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En el programa de la Bauhaus,
encabezado por la catedral de
cristal diseñada por Feininger, se
afirmaban los siguientes
presupuestos: unificar las artes
bajo una nueva arquitectura,
Sede de la escuela Bauhaus en Dessau
devolver el carácter artesanal a
las actividades artísticas, construir
la catedral del futuro, la obra de arte total, y disciplinar la enseñanza de la
arquitectura.
Su historia tiene tres fases. La primera (1919-1924) coincide con el periodo en que
la Escuela Bauhaus tiene sede en Weimar. La obra más importante desarrollada
entonces es el proyecto del Chicago Tribune de Gropius. Progresivamente la
consolidación de la república democrática de Weimar, después de la I Guerra
Mundial, así como la conjunción de la arquitectura y el diseño modernos con el
sistema capitalista, determinarán una nueva orientación en el estilo de la Bauhaus.
En la tercera fase (1927-1930), la Bauhaus es dirigida por Hans Meyer, que trató
de vincular la problemática técnica y estética de la construcción con las
organizaciones obreras. Para él, la casa debe responder a los modos de vida del
morador y no a las aspiraciones estéticas del diseñador. Fue cesado en 1930,
iniciándose una rápida decadencia de la institución.
Van der Rohe asume la dirección de la escuela hasta la llegada al poder de los
nazis en Alemania, que supone su cierre y la constatación del divorcio entre las
ideologías totalitarias y los proyectos de vanguardia.
En los años en que esta escuela-experimento se llevó a cabo (de 1918 a 1925 en
Weimar, de 1925 a 1932 en Dessau y después en una breve y turbulenta etapa en
Berlín, hasta su cierre por los nazis en 1933) ocurrieron en la Bauhaus tantísimas
cosas que podemos pensar que, incluso mientras se mantuvo, hasta 1928, bajo la
dirección de Gropius, no existió una única Bauhaus sino varias y que todas
tuvieron que ver con el convulso panorama social y creativo del momento tanto en
Alemania como en Europa. Uno de sus principales miembros, Schlemmer, dijo en
1923: Estos cuatro años de vida de la Bauhaus reflejan, no solo un periodo en la
historia del arte, sino en la historia misma, también porque la desintegración de
una nación y de una era se refleja en ella.
Del mismo modo, las estrategias de la Bauhaus a lo largo de esos quince años
tienen mucho que ver con las transformaciones y necesidades de la población y
de los propios artistas. Por ella pasaron vanguardistas fundamentales a quienes,
en principio, Gropius buscó y llamó para que colaborasen con él en un
experimento que se autoafirmaba como democrático y que aspiraba a que los
jóvenes creadores se formasen en un clima distinto al de las escuelas de arte
convencionales.
Esas ideas chocaban parcialmente con las de Gropius y sus fricciones pudieron
ralentizar los progresos de la Bauhaus en esta primera época. Schlemmer se dio
cuenta de esa polarización: Por un lado, la influencia de la cultura oriental, el culto
a la India y la vuelta a la naturaleza; comunas, dietas vegetarianas, tolstoyanismo,
reacción contra la guerra; por el otro, el Amerikanismus, el progreso, las maravillas
de la tecnología y la invención, el entorno urbano. Él tenía clara su postura: En
lugar de catedrales, la máquina para habitar. Abandonad el medievalismo.
Finalmente, Gropius pidió la dimisión a Itten, pero hacia 1921-1922 aún no estaba
dispuesto a introducir cambios profundos en la escuela en favor del pragmatismo y
la eficacia frente a la pura creatividad personal, de ahí su negativa a invitar a la
Bauhaus, tras mucho dudarlo, a Van Doesburg. Sí acabaría llamando a Klee y
Kandinsky, en un ejercicio de ambigüedad en sus posturas.
Pronto se interesó por el teatro y sobre este campo daría clase en la Bauhaus.
Fue una de las actividades elegidas como proyección de la escuela al exterior y,
en ese marco, creó el artista su Ballet Triádico, en el que dos figuras de mujer y
una de hombre, vestidos con ropa de corte geométrico, ejecutan con una
coreografía que también parece obedecer a patrones aritméticos.
Lo asistió Joseph Albers, muy interesado también por las propiedades de los
materiales y sus posibilidades constructivas. Frente a las formas extrañas de Itten,
los objetos salidos ahora de la Bauhaus se caracterizan por su diseño limpio.
Por su parte, entre las obras fundamentales de Meyer podemos citar el complejo
de viviendas de Törten, con estructura modular y partes estandarizadas, que
permitió a población humilde adquirir una vivienda con jardín a bajo precio. No
obstante, sus problemas de mantenimiento le valieron muchas críticas hacia 1929.
Fue en 1928 cuando Gropius decidió dejar la Bauhaus, seguramente inseguro
ante un camino en el que lo industrial desplazaba poco a poco el espíritu de arte
total manejado en los primeros años. Meyer pasó a ser director ante las críticas y
dimisiones de algunos, y en el breve periodo en que estuvo al frente de la escuela
se potenciaron, de hecho, los nexos con la industria y las ventas. También se creó
un departamento de fotografía que dejó claro que los anteriores métodos de Klee y
Kandinsky, que defendían ser pintor ante todo, no tenían cabida en la modernidad
naciente.
En 1930 lo sustituyó Mies van der Rohe, que dirigió la escuela en sus tres últimos
años. Ya era un reputado arquitecto internacional que experimentaba con el cristal
en sus investigaciones formales y que entendía que los rascacielos eran el futuro
del mundo, un mundo en el que la naturaleza y las relaciones de la sociedad con
ella no tendrían repercusiones en la creación artística. Apolítico y pragmático, la
Bauhaus se hizo con él más eficaz y centró en la arquitectura sus actividades.
En 1932, acusada de pro judía, la escuela tuvo que cerrar en Dessau y se trasladó
a Berlín, donde se convirtió en una escuela privada. Su disolución llegó, entre
problemas económicos, en 1933.
EVOLUCIÓN DEL MOVIMIENTO ABSTRACTO
TENDENCIAS ABSTRACTAS
Alrededor de 1910, se desarrollan distintas tendencias abstractas en el marco de
los movimientos de vanguardia alemana, rusa, checa y húngara. Sus
predecesores inmediatos son los dos grandes movimientos innovadores, el
impresionismo y el fauvismo. Las dos tendencias principales del arte abstracto
salen de esta doble matriz formal; buscan un orden y una racionalidad que excluya
una referencia inmediata al mundo exterior, pero que sean al mismo tiempo
capaces de recoger las «fuerzas creativas» de la naturaleza. La primera
tendencia, fundada en el recorrido por las emociones, en la influencia de la
música, en el estudio de la psicología y de los principios de percepción de lo real,
llega a definir un lenguaje basado en la función expresiva y simbólica del color, en
el ritmo producido por las analogías recíprocas de las formas puras. Kandinsky
intentó sus primeras formulaciones teóricas («De lo espiritual en el arte», 1912)
desarrollando concretamente sus investigaciones con el grupo Der Blaue
Reiter (1911) y con Paul Klee, que enseña en la Bauhaus después de la guerra.
Primera acuarela abstracta, 1910, Wassily Kandinsky, (París, Museo Nacional de Arte
Moderno, Centre Georges Pompidou). Esta obra está considerada como el punto de partida de la
pintura abstracta: Kandinsky es el primero en pintar sin ningún resto de figuración. Un lenguaje
vibrante de líneas en tonos rojos, verdes y azules, colores que simbolizan la dualidad entre el cielo
(azul) y la tierra (roja y verde), entre racionalidad y emoción, espiritualidad y pasión.
La segunda tendencia del arte abstracto tiende, en cambio, a un rigor matemático
y a una simplificación radical de la abstracción geométrica. Sus primeros
intérpretes son los artistas del grupo holandés De Stijl (P. Mondrian, Van
Doesburg y el arquitecto Oud). Se aperciben también experiencias importantes
dedicadas a la elaboración de un lenguaje no objetivo como las de Francis
Picabia y Robert Delaunay.
Composición A, 1923, Piet Mondrian, (Roma, Galleria d’Arte Moderna). Esta pintura, de una
intensidad y de una particular riqueza artística, pertenece al periodo de contacto del pintor con
Theo van Doesburg. Los dos artistas holandeses con su revista «De Stijl» (El Estilo) desarrollaron
los fundamentos teóricos del arte abstracto geométrico y constructivista.
Con el fin de construir un nuevo universo estético fundado sobre los principios de
la no objetividad, se reevalúa la aportación de la «puesta a cero» rusa (en 1914,
Malevich pinta un cuadrado sobre un fondo blanco) es decir, la búsqueda
constructivista en todos sus componentes (Tatlin, Gabo, Pevsner, Rodtchenko, El
Lissitzky).
Pintura suprematista, 1915, Kasimir Malevich, (Amsterdam, Stedelijk Museum)
Komposition VII, 1914, Wassily Kandinsky, (Moscú, Galería Tretiakov). Se trata de la pintura
más importante correspondiente a la primera fase abstracta de Kandinsky. Esta pintura fue
estudiada con minuciosidad a través de numerosos dibujos y acuarelas preparatorias. Hasta 1912
Kandinsky llama a sus obras abstractas «improvisaciones»; el nombre «composición» indica una
meditación formal más intensa.
En azul, 1925, Wassily Kandinsky, (Düsseldorf, Kunstsammlung Nordrehein-Westfalen)
Kasimir Malevich
Fundador del movimiento suprematista, Kasimir Malevich (Kiev 1878 – San
Petersburgo 1935) es uno de los principales puntos de referencia del arte
abstracto internacional. En su caso, la búsqueda de una expresión «absoluta»
muy pura y no figurativa pasa a través de exquisitos medios pictóricos. La crítica
ha aclarado la relación entre la herencia de la pintura bizantina y ortodoxa y el
nacimiento del arte abstracto en Rusia. Después de una primera etapa de
formación moscovita, orientada hacia el neoimpresionismo, alrededor de 1907
Malevich entra en contacto con Larionov, abriéndose a experiencias y a relaciones
internacionales, desde los fauvistas a Léger, desde los cubistas al futurismo
italiano, con una asombrosa capacidad de asimilación. En 1915, declarando con
vigor la superioridad de la abstracción en las artes, Malevich pinta el simbólico
«Cuadrado negro sobre fondo blanco». Después del triunfo de la Revolución rusa,
Malevich toma conciencia de la importancia de su arte, levantando un paralelismo
entre las novedades sociales y económicas del comunismo y la nueva pintura,
libre de esquemas académicos y atenta al desarrollo de las tecnologías modernas.
La condena que hizo Stalin del arte abstracto obliga a Malevich a volver a la
pintura figurativa.
Cuadrado negro sobre fondo blanco, hacia 1915, Kasimir Malevich, (San Petersburgo, Museo
del Hermitage). Con este cuadro, Malevich declara la «supremacía» de la abstracción en las artes.
Piet Mondrian
Piet Mondrian (Amersfoort 1872 – 1944) hijo de un severo profesor calvinista, Piet
se inicia a la pintura de la mano de su tío Frits, un pintor paisajista de tradición
impresionista. La actividad de juventud de Mondrian, influenciada sobre todo por el
ambiente pictórico de Amsterdam, incluye naturalezas muertas, paisajes y
estudios académicos. Para poder vivir, el joven Mondrian se conforma con realizar
copias de pinturas antiguas del Rijksmuseum e ilustraciones para libros. Alrededor
de 1901, impresionado por el espectáculo de las corridas de toros durante un viaje
a España, Mondrian padece una especie de crisis mística que lo conduce a
aislarse, a buscar en el campo un orden supremo, una regla pura y sintética. Entre
1907 y 1908, de la mano de Van Dongen entra en contacto con los fauvistas y
Munch. La primera exposición de este arte renovado, que tuvo lugar en
Amsterdam en 1909, suscitó una violenta oposición. Mondrian se va a París,
donde estudia la descomposición cubista, basada en la línea recta. Nacen los
primeros cuadros llamados simplemente «Composición».
Composición con planos de color, 1914, Piet Mondrian, (París, Centro Pompidou)
Broadway Boogie-woogie, 1942, Piet Mondrian, (New York, The Museum of Modern Art). Al final
de su carrera, Mondrian inicia un cambio radical en su pintura. Estimulado por la nueva vitalidad de
Nueva York, donde se había refugiado durante la Segunda guerra mundial, el pintor holandés
sustituye las líneas rectas negras por una sucesión de cuadrados coloreados.
EXPRESIONISMO
‘’La forma en que uno ve depende también de un estado emocional de la mente. Esta es la razón
por la que un motivo puede ser visto de muchas maneras, y esto es lo que hace que el arte sea tan
interesante. ’’
-Munch
Hoy sigue existiendo el expresionismo… Nunca se fue del todo, sin embargo como
corriente artística concreta y estéril debemos dividirla en cuatro periodos, cuatro
escuelas artísticas que influyeron notablemente en todo el arte posterior:
CARACTERÍSTICAS
EL INCONSCIENTE Y EL AUTOMATISMO
Mesa de pedestal en el estudio - óleo sobre tela, 1922 - André Masson
(1896-1987, pintor, escultor, ilustrador, diseñador y escritor francés), Tate, UK
De una forma general, se puede decir que la idea era lograr la mayor
espontaneidad posible, algo que se reveló más o menos fácilmente en el dibujo y
la escritura, pero no tanto así en la pintura, pues esta es una disciplina muy
compleja que no permite tanta espontaneidad.
Una de estas técnicas fue el frottage, que consistía en pasar un lápiz, por ejemplo,
sobre una superficie rugosa, creando así formas y texturas en el soporte para
crear una obra nueva a partir de ese material.
Max Ernst
Les Hommes n'en sauront rien (Los hombres que no saben nada) - óleo sobre tela, 1923 - Max
Ernst, Tate, UK
Max Ernst (1891, Brühl, Alemania - 1976, París, Francia) fue uno de los pioneros
del Dadaísmo y luego se incorporó al Surrealismo, destacando en la pintura y en
la poesía.
La Virgen bendecida castigando al Niño Jesús delante de tres testigos: Andre Breton, Paul Eluard
y el Pintor - óleo sobre tela, 1926 - Max Ernst, Museum Ludwig, Köln, Alemanha
Salvador Dalí
En su obra es muy notoria la influencia del imaginario onírico, es decir, del mundo
de los sueños. Su expresión artística fue hecha fundamentalmente a través de la
pintura y de la escultura, pero a lo largo de su vida también utilizó otras formas y
técnicas.
Inclusive, dejó huella en el cine, dada su colaboración con dos películas del
director español Luis Buñuel (1900-1983): Un perro andaluz (1929) y La edad de
oro (1930).
Jirafa en llamas - Óleo sobre madera, 1937 - Salvador Dalí, Kunstmuseum Basel, Basilea, Suiza
Sus obras rondan tres temas principales: el universo y las sensaciones del ser
humano, la simbología sexual u las imágenes ideográficas. La mayoría de su
trabajo consiste en la representación secuencial de un sueño, algo que logró
ejercitando su mente para acceder al subconsciente y tomar de allí su inspiración.
El cazador (Paisaje catalán). Óleo sobre tela, 1924 - Joan Miró, MoMa, NY
Joan Miró (1893, Barcelona - 1983, Palma de Mallorca, España) es uno de los
artistas más influyentes del siglo XX. Las obras más conocidas del artista son sus
pinturas, aunque también creó como escultor, diseñador, ceramista, etc.
Así como otros artistas, Miró pasó por varios movimientos, se dejó influenciar por
ellos y también dejó su marca. Comenzó, de hecho, por el Fauvismo, pasó luego
al Dadaísmo y de este al Surrealismo y al Abstraccionismo.
Sus primeras pinturas representan sobre todo formas biomorficas sin contraste.
Temáticamente son composiciones que remiten al cruce entre el mundo
fantasmagórico y el de los sueños. Con sus innovadoras composiciones, Miró
influenció a sus contemporáneos así como a innumerables generaciones
posteriores.
René Magritte
René Magritte (1898, Lessines, Bélgica - 1967, Bruxelas, Bélgica) fue un artista
belga y uno de los nombres del surrealismo más aclamados internacionalmente, a
pesar de que su fama llegaría apenas alrededor de los años 50.
Aunque es uno de los artistas que más se asocian al Surrealismo, las obras de
Magritte se distancian del ilusionismo de Dalí y del automatismo de Miró.
Para Magritte, lo importante no era tanto lo que la obra mostraba, sino aquello que
ocultaba, es decir, las segundas intenciones de fondo. Para él lo importante era
representar el misterio, y así muchas de sus composiciones pictóricas
presentarían figuras humanas con la cara tapada con un velo, dejando al
espectador en la eterna curiosidad e insatisfacción por no poder nunca revelar lo
que se oculta tras este.
Durante su vida artística, Magritte recurrió varias veces al mismo tema y también
utilizó obras famosas de otros artistas para crear versiones surrealistas.
EL ARTE METAFÍSICO
UN MUNDO ONÍRICO
La pintura metafísica es un movimiento artístico italiano que nace en 1916 de un
encuentro casual de Giorgio de Chirico con Carlo Carrà en el Hospital Militar de
Ferrara. La ciudad, con el Castello Estense y sus calles silenciosas, fascina a los
dos artistas y les inspira las atmósferas oníricas de sus obras. Otros pintores
vinculados a este movimiento son Alberto Savinio, Filippo de Pisis y Giorgio
Morandi [:] hasta su disolución hacia 1921, cuando se estaban desarrollando las
nuevas tendencias de Valori Plastici. El origen y las motivaciones del movimiento
son distintos en cada uno de sus representantes. Para De Chirico, griego de
nacimiento, de padres italianos y de formación alemana, son elementos a la vez
de cultura nórdica extra-pictórica (Nietzsche, Schopenhauer, y Weininger) y de
cultura pictórica clásica y visionaria. Por otro lado, el regreso a la tradición clásica
y a la pintura del Trecento y del Quattrocento italianos (Carrà desarrolló estas
teorías en sus artículos publicados en la revista Valori Plastici) se convirtió en otro
antecedente formal importante de la pintura metafísica; el resultado será una
pintura con una atmósfera mágica y enigmática, incluyendo la firme y concreta
individualidad de presencias singulares como en «El Enigma del oráculo» de 1910.
Esta magia pre-surrealista caracteriza las obras realizadas en plena madurez
metafísica de De Chirico, los maniquíes, («Las musas inquietantes» de 1916) y los
interiores «habitados» por objetos cotidianos (1915-1919) y las más tardías
realizadas entre 1920 y 1930, que son la serie de los arqueólogos, los gladiadores
y los muebles en el valle, que invitan a una lectura metafísica de toda la obra de
De Chirico.
Las musas inquietantes, 1916, Giorgio de Chirico, (Milán, Colección privada). Las musas
inquietantes son dos maniquíes abandonados junto con otros objetos muy coloreados, en la
soledad de una plaza desierta con la perspectiva muy marcada, como en una escena de teatro.
Las sombras limpias y bien contrastadas parecen marcar los rayos solares con una precisión de
reloj de sol, pero es imposible determinar la hora o una estación: el cielo se cierra, compacto y
denso, sobre el fondo. El gran edificio es el Castillo Estense de Ferrara, antigua residencia de
la familia Este, (príncipes mecenas del Renacimiento que dedicaban una particular devoción a las
Musas). El poeta simbolista Gabriele d’Annunzio a definido Ferrara como la «ciudad del silencio»:
De Chirico la ha convertido en una escena de inmovilidad absoluta, donde las formas, con colores
limpios y esmaltados, se ordenan como las piezas de un tablero gigantesco. De Chirico ha
desarrollado este tema en la serie de pinturas «Lugares de Italia», silenciosos paisajes urbanos
que en parte recuerdan la pintura del Quattrocento.
El óvalo de las apariciones, 1918, Carlo Carrà, (Roma, Galleria Nazionale d’Arte Moderna). El
maniquí, personaje recurrente en la pintura metafísica y en la literatura surrealista, hace alusión a
una presencia humana, pero bajo la forma de boceto, mecánico, sin movimiento.
Giorgio Morandi llega a la forma metafísica siguiendo una lógica interna en su
investigación formal, fuera de motivaciones históricas inmediatas. Los ejemplos de
De Chirico y de Carrà lo hallan ya ocupado en meditar sobre la forma cezanniana
y sobre la lección purista de los pintores antiguos (Giotto, Masaccio, Piero della
Francesca). Si en las naturalezas muertas de 1918, la presencia de un maniquí,
de una esfera, o de una escuadra, son los datos aparentes de su adhesión a la
pintura metafísica, los elementos característicos de toda su obra son la geometría
de las composiciones, la severidad de su paleta, y el ambiente meditativo.
Naturaleza muerta con maniquí, 1918, Giorgio Morandi, (San Petersburgo, Museo del
Hermitage). Durante un breve periodo, antes de encerrarse en el solitario mundo de la poesía,
Giorgio Morandi participó en la pintura metafísica.
Alberto Savinio
Pintor, músico, novelista y poeta, Alberto Savinio, hermano de De Chirico (Andrea
de Chirico) crea universos fabulosos, poblados de arquitecturas-juguete y de
personajes zoomorfos. En 1910, se instala en París donde frecuenta la vanguardia
de la época (Breton, Picasso, Apollinaire, Cendrars, Cocteau) y se da a conocer
como escritor. En 1916, en Ferrara, asiste al nacimiento de la pintura metafísica.
Los artículos que publica en la revista Valori Plastici hacen de él un sutil teórico de
esta nueva corriente pictórica. Savinio expone por primera vez en París en 1927; a
partir de este momento, desarrolla, paralelamente a su intensa actividad literaria,
una actividad pictórica cercana al Surrealismo, pero en realidad, destinada sobre
todo a dar forma a los dos principios fundamentales de la pintura metafísica: la
«espectralidad» y la «ironía». En Savinio, los temas recurrentes son los paisajes y
las figuras metamórficas como en «La Anunciación», a menudo enredadas por un
repertorio de imágenes que se inspiran de la Antigüedad Clásica, nunca
idealizada, pero contemplada con una cierta ironía. En los años treinta, Savinio
formaba parte del grupo de los «pintores italianos de París» con Tozzi, Campligi y
Severini.
La Anunciación, 1932, Alberto Savinio, (Milán, Cívico Museo d’Arte Contemporánea). Savinio
combina aquí elementos típicos del surrealismo con elementos «clásicos» de la tradición pictórica
italiana, con una experimentación personal paralela a la de su hermano Giorgio. La metamorfosis
es un tema recurrente en las obras de Savinio: cabezas de animales que se engarzan en cuerpos
humanos, con el fin de proyectarlos hacia una dimensión onírica como una ironía grotesca. En «La
Anunciación», esta sensación de irrealidad se acentúa por la forma pentagonal del lienzo. Una
enorme cara de rasgos clásicos representa el ángel de la Anunciación; a la Virgen, Savinio la
transforma en un monstruo con cabeza de pájaro.
Giorgio de Chirico
Plazas solitarias donde el tiempo parece haberse detenido. Únicos indicios de
vida, las pequeñas banderas agitados por el viento; el castillo Estense en un mudo
diálogo con las chimeneas humeantes de la nueva civilización industrial;
perspectivas con numerosos puntos de fuga; relojes enigmáticos; estatuas
bañadas por la luz y misteriosos maniquíes formados con herramientas de
carpintero; fragmentos de estatuas clásicas, son los elementos que caracterizan la
pintura metafísica de Giorgio de Chirico. Impregnado de referencias filosóficas y
literarias de su Grecia natal y del simbolismo de la escuela alemana, el artista crea
una dimensión que va «más allá de la naturaleza», que lo condujo a una nueva
percepción de la realidad, desvelando lo maravilloso en lo cotidiano. De Chirico
inventa la perspectiva metafísica «una geometría de lo absurdo donde las
sombras no coinciden con la teoría de las sombras»; los fondos de escena
arquitecturales no sirven para eliminar el espacio, pero asumen la función
exclusiva de sugerencias mágicas. Se puede encontrar la noción de perspectiva
metafísica en los cuadros «Villas romanas» de 1922, donde se evidencia el gusto
del artista por la arqueología.
Los arqueólogos, 1927, Giorgio de Chirico, (Roma, Galleria Nazionale d’Arte Moderna)
En París, en 1911, Giorgio de Chirico entabló amistad con Paul Valery y Guillaume
Apollinaire, pero no se une ni al cubismo ni a ninguna de las vanguardias. Busca
su propio lenguaje de manera autónoma, uniendo elementos de orígenes diversos
que representan sus visiones oníricas como expresión del tiempo que pasa. En los
cuadros realizados a partir de 1912 («La estatua se ha movido», «El enigma de la
hora», «La gran torre»), define el espacio con elementos arquitecturales que
aparecen claramente como bastidores en perspectiva, vacíos e inhabitables.
Canto de amor, 1914, Giorgio de Chirico, (Nueva York, Museum of Modern Art). Esta pintura,
inspirada en una poesía de Guillaume Apollinaire, fue realizada algunos años antes del comienzo
oficial de la corriente metafísica: De Chirico utilizaba ya encuentros imposibles entre objetos
diversos, como el molde de la cabeza del Apolo del Belvedere y un guante de caucho. El tren que
aparece a la izquierda del cuadro es un homenaje a su padre, ingeniero ferroviario.