EL REBELDE
27 de MARZO del 2020 www.elrebelde.cl
AÑO 54 - NÚMERO 72 w w w.mir-chile.cl
ÓRGANO OFICIAL DEL MOVIMIENTO DE IZQUIERDA REVOLUCIONARIA
¡¡ Por una Vida Digna para Todos !!
La Doctrina del Shock
y la falta de respuestas
a los trabajadores
ante la crisis sanitaria.
A través del tratamiento del miedo y la doctrina del shock, la
derecha y su gobierno lograron cambiar el curso de los acontecimientos
y las consecuencias políticas del levantamiento social del 18 de octubre,
asunto que no pudo controlar por la vía de la represión. Ya declarado el
Covid-19 en Chile, Piñera presentó un improvisado plan de acción
sanitaria, pero planificó con precisión cada fase de la nueva coyuntura
nacional para hacer de ella la mejor oportunidad para viabilizar un
paquete de reformas antipopulares, que no podían implementarse en un
contexto de movilización social.
En tan solo 15 días la derecha reformuló su gobierno, reorientó el carác-
ter de las instituciones públicas, reemplazó el funcionamiento democrá-
tico por decretos presidenciales, suspendió el calendario electoral,
prorrogó el proceso constitucional, extendió los mandatos de elección
popular, endeudó al Estado con la banca comercial, generó un lucrativo
modelo de negocios para el empresariado, monopolizó la cadena de
abastecimiento y distribución, ensayó nuevos modelos de planificación
urbana, militarizó el control del orden público, naturalizó el despido, la
pobreza y la cesantía, y precarizó el trabajo, el salario y la relación
laboral.
La oposición parlamentaria se ha mantenido al margen y sin iniciativa
política que no sea el derecho a reclamo y el uso de las redes sociales.
Al igual que en el contexto del levantamiento social, donde la oposición
colaboró desde el parlamento con la promulgación de leyes para la
represión social y la restricción de garantías democráticas, hoy colabora
también con el giro que ha dado el gobierno, legislando proyectos
Versión en línea ISSN 0717-5809 / Versión impresa ISSN 0717-5795
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antipopulares y constituyéndose en una especie de prefecto y protec-
tor de la institucionalidad neoliberal, no importando que el costo de la
crisis ya se esté pagando con los derechos de los trabajadores, cuyas
consecuencia principales son el encarecimiento del costo de vida y la
reducción del poder adquisitivo.
Frente a los nuevos escenarios de ajustes económicos como conse-
cuencia del Covid-19, los trabajadores y sus organizaciones son
garantía de contrapeso y muro de contención a la precarización de
las condiciones de vida. Los trabajadores debemos constituirnos en
una fuerza política y social real, dinámica y de mucha versatilidad,
que empuje los cambios y redireccione los efectos sociales de la
crisis. El movimiento sindical debe optar por más profundidad ideoló-
gica en sus objetivos estratégicos y mayor certeza política en sus
nuevas tácticas de lucha y métodos de organización.
En esta coyuntura, sólo el trabajo coherente, racional y colaborativo
del campo popular podrá más que el miedo, la paranoia mediática, el
oportunismo político, el abuso de poder, la desarticulación social, la
especulación de precios y la colusión empresarial. Las necesidades y
aspiraciones de los trabajadores y pueblos de Chile no tienen cabida
en este gobierno ni en esta institucionalidad. Para luchar seriamente
contra el modelo neoliberal, sus injusticias sociales, sus representa-
ciones políticas y sus fuerzas auxiliares, se requiere de una decisión
y voluntad única e inédita, construir fuerza política verdaderamente
de izquierda que se instale como oposición y alternativa al panorama
en ciernes.
POR UNA VIDA DIGNA PARA TODOS
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