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SERIE DE DISCIPULADO: DESTRONANDO ÍDOLOS DEL CORAZÓN.

TEMA 5: DOCTRINA DE HOMBRE, DE DEMONIO Y DE DIOS

Texto Base: Hechos 2:41 – 47.

Introducción.

- Hay una verdad que no podemos perder de vista y es que todo el tiempo
estamos siendo discipulados. Todo el tiempo estamos siendo enseñados, la
gran pregunta es a quién le dimos el poder de que nos enseñe. Y no tan solo
eso, sino que también todo el tiempo nuestro discipulado está siendo puesto
a prueba, lo que es relevante en la medida que entiendo que discipulado no es
algo a saber, sino una vida de la cual comemos.

- La Palabra DOCTRINA en el hebreo es “inducir” y en el griego es “enseñanza”.


Hablar de doctrina es hacer lo que Jesús ordenó: «Enseñándoles que guarden
todas las cosas que os he mandado» (Mateo 28:20). La enseñanza de Jesús,
trasmitida por los apóstoles, conforma el cimiento de la iglesia: «Edificados
sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del
ángulo Jesucristo mismo» (Efesios 2:20). Que Cristo sea la Piedra Angular de
nuestra Fe es la Doctrina Esencial, es sobre esta Roca que la Iglesia es edificada.
Es imposible predicar a Cristo sin predicar doctrina.

- Hace un par de semanas, pastor Sergio nos hablaba de los “ámbitos de


revelación” que se encuentran contenidos en el texto base de este discipulado.
Nuestra fe no es el resultado de la especulación humana, sino de la revelación
de Dios a nuestro Espíritu. Esto es lo que el apóstol Pablo llamaba “La Sana
Doctrina”, algo no tan solo “correcto”, sino que es “sano” porque es
“saludable”.

- Si hoy nos encontramos enfermos emocional o físicamente, si tenemos


conflictos internos que luchan con nuestras intenciones y motivaciones, el
origen posible de ello quizás sea porque estamos comiendo “basura” para el
alma y no la “sana Doctrina” según Cristo.

1. DOS TIPOS DE DOCTRINAS PELIGROSAS: Doctrinas de hombres y de demonios.

a. Mandamientos Y Doctrinas De Hombres (Colosenses 2:22) El corazón natural del


hombre va de continuo al mal (Génesis 6:5) Como lo hemos visto estas semanas,
idolatría no es algo externo a nosotros, sino interno, por lo que aunque
intencionalmente nuestro corazón humano busque el bien, siempre terminará
haciendo el mal que no quiere debido a los ídolos que adoramos. Por muy
“santas” y “puras” que parezcan, generan divisiones y enfermedad. Jesús calificó a
estas enseñanzas de “levadura” «Mirad, guardaos de la levadura de los fariseos y
de los saduceos» (Mateo 16.6).

- La doctrina humana puede ser permisiva o restrictiva. En el caso de Balaam


(Apocalipsis 2:14 y 15, Iglesia de Pérgamo) que aceptaba y promovía la
fornicación, la doctrina era permisiva; pero en Colosas era restrictiva: «¿Por
qué, como si vivieseis en el mundo, os sometéis a preceptos tales como: ¿No
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manejes, ni gustes, ni aun toques (en conformidad a MANDAMIENTOS Y


DOCTRINAS DE HOMBRES), cosas que todas se destruyen con el uso?»
(Colosenses 2.20,22).

- La doctrina falsa, restrictiva o permisiva, siempre es perniciosa y abre el camino


al libertinaje o al fariseísmo. El hombre no elabora doctrinas saludables sino
enfermizas y contagiosas, ya que pretende elevar a nivel de “ley de Dios” lo que
solo es el resultado de un pensamiento humano.

“Ustedes han muerto con Cristo, y él los ha rescatado de los poderes


espirituales de este mundo. Entonces, ¿por qué siguen cumpliendo las reglas del
mundo, tales como: «¡No toques esto! ¡No pruebes eso! ¡No te acerques a
aquello!»? Esas reglas son simples enseñanzas humanas acerca de cosas que se
deterioran con el uso. Podrán parecer sabias porque exigen una gran devoción,
una religiosa abnegación y una severa disciplina corporal; pero a una persona
no le ofrecen ninguna ayuda para vencer sus malos deseos.” – Colosenses 2:20-
23 NTV

¿Cuál es el resultado de seguir este tipo de enseñanzas?

- Frustración consigo mismo, debido a que no puede cambiar o ajustarse a lo


que “se supone” debería ser.

- Decepción del liderazgo o persona que “le enseñó”, se siente estafado por
seguir una mentira.

- Sensación de engaño, a pesar de que las Escrituras nos llaman siempre a


comprobar y no tan solo “saber” humanamente, nunca fue diligente en cuánto
búsqueda y sólo “fundó su fe” en la fe de otro.

b. DOCTRINAS DE DEMONIOS (1 Ti 4:1). «Pero el Espíritu dice claramente que en los


postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus
engañadores y a DOCTRINAS DE DEMONIOS» (1 Timoteo 4.1). Esa doctrina infecta
a la iglesia por vía humana, «por la hipocresía de mentirosos…» (v. 2)

- A contrario de lo que podríamos pensar, la doctrina de demonios se disfraza


como algo bueno, santo, que proviene de parte de Dios. El apóstol Pablo señala
como ejemplo que prohibirán casarse y comer ciertos alimentos.

- A diferencia de la doctrina humana, la doctrina de demonios proviene de


corazones que tienen la conciencia “cauterizada”. La palabra que acá se emplea
es insensible. Hablamos de personas con conciencias insensibles por la
práctica continua del pecado, los que, en búsqueda de sentirse bien consigo
mismos, toman caminos totalmente alejados de la voz de Dios.

- RESULTADOS DE SEGUIR ESTE TIPO DE ENSEÑANZAS:


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o Valora en extremo el dolor y el sufrimiento, con frases como “Dios


sabe” “Esto me está pasando por lo que hice” “Me lo merezco”. En su
mente, es un “mártir”.

o Sensación de culpabilidad que necesita sacar de su vida a cualquier


costo: Ayunos, oraciones, servicio, ayuda, involucrarse “en cosas de
Dios” para que el sentimiento malo se aleje.

o Vergüenza, porque a pesar de que sabe que está mal, que vive mal, no
puede avanzar mas allá ni cambiar porque se volvió insensible a la voz
de Dios. Por lo mismo, jamás se atreverá a confesar sus conflictos
internos.

o Lo mas peligroso: Insensible a la voz de Dios. Ser cristiano no es seguir


un conjunto de reglas, sino ser guiados por la Voz misma de Dios. Una
persona que ha sido discipulada por demonios no puede oír la voz de
Dios, su sensibilidad se ha perdido y prefiere caminar en lo que “otros
dicen”.

Todas estas doctrinas, aunque se vistan de piedad, son contrarias a la enseñanza del
Señor.

2. EFECTOS DE LA DOCTRINA FALSA.

a. La falsa doctrina tiene grave consecuencias a nivel personal y corporativo: «Mas os


ruego, hermanos, que os fijéis en los que causan divisiones y tropiezos en contra
de la doctrina que vosotros habéis aprendido, y que os apartéis de ellos» (Ro 16:
17). Estas doctrinas producen divisiones entre los hermanos y tropiezos en la
marcha de la vida espiritual de todo el cuerpo de Cristo. Lo que divide es la
doctrina de corte humano e inspiración diabólica.

b. La sana doctrina, enseñada por el Señor y trasmitida por los apóstoles, proviene
de Dios. Así lo afirmó Jesús cuando dijo: «Mi doctrina no es mía, sino de aquel que
me envió» (Juan 7:16). Esta enseñanza jamás puede causar divisiones.

c. Cuando la doctrina falsa se introduce en la iglesia, se detiene el proceso de


edificación y aumentan los conflictos «… para que mandases a algunos que no
enseñen diferente doctrina, ni presten atención a fábulas y genealogías
interminables, que acarrean disputas más bien que edificación de Dios que es por
fe» (1 Ti 1:3).

d. La sana doctrina, por el contrario, tiene efecto saludable en la vida de quien la


recibe. Aunque a veces es dura, señala errores y exige enmiendas, todo eso lleva a
vivir a plenitud en Cristo. «Si esto enseñas a los hermanos, serás buen ministro de
Jesucristo, nutrido con las palabras de la fe y de la buena doctrina que has
seguido» (1 Ti 4:6). El cuidado que tengamos de nosotros mismos y de la doctrina
terminará en beneficio espiritual para toda la Iglesia (1 Ti 4:16).
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e. Un pueblo nutrido con la sana doctrina adquiere madurez y firmeza, se mantiene


fuerte y puede enfrentar, sin fluctuar, todos los vientos de doctrinas que sacuden
a los que desconocen a Dios y a los inmaduros (Efesios 4:14).

3. CRECIENDO EN GRACIA.

a. Hemos sufrido mucho debido a las doctrinas humanas. Tal como lo hemos
venido viendo estas semanas, hemos levantado ideas humanas, religiones como
verdaderos ídolos donde hemos depositado nuestra confianza y seguridad. En
este sentido, debemos reconocer que hemos hecho lo mismo con la doctrina
humana y la demoniaca. Hemos encontrado seguridad en la cueva de la
comodidad y tranquilidad en medio de la vergüenza y de la culpa.

b. Evidentemente, la Revelación real nunca traerá culpa, sino que es “la bondad de
Dios” la que nos guía a arrepentimiento. (Romanos 2:4) La revelación real
siempre traerá libertad, una necesidad por buscar a Dios, por conocerlo a Él.

c. ¿Cómo saber que una doctrina es sana? Esto lo hablamos hace algunas semanas:
Debemos remitirnos a la Palabra de Dios, a la confirmación por parte de nuestras
autoridades, traerá confirmación a tu espíritu de tu identidad en Cristo pero sin
duda la más significativa será el fruto que producirá: Nunca lo del Espíritu nos
llevará al Pecado ni menos cerrará nuestros oídos para seguir “ciegamente” la
voz humana y dejando de oír la voz de Dios.

Judas 1:3-4 NTV “Queridos amigos, con gran anhelo tenía pensado escribirles
acerca de la salvación que compartimos. Sin embargo, ahora me doy cuenta de
que debo escribirles sobre otro tema para animarlos a que defiendan la fe que
Dios ha confiado una vez y para siempre a su pueblo santo. Les digo esto,
porque algunas personas que no tienen a Dios se han infiltrado en sus iglesias
diciendo que la maravillosa gracia de Dios nos permite llevar una vida inmoral.
La condena de tales personas fue escrita hace mucho tiempo, pues han negado
a Jesucristo, nuestro único Dueño y Señor.”

CONCLUSIONES.

- Necesitamos aprender a diferenciar entre verdad y error. Hebreos 5:14 RV60


“pero el alimento sólido es para los que han alcanzado madurez, para los que
por el uso tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del
mal”.

- Vivimos en tiempos complicados, no podemos desconocerlo. Estamos


demasiados expuestos a enseñanza enfermizas, heréticas y apóstatas. No debe
extrañarnos: «Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos
algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y doctrinas
de demonios» (1 Ti 4:1). «Porque vendrán tiempos cuando no sufrirán la sana
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doctrina, sino que, teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros


conforme a sus propias concupiscencias» (2 Ti 4:3)

- La posmodernidad proclama cotidianamente el fin de las ideologías, e intenta


edificar el futuro sin considerar el pasado. Propone un salto que deseche los
fundamentos históricos. Esto se infiltra en la iglesia, induciendo a menospreciar
la sana doctrina fundamentada en la Palabra de Dios.

- Oponernos al pecado no es contrario a la Gracia, sino que, por el contrario:


De esta manera ganamos terreno. Judas 1:22 – 23 “Deben tener compasión de
los que no están firmes en la fe. Rescaten a otros arrebatándolos de las llamas
del juicio. Incluso a otros muéstrenles compasión pero háganlo con mucho
cuidado, aborreciendo los pecados que contaminan la vida de ellos.”

- La Doctrina de Cristo no se ajusta al contexto social, ni de la época en que


vivimos. La Biblia no está desactualizada, la Enseñanza de los apóstoles y
profetas no es para “cierto tipo de personas”, la Iglesia no es un “montón de
hipócritas mentirosos”, un hijo o hija de Dios no son “pecadores con culpa”.
«Compra la verdad, y no la vendas» (Proverbios 23:23), dice el sabio. Aferrarse
a la verdad bíblica no es quedarse en el pasado, es situarse en la eternidad,
porque LA SANA DOCTRINA DE LOS APÓSTOLES no es antigua, ES ETERNA. Es
nuestra responsabilidad ante el Señor proclamar esta verdad a nuestra
generación y a las venideras, a cualquier precio.

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