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¿Por Qué Dios Permite Que Esta Pandemia Azote Mundo y

Mueran Tantas Personas?

Con Motivo del Azote del Corona Virus


Dr. Raymundo Estenoz Aguilera.
21 de Marzo de 2020.

Cuando nos enfrentamos a acontecimientos como la pandemia que vive


nuestro mundo tenemos la tendencia a hacernos muchas preguntas. Una
de las preguntas que tenemos la libertad de hacernos es esta: ¿Por qué
razón Dios permite una pandemia como esta en la que mueren tantas
personas azote al mundo entero?

No pretendo dar respuestas sencillas a una pregunta como esta, porque


no soy Dios ni pretendo serlo. Sólo quiero usar el principio paulino de
revisar la historia y encontrar algún acontecimiento de ella que nos ayude
a entender la realidad que estamos viviendo (1 Cort. 10:10). El
acontecimiento de la historia bíblica que más nos puede recordar esta
situación por la que estamos pasando es las 10 plagas que vinieron sobre
Egipto, narradas en el libro de Éxodo del capítulo 7 hasta el 12.
No quiero pecar de concordismo, pero sí quiero ser humilde y aprender
de la historia escrita y meditar en la obra de Dios en medio de esta
pandemia. Daremos algunas razones que encontramos en el contexto de
las plagas.

1. La adoración a Dios
Dios estaba interesado que su pueblo le adorara y se reencontrara con él
después de 400 años. Dios, en su soberanía, había usado las condiciones
de Egipto para que su pueblo pasara de ser una tribu de unos 70 familiares
a una población que bien podía sobrepasar el millón de habitantes. La
situación de esclavitud en la que se vio envuelta su pueblo ante el
gobierno del faraón de turno exigía una respuesta de Dios y el
cumplimiento del pacto hecho a Abraham y a sus descendientes (Éx.
2:24; 3:15-16; 4:5). Ante tal acontecimiento Dios se le aparece a Moisés
(Éx. 3) y le comisiona que vaya a Egipto y que lidere a su pueblo para
que vengan a la montaña a dónde él se le había aparecido y le adoren
(Éx. 3:11-12). También cuando Moisés se presenta a faraón le dice que
deje ir al pueblo de Israel para adorar a Dios en el desierto o vendrían
plagas sobre ellos (Éx. 5:1-3). Ante tal situación faraón entra en un
conflicto de pertenencia con Dios mismo. Él no conocía a ese Dios y no
dejaría ir al pueblo de Israel porque era suyo. Los episodios que siguen a
continuación vienen dados por la negativa del faraón y la muestra de la
soberanía de Dios sobre toda la creación. Al fin el pueblo de Israel fue al
desierto y allí adoró a Dios (Éx. 19:4-6).
¿Será que Dios quiere que su pueblo le adore mientras otros se angustian
y desesperan? Nadie puede dudar que la adoración a Dios se promueve
en tiempos de angustias y desesperación. Que este tiempo sea de
adoración y reencuentro con Dios.

2. Dar a conocer el Señorío de Dios sobre la tierra


El conflicto que se generó entre el faraón y Jehová trajo como
consecuencia una serie de plagas. Cada una de estas catastróficas plagas
demostraron que Yahveh y no faraón es el Señor sobre toda la tierra. En
varias ocasiones encontramos la frase “para que sepas que no hay otro
como yo en la tierra (8:10, 22, 9:14).” Las plagas fueron una oportunidad
para que Faraón, Egipto e Israel comprendieran que no hay otro como
Dios en la tierra. El hombre y sus dioses no se pueden comparar con
Jehová, el único Dios y Señor de toda la tierra.
De tal manera que los mismos siervos del faraón que eran incrédulos a
Dios terminaron creyendo en su obra y en su poder. “De los siervos de
Faraón, el que tuvo temor de la palabra de Jehová, puso su ganado a
resguardo.” (Éx. 9:20).”
¿Será que Dios quiere dar a conocer que él es el Señor sobre la tierra y
no el hombre? Las situaciones de plagas demuestran la fragilidad del
hombre ante el Señorío de Dios sobre toda su creación.

3. Destruir la idolatría de los hombres


Es bien sabido que en Egipto se practicaba el politeísmo en la mayor de
sus expresiones. Ellos adoraban y tenían una colección interesante de
dioses, pero el Señor quiso desacreditar a cada uno de sus dioses y
mostrar la falsedad de ellos. Justo antes de la última plaga, que incidió
directamente contra el semi-dios e hijo del faraón, Dios dice así: “Pues yo
pasaré aquella noche por la tierra de Egipto, y heriré a todo primogénito
en la tierra de Egipto, así de los hombres como de las bestias; y ejecutaré
mis juicios en todos los dioses de Egipto. Yo Jehová (Éx. 12:12).” No sólo
aquí sino en toda la historia bíblica se reafirma la verdad que cada
catástrofe tuvo que ver con el juicio del pecado abominable de la idolatría.
¿Será que Dios quiere demostrarle al hombre que ninguno de sus ídolos
le sirven en este momento? Los tiempos de plaga dejan al ser humano
huérfano de sus ídolos, cualquiera que sean y muestran la exclusividad y
grandeza del único Dios verdadero.

4. Mostrar la rebeldía y el pecado de los hombres


Si algo dejó en evidencia esta plaga fue la dureza y rebeldía de los
hombres ante estos acontecimientos. Cuando algunos se rindieron al
poder y la soberanía de Dios entre los egipcios, israelitas y extranjeros.
Otros mostraron su obstinación y rebeldía ante la obra de Dios. Es más
que sabido el estribillo de la historia de las plagas que demuestra la
dureza del corazón del Faraón. En once ocasiones del relato del éxodo
habla de la dureza del corazón de este hombre (Éx. 7:13,22; 8:15,19,32;
9:7,12,35; 10:20,27; 14:8). Más allá de cualquier discusión teológica al
respecto es indudable la rebeldía del corazón del hombre ante las
bondades y los juicios de Dios.
¿Será esta pandemia para mostrar la rebeldía de los hombres? Como el
tiempo de las plagas promueven la fe, también promueven la rebeldía en
el corazón de los hombres. ¿Serás tú de los que creerán o serás tú de los
que serán rebeldes? La fe en Dios hace la diferencia en tiempos de
pandemia.

5. Traer salvación
A través de estas plagas Dios trajo la liberación al pueblo de Israel. Esta
liberación tuvo un carácter espiritual y social. La intervención de Dios a
favor de Israel le cambiarían para siempre. Es en el contexto de la última
plaga que Dios muestra su gracia y misericordia sobre Israel al traerles
salvación. El pueblo de Israel conocería a su salvador como nunca lo había
conocido. Así se cumplió lo que Dios había prometido con anterioridad:
“Por tanto, dirás a los hijos de Israel: Yo soy JEHOVÁ; y yo os
sacaré de debajo de las tareas pesadas de Egipto, y os libraré de
su servidumbre, y os redimiré con brazo extendido, y con juicios
grandes; y os tomaré por mi pueblo y seré vuestro Dios; y
vosotros sabréis que yo soy Jehová vuestro Dios, que os sacó de
debajo de las tareas pesadas de Egipto. Y os meteré en la tierra
por la cual alcé mi mano jurando que la daría a Abraham, a Isaac
y a Jacob; y yo os la daré por heredad. Yo JEHOVÁ (Éxodo 6:6-8).”
El impacto de la salvación de Dios fue muy grande en la historia, no sólo
los israelitas disfrutaron de ella, sino que un gran número de extranjeros
vivieron la misma experiencia. La historia nos cuenta como muchos
extranjeros salieron junto a Israel el día de liberación (Éx. 12:37-38).

¿Será que Dios quiere trae a salvación a muchas personas a través de


esta epidemia? Estos tiempos son de tristeza, pero también de salvación.
Muchos volverán arrepentidos a Dios buscando el refugio y consuelo que
necesitan. Los tiempos de epidemias son tiempos de salvación.

Amados amigos y hermanos espero que esta reflexión le ayude a afianzar


su fe y confianza en el Dios verdadero. Que le anime a proclamar su
Señorío y gobierno sobre la tierra y que nos anime anunciar la salvación
de Dios a este mundo. ¡Qué la paz de Dios sea con todos!

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