempo en esta era! ¡Usted  debe decidir si está dispuesto a permitir que Dios le
entrene para convertirse en un  REY  y un  SACERDOTE!
Un tremendo privilegio

Lo siguiente viene de la conclusión del folleto de Herbert W. Armstrong  Cómo solucionar sus PROBLEMAS

DE FINANZAS. Esto dice de manera elocuente la maravillosa oportunidad que le es presentada a

cualquiera que esté considerando ya sea de pagar o no su diezmo a Dios:

“Algunos dirán, ‘Yo nunca diezmé, y sé que Dios nunca me ha desaprobado, porque en mi corazón sé que

soy su hijo sin tener que diezmar”.

“¡Dios le ha bendecido de acuerdo a cómo usted se ha sometido a Él, de acuerdo con la luz de su Palabra
que Él le ha revelado! Entre tanto que tenga la luz,  ANDE  en ella,  ¡para que no le sorprendan las tinieblas!

(Juan 12:35-36). ‘CRECED  en la gracia y el  CONOCIMIENTO de nuestro Señor’” (II Pedro 3:18)…

“Si todos aquellos que se dicen cristianos aplicaran esta sencilla instrucción de Dios y le honraran con su

sustancia, la obra del Eterno se difundiría con tal poder que sacudiría al mundo hasta sus cimientos”.
“Busque [usted]  PRIMERAMENTE  el Reino y sus necesidades vendrán por  AÑADIDURA. ¡Inténtelo! ¡Créale a

Dios y a su Palabra! ¡PRUÉBELO USTED MISMO! (Mal.3:10). ¡Vea cómo comienza a prosperar! Sea un siervo

fiel; ¡haga a Dios su  SOCIO! ¡Reciba su  BENDICIÓN! ¡La Obra de Dios está esperando por  USTED!”

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