2. Pablo Neruda
El escritor chileno Pablo Neruda (1904-1973) fue considerado “el más grande poeta
del siglo XX en cualquier idioma”, según Gabriel García Márquez, ganó el Premio
Nobel de Literatura en 1971 y fue consagrado con el Doctorado Honoris Causa por
la Universidad de Oxford. Algunas de sus obras más importantes son:
Veinte poemas de amor y una canción desesperada (1924)
Canto General (1950)
Cien sonetos de amor (1956)
5. José Martí
El político, pensador, escritor y poeta cubano (1853 –1895) es una figura reconocida
de la literatura hispanoamericana. Creador del Partido Revolucionario Cubano y
organizador de la Guerra del 95, Martí es considerado “el apóstol de la Independencia
de Cuba”. Entre sus obras más destacadas encontramos:
Ismaelillo (1882)
Versos sencillos (1891)
Sin duda Borges (1899-1986) es uno de los autores más intrincados y complejos del
siglo XX, con infinidad de premios y distinciones, y un amplio catálogo de obras, entre
las que encontramos:
Inquisiciones (1925)
El tamaño de mi esperanza (1926)
Historia de la eternidad (1936)
Antología personal (1961)
7. Julio Cortázar
Otro gran representante de Argentina, Cortázer fue un maestro del cuento corto, el
realismo mágico y las historias despojadas de linealidad temporal y colmadas de lo
fantástico. Entre sus mejores obras encontramos:
Rayuela (1963)
Antología (1975)
Argentina, años de alambradas culturales (1984)
Salvo el crepúsculo (1984)
8. Isabel Allende
9. Jorge Amado
Otra gran escritora chilena, Mistral (1889-1957) fue la primera mujer en ganar un
Premio Nobel de Literatura (1945) y recibió además el Premio Nacional de Literatura
de Chile (1951). Entre sus mejores obras encontramos:
Ternura (1924)
Lagar (1954)
La variedad lingüística hace referencia a la diversidad de usos de una misma lengua según
la situación comunicativa, geográfica o histórica en que se emplea y según el nivel de
conocimiento lingüístico de quien la utiliza. Así pues, en función de la variable que
interviene, se distinguen cuatro tipos de variedades: las variedades funcionales
o diafásicas (los registros de lengua), las variedades socioculturales
o diastráticas (los niveles de lengua), las variedades geográficas o diatópicas (los dialectos)
y las variedades históricas o diacrónicas.
Desde la segunda mitad del siglo XX los estudios sobre la variedad lingüística se ponen de
relieve en las disciplinas que, como la sociolingüística y el análisis del discurso, incluyen en
la descripción de la lengua factores externos que explican su uso. Estas disciplinas
establecen relaciones entre fenómenos internos al sistema (cuestiones de pronunciación,
lexicología, morfosintaxis) y fenómenos sociales y situacionales determinantes para su
descripción: por ejemplo, a la poca densidad léxica de la variedad coloquial de la lengua se
opone la riqueza y precisión del vocabulario de la variedad formal escrita. Por su parte, la
lingüística comparada e histórica del siglo XIX ya había abierto un camino muy fructífero en
el estudio de las variedades históricas y geográficas.
Manga (kanji: 漫画; hiragana: まんが; katakana: マンガ ) es la palabra japonesa para designar
?
las historietas en general. Fuera de Japón se utiliza tanto para referirse a las historietas de
origen japonés como al estilo de dibujo utilizado en estas.
El manga japonés constituye una de las tres grandes tradiciones historietísticas a nivel
mundial, junto con la estadounidense y la franco-belga. Abarca una extensa variedad de
géneros y llega a públicos diversos. Es una parte muy importante del mercado editorial de
Japón y motiva múltiples adaptaciones a distintos formatos: series de animación, conocidas
como anime, o de imagen real, películas, videojuegos y novelas. Cada semana o mes se
editan nuevas revistas con entregas de cada serie, al más puro estilo del folletín,
protagonizadas por héroes cuyas aventuras en algunos casos seducen a los lectores durante
años.1 Desde los años ochenta han ido conquistando también los mercados occidentales. 2