Al analizar la corta historia de Beth, podemos observar varias
características o variables que fueron formando poco a poco su comportamiento aislado y violento hasta llegar a convertirse en una niña que representaba un peligro para su hermano y los animales indefensos que la rodeaban. Beth tuvo una saturación de experiencias negativas empezando desde edades muy tempranas, la cuales fueron marcando su manera de percibir y organizar sus ideas, teniendo que pasar por una violación, daños físicos y maltrato psicológico, sumado a una mala alimentación que repercute en el desarrollo normal de las estructuras del cerebro. El padre muy seguramente también había sido violentado cuando niño y esto desencadenó su conducta violenta hacia sus hijos (se puede hablar de la violencia heredada, la cual se despertó en Beth con los constantes daños físicos y psicológicos que su padre le ocasionaba). Beth al sentirse desprotegida e incapaz de huir de su situación, empieza a crear sentimientos de venganza que se ven reflejados en el comportamiento violento con su hermano y los animales que mata, tratando de repetir lo que sufrió con su padre y sentir que ella puede mandar y oprimir a los demás, sintiendo placer al hacerlo. Beth no puede sentir empatía hacia los demás porque nadie la tuvo con ella, su conducta fue modelada al observar y sentir el maltrato que su padre les infringía a ella y su hermano, lo que creó en ella la idea qué, todo lo realizado por su padre era correcto y que eso era placentero, ya que su padre lo disfrutaba cuando lo hacía con ellos y nunca fue castigado por eso. Beth aprendió y muy posiblemente heredó el comportamiento de su padre el cual, nunca respeto las leyes de la sociedad y posiblemente él lo haya hecho por conductas heredadas o aprendidas. Si analizamos la manera en que se desarrolla la moralidad en las personas, entendemos que Beth nunca tuvo un modelo adecuado para seguir, además, no aprendió a reconocer los límites de sus actos, proceso que se interioriza desde edades tempranas cuando los padres corrigen las conductas incorrectas y modelan un comportamiento adecuado para relacionarse en comunidad. Ella solo vivió y observó conductas violentas, las cuales ella aceptó como apropiadas para repetir, lo que la llevó a violentar físicamente a su hermano después.