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La controversia de Valladolid

Jean-Daniel Verhaegh

Brittany Abigail Aguayo Lara

El largometraje cuyo título en su idioma original es La controverse de Valladolid, es una obra

producida por el director francés Jean-Daniel Verhaegh en el año de 1992 que cuenta con una

duración de 90 minutos; a lo largo de esta película se desarrolla el célebre debate que tuvo lugar en

el colegio de san Gregorio en Valladolid, España en el año 1550.

Dicho debate tenía la intención de establecer si los habitantes de origen indígena que vivían

en la nueva España tenían un alma eterna como la de todos los demás cristianos, en otras palabras,

los representantes religiosos de aquella época pretendían discernir si aquellos individuos eran

hombres verdaderos o simplemente eran una especie de otra categoría diferente. Para lograr obtener

una respuesta a esta interrogante, el representante papal de Valladolid convocó a varios miembros

del clero, entre los que destacan Fray Bartolomé de las casas y el profesor Sepúlveda quienes

exponían diferentes ideas con respecto a esta problemática.

Por un lado, Fray Bartolomé de las Casas mostró una posición totalmente a favor de la

inclusión de los indios, pues él consideraba que al igual que el resto de los humanos ellos eran

capaces de sentir, eran seres inteligentes y su aspecto físico y facultades biológicas eran igual a la

de los demás cristianos; asimismo, Bartolomé de las casas manifestó su inconformidad con respecto

a los abusos cometidos por los españoles en contra del pueblo indígena, pues describió los hechos

como una atrocidad inhumana, como un sufrimiento por el que ningún ser debería pasar. Por otro

lado, el profesor Sepúlveda se manifestó en contra de los argumentos de Bartolomé de las casas,

pues pensaba que los indios eran una especie ignorante, los acusaba de mentirosos, incapaces y

paganos; además, el profesor Sepúlveda se mostro muy influenciado con la teoría de Aristóteles, en

la cual se establecía que algunos nacían esclavos por naturaleza y otros estaban destinados a
dominar sobre los débiles. Este tipo de pensamiento parecía ser muy popular en aquella época, pues

según Luis Villoro, otros personajes como Bernardino de Sahagún sostenían esta ideología, ya que

en múltiples de sus escritos podemos encontrar descripciones de lugares y sujetos “satánicos”, cuyo

único remedio era ser sometidos a la palabra de dios, y que la conquista había sido un medio para

salvar sus almas del pecado. Finalmente, Sepúlveda acepta que los “naturales” si tenían alma, pero

que su alma era diferente, por ello el pensaba que era necesario inculcarles una religión que les

permitiera salvar su alma.

Al finalizar la película, el representante papal hace pública su decisión ante el clero, decidió

que los nativos de el nuevo mundo si son hombres verdaderos y ordena que sean tratados con la

misma humanidad y justicia que cualquier hombre, a su vez, durante el juicio se preguntan si el

caso de los africanos es similar, a lo que el representante papal responde que no con un argumento

muy irónico, pues los africanos son seres inferiores y tontos que solo construían chozas, mientras

que los nativos americanos eran seres capaces de desarrollar grandes palacios y nuevas ciencias.

En síntesis a todo lo anterior, la idea de que los hombres que habitaban el nuevo mundo eran

seres irracionales y tontos, posiblemente se debió a la fuerte presencia de una influencia

eurocentrista que llegó con el descubrimiento de nuevos territorios y que los líderes europeos

decidieron adoptar, pues según el investigador Luis Villoro en su obra Los grandes momentos del

indigenismo en México, cuando Hernán Cortes llegó a los territorios americanos describió a

aquellas sociedades como desarrolladas y complejas, cuyos habitantes eran gente con tanta

capacidad como cualquier humano. Asimismo, Villoro afirma que a Cortés “no se le presenta el

pueblo aborigen como salvaje e inferior, para él se trata de una gran civilización, comparable en

varios aspectos con la de la propia España” (1950: 29-30).

Finalmente, se puede concluir con la idea de que, si bien los españoles buscaban lograr la

civilización de un pueblo “primitivo” mediante la evangelización, los métodos utilizados no fueron


los mejores, ya que sometieron a poblaciones enteras a prácticas que para ellos no tenían un

significado alguno, y por lo tanto, al no encontrar otra salida, los indios se vieron obligados a

abandonar sus propios cultos y tradiciones. En pocas palabras, se les aculturaron nuevos estilos de

vida mediante procesos intensivos de violencia y abusos por parte de una clase “dominante”.

Bibliografía consultada:

 Villoro, Luis (1979) “Primer momento. Lo indígena manifestado por la providencia”

en: Los grandes momentos del indigenismo en México. Ciudad de México: La Casa

Chata, pp. 23-39

 Villoro, Luis (1979) “Primer momento. Lo indígena manifestado por la providencia”

en: Los grandes momentos del indigenismo en México. Ciudad de México: La Casa

Chata, pp.40-96

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