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Los mayas tenían una escala musical muy diferente a la de cinco notas occidentales,
explicaron expertos que analizaron 125 instrumentos, entre flautas, ocarinas, trompetas,
cornos de cerámica y conchas de caracol.
La cultura maya se caracterizó por tener una música particular que acompañaba y
marcaba el ritmo de las danzas y rituales que interpretaban con el fin de la
adoración o petición a los dioses.
En este orden de idea, se destaca que la música usaba por los mata era
pentafónica, es decir, que era de cinco tonos, donde los instrumentos que se
empleaban tenía más ritmo que armonía y esta intensamente ligada al canto y
danza de los diversos rituales interpretados.
Los instrumentos que eran utilizados podían ser de viento, como las ocarinas y los
silbatos, y elementos de percusión como el Zacatlán, un tipo de tambor grande, el
tumkul de tronco de- zapote, que contaba con dos lengüetas en la parte superior.
Pero el conocimiento de los mayas por la música y los ritmos no se limitaba solo a
interpretarlos, pues estos conocían toda la gama de sonidos y reservaban ciertos
tonos e intervalos para las interpretaciones religiosas y simbólicas en específico,
logrando distinguirlas de aquellas piezas que solo tenían un fin recreativo.
Y es que los mayas llegaron a crear su propia escala musical, la cual es muy
diferente a la occidental que conocemos hoy en día.
En la actualidad existen algunos grupos ceremoniales y artísticos que se enfocan
en el uso de instrumentos nativos como el caso del tun, tambores, chirimía, pito,
ocarinas y caracoles marinos con el fin de crear un ambiente ceremonial o para
coreografías que logran revivir aquel glorioso pasado.
Entre estos bailes se pueden destacar, los bailes de nobles, reyes y dirigentes
mayas, para los que usaban sus vestidos más ricos elaborados con finas telas,
plumas y ataviados de jade. Durante la época colonial estos se denominaban
bailes Tocontin.
También existían bailes que contaban las historias de cómo se creó y se ordenó
tanto el mundo como la sociedad humana, en los que destaca aquel transcrito que
era la parte central del Popol Vuj. Cuando llegaron los misioneros trataron
Bailes coloniales.
Luego de la llegada de los primeros españoles, los misioneros comenzaron
también a aparecer con ideas sobre la religión en México, y tenían como objetivo
cambiar la creencia politeísta de los mayas por la religión católica imponente en
España.
Los misioneros asentados en las comunidades Mayas, especialmente los
Franciscanos y Dominicanos fueron los primeros en entender que los conceptos
religiosos que querían imponer a los indígenas podían ser trasmitidos y mejor
aceptado a través de la danza maya.
En función a esto pusieron considerables esfuerzos para crear bailes con drama
que lograran cambiar los conceptos o caracteres rituales de los bailes rituales de
la danza maya. A estas interpretaciones incluían dramas de la biblia que habían
sido traducidos a idioma maya.
En este orden de idea, se destaca que la música usaba por los mata era
pentafónica, es decir, que era de cinco tonos, donde los instrumentos que se
empleaban tenía más ritmo que armonía y esta intensamente ligada al canto y
danza de los diversos rituales interpretados.
Pero la danza maya también estaba unida directamente al tiempo y por ende a los
destinos de los ciudadanos. Es por ello que cualquier fiesta o ritual que era
celebrado comenzaba con ciertas abstinencias varios días antes, especialmente la
llegada del año nuevo.
Todas las personas participantes se untaban con copal, una resina proveniente de
árbol que al entrar en contacto con el calor se convertía en humo aromático.
Danza maya del fuego.
La danza maya del fuego nuevo era llevada a cabo cada 2, 8 y 52 año según
algunas tribus aunque algunas culturas como la de Teotihuacan, podían llegar a
celebrar esta danza todos los años para recibir el año nuevo.
La danza del sol es un ritual que se hace con el fin de agradecer y ofrendar para la
fuerza vital que ocupa en el universo, el cual es llamado por los lakota como
Wakantanka, lo que significa el Gran Espíritu en lenguas indígenas de México.
Danza maya del maíz.
Esta danza es también conocida por el nombre de “La Paach”. Era una ceremonia
de agradecimiento dirigida a esta deidad por haber proporcionado una buena y
abundante cosecha que se espera que se repita el próximo año.
Este baile es ejecutado para agradecer a la Santa Madre Mario o Santa Paach
como era conocida por los indígenas, por haber dado y terminado un buen ciclo de
cosecha. Esta celebración marca el inicio del periodo de descanso de las
siembras, funcionando también como una recreación comunitaria y el signo del fin
del ciclo vital del maíz.
Danza maya de la lluvia.
Los sacerdotes que regían la cultura maya tenían una conciencia colectiva basada
en el que cree, crea y hace. Es debido a esto que se dio un mayor culto al Chac, la
cual era el dios de la lluvia y todos los elementos relacionados con ella como el
rayo, el relámpago y el trueno.
Además era asociado también con la Señora de Itzamná, llamada también Ixchelm
siendo esta la diosa de la medicina y de la procreación que se decía habitaba en
los lagos, lagunas y ceñotes.
Esta era llevada a cabo por doncellas vírgenes, las cuales se ataviaban con
vestiduras que marcaran la fertilidad y la prosperidad que esta diosa atribuía. Esta
danza maya está ligada a Kukulkan debido a que representa un símbolo de la
tierra que recibe a la lluvia para ser capaz de crear una nueva vida.
En este baile se reúnen a tres traviesos toros que se encargan de retar a los
conquistadores españoles en diferentes tipos de travesuras. Los aludidos armados
con látigos, tratan de calmar a los animales mientras también molestan los
observadores con empujones y bromas.