Serie de Discipulado: CULTURA DE LA PALABRA

Tema 12: VOCES AUTORIZADAS EN NUESTRO INTERIOR, parte 2

Objetivos del Tema:

- Aprender a reconocer la voz del Espíritu Santo cuando nos habla.
- Cómo rendirse, en la práctica, a que el Espíritu Santo sea la única voz autorizada en nuestra vida.

TEXTO BASE: 1 Samuel 3:1 – 20.

Presentación del tema.

La semana pasada aprendimos varias cosas:

 Que debemos cuidar nuestras palabras y con quién conversamos, mayormente con las áreas
de nuestra alma que no se encuentran rendidas al propósito.
 Ya sea por descuido o porque actuamos en rebelión, hemos autorizado en nuestro interior
demasiadas voces que nos han enseñado lo incorrecto: Ya sea la voz de la serpiente, la voz de
nuestros deseos o la voz de nuestra propia alma no rendida.
 Conversar con el mundo, con el sistema, las cosas que sólo deberíamos conversar con Dios, es
uno de nuestros principales puntos débiles. Negociamos nuestras convicciones en medio de
un mundo en convulsión y al igual que la historia que leímos en 1 Samuel 3, nos encontramos
con el siguiente escenario tan vigente en aquella época como hoy:
o Un sacerdocio corrompido por la tolerancia de lo que no se debiera “ni siquiera hablar
entre santos”. (El pecado de los hijos sacerdotes de Eli y la “vista gorda” que aplicaba
Eli al pecado de sus propios hijos.)
o La confusión en medio del pueblo por ausencia de la voz profética.

La importancia de este discipulado radica en que no necesitamos tan solo aprender a distinguir
las voces incorrectas autorizadas en nuestra vida, sino que recibir la única voz correcta autorizada
para nosotros: la voz del espíritu Santo.

1. APRENDER A RECONOCER LA VOZ DEL ESPÍRITU SANTO CUANDO NOS HABLA.

La mayoría de las personas tiene un conflicto cuando se toca el tema sobre escuchar la voz de
Dios, porque no lo vemos ni tampoco lo escuchamos “audiblemente”. Si leemos detenidamente la
historia de Samuel y Elí, aprendemos varias lecciones respecto de lo que significa aprender a
reconocer la voz de Dios cuando y cómo nos habla:
 Cuando alguien nace de nuevo, la primera voz autorizada que escuchará será la de su pastor,
líder o mentor. “Obedeced a vuestros pastores y sujetaos {a ellos,} porque ellos velan por
vuestras almas, como quienes han de dar cuenta.” – hebreos 13:17. La enseñanza apostólica
muestra una doble obligación: Para los que somos liderados, obedecer a nuestros líderes; para
los líderes, cumplir con su tarea como si tuvieran que dar cuenta.
 En el versículo 1, se nos dice que el joven Samuel “ministraba a Elí”. ¿Cómo sabes que algo o
alguien es una voz autorizada en tu vida? Mediante la honra. Samuel servía en la casa de Eli
por lo que su primera reacción cuando Dios le estaba hablando fue la de ir a la “primera voz”
autorizada que tenía en su vida.

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 ¿En qué contexto Samuel escuchó por primera vez la voz de Dios? Lo hizo cuando estaba
durmiendo. Dios siempre nos está hablando mediante su Espíritu, y puede hacerlo en
momentos y lugares más insólitos para nuestra mente: ya sea en un sueño, en el baño,
mientras estamos comiendo; también puede hacerlo con personas que consideramos no son
tan “aptas” para compartirnos algo de Dios. En la historia, se nos dice que Elí había tolerado la
corrupción en su sacerdocio, pero aun así entendió que Dios quería hablarle a Samuel y le
indicó al joven lo que debía hacer. No siempre podemos esperar que venga una luz o una señal
del cielo para reconocer su voz. Quizás el nos está hablando de la forma y por los medios más
inusuales.
 No es inocente que tengamos discipulados, que realicemos células, que nos congreguemos ya
que también la PALABRA de Dios es una voz autorizada en el Espíritu. No confundamos el
hablar “bonito” o “hablar con el lenguaje correcto” como una voz autorizada: hemos
aprendido que las palabras no son inocentes y si lo que estamos hablando viene de nuestras
emociones, de nuestra alma, de nuestros buenos deseos ES UNA VOZ NO AUTORIZADA. la
única voz autorizada es aquella que hablas cuando te estas discipulando, cuando estas
comiendo del árbol de la vida 
 Necesitamos aprender a escuchar la voz de Dios por medio de nuestros líderes. Ellos están
puestos para guiarnos hacia Cristo y generar una dependencia única de Él. El problema resulta
cuando generas una dependencia de tus líderes, mentores o pastores, ya que estas
escuchando una voz autorizada, pero en un espíritu incorrecto. Es fácil y cómodo depender de
ellos ya que te refugias, te escondes, pero el reconocer la voz del Espíritu Santo en tus
mentores, pastores y líderes no genera una dependencia de ellos si no que al igual que en el
texto que leíamos anteriormente ellos te guían a escuchar la voz correcta y generar una
dependencia de la Voz del Espíritu Santo para aprender a ser constructores del Reino
mediante el poder que existe en nuestras palabras.
 Obediencia y sujeción es clave para aprender a oír al Espíritu Santo. La primera persona a la
que recurrió Samuel cuando escuchó su nombre fue hacia su mentor, Elí. Y, es más, aun
cuando Samuel escuchó de parte de Dios un grave mensaje para Eli y su familia, el nunca tocó
la autoridad de su mentor y lo respetó y honró hasta el final de sus días. De aquí aprendemos
que Dios no tranza la autoridad, aun cuando esta esté completamente equivocada. La
autoridad delegada es un principio eterno y Dios lo respalda siempre. ¿Cuántas veces has
pensado, hablado o hecho lo que has querido sin consultar a tus autoridades debido a que “no
saben”, “no entienden”, “ya se lo que me van a decir”, o miras sus vidas y para ti no resultan
un ejemplo? Recuerda, Samuel se sometió aun con todo el drama familiar de Elí.

2. ¿COMO HACER DEL ESPÍRITU SANTO LA ÚNICA VOZ AUTORIZADA EN NUESTRA VIDA?

“Por tanto, os hago saber que nadie que hable por el Espíritu de Dios llama anatema a Jesús; y
nadie puede llamar a Jesús Señor, sino por el Espíritu Santo.” - 1 Corintios 12:3 RV60

Como lo hemos visto hasta este momento, Dios le da una importancia tremenda al hecho de
hablar. Nuestras palabras no son inocentes, tienen un peso tremendo en el mundo espiritual ya que,
tal como dijo Jesús, lo que verdaderamente contamina al hombre (o a contrario, le alimenta) es lo que
sale de él. (Mateo 15:11) De esta verdad, el apóstol Pablo en 1 Corintios 12 señala que nadie puede
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llamar a Jesús “señor” si no es por el Espíritu Santo. Por tanto, la pregunta es, ¿Cómo le hacemos para
hacer del Espíritu Santo la única voz autorizada en nosotros? Veamos algunos consejos prácticos y
algunas verdades espirituales que nos darán fundamento:
 Lo primero es recordar siempre que tenemos al Espíritu Santo dentro nuestro y nos ha
hecho su habitación permanente. Él está “en nosotros” (efesios 1:13-14) Y lo recibimos
cuando creímos en la Obra Completa de Jesucristo. Él no se va, ni se irá, sino que nos
acompañará “hasta el final” (Juan 14:16)
 En segundo lugar, reconociendo nuestra posición dentro del cuerpo de Cristo. Así
como Pablo explica en 1 Corintios 12:12, necesitamos reconocer que formamos parte
de un individuo llamado IGLESIA, donde somos millones de miembros, que al mismo
tiempo forman parte del UNO. Al reconocer esto, aprenderé a reconocer la voz
autorizada en mis autoridades espirituales y en mis amigos y compañeros de fe.
(hebreos 13:17 y Eclesiastés 4:9-10)
 En tercer lugar, Romanos 8:14 señala que “Porque todos los que son guiados por el
Espíritu de Dios, los tales son hijos de Dios.” ¿Qué quiere decir esto exactamente? La
respuesta está en el versículo 13 del mismo capítulo: “porque si vivís conforme a la
carne (o la naturaleza pecaminosa), moriréis; más si por el Espíritu hacéis morir las
obras de la carne, viviréis.” Sabemos que somos hijos e hijas de Dios porque siempre
nos encontraremos en conflicto interno con nosotros mismos. Para Pablo era tan
grande esto, que el decía de sí mismo “Miserable de mí, ¿Quién me librará de este
cuerpo de muerte?” Quiere decir que, si el pecado no te incomoda, si la vida que vives
habitualmente “te queda cómoda”. Si la necesidad del otro no te da “ni frio ni calor”. Si
hablarle de Cristo a otros o mostrarle el amor de Dios a otros no te es prioridad,
posiblemente nos hemos “amoldado” al espíritu de este siglo, tal como señala
romanos 12, y no al Espíritu Santo de Dios.
 Todos aquellos que son voces autorizadas en tu vida deben guiarte a Cristo, no hacia
ellos mismos. Juan el Bautista terminó su vida enviando sus discípulos hacia Jesús, no
hacía sí mismo. Él es un ejemplo para nosotros de cómo debemos vincularnos con las
personas: Seamos líderes o no, estamos para “enviar “a las personas hacia Cristo, así
como el viejo Elí guio a Samuel hacia Jehová una vez que reconoció que Él mismo lo
estaba llamando.
 Entendiendo que la Biblia y la oración son solo el envase de un contenido eterno
poderoso: La Palabra. “Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que
toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y
los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón.” (hebreos 4:12)
Es decir, hacer del Espíritu Santo tu única voz autorizada te llevará a los siguientes
escenarios:
o Desnudará tus intenciones ocultas y tus deseos más profundos, contrastándolos
con las intenciones y deseos de Dios, y cautivando todo pensamiento,
argumento y fortaleza “a la obediencia a Cristo” (2 Corintios 10:5)
o Muchas veces nos veremos expuesto en terrenos difíciles: Samuel no quería
contar lo que Dios le había hablado a Elí, pero el Espíritu literalmente lo
“obligó” a hablar. Muchas veces hablar La Palabra será incómodo para nuestra
alma, pero alimento necesario que provocará vida.

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Conclusiones.
- A través del nuevo nacimiento, estamos diseñados para obedecer la voz de Dios. Hoy,
nuestra obediencia no es esfuerzo propio, sino que proviene de la vida que nos habita.
“Porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena
voluntad.” – Filipenses 2:13.
- La voz que honras es la voz que realmente escuchas. Honra es mas que darles regalos o
detalles a tus pastores. Jesús lo resumió así: “Si me amáis, guardad mis mandamientos…” –
Juan 14:15.
- Dios nos está hablando todo el tiempo. Ya sea a través de un discipulado hasta lo mas
cotidiano de la vida; ya sea mediante una voz alineada como incluso en la riqueza que
podemos considerar lo mas vil y sucio. El nos está hablando y es una necesidad aprender a
oírlo en medio de todo el ruido ensordecedor del sistema.
- Hemos sido diseñados para oír su voz y ser dependientes de Él. Como líderes, nuestro
enfoque será siempre mostrarte a Cristo en todo, no nuestra capacidad. Vamos a hacer
discípulos de Jesús, no nuestros.