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Salmo 46

Dios con Nosotros

Introducción.

Dios nos dio su palabra para que en momentos de incertidumbre, podamos encontrar
en ella una orientación profética segura, para que en momentos cuando no sabemos
donde ir encontremos en ella guía y dirección; Pero también, cuando nuestro corazón
esta temeroso y angustiado, ella nos brinda con sus palabras, consuelo, Ánimo,
fortaleza y esperanza. El libro de los Salmos es apropiado para estos momentos, en el
encontramos las palabras apropiadas para dar expresión a nuestros mas diversos
sentimientos.

Esta meditación es una invitación a reflexionar juntos en el salmo 46. Este salmo
contiene Una abundante galería de imágenes, gira en torno a Sión. Es la ciudad de
Dios (v. 5), la santa montaña (v. 2), la santa morada del Altísimo (v. 5), meta de
peregrinaciones (v. 9), alegría de toda la tierra (v. 11), centro cósmico contra el que
chocan las fuerzas destructoras del caos (vv. 3-4) y se destruyen las armas de los
ejércitos (vv. 7-10). Así, en Jerusalén es posible soñar con un orden nuevo, en el que
se silencien las voces de la guerra y se imparta justicia. Así puede ser, porque «¡con
nosotros El Señor Todopoderoso (Yahvé Sebaot,) / nuestro baluarte el Dios de
Jacob!», tal como se repite en el estribillo (vv. 8.12, y tal vez después del v. 4).

Es claro, que el salmo refleje un hecho concreto, en el cual la vida de Israel estuvo en
peligro, pero la esperanza y el peligro tienen ahora dimensiones escatológicas; es
decir, en la liberación presente narrada por el salmo, se entrevé la liberación
definitiva del mundo en el cual vivimos, el fin del conflicto cosmico. Es un cántico a
Sión, rebosante de confianza.

Estructura:

El canto está dividido en 3 estrofas, separados por una doble frase qué se repite en
forma de estribillo.

"El Señor Todopoderoso está con nosotros; nuestro refugio es el Dios


de Jacob"

Aunque este estribillo se omite al final de la primera estrofa. Hay motivos para pensar
qué estaba incluido en el texto original, Ya que, estas dos frases, son el mejor
resumen del testimonio de fe, que se da en todo el salmo.
Tema:

El tema del salmo 46 es: “la seguridad del pueblo de Dios cualquiera que sean las
circunstancias, Pase lo que pase, suceda lo que suceda, el pueblo de Dios, Siempre es
dichoso y permanece seguro. Por qué su "seguridad" su "refugio" su "fortaleza" su
"auxilio" solo viene y está en Dios.

El reformador Alemán, Martín Lutero, llego a sentir y tener una enorme predilección,
por este salmo lo cual hace qué el salmo 46 sea conocido cómo el salmo de Lutero.

En esta oportunidad te invito a meditar en este salmo y lo haremos tomando cada una
de sus estrofas y sacaremos algunos puntos relevantes para nosotros hoy. Te invito
también a que tengas tu Biblia abierta en tan maravilloso salmo.

I. Estrofa Versículos 1-3

Cuando recordamos las diferentes naciones con las cuales Israel tuvo conflictos
armados, en el Antiguo Testamento. Es fácil darnos cuenta, que eran naciones mucho
mas poderosas, mucho mas preparadas, con ejércitos bien equipados. Egipto, Siria
Asiria, Filistea, Edom, eran pueblos cuyos ejércitos hacían temblar a cualquier
nación por lo tanto estos pueblos se sentían orgullosos de sus baluartes y ejércitos.

En cambio, Israel en sus tiempos de esplendor afirmaba: “nuestra seguridad no se


apoya en nuestros ejércitos o nuestras fortalezas” Israel, se gloriaba exclusivamente
en “Jehová el único Dios vivo y verdadero”. Los demás pueblos se jactaban de sus
castillos inexpugnables, situados sobre peñascos inaccesibles y con sus accesos
protegidos por gruesas puertas de hierro.

Pero en la tribulación Dios era para su pueblo, un refugio mucho mejor que todo eso.
Y cuando llegaba el momento de contraatacar al enemigo, El Señor situaba a su
pueblo en mejores condiciones que todo el poder de las legiones o la fuerza de los
carros y caballos.

Aplicación: Es bueno para nosotros en estos días, recordar que estamos en medio de
un conflicto cósmico. Y qué este conflicto cósmico es un conflicto espiritual con
implicaciones materiales, El enemigo de nuestras almas utiliza las realidades
materiales ( Política, economía, salud, desastres naturales) Para desestabilizar nuestra
confianza en Dios. Por eso la primera verdad que quiero que recuerdes es esta:

1. DIOS ES NUESTRO AMPARO Y FORTALEZA


Cómo hijos de Dios, retengamos esto en nuestras mentes, y sintámonos seguros,
hagámonos fuertes al amparo de nuestro Dios. No olvidemos por un instante el valor
de este pronombre Posesivo "Nuestro". Y aplique molo en términos personales,
debemos cerciorarnos qué cada uno de nosotros tiene clara su propia porción en Dios,
de manera qué podamos afirmar sin reservas: "Dios es mi amparo y mi fortaleza".

Y no olvidemos tampoco, el hecho, de qué Dios es nuestro refugio eterno y que lo es


tanto en el presente, ahora mismo, en este mismo instante, cómo lo era cuando David
escribió estas palabras, únicamente Dios es nuestro refugio absoluto y definitivo.

Todos los demás refugios son falsos, rodeados de mentiras, cualquier otra fuerza es
debilidad encubierta. Por qué, todo poder, pertenece única y exclusivamente a Dios.

Y puesto qué Dios es suficiente en todo, nuestra defensa y poderío está a la altura de
cualquier circunstancia y situación incluidas las más difíciles, criticas y apuradas.

2. DIOS ES NUESTRA AYUDA SEGURA EN MOMENTOS DE ANGUSTIA


(NVI) NUESTRO PRONTO AUXILIO EN LA TRIBULACIÓN (RV60)

Un auxilio probado y demostrado por generaciones y generaciones de hijos de Dios


en el transcurrir de los siglos. Una ayuda que nunca falla Y que jamás abandona a
aquellos que son suyos y se encuentran Afligidos.

Ilustración: Recordemos por ejemplo un evento en la vida de los discípulos:


Hombres de mar, pescadores experimentados, acostumbrados a las tormentas que
repentinamente se levantaban en el mar de galilea.

El texto de Marcos 4:35-41 nos dice:

Ese día al anochecer, les dijo a sus discípulos:

—Crucemos al otro lado.

Había sido un día lleno de acontecimientos en la vida de Jesús. Durante todo el día
había estado enseñando y sanando; y al llegar la noche, las muchedumbres se
agolpaban todavía en derredor de él. Después que hubo despedido la multitud, le
llevaron, tal “como estaba,” al barco, y apresuradamente zarparon.

“Dejaron a la multitud y se fueron con él en la barca donde estaba.


También lo acompañaban otras barcas. Se desató entonces una fuerte
tormenta, y las olas azotaban la barca, tanto que ya comenzaba a
inundarse. Jesús, mientras tanto, estaba en la popa, durmiendo sobre un
cabezal, así que los discípulos lo despertaron.

El Salvador estaba por fin aliviado de la presión de la multitud, y, vencido por el


cansancio y el hambre, se acostó en la popa del barco y no tardó en quedarse
dormido. El anochecer había sido sereno y plácido, y la calma reinaba sobre el lago.
Pero de repente las tinieblas cubrieron el cielo, bajó un viento furioso por los
desfiladeros de las montañas, que se abrían a lo largo de la orilla oriental, y una
violenta tempestad estalló sobre el lago...Las olas, agitadas por los furiosos vientos,
se arrojaban bravías contra el barco de los discípulos y amenazaban hundirlo.
Aquellos valientes pescadores habían pasado su vida sobre el lago, y habían guiado
su embarcación a puerto seguro a través de muchas tempestades; pero ahora su fuerza
y habilidad no valían nada. Se hallaban impotentes en las garras de la tempestad, y
desesperaron al ver cómo su barco se anegaba.

—¡Maestro! —gritaron—, ¿no te importa que nos ahoguemos?

En su desamparo y desesperación clamaron: “¡Maestro, Maestro!” Pero las densas


tinieblas le ocultaban de su vista. Sus voces eran ahogadas por el rugido de la
tempestad y no recibían respuesta. La duda y el temor los asaltaban. ¿Les habría
abandonado Jesús? ¿Sería ahora impotente para ayudar a sus discípulos. Aquel que
había vencido la enfermedad, los demonios y aun la muerte? ¿No se acordaba de
ellos en su angustia?

Ya se estaba hundiendo el barco. Dentro de un momento, según parecía, iban a ser


tragados por las hambrientas aguas. Cuando

Él se levantó, reprendió al viento y ordenó al mar:


—¡Silencio! ¡Cálmate!
El viento se calmó y todo quedó completamente tranquilo.
—¿Por qué tienen tanto miedo?—dijo a sus discípulos—.¿Todavía no tienen fe?
Ellos estaban espantados y se decían unos a otros:
—¿Quién es este, que hasta el viento y el mar le obedecen?

“Señor, sálvanos, que perecemos.”


Nunca dió un alma expresión a este clamor sin que fuese oído. Mientras los
discípulos asían sus remos para hacer un postrer esfuerzo, Jesús se levantó. De pie en
medio de los discípulos, mientras la tempestad rugía, las olas se rompían sobre ellos y
el relámpago iluminaba su rostro, levantó la mano, tan a menudo empleada en hechos
de misericordia, y dijo al mar airado: “Calla, enmudece.”
Cuando Jesús fué despertado para hacer frente a la tempestad, se hallaba en perfecta
paz. No había en sus palabras ni en su mirada el menor vestigio de temor, porque no
había temor en su corazón. Pero él no confiaba en la posesión de la omnipotencia. No
era en calidad de “dueño de la tierra, del mar y del cielo” cómo descansaba en paz.
Había depuesto ese poder, y aseveraba: “No puedo yo de mí mismo hacer nada.”
Jesús confiaba en el poder del Padre; descansaba en la fe—la fe en el amor y cuidado
de Dios,—y el poder de aquella palabra que calmó la tempestad era el poder de Dios.
Así como Jesús reposaba por la fe en el cuidado del Padre, así también hemos de
confiar nosotros en el cuidado de nuestro Salvador.
Jesús estaba allí dentro de la barca, no estaba fuera, y al escuchar sus gritos Jesús los
socorrió pronto. El es un auxilio pronto, seguro y verdadero, un auxilio confiable y
permanente que se mantiene próximo de manera constante en derredor, siempre a su
lado y siempre dispuesto a socorrerlos.

• Su promesa es “he aquí yo estoy con vosotros todos los días”

• Jesús se encontraba en la barca antes de que la tempestad empezara.

Aplicación: El auxilio de Dios queridos hermanos es más veloz que la misma


tribulación, cuando esta llega, el auxilio divino ya está presente, a nuestro lado.

El auxilio divino no es como las golondrinas, que cuando llega el invierno nos
abandonan. Dios en cambio permanece a nuestro lado, tanto en la pobreza como en la
riqueza y en la enfermedad, tanto más que la salud; pues es un amigo en la necesidad
y un amigo de verdad, cuando el horizonte se ennegrece cómo hoy y las cosas se
ponen feas exclamemos con valentía:

• Castillo fuerte es nuestro Dios


Defensa y buen escudo
Con su poder nos librara
En este trance agudo

Aplicación: Sois libres de confiar en quien vosotros queráis, podéis buscar amparo
en aquello que mejor os plazca, pero tened presente que Dios es nuestro amparo y
fortaleza nuestro pronto auxilio en las tribulaciones una ayuda demostradamente
poderosa y efectiva en todo tipo de apuros y dificultades.

Sí cómo hijo de Dios tengo claro en mi corazón está verdad entonces podréis afirmar
confiadamente:

Versículo 2
• Por eso, no temeremos
aunque se desmorone la tierra
y las montañas se hundan en el fondo del mar;

• No te meremos Aunque la tierra Sea removida.

No temeremos a pesar de que los cimientos de todo lo visible entren en convulsión y


el mundo entero a nuestro alrededor amenace con ponerse patas arriba.

• Y se traspasen los montes Al corazón del mar.

Aunque lo más sólido y firme de la creación, las montañas, se resquebrajen y


desmoronen en mil pedazos hundiéndose en las profundidades del mar, hasta quedar
barridas de la superficie de la tierra no temeremos.

V3.
• aunque rujan y se encrespen sus aguas,
y ante su furia retiemblen los montes.
• Selah

No temeremos

• El Señor Todopoderoso está con nosotros;


nuestro refugio es el Dios de Jacob. Selah

SELAH Es una palabra, la cual, indicaba a los músicos y cantores qué debían hacer
una pausa. Al contemplar las imágenes de este salmo en medio de tanto ruido y
confusión lo mejor es detenerse y hacer una pausa una pausa que nos introduce a la
siguiente estrofa qué inicia de una manera muy peculiar.

II. Estrofa

III. Hay un rio cuyas corrientes alegran la ciudad de Dios.

• Notemos como “la tierra removida” “las montañas despedazándose” “el mar
embravecido” y “los montes temblando”

Son reemplazados ahora por un Rio cuyas corrientes alegran la ciudad de Dios

• Las tribulaciones, el temor y la angustia son remplazados por la alegría

¿Puede un corazón, temeroso, angustiado y atribulado tener alegría?


• El ánimo del hombre le sostendrá en su enfermedad, pero ¿quién
sostendrá a un ánimo angustiado?
• Gran remedio es el corazón alegre, pero el ánimo decaído seca los huesos.
• No hay mejor medicina que tener pensamientos alegres. Cuando se pierde
el ánimo, todo el cuerpo se enferma. TLA

La sola imagen de un Rio con el sonido de sus corrientes trae alegría.

En la antigüedad, el peor y principal temor de cualquier ciudad de Oriente, era que


viéndose sitiada por el enemigo, en caso de guerra, este pudiera llegar a cortar su
provisión de agua; pues sí su manantial de agua estaba debidamente protegido y su
caudal era seguro la ciudad podría resistir el sitio y repeler los asaltos de los atacantes
por tiempo indefinido.

Sí hacemos una interpretación literal, hemos de entender que el salmista se refiere o


bien al Rio/ torrente de Cedron que corría cerca de Jerusalén o bien a las aguas de
Siloé, que en sus diferentes ramas y siguiendo distintos cursos, discurría por los
distintos barrios de la ciudad de Jerusalén. Supliendo de agua a sus habitantes y con
ello de numerosas comodidades y Dichas.

Pero sin duda estas palabras del salmista hay que entenderlas más bien en un sentido
figurado. Para algunos comentaristas el río es la gracia divina fertilizante que fluye
suavemente cuál río y que nunca modifica su caudal, bañando a los creyentes en
consuelo y refrigerio. Para otros el rio es el Evangelio cuyas buenas nuevas son,
como aguas vivas que salen de Jerusalén cómo portadoras de las buenas nuevas de
gran gozo a todos los pecadores. Otros ven a Jesús mismo como el Rio del cuál
brotan anchos ríos y caudalosos Manantiales hacia su pueblo a quién proporciona a la
vez, refrigerio y protección; Pero Jesús mismo también enseño que el Espíritu Santo
sería como un Rio de agua viva que surgiría del corazón de aquellos que lo
poseyeran.

• En Jn. 7:37-39

• En el último día, el más solemne de la fiesta, Jesús se puso de pie y exclamó:


—¡Si alguno tiene sed, que venga a mí y beba! De aquel que cree en mí, como
dice la Escritura, brotarán ríos de agua viva.
Con esto se refería al Espíritu que habrían de recibir más tarde los que creyeran
en él…

• El Espíritu Santo viene al alma como Consolador.


• El poder omnipotente del Espíritu Santo es la defensa de toda alma contrita.
• No hay consolador como Cristo, tan tierno y tan leal. Se conmueve con los
sentimientos de nuestras debilidades. Su Espíritu habla al corazón. Las
circunstancias pueden separarnos de nuestros amigos; el amplio e inquieto
océano puede agitarse entre nosotros y ellos. Aunque exista su sincera amistad,
quizá no puedan demostrarla haciendo para nosotros lo que recibiríamos con
gratitud. Pero ninguna circunstancia ni distancia puede separarnos del
Consolador celestial. Doquiera estemos, doquiera vayamos, siempre está allí.
Alguien que está en el lugar de Cristo para actuar por él. Siempre está a nuestra
diestra para dirigirnos palabras suaves y amables; para asistirnos, animarnos,
apoyarnos y consolarnos. La influencia del Espíritu Santo es la vida de Cristo
en el alma. Ese Espíritu obra en, y por medio de todo aquel que recibe a Cristo.
Aquellos en quienes habita este Espíritu revelan sus frutos: amor, gozo, paz,
paciencia, benignidad, bondad, fe. DNC 237

Aplicación: En estos momentos necesitamos un Rio cuyas mansas corrientes nos


alegren. Necesitamos un consolador que nos de aliento y fortaleza gozo, alegría y
esperanza.

IV. Dios está en ella

• La presencia de Dios es sinónimo de firmeza.

La Iglesia de Dios también puede ser comparada con una ciudad, una ciudad es una
Comunidad de personas que conviven bajo una misma ley establecida. En este
sentido, la Iglesia concuerda con esta descripción, de ciudad de Dios, porque somos
una Comunidad de personas que vivimos bajo la ley del pacto.

Por tanto la ayuda de Dios esta cercana y garantizada. Sí la Iglesia se ve sitiada y


acosada, Dios mismo es acosado y sitiado y podemos estar seguros que nuestro Dios,
no permanecerá sitiado, Dios se abrirá pasó entre sus adversarios. ¡ Oh hermanos
cuan cercano esta el Señor de las angustias de sus santos, siendo que habita y reside
en medio de ellos!

Al decir que Dios está en medio de ella es decir en un punto equidistante para poder
Defenderla y protegerla no importa el punto de donde venga el ataque del enemigo.

Aplicación: Querido hermano tú podrás ser zarandeado, como un corcho que flota en
las olas del mar tempestuoso pero no te estrellarás con las rocas, puede que te
empapes como una pluma pero no te hundirás. Puedes ser probado pero nunca
destruido. Dios el Espíritu Santo es como un muro de fuego en derredor tuyo, tu
defensa son los brazos eternos de Dios, mira como el salmista lo afirma:
• V. 5
• Dios está en ella, la ciudad no caerá;
al rayar el alba( cuando la oscuridad es mas densa) Dios le brindará su
ayuda.

V. Dios deja oír su voz y la tierra se desmorona:

Cuando Dios deja oír su voz la tierra se estremece pasó en el Sinaí y volverá a pasar
en su segunda venida.

Mirad esta cita de Ellen White:

Un terremoto señaló la hora en que Cristo depuso su vida, y otro terremoto indicó el
momento en que triunfante la volvió a tomar. El que había vencido la muerte y el
sepulcro salió de la tumba con el paso de un vencedor, entre el bamboleo de la tierra,
el fulgor del relámpago y el rugido del trueno. Cuando vuelva de nuevo a la tierra,
sacudirá “no solamente la tierra, mas aun el cielo.”2 “Temblará la tierra vacilando
como un borracho, y será removida como una choza.” “Plegarse han los cielos como
un libro;” “los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella
están serán quemadas.” “Mas Jehová será la esperanza de su pueblo, y la fortaleza de
los hijos de Israel.” DTG 717

“Es a medianoche cuando Dios manifiesta su poder para librar a su pueblo. Sale el sol
en todo su esplendor... En medio de los cielos conmovidos hay un claro de gloria
indescriptible, de donde baja la voz de Dios semejante al ruido de muchas aguas,
diciendo: “Hecho es”. Apocalipsis 16:17.

Esa misma voz sacude los cielos y la tierra. Síguese un gran terremoto,... Los montes
son movidos como una caña al soplo del viento, y las rocas quebrantadas se esparcen
por todos lados...El mar es azotado con furor... Toda la tierra se alborota e hincha
como las olas del mar. Su superficie se raja. Sus mismos fundamentos parecen ceder.
Se hunden cordilleras. Desaparecen islas habitadas. Los puertos marítimos que se
volvieron como Sodoma por su corrupción, son tragados por las enfurecidas
olas...Los muros de las cárceles se parten de arriba abajo, y son libertados los hijos de
Dios que habían sido apresados por su fe. CS 600

• El Señor Todopoderoso está con nosotros;


nuestro refugio es el Dios de Jacob. Selah
III. Estrofa

De está estrofa Me gustaría resaltar 2 ideas practicas.

• a. Vengan Y vean los portentos del señor

Se invita a los gozosos habitantes de Jerusalén a qué acudan para contemplar los
restos de sus enemigos para constatar la promesa de Dios y hacerse cargo del botín
Qué su diestra ha obtenido para su pueblo.

Aplica: En estos momentos de incertidumbre el Salmo nos invita A venir y ver las
obras de Dios: Y Veamos Cómo el salmista las presenta: es Dios queridos hermanos.
◦ él ha traído desolación sobre la tierra.
◦ Ha puesto fin a las guerras en todos los confines de la tierra;
◦ ha quebrado los arcos, ha destrozado las lanzas,
◦ ha arrojado los carros al fuego.

• b. Quédense quietos

Al venir y ver las proezas de Dios, ahora él me dice: quédate quieto, Ven Y escucha
Las obras de Dios.

Vosotros enemigos Retirar vuestras manos, vosotros creyentes sentaos y esperar con
paciencia, vosotros que experimentáis los terrores de su ira reconoced que el señor es
Dios, vosotros qué participáis de la protección de su gracia adoradle y exaltadle sólo
él.

En los versículos precedentes, el salmista ha descrito las grandes obras de Dios, ha


demostrado su supremacía, su soberanía, su grandeza y su dominio sobre todas las
cosas y ahora pone de manifiesto nuevamente su poder y soberanía ordenando a todos
qué permanezcan quietos, que reconozcan que el es Dios y por lo tanto será exaltado
entre las naciones y enaltecido en toda la tierra.

Conclusión:

Estad quietos venid y ved, venid y escuchad. No te parece profético lo que está
pasando en el mundo hoy. Aprovechemos el estar quietos. Para fortalecer nuestra
relación con Dios. Estudiemos su palabra, oremos hoy más que nunca, Dios en su
misericordia nos da estos tiempos de quietud forzada para que despertemos para que
podamos venir y ver para, venir y escuchar Para que podamos aprender a estar
quietos y escuchar que:

El Señor Todopoderoso está con nosotros;


nuestro refugio es el Dios de Jacob. Selah
Que Dios bendiga nuestras vidas, nuestras familias y amigos y nos cubra bajo la
sombra de sus alas. Amen

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